SIN PASADO
Capítulo 2
Shun se abrochó el cinturón y se recostó en el asiento mientras el avión despegaba. Cerró los ojos. No le gustaba volar, pero con tantos viajes ya se había acostumbrado. Italia. ¿Encontraría allí su memoria perdida? No lo creía. Ya no tenía esperanzas de encontrarla en ninguna parte. Como hablaba griego supuso que había nacido allí, pero había estado en Grecia y nadie le conocía. Tampoco en Alemania, ni en Francia. Lo más cerca que había estado de averiguar algo había sido en España con ese chico rubio. Estaba seguro de que le conocía de algo pero ni siquiera había conseguido recordar su nombre.
Cuando el avión se estabilizó en el aire volvió a abrir los ojos y sacó de su bolsillo el papel que le había enseñado a Hyoga, pequeño, arrugado y manoseado de tantas veces que lo miraba. Esas pocas palabras escritas eran la única prueba de que tenía un pasado, y alguien a quien le importaba. Te quiero. No te olvidaré nunca. ¿Quién lo habría escrito? ¿Su madre, un amigo, su novia tal vez? ¿Y dónde estaba esa persona ahora? Si realmente le quería, como decía en la nota, ¿por qué le había dejado solo? Por suerte para su mente torturada, enseguida se quedó dormido y cuando se despertó ya habían llegado a Italia.
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En los siguientes días viajó por todo el país: Nápoles, Roma, Pescara... todas ciudades muy bonitas pero que no le recordaban nada. No había ningún sitio donde le parecía haber estado antes. Por último llegó a Florencia. Era su última escala ya que el dinero que había ahorrado se le había terminado, y tenía lo justo para pagar la pensión donde estaba alojado y el billete de vuelta a Londres.
La última noche la pasó deambulando por la ciudad. Ya había visto todo: la catedral, el parque de Miguel Ángel, la Piazza della Signoria... así que se internó por los barrios más pobres de la ciudad. Mala idea. En un callejón oscuro un hombre le salió al paso:
-¿Qué hora es? –le preguntó en italiano. Era un hombre de unos cuarenta años, vestido con ropa sucia. Debía ser un mendigo. Shun no sabía italiano pero le entendió porque señalaba su muñeca. Shun subió el brazo para mirar su reloj, pero entonces el hombre le agarró fuerte de la muñeca, intentando quitarle el reloj. Shun se resistió pero entonces el hombre llevó una mano al bolsillo de su pantalón y sacó una navaja con la que amenazó al chico. Éste retrocedió unos pasos.
-Déjeme en paz... –balbuceaba, pero entonces el hombre le dio una patada en el estómago que le hizo doblar las rodillas y caer al suelo. Se agachó y le apretó el filo de la navaja contra el cuello, impidiendo que se moviera, mientras llevaba la mano a los bolsillos de su abrigo, buscando sin duda dinero.
Entonces ocurrió algo sorprendente. Shun, asustado y rabioso, sin pensar en lo que hacía, puso sus manos en el pecho del hombre y empujó. El hombre salió despedido hacia atrás, chocó contra la otra pared del callejón y cayó al suelo, inconsciente, con un horrible sonido de huesos rotos.
Shun se levantó, temblando, y sorprendido por lo que había hecho. Se miró las manos y se dio cuenta de que un extraño resplandor salía de todo su cuerpo, una especie de energía rosada. ¿Qué diablos era eso? ¿Y de dónde había salido tanta fuerza para empujar a un hombre robusto hasta el otro extremo del callejón? Sin embargo la energía fue apagándose poco a poco, y Shun volvió a ser un muchacho asustado. El hombre no se movía.
-Dioses, ¿lo habré matado?
No sabía qué hacer. Se agachó junto a él y notó que respiraba, pero un hilo de sangre salía de su boca y corría por su mejilla hasta manchar el suelo. Shun se sentía horriblemente mal, él lo había herido, él, que no se creía capaz ni de matar a una mosca. Seguía allí agachado, indeciso, cuando oyó voces y vio que otros dos hombres se acercaban corriendo. Tenían toda la pinta de ser amigos del ladrón así que echó a correr.
Cuando miró hacia atrás vio que no le seguían. Seguramente estarían ayudando al hombre malherido...o robándole... a Shun ya no le importaba, sólo quería irse de allí, irse a casa... Al pensar en "irse a casa" se puso a llorar, sin dejar de correr. ¿A casa? ¡Pero si no tenía! Lo más parecido a una casa era la de los dos ancianos que le habían acogido por compasión, pero no tenía un hogar. Ni familia, ni amigos. Nada. Entonces pensó en el chico rubio que había conocido en España y sintió una extraña calidez.
