Bueno, antes de empezar con el fic quiero dar las gracias a las siguientes personas por sus reviews:
Daniela Lynx: Aquí tienes esto, tal vez no me asemeje mucho a Rice en cuanto la concepción vampírica pero en fin, léelo y espero que disfrutes. Gracias por tu review.
Nabichan Saotome: Pues aquí está este segundo track que espero que sacie tu interés por lo menos un poco (que estoy en época de exámenes y no puedo actualizar muy seguido) Me alegra que estés interesada en escuchar a mis queridos Avalanch :D Si quieres más recomendaciones sobre música para ambientarteenvíame unmail.Graciaspor el review
Chibi Bakura: Jejejejeje Chibi, aquí tienes tu segundo trocito de pastel jejejeje La verdad es que no tengo muy bien pensado aún como de grande será este pastel, pero espero que lo disfrutes trocito a trocito :P Gracias por leerlo y escribir el review.
Grin: Aquí tienes tu nuevo capítulo Grin, para que no te mueras esperando jajajajajaja Espero qeu disfrutes con este track 2. Gracias por el review.
Y ahora quiero hacer un par de recomendaciones generales, más que nada en cuanto a la música jejejeje (os voy a crear una fonoteca sólo para que leáis mis fics jejejejeje) Recomiendo leer este track 2 acompañándolo con la canción "Astaroth" del grupo Mägo de Oz (mi grupo favorito desde hace tiempos inmemoriales) o bien podéis acompañarlo con "Regina della notte" de la banda sonora de la película Vampire Hunter D Bloodlust.
Leed, disfrutad y dejad reviews :D
Arigatou! Sayonara!
Adriana Umbraslev, escritora aún frustradapor el abandono de su musa
.:Track 2:.
Desperté temprano a pesar de lo poco que había dormido, las palabras se agolpaban en mi cabeza deseosas de ser escritas, por lo que con cuidado me incorporé en la cama para no despertar a Shûichi, que aún dormía plácidamente, pero en seguida detectó mi movimiento y se aferró a mí...
- Yuki, a dónde vas... - me preguntó Shûichi soñoliento con los ojos aún cerrados.
- Voy a escribir, por fin tengo el argumento de mi nueva novela – le dije intentando zafarme de él.
- Pero eso puede esperar Yuki, tú tienes buena memoria, te acordarás igual si te quedas un rato aquí... - dijo en un tono suplicante un tanto extraño en Shûichi pues pareciera que deseaba algo más que mi simple compañía en la cama.
- Gomen Shû-chan, pero no puedo dejarlo por más tiempo – dije apresurado por levantarme.
- Espera Yuki ¿cómo es que tú te disculpas y me llamas Shû-chan? – me dijo Shûichi emocionado con sus ojos brillantes.
- No tengo más tiempo que perder baka – dije levantándome – Me voy al estudio ¿ok? – le di un leve beso en los labios y salí presuroso hacia el estudio.
Entré rápidamente al estudio, conecté el portátil y encendí un cigarrillo decidido a escribir... Las palabras fluían prácticamente sin proponérmelo, desde luego ese tema había despertado mi inspiración, aunque también estaba reflejando hechos que me resultaban conocidos... Hasta que, como siempre, me quedé en blanco, y es que ¿cómo iba a explicar yo un rito de iniciación vampírica? Busqué en internet y al cuarto cigarrillo encontré lo esperado, leí atentamente... Mmmm sin duda me gustaba aquello, era, como decirlo... Era morboso y sólo el hecho de imaginarme iniciando a Shûichi hacía estremecer mi cuerpo con un escalofrío. Y claro, no hay nada mejor que experimentar algo antes de explicarlo a los demás, así que me dirigí hacia la habitación donde Shûichi aún dormía...
- Baka... - susurré lascivamente a su oido para hacerle despertar.
- Mmmm ¿Yuki? – me preguntó abriendo lentamente los ojos - ¿No estabas escribiendo?
- Digamos que sí, pero necesito tu ayuda para una cosa... - dije abrazándole mientras él permanecía tumbado en la cama aún atontado por el sueño.
- Yuki... Es... Esto... Esto no es propio de ti... - me dijo entrecortadamente mientras mis manos surcaban su torso bajo la camiseta que llevaba puesta.
- Vamos Shû... Necesito tu ayuda para una cosa... - le susurré deslizando una de mis manos por sus piernas – Si me ayudas te prometo que te daré una recompensa...
- Yuki, me estás dando miedo...
- Ven Shûichi y ayúdame... - dije arrastrándole hacia el centro de la habitación donde yo había extendido una manta y la había rodeado de pequeñas velas – Venga, siéntate... - Shûichi no salía de su asombro mientras hacía que se sentara en medio a la vez que yo lo hacía – Necesito que hagas un ritual conmigo...
- ¿Cómo?
- Para mi nueva novela... He de realizarlo para poder describirlo... - le dije mirándole fijamente a los ojos cubiertos ahora por un fino velo de temor y fascinación – Tú... Sólo haz lo que yo te pida...
- Yuki...
- Repite conmigo – dije acercándome a él y reposando mi cabeza en su cuello – Toma mi sangre, mézclala, bébela, quémala, arde en la llama, pues sólo así podrás adorarme. Haz lo que digo porque esta es la ley, no me creas, experimenta, bebe pues no hay, no hay otro medio.
- Toma mi sangre, mézclala, bébela, quémala, arde en la llama, pues sólo así podrás adorarme. Haz lo que digo porque esta es la ley, no me creas, experimenta, bebe pues no hay, no hay otro medio – repitió Shûichi con voz temblorosa y una vez lo hizo hinqué mis colmillos en su cuello haciendo presión hasta que noté su sangre brotar - ¿Qué? Yuki... ¿Qué haces? – dijo con una mezcla de estupor y excitación.
- Forma parte del ritual... De iniciación vampírica... Ahora tú debes hacer lo mismo conmigo – le dije atrayéndole hacia mí y terminando de limpiar la sangre que aún salía de su cuello – Acércate más, pégate a mi cuello... - susurré en su oído.
- Yuki...
- Tú sólo hazlo... - dije serio antes de comenzar de nuevo con el rito - Toma mi sangre, mézclala, bébela, quémala, arde en la llama, pues sólo así podrás adorarme. Haz lo que digo porque esta es la ley, no me creas, experimenta, bebe pues no hay, no hay otro medio – pude notar como Shûichi mordía mi cuello al principio levemente y después con más fuerza hasta que sentí como atravesaba la carne de mi cuello y tomaba mi sangre. Era una situación placentera, mi querido koi en mi cuello bebiendo de mi sangre...
- Ai shiteru... - murmuró Shûichi liberando mi cuello y mirándome fijamente a los ojos.
No pude reaccionar, simplemente fijé mis ojos en los suyos como respuesta y limpié con mi lengua un hilillo de mi sangre que recorría la comisura de sus labios. Nos fundimos en un ardiente abrazo besándonos, entremezclando nuestras sangres en un húmedo beso deleitándonos con nuestros sabores... Sin duda como había imaginado, todo un ritual de placer hedonista que me hizo enloquecer en aquel momento...
