Traducción realizada con la autorización expresa de la autora.
Nombre original: "Amulet of Time 2: Two Worlds, Two Wars"
Autor: Luna the Moonmonster


Disclaimer: Todo lo relacionado con Harry Potter pertenece a J K Rowling.

Capítulo Cuatro - Un Viaje al Callejón Diagon

A la mañana siguiente los cuatro amigos se encontraron en el Vestíbulo de Entrada antes del desayuno. Ginny parecía de mal humor, pero los otros tres parecían haber disfrutado sus noches. Cuando estaban a punto de entrar en el Vestíbulo, una aguda y entonada voz llegó flotando desde la escalera más cercana.

- "Mi querido niño, necesitas prestar atención a tus pasos. Una terrible caída traerá mucho dolor en tu futuro. Puedo verlo ahora..."

Ron se volvió a Harry con una mirada de horror en su cara.

- "Por favor, dime que no es verdad."

Harry sólo miro a su amigo tristemente.

- "Temo que así es. Está en mi Casa. Tuve que aguantar todo eso anoche. Fue horrible!"

Cuando él dijo esto, Sybil Trelawney bajó los escalones hacia el Vestíbulo de Entrada con un pequeño de tercer año siguiéndola. Deteniéndose para inspeccionar a los estudiantes que se dirigían a desayunar, apenas notó que el joven Hufflepuff se desviaba para evitarla, y de repente cayó por los escalones. El ruido atrajo su atención hacia el infortunado tercer año que yacía en el suelo asiendo su pierna. Una mueca malévola apareció en su cara.

- "Te lo advertí, Daniel. Debes tomarme más en serio, una verdadera Vidente es algo muy raro y eres afortunado de conocer a una."

El tercer año sólo rodó sus ojos y envió a uno de sus amigos por la Señora Pomfrey. Los cuatro amigos observaron como la futura maestra de Adivinación entraba al Vestíbulo a desayunar, con su cabeza erguida y una gran mirada de superioridad. Ron se volvió a Harry y le dirigió una mirada simpática.

- "Te tengo lástima, compañero. Vas a tener que escucharla todo el año."

Harry cabeceo al pelirrojo y se dirigió al Gran Vestíbulo por el desayuno.
A las nueve los cuatro viajeros del tiempo se encontraban de regreso en el Vestíbulo de Entrada, esperando a Dumbledore. Cada uno había recibido una nota en la mañana mediante el correo de las lechuzas, diciéndoles a qué hora irían. Unos minutos después de que ellos llegaran, Dumbledore salió del Gran Vestíbulo, con una sonrisa y su habitual centelleo en los ojos.

- "Todos estamos listos para ir?"

- "Sí, Profesor", contestó Hermione.

- "Bien, bien. Entonces debemos partir."

Cuando atravesó la puerta Harry corrió para alcanzarlo.

- "Profesor?"

- "Sí, Harry?"

- "Cómo llegaremos al Callejón Diagon?"

- "Caminaremos hasta Hogsmeade, en donde usaremos un traslador. Es la manera más rápida de llegar allí y regresar, ya que el tren tomaría demasiado tiempo y ustedes no pueden aparecerse.

Sin embargo, Harry no escuchó la última parte. Su mente se quedo inmóvil en la palabra 'traslador'. Entre más pensaba en eso, más empezaba a temblar, hasta que de repente se sentó en el suelo, sus piernas no eran capaces de sostenerlo más tiempo. Sus amigos corrieron rápidamente hacia él, y Ginny se sentó a su lado colocando sus brazos alrededor de sus hombros.

- "¿Que está mal, Harry? Qué te dijo el Profesor Dumbledore?", le susurró.

Harry simplemente continuó temblando hasta que un interesado Dumbledore se acerco al grupo.

- "Puedo preguntar cuál es el problema?"

- "Qué le dijo, Profesor?"

- "Solamente le dije que tomaríamos un traslador hacia el Callejón Diagon, Srta. Granger."

Los ojos de Hermione se ensancharon y fue a confortar a su amigo. Ron se acercó al desconcertado maestro.

- "Es el traslador, señor. Harry tuvo una experiencia muy mala con uno hace poco más de un año. Fue testigo de la muerte de un estudiante y se ha sentido culpable desde entonces. Siempre que tiene que viajar por traslador empieza a aterrarse. Creemos que piensa que va a pasar de nuevo."

