Capitulo 5 : enemigos hasta la muerte

Recorrió por un tiempo inexacto los jardines de aquella elegante casa. Se sentía un poco perdida entre la espesura de las ligustrinas y sin cuidado desembocó ante un rosedal. Era extremadamente hermoso y cuando quiso acercársele sintió el filo de las espinas rozar apenas su piel sin córtala. Suspiró. Quería una de esas flores pero le sería imposible conseguirla.

-Es una flor muy bonita, no?- preguntó una voz masculina atrás de ella.

Ella se sobresaltó pero luego apareció un hombre a su lado. Era muy guapo, tenía los ojos azul profundo y los cabellos azulados. Llevaba puesto un traje verde oscuro.

-Si

-Prefiero las flores simples- comentó ofreciéndole una margarita, que ella desconoció su origen- no eres de aquí, como te llamas?

-Riku Harada- respondió sonriente tomando la flor

-Satoshi Hiwatari, encantado- se presentó tomando su mano para besarla.

Alguien los veía a lo lejos, desde un gran ventanal. Su cabello dorado flotando a su alrededor y una expresión maliciosa en los ojos. Repentinamente un hombre de camisa blanca, algo abierta, con sudor corriendo por su frente y sonriente, se le acerca.

-Qué sucede afuera?

-Mira, se testigo tu mismo- respondió corriéndose un poco

-Riku...- dijo él con un hilo de voz, borrando la sonrisa de sus labios

-Ha estado muy divertida con él- agregó ella sonriendo- no entiendo por qué la escogiste a ella, teniendo tantas mujeres para elegir- cuestionó, jugando con el cuello de su camisa.

-Porque es pura, hermosa, frágil y no me ve como un trofeo...cuando estoy con ella, me siento verdaderamente amado- respondió orgulloso- si me permites voy a ir con ella

-Pero yo te quiero, te amo- dijo caprichosa tomando su brazo.

-Pero si tienes un prometido, nos divertimos mucho aquel verano, pero somos grandes- respondió zafándose de aquella garra

-Dame una oportunidad, por favor- rogó

-No se ven bien las mujeres que rugan a los hombres- respondió saliendo de allí

Aun en el rosedal, dos jóvenes seguían una conversación, ella de 17 años y él de 21 años.

-Oh, así que estudias las ciencias físicas, que interesante- dijo la joven abriendo mucho los ojos

-Si, estoy elaborando la teoría de que la tierra es un geoide, es decir, igual a todo pero parecida a nada.

-Es excelente

-Riku

Escucharon gritar a lo lejos y voltearon, para ver como Dark venía corriendo en dirección a ellos. Parecía perturbado y de malhumor. Los alcanzó y se tomó unos segundos para recuperarse. Luego colocó su mano estratégicamente en la cintura de su prometida y su acompañante dio un respingo de disgusto.

-Dark Mousy- dijo él presentándose alargando la mano

-Satoshi Hiwatari- respondió estrechándola.

-Lord Hiwatari, él es mi prometido- dijo feliz ella mirado a Dark mientras se sonrojaba

-Ah...- acotó- debo irme, me esperan en una partida de naipes- se excusó saliendo de allí

-Sabes, logré domar a Yuki

-Que bien- respondió ella abrazándolo en señal de felicitación

-Y eso?- señaló la flor que ella tenía en la mano- una margarita? Que flor más simple, lo que tú te mereces es esta- estiró la mano sin temor y sustrajo la rosa que ella tanto quería, sin siquiera pincharse

-Muchas gracias- dijo aspirando aquel agradable aroma- son mis favoritas... estas me dan alergia- agregó señalando la margarita mientras daba un pequeño estornudo ocultando su nariz con la mano.

Towa, la joven sirvienta de la casa, ya había llegado al centro del pueblo y entraba a un establecimiento de mala muerte en busca de alguien. Lo buscó con la mirada, mientras algunos hombres la miraban con interés. De repente lo vio y se acercó veloz.

-Krad...- dijo tratando de llamar la atención de un hombre de largos cabellos dorados y ojos de color miel helada.

-Pero si es la señorita Towa, como esta la sabandija de tu señor?- preguntó con malicia mientras depositaba su vaso de wishki en la barra.

-Pues justamente necesito que me hagas un favor con respecto a él- respondió sentándose junto a él

-Jamás- bramó enojado

-Por favor, además saldrás beneficiado-rogó la maliciosa

-Cómo?- volvió a preguntar mostrando nuevo interés en la conversación

-Verás, Dark tiene una prometida, la cual yo detesto y quiero hacer desaparecer

-Y yo que hago?

-Ahí intervienes tú, yo la mando al lago y tu la secuestras y haces de ella lo que quieras- finalizó expectante

-No veo beneficio en secuestrar a una de sus mujerzuelas

-Es una recién salida del convento, por ende virgen

-Bromeas?

-No- dibujó una gran sonrisa

-Me interesa- dijo mirando al horizonte frotándose la barbilla.

Nuevamente en la fiesta, la reciente pareja caminaba enmudecida por los parques. Nada parecía molestarla, sin embargo no hablaban. De pronto él se sienta apoyándose en árbol y ella a su lado. Como un camino natural, coloca su cabeza en el pecho desnudo de él, puesto que llevaba la camisa totalmente abierta. Con una caricia en sus cabellos cayó profundamente dormida y luego él hizo lo mismo.

En el salón principal, Hiwatari hablaba tranquilamente con el Sr. Harada, que hacía unos momentos había llegado a la fiesta. Siempre le había parecido que el Lord sería el candidato perfecto para la mayor de sus dos hijas, pero el Sr. Mousy era un gran amigo suyo y consideraron que era conveniente el compromiso entre sus hijos. Pero con el compromiso disuelto, podía darle una oportunidad a Satoshi.

-Dime, lord, te has encontrado con mi hija?

-Oh, si, he tenido el placer de hablar con ella, le confieso que es una mujer encantadora.

-Me alegro, pero dime el joven Dark Mousy esta rondando por aquí?

-El prometido de la joven Riku? Si

-Demonios, es que este joven no se ha dado cuenta que el compromiso se disolvió.

-Disuelto?- el joven sintió que el corazón le daba un vuelco.

-Exacto, no habréis pensado que mi joven hija se casaría con semejante salvaje

-No, por supuesto- mintió.

La conversación se prolongo por unas cuantas horas.

Notas de la autora: Perdón por el retraso U, estuve tapada de examenes finales �