Harry no lo podía creer: estaba bailando y lo estaba disfrutando de verdad. Sólo recordaba tres ocasiones en las cuales se había divertido bailando, las fiestas de casamiento Bill, Fred y Ron. Y todas las situaciones tenían en común una sola cosa: su pareja de baile era Ginny Weasley.

Ginny tenía un ritmo genial, y de alguna forma eso era contagioso. Harry había visto a George y Ginny bailar incontables veces, incluso habían participado en un concurso de baile y habían salido segundos. Ginny le había confesado que el secreto era que iban a clases muggle de baile dos veces por semana.

Los Vampiros de Ibiza terminaron la canción, y una pareja se acercó a saludarlos mientras todos aplaudían.

"¡Ginny!", exclamó Dean Thomas con una sonrisa que a Harry le pareció demasiado entusiasta.

Sólo después de abrazar a Ginny, Dean reparó en Harry.

"¡Harry Potter! En todos estos años aún no has encontrado la forma de peinarte", bromeó Dean, aunque a Harry no le pareció gracioso y apenas pudo forzar una sonrisa.

Ya había empezado la siguiente canción, y las parejas a su alrededor estaban bailando nuevamente. Ginny se reía de algo que le había dicho Dean, y la pareja de Dean, una chica casi tan alta como Harry, miraba entretenida el techo embrujado del salón.

"Harry, ¿te parece bien si cambiamos de pareja por esta canción?".

Harry abrió la boca para contestar, pero entonces se dio cuenta de que en realidad no había sido una pregunta, porque Ginny y Dean ya estaban bailando a su lado.

La pareja de Dean (¿cómo había dicho él que se llamaba?¿Susan?) lo tomó de la mano, y Harry empezó a bailar, sintiéndose tremendamente torpe.

"Esa cicatriz en tu frente es muy extraña, nunca había visto algo así", comentó Susan (?).

Harry, que aún estaba observando cómo Ginny se reía mientras bailaba con Dean, se sorprendió de la pregunta. Como cada vez que no tenías ganas de responder, contestó con otra pregunta.

"¿En qué casa estuviste tú?"

"¿Yo? Oh no, no... yo no estudié aquí... soy una muppet..." dijo Susan con timidez.

"¿Muggle?", corrigió Harry."¿Y estás saliendo con Dean?"

"Vamos a casarnos a fin de mes", dijo ella mostrándole su anillo de compromiso con expresión radiante.

Harry se sintió repentinamente de mejor humor con respecto a la fiesta en general y sobre Dean en particular.

"¿Y hace mucho que sabes que Dean es mago?... Debe ser toda una conmoción enterarse de algo así...", dijo Harry recordando su propia reacción ante la noticia de que él era mago.

"En realidad no me sorprendió tanto... creo que en cierta forma sospechaba que él era distinto a los demás hombres con quienes había salido... por eso mismo lo quiero tanto."

Harry esperó que para la canción siguiente Ginny volviera a bailar con él, pero cambió de idea cuando vio a Ron y Hermione sentados en su mesa con cara de fastidio. Harry se sentó junto a ellos, intentando generar una conversación sin mucho éxito, mientras cada tanto dirigía la mirada hacia el lugar donde Ginny estaba bailando con un muy alegre Profesor Flitwik.

La primera parte del baile terminó, y Ginny se sentó junto a Harry, abanicándose con una servilleta. Parvatti Patil se sentó en la misma mesa, con su esposo Roger Davies, que se enganchó con Ron en una discusión sobre cuál era el mejor equipo americano de quidditch. Parvatti sacó de alguna parte unas fotos, y Harry, Ginny y Hermione vieron a una bebita muy bonita que se chupaba el dedo en una foto y arrojaba comida a su desprevenido padre en otra.

"Y tú y Ron... ¿para cuándo planean tener hijos?", preguntó Parvatti mirando a Hermione con curiosidad.

La mirada de Hermione dejó traslucir un dolor indescriptible, increíblemente parecido a las expresiones de sufrimiento de quienes eran torturados con la maldición Crucio. Parvatti pareció no notarlo, porque había vuelto a mirar las fotos de su hija, pero evidentemente Ginny sí se dio cuenta, porque acudió al rescate de Hermione diciendo:

"¡No puedo ni imaginarme a Ron como padre!", y se rió lanzando a Harry una mirada que era como un pedido de auxilio.