- "Ah, ya veo. Si él prefiere, ustedes tres podrían tomar el traslador y yo puedo aparecerme con él. Puedo llevar una persona, pero no puedo llevarlos a los cuatro. Por eso es que tomaríamos el traslador."

- "Se lo diré, gracias Profesor."

Ron se dirigió hacia su mejor amigo y le dijo lo que el futuro director le había dicho. Harry, visiblemente relajado, se alegró al saber que no tendría que tomar el traslador. Haciendo memoria, recordó la reacción que había tenido después de la primera vez que habían usado el amuleto del tiempo. Cuando pensó en esto, recordó que esta vez el viaje con el amuleto no lo había molestado. Lo atribuyó a su susto por la revelación de Gallatea. Los otros estaban tan sorprendidos como él, y Hermione había empezado a cuestionarlo sobre eso la noche anterior, cuando se dirigían al Gran Vestíbulo para el Banquete de Bienvenida. Harry sólo había logrado detener sus preguntas prometiendo que hablaría con ellos sobre eso el domingo, cuando tuvieran tiempo para ir a la biblioteca e investigar.

Cuando sus pensamientos regresaron al presente, comprendió que de algún modo el grupo había llegado a los límites de Hogwarts, justo a la salida hacia Hogsmeade. El Profesor Dumbledore sacó una piedra pequeña y se la dio a los otros tres estudiantes, que rápidamente desaparecieron. Harry se estremeció un poco, antes de que Dumbledore agarrara su brazo y ellos desaparecieran con un débil pop.
El Callejón Diagon lucía casi igual al de su propio tiempo, pensó Harry cuando aparecíó en la bulliciosa calle. Brujas y magos de todas las edades corrían de un lado a otro, con paquetes bajo sus brazos y sus varitas en sus manos. Sin embargo, en una inspección más detallada, Harry notó que ese colorido no parecía tan brillante como debería ser. Las tiendas no tenían los ostentosos despliegues usuales, y las túnicas de las personas eran sombras tristes de castaño y gris. Todos los adultos corrían con una pequeña caja en su cadera, colgando de una correa que se aseguraba sobre su hombro. Mirando a Dumbledore, el maestro empezó a explicar.

- "Asumo que se están preguntando por qué todo parece un poco más... abatido que en su tiempo?"

Todo el grupo asintió, esperando a que continuara.

- "Correcto, lo que tienen que recordar es que estamos en medio de una guerra. Bien, técnicamente hay dos. Verán, en el pasado han habido guerras mágicas y guerras Muggles, sin que ninguna interfiera con las otras. Sin embargo, esta vez es diferente. Los Muggles están luchando contra el líder alemán Adolfo Hitler, y el mundo mágico lucha contra el reinado del Señor Oscuro Grindelwald. Lo que hace estas guerras diferentes de otras es que Grindelwald esta aliado con Hitler. Cree que la única manera de vencer es tomar los mundos mágico y Muggle al mismo tiempo. Está dándole ayuda mágica a Hitler para asegurar su victoria, dado que los aliados Muggles no tienen ninguna defensa contra ella. Lo mismo aplica para nosotros. Hitler está proporcionándole tecnología Muggle a Grindelwald para atacar el mundo mágico. La mayoría de los magos saben poco sobre los avances Muggles, por lo que no tenemos ninguna defensa adecuada. Las cajas que ven son el equivalente mágico de máscaras de gas. Se supone que debemos llevarlas dondequiera que vamos, exceptuando Hogwarts, donde estamos seguros."

Los cuatro estudiantes escucharon la explicación en silencio. Habían oído poco de este período de tiempo y nunca habían comprendido la magnitud de la guerra. Nunca se les había ocurrido que un Señor Oscuro se aliaría con un Muggle para obtener ayuda para tomar el mundo. Continuaron reflexionando sobre lo que Dumbledore había dicho en el camino a Gringotts.

Fueron interrumpidos de sus pensamientos por un gnomo que les pedía una llave. Harry había decidido de antemano que tomaría un poco de dinero de la cuenta que compartía con Ron, aunque los demás pensaban que ya tenía suficiente. Sus amigos estaban un poco curiosos desde que Harry les dijo que necesitaba más dinero, ya que se le había acabado. Ellos no podían ver en que lo había gastado todo, dado que tenía bastante en las vacaciones anteriores cuando fueron a Hogsmeade. Considerando lo que podían llegar a valer sus Galeones allí, nunca pensaron que podía gastarlo.

