Holaaaaaaaa!!!! ¿¿Qué tal estáis?? Bueno, aquí tenéis el capítulo número doce, espero que os guste!! nn

Por cierto, a la que no se haya enterado todavía, actualmente estoy dibujando este fic en cómic manga (y a color nada menos...), junto a otros, y lo estoy subiendo en mi grupo de yahoo:

Por cierto, además de correo de yahoo también tengo en hotmail, lo digo por si alguien quiere añadirme a su messenger, yo estaré encantada nn Mi mail de msn es:

Muchas gracias por los reviews!! Me animan muchísimo!! Perdonan que no conteste a los reviews por separado, pero es que me cuesta mucho trabajo TT De todas formas, si queréis que conteste a los reviews uno por uno, decírmelo en un review, pero os advierto que entonces tardaré más en actualizar uu

Capítulo 12: Muerte en vida

Harry estaba sentado en una elegante silla, peinándose con un costoso cepillo de plata mientras se miraba en el espejo.

No hacía más que pensar en los acontecimientos de los últimos cuatro días.

Desde que habían llegado a Alderan no había podido dejar de observar el frenético ritmo que toda la ciudad portaba.

Sirvientas y esclavos llevando cosas de un lado para otro, jardineros arreglando aún más el jardín del palacio y alrededores, mercaderes trayendo todo tipo de especias e ingredientes, cocineros discutiendo sobre los manjares que servirían, joyeros entrando y saliendo, costureras obligándole a quedarse quieto durante horas para confeccionar el traje que llevaría en la boda...

La boda.

Todo el mundo tenía sus pensamientos concentrados en ella.

Parecía como si lo demás hubiera dejado de existir... ¡si hasta los niños de la ciudad jugaban a casarse! Era demasiado...

Él no quería esto.

Él quería...

Notó un leve destello en su mano izquierda, cuando la levantaba para colocarse bien el pelo.

Dejó el cepillo sobre la cómoda y se miró la otra mano.

El anillo de Dragón.

Sonrió tiernamente al verlo y lo acarició despacio, con mucho cuidado. Temía romperlo, y eso le aterrorizaba. Nunca perdía de vista el anillo, de hecho, no se lo quitaba ni para bañarse.

Porque si lo hacía...

Si se lo quitaba...

Corría el riesgo de perderlo y de que, la próxima vez que viera a Dragón, este pensara que no le amaba y se marchara...

Y eso le daba pánico.

Dragón... tenía tantas ganas de verle... Reconocía que al principio le había parecido odioso, pero... después de aquella noche... descubrió que ese supuesto odio se había convertido, sin siquiera él darse cuenta, en amor.

" Dragón... ¿Por qué tiene que ser todo tan complicado?... " suspiró " ¿Por qué ha tenido que pasar esto?... " Susurró, mientras besaba el anillo.

" Como desearía que lo que besara fueran tus labios... estar junto a ti... unidos por algo más que el destino, por algo más que el deber... unidos por el amor. Nunca debí haberme escapado... ¿Por qué no vienes? Sé que es muy pronto y arriesgado venir ahora a buscarme... pero ¿no lo hiciste ya una vez? ¿no puedes hacerlo de nuevo? " Susurró, recostándose en la silla. " Por favor... ven a buscarme... te lo suplico... " Una silenciosa lágrima se deslizó por su mejilla "... Te necesito mi amor... necesito que vengas para poder confesarte mis sentimientos... Te lo ruego... No quiero casarme... " Un sollozo se escapó de su garganta, dando paso a los siguientes sin a penas poder contenerlos.

No.

No lo haría.

No lloraría.

Debía ser fuerte, no era el primer príncipe al que le imponían un matrimonio por conveniencia, de hecho, era una práctica muy frecuente, y la mejor de las garantías, pues nada podía romper un matrimonio... excepto la propia muerte, claro.

Y a Harold le quedaba el consuelo de que, si su amado no venía a buscarle, siempre tenía 'esa' última salida...

Unos golpes en la puerta le sacaron de sus pensamientos.

Se secó las lágrimas y arregló la ropa, para seguidamente abrir la puerta.

Allí, de pie junto a su puerta estaba Oliver, acompañado por dos guardias a la retaguardia, cerrando la marcha, como escoltas que eran.

