¿DÓNDE ESTÁS?
DISCLAIMER Yo no soy J.K. ROWLING. La mayoria de los personajes no me pertenecen, al menos los que mas protagonismo tienen, excepto A.J. McNeal. No gano nada de dinero con esto. Solo quiero unas cuantas reviews ¿ok? Jejeje
Si estás aquí es porque ya has leido el MUY IMPORTANTE más el prólogo. Si no te estás enterando de nada es porque no has leido el MUY IMPORTANTE así que vuelve atrás y LEELO, xq por algo tiene ese MUY IMPORTANTE. ¿entendido? Bien, si ya lo has hecho y eres completamente consciente de todas las cosas que pasan, como está la situación, y te estás preguntando como demonios va a continuar esto ya puedes seguir. Disfruta del primer capitulo de ¿dónde estás?
1: Extraños Sucesos
A.J. McNeal se golpeó duramente contra el suelo de gris mármol del sitio al cual había llegado. ¿Dónde estaba? Parecía un museo. Toda la enorme estancia estaba llena de cuadros, jarrones y algunas cosas que A.J. no había visto jamás. Había unas cabezas de diferentes animales mágicos que cubrían toda una pared, premios de caza. En una vitrina había una pecera donde nadaba un pez negro. Unas escaleras conectaban con la habitación en la que A.J. se encontraba. Decidió subir por allí a ver si encontraba a Draco. Según sus pasos avanzaban oía cada vez mas fuerte un murmullo. Cuando llegó al pasillo del piso superior se desorientó. Había muchísimas puertas. Abrió la primera a su derecha y encontró unas escaleras de caracol. Cuando acabó de subirlas se encontró en otro pasillo con más puertas. Ya no oía el murmullo. Al parecer estaba desierto. Abrió una puerta al azar. Parecía una biblioteca. Se paseó entre las estanterías mirando algunos títulos: "El arte oscuro de las pociones" "Daenlis, senklis y demás plantas mortíferas". Un escalofrío recorrió la espalda de A.J.
-¿Draco? ¿Estás aquí? –dijo con un hilillo de voz.
Aquel sitio era enorme, demasiado grande para que Draco pudiera oírle y menos aún con el tono que había usado. Decidió volver al salón pero le resultaría muy difícil ya que no sabía que camino había cogido. Salió por la puerta de la biblioteca y se metió en otra habitación. Parecía un baño, pero disponía de toda clase de lujos. Una bañera que parecía una pequeña piscina, un jacuzzi, una ducha que parecía de plata, un armario enorme lleno de diferentes jabones. A.J. se puso a curiosear entre ellos, oliéndolos, mirándolos, leyendo las etiquetas... De pronto una mano le tapó la boca y ella ahogó un grito. Era una mano pálida, pero firme. Miró a la cara a su agresor. Tenía unos rasgos que conocía de sobra: cara afilada, de tez muy blanca, y el pelo rubio platino.
Harry Potter se encontraba en la piscina de su casa tomando el sol (N/A: que vidorra!). Su padrino, Sirius Black, ahora que había recuperado su libertad se encontraba trabajando en el ministerio como auror. La casa estaba un poco vacía sin su padrino, que no llegaría hasta pasada las ocho de la tarde. A Harry le estaba pareciendo el mejor verano de su vida en comparación con los 15 veranos que había pasado limpiando la casa de los Dursley. Sin embargo dentro de si no estaba tan relajado. Tenía dos cosas en la mente que le impedían conciliar el sueño por la noche y que se estancaban en su cabeza durante el día. La primera de ellas era su mayor enemigo, Lord Voldemort. Había algo que no le cuadraba. Ahora que estaba recuperando su poder no se mostraba con mucha fuerza. Durante el curso pasado Dumbledore les había estado ocultando toda la verdad sobre los acontecimientos que sucedían fuera de los muros de Hogwarts, pero ahora que ya no estaba allí no había muchas aterradoras noticias.