Después de un largo y retorcido paseo en los carros de transporte de Gringotts, los cuatro se sentían un poco enfermos. Se sintieron mejor tan pronto la puerta de la bóveda fue abierta. Ron casi se desmaya del susto. La bóveda contenía todas las ganancias obtenidas de la venta de los libros con las reglas del quidditch, la comisión pagada por los equipos nacionales e internacionales, y el valor de 950 años de interés. Caminando por la bóveda, el grupo pudo ver que estaba dividida en dos partes iguales, la mitad para Harry y la otra mitad para Ron. Fácilmente había suficiente oro como para que las riquezas combinadas de todos los aristócratas de sangre pura parecieran una miseria. Millones de millones de galeones de oro se alineaban desde el suelo hasta el techo de la bóveda, haciendo un gran cuarto dorado. Ron, dirigiéndose hacia el lado izquierdo del cuarto, se metió de repente en los montones de monedas y empezó a gritar de alegría. Harry, que aún no se había recuperado totalmente, miró el júbilo de su amigo. Había bastante oro en la bóveda para comprar Hogwarts más de 100 veces. Sonriendo, el muchacho-que-vivió fue hacia el lado derecho de la bóveda -su propia porción- y empezó a amontonar algún dinero en su bolsa. Después de aproximadamente una media hora, un gruñido de sorpresa pudo escucharse desde detrás de ellos. Dándose la vuelta, los cuatro adolescentes miraron divertidos como Dumbledore, que había venido a buscarlos, miraba atemorizado la montaña puesta ante él.

- "Es todo esto realmente suyo?", preguntó con temor.

- "Sí señor, lo es. Vera, Ron y yo somos algo así como los inventores del quidditch..."

- "Dios! Asombroso. Qué van a hacer con todo eso?"

- "Eh, yo se lo daré a mi familia en cuanto regrese a casa", dijo Ron, "se los daría ahora, pero Hermione me disertará sobre los peligros de cambiar el tiempo."

- "Por supuesto que lo haría! No puedes ir cambiando las cosas sólo porque no te gustan. Imagina si Harry quisiera salvar a sus..."

Se detuvo de repente, observando a Dumbledore, que estaba escuchando. Se dio cuenta que casi había dicho demasiado. Si Dumbledore averiguara lo que iba a pasar en 1981 podría cambiarlo, dejando sus futuros con un Señor Oscuro con todos sus poderes rondando. Sonriendo tímidamente, se dio la vuelta y atravesó de la puerta.

- "Creo que debemos ir de compras ahora", mencionó sobre su hombro, "No queremos regresar tarde a Hogwarts."
Una vez regresaron al Callejón Diagon, Dumbledore les dijo que tenían dos horas para hacer sus compras. Dándoles sus listas, les recomendó que tuvieran cuidado, y que observaran si había alguien que pareciera sospechoso. Cuando se volvió para salir, los miró a los ojos y les dio un simple mensaje de separación.

- "Recuerden algo importante. Las brujas y los magos ligeros no tienen ningún lugar en el Callejón Knockturn. Los encontraré a mediodía en el Caldero Chorreante. Diviértanse!"

En cuanto lo perdieron de vista, Hermione y Ginny tiraron a los muchachos hacia la librería Flourish y Blotts para que pudieran conseguir sus libros escolares. En cuanto entraron en la tienda, Harry y Hermione se dirigieron hacia los estantes, mientras Ron lo hizo hacia la sección de libros de quidditch. Ginny se sumergió en la sección de Adivinación, intentando averiguar un poco más de información sobre los verdaderos Videntes.

Después de un rato, el grupo dejó a rastras la tienda, luego de haber comprado todos sus libros escolares. Harry también había comprado varios gruesos libros de pociones, dado que había mostrado un súbito interés por el asunto cuando había empezado a escribir sus libros sobre las pociones antiguas y sus antídotos. Hermione tenía una edición de 1900 de la Historia de Hogwarts, y Ginny llevaba un nuevo libro de Adivinación.