Este vestía sus mejores ropas. Portaba unos ajustados pantalones azul oscuro, con bordados de plata en la parte de abajo, una fina camisa blanca de seda, unas botas negras de piel de Dragón y una capa de terciopelo morado oscuro con un gran bordado de una pantera negra arañando un árbol, el escudo de la familia real de Alderan, echada sobre parte de su pecho. Todo ello condimentado, por supuesto, con la elegante corona sobre su cabeza, remarcando su estatus de príncipe.

" ¿Ya estás listo? " Preguntó, mirándole con lujuria, visiblemente maravillado ante la ropa que Harry lucía.

Este asintió, ruborizándose y cerrando la puerta tras él.

Al instante, Oliver le cogió de la cintura y le atrajo hacia sí, susurrándole en el oído. Aparentemente no le importaba que hubiese dos guardias mirando con diversión y un poco de envidia.

" No sabes las ganas que tengo de que llegue nuestra noche de bodas. " una mano descendió hasta el trasero de Harry y lo apretó, ganando un gritó de sorpresa por parte de este " Dos días. Dos días más y al fin serás mío... En todos los sentidos... "

Se separó rápidamente, al notar la atenta mirada de su escolta.

" ¿Y vosotros qué miráis? " Les recriminó con odio. Se había dado perfectamente cuenta de cómo estaban mirando al moreno mientras le seducía, y eso no le gustaba.

No le gustaba en absoluto.

Solo él tenía derecho a mirar a su Harry.

...Lo que le recordó... aquellas marcas en el cuello...

Una inmensa furia le envolvió, al ser consciente de que alguien se había atrevido a tocarle más de una vez... y bajo sus narices nada menos.

Y eso hacía que se enfureciera todavía más.

El saber que alguien se había burlado deliberadamente de él.

Pero oh... esto no quedaría así...

Descubriría quién había sido el bastardo que lo había hecho...

No le costaría mucho descubrirlo... ya tenía sus sospechas... solo tenía que confirmarlas.

Lo haría...

Por supuesto que lo haría.

Y se encargaría personalmente.

Con este último pensamiento en la cabeza, sonrió de macabro placer, imaginando las posibles torturas que aplicaría, y le tendió el brazo a Harry.

Este lo aceptó muy a desgana y partieron rumbo al Salón de Baile, donde esa noche se celebraba su compromiso, y al que asistirían todos los invitados a la ceremonia, que habían llegado horas antes.

Dragón estaba impaciente.

Hacía tres horas que habían llegado y aún no había visto a Harry.

Y eso que lo había buscado por todo el castillo... al parecer se había refugiado en su alcoba... Oh Dios... como había deseado ir a esta y poder estar junto a él...

¿Qué por qué no lo había hecho? Muy sencillo: No sabía dónde estaba, y preguntar habría sido muy sospechoso... más siendo él quien era.

Miró a su alrededor y suspiró.

El salón estaba lujosamente decorado, con los emblemas de Gryffindor y Alderan entrelazados, en representación de la unión que se celebraría en dos días... o eso pensaban.

Arrrgg!! La espera le estaba matando!! Necesitaba algo para calmar los nervios...

Se dirigió a una de las tantas mesas que habían dispuesto junto a las paredes y cogió una copa de hidromiel.

" ¿Te diviertes? "

El rubio se giró y vio a Tom Ryddle mirándole, con una copa de vino en la mano.

" La verdad, no. " Contestó sinceramente, llevándose la bebida a los labios.

" Ah, claro... todavía no ha llegado tu presa... " Sonrió, un aire de suficiencia impregnando cada palabra.

" Me temo que os confundís, 'mi señor', yo no tengo presa alguna. " Replicó, poniendo especial sarcasmo en las dos palabras de respeto.

Voldemort sonrió.

" Entonces no te importará que 'él ' acabe de entrar por la puerta... " Señaló sugerentemente, indicando la puerta principal de la estancia.

Se oyó el sonido de trompetas y una potente voz anunciado la llegada de la tan esperada pareja.

" Sus altezas reales, el príncipe Oliver Thomas Wood de Alderan y el príncipe Harold James Potter de Gryffindor "

A esta proclamación se unieron numerosos aplausos, mientras la nobleza hacía reverencias y la realeza inclinaba la cabeza, en señal de respeto.

Dragón se quedó en blanco.

