DISCLAIMER: Nada de este mundo de fantasía me pertenece. Todo es propiedad de JK Rowling y sus asociados.

CAPITULO 41: DE PADRE A HIJO

Draco no podía quedarse de brazos cruzados después de semejante confesión de Snape. Tenía que hablar con Sirius. Tal vez, si lo forzara a recordar, aceptaría que engañó a Jennifer y que no la amaba tanto como decía.

Después de entrar a la habitación de Sirius, se sentó frente a él en una silla. El mayor lo miraba expectante, evidentemente satisfecho de estar recibiendo una visita.

-Quiero hablarte de lo que pasó con Tiny –dejó salir Draco.

-Quién te lo dijo? Ella? –preguntó Sirius sorprendido.

-Severus.

-Snape lo sabe? Y te lo contó a ti? Nunca pensé que el idiota se dedicaría a llevar chismes sobre mi vida sexual.

-Ustedes... cuándo?

-Cuando regresó de su fin de semana con tu padre. En realidad, Jennifer me detuvo antes de que yo....

-DETENTE! NO QUIERO ESCUCHAR ESO! –gritó Draco. –Una cosa es saber que Tiny hace "eso", no tengo interés en saber exactamente "como" lo hace o con quien.

-Pero... tú me dijiste que querías hablar conmigo de...

-DE POR QUE TE DEJÓ TINY! –lo interrumpió Draco molesto –Me mal interpretaste.

-Lo siento. –dijo Sirius avergonzado, antes de darse cuenta el motivo de la visita de Draco –AH! Que averiguaste? Tienes alguna idea por que me dejó?

-Si. De verdad la amabas Sirius? Nunca pensaste en dejarla para irte con otra mujer?

-Claro que no! Dime lo que sabes por favor.

-Sirius... Ella te vio besándote con otra mujer. Escuchó como le decías que no podías dejarla porque no tenía donde ir. La habías engañado por seis meses.

-No Draco! Eso nunca sucedió!

-Severus me dijo que en Azkaban la gente pierde sus recuerdos mas felices. –dijo Draco decidido a llegar hasta el final –Tal vez... tal vez no la recuerdas porque fuiste verdaderamente feliz con ella.

-Te lo juro. Desde que comencé a salir con ella, no tuve ojos para otra mujer.

-Su nombre era Regina. No la recuerdas? De verdad?

-Draco. Por favor, tienes que creerme. JAMÁS la habría engañado. La amaba demasiado. No te imaginas lo doloroso que fue cuando me dejó. Por favor Draco.

-Entonces... no comprendo –dijo Draco escondiendo su rostro en sus manos –Porque no pudo haberlo imaginado. Tal vez no sea la verdadera razón. O tal vez...

-En qué piensas?

-No te preocupes, yo voy a averiguar que demonios sucedió. Pero debes prometerme que no dirás nada. A NADIE.

-Te lo juro Draco. Pero averigua lo mas pronto posible por favor.

-Qué es lo que tiene que averiguar? –preguntó Jennifer detrás de ellos.

-No importa Tiny –respondió Draco antes de que Sirius pudiera hablar –Es problema nuestro. Pero TU tienes que dejar de entrar en la habitación de Sirius sin tocar a la puerta. Qué pasaría su estuviera desnudo saliendo de la ducha?

-Draco! –lo reprendió Sirius.

-No voy a ver nada que no haya visto antes cariño –dijo Jennifer divertida –Pero te aconsejo que NO SEAS TAN INSOLENTE, y que me dejes sola con Sirius que necesito hablar con él.

-Si, si... "hablar" –dijo Draco saliendo de la habitación.

-Déjalo –dijo Sirius al ver la expresión atónita de Jennifer –está un poco confundido, pero ya le expliqué que no hay nada entre nosotros.

-Sirius, de eso quería hablarte. Me siento muy mal por lo que sucedió.

-No tienes motivo para sentirte mal. No es como si hubieras abusado de mi.

-Es que no debí. Lo siento.

-Jen, yo lo comencé. –dijo Sirius tomándole el mentón.

-Pero yo sé lo que sientes por mi. No quiero lastimarte, te comportaste muy bien conmigo cuando te necesité y...

-No te preocupes. Yo entiendo que fue un fin de semana difícil y que necesitabas quitártelo de la cabeza y yo estaba ahí. Porque...eso fue lo que sucedió, verdad?

-Si –susurró Jennifer mirando al suelo. –Te prometo que nunca voy a volver a hacerte algo así.

-Cállate quieres? –dijo Sirius sonriendo –No tienes que prometer nada. No soy un niño y he pasado cosas peores que un rechazo.

