KLMN 07

De la libertad de las altas esferas.

Con mucha tristeza escribo este capítulo. No sé si es el último, hace tres atrás me lo prometo, pero no es así. No comprendo porqué me ocupa tanto espacio el somi, siendo que debía ser un mero acompañante del taito. No lo sé. No quería que quedaran juntas...

Disculpen por no agradecer los rewiew, muchas gracias a Anna, y a quienes me han escrito al correo.

Comprendo si les aburro, pero es de esperar que tengan conciencia de lo que pasa en el mundo... y no que usen la net para huir de él.

Os ama... jakito.

Notas del viaje. Cuaderno 1.

Hay libertades que sólo son alcanzadas con temor a lo que vendrá, a no saber si de veras estás siendo consecuente, hay libertades que sólo consigues con la soledad. Es finalmente el único camino a ti mismo, para saber cómo. Y creo que lo encontré.

Finalmente, ahora, en el tren del viaje a mi pasado, comprendo la respuesta que busqué tantos años. Pero ninguna respuesta se encuentra huyendo de las responsabilidades. Cada elección tiene su consecuencia, y hay que aceptar algunas. Pero un poco de humor para aceptarlas, no viene mal. Aquello que me hizo entender que reír era la respuesta a muchos problemas, fue un escrito en un tren, o como el de ahora. Fue... ya no recuerdo dónde. Decía: "si la vida te da la espalda, agarrale el culo".

¿Cuántas veces no me amargué la existencia buscando una solución eficiente para mis problemas, y Mimí los lograba solucionar mas rápido? No digo que sea siempre lo mejor, pero comprendo ahora porqué me pasó eso con Mimí. Hay una teoría, la cual dice que a uno le gustan las cosas del otro que hacen falta, o sea, se ve reflejado en el otro. ¿Fue en Evangelion? no lo recuerdo bien... Pero... creo que era eso. Me hacía falta ser mas femenina, mas empática, conseguir las cosas con métodos que no fueran "te venceré" o esperar al amor eterno de un chico que me dijera "te protegeré", estigmas a los cueles nos tiene acostumbrados nuestra cultura. Es mas, en los mangas lo decían muchas veces como "Te amo". O sea, había que conquistar al desgraciado para que te protegiera porque tú, pobre trozo de carne vendible, estabas perdida sin uno. Esta postura nos lleva a desear cosas fuera de todo equilibrio racional. Como querer protegerla. Ahora sé que era ella la que todo el tiempo me protegía... y sin embargo, fui yo la que se durmió acunada en su olor a fresas en la cuna de su pecho y de sus brazos, con su voz como canción de cuna...

Si, ya lo sé. Sé que fue feliz alguna vez con Yolei. Sé que volvió a Nueva York. Sé que ya no está, sé que llevo un anillo de compromiso en mi mano, que un hombre guapo me espera en casa. Y sin embargo, sé también que necesito comprobar si esta libertad que ahora conozco, es la verdadera libertad.

Amé a otras mujeres tras ella, no lo niego, pero... parece que fui demasiado acondicionada a la falsa naturaleza de esta sociedad, y finalmente, conocí al prototipo perfecto.

El tren ya llega a la estación. Hoy es primero de agosto. Diez años después.

Notas del viaje. Contraportada de recetas 1.

No sé porqué cada año vuelva a este lugar. Dicen que la conciencia lleva al criminal siempre a la escena del crimen, y debe ser algo similar a eso. Casi siempre, todos los años, la mayoría de los niños elegidos de aquella época, nos juntamos en Odaiba. Casi siempre nos encontramos, todos menos aquella a la que desearía encontrar.

Nunca volví a tener noticias de ella. Pero hubo un tiempo en que no deseé tenerlas. Yolei el año pasado se casó con Ken. Nos invitó a su boda, que fue hermosa. Yamato estaba en entrenamiento, y Taichi en unos foros extraños, yo no sé, nunca me gustó la política. E Izumi en una cosa de computadoras. Joe al menos se escapó un rato del hospital, con Kary fuimos las damas de honor, y Davis y ¿?? También estuvieron allí. Fue hermoso. Me siento más cerca de los pequeños que de la generación anterior. Ahora... no los he llamado desde entonces, he estado muy ocupada. Porque finalmente he decidido establecerme aquí en Japón. No por el pasado, sino por el futuro. Creo que hacen falta reposterías aquí, para endulzar a la gente, y que sonría más.