La segunda de las cosas que interfería en el cerebro de Harry era Anne Jean McNeal. No podía ni quería pensar en ella solo como amiga y menos aún compitiendo con Draco. Además en cierto modo sabía que A.J. prefería tenerlo a él por amigo y a Draco por novio, y no se había querido decidir por ninguno para no hacer daño a Harry. A pesar de ello Harry sentía como si su corazón estuviera tapado por una tela negra. Se sentía aturdido, confuso y triste.
El timbre de la puerta sonó, sacándole así de sus angustiosos pensamientos. Harry estaba con el bañador que A.J. le había regalado las últimas navidades y estaba demasiado mojado como para ponerse algo encima, así que fue a abrir la puerta vestido nada más que con el bañador y sus recientemente adquiridas chancletas Cool. En cuanto abrió la puerta se arrepintió de no haberse puesto nada. Una chica de su edad estaba en el umbral. Tenía el pelo de color rubio ceniza, cortado graciosamente hasta los hombros. Tenía unos ojos medio grises medio azules, que le recordaban al hielo. Sus rasgos eran suaves y sonreía como esperando a que Harry dijera algo.
-Ho...hola. ¿Quién eres?
-Ho...hola... esto, bueno... yo no quiero molestar... em siento que tuvieras que abrir así... no quería... lo siento.
Harry notó que la piel pálida de la chica se tornaba más rosada en la parte de las mejillas mientras bajaba su helada mirada para evitar encontrarla con la verde brillante de Harry.
-¿Te refieres a lo del bañador? ¡Bah no pasa nada! Estaba en la piscina. Oye... ¿y tú quien eres?
-Esto... yo... me llamo Alice Laiden. Soy... soy tu vecina...
-¡Qué bien que haya gente de mi edad por aquí! Yo me llamo Harry. Harry Potter.
Fue la sensación más extraña de la vida de Harry. Por primera vez alguien no miraba su cicatriz al pronunciar su nombre. Las sospechas que tenía de que la chica fuera muggle se confirmaron.
-Bueno pues... yo solo te he tocado el timbre para... darte la...bienvenida en el barrio.
-Eres muy amable.
Se hizo un silencio incómodo.
-Bueno...entonces...yo creo que me voy...
-Gracias por venir a saludarme –le dijo Harry amablemente- Hasta otra.
Alice dio media vuelta y se dispuso a cruzar la calle, cuando a Harry se le ocurrió algo.
-Oye ¿Te gustaría pasar un rato a mi piscina?
Alice se ruborizó intensamente.
-¿Cómo? ¿Tú... y yo...?
-¡No! ¡No me malinterpretes! –exclamó Harry sintiendo que ahora era él el que se ruborizaba- Es que estoy muy aburrido. Trae a alguien más si quieres. ¿Tienes algún hermano o alguna hermana?
-Si, un hermano y una hermana. Pero mi hermana no querrá venir, es demasiado mayor. Se lo voy a preguntar a mi hermano. Gracias.
Cruzó la calle para entrar en la casa de enfrente. Harry cerró la puerta y se puso a guardar algunas cosas que podrían delatar que allí vivían dos magos. Cuando terminó se dispuso a volver a la piscina, pero el timbre de la puerta sonó de nuevo. Eran Alice y su hermano.
-Hola de nuevo –saludó Harry alegremente a lo que Alice murmuró un leve "hola".
-¿No me vas a presentar a tu hermano?
-Oh, si, claro...esto... Eric, este es Harry Potter. Harry, este es mi hermano Eric.
-¡Por fin un tío en el barrio! Esto está lleno de enanas pijas como mi hermana.
Harry pensó que Alice seguiría escondiendo la cabeza avergonzada ante el comentario de su hermano, pero su reacción fue justamente la contraria.
-Eres el tío mas idiota, infantil y subnormal que he tenido la desgracia de conocer –dijo Alice pausadamente.
-Mira niñata no me toques las pelotas.
-No me las toques tu y entonces te dejaré en paz. Perdona Harry.
Por fin Harry reconoció a la Alice que acababa de conocer, ya que usó un tono bajito y tímido para pronunciar esa última frase.