Ahí estaba...

Ahí estaba la persona que le había atormentado desde aquella maravillosa noche...

Una urgencia de correr y abalanzarse sobre sus labios se adueñó de él. Pero logró controlarse a tiempo.

El plan.

Tenía que seguir el plan.

Si no, todos los riesgos que había desafiado no habrían servido para nada.

Pero es que...

Estaba tan hermoso...

Entonces, la profunda voz del rey de Alderan le despertó de su ensoñación.

" Bienvenidos a mi reino. Os agradezco que hayáis dejado vuestros asuntos para venir a la celebración en conmemoración de la próxima unión entre Gryffindor y Alderan, que se celebrará pasado mañana. " Carraspeo un poco y continuó " Es de mi conocimiento que muchos de ustedes han tenido que venir desde muy lejos, y en tiempos de crisis, nada menos. Por ello, les agradezco una vez más su presencia... " Miró a su alrededor y frunció el ceño al distinguir al gobernante de Slytherin " En honor a la próxima boda, y como reza la antigua tradición, les ruego que durante estos dos días que estarán aquí dejen a un lado sus diferencias y asuntos de estado y se unan a la celebración. "

" Como bien ya saben, el protocolo manda presentar a todos y cada uno de los invitados, así que... comencemos cuanto antes. "

El chambelán desenrolló un gran pergamino y se volvió a oír su potente voz.

" Sus Majestades, el rey Wulfric Bliën Brown y la reina Margueritt Túliann Brown

de Ravenclaw, acompañados por su alteza real, la princesa Lavender Clarënns Brown "

Los nombrados se adelantaron e inclinaron la cabeza, a la vez que intercambiaban respetuosas palabras con los dos jóvenes.

Así estuvieron un rato, presentando a los restantes monarcas de los otros reinos, hasta que les llegó el turno a los de Slytherin.

" Su Majestad el rey Tom Sorvolo Ryddle de Slytherin y su alteza real el príncipe Draconis Lucius Malfoy de Slytherin. "

Los mencionados se acercaron e hicieron un ademán de saludo con la cabeza.

Dragón no pudo contenerse y habló el primero.

" Encantado de conoceros al fin... altezas " Entonces Harry, que hasta ese momento apenas había mirado a los invitados, reconoció la voz y alzó rápidamente la vista hasta posarla en el rubio.

Se quedó en blanco.

Dragón...

¡¡Dragón!!

¡¡Dragón había ido a buscarle!!

Pero... ¿Dragón? ¿Príncipe de Slytherin?

¿Cómo...?

¿¿Cómo era posible??

" El placer es nuestro, ¿verdad Harold? " Aseguró Oliver, sacando al moreno de sus pensamientos.

" ¿Eh?... Si... si claro... El placer... " reconoció la mirada en los ojos del rubio y se sonrojó "... El placer es mío... nuestro... "

" Estoy seguro de ello... " Corroboró Draco, entendiendo el doble sentido de la frase.

" El placer es también mío, sus altezas. Mis felicitaciones por su próximo matrimonio " Exclamó Voldemort, recalcando las palabras 'su' y 'matrimonio', mirando de reojo al rubio.

" Muchas gracias. Ahora por favor, les ruego que disfruten de la fiesta. " Con esto, Oliver les despidió y continuaron las presentaciones, pero Harry no podía dejar de pensar en el joven de ojos plateados.

¡Había ido!

¡No lo podía creer!

¡Durante días había tenido el temor de no volver a verle jamás!

¡Y ahí estaba!

¡Había ido a buscarle!

Al fin, una vez terminadas las presentaciones, los músicos empezaron a tocar una hermosa y lenta melodía, por lo que Oliver llevó a Harold al centro del salón, abriendo el baile.

El castaño cogió al moreno por la cintura y comenzaron a bailar muy pegados, cosa que no pasó desapercibida en absoluto para un rubio platino que miraba la escena con ganas de estrangular al pervertido que se atrevía a acercarse tanto a su amado.

Cuando terminó la pieza y otra algo más rápida dio comienzo, muchos de los invitados se unieron a bailar.

Esta danza era distinta de la anterior, pues la de antes era para una sola pareja, y en esta se debía cambiar de acompañante cada cierto tiempo.

