Discalimer: ehhh… me da pereza ponerlo, además, ya os lo sabréis de memoria, verdad??? Mejor os dejo con el fic.

La luna sangrienta se alzaba sobre las copas de los árboles, dando a la escena un aspecto siniestro e inquietante.

Un grupo de adultos, ataviados con túnicas negras, formaron un círculo en una pequeña explanada en el bosque, con la luna llena sobre sus cabezas.

Apoyados sobre el árbol más cercano, unos adolescentes esperaban impacientes a que el ritual comenzase.

Los adultos empezaron a recitar una serie de incomprensibles palabras, pero que a pesar de ello causaban escalofríos a cualquiera que las oyese, como si se tratase de un canto demoníaco.

Como si los hubiera entendido, la luna brilló aún con más fuerza, y proyectó una imagen tridimensional en el centro del círculo que formaban los hombres.

Era una joven de cabello castaño y alborotado, que no parecía ser consciente de que diez magos se encontraban a su alrededor, observándola, expectantes.

La chica estaba de pie, relajada, observando la luna, reflejada en sus ojos.

Entre las túnicas negras, los adolescentes intentaban distinguir qué había en el centro del círculo. El primero en lograrlo abrió los ojos todo lo que pudo, asombrado al descubrir quién era. Luego, sonrió satisfecho y se puso en pie. Entonces, la luna iluminó su afilado rostro de manera que le hizo parecer un muerto. Su cabello rubio brilló con toda su intensidad.

-Madre, conozco a esa chica –le susurró a uno de los magos que formaban el círculo. Ésta se giró y lo miró, furiosa.

-Os dijimos que permanecierais al margen –le espetó la mujer.

El muchacho agachó la cabeza en señal de disculpa. Aquel descubrimiento lo había aturdido mucho.

Volvió a mirar a la chica para cerciorarse de que era ella, pero había desaparecido, probablemente por su interrupción.

Los magos, al ver que no serviría de nada volver a convocarla, comenzaron a hablar entre ellos, y poco después un hombre se acercó al chico.

-¿Dices que la conoces? –le preguntó.

HHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH

En su casa, la chica de cabello castaño intentaba dormir, pero no lo lograba. Había algo que la inquietaba, aunque no sabía el qué.

Incapaz de conciliar el sueño, se levantó y se asomó a la ventana.

No era supersticiosa, pero la luna roja la puso muy nerviosa. La miró fijamente, y por un momento hubiera jurado que su resplandor fue más intenso. Luego, comenzó a marearse y cayó en el suelo, desmayada.

A la mañana siguiente se despertó con un gran dolor de cabeza.

-¿Estás bien, cariño? –le preguntó la madre, preocupada, al verla despertar.

-Te encontramos tirada en suelo –dijo su padre-, no sabíamos qué te pasaba.

-Estoy bien -la chica apretó su mano contra la frente, las voces de sus padres retumbaban en su cabeza como si dentro hubiera unos altavoces al máximo de volumen-. Sólo… sólo me duele la cabeza.

-Bien, te dejaremos dormir un poco –sus padres salieron del dormitorio, dejando a la muchacha absorta en sus pensamientos.

¿Cómo podía haberse desmayado? Le había sucedido mientras miraba la luna, pero no había razón alguna para que le ocurriese en ese preciso instante.

Llena de preguntas que no lograba responder, se durmió y se sumergió en un sueño inquieto.

HHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH

Draco Malfoy se hallaba sentado en uno de los elegantes sillones que había en uno de los salones de su casa: la mansión de los Malfoy.

La espaciosa habitación apenas estaba iluminada; el único punto de luz provenía del gran balcón que abarcaba casi media pared. El sol comenzaba a salir, el cielo era un arco iris de colores. Hacía algo de viento, que hacía mover ligeramente las cortinas de seda.

-¿Crees que podrás hacerlo, muchacho? –le preguntó un hombre de aspecto hosco a Draco.

-Con los ojos vendados –aseguró el chico, muy serio.

-¿Podemos confiar en él, Narcissa? –inquirió otro hombre, mirando a la mujer con recelo.

-Los Malfoy nunca han faltado a su palabra –contestó Narcissa Malfoy, con una mueca de desprecio dibujada en el rostro, blanco como la nieve.

-Muy bien, entonces ya podemos irnos –dijo un mago y se levantó del sillón. Lo mismo hicieron el resto-. Espero que la próxima vez que nos veamos sea en la Celebración. Narcissa –el hombre se inclinó en señal de despedida, luego se desapareció.

Los otros magos imitaron el gesto y se fueron, dejando solos a Narcissa y a su hijo.

-El futuro de los Malfoy está en tus manos, Draco –dijo Narcissa con frialdad-. Si fracasas, ten por seguro que serás desheredado.

-Madre, ya lo he dicho, lo haré bien. Ésa estúpida sangre sucia caerá en mi trampa. Se cree muy inteligente, pero acabará cayendo.

OOOOOOOOOOOIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIOOOOOOOOOO

HOLAAAAAAA! Wow, cuánto tiempo sin publicar nada…

He estado muy ocupada, aunq supongo q no soy la única, no?

Ya tengo escrito parte del siguiente capítulo, pero no lo pienso poner hasta que no me mandéis reviews. P

He oído q Harry Potter y el principe de sangre mestiza sale en marzo del 2005. Ya falta menos!! Si alguien tiene noticias relacionadas con el libro, contadmelo, please! Podeis agregarme al Messenger, si keréis.

Este capitulo es un poco corto, el siguiente es más largo, o al menos ésa es mi intención…

Ups! Se me acaba el tiempo (debería estar estudiando), así q solo dire q mandéis reviews! Y q espero q os guste este fanfic.

SAYÔNARA!!!