Hola!! Bueno aquí estoy yo manteniendo mi ritmo de un capítulo por día xD Espero seguir así... aunque ya lo sabéis, no prometo nada ¬¬ Y lo cierto es que este capítulo lo tenía ya escrito desde ayer xD Si es que cuando una tiene inspiración (por favor, no te vayas musa mia!! XD)

Bueno, muchas gracias por todos los comentarios!! Me alegro mucho de que esta historia tenga tanta aceptación!!

Bueno, aquí tenéis el siguiente capítulo: Perversas intenciones, ¿por qué será? MUAJAJAJAJAJAJAJA xD

Por cierto, a habido gente que me ha pedido la dirección de dónde tengo puestos mis cómics yaoi de Harry Potter y dibujos. Están en mi grupo de yahoo: Para poder verlos tendréis que haceros socios, pero tranquilas que yo os acepto enseguida nn Eso sí, teneis que tener un correo en yahoo, porque sino no podréis registraros uu

Capítulo 4: Perversas intenciones

Harry abrió lentamente sus ojos, acostumbrándose a la escasa luz que había en el lugar. Estaba acostado sobre algo blando y cómodo... era una cama, muy grande con sábanas negras de seda...

Se incorporó hasta quedar sentado y echó una mirada alrededor.

No conocía este sitio.

Parecía ser una habitación. Las paredes eran de piedra gris oscura, la cama estaba pegada a una de ellas y en una esquina había muchos cojines amontonados.

Lo cierto era que la estancia era enorme, con todo tipo de muebles o accesorios, los cuales a simple vista se notaba que eran muy caros... No había ninguna ventana, pero la alcoba estaba levemente iluminada, con el mismo tono de luz que hay en un atardecer.

" Veo que ya has despertado "

Harold se sobresaltó. Era una voz masculina que le resultaba vagamente familiar...

Miró a su alrededor, pero no vio a nadie.

" Ya era hora, llevabas un buen rato inconsciente... " declaró la voz con un ligero tono de burla y preocupación.

" ... ¿Qui... quién eres? ¿Dónde estás? " Preguntó, todavía recorriendo el cuarto con la mirada, buscando al otro.

" Je, sólo han pasado unas horas ¿y ya te has olvidado de mí? "

Dio un paso hacia alante y Harry le vio.

Había estado apoyado en la pared, en una zona a oscuras donde el joven no podía verle. El rubio miró a Harold y esbozó una sonrisa arrogante.

" Que desconsiderado por su parte... 'alteza' " hizo una reverencia, como burlándose.

Harry se quedó sin palabras. Ahora lo recordaba todo. La visita del príncipe Oliver, el paseo por los jardines, el 'acercamiento' de este, el sirviente de bellos ojos plateados, el Dragón Enmascarado...

" ¡Tú! " Harry estaba furioso.

" ¡Yo! " Dragón le hizo burla, moviendo sus manos en un fingido gesto de sorpresa.

Esto solo enfureció más a Harry, que se acababa de percatar enteramente de la situación, le habían raptado...

" ¡Me has secuestrado! " Recriminó con un tono indignado, levantándose de la cama.

" Brillante observación, principito " declaró el rubio, sonriendo y posándose las manos en las caderas.

" Pero... ¿por qué? " El ojiverde no entendía nada de lo que estaba pasando " ¿Por qué a mí? ¡Yo no te he hecho nada! "

" Ciertamente no... " Dragón se cogió con una mano el mentón, haciendo como que pensaba " Pero te necesito para mis propósitos " agregó mirándole directamente a los ojos. A lo que Harry se ruborizó. Porque vale, estaba en una situación peligrosa, muy peligrosa; pero no por ello iba a dejar de admitir que su apresor era atractivo. MUY atractivo.

"... ¿¿Qué propósitos?? " En un instante, el rubio se le había acercado y le había cogido de la cintura, acercándose tanto que el moreno podía sentir su respiración en el rostro.

" Perversas intenciones " Susurró lamiéndose los labios.

