CAPITULO 10

LA HISTORIA

El bosque lucía hermoso y fascinante mientras pasábamos en el carruaje. Esos paisajes tan majestuosos, al la vez que mostraban un cierto aire de nostalgia y melancolía, como si añoraran tiempos pasados. Dando vuelta por uno de los recodos, pudimos ver de lejos que se acercaba un jinete con un acompañante. Cuando estábamos un poco mas cerca, nos dimos cuenta que se trataba del general, y nos detuvimos para saludarnos. Habían pasado poco más de diez meses desde la última vez que lo habíamos visto, pero por su apariencia, parecía como si hubieran pasado años. Cierto es que el general ya era un hombre de edad, pero parecía estar mas avejentado que como yo lo recordaba; incluso me pareció que tenía un aire mas bien siniestro. No era el tipo de cambio que se produce por el dolor de perder a un ser querido.

-General, es un placer verlo después de todo este tiempo.-

-Es lo mismo que yo puedo decir, mi entrañable amigo. Lastima que las circunstancias en que nos encontramos no sean agradables.-

-Es verdad. Le doy nuestros más sentidos pésames de parte de mi hija y de mi persona.-

-Aquello que pasó fue una desgracia en verdad. Mi pobre Chiharu… ¡Maldita la hora en que conocimos a esa bestia infernal! ¿Porque el cielo consintió que esa aberración se llevara a mi pequeño ángel? ¡¿Por qué?!-

Mi padre y yo nos dimos cuenta de que el general aun se encontraba alterado, por lo que mi padre se animó a invitarlo a que nos acompañara, esperando que el recorrido le permitiera distraerle un poco, o por lo menos, esperar que mostrara un mínimo de cordura.

Una vez que reiniciamos nuestro recorrido, mi padre intentó preguntarle que es lo que le había sucedido en todo este tiempo.

-Nada me daría mas gusto que poder decirle todo.- dijo el general. -pero se que usted no me creería.-

-¿Por qué no?- Respondió mi padre.

-Por que usted es el tipo de persona que no cree nada que no este de acuerdo con sus ideas. Recuerdo que antes yo era así de obstinado.-

-Póngame a prueba. No soy tan dogmático como usted creé. Además, se que usted siempre exige pruebas para lo que cree, y eso me lleva a pensar que lo que usted me diga a hora es verdad.-

-Tiene razón al pensar que no fue algo que yo creyera a la ligera, ya que lo que vi fue algo maravilloso… aterradoramente maravilloso… Me vi forzado a creer algo que desafiaba todos mis conocimientos; algo completamente sobrenatural.-

Si bien mi padre mostraba confianza hacia los comentarios del general, me pareció que también dudaba algo sobre su integridad mental.

-¿Acaso van al pueblo abandonado?- preguntó el general al reconocer el trayecto por el que pasábamos. Mi padre le contestó que si.

-Es una afortunada coincidencia. Pensaba pedirles que me acompañaran a ese lugar. Me gustaