El comienzo de un final
Capítulo 2
Una decisión y un encuentro
Aquí viene otro capi más que nada por el mero hecho de quitármelo de encima ¡hasta la semana que viene!
-¿abandono?-leyó la única palabra escrita en todo el pergamino antes de perder el conocimiento.
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-¡eh chico! ¿Estás bien?-preguntó una voz en plena noche, mientras corría hacia cierto chico al verlo en el suelo.
-déjame-dijo fríamente harry potter levantándose del suelo mientras se sacudía el polvo creado por la caída.
-no tienes muy buen aspecto ¿seguro que no necesitas ayuda?-dijo aquella persona ayudándole a sacarse el polvo de encima.
-me las se apañar muy bien-dijo encarándose a aquella chica que la había ido a socorrer.
-pues no lo parece-dijo en un tono de burla.
-pero qu...-comenzó a decir pero no pudo acabar la frase por la vista que le ofrecía aquella chica, tenia el pelo negro recogido en una coleta, la tez pálida, y unos ojos verdes brillantes.
-si no quieres ayuda no te la ofreceré pero parece que te hayas escapado de tu casa-dijo mirándolo de arriba abajo.
-¿a ti que te importa?-dijo mientras comenzaba a caminar.
-es decir...que si que te has escapado de tu casa-dijo mientras le seguía el paso.
-yo no he dicho eso-dijo mientras aumentaba el ritmo del caminar.
-pero no lo has negado, entonces quiere decir que has escapado-dijo levantando una ceja.
-¿y que si lo he hecho?-dijo despreocupadamente.
-¿hacia donde te diriges?-preguntó la chica que lo seguía.
-hacia ningún sitio-dijo mientras no paraba de aumentar su ritmo confiando que se cansaría de él.
-pues eso está muy mal-dijo poniendo los brazos en la cabeza despreocupadamente.
-¿Por qué está mal?-preguntó parándose en seco.
-¿no tienes donde quedarte?-preguntó la ojiverde quedándose a su lado.
-no ¿pero y a ti que te importa?-dijo intentando que su voz sonara muy fría para no tratar de advertir aquella risa que le venia al ver la escena.
-no me importa... pero si vas por aquella dirección encontrarás una casa abandonada-dijo señalando hacia un monte.
-¿y por que tendría que ir?-dijo harry mirando hacia el lugar donde ella señalaba.
-no se, pero yo fui ahí cuando me escapé de casa-dijo con un gesto de indiferencia.
-¿tu te escapaste de casa?-dijo sorprendido.
-si se le podía llamar casa...-dijo en un tono divertido-pero, si que me escapé, ni siquiera me echaron en falta-
-lo siento-dije con un tono de pesadumbre.
-no te preocupes, yo tampoco los hecho en falta, pero ahora la casa está desalojada puedes ir si quieres-dijo.
-¿estabas tú en ella?-pregunté.
-estaba hace mucho tiempo, pero me mudé a mi nueva familia hace tres años, no sé la verdad es que es muy extraño-dijo en un tono pensativo.
-¿el que?-pregunté yo curioso.
-desde que yo me fui nadie ha entrado en esa casa-dijo rascándose la cabeza.
-¿y que tiene de raro eso?-dije extrañado.
-pues que no eres el único vagabundo y exiliado en este mundo y muchos morirían por tener a su plena disposición una casa como esa-dijo divertida.
-¿y por que no van?-pregunté medio extrañado –medio divertido por la cara de la chica.
-eso es una cosa que nunca he entendido, digamos que nunca la encuentran-dijo la muchacha encogiéndose de hombros.
-entonces es perfecta para que no me encuentren-dije.
-eso si eres capaz de encontrarla-dijo mientras se reía y me contagiaba la risa.
-¿Cómo una chica como tu está sola a estas horas de la noche?-dije misteriosamente.
-no soy tan angelito como parezco-dijo la chica.
-¿a no?-dije alzando una ceja.
-que te vaya bien en tu huida-dijo mientras salía corriendo sin darme tiempo de agradecérselo.
-que chica más rara-dije yo en voz alta pensando que me había hecho olvidarme de mis problemas mientras me dirigía a esa casa.
Cuando llegué a la casa mencionada me impresioné un poco ¿Cómo no iban a encontrar esa enorme casa? pensé al ver las magnificas proporciones de la casa, pero me encogí de hombros y me metí dentro de la casa.
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-dumbledore-dijo un hombre cansado, con ojeras producidas por las pocas horas de dormir.
-ya sé lo que vas a decir remus, pero no crees que eres el único que...-comenzó a decir el viejo hombre con las mismas ojeras que el otro hombro.
-¡que no soy el único! ¡Acaso crees que todos los seres del bien tampoco están preocupados por su desaparición! ¡Claro que no soy el único pero si que el mas preocupado!-gritó furioso el hombre llamado remus.
-no hemos parado de buscarle pero no da señales de vida-dijo más para sí albus que para remus ,cansado de hacer calmar a remus para que al cabo de una hora estuviese otra vez furioso.
-es mi culpa...-dijo apesadumbrado.
-remus, nadie tiene la culpa-dijo levantando la vista hacia el hombre.
-pero hemos buscado en todas partes albus, si le pasa algo yo no sé...-dijo temiéndose lo peor.
-por lo menos tenemos noticias que voldemort tampoco lo ha encontrado aunque lo esté buscando-dijo revisando los planos de la busca.
-por eso mismo albus, debemos buscarlo, debemos encontrarlo antes que él-dijo con lágrimas en los ojos.
-remus , tranquilízate, si no lo hemos encontrado en estas tres semanas, poniendo anuncios, publicándolo en el profeta y haciendo poner alarma roja, voldemort también lo tiene difícil para encontrarlo-dijo dándole apoyo moral.
-harry ¿Dónde estas?...-dijo remus mirando la luna.
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En otra parte de Inglaterra, un chico de pelo de azabache estaba en una casa desde hacia semanas, mirando la luna.
-ojalá se mueran todos-dijo con unos ojos fríos, con un periódico muggle en la mano que incluía un articulo de su desaparición.
-cave esa posibilidad-dijo una voz en su cabeza.
-¡otra vez tu, no!-dijo harry golpeándose la cabeza.
-exacto, en realidad lo deseas, lo veo en tu corazón, los odias-dijo otra vez su voz en la cabeza.
-déjame...-dijo el ojiverde llorando desconsoladamente.
-eso no es lo que estas pensando-dijo la voz fría de su cabeza.
-deja de atormentarme-dijo el muchacho con voz de niño.
-tu los deseas muertos-volvió a decir la voz.
-no-
-deseas cobrar venganza...
-no.
-quieres hacer todos estos años...
-no.
-no quieres ser el héroe que todos esperan...
-no-dijo ya dudando.
-quieres ser libre de tus acciones.
-si-dijo inseguro.
-quieres que no te traten como un niño.
-si-dijo harry secándose las lágrimas.
-quieres hacerles sentir lo que tu has sentido.
-si-dijo con ira.
-yo te puedo ayudar...-dijo de nuevo la voz.
-¿Cómo?-preguntó el chico de ojos verdes.
-sabes muy bien dónde tienes que ir...-dijo la voz que cada vez se distanciaba más.