El joven príncipe no sabía que hacer, no podía moverse. Pero una cosa sí tenía clara: No iba a permitir que se aprovecharan de él. No otra vez.

De un empujón se separó del rubio, quien solamente sonrió.

" Apártate de mí " Harry realmente estaba furioso.

" Oh bien, me gustan con carácter " declaró el otro encogiéndose de hombros. Fue a dar un paso hacia Harold, pero este le interrumpió.

" ¡¡He dicho que no acerques!! "

" ¿Y quién me lo va a impedir? ... ¿Tú? " Sonrisa despectiva. Realmente se estaba divirtiendo, viendo como el 'principito' intentaba salvar su honor... Hizo ademán de volver a acercarse.

Harry estaba desesperado al ver al rubio yendo de nuevo hacia él. Tenía un mal presentimiento. Un muy mal presentimiento.

Rápidamente observo a su alrededor, para ver si había algo que pudiera ayudarle... un destello llamó su atención. Allí, a escasos centímetros de él, se encontraba una elegante daga de plata sobre la mesita de noche. La cogió con un movimiento rápido y colocó la punta en su cuello.

" Si das un solo paso más me atravieso la garganta " amenazó con una mirada desafiante.

Dragón se paró en seco. Mierda, se le estaba yendo de las manos... pero no podía dejar que el moreno se diera cuenta de ello o perdería el control de la situación completamente.

Esbozó una sonrisa arrogante y le miro a los ojos. Dios... que ojos más bonitos tenía el principito... eran impresionantes... más verdes que las esmeraldas, y más intensos que el fuego... y brillaban con tanta determinación...

Sí.

Esos ojos debían ser suyos.

" Vamos querido, sabes perfectamente que es un farol... no te atreverás a hacerlo " exclamó suavemente, acercándose un poco más.

" Pruébame " El rubio, al ver la mirada de decisión en sus ojos se asustó. Realmente pensaba hacerlo.

Pero no podía permitirlo.

No. No le dejaría.

" Venga, príncipe. Baja la daga y hablemos civilizadamente. " Dragón dio un paso hacia atrás, para ver si así el ojiverde se sentía más seguro.

" Ni hablar "

" No te haré daño "

" No te creo "

" Te lo juro por mi honor "

Harold lo pensó seriamente. Durante su infancia habían leído muchos libros de ladrones, y si había algo en lo que todos coincidían era en que los grandes ladrones siempre cumplían su palabra. Era una norma del Código de los Ladrones.

Y ciertamente este era un gran ladrón, por mucho que le costase admitirlo.

Después de unos interminables minutos de reflexión, que al ladrón le parecieron horas, el príncipe bajó la daga.

" Está bien " Mirada altiva y orgullosa, digna de un futuro rey " Hablemos "

Mientras tanto, en Gryffindor, en el salón del trono...

" ¿¿¡¡Pero cómo puede haber desaparecido!!?? ¡¡¡La gente no se desvanece así como así!!! " El rey James le gritaba furiosamente al capitán de la guardia real " ¿¿¡¡Acaso no os ordené vigilarle en todo momento!!?? ¿¿¡¡Eh!!?? "

" Pe... pero majestad... y-yo... nosotros... " el soldado estaba arrodillado ante su monarca, sin levantar la vista del suelo.

" ¿¿¡¡Qué habéis estado haciendo tú y todos los demás en vez de vigilar a mi hijo!!?? " El soldado iba a decir algo, pero James le interrumpió " ¡¡CONTESTA!! "

"... Majestad, le juro que no le quitamos la vista de encima en ningún momento, pero... " tragó saliva. Tenía la boca seca " Allá a las dos de la tarde alguien me golpeó y me quedé inconsciente... " otro trago de saliva "... Cuando desperté, estaba en el suelo, junto a una docena de hombres más... "

" ¡INÚTILES! ¡¡SOIS TODOS UNOS INÚTILES!! ¡¡YA PODÉIS REZAR PARA QUE MI HIJO ESTE BIEN, PORQUE COMO TENGA EL MÁS MÍNIMO RASGUÑO AQUÍ VAN A CORRER CABEZAS!! "

De repente alguien llamó a la puerta.