-No estás enojado? –Jennifer de pronto, se sintió una niña nuevamente, como cuando se peleaban por alguna estupidez.

-Cómo podría enojarme sólo porque me dejaste amarte otra vez? A veces creo que eres bastante tonta.

-No voy a permitir que me insultes Sirius –dijo Jennifer fingiendo enojo.

-Oh... Y qué se supone que harás? –preguntó riendo.

Pero Jennifer no contestó porque Draco volvió a entrar a la habitación, con las mejillas encendidas como si hubiera corrido.

-Draco? Qué sucedió?

-Fudge y mi padre están en el castillo. –dijo el rubio casi sin aliento.

-Lucius! –dijo Jennifer saliendo de la habitación lo mas rápido que pudo, pero volvió dos segundos después –Sirius ni se te ocurra salir de aquí. Te quedó claro? Lo que menos necesitamos es que vuelvas a Azkaban. Vamos Draco.

Sirius se quedó solo con su usual frustración encerrado en la habitación. Deseaba con todo su corazón salir de allí y partirle el rostro con sus propios puños, sin utilizar la varita.

Pero también sabía que salir significaba entregarse a los dementores. Sabía que el idiota de funge no iba a escuchar nada de lo que tuviera para decirle y lo mandaría directamente a recibir el maldito "beso".

Y confiaba en que Draco evitaría que Jennifer se quede sola con Lucius. O, por lo menos, que le avise a Snape. Él era capaz de mantener al rubio a raya. O eso esperaba.

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Decir que Draco estaba feliz por la sorpresiva aparición de su padre, era poco. Casi no cabía dentro suyo. Por primera vez en mucho tiempo, deseaba ver a su progenitor y hablar con él.

Tenía dos motivos para estar tan ansioso al respecto: Si lograba acaparar a su padre, no se iba a acercar a Tiny. La otra razón, era un plan que se estaba formulando en su mente y, si estaba en lo cierto, pronto no iba a tener que preocuparse mas por su madrina.

Ambos caminaban con elegancia por los pasillos del castillo, hasta que se encontraron con los dos visitantes.

Cornelius Fudge y Lucius Malfoy saludaban a Albus Dumbledore fingiendo cortesía. Draco miró a su tía y le sonrió como si supiera algo que ella no. Y Jennifer no pudo hacer mas que mirarlo confundida.

-Padre, Señor Ministro –saludó Draco.

-Draco, Jennifer.

-Buenas tardes Lucius, Señor Fudge –respondió Jennifer.

-Oh querida, pero si ya te he dicho que puedes llamarme Cornelius. –dijo el Ministro sonriéndole mientras le besaba la mano, ante la furia de Lucius.

-Claro, claro.

-Cornelius –interrumpió Dumbledore divertido –Creo que has venido hasta aquí para hablar conmigo, verdad?

-Oh si Dumbledore. Vamos a tu despacho.

En cuanto los dos magos mayores desaparecieron de su vista, Lucius se dispuso a enviar a Draco al cualquier lugar para pasar un tiempo a solas con Jennifer, pero el menor de los Malfoys tenía otros planes.

-Padre, necesito hablar contigo.

-No puedes esperar? –preguntó Lucius sin dejar de mirar a Jennifer.

-No. Es importante que hablemos. A solas. –remarcó.

-Bueno, si tienen que hablar, lo mejor es que utilicen mi habitación. Nadie entra allí a no ser que sea absolutamente necesario.

-Está bien. –aceptó Lucius –Después me gustaría que habláramos Jennifer.

-Por supuesto.

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&66

Dumbledore observaba sin inmutarse a Cornelius Funge. Aún no comprendía como semejante pelmazo podía ser el Ministro de la Magia de Inglaterra.

-Esto es el colmo Dumbledore! Yo no se cuales son sus intenciones, pero decir que han atacado Hogwarts otra vez...

-Es la verdad Cornelius.

-Deje de mentir Dumbledore. Qué es lo que pretende? La población mágica está bastante inquieta ya con sus estúpidas teorías sobre el regreso de los muertos y si sigue con esta postura...

-Qué harás Corneluius? Quitarme del cargo? –preguntó Dumbledore completamente inmutable. –Sabes que no puedes hacerlo.

-Pero el Consejo sí puede. Y Lucius Malfoy me informó que...

-Lucius Malfoy estaría muy feliz de que yo no esté aquí porque fue uno de los atacantes y, por lo que pude ver, no le gustó mi defensa.