-Bueno, pasad, pasad. No os quedéis en la puerta insultándoos.
Alice enrojeció profundamente. Harry les hizo pasar al jardín de atrás y en cuestión de segundos Eric y Harry se estaban bañando mientras Alice escuchaba su discman recostada en una tumbona.
-¿Y como así que te gusta mi hermana? –le soltó Eric de pronto.
-¿Qué?
-He visto como la miras. Y te gusta.
-¡Pero si la he conocido hace un cuarto de hora!
-Hacéis buena pareja.
-Tu no te cortas un pelo ¿verdad Eric? Si tu hermana es tan vergonzosa debe ser porque se quedó con toda tu timidez.
-¡Si ya! Alice va de mosquita muerta, pero es una fiera... (Harry abrió los ojos con sorpresa)... en el sentido de que tiene mala leche. ¿Lo ves? ¡Ya estabas pensando mal!
-¡Cállate!
-Te gusta y punto.
-¡A mi me gusta otra chica! Y deja ya de meterte en cosas que no te llaman.
-¡Hay que ver que sensible es la gente! ¬¬
Y diciendo esto se puso a nadar en otra dirección mientras Harry salía de la piscina de mal humor. Su dirigió hacia la tumbona donde estaba Alice que levantó temerosa su mirada de hielo para cruzarla con la brillante de Harry. Se produjo un segundo de tensión entre ambos, mientras se sostenían las miradas en un instante tan intenso.
-Em...¿qué escuchas? –dijo Harry rompiendo así el encanto.
Draco Malfoy se encontraba tumbado en la cama, mirando el techo de color blanco sin apenas interés, mientras seguía el recorrido de una mosca. Sus ojos grises miraron por la ventana en espera de una respuesta. La lechuza que le había enviado a A.J. la noche anterior se estaba retrasando bastante. ¿Tanto camino hay desde Holanda hasta Londres? A vuelvo de lechuza no deberían ser mas que unas cuantas horas... y ya estaba oscureciendo. Se levantó para asomarse a la ventana. El cielo estaba de un precioso color anaranjado y las habitualmente blancas nubes parecían teñidas de rosa o de lila. Draco suspiró porque le hubiera gustado poder compartir ese precioso atardecer con una persona en especial. Con A.J. McNeal. Tan pronto como pensó esto, su lechuza gris apareció en el horizonte y en unos momentos ya se encontraba en su alfeizar. Draco se apartó para dejarla pasar y que se posara en la percha. Le intentó quitar la carta de la pata pero sus manos temblaban, solo por el mero hecho de saber que A.J. había escrito esas palabras. Ella le quería. ¿Por qué Potter tenía que complicarlo todo? Finalmente consiguió soltar el pergamino y de primeras le pareció demasiado corto. ¡Esperaba una larga carta contándole lo que le había pasado en estos últimos días!
Hola Draco:
Siento mucho que estés solo y además en Holanda, pero no te preocupes. He pedido permiso a mis padres para que vengas aquí, pero no me dejan. Así que se me ha ocurrido otra cosa. Espero verte pronto, yo también te echo de menos.
Muchísimos besos,
A.J. McNeal
-¿Qué me echa de menos?¿Qué me quiere ver pronto?¿Qué se le ha ocurrido algo para que no esté solo? ¡¡VETE A LA MIERDA!!
Draco dio una patada a una quaffle que había en el suelo y que salió volando por la abierta ventana hasta el jardín de abajo. Se dejó caer en la cama arrugando el pergamino. ¿Pero qué demonios le pasaba a A.J.? Aquello no era típico de ella. ¿Una simple nota llena de lagunas? ¿Y por qué no le explicaba nada? Draco se sentía mas frustrado que nunca, sin amigos, encerrado en su cuarto, en un país extranjero y sin la esperada carta de A.J. Y para colmo... ¿qué se le habría ocurrido a la cabezota cabecita de A.J.? (N/A: cabezota cabecita esta puesto a posta, jejeje me gusta como queda! :P) Nada de aquello tenía sentido. ¡Él solo quería una larga carta con la que distraerse un poco!
