El comienzo de un final

Capítulo 5

En la enfermería

Este capítulo se hará desde la perspectiva de la chica, quedan avisados…

Unos hombres estaban rodeando una cama ignorando por completo que en la cama de al lado se encontraba una joven de ojos esmeraldas que acababa de despertar de aquella enfermería.

-¿Dónde es… -murmuró por lo bajo pero no acabó la frase al ver que se encontraba en una enfermería bastante peculiar.

Se encontraba muy cómoda en ella pero el instinto de supervivencia le decía que no era bueno estar mucho rato en un sitio, sobre todo en uno que no conoces.

Así que se levantó de la cama cuidadosamente y se dirigió hacia la puerta mientras se decía a ella misma –ventanas ¡no!-una y otra vez, pero al llegar ala puerta se giró para ver los hombres que seguían mirando a un mismo sitio, y le entró la curiosidad por saber qué es lo que era pero desechó la idea y giró la cabeza pero algo fantasmal hizo que se helara la sangre. Nick casi decapitado se encontraba frente ella.

-Buenos días Señorita, me alegro que se encuentre despierta-dijo cortésmente, pero la chica solo pudo abrir la boca acompañando a los ojos que no se podían abrir más .

-¡Chica vuelve a la cama!-dijo la que parecía una enfermera, pero yo solo atiné a coger el pomo de la puerta para salir corriendo, pero antes que llegara a abrir la puerta un hombre la abrió desde la otra parte haciendo que yo me encontrara con mi espalda en su pecho. Me giré poco a poco con la misma expresión al ver al fantasma y me encontré con un hombre que parecía un vampiro

-¡Ha despertado!-dijo un hombre de los que estaban alrededor de la cama, pero de golpe salió disparado hacia atrás por un fuerte puñetazo. Utilicé ese momento de distracción para intentar salir pero el hombre me cogió por el brazo y me arrastró hacia la cama mientras oía unas voces que decían –atadlo-, cuando llegué cerca de la cama vi a el chico que se encontraba atado y que echaba miradas de furia a un hombre de pelo castaño que le decía palabras cariñosas y que no paraba de decir quien era , y que lo reconociese

-No hay manera albus , ya es demasiado tarde- dijo el hombre que me tenía cogida por el brazo y entonces todas las miradas se dirigieron hacia mí

-La nueva mortífaga-dijo una chica de pelo rosa

-¿Mortífaga?-dije yo tartamudeando

-Si tú,¡ tu tienes las culpas de lo que le ha pasado a harry!-dijo el hombre de pelo castaño mientras se acercaba a mi amenazadoramente

-No sé de que me hablas-dije yo en modo de disculpa

-¡Como no vas ha saberlo trabajando para tu señor!-dijo mientras alzaba las manos como queriendo estrangularme, pero el hombre que me tenia agarrada me soltó permitiéndome dar un pasó hacia atrás

-No…no…no…entiendo-tartamudeé

-¡Y encima lo desmientes!-dijo completamente furioso, pero una sacudida del joven que ahora tenía los ojos color sangre hizo que se girará

-Mírale-dijo señalándole

-Yo…no-dije

-Mírale, mira lo que le ha hecho tu señor-dijo con desprecio

-Ya es suficiente remus, no sabemos si es una mortífaga-dijo un hombre que en su mirada se indicaba que no decía lo mismo que pensaba

-Es una asquerosa mortífaga asesina-dijo con repulsión mientras daba otro paso hacia mí acompañado hacia el mío pero yo choqué contra la mesilla volcándola, y entonces una suave melodía inundó la habitación, una melodía que me la conocía como la palma de mi mano.

-¡Tú!-dijo el hombre cogiéndome por los brazos con mucha fuerza cortándome la circulación y haciéndome marcas rojas en la piel.

-¡Remus!-volvió a gritar el hombre

-Asesina-me gritó

-Remus-gritó la muchacha de pelo rosa en la sala

-Sucia-para entonces yo estaba blanca , con la mirada desencajada y la boca abierta

-Remus-gritó otro de ellos

-Mezquina-

-Remus-dijo otro

-Hija de…-

-Remus-dijo una voz conocida por los dos.

Entonces perdimos la conexión de miradas y miramos hacia un punto en común, un chico de ojos verdes que miraba con terror del que fue uno de los mejores amigos de sus padres

-Harry-dijo con una voz afónica, mientras corría a abrazarlo y desatarlo

-Remus pero que te ha pasado…-dijo con un hilillo de voz

-Me tenias preocupado, ¿Cómo has recobrado el conocimiento?-dijo ignorándole el comentario de este

-He oído una melodía y entonces me encontré aquí y estabas…-comenzó a decir pero fue interrumpido por el licántropo

-¿Una melodía?¿Que melodía?-dijo sorprendido

-¿No la oyes?-dijo el ojiverde sorprendido, y fue entonces cuando remus escuchó la melodía que provenía de un colgante que cayó al suelo junto el resto de pertenencias que llevaba la chica cuando la muchacha tiró la mesa al suelo

-¿El colgante es tuyo?-dijo el director del colegio recogiéndolo del suelo

-Si…-murmuró la muchacha todavía con la mirada desorbitada y la cara pálida

-Este colgante era de Lily…-dijo el licántropo quitándoselo de las manos

-¿Desde hace cuanto que lo tienes?-dijo el director con mirada seria

-Desde que puedo recordar-murmuró

-¡Se lo quitaste a lily sucia mortífaga!-dijo rabioso el licántropo

-Remus recapacita, es imposible que ella se lo haya quitado, debe de tener la edad de harry, dime niña ¿Quiénes son tus padres?-dijo con una voz mas amable de lo inicial

-Yo…yo…yo…-era incapaz de que me salieran las palabras

-¿Si?-dijo con voz amable

-Yo…soy…adoptada-dije

-Lo siento-dijo con pesadumbre

-No tengan pena hacia mí-dije un poco enfadada por aquella actitud

-¡Y no la tenemos!-dijo enfadado remus

-¡Un momento! ¿Tu no eres aquella chica que me ayudó en la calle?¿La que se escapó de casa?-dijo el ojiverde

-¡Tu eres el chico ese perdido!¡el que se escapó de casa!-dije después de conectar miradas con él.