Harry rió también, comentando que Hermione ya tenía suficiente cuidando a Ron, pero en el fondo sabía que eso no era verdad. Había visto a Ron jugando con sus sobrinos, y estaba seguro de que Ron moría de ganas por poder jugar con sus propios hijos.

Después de terminar el postre, Parvatti arrastró a su esposo a la pista de baile, seguidos por la otra pareja de la mesa, Ptolomeo Perks y su novia Hanna Abbot.

"Harry y yo vamos a bailar, así que si uds. dos no quieren verse sospechosos espero que también bailen aunque sea sólo un rato", dijo Ginny poniéndose de pie y mirando amenazadoramente a Ron y Hermione.

Harry siguió a Ginny hasta un rincón, junto a una ventana abierta, y desde allí vieron a Ron y Hermione bailando desganados.

"¿Qué fue lo que pasó antes?" preguntó Harry.

Ginny alzó las cejas, pero Harry sabía perfectamente que ella sólo fingía no entender de qué le hablaba.

"Lo que dijo Parvatti... ¿por eso se pelearon? ¿Hermione no quiere tener hijos?".

Ginny había dejado de bailar, y se había apoyado contra la pared, mirándose los pies.

"¿Qué me estás ocultando?", insistió él, acercándose a ella.

Ginny levantó la vista, y Harry pudo ver la angustia en sus ojos.

"Es asunto de ellos... yo me he enterado por error... no tengo ningún derecho a contártelo".

"¡Son mis mejores amigos! Tengo todo el derecho a saber cualquier cosa que me permita ayudarlos."

"Por favor Harry... no puedo contártelo..." dijo Ginny en voz baja.

Harry resopló enojado y volvió a sentarse en su mesa. Al verlo ahí, Ron y Hermione fueron inmediatamente a sentarse junto a él, como si ver a Harry sentado los exonerara de todo.

"¿Escuchaste lo de Crabbe y Goyle?", le preguntó Ron.

Harry negó con la cabeza.

"Los dejaron salir de prisión hace dos años... y parece que han cambiado mucho...qué lástima que no hayan venido para corroborarlo, pero bueno, escuché que Crabble se apartó del mundo mágico, y ahora está estudiando para abogado, y Goyle abrió un pub en Moscú, y se ha casado con una mujer vampiro, y...."

"Eso no puede ser cierto", lo cortó Hermione. "Los vampiros no se enamoran, menos aún se van a casar".

"Nadie mejor que tú sabe que no todas las personas se casan enamoradas", respondió Ron.

"Lo que sí sé es que uno puede DESENAMORARSE después de haberse casado", replicó ella.

Harry estaba pensando cómo hacer para parar la discusión que se estaba gestando, pero Ginny llegó entonces con tres sombreros puntiagudos en la mano, como los que usaban en la escuela, y otro sobre su cabeza.

"Miren lo que están repartiendo", exclamó al darle a cada uno un sombrero.

Al rato Seamus Finnigan se acercó con una remera de los Cannons, y le pidió a Ron que se la autografiara. Después saludó a Harry, y éste pensó que tal vez Seamus había estado brindando demasiado, porque mirando a Ginny y a Harry exclamó:

"Después de todas las apuestas que hicimos en 7º año sobre uds. dos...¡ no le digan nada a Dean!... si sólo se hubieran decidido a admitir sus sentimientos antes..."

"Ginny y yo no..." empezó Harry, pero Seamus se había vuelto para hablar nuevamente con Ron.

Ginny lo estaba mirando divertida.

"Me pregunto si ese beso en la enfermería hubiera valido para alguna apuesta..." comentó en voz baja.

El estómago de Harry dio un giro extraño, y se olvidó de por qué se había enojado con Ginny antes.

Habían pasado diez años, y por primera vez Ginny mencionaba aquel beso solitario.

"Nunca le dije a nadie que tú me besaste. Como estábamos algo así como drogados supongo que no hubiera valido", continuó Ginny.

"Yo no te besé...¡tú me besaste a mí!", saltó Harry.

"Eso no es lo que yo recuerdo", dijo ella.

Algo estaba cayendo en su lugar en la mente de Harry.

"¿Por eso nunca me dijiste nada? ¿Pensabas que yo te había besado y que luego no lo recordaba?", le preguntó a Ginny.

"Teníamos otras cosas en qué pensar...", dijo Ginny con cierta melancolía.

Eso no era del todo cierto. El recuerdo de aquel beso había perseguido a Harry como una abeja furiosa durante todo su séptimo año. Más de una vez se había sentido tentando de hablarlo con ella, y de probar si la magia de sus labios tocándose continuaba aún si ellos estaban lúcidos. Pero ninguno de los dos nunca había mencionado el incidente, y las cosas terribles que vivieron después dejaron aquel momento dulce como un sueño olvidado en algún rincón.