En el primer cambio de ritmo, Harry se fue por un lado y Oliver por otro, separándose y bailando con diferentes personas, hasta que volvió a cambiar el ritmo y volvieron a cambiar de parejas.

El chico con el que Harold bailaba ahora desprendía un aroma familiar... y una sensación de calidez muy reconfortante.

Alzó la mirada para averiguar de quién se trataba y se sorprendió al verse reflejado en unos precioso ojos plateados que le miraban con amor y deseo.

" Hola Harry " Sonrió Dragón, hablando sin alzar mucho la voz, para que nadie pudiera escucharles.

" Dr... Drag... " El aludido iba a decir su nombre, pero el rubio le colocó un dedo sobre sus labios, evitando que lo hiciera.

" Mientras estemos aquí llámame Draco, no quiero que descubran mi otro nombre " Harry asintió y le dejó libre la boca.

" ¿Tú otro nombre?... Drag... Dracó ¿quién eres en realidad? " Preguntó, mientras daba una vuelta y quedaba de espaldas al rubio (por el baile).

Este aprovechó para susurrarle la respuesta en la oreja " Soy Draconis Lucius Malfoy, el príncipe de Slytherin " Juntaron las palmas de sus manos derechas, dando vueltas lentamente, mirándose a los ojos.

" ¿¿Eres un príncipe?? ¿Por qué no me lo habías dicho antes? "

" ¿Habría cambiado algo acaso? "

"... Pues... si... "

" ¿El qué? "

"....." Dragón sonrió.

" Eso pensaba "

" Te he echado mucho en falta " Declaró Harry, armándose de valor.

" ¿De verdad? Yo también... no sabes cuanto... "

" Draco... yo... quiero decirte... una cosa... " El moreno se había sonrojado aún más, buscando las palabras adecuadas para declararle su amor.

" ¿Si? " Preguntó Draco, esperanzado, suponiendo lo que iba a decir.

" Draco... yo... yo te... " Pero entonces una voz le interrumpió.

" ¡Cambio de pareja! "

Una mujer fue hasta Draco y Harry tuvo que irse con su siguiente pareja de baile, sin haber podido terminar su declaración.

Siguieron bailando con otras personas, pero ni por un instante quitaron su vista de los ojos del otro, era como una prueba de coraje y control. Porque cada vez que alguien les cogía por la cintura o se arrimaba mucho, tenían que aparentar que no pasaba nada, y aguantarse las ganas de decirle cuatro cosas al causante.

Al fin la música terminó, pero cuando Harry hizo ademán de ir hacia Draco, alguien le cogió posesivamente de la cintura, sobresaltándose.

" ¿Ibas a algún sitio, mi príncipe? " Le susurró Oliver.

" ¿Eh?... No... yo... solo iba a... por una bebida... "

" Oh bien, ahora pediremos una, pero primero ven conmigo, quiero presentarte a unos amigos. "

Dicho esto le giró y le condujo al otro extremo del salón, donde se hallaban conversando un grupo de jóvenes.

Pero mientras era conducido hacia allí, Harold giró un poco la cabeza y vio por el rabillo del ojo a Dragón, quien le miraba con aire triste.

Al final, la fiesta terminó al cabo de cuatro horas, y como Oliver no se había despegado de él desde el baile inicial, no pudo volver a hablar con Dragón.

Si bien era cierto que este había intentado acercarse, cada vez que lo hacía, Oliver le apretaba más contra sí, dejando en claro quién era el prometido del moreno.

Ahora, ya estaba en su habitación, como suponía que todos los demás harían.

No sabía cuan equivocado estaba.

Ya se había puesto el pijama, y estaba a punto de acostarse cuando escuchó un ruido proveniente del balcón.

Cogió un jarrón y salió cautelosamente.

" Cuanto tiempo "

Harry dejó caer el jarrón, el cual se estrelló contra el suelo, rompiéndose en pedazos.

Allí, apoyado en la barandilla, estaba Dragón, con su usual aire de seguridad y arrogancia, remarcado por la inmensa sonrisa de su rostro.

Harold se llevó una mano a la boca por la sorpresa, mientras los ojos se le llenaban de lágrimas.

"... Dragón... "

No pudiendo contenerse más, corrió hacia el rubio y se lanzó hacia él, llorando sobre su cuello, mientras que este le rodeaba con sus brazos, abrazándole con fuerza.