Su siguiente parada fue la botica, en dónde adquirieron todos los ingredientes de las pociones de su lista. Harry incluso compró algunas cosas extras, pensando probar algunas pociones que había visto en la época de los fundadores. La tienda de túnicas de Madame Malkin también fue visitada, para conseguir las nuevas túnicas de la escuela y de diario, así como algunas túnicas casuales para usar los fines de semana y en las vacaciones. Habrían llevado las que ya tenían, pero en el caso de Ron y de Harry, les quedaban ahora unas pulgadas demasiado cortas. También eran de un estilo diferente al de la moda de los años cuarenta, y no querían atraer la atención.

Después de una rápida parada en Artículos de Calidad para el Quidditch y un helado parlante de Florean Fortescue, los cuatro estaban listos para salir. Mirando su reloj, Harry comprendió que aún tenían cerca de media hora. Poniéndose de pie, encogió todas sus compras con un movimiento de su mano y las puso en su bolsa. Se volvió entonces a sus amigos que lo observaban curiosos acerca del por que se estaba levantando.

- "Sólo quisiera echar una mirada rápida en una librería y una botica en el Callejón Knockturn. Necesitaré también entrar en la tienda de mascotas, ya que en Eyelops no venden nada para serpientes."

Hermione le dirigió una mirada indignada. Harry había esperado esto, y estaba listo para cuando ella explotara.

- "Harry! ¿Qué te he dicho sobre las Artes Oscuras? Vas a convertirte en otro Señor Oscuro si no tienes cuidado. Harry, sé que quieres usar las Artes Oscuras para algo bueno, pero estoy segura que van a terminar corrompiéndote más allá de todo reconocimiento! No veo porque las disfrutas tanto..."

- "Hermione, te lo he dicho antes, no me estoy corrompiendo. Cual es el problema de usar las Artes Oscuras? Como Slytherin dijo, todo es magia, y es la intención la que cuenta."

- "Pero Harry! Al inicio del verano tuviste que luchar con Slytherin para evitar que tomara la escuela. Él era malo, Harry, y aún así crees lo que dijo?"

- "Porque puedo ver la lógica en eso! He estado usando Magia Oscura durante un año, y todavía soy la misma persona. Simplemente piensa en esto Hermione. Usé Magia Oscura para detener a Horacio cuando te tenía bajo la maldición Cruciatus. Los fundadores no pudieron detenerlo, pero yo lo hice. Sabemos que el pársel es considerado Oscuro, pero si no hubiera podido hablar con las serpientes, nunca habríamos encontrado o habríamos abierto la Cámara de los Secretos en segundo año. Ni habríamos podido espiar a Slytherin el año pasado. Claro, sin olvidar cuando salvé a Justin Finch-Fletchley durante el club de duelo de segundo año, y a Gryffindor en el duelo del año pasado en Navidad. Necesito seguir? Oh sí, claro. En la batalla final con Slytherin, Gryffindor habría muerto si yo no hubiera usado Magia Oscura para debilitar a Slytherin. Ves a lo que me refiero, 'Mione? Porque si quieres puedo pensar en más ejemplos..."

Los tres amigos de Harry sólo se sentaron y lo observaron en un estado de shock absoluto. Él nunca le había hablado así a Hermione antes. Sin embargo, podían entenderlo. En todas esas ocasiones había usado magia considerada Oscura para salvar personas, y todavía era el mismo Harry que habían conocido durante cinco años. Nada había cambiado, simplemente perdió algunos de sus prejuicios. Asintiendo con la cabeza, los tres amigos miraron la ligera sonrisa que su amigo les dirigía. Hermione, sin embargo, todavía tenía una preocupación.

- "Harry, no puedes ir al Callejón Knockturn. Dumbledore nos dijo que no fuéramos."

Harry suspiró profundamente. Había estado esperando esto.

- "No, no lo hizo. Dijo que el Callejón Knockturn no era un lugar apropiado para magos ligeros. Yo ya no me considero un mago ligero, así que no tengo nada de que preocuparme."

Sus amigos parecieron ser tomados desprevenidamente por esa declaración. Harry decidió explicarse.