" ¿¿QUÉ?? ¿¿QUIÉN ES AHORA?? "

La puerta se abrió lentamente, y Hermione entró en la sala, notablemente asustada.

Hizo una torpe reverencia y habló con voz queda.

" ... M-majestad... ha... hay algo que debería ver... " alzó una mano, en la que sujetaba un pergamino cerrado con el sello de un dragón negro con una serpiente enrollada en una de sus patas "... E... esto estaba en la habitación de... " tragó saliva "... su alteza el príncipe... "

Todos abrieron los ojos desmesuradamente por la sorpresa.

James avanzó hasta ella con grandes zancadas y le arrebató el pergamino. Se fijó en él y lo que vio lo asustó. Era lo que más había temido. El sello del Dragón Enmascarado.

Eso sólo quería decir una cosa.

Ya sabía por qué Harry había desparecido.

Rápidamente rompió el sello y desenrolló el pergamino, tenía miedo de lo que podría haber escrito.

La letra era de color verde y muy elegante, el mensaje indudablemente claro.

' Querido ' rey James Wilfred Potter de Gryffindor,

Mis más 'sinceros' respetos y saludos para usted, majestad. (El sarcasmo impregnando cada letra)

Espero que no le importe prestarme a su hijo, el príncipe Harold, por digamos unos... ¿cuantos años?

Jajajajaja Puedo imaginarme la cara de sorpresa que tendrá mientras lee esta carta... y también la furia de la que seguramente estará preso... pero no debe extrañarle tanto... ¿verdad mi rey? Usted ya se esperaba esto, de una manera... u otra.

Sabía que este día llegaría, y le da rabia no haber podido evitarlo...

Pero no se culpe por ello... Después de todo, soy el Dragón Enmascarado, el ladrón más grande y temido de los cinco reinos.

Nadie puede pararme... ni siquiera usted.

En fin, considere su deuda pagada... su hijo es el pago perfecto.

Firmado, El Dragón Enmascarado

El rey de Gryffindor se había quedado muy pálido.

" ¿James? " Llamó Lily tras unos instantes " ¿Qué ocurre querido? ¿Qué es esa carta? "

"... El Dragón Enmascarado... " Lily se llevó una mano a la boca, como no creyendo lo que había oído "... El Dragón Enmascarado se ha llevado a Harold... "

" ¿¿QUÉ?? " Lily corrió y le quitó el pergamino a su marido, para leerlo ávidamente. Sus ojos se agrandaban más a medida que avanzaba en su lectura. Finalmente, levantó la mirada hacia su marido.

" ¿Qué significa esto James? " Preguntó enérgicamente.

James rehuía su mirada " ¿El qué? "

" ¡Esto! " Exclamó alzando la mano, enseñando el pergamino. " ¿¡Qué quiere decir con eso de 'deuda'!? " " No lo sé " declaró fríamente, todavía sin mirarle.

" Mírame a los ojos. Mírame a los ojos y dime que no sabes de qué va todo esto. " Ordenó Lily desafiante. Su tono de voz le decía a James que esta era su última oportunidad. Ahora podría contarlo todo... pero ¿cómo reaccionarían los demás? Seguramente le repudiarían... y hasta podrían matarle...

No. No podía decírselo a nadie, y mucho menos a su amada esposa.

No quería pederla. Y si para ello tenía que mentirle, que así fuera.

Se puso su habitual máscara de hombre fuerte que lo controla todo y la miró directamente a los ojos.

" No sé nada, Lily. Te lo juro "

Y Lily no pudo hacer otra cosa que creerle, aunque todavía tenía un ligero sentimiento que le decía que ahí fallaba algo... y estaba dispuesta a averiguarlo.

Costara lo que costara.

Bajó la mano y se cubrió el rostro con ellas.

