Saludos gente, espero que nadie se haya impacientado por la historia ( creo que no porque no es que mucha gente la lea pero bueno, yo sigo aquí;) Hacia tiempo que no me pasaba por aquí ni publicaba nada, Asin que os dejo con esto, ya me contareis que tal.
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3 años despues, Bree seguia siendo igual. Sus colinas verdes estaban con el sol de poniente cruzandose en su hermosa hierba, y la gran tarima que años antes habia servido para su huida todavía seguia en el centro de la aldea.
-Que tiempos...
Los añoraba, añoraba los dias de su infancia cual tierna luz se proyectaba en su memoria. Hacia tiempo que habia madurado, criado en los bosques de los salvajes Jakdur, en el este de la Tierra Media, mucho habia estado divagando en una tierra y en otra, incluso vivió un tiempo con los feroces Haradrim, para encontrarse luego con que la leyenda era un mito, pues esta gente no solo no era feroz, sino hospitalaria y muy esperanzadora. Lo que pasaba era que seguían un tipo de religión muy dada a la fe, demasiado fervorosa se podría decir, y esto al resto del mundo no le iba muy bien en su carácter.
De ellos habia aprendido su respeto por las cosas de la naturaleza, por como en un desierto podria sobrevivir, luchando liviano como el aire y siendo duro como la misma roca.
Habia crecido, eso no lo ponia en duda, cuando partió de Bree pesaba al menos unos 50 kg, y ahora pesaba unos 80 según las onzas de agua, y media un metro 90, el equivalenete a 4 pies y medio de altura. No podia pedirle mas a su fisico, claro esta.
Los ojos seguían como cuando chico, albinos y risueños, del tono azul claro que siempre le habia caracterizado, y rasgados. La piel se le habia endurecido y puesto morena por el duro entrenamiento en el desierto de Harad, y ahora en su rostro brilaba una pequeña endedura, una cicatriz inacabada, la cual su historia contaré en otro momento.
La mente la conservaba lucida y con moral alta, y si no tenia un buen dia solo tenia que posar su mano derecha como al descuido sobre el pomo de su espada, mirando a todo aquel que le desafiase con la mirada, era lo bastante sugerente como para disuadir a bastante gente de mal vivir.
Pasó la arcada que se abria por el dia, las puertas de dia estaban abiertas al publico ya que sino el portero se volveria loco entre los pastores, los rebaños, los caballos, los traficantes, los vendedores, las carretas, los viajeros.... para abrirles la puerta, eso si, al anochecer, que solia ocurrir algo asi como a las 6 de la tarde, las puertas se cerraban a cal y canto y no se volvían a abrir hasta las 7 de la mañana, hora en que los mas madrugadores de Bree se ponian al trabajo diario.
Las calles estaban empedradas, una buena idea del recientemente elegido nuevo alcalde, un tal Jamel Joyce. Le habian llegado rumores sobre ese hombre, y bastantes confusos ademas. Según unos era alto y llevaba gafas, tenia el pelo largo y siempre estaba con una sonrisa en la boca, aunque sus ojos no parecieran compartirla. Según otros, era mediano de estatura, bastante relleno y con una fuerza sorprendente para algunos. Solo habia una cosa en la que concordaba todo el mundo sobre el, era un hombre de pocas palabras y perspicaz.
Lo que habia traido a Sisma a Bree de nuevo desde hace tantos años era, a parte de recuerdas viejas historias de la niñez y remover viejos recuerdos, una encomendacion de un amigo suyo, mejor dicho, la ultima voluntad del moribundo en sus brazos en el que se convirtió hace 4 semanas, atravesado por una flecha en una caceria humana, en la que se cobraron su vida los salvajes Jalek.
Sisma llevaba consigo una carta, que no habia leido por respeto a su difunto amigo, y la cual debia entregar a un hombre calvo, redondo de cuerpo y que vendía alhajas a un lado de la calle principal, en un establecimiento apodado " El asuán".
Dirigio sus pasos en esta dirección, cuando tropezó con un niño. El chico se agarró a su rodilla para no caer, imitó a la perfeccion el gesto del herido que busca ayuda y se toco una rodilla.
Claro, unos segundos antes cuando sus manos habian agarrado su rodilla para no caer tambien se habian metido como al descuido, en uno de sus bolsillos. Y la mano se quedo alli, sujetada por un Sisma que sonreia al chico con vehemencia.
Le dio una ligera presion en la mano que tenia agarrada, lo suficiente para que el chico solatara la bolsa que agarraba dentro de su bolsillo. Acto seguido le solto la mano, y el chico corrrio como alma que lleva el diablo.
- Estos niños...
Lo que el tambien recordaba, y que era lo que lke habiahecho aparecer esa extraña sonrisa, era que de pequeño el tambien era igual, y como a aquel chico, tambien lo trincaron un par de veces.
Retomando el rumbo, se dirigio al establecimiento del que habia hablado antes, toco a la puerta y entro.
El lugar no era demasiado espacioso, tenia polvo y tenia muchas estanterías. Era una blibioteca.
El blibliotecario, el hombre bajito y gordito que le habia descrito su amigo, le miro y se quedo dos segundos de más mirando su espada, la cual sobresalia detrás de su capa de viaje. Eel hombre parecio empequeñecerse.