-¿Le ayudaste?¿Siendo una mortífaga?-dijo remus consternado

-¿Mortífaga?-dije yo con una cara rara, pero entonces el hombre vestido de negro me destapó un brazo para mi sorpresa

-No lo es-dijo enseñándoles mi brazo

-Entonces ¿Qué hacías en la mansión riddle?-dijo el viejo

-Errrr-dije yo poniéndome roja y nerviosa

-Dinos-dijo remus con un tono más amable

-Estaba dando un paseo y…-comencé a mentir pero el hombre de negro comenzó a reír

-¿Tú paseando por la mansión riddle?-dijo con sarcasmo

-No te haremos daño-dijo con tono amable el viejote

-¿Cómo hace un momento?-dije yo en un tono sarcástico

-Lo lamento mucho lo de antes pero es muy importante que nos digas eso-dijo con voz suplicante

-De acuerdo-dije yo tras buscar algún indicio que no lo hiciera en esos ojos azules

-Bien-dijo con un tono más amable

-Antes me tenéis que prometer que no diréis nada-dije yo dubitativa mientras cogía mis cosas que estaban en el suelo

-Lo prometemos-dijo el anciano

-Esta bien, la historia se remonta a cuando yo tenía catorce años, es decir, hace tres años-expliqué mientras disimuladamente metía mis objetos personales en los innumerables bolsillos.

-En ese tiempo , yo me fugué de casa y digamos que no me echaron mucho de menos-comencé a utilizar el viejo truco de repetir la historia para despistar

-Básicamente no es que no me apreciaran , si no es que querían más al perro que a mí, me apreciaban por que sabia cortar el césped, limpiar la casa… bueno no nos liemos, la cuestión en sí es que me fugué pero no solo por esa razón, también quería ver mundo y tener un futuro, y en esa maldita casa no la pude tener por eso decidí planificarme una vida, comenzar a estudiar y a trabajar, es decir, ser independiente, no es que no lo haya conseguido , es solo que de la forma que lo he conseguido no es la misma que había pensado pues yo había querido una vida feliz junto a una familia, pero tampoco estoy diciendo que no lo pueda conseguir-en esos momentos me encontraba muy peligrosamente cerca de la puerta a una distancia muy alejada de ellos y esta vez ninguna visión de un fantasma conseguiría calentarme la sangre fría que había conseguido tener después de la perdida del control

-Simplemente que hay muchos métodos para conseguirlo, y yo quizás no pensé debidamente en todos y cada unos de ellos, y un día estando en un parque me puse a meditar-mi táctica estaba funcionando había conseguido hablar de una manera tan rápida y liosa que todos me miraban con cara de no entender nada, mis razones, tenia que salir de ahí, no estaba dispuesta a contarle mi vida a cualquier extraño como ellos me estaban pidiendo y ellos creían que yo haría.

-Pero entonces llegó un hombre y me dijo: ADIÓS MUY BUENAS-dije mientras salía corriendo por la puerta.

-Nos ha conseguido engañar a todos-dijo el anciano mientras se oían unas fuertes pisadas a lo largo del pasadizo.

-¿No vamos a por ella?-dijo Snape

-Tiene que poner sus ideas en orden-dijo con una sonrisa, pero se borró cuando una cama vacía y un sonido de puerta cerrada se oyó por toda la habitación, harry había ido por ella

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

-¿Por qué diablos nunca se acaba este castillo?-dije sin aliento

-Porque no has parado de subir y bajar escaleras-dijo una voz detrás de ella que indicaba que también había estado corriendo durante un buen rato

-Nunca nadie ha logrado igualarme en rapidez-dije yo como un halago

-Lo mismo digo-dijo con un tono divertido entre sus exhalaciones de aire

-Vale, vale-dije yo parándome mientras me cogía el costado a causa del flato

-Mejor así-se quejó el muchacho apoyándose en la pared con una mano en el costado

-Pongamos en orden los asuntos-dije con voz ahogada ante lo que el joven asintió

-¿Por qué me persigues?-dije exasperada

-¿Por qué huyes?-dijo

-De acuerdo,¿Qué diablos ha pasado ahí arriba?-dije yo

-Pues que te has ido corriendo y…-comenzó a narrar

-Antes-dije sentándome en el suelo como gesto de rendición

-¿Cuándo?-dijo imitándome

-Eso…lo que me ha dicho ese hombre me ha llamado mortífaga-dije estirándome en el frío suelo de piedra.

-Supongo que se ha creído que lo eras y por eso te ha llamado así-dijo sin importancia

-¿Por qué diablos estabas pegando a aquella gente?-dije sin entender nada.

-¿Yo?-dijo con la misma cara de confusión que yo.

-No, el de tu izquierda-dije y rodé los ojos cuando el muchacho miró a su izquierda.

-Oye-preguntó Harry finalmente

-¿Qué?-contestó la muchacha

-¿Quién eres?