- "Por definición, una bruja o mago Ligero es alguien que toda la magia que usa en su vida cotidiana es ligera, acudiendo sólo a las Artes Oscuras en situaciones de vida o muerte. Una bruja o mago Oscuro es alguien que se encuentra cómodo usando ambos tipos de magia en situaciones cotidianas. Ser un mago Oscuro no lo hace a uno malo, aunque los magos malos son predominantemente Oscuros. Ven lo que quiero decir? Yo uso ambos tipos de magia libremente, así que según la definición soy un mago Oscuro. No tengo ningún problema con eso, y espero que ustedes tampoco. Ahora, voy al Callejón Knockturn mientras todavía tengo tiempo, y los encontraré a mediodía fuera del Caldero Chorreante."

Diciendo esto, Harry se acercó furtivamente a la salida, perdiéndose las miradas completamente sorprendidas de sus amigos.
El Callejón Knockturn bullía con criaturas sucias y magos Oscuros, cada uno andando deprisa, concentrados en su propio asunto. Harry pasó principalmente inadvertido a través de la muchedumbre hasta que llegó a la librería que había visitado para comprar su libro del amuleto. Entrando, se sorprendió al ver al mismo tendero sentado en un taburete en la esquina. No había cambiado mucho en 50 años. Harry se dirigió al fondo de la tienda a mirar las pilas y pilas de libros interesantes.

Quince minutos después, el joven de 16 años dejaba la tienda, con un montón de libros de Artes Oscuras encogidos en su bolsa. Después de una rápida parada en la botica, se encamino a la tienda dónde había comprado a Simbi y a Nirah. Viendo lo que estaba expuesto, compró una bolsa de obsequios para serpientes pequeñas, parecidos a los obsequios de lechuza con que alimentaba a Hedwig. Recordar su lechuza lo hizo sentir triste, dado que no sabía lo que le había sucedido. Esperaba que estuviera bien, y que alguien la hubiera liberado de su jaula cuando su carruaje hubiese sido encontrado vacío.

Luego, faltando cinco para las doce, regresó al Caldero Chorreante. Dumbledore y sus amigos ya lo estaban esperando, y en cuanto se les acercó, el maestro de Transformaciones les dio el traslador a Hermione, Ron y Ginny. Después, agarrando a Harry por el brazo, aparecieron de regreso en Hogwarts con un débil pop.
N/T: Bueno, despues de otro tiempo perdido... estoy de regreso con un capítulo más de la historia. De nuevo quiero agradecer a todos los que no me han olvidado y me han animado a continuar, apesar del poco tiempo libre que a veces queda. Espero subir el siguiente cap. pronto, gracias a que ya estoy trabajando en el.

Sacralo: Gracias por tu review, y por continuar leyendo esta interrumpida traducción.

Nelly Esp: A ti también gracias por tu mensaje... y no te preocupes por las preguntas... las que no sepa me las invento... mentiras... si no estoy seguro de algo prometo consultarlo con la autora.

superhyoga: Nuevamente gracias por tu mensaje... es bueno ver que no me olvidaron en tanto tiempo... eso es lo que me ha animado a no abandonar este proyecto.

kaguya-tsukino: Si, se que paso mucho tiempo... y con este también... pero espero poder publicar los nuevos caps más seguido.

Paula Moonlight: Bueno, siento decirte que ya no es trilogía... Puedo decirte con seguridad que seran nueve historias... y cada vez se pone mejor. Espero poder resistir para traducirlas todas...

LetticeEvansPotter: Oye... ultimamente me ha dado la impresión de que eres poco paciente... bueno, no puedo quejarme... yo no poseo esa cualidad... Por cierto, para la proxima me guardas algo de fire-whiskie... así dan mas animos para seguir... aunque tal vez no quede muy coherente la traducción... bueno, habra que probar a ver.

doc: Gracias por ser tan paciente, y me alegro bastante que te guste. Bueno, espero que hayas disfrutado el nuevo cap.

javi-fernandez: Nuevamente gracias por tu mensaje...

Sarhaliene: Nuevamente perdón por la tardanza... espero mejorar en eso... y gracias por tu review.

Elizabeth Potter: Aqui te dejo el nuevo cap. Gracias por tu review.

b-bneko: Gracias a ti por tu review... y claro, le hace a uno sentir bien el que haya gente que lea algo en lo que inviertes tiempo... Bueno, espero que hayas disfrutado el nuevo cap.