La puerta sonó distrayendo a Draco de sus furiosos pensamientos.
-¿Qué pasa? –dijo de mal talante.
-Hay un hombre en la chimenea... –dijo Emily, su madre adoptiva durante los meses de verano- Pregunta por ti, Draco.
Draco se levantó de mala gana y fue hasta el salón. La cabeza de un hombre al que Draco conocía de vista se encontraba en la chimenea, esperando respuestas. Era el padre de A.J.
-Hola señor McNeal... buenas tardes.
-Hola Draco. Es una pena que nos tengamos que conocer en estas condiciones pero... A.J. ha desaparecido.
-¿Qué?
La pálida piel de Draco se volvió aún más clara.
-¿Qué ha ocurrido?
-Se supone que A.J. iba a ir a buscarte a Holanda por polvos flu pero aún no ha regresado y según parece no está ahí ¿verdad?
-No... ¿sabéis que palabras dijo cuando se fue por la chimenea?
-No, técnicamente se escapó de casa para ir a buscarte. ¿Tienes idea de donde puede estar?
-¡Podría estar en cualquier parte!
-Lo sabemos, lo sabemos. Los aurores ya se han puesto a investigar. En cuanto sepamos algo te lo haremos saber. Gracias.
-¡Espere! Señor McNeal... ¿ha probado a hablar con Harry Potter? A lo mejor él sabe algo.
Sirius se encontraba a punto de llegar. Harry debía echar a los muggles de su casa cuanto antes. Pero Eric estaba de mal humor y Alice enrojecía solo con que la mirase. Aquello no estaba resultando la agradable tarde que había pensado pasar en cuanto Alice apareció en su puerta. Estaba pensando en que palabras decirle a Alice cuando esta dijo:
-Bueno Eric será mejor que nos vayamos. Gracias por todo Harry.
-De...de nada. Si otro día os aburrís mi casa está disponible.
-Dudo que queramos volver –dijo Eric fríamente.
-¿Y a ti que te pasa? –le dijo Alice a su hermano- Harry ha sido muy amable al invitarnos sin apenas conocernos.
-Si, bueno...
-¡Pídele disculpas!
-Sabes que no lo voy a hacer –sentenció Eric cruzándose de brazos-
-De verdad Alice...no importa...
-¡Si importa! –le cortó esta a Harry- ¡Pídele disculpas!
-Pero Alice –dijo su hermano poniendo tono de niño pequeño- ¡Él ha empezado primero! ¡Ha sido muy borde conmigo!
-Algo le harías ¬¬ De verdad que a veces me avergüenza ser tu melliza.
-¿Mellizos? –exclamó Harry con sorpresa- ¡Nadie lo diría!
Físicamente tenían cierto aire, aunque los rasgos de Eric eran mas marcados que los de Alice, y él tenía pecas. Sus ojos eran mas azules que los de su hermana y el pelo era mas oscuro. Pero sí que se parecían mucho, aunque no se podría decir lo mismo sobre su carácter.
-¿Vais a hacer las paces de una vez? –dijo Alice queriendo poner fin a tan absurda discusión- ¡Si seguro que luego os lleváis de maravilla!
Harry le tendió la mano a Eric, pensando que este no dudaría en estrechársela, pero se quedó agarrando el aire, ya que este dio media vuelta y salió por la puerta, rumbo a su casa. Harry se quedó muy sorprendido y fue bajando la mano poco a poco. De pronto se oyó un grito, procedente de la parte de delante de la casa, donde se encontraba Eric. Harry fue corriendo hacia allí y se encontró con que Eric estaba tendido en el suelo, agarrándose un costado y sin parar de moverse.
-¿Qué pasa?
-No sé, de repente he notado un dolor agudo y me he caído al suelo de dolor. Pero... ya me encuentro bien.