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Hogwarts, 7º año, último día de vacaciones de Navidad.

Un dejo de nostalgia invadió el corazón de Harry al pensar que eran sus últimas vacaciones en Hogwarts. Al principio se había sentido un poco desilusionado cuando Dumbledore propuso que permaneciera en la escuela, pero después se había alegrado porque Ron, Hermione y Ginny habían decidido quedarse también.

Se sorprendió al encontrar a Ginny sentada en el primer peldaño de la escalera que llevaba a la torre de Gryffindor.

"¿Qué haces aquí?", le preguntó Harry.

"Ron y Hermione están en el salón común... solos... no estoy segura de qué me harían si entro ahí...", dijo ella sonriendo.

Harry se sentó a su lado y miró el libro que Ginny estaba leyendo,"Quién fue la verdadera Cassandra".

"Si te interesa, te lo presto cuando lo termine", le propuso ella.

"Oh no, te lo agradezco, pero Binns ha logrado que cualquier tema histórico me resulte somnífero".

Ginny pareció tomar su comentario como un desafío, porque le describió a Harry la historia de Cassandra, la vidente a quién nadie creía, y su relación con la guerra de Troya con lujo de curiosos detalles.

"Tú haces que suene apasionante", rió Harry en un momento que Ginny pausó para tomar aire.

"Prácticamente todo puede ser apasionante si sabes cómo mirarlo", le replicó ella alzando la barbilla.

"Qué curioso", pensó Harry mirándola atentamente. "Cuando te entusiasmas con algo me recuerdas a Hermione, y cuando te enojas, a Fred y George".

Ginny lo miró extrañada, y Harry comprendió que había pensado en voz alta.

"Pues yo soy Ginny Weasley, no una mezcla de otras personas que conoces", respondió ella evidentemente molesta, poniéndose de pie.

"No te enojes ", dijo Harry tomándole la mano para que ella no se fuera.

Los dos desviaron su vista a sus manos entrelazadas, y una sensación de calor recorrió el brazo de Harry.

¿Ginny recordaría ese beso especial que compartieron en la enfermería? Tan solo tenía que preguntárselo, tal vez ese momento también había despertado algo desconocido en ella.

"¿Recuerdas...", empezó Harry.

El eco de un taconeo apurado los distrajo a ambos. Instantes después vieron a la Profesora McGonaggal aparecer frente a ellos, notablemente agitada.

"Srta. Weasley, ¿dónde se encuentra su hermano?"

"En el salón común".

Lo que siguió después ocurrió, al menos a los ojos de Harry, en cámara lenta. Ron y Ginny siguieron a McGonaggal hasta la oficina de Dumbledore, y Hermione y Harry fueron detrás de ellos sin saber si realmente eso era lo que se esperaba de ellos.

Dumbledore explicó que una misión del Ministerio de Magia había sido interceptada por mortífagos, y que éstos habían tomado varios prisioneros, entre ellos, a Percy y Arthur Weasley.

Harry permaneció en un rincón, junto a Hermione, viendo como Ron y Ginny sufrían un dolor que él no podía compartir con ellos.

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Los Vampiros de Ibiza habían sido reemplazados por otro grupo llamado Calabazas Crujientes, y estaban tocando una melodía romántica. Seamus se alejó contentísimo agitando su remera firmada, y al mirar a su mesa Harry vio que Ginny y él habían quedado solos. Ron y Hermione estaban bailando, y ella apoyaba su cabeza en el hombro de Ron.

"¿Cómo...?", dijo mirando a Ginny, pero ella se encogió de hombros.

"Supongo que la canción les dio nostalgia... pero con ellos, nunca se sabe", aventuró Ginny.

Harry estaba tratando de decidir si invitar a Ginny a bailar, cuando vio a McGonaggal que lo saludaba desde la mesa de profesores.

"Espero que no quiera invitarme a bailar", le dijo Harry a Ginny antes de ir hacia donde lo llamaban.

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¡Gracias a todos por tomarse el tiempo de leer y esto y además dejar un comentario!

Creo que ya he "mostrado la hilacha" con respecto a Harry y Ginny, claro que lo que pase final (y oficialmente) entre ellos lo decide JKR.

El Dr. Chapatín era un personaje de Chespirito. Siempre me pareció un nombre simpático.