- Que desea?
- Tengo un recado para usted, señor...
- Anthoan, señor Anthoan, digame ¿en que puedo servirle?
- Un amigo me entrego esto hace un mes y me dijo que solo usted podia leer esta carta,y como ese hombre resulta que era mi mejor amigo, me e encargado personalmente de que no fracasase el envio.
- ¿Ha dicho usted "era"? ¿ Acaso le ha pasado algo al que me escribio el sobre?
- Ha muerto.- dijo con una palabra seca Sisma.
- Ah, vaya, mis condolencias, señor...
- Sisma, con eso de mi nombre bastará.
- Bien, pues señor Sisma, veamos que me envió su amigo.
Abriendose paso como pudo salio de la pequeña barra que hacia de mostrador y se dirigio hacia una pequeña mesa, la cual era lo uncio que parecia que no tenia polvo en la estancia.
Hecho las cortinas, y encendio una lampara y unas cuantas velas.
Cogió una pinzas y extrajo el papel con cuidado del sobre lacrado.Le hecho un vistazo y luego, bajo la inusitada mirada de Sisma, lo olisqueo.
-Vaya vaya...papel de seda de Tiran, no es muy comun por su extremado precio y el gran cuidado que se debe tener porque se devalora mucho con los años....Veamos a ver lo que pone en esta carta....- A continuación se puso unas gafas diminutas de pequeñas para poder entender la minúscula caligrafia.
Según leia la cara del hombre pasaba por muchos estados, desde la confusión hasta lasorpresa y la timidez de la exaltación.
Cuando terminó de leer la carta pegó un brinco de la silla en la que estaba y salio apresurado en busca de algo a un estante.
Rozo un libro, que cayó con estrépito, y detrás de este se ocultaba un hueco demasiado profundo en la estantería, de la cual saco un gran Codice muy gastado.
-En resumen-le dijo a Sisma con una mirada excitada- su amigo tenia una información bastante antigua en relacion con la persona que me mando, hace ya muchos años, que confiscara este libro y lo mantuviera seguro hasta que alguien viniese con las credenciales suficientes para verlo. Aquí su amigo me pide que lo consulte y busquye en el este símbolo grabado a pie de pagina.
Era verdad, al pie de pagina habia un redondel con dos peonzas dibujadas a cada lado, el cual se partia por una estrecha linea semejada a un rayo por la mitad del circulo.
Anthoan abrio el gran Códice, y busco en sus paginas hasta dar con el significado del dibujo grabado.Parecia ser una antigua profecía...
"El corazon del ser humano esta dominado por el fuego, la ira y el interes personal, el mudno es dominado por este ser, el cual ha creado un vasto mundo de maldad e inquinidad. En un futuro alguien controlara esta fuerza, llevando al mundo al Caos de nuevo. Solamente el portador de esta marca podría suponer un obstáculo a este incentivo, aunque los Poderes todavía no han decidido a que parte ayudar, será cuestion de tiempo que estas dos fuerzas deban luchar. No hay ni bien ni mal, solo el que consiga dominar la fuerza podrá recrear un mundo en su justa medida, solo el portador del sello podrá resistir a esta incontrolable fuerza"
Sisma se quedo en parálisis, de repente se abrió la camisa que llevaba puesta y saco a relucir una cadena que llevaba puesta, y de esta cadena colgaba...
-Un sello....- dijo con voz anodanada el blibioticario.
Y el sello estaba grabado con el signo que estaba mirando en esos instantes en las paginas del Codice.
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Este sello se lo habia dado su amigo antes de morir, y le dijo que lo guardase bien, que era herencia familiar. Sisma se lo juró y desde ese instante lo llevaba al cuello.
Ahora volvió a recordar aquella fatídica tarde en la que escapó de Bree, cuando aquel sacerdote de aspecto inocente habia convocado tal fuerza en su discurso que toda la aldea estubo a punto de matarlo, hablo tambien de que el tendría el poder de cambiar la tierra...
¿ Seria aquel el poder del cual estaba hablando ese libro?¿ Seria verdadera esa profecía?
No sabia como podria averiguarlo.
El bliblotecario le dijo que en el reino de Gondor todavía vivia un antiguo amigo suyo, el cual se habia especializado en simbologia y traducción, y que le podria ser de mucha ayuda.
Cogio sus escasas pertenencias de la mesa y salio de aquel lugar.
Aquella noche durmió en la posada, bueno, exactamente no durmió, se quedo sentado en la butaca de madera frente a la chimenea encendida, refugiado en una manta aspera y el crudo sabor del licor.
Por la mañana estubo dando vueltas por el mercado y se compro una muda nueva de ropa y provisiones de comida, y ademas estuvo preguntando por los sacerdotes de casacas negras.
Le dijeron que era la nueva religión del momento, y que según se escuchaba en los rumores extraoficiales últimamente, el Rey de Gondor era simpatizante de ella.
Al dia siguiente partió de Bree, otra vez, y supo que no sería tan facil volver.
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Bueno, comentadme en un rewiew lo que les a parecido la historia, y si quieren que la tire a la basura o que la siga escribiendo, solo ustedes tienen la palabra, aunque supongo que la seguire escribiendo pero sin su aprobación no la publicaré. Salud