"Ojalá estuviera aquí" pensó, pero enseguida se sintió como un idiota. Aunque a los dos les hubiese ocurrido lo mismo, seguían sin saber nada uno del otro.
Dejó de correr, ya más calmado, y regresó a la pensión. La imagen del hombre herido le impidió dormir hasta que ya prácticamente amanecía.
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Cuando se despertó era casi mediodía. Se duchó, hizo las maletas, pagó la cuenta y cogió un taxi hasta el aeropuerto. Era hora de volver a Londres. Allí tenía lo más parecido a un hogar que había encontrado ya que la pareja de ancianos que le habían encontrado se portaban muy bien con él, le habían adoptado como si fuese su nieto.
Una vez en el aeropuerto, tuvo que esperar un rato en la cola para comprar los billetes. Por fin llegó a la ventanilla.
-Buenos días –le saludó la empleada del aeropuerto, una chica morena de ojos verdes.
-Buenos días –contestó Shun- Un billete para...
En ese momento una imagen cruzó su mente y no pudo seguir hablando; le temblaron las piernas y tuvo que apoyarse en el mostrador.
-¿Se encuentra bien? –le preguntó la chica, asustada al ver la palidez de su rostro.
-Sí, sí –contestó Shun- Creo... creo que voy a sentarme un poco.
Caminó tambaleándose hasta los asientos más cercanos y se derrumbó en uno, ajeno a las miradas curiosas que le observaban.
-Hyoga... –murmuró, aún recuperándose de la impresión. Había tenido un recuerdo. ¡Por fin! Ya sabía el nombre de ese chico. Se llamaba Hyoga, y en la imagen que le había venido a la mente, él y Hyoga estaban jugando con una pelota. Eran pequeños, no tendrían más de diez años, y Shun le decía: "Hyoga, pásame la pelota". El rubio se reía y le decía: "Ven a por ella" y empezaba a correr. Shun corría detrás de él riéndose también. Eso era todo, pero era su primer recuerdo y además probaba que él y el chico rubio se conocían.
Volvió a la cola para comprar el billete y pidió uno que hacía escala en Madrid. Volarían a Madrid, tendría dos horas para contarle a Hyoga lo que había recordado, y luego tomaría el avión otra vez para Londres.
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Unas pocas horas después estaba en Barajas, el aeropuerto de Madrid. Cogió un taxi hasta Móstoles, que era la zona donde vivía Hyoga, pero una vez allí le llevó un rato encontrar la calle. Cuando por fin lo hizo corrió hasta el portal, ansioso de contarle lo que le había pasado, pero entonces se dio cuenta de que tenía otro problema: el piso era un 3º, pero no recordaba cuál. Y había nada menos que cuatro.
Cerró los ojos y picó al azar en el botón del 3ºB. Le contestó una voz de mujer.
-¿Hyoga? –preguntó Shun. La señora refunfuñó algo en español que Shun no pudo entender y colgó. Llamó a los demás pisos, en todos le contestaron voces desconocidas excepto en el 3º D, donde no contestó nadie. Volvió a llamar, pero nadie contestaba. Tenía que ser el piso de Hyoga. No se le había ocurrido la posibilidad de que no estuviese en casa.
Miró el reloj. Faltaba poco más una hora para que saliera su vuelo. Se sentó junto al portal, esperando por si el chico aparecía, pero no lo hizo. Esperó hasta el último momento, pero cuando sólo quedaba media hora para que saliese su avión tuvo que irse hasta la parada de taxis más cercana.
Subió a uno de los que estaban libres y le pidió que le llevara al aeropuerto. Tenía el teléfono de Hyoga así que podría llamarlo desde Londres para contarle lo que había recordado, pero estaba decepcionado. Por alguna razón tenía ganas de verle... después de todo era normal, ¿no? ¡era la única persona que recordaba!
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¡Hola
otra vez! Este capi lo tenía escrito hace un par de días, pero se me
olvidó subirlo hasta hoy, ¡lo siento! Gracias por leerlo y por los
reviews, me alegro de que os guste. ¡Hola, Arkaham! (me supongo
que eres la misma del foro...)
Para Laura: no, el fic no es después de la peli que dices, para mí esa peli no cuenta, porque no me gustó nada!!! Me decepcionó mucho... por eso para mi fics sólo existe lo que existe en el manga... osea hasta el final de la saga de Hades ;)
Gracias por los reviews!!