Eric se incorporó y se fue lo más rápido posible para su casa, con su orgullo hecho trizas ya que Harry había ido para ayudarle. Harry volvió al jardín de atrás y la imagen que vio le dejó paralizado: Alice se encontraba como en trance, con sus ojos de color hielo brillando, emitiendo una tenue luz plateada. A pesar de que Harry era el mago mas famoso de todos los tiempos y estaba acostumbrado a todo tipo de cosas que no se rigen por las estrictas leyes de los muggles, aquella cosa le dejó muy impresionado. No se atrevía a acercarse a Alice, por miedo a matarla o a hacerle daño.
CRACK
-¿Qué demonios está pasando aquí Harry?
-Ojalá pudiera contestarte Sirius.
-¡Suéltame maldito cabrón!
Lucius Malfoy levantó una platinada ceja extrañado.
-Querida, cuida tu vocabulario, o tendremos que limpiarte la boca con jabón.
-¿Acaso me das otro nombre para llamarte? Si quieres te puedo llamar sucia rata, cobarde, hijo de put...
-¡Silencio!
-¡NO ME PIENSO CALLAR!
-Ya lo creo que si... ¡Silencius!
A.J. movía los labios pero ningún sonido salía de ellos. Después de varios intentos fallidos desistió. Tenía las manos y los pies atados, se encontraba tirada en el suelo y ningún sonido salía desde su garganta. Estaba en clara desventaja. Lucius tenía su varita y la de A.J. en la mano. Pero A.J. no tenía miedo de él, sino mas bien del hombre que llevaba la túnica negra con capucha. A.J. sabía de sobra quien era, pero aún no se había dignado a mirarla. Y esperaba que continuara siendo así. Al parecer sus plegarias fueron en vano, porque justo en ese instante se dio la vuelta e hizo levitar a A.J. hasta que quedara a su altura. Los ojos azules brillantes de ella se cruzaron con los rojos y de pupilas rasgadas de él. Alargó una mano de fríos y blanquecinos dedos, que parecían de un esqueleto, para tocar la suave piel de la cara de A.J.
-Es un gran premio Lucius. Potter no tardará en aparecer. Siempre se quiere hacer el héroe y supongo que esta vez no será menos ¿verdad? Tranquila querida, veo que te hierve la sangre... debes aprender a controlar tu genio. De lo contrario se de alguien que estará encantado de bajártelos... ¿verdad Hawke?
Un mortifago joven, de unos veinte años, entró en la sala. Llevaba la palabra "egocéntrico" grabada en la cara. A.J. se preguntó como demonios habría acabado un chico atractivo y aparentemente triunfador en los mortifagos.
-Fácil querida –dijo Voldemort con su siseante voz- Martin Hawke es un perturbado. Todas las mentes perturbadas me vienen bien, a veces son excelentes torturadores...
A.J. abrió los ojos presa de pánico, mientras los ojos aguamarina del chico se posaban en los suyos mirándole con deseo. El miedo se le disparó subiendo desde el estómago hasta la garganta, como una bola de fuego. Por desgracia tenía la impresión de que sabía lo que Martin Hawke sería capaz de hacer con lo que tenía entre las piernas.
Sirius se encontraba completamente confuso. Nada mas llegar a casa se había encontrado con una escena irrepetible.
-¿Qué podemos hacer? –dijo Harry con premura.
-¿Te crees que trato trances a menudo? ¿Es vidente o algo así?
-¡Es muggle! ¡No me reconoció!
-¿Ha dicho algo?
-No.
-¿Y cómo se ha puesto así?
-Un momento... ¡ha tenido que ser ella!
-¿Qué ha ocurrido?
-Su hermano y yo nos hemos peleado y como su hermano ha sido grosero conmigo se ha enfadado... ¡Eric ha sentido dolor y se ha caído!
-¿Quién demonios es Eric?
-Su hermano. ¿Le podemos ayudar?
-No lo sé... ¡se está moviendo!
Los ojos de Alice seguían brillando de manera inusual pero estaba andando, lentamente hacia la piscina.
-¡Se va a caer! –exclamó Harry.