" Mi pequeño... " Comenzó a sollozar, mientras las lágrimas corrían sin pausa por sus mejillas. James se acercó y la abrazó, dejando que llorara en su hombro.

La familia real de Alderian los miraba conmocionados y les compadecían. Si en vez de Harold hubiera sido su Oliver... No sabrían que hacer.

Era este último precisamente el que estaba más furioso de todos. Cuando se enteró de que un hombre que no era él se había llevado a su Harold le arremetió una inmensa ola de celos.

¿¿Cómo se atrevía ese bastardo a poner sus despreciables manos sobre su posesión??

Porque sí, Harold era suyo, le pertenecía.

Y no descansaría hasta matar con sus propias manos a ese despreciable ladrón. Oh no... no se detendría ante nada ni ante nadie. Ese desgraciado pagaría por su atrevimiento. Y muy caro.

" Entonces, ¿dónde estamos? " Preguntó Harry.

" En mi guarida " Dragón se encogió de hombros, como restándole importancia.

Él y Harold seguían en la misma posición que antes. De pie, uno enfrente del otro, el moreno con la cama tras él.

" ¿Por qué estoy aquí? "

" Porque te he raptado " ¿el rubio se estaba divirtiendo o eran imaginaciones suyas?

" ¡No! ¿De verdad? " sarcasmo en forma pura.

" Si, de verdad " Dragón le seguía el juego, no tenía intención de revelarle sus planes... al menos no aún.

" ¡Por favor! ¡Estoy hablando en serio! ¡Exijo saber por qué estoy aquí! ¡Y exijo que me lleves de vuelta al palacio! "

Dragón alzó una ceja, dejando atrás su sonrisa arrogante " Exiges demasiado, mi príncipe; y me temo que lo que pides no es posible " otra vez esa sonrisa. Este hombre estaba desesperando a Harry.

" ¡No es una petición! ¡¡Es una orden!! " Ante esto, el ladrón se puso serio.

En un momento estaba a escasos centímetros del moreno, casi juntando sus frentes y mirándole cos sus fríos ojos grises. Harry se sorprendió de la tormenta que en ellos había.

" A mí nadie me da órdenes " declaró el rubio con un tono peligroso de voz, marcando cada palabra.

El joven heredero de Gryffindor intentó separarse, pero el rubio no se lo permitió. Le cogió de la cintura y le acercó todo lo que pudo. Entonces, en un movimiento rápido, capturo sus labios.

Harold no sabía qué hacer, se sentía impotente, era la segunda vez en ese día que le besaban por la fuerza y que no podía hacer nada.

Intentó liberarse con más fuerza cuando noto que una lengua invadía su boca. Pero el rubio era mucho más fuerte y no le soltó en ningún momento.

Después de unos minutos que a Harry se le hicieron interminables, Dragón abandonó su boca y se centró en el cuello; mordiendo, chupando y succionando en la zona del pulso.

Harry abrió la boca repetidas veces, pero nada salía de ella. El rubio le provocaba unas sensaciones que, aunque le doliera admitirlo, eran muy placenteras. Nunca había sentido algo así, y era... embriagador...

No quería que parara...

Abrió desmesuradamente los ojos. No podía creer que había pensado eso... Por un instante había estado dispuesto a... ¡¡No!! ¡No, no, no! ¡Tenía que separarse ahora mismo! ¡Ya!

"... nn... n-no... no... ¡no! " Protestó Harry, pero el rubio le ignoró y siguió besándole el cuello, centrándose en dejar una buena marca.

Era exquisito.

"... mmm... no... me... me habías prometido que... que no me harías daño... " dijo Harold débilmente.

El rubio sonrió y le lamió el lóbulo de la oreja, para después susurrar " Pero no te estoy haciendo daño... ¿verdad? " mordisquito en la oreja.

El moreno abrió la boca del placer, emitiendo un pequeño jadeo...

El Dragón Enmascarado sonrió y le empujó contra la cama, colocándose encima de él.

Había ganado la partida.

N/A: Ya sabéis, si queréis que continué... REVIEW!!!! nn