Okas, les dije que iba a ser ONE-SHOT, pero aquí viene la venganza de Potter... jejejeje... espero que les guste. Nada más de Slash por ahora.
Atte. Tanina Potter.
O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O
"Adorado enemigo" by Tanina Potter.
Segunda parte y final.
-Profesor Snape, me preguntaba sí...
Draco había entrado al despacho de Snape ese día y le pareció extraño que Potter nuevamente se hallara allí, con la varita en alto, frente al profesor y al parecer ultra agotado. El año anterior también había pasado lo mismo, pero Severus le había dicho que sólo se trataba de un reforzamiento en Pociones Curativas. Ese día no había cómo explicar aquel comportamiento ya que la clase que impartía Snape no era a punta de hechizos.
-¿Qué desea, señor Malfoy? – preguntó Snape, visiblemente incómodo.
-Es sobre el equipo de Quidditch... quería...
-¿Puede ser más tarde? – preguntó nuevamente Snape.- Estoy algo ocupado con el señor Potter.
-¿Pociones curativas? – preguntó Malfoy, tratando de no parecer impertinente.
-Eeehhh... algo así.- respondió Snape.
Notó entonces cómo Harry calmaba su respiración y guardaba la varita en el bolsillo. Había sentido tan cerca aquél ir y venir de aire, tan a su merced aquella boca por dónde se dispersaba, que no pudo evitar sentirse ligeramente incómodo. Potter no recordaba nada, pero él lo había vivido tan intensamente que esperó que no se le notara tan pronto.
-Profesor...
La voz de Harry se alzaba ahora en la habitación. Snape dio media vuelta y miró detenidamente al chico, tratando de no parecer exasperado por su presencia.
-¿Sí, Potter?
-Me preguntaba si... podríamos ocupar un tercer elemento en esta práctica.
-¿A qué se refiere? – preguntó Snape, frunciendo el ceño.
-Ya sabe, podría explorar la mente de Draco y saber si puedo controlar...
-No seas imbécil, Potter.- lo reprendió el profesor.
Draco miraba la escena sumamente extrañado. Las piezas en su mente comenzaron a encajarse y cuando se dio cuenta supuso que Potter se refería a la Legeremancia, un término que ocupaban los magos para explorar la mente de sus contendores. Rió irónicamente. "Pobre Potter... se cree capaz de asustarme con eso" se dijo a sí mismo. La única vez que se había asustado con eso fue para su primer entrenamiento de Oclumancia que le había proporcionado su padre, Lucius. Muy pocos en la escuela lo sabían y Potter no era uno de ellos. Sería fácil mostrarle sólo lo necesario...
-No sé a qué se referirán.- dijo Malfoy fingiendo inocencia.- Pero me gustaría saber de qué es capaz este tipo.
Harry frunció el ceño y sacó la varita nuevamente.
-No, señor Malfoy, esto no es de su incumbencia.- le dijo Snape muy tranquilamente.
-Pero no tendría porqué enterarse – le sugirió Harry mirando irónicamente a Draco.
-He dicho que...
-No se preocupe, profesor Snape.- lo interrumpió Draco.- Puedo darle a Potter toda la información que quiera sin que yo lo lamente.
La expresión de Snape pasó de la sorpresa a la incredulidad, pero al final de cuentas asintió con un gruñido. Draco se puso frente a Harry y le sonrió con malicia. "¿Quieres recordar lo que no recuerdas? Sólo busca en mi mente..." pensó. Potter sacó la varita de su bolsillo y pronunció Legeremens con la firme intención de demostrar lo que era capaz de hacer, pero jamás se imaginó que Draco no era tan inocente del tema como les hacía creer.
Entonces, la mente de Malfoy se abrió como un libro y le mostró a Potter cosas sin importancia, recuerdos de la niñez de Draco que no le interesaban en lo más mínimo, imágenes vagas de su casa y sus padres... y de pronto, la noche. Draco estaba sobre alguien, besándolo, recorriendo con sus manos el cuerpo de quien fuera. Harry se sintió incómodo y quiso salir de ese recuerdo, pero las imágenes se le hacían cada vez más intensas y más claras. Escuchó las respiraciones agitadas de los amantes, el palpitar del corazón de Draco, pero no veía el rostro de quien estuviera debajo. No, Draco no se había fijado aún en su cara... estaba sobre su pecho... masculino. "¿Masculino?" se preguntó Harry. Las cosas no le encajaban. No podía ser, Draco era... Marica. Rió irónicamente y Malfoy siguió enseñándole aquél recuerdo que perturbaba su mente. Más arriba, por encima de su cuello, la boca de su amante comenzó a dibujarse. Una boca delgada y alargada albergaba una lengua desquiciada que saboreaba la boca de Draco. Nariz, ojos verdes... anteojos... "¡¡Una cicatriz!!" exclamó Harry dentro de sí. ¿Qué estaba pasando? ¿Qué era lo que Malfoy le estaba mostrando?