Notas del viaje. Al reverso de un folleto legal.

Yamato se ha quedado dormido en el avión. El año pasado no pudimos venir, lo lamentamos bastante, pues era la boda de Yolei. Tuvimos una semana de vacaciones, que pasamos en Florida, y no nos hemos visto en unos meses. Siempre que venimos, nos quedamos en su casa, la que era de su padre. Mi madre aún no me deja entrar a la mía. En estas veces, compruebo que no les haga falta nada. No soy rencoroso, el amor, el estar satisfecho de ti te obliga a serlo. Creo que una de las raíces del mal del mundo, las guerras, es eso, la insatisfacción de necesidades. Pero no se dan cuenta que su gran error consiste en querer dominar la situación... cuando puede adaptarse a ella e intentar sacarle el mejor provecho. Bien... nos costó mucho decidir del regalo de bodas numero dos (le enviamos igual uno el año pasado, junto con cartas explicando la situación) porque queríamos compartir con ellos unos momentos. Porque pese a todo, ambos nos apoyaron cuando decidimos estar juntos.

Si, los hemos visto a todos a lo largo de estos años, pero... Hay una persona que no se apareció nunca. Y eso se nota siempre en algún momento de la conversación. Los niños elegidos nunca han vuelto a juntarse. Ya hemos llegado. El avión comienza a descender.

Notas numero dos, reverso recetario. Cafetería.

Ha sido una verdadera sorpresa encontrarme a Davis en el avión. Vaya, si me hubiera dado cuenta, hubiéramos charlado en el viaje. Me contó en el trayecto hacia el hotel que le iba cada vez mejor con su puesto. Siempre ha repetido que quien persigue los sueños los alcanza. No lo sé, creo que alguien me dijo una vez que cuando deseas algo con todo tu corazón, el universo conspira para que se realice. Y creo que él es un pleno ejemplo de ello. Me contaba que ya no es un puesto móvil, sino un restaurant establecido. Me alegro por él. Es tan feliz.

Me dejó cerca del hotel, él se fue a su casa. Me ofreció quedarme allá, pero no quise. Caminé un poco por el muelle...

Y entonces pasó...

Notas del viaje. Cuaderno 1.

Nota 2: Me bajó nostalgia, apenas me bajé del tren, de caminar por el muelle. Quién iba a imaginarlo. Simplemente miré a mi lado, y allí estaba.

Allí estaba.

Allí estaba.

No supe cuántas hojas de árboles pasaron, no supe si corrieron pétalos de rosa o de Sakura supe si estallaron fuegos artificiales.

Pero allí estaba. Como si hubiera puesto pause a una música cuando salí por aquella puerta, y sólo ahora me diera cuenta, y volviera a sonar.

No pude decir palabra, no pude moverme, no pude. Me quedé estática observando su paso caminar seguro y satisfecho, con una sonrisa leve apoyarse en la baranda. Su pelo al viento, su gabardina café, con sus zapatos... como siempre, todo hacía juego.

Y entonces sacó una cajetilla, y al darse vuelta para evitar el viento, se volteó hacia mí.

Y me miró.

De entre el fuego, vi una cabellera del mismo color. Me miraba sorprendida a través de sus lentes pálidos. Cristalizada, pendía de un hilo del tiempo muy fino... del que perdía la noción. Y que decir mi cigarrillo, supo lo que era una caída en picada.

Lo recogí, y decidí no fumármelo. Lo tiré al suelo, lo pisé, y me fui.

Hay cosas que son mejor no tocar, y un brillo del reflejo del fuego (casual tal vez, del destino tal vez) me hizo ver que ir no tenía caso... como tampoco lo tendría de no haberlo usado.

Cuando las puertas están cerradas, ya no es posible volverlas a abrir. Al menos eso creí, hasta que fui en la segunda estación del tren. Pero cuando volví al lugar donde ella estaba, ya no había nadie. Un papel revoloteó desde mis pies al agua... donde vi deshacerse con desaliento mi propio nombre.