Demasiado tarde. Alice ya se había caído y se hundía poco a poco, debido al trance que le impedía nadar. Harry no dudó un segundo en lanzarse a la piscina a por ella. En cuanto salieron a la superficie Alice empezó a toser pero afortunadamente se encontraba bien. Harry le indicó que se agarrara y finalmente pudo salir del agua con ella montada en su espalda. La dejó en el suelo mientras seguía tosiendo y respirando con dificultad. Por suerte sus ojos volvían a tener el bonito color azul pálido medio grisáceo.
-¿Qué... qué a pasado?
-Ni si quiera nosotros lo sabemos –dijo Sirius.
-¿Usted es el padre de Harry?
-No, soy su padrino, pero digamos que hago esa función.
-Lamento todo lo que les he causado...
-No importa –dijo Sirius sonriendo amablemente- Lo mejor será que te tumbes un poco en el sofá...
-No, no hace falta... mejor me voy a casa que voy a coger un resfriado con las ropas tan mojadas. Gracias por todo Harry.
En cuanto Alice salió por la puerta Sirius miró a su ahijado buscando explicaciones, pero algo le cortó. Una cabeza se encontraba en la chimenea diciendo el nombre de Harry.
-¡Frederick! –exclamó Sirius- ¿Qué haces aquí?
-Mi hija a desaparecido, Sirius.
-¿A.J.? –dijo Harry con la voz partida.
-Así es. Se fue por la chimenea a buscar a Draco Malfoy y aún no ha vuelto ni está con él. Me temo lo peor.
-Tranquilo Frederick... ¿qué dijo al irse por la chimenea?
-No lo sabemos. Se escapó porque no le dejábamos traer a Malfoy aquí. He hablado con él y me ha dicho que se lo pregunte a Harry Potter. ¿Te ha dicho algo mi hija?
-No. No he recibido ni una noticia suya desde que acabamos el colegio.
A Harry le costó mucho decir estas palabras, porque era como admitir que A.J. no se interesaba por él.
-Muchas gracias Harry, Sirius. Cuando tengamos mas noticias me pondré en contacto con vosotros.
Harry empezó a subir la escalera camino a su habitación al mismo tiempo que la cabeza del padre de A.J. se iba esfumando de la chimenea. Aquella noticia era como un mazazo. A.J. desaparecida... a lo mejor no la volvía a ver nunca más. Dio un puñetazo a la puerta, haciéndose daño en los nudillos, pero no era nada comparado al dolor que sentía por dentro. El poco sol que quedaba iluminaba tenuemente su habitación. Fue a bajar la persiana para quedarse completamente a oscuras cuando vio que en la casa de enfrente, en la habitación que justo quedaba a la misma altura que la suya había una luz plateada, igual a la que hacía unos minutos había iluminado el jardín trasero de la casa de Harry.
:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
Simplemente espero que os haya gustado y que el MUY IMPORTANTE os haya servido de ayuda para entender bien esto. Me parece que es lo básico para poder seguir bien el fic. Sin embargo, si preferís leer antes "Harry Potter y el Hechizo Indestructible"vais a mi perfil y ahíteneis el link ;) No sé cuando tardaré en publicar el siguiente capitulo, porque el verano me vuelve vaga, el domingo es mi cumpleaños (felices 16!!) y el sabado por la noche saldré de fiesta y eso, aunque no creo que nos kedemos hasta mas tarde de las 2 :P jejeej pero salir siempre se agradece y si encima es mi cumpleaños mas!! xD xD
Besos: MiKiTa
¿TE HA GUSTADO? ¿LO HAS ODIADO? ¿ESTAS TAN FURIOSO/A QUE TE GUSTARÍA ECHAR UN CRUCIO A LA AUTORA? ¿QUÉ HAS SENTIDO CUANDO LEIAS? ¿PIENSAS HACER UN CLUB DE FANS DE LA AUTORA? ¡¡DIME LO QUE OPINAS MEDIANTE UNA REVIEW!! SOLO HAY QUE DAR A "GO" Y PONERME AUNQUE SEA UNA PALABRA. ¡¡LO AGRADECERÉ ETERNAMENTE!!
V
V
V
V