Un momento más tarde, el chico que había estado bajo el cuerpo de Draco se había incorporado y había arremetido a golpes a su compañero.
"...Ahora me vas a decir que no te gustó... Yo sentí como te movías mientras lo hacía... Te gustó, Potter, no puedes negarlo..."
Potter. Harry Potter. Dejó de adentrarse en los recuerdos y miró al Draco de la realidad con miedo. ¿Qué había hecho? ¿Cuándo, dónde... y por qué no lo recordaba? Malfoy lo miraba con absoluta suficiencia, alzando una de sus cejas e instándolo a decir algo, pero Harry sólo atinó a abrir la boca sin articular palabra y segundos después escapaba por la puerta del despacho de Snape. Lo siguió lentamente, dejando a su profesor perplejo y sin entender nada de lo que había sucedido; quería ver su expresión de miedo una vez más, de desesperación. Aquello le excitaba aún más.
Los pasillos repletos de alumnos hacían algo complicada su búsqueda, pero unas cuántas preguntas a sus compañeros de clase le dieron la respuesta sobre el paradero de Potter. El lago. Nadie se dirigía allí en época de invierno, y aunque éste recién comenzaba y la nieve aún no se había hecho presente, el frío viento helaba los huesos de quienes desearan acercarse al agua.
Lo divisó cerca de los árboles circundantes, arrojando piedras al lago y pateando los troncos. Cuando vio que Draco le había seguido, avanzó rápidamente hacia él y lo tomó de la camisa con fuerza. Su dura mirada podría haber fulminado a cualquiera, pero Draco la sostenía con facilidad.
-¡¡¡¿Qué pretendías?!!! ¿Burlarte de mí? – exclamó Harry mientras lo alzaba de la ropa.
-Esta vez no... – respondió Draco.- ¿No querías ver mis recuerdos? Ahora que los has visto no te puedes arrepentir.
-No, esos no eran tus recuerdos. – dijo Harry con un hilo de voz.- Eso fue una ilusión... yo... ¿por qué estaba yo ahí?
-Son mis verdaderos recuerdos y tú de verdad estabas ahí, dejando que yo disfrutara...
Harry lo soltó y lo dejó caer, dando media vuelta. Volvió a arrojar unas cuantas piedras al lago con toda la fuerza que sus alargados brazos le permitía. Draco se puso de pie y arregló sus ropas.
-Qué tú no recuerdes nada no quiere decir que no haya pasado – le dijo mientras se acercaba a Potter.- Aunque me ganes en popularidad y todo eso... nunca podrás borrar lo que hicimos.
-¡¡¡No hicimos nada!!! Deja ya de mentir.- exclamó Harry.
-Yo no miento... – dijo Draco, poniéndose frente a frente a Potter. La adrenalina en su cuerpo comenzó a subir y las ganas de repetir la experiencia se hacían cada vez más fuerte.- Veamos, ayer... cuando volvías de tus andadas con la capa invisible, ¿qué pasó?
-¿Cómo sabes eso? – preguntó Harry.
-Sólo respóndeme.
-Ayer... llegué hasta la sala común, frente al retrato y... luego estaba en un aula vacía.- respondió Harry, dejando que su última frase saliera de su boca como el agua que corre por los ríos.- No sabía por qué, pero... mi cuerpo estaba excitado y tú...
-Yo estaba ahí, ¿verdad? – le preguntó Draco, alzando una de sus cejas.- Pero entonces salí, ¿sabes por qué?
Harry no respondió.
-Por que ya te había ganado.
Notó que el rostro de Harry se congestionaba y comenzaba a respirar con dificultad. Draco acercó su mano al rostro de Potter, pero éste la quitó de un golpe. Mas no se dio por vencido y volvió en su intento, quitándole los anteojos de encima. La expresión atónita de Harry le divertía y excitaba; volvía a sentirse como el día anterior, presa de la locura. Lo tomó de la nuca y se asió de su boca lo más fuerte que pudo, introduciendo su lengua hasta dejarlo sin respiración. Volvía a sentir la misma sensación de vértigo que había experimentado la primera vez, claro que no sentía más que odio por Harry. Quería dejarlo mal, hacerlo sufrir y marcarlo de por vida... aunque el sentirlo en sus manos y en su boca hacía que lo deseara aún más. Pero notó algo extraño. Harry no respondía al contacto, no se movía ni oponía resistencia. Draco le miró a los ojos y dejó de besarlo.
