Lo primero que vio Harry al salir de la chimenea de Fred fueron ocho cabecitas pelirrojas que corrieron a abrazar a Ron y Ginny gritando "¡TÍOS!" a todo pulmón. A los más pequeños Harry sólo los conocía por fotos, pero igual reconoció a los tres hijos de Fred y a los cinco de Bill, todos varones, el más grande de 8 años y el más pequeño (que se acercó gateando) de un año.

Un instante después los dos tíos estaban sentados en el piso jugando con sus numerosos sobrinos, y Harry tuvo la impresión de que Ron lo disfrutaba tanto como los niños.

Hermione estaba sentada en el otro extremo del salón, hablando con Fleur y Lucila, la esposa de Fred.

Después de saludar a todos Harry aprovechó para hablar con Hermione a solas.

"Siempre hemos sido los mejores amigos, Hermione...¿por qué recién hoy vengo a enterarme de tus problemas matrimoniales?," le dijo con tono de reproche.

"Eso no es algo que pueda comentarse en una carta o a través de la red floo," se defendió Hermione. "Además, pensé que Ron te lo diría".

Los ojos de Hermione se detuvieron en su esposo, que reía mientras jugaba con sus sobrinos. Por un momento, Hermione pareció increíblemente triste, pero cuando volvió a mirar a Harry esa expresión se había ido.

"Siempre soy el último en enterarme de lo que pasa entre Uds.", comentó Harry.

"Sabes que no es así", replicó Hermione con mirada seria.

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6 año en Hogwarts – Último día de clase

Nadie podría convencerlo de que no había sido su culpa. Él era una persona marcada, y estaba condenado a marcar también a quiénes se acercaban a él. Tal vez fue sólo mala suerte, como decía Ron. Harry la había invitado al baile de Navidad en 4 año y todos sabían eso. Sólo Harry sabía que había escrito su nombre en aquella lista, "La elección de Gryffindor". ¿O alguien más se habría enterado?

Parvatti Patil había sido atacada por mortífagos en la última visita a Hogsmeade del año, y ahora estaba internada en San Mungo. Harry no podía creer que fuera una coincidencia, y parecía que Cho Chang tampoco, porque huía despavorida cada vez que veía a Harry.

Harry permaneció largo rato sentado junto al lago, y se preguntó si esa sería la razón por la que últimamente veía menos a Ron y a Hermione. ¿También sus amigos habían empezado a temer su compañía?

"Hola Harry" dijo una voz detrás de él.

Ginny Weasley estaba parada sosteniendo una maceta con una planta particularmente fea.

"Es una atrapa mosquitos" le explicó Ginny, como si hubiera leído su pensamiento. "Hagrid se la envía a mamá".

Ginny dio un paso como para irse, pero algo la hizo cambiar de opinión, porque se sentó junto a Harry, dejando la planta a un costado.

"¿Has visto a Ron y Hermione?", le preguntó Harry.

"Creo que tenían alguna tarea de prefectos".

"Siempre tienen algo que hacer como prefectos... qué conveniente, ¿no?", dijo Harry.

"¿Qué quieres decir con eso?" preguntó Ginny mirándolo extrañada.

"A veces... a veces pienso que es una excusa para evitarme".

"Pues esa es un idea bastante estúpida. Son tus amigos y nunca harían algo así".

Cuando Ginny le decía algo así (cosa que pasaba bastante seguido últimamente), Harry siempre se sentía triste en vez de enojado. Ginny comprendió la tristeza en los ojos de Harry, y con un tono más dulce dijo:

"Deberías hablar con ellos y decirles cómo te sientes".

Ginny se incorporó, recogió la maceta y se dirigió hacia la escuela.

Cuando Harry entró a su habitación vio a Ron preparando su equipaje, ayudado por Hermione. El equipaje de Seamus ya estaba junto a su cama, y Dean estaba terminado con el suyo. Harry era el único que aún no había empacado. Hermione y Ron intercambiaron una mirada, que a Harry le pareció culpable, cuando él los saludó.

"Veo que estaban muy ocupados con las tareas de prefecto", dijo Harry mientras abría su baúl para empezar a ordenar sus cosas.

"Bueno... tuvimos una reunión y terminó temprano", contestó Ron con voz insegura.

"Nos vemos en la cena", dijo Dean cuando cerró su baúl y salió de la habitación.

Harry continuó guardando sus cosas en silencio, escuchando a Ron y Hermione murmurando entre sí. Hermione ahogó una risita, y eso fue la gota que rebalsó el vaso.

"Si quieren los dejo solos", dijo Harry de muy mal humor parándose frente a ellos. "Parece que no desean mi compañía".

Ron y Hermione se pusieron simultáneamente colorados, cosa que Harry interpretó como un reconocimiento de culpa.

"Ya sé que están cansados de mí, que quieren una vida normal y no tener un amigo que los pone en peligro de muerte a cada rato", explotó Harry.

Ron se rascó la cabeza y Hermione se quedó mirándolo con la boca abierta.

"¿De qué estás hablando?", preguntó Ron.

"No se hagan los inocentes... sólo admitan que ya no quieren ser mis amigos."

El desconcierto en los rostros de Ron y Hermione lo puso más furioso.

"NO LOS NECESITO. ESTOY ACOSTUMBRADO A ESTAR SOLO. HE ESTADO SOLO TODA MI VIDA."

"Harry...¿por qué nos dices eso", dijo Hermione con temor, "¿por qué no quieres que seamos amigos?".