"... ¡Dragón! ¡No sabes cuanto te he echado de menos! ¡Hace tan solo unos instantes me preguntaba si el haberte visto en la fiesta no habría sido más que un sueño!... ¡Pero es real! ¡Estás aquí! " Harold no podía dejar de sollozar y mojar el atuendo de su amado con sus lágrimas.

"... Harry... mi Harry... no sabes lo que he sufrido desde aquella noche... estos cinco días sin ti han sido un infierno absoluto... me preguntaba qué estarías haciendo... cómo estarías... si me añorabas... " Draco decía esto mientras le acariciaba el rostro, pero entonces, sus ojos detectaron las rojizas marcas en su cuello y no pudo contenerse.

Sus ojos se tornaron hielo, y su voz fría como la noche.

" ¿Quién te ha hecho eso? " El odio impregnando cada una de sus palabras.

Harry se estremeció.

Nunca había visto a Dragón tan enfadado...

De hecho... nunca le había visto enfadado...

Comprendió entonces que había muchas cosas de su rubio que desconocía, y que quería averiguar lentamente, mientras pasaba el resto de su vida con él...

Pero bien sabía que eso no sería posible...

" Yo... fue Oliver... " Respondió, colocándose bien la camisa del pijama, ocultando las mencionadas marcas.

" ¡¡Ese bastardo!! ¡¡Se ha atrevido a tocarte!! ¿¿Te ha hecho algo más?? " Al decir esto le cogió de los hombros y le zarandeó un poco, instándole a contestar.

Pero Harry se quedó callado.

Dragón abrió mucho los ojos.

"... No... no es posible... dime que no lo ha hecho... ¡dime que no se ha atrevido! " Ahora que si prácticamente estaba fuera de sí. " ¡¡¡Contesta!!! "

" No " Harry se mordió el labio " Todavía no ha llegado a... " se sonrojó "... ya sabes. Pero no creo que pueda contenerlo por mucho más tiempo... Hoy me lo ha dejado muy claro... que en dos días... él... él me... " un sollozó logró escapar de su garganta, acompañado por unas pocas lágrimas. Harry alzó la mirada, mirando a Draco a los ojos "... Dragón, no quiero casarme... no quiero casarme con Oliver y tener que... no... no quiero... " sacudió su cabeza, dando especial énfasis a sus palabras y se refugió en el pecho de su amado.

A Dragón se le rompía el corazón con solo verle así.

Tan triste...

Tan vulnerable...

Le pasó los brazos por la espalda y le apretó contra sí, dejando que llorara cuanto quisiera.

Harry se convulsionaba por el llanto cada vez más fuerte.

Fue entonces que Draco tomó su decisión.

" Vámonos Harry, ven conmigo, huyamos juntos de aquí y vayamos a algún sitio donde no nos encuentren nunca " Le rogó, apartándole un poco, lo justo para quedar a escasos centímetros, mirándole a los ojos.

"... Dragón... Me... me encantaría irme contigo... " Declaró quedamente, e iba a seguir, cuando el rubio le interrumpió.

" ¡Perfecto! ¡Pues vámonos ahora mismo! El establo no está lejos de aquí, podemos coger dos caballos y huir con la oscuridad de la noche, cuando se den cuenta ya estaremos muy lejos. " Draco estaba visiblemente excitado ante tal idea, y ya se estaba girando para bajar por la enredadera por la que había subido, cuando notó que Harold no se había movido de su sitio.

" ¿Qué ocurre, Harry? " Volvió junto a él y le miró al rostro, pero este lo giró hacia un lado, dirigiendo su mirada al suelo.

"... Me encantaría irme contigo... de verdad que me gustaría, pero... no puedo... "

" ¿¿Qué?? ¿¿Por qué?? " Draco no lo entendía.

Harry volvió a mirarle a los ojos.