-Defensa? Se refiere a los gigantes apostados en los terrenos de Hogwarts? Le exijo que los retire inmediatamente de aquí!

-Ellos saben a quien atacar y a quien no Cornelius.

-No juegue conmigo Dumbledore.

-No es un juego Cornelius. Voldemort regresó y si no haces algo, va a ser demasiado tarde.

-Espera noticias mías pronto. –dijo el Ministro abandonando el castillo hecho una furia.

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

En cuanto Draco y Lucius estuvieron a solas en la habitación de Jennifer, el menor comenzó con su plan. Se sentó en un sillón frente a su padre y lo observó con suspicacia.

-Padre, necesito tu opinión sobre una... idea.

-Claro.

-Se me ocurrió que, como no voy a regresar el año que viene a Hogwarts, podría despedirme haciéndole una "broma" a Potter.

-Una broma? –preguntó Lucius interesado mientras se acomodaba en el sillón.

-Verás... él está saliendo con la pequeña Weasley –Draco dijo el apellido con todo el odio que era posible, pero le dolían demasiado sus propias palabras. –Y yo pensaba... quitársela.

-Te has vuelto loco? –la furia podía leerse en los ojos de Lucius si lo conocías lo suficiente. –Para qué quieres tu a una Weasley? Es que no te ha servido de nada todo lo que te enseñé?

-Tranquilo padre. No me interesa esa estúpida. Lo que quiero es provocarle un poco mas de sufrimiento a Potter.

-Oh... en ese caso...

-Sólo tengo un inconveniente.

-Dime.

-No se como hacer para separarlos. Y...quería preguntarte si tu sabes como hizo tío Trangus para separar a Tiny de Black.

Lucius se quedó en silencio después de la pregunta de su hijo. Qué podía contestarle? Nunca creyó que iba a ser el propio Draco el que le preguntara, siempre pensó que Severus iba a darse cuenta de lo que había sucedido.

-Tu tio no hizo nada Draco. Trangus no los separó.

-Oh... yo creí que... –Draco dejó de hablar, su padre le había confirmado que la historia de Jennifer era real.

-Fui yo.

-Qué? –preguntó Draco con los ojos abiertos de forma casi dolorosa.

-Alguien tenía que hacer algo, Jenny no podía casarse con Black. Yo preparé un plan y lo ejecuté a la perfección. Sólo una cosa no me salió bien...

-En qué falllaste?

-Trangus la encontró antes que yo.

-Tu... tu lo hiciste para que Tiny regrese contigo, verdad?

-Si, pero el muy maldito me superó.

-No creo que sea así padre –dijo Draco fingiendo complicidad con Lucius –Él está muerto y tu tienes a Tiny.

-Tienes razón Draco.

-Bueno, y... vas a decirme qué es lo que tengo que hacer?

-Claro. Es bien sencillo en realidad.

Justo cuando Lucius empezaba a decirle su plan a Draco, la puerta se abrió, revelando a Jennifer, seguida por Cornelius Fudge. El rostro de Jennifer se encontraba completamente tenso y sus ojos mostraban asco y furia.

-Estás bien Jennifer? –preguntó Lucius preocupado.

-Claro que sí.

-Lucius, lo mejor es que abandonemos Hogwarts por hoy. –dijo el Ministro desde su lugar.

-Como usted diga, señor. Sólo déjeme un minuto con mi cuñada. Te enviaré una lechuza Draco. –dijo Lucius a su hijo indicándole que se fuera y, en cuanto estuvieron sólos, abrazó y besó a Jennifer. –Te hizo algo?

-No –Jennifer intentó sonreír. –Es sólo que me da repugnancia estar cerca suyo.

-Lo odio. Juro que voy a matarlo con mis propias manos.

-Tranquilo Lú, cuando todos sepan de nosotros no va a acercarse a mi.

-Te amo tanto...

-Lo sé. Yo también.

-Cuando vienes a mi casa nuevamente?

-No lo sé Lú. No quiero que la confianza de Dumbledore flaquee. Lo mejor será no vernos.

-No voy a aguantar un mes sin ti –dijo Lucius besandole el cuello.

-Hagamos un esfuerzo, Draco necesita sus MHBs y falta poco para que todo termine.

-Sólo lo hago porque tu me lo pides.

-Te amo Lu, no lo dudes. Y pronto estaremos juntos. Ahora vete.

-Hasta luego hermosa.

POR CADA CAPITULO QUE ALCANZO A PONER, NOS ACERCAMOS MAS A DONDE LO DEJAMOS EN EL FORO.

BESOS PARA TODOS Y GRACIAS POR SEGUIRME ACA.

BARBY