"Son Uds. los que no quieren. Son Uds. los que me evitan. Siempre están ocupados con otra cosa."

Hermione miró a Ron, y éste asintió con la cabeza. Ron estaba aún más colorado que antes.

"Pues hay algo que debemos decirte..." empezó Ron."No te hemos estado evitando... nunca quisimos que te sintieras así... no nos dimos cuenta".

"Pero es cierto que Ron y yo queremos pasar más tiempo solos...pero eso no es por ti...es por nosotros".

"Es que... somos novios", agregó Ron con un hilo de voz.

Harry se quedó de una pieza, atacado por una avalancha de emociones. Primero sintió vergüenza por haberle gritado a sus amigos, luego sintió alegría por ellos y finalmente indignación porque no se lo habían contado antes. Pero a medida que asimilaba la situación, otro sentimiento se perfiló con claridad en su mente: todo había sido culpa de Ginny. Ella debía saber qué pasaba entre Ron y Hermione, por eso le había dicho que hablara con ellos. Por culpa de ella había quedado como un completo idiota insensible frente a sus dos mejores amigos.

Sin decir nada se fue de la habitación, dejando a Ron y Hermione aturdidos y preocupados.

Ginny estaba entrando con un grupo de sus compañeras al Salón Común. Harry la tomó del brazo, le dijo "Acompáñame" y la llevó a un salón vacío.

Ginny parecía debatirse entre la preocupación y el enojo por la acción de Harry.

"Lo sabías y no me dijiste nada", empezó Harry. "Por tu culpa casi arruino lo único bueno que tengo".

Ginny abrió la boca, pero Harry la cortó.

"No me vengas con tus palabras dulces...¡sólo tenías que decirme la verdad!", Harry estaba alzando la voz cada vez más. "No tienes que darme consejos si no te los pido", agregó con voz cortante.

"Oh, cállate, tú eres el campeón en cuanto a ocultar cosas", le contestó Ginny con mirada fría. "Y encima me empujas hasta acá para gritarme sobre no tengo idea qué."

"¡No pretendas que no sabes que Ron y Hermione están saliendo juntos!" le increpó Harry. "Y yo como un diota contándote mi temor a perder mis amigos".

El rostro de Ginny se iluminó con una sonrisa.

"Ron y Hermione..."murmuró.

La alegría pasó rápido de su cara cuando miró a Harry.

"Pues no lo sabía, y en una cosa sí tienes razón: eres un completo idiota". Ginny salió del salón sin mirar hacia atrás.

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Un chasquido señaló la llegada de otro invitado, que fue saludado con un estruendoso grito de "¡ABUELO!". El Sr. Weasley en seguida se sentó junto a sus dos hijos menores y todos sus nietos.

Harry se volvió para continuar su conversación con Hermione, pero tropezó con algo y cayó sentado en el piso en una posición extraña.

"¡Lucas! Te he dicho que no dejes tu escoba en cualquier lugar," exclamó Fred mientras ayudaba a Harry a incorporarse.

"¡No te había visto Harry!," dijo el Sr. Weasley acercándose y dándole a Harry su quinto abrazo Weasley del día.

Fred había preparado dos mesas en su amplio jardín, una de ellas para los niños, protegida por hechizos anti-lanzamiento de comida. George llegó cuando todos se estaban acomodando en sus lugares, y un coro de "¡Tío! ¿Qué nos trajiste?" lo detuvo por unos cuantos minutos.

La cena transcurrió animadamente, y Harry no tardó en sentir un nudo en la garganta al comprender cuánto extrañaba las reuniones de los Weasley.

"Así que mañana tienen la reunión del 10º aniversario," dijo George mirando a Ron, Hermione y Harry. "La nuestra fue de lo más interesante... ¡nos enteramos de cada cosa!".

George guió un ojo a Fred, quien casi se atragantó con lo que estaba tomando y luego explotó en un ataque de risa.

"Vimos las parejas más extrañas...,"comentó Fred una vez retomada la calma. "Hablando de parejas, ¿tú con quién irás Harry?".

Harry se quedó mirando a Fred.

"¿Tengo que ir con alguien?".

"Es una fiesta con baile, Harry.¿No leíste tu invitación?".

Harry suspiró resignado, los eventos sociales nunca habían sido su fuerte. Una vaga idea de haber visto "Harry Potter y acompañante" escrito en la tarjeta le vino a la memoria.

"Me había olvidado," dijo Harry.

George miró a Harry detenidamente, y luego gritó a Ginny que estaba sentada en el otro extremo de la mesa:

"¿Gin, tienes guardia mañana?".

"¡No!", contestó Ginny también gritando. "¡Eso no significa que yo prepararé la cena!".

Harry miraba a George con creciente temor. ¿Acaso iba a ...?

"¡Por supuesto que cocinaré yo!," exclamó Fred. "He traído unas recetas muy interesantes de Pekín."

"¡No comeré tu comida étnica otra vez!" dijo Ginny.

Ron, que seguía el diálogo de sus hermanos muy entretenido, le comentó a Harry en voz baja:

"Cuando George volvió de la India nos preparó una comida que nos dejó a Gin y a mí dos días sin poder salir del baño. Menos mal que el departamento es grande."

Pero Harry estaba tratando de descifrar la escena que George había montado. Y era bastante simple: Ginny estaba libre el sábado a la noche y más que deseosa de evitar una cena con su hermano. ¿George le estaba abriendo el camino para que invitara a su hermana, o era sólo una coincidencia?