" Escúchame bien Dragón, te amo. Desde que nos conocimos... siempre he sentido algo por ti... pero no fue sino hasta esa noche... hace cinco días, que me di cuenta de mis verdaderos sentimientos. " Sonrió tristemente " Lo que al principio pensé que era odio se fue transformando poco a poco en... amor... un amor tan asfixiante y desesperado que desde aquella noche no ha pasado un solo día en el que dejara de pensar en ti... en rogar a los dioses por volver a verte... por que vinieras a buscarme... te amo... y siempre lo haré... " llegados a este punto, una a una las lágrimas invadían su suave rostro, deslizándose por él, hasta perderse en el interior de su camisa. "... este con quien este... me case con quien me case... mi corazón y mi alma siempre te pertenecerán... hasta el día en que muera... nunca te olvidaré... " Un sollozo consiguió volver a escapar de su interior, pero con gran esfuerzo logró reprimir los demás que pugnaban por salir.

"... Harry... yo también te amo... lo que siento por ti es..." Draco iba a decirle todo, pensando que la otra vez el moreno había estado dormido y no le había oído, pero fue interrumpido por este.

" Lo sé "

" ¿Cómo? " El rubio se sorprendió.

" Aquella noche no estaba dormido del todo... "

Dragón sonrió.

Porque su chico sabía lo que sentía.

Porque él también le amaba.

Porque deseaba estar junto a él.

Pero...

Algo no marchaba bien.

Lo sabía.

Lo intuía.

Y las palabras de Harold no hacían más que confirmarlo.

" Si me amas, y sabes que yo también te amo, ¿por qué no vienes conmigo? "

" Dragón... piénsalo bien. Si tu y yo desapareciéramos todo el mundo sabría que nos hemos fugado juntos, y eso traería graves repercusiones a nuestros respectivos reinos "

" ¡¡No me importa!! ¡¡Ya se pueden ir todos a la mierda!! ¡¡Yo solo quiero estar contigo!! ¡¡Y sé que tú también!! ¡¡Por el amor de Dios Harold, me lo acabas de decir!! "

" Aunque ahora digas eso, sé perfectamente que no piensas así, que tu reino en realidad te importa mucho... Sino, aquella noche me habrías llevado contigo, pero no lo hiciste porque sabías que todas las sospechas caerían sobre tu pueblo. Y si ahora nos fuéramos juntos aquello que hiciste no habría servido de nada... habrías sufrido en vano... porque todos sabrían que has sido tú " sonrió tristemente, partiéndosele el corazón por lo que estaba haciendo, mientras le ponía una mano en la mejilla " ¿Lo entiendes verdad? ¿Entiendes por qué no puedo irme?... Sería una gran irresponsabilidad para con mi pueblo... y para contigo. No quiero que tú o tú reino sufráis por mi culpa... Yo solo quiero que seas feliz... "

Draco le pasó las manos por las mejillas, limpiándole las lágrimas, para después abrazarle con fuerza... mientras una silenciosa lágrima caía por su rostro.

" Su quieres que sea feliz, ven conmigo... "

Harry negó con la cabeza.

"... Te amo... y siempre te amaré... hasta el fin de mis días... " Sollozó Harry.

Pero Draco no lo podía aceptar.

No.

No podía.

Y no lo haría.

" ¿¿¿Y entonces qué quieres??? ¿¿¿Que me vaya y te deje??? ¿¿¿Que te deje cometer la estupidez más grande de tu vida??? ¿¿¿Que te olvide??? ¿¿¿Que pretenda que nunca te conocí y que nada de esto pasó??? " Draco había estallado de rabia, no sabía canalizar de otra forma el dolor del que era preso...

Harry notaba un punzante dolor en sus hombros, debido a las manos que el rubio apretaba allí.

"... Si... es lo mejor... para los dos... " Susurró Harold.

Draco se calmó un poco, al ver el intenso dolor en los ojos de su amor.

"... No... no lo acepto... no lo acepto... "

"... Debes hacerlo... si de verdad me amas... dejarás que me vaya... "

" Pero tú no quieres que lo haga... "

" No... no quiero... pero no hay otra salida... "

" Harry... no... no por favor... " A estas alturas los ojos del rubio ya estaban inundados de lágrimas, y no hacía nada por evitar que estas se deslizaran sin cesar por sus mejillas, mientras a Harold le pasaba lo mismo.

" Solo... olvídame... sigue con tu vida como si yo nunca hubiera aparecido en ella y... ya verás como... algún día... conocerás a alguien... y te volverás a enamorar... entonces comprenderás que hicimos lo correcto... " Entonces, un gran sollozo escapó de su boca y apenas pudo seguir hablando.