-Vamos... ¿qué pasa contigo?
-Nunca me ganarás y eso lo sabes muy bien.
-¿Y qué vas a hacer con eso? – preguntó Draco, mirándolo con ironía.
-¿Quieres jugar? – le preguntó Harry a modo de respuesta.- Yo te voy a dar el juego que quieres y ya veremos quien gana.
Antes de darse cuenta, Draco se hallaba envuelto en el fuerte abrazo de Harry, atenuando con dificultad los besos y mordiscones que recibía. La camisa que llevaba desapareció rápidamente y su pecho descubierto fue invadido por las fuertes manos de su enemigo. El estómago le daba vueltas cada vez que el aroma de Potter se introducía en sus fosas nasales, su cabello se fue revolviendo tanto como el de Harry y con el corazón desbocado comenzó a sentir que el chico moreno bajaba lentamente por su estómago a base de pequeños besos y pellizcos.
La cremallera de sus pantalones sonó con fuerza. ¿Qué seguía ahora? La locura. Potter tenía el control de la situación, pero aunque fuera así, no le molestaba. Quería continuar, quería perder la cabeza en esa vorágine de sensaciones y no lamentarlo. Sintiendo el aliento de Harry por sobre la tela de sus calzoncillos, cerró los ojos y se le doblaron las rodillas. Su miembro se alzaba con el sólo roce de la boca de su enemigo, que pronto se adueñó de él.
Draco se arqueaba soltando gemidos, pidiendo más contacto y más fuerza cada vez que se sujetaba del cabello del otro. La saliva de Harry lubricaba aún más su pene erecto y un agudo dolor se apoderó de su cuerpo al sentir las manos de Harry en su trasero. Los movimientos de su pelvis acentuaban más el placer, más que cuando había experimentado aquello con una mujer. No aguantaba más, el contacto que Potter le estaba propinando lo conducía a un final conocido. Era más de lo que podía haber esperado.
-Po... Potter...
No pudo más y su simiente se vació en la boca de su casi amante. Se estremeció de pies a cabeza y cayó al suelo adormecido por el placer.
No vio a Harry irse, no vio su rostro ni su expresión de júbilo. No sabía si había vencido o se había dejado vencer, no importaba. Sólo escuchó los pasos que lo separaban de su enemigo y se llevó las manos a su miembro, para terminar de calmar sus instintos. No supo cuánto tiempo pasó desde ese momento hasta que escuchó nuevos murmullos, que se acrecentaron conforme pasaban los segundos. "Dicen que es un pervertido"... "Gay, eso es lo que es" decían las voces. Lentamente abrió los ojos y se dio cuenta que la mayor parte de Hogwarts estaba de pie frente a él, con ojos desorbitados y miradas de sorpresa. Los profesores también se hallaban ahí, con cara de asco y el ceño fruncido. Snape era el único que no estaba... era, porque en ese momento se abría paso entre la multitud.
-¿Qué pa...? Señor Malfoy... ¿Qué...?
Draco no sabía qué responder. Estaba allí, tendido bajo un árbol, sin camisa, con la bragueta de los pantalones abierta y su mano tocando aún su miembro. Reaccionó como si le hubieran dado un empujón y comenzó a arreglar sus ropas con rapidez. Una nota en el bolsillo trasero de su pantalón le explicaba algo de lo sucedido.
"Juego terminado. ¿Ahora sabes quién es el ganador?"
Se quedó de un hilo y buscó más respuestas entre la multitud. Entre Hermione Granger (que miraba asqueada toda la escena) y Ron Weasley (que no podía reprimir una risa burlona) se hallaba Harry Potter, sonriéndole con ironía y alzando una de sus cejas, tal como él lo hacía. Una vez más le había vencido.
O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O
Bien, ojalá que les haya gustado el verdadero final. Jejejeje... espero no convertirme en una pervertida por esto, pero les digo que me ha llevado dos días enteros escribir la última parte del fic. (Y la Ayame es testigo de eso)
También quería darles las gracias a todas las chicas que me escribieron, pensé que sería mal catalogado.
Reviews por fa, para saber si les agradó esta segunda parte..
Atte. Tanina Potter.