Notas del viaje. Al reverso de un folleto legal.

Me alegré cuando vi llegar a Mimí. Bastante tarde, para variar. Hacía tiempo no nos juntábamos todos, bueno, casi. Siempre faltaba Sora. Sé que Yamato lo notaba más que yo. Pero a estas alturas ya no me importaba. Llegó tras la celebración. Traía mas vino, pero tenía el viento en sus ropas, y una mirada tan intensa que hace años no se veía. Traía una preocupación velada que se dejó simpatizar por la dulce barriga de Yolei.

Y entonces sonó su teléfono. Estábamos en su casa, y Yamato otra vez durmiendo. Ya la mayoría quería ir a dormir, y yo me levanté a contestarlo, porque Ken estaba en la cocina con los platos. Esta es una sociedad utópica y no pude evitarlo.

- ¿moshi moshi?

- Eh... Disculpe, busco a Yolei... Soy una vieja amiga, y quería saludarla...

- ¿Sora? –se me escapó

- Eh... si... ¿Hablo con Ken? –Todos los chicos (los despiertos) se pusieron detrás de mí.

- No... Hablas con Taichi, curiosamente los había venido a visitar y...

- ¿Taichi? ¿En serio eres tú? ¡Mh! –Se escuchó su grito de alegría. (la autora también) –Llamé a tu casa pero me cortaron.

- Ya lo creo... --U (suspiro)

- Los demás chicos no estaban... oye, es que vine por un día al Japón, y...

- Dime dónde estás... y te voy a buscar. Tengo moto.

- ¿Moto? Ay, por dios, Taichi...

- ¿Cómo que tienes moto? –Escuché detrás de mí. –el que conduce soy yo. Dame acá. –Me quitó el auricular. -¿Sora? Soy Yamato. Dime donde estas y voy. Mh. ya. –Decía mientras apuntaba en el taco. -Habla con Taichi, llego en dos minutos. –Dejó el auricular, tomó su chaqueta y se fue del departamento.

- ¿Sora? ¿Sigues allí? –Pregunté. No contestaron, y sentí el zumbido típico. – colgó, - comuniqué a los demás, colgando yo también. – Mimí... ¿está bien?

- Si. No hay ningún problema.

- Pero... –Yolei se veía preocupada por ella. –Creo recordar que ustedes no se despidieron bien.

- La verdad es que no nos despedimos en lo absoluto.

- Ah... ya veo.

- No se preocupen, chicos, ya saben que es algo superado, al menos por mí. Ya sé que nunca más supimos de ella, pero creo que necesita una oportunidad para sellar puertas, o para reencontrarse con su pasado.

- Hic! O para tomarse unos tragos.

- Mh... Davis ya estás borracho. –Ken recién salía de la cocina.

- Mhh. No, no egtoy borrasho... mírrame... toy bien... hic!.

- Maldición, ven, te ayudaré a acostarte.

- Claro, hic, tu el maldito polichía que nunca hace naada malo.

- Ya, Davis. –Mas que enojarse, Ken le hacía justicia. Sólo ahora había dejado de sufrir el pobre, y estaba muy feliz. -Ven... camina. –Lo arrastró a una improvisada.

Notas del viaje. Cuaderno 1.

La situación o era tan incómoda. Cuando llegué todos estaban allí, menos Davis, que de pronto apareció verde, intentando llegar al baño. Los chicos me acogieron bien, partiendo por Yamato, que me fue a buscar. Ninguno preguntó nada del pasado. Sólo se limitaron a preguntarme como estaba, en que, y a ponerme al día. Tampoco porqué me fui tanto tiempo. En realidad parecía como si no hubieran pasado los años, y con el sake pronto se me hicieron borrosos los límites entre la realidad y el mundo.

La situación no fue comprometida en ningún momento. Sólo entonces noté que ya sólo estaban Ken, Yolei y Yamato de pie. Yo misma estaba sobre unos cojines. El viaje me habrá hecho su efecto, luego me di un baño caliente en el hotel, y debió darme sueño. Recuerdo que sentí la voz de Taichi antes de caer en la dulce inconciencia del sueño agotado.

Igual que cuando estábamos en el digimundo.

Notas del viaje. Al reverso de un folleto legal.