"... Harry... yo... no... jamás me enamoraré de otra persona... mi corazón... te pertenece... solamente a ti... te amo... y te amaré siempre... pase lo que pase... haga lo que haga... mi corazón siempre te pertenecerá... es por eso... que te lo pido una vez más... por favor... amor mío... no... no me hagas esto... no quiero perderte... te amo demasiado... por favor... te lo ruego... ven conmigo... "

Ante estas palabras, Harold estuvo a punto de ceder, pero entonces una visión de sus padres y su reino vino a él... y recordó que si se iba... su pueblo estaría perdido.

No... debía ser fuerte... los años pasarían lentos y dolorosos sin Draco... y lo sabía muy bien... pero era la única forma de asegurar el bienestar de su gente.

Reunió todo el valor que tenía y miró a su rubio a los ojos por última vez.

" Te amo mi Dragón... siempre lo he hecho... y siempre lo haré... hasta el fin de mis días... jamás te olvidaré... gracias... por haberme hecho descubrir qué se siente al amar y al ser amado... "

"... Harry... no... por favor... "

"... Toma... este collar... lo tengo desde antes que pueda recordar... te protegerá... y si lo llevas cerca del corazón... siempre estaré contigo... esté... dónde esté... " Se quitó la delicada cadena que portaba y se la entregó.

El colgante en cuestión se trataba de una delicada cadena de oro, con un brillante zafiro en el centro, imitando la forma de una gota de lluvia.

Harry sonrió, con las lágrimas cayéndole sin descanso por la cara, y las mejillas muy sonrojadas por la pena.

Sabía que sonreír ahora no quedaba muy a cuento, pero... quería que al menos el último recuerdo que Dragón tuviera de él fuera sonriendo... que fuera una bella imagen...

Una bella imagen...

...pero muy a su pesar...

...enmarcada por un cruel destino.

"... Te amo... y siempre te amaré... " Se puso de puntillas para llegar a sus labios y los juntó en un beso cálido y puro... pero que esta vez, a Draco le supo muy amargo... ya que sabía que era el último que recibiría de su amado...

Tras unos momentos que parecieron eternos Harry, reuniendo toda la fortaleza y determinación que le quedaba, se separó, sonrió y le acarició la mejilla.

Repentinamente se dio la vuelta y echó a andar hacia su habitación, haciendo oídos sordos a las súplicas de Draco...

...se adentró en su alcoba, cerrando la puerta y llorando desesperadamente apoyándose con la espalada en esta...

"... Adiós mi amor... " sollozó "... Adiós mi vida... " No pudo aguantar más y se derrumbó en la cama, llorando sin consuelo durante toda la noche.

Mientras tanto, unos interesados ojos lo habían estado viendo todo con agradable satisfacción.

Oliver vio complacido como el rubio acercaba el colgante que Harry le diera al pecho y después lo besaba para, seguidamente, ponérselo y descender del balcón.

Sonrió.

Que sorpresa... nada más llegar a su habitación, había salido al balcón a tomar un poco en aire... y se había encontrado con aquella 'interesante' reunión...

Muy bien...

Al parecer ya se había quitado un obstáculo del camino...

Y no había sido él... directamente, claro.

En esa sola noche había matado tres pájaros de un tiro:

Había descubierto con quién se veía Harry...

Se había deshecho de él...

Y había reunido una valiosa información...

Sin duda había sido una noche muy fructífera...

Entonces, se rió con ganas y entró de nuevo en su alcoba, pensando en los próximos pasos que daría...

Nota de autora: MUAJAJAJAJAJAJAJAJA SOY CRUEL!! MUAJAJAJAJA xD

(Goettia esquiva una mesa que una de las lectoras le tira).

¿¿Qué tal?? ¿¿Qué os ha parecido?? ¿¿Os ha gustado?? ¿¿Si?? ¿¿No?? ¿¿Me queréis matar?? (entonces coger número y poneros a la cola jaja xD).

No, ahora en serio... espero que os haya gustado, y no sé vosotras, pero yo... ¡¡he llorado al escribirlo!! TT

Y además si os dais cuenta de momento este es el capítulo más largo del fic eh!! xD

Bueno, ya sabéis, espero vuestros comentarios... cuantos más reciba antes continuaré!! Un besazo!!

Goettia (reservando un pasaje para esconderse en Hawaii)

REVIEW please!!