-Definitivamente, este jugo estará muy bueno. -Fui con Yamato a ver algo en la cocina apenas me desperté. Tenía algo de sed, y él se ofreció a hacerme algo.

-¿Ah, si, Yamato? Yo creo que mas o menos. Pero dime, ¿Qué tiene?-Tai, a pesar de los años, no lograba acostumbrarse a acercarse tanto como quería tras una larga ausencia.

-La receta más sencilla de este universo. Es jugo de kiwis y limón. Pero le puse un par de ingredientes secretos.

-¿Qué le pusiste, vieja de caldero?

-Miel, y mientras lo cocía, pensaba en ti...

-Vaya... ¿A pesar del tiempo que ha pasado? Son casi...

-No saques la cuenta, que me siento viejo. Te quería agradecer también porque me ayudaste con lo de Gabumon, para que pudiera ir conmigo a la base... –Necesitábamos hablarnos, definitivamente iba a ser duro resistir mucho mas en aquella casa, pese a su confortabilidad.

-Necesitaba un espía de mi lado. Son muchos meses en misión, y tus compañeras son guapas...

-Y también por todo. Si no me hubieras ayudado a entrenar, si no hubieras estado conmigo todos estos años...

-Baka, fuiste tu el que no se me quiso despegar.

-Mh... ¿Sabes? Me sobró algo de miel...

-Y yo creo que este jugo quedará mejor sobre algo... –Los labios se rozaron suaves...

El color de la atmósfera se tiñó de rojo... Tal como aquella vez....

-Hey chicos! –Yolei entró repentinamente a la cocina. –Perdón...

-No te preocupes, Yolei, esta es tu casa. ¿Quieres algo de jugo? –Le ofreció Yamato.

-Ya, gracias.

Notas numero dos, reverso recetario.

Me desperté con los rayos del sol en mi cara, y miré a mí alrededor. Con cuidado, noté si aún tenía mi cerebro dentro del cráneo. Dios, como dolía. Pero el dolor dio paso a que moviera un poco los ojos, y me diera cuenta de la hecatombe de cuerpos que había. Parece que ayer no pocos se fueron de copas. Y como el departamento era de una sola gran estancia –como muchos en este país, - dejaron a Yolei la cama. Claro, ella es la única embarazada aquí. Pero el asunto de las posiciones me recordaba el digimundo. Cuando aún no había nada en nuestros cuerpos que desearan estar más cerca que el frío, pues solíamos dormir así. Kari dormía cerca de la puerta, y Tk vuelto hacia ella. Formaban una pareja muy tierna. Cada cual había estado con otras personas, pero al final quedaron juntos. A su lado, dormía Davis, boca arriba, y a su lado Joe. Estaba yo, y a nuestros pies, y encogido, Izzy. A mi lado, Yamato y Taichi, abrazaditos de manera tal, que les sacaría una foto para quedármela como recuerdo. Aún me gusta el yaoi. A su lado Ken, y Sora. Dormía feliz.

Me levanté para hacerme un poco de café. Puse el hervidor, y saqué unos dulces del refrigerador. Yo había dejado la nevera llena, así que había provisiones de sobra. Cuando hirvió, Ken llegó a mi lado, y me sirvió. Sirvió luego un té, y le llevó a Yolei. Volví a la gran sala, y algunos empezaban a despabilar con el ruido del hervidor, y el olor a café, así que puse la cafetera, y saqué algunos dulces para ponerlos en bandejas. Ken puso tazones y el café en ellos, un azucarero, crema, y llevamos para allá. Ninguno estaba muy bien.

-¡Esto es el colmo! Se supone que ya crecimos. –Dijo alguien.

-Si llamas crecer a dejar de divertirse, no le hallo caso.

-Pareces Davis.

-Yuk. Me callaré.

Davis: zzzz

-Anden chicos...

Ultima anotación. Es la carta que Mimí escribió a Sora.

La verdad, cuando las cosas se han dado de determinada forma, pese a que hayan querido algunos que las cosas no fueran así. No puedo engañarme: Llenar este capítulo de porqués, llenar del todo una hoja preguntándome porqué dos mujeres que se quieren no pueden estar juntas, porqué Sora se fue finalmente con un hombre… porqué las cosas salieron así del todo. No puedo comprenderlo. Tal vez nuestro amor no fue suficiente… las pruebas que nos impone el destino siempre pueden ser superadas, y sientes uno la impotencia ante lo que pudo ser, y no será debido en casi total parte por nuestras propias elecciones, porque sentimos miedo, porque quisimos evitarnos un poco de dolor. ¡Cuanta felicidad! ¡Cuánto amor podríamos haber encontrado en nosotras mismas! ¿Porqué las cosas tuvieron que acabar de este modo? ¿No nos quisimos lo suficiente?

Yo nunca encontraré alguien como tú, jamás nadie tendrá esa piel, jamás nadie tendrá ese ritmo al bailar, esa risa, jamás nadie moverá su cuerpo, ni me abrazará sin sentido como tú. Me ganaste, ¿No que me querías? Me tuviste para ti, y me dejaste ir tontamente para ir tras un hombre.

Acepto tu elección. Acepto que le ames, que quieras estar con él, pese a mi dolor y mi vergüenza, y lo acepto dichosa, pues sé que te hará mejor que estar conmigo. Has elegido ser hetero, y yo te arrastraría hacia una horrenda vida llena de rechazo social.

Es por eso que no quiero ser tu amiga, ni que nos volvamos a ver tras esto. No puedo dejar de verte sin sentir cosas por ti, y no quiero arrastrarte a mi lado. No quiero volver a verte si no es para ser mi prometida.

Te amo demasiado, amiga, y no te dejaré hacer conmigo lo que se te venga en gana. No puedo dejar que me hagas daño, al verte besarte, reirte feliz con el. Te repito lo que te dije antes de darte el último beso: "Anda, ve y diviértete con tu amiguito" y agrego: "déjame a mí en paz". Déjame sufrir, y despedirme así de mi adolescencia, periodo al que tú apenas entras, y yo ya dejo atrás en unos pocos días. Dicen que no hay nada tan patético en una relación lésvica que ser dejada a cambio de un hombre. Repito: no quiero ser tu amiga, no quiero que nadie me hable de ti, no quiero saber mas nada de ti.

No insistas. Lo que vivimos fue hermoso, pero quiero que sea un lindo recuerdo. No lo manches con tu empeño en hacerme ser tu amiga, la falsa amistad es una de las peores cosas de este mundo, y yo no podría soportar oírte hablar de él, escuchar tus rezongos, no puedo soportar la idea que sea él, y no yo, quien te despierte hacia tu cuerpo.

Si insites con acercarte a mi, te advierto que querré tenerte mía, destruyéndolo. No supiste decir que me querías porque no me querías. Fui una simple obsesión para ti. Si me hubieses querido de verdad… lo hubieras gritado.

Y si aún algo hace despertar tu conciencia, dar un grito de realidad… has de saber que te espero. Pero bajo esa condición: dejaras todo por mi, o no quiero verte.

Así que, niña de mi alma, niña de mi vida, quiero que seas feliz con tu nuevo amor, pero lejos de mí. Comprenderás que es esta carta. Una despedida.

Adios, mariposa de alas negras, tan bella como fuerte. Se fuerte en tu nueva vida, aprende a superar obstáculos, y a no parar ante nada si quieres algo. Que nadie se interponga entre tu y tus propósitos.

Mimí.

Lamento hacerme demorado tantos meses en subir este final, mas bien prólogo, pero una suma de problemas me hizo hacer esto. Si alguien tiene dudas:

1. Yamato y Taichi se quedan juntos.

2. Sora y Mimí no.

Si tienen alguna otra duda, relean lo escrito. Jeje. No, pueden escribirme rewiews, o a mi correo, , si no contesto, escriban de nuevo porque el jot mail falla.

Me gustaría no tener que decir esto. Pero parece ser que es el último fic que escribo, y sólo publico este final, porque no me gusta dejar las cosas a medias. Le mando un beso a Yamato, y uno a Carmin. También le mando a la suma de amigos que me apoyan ahora, pues sin ellos en este momento, me derrumbo, y tambien a aquellos que me querrán matar por tardar tanto con el final. (baka tim)

Que la paz se extienda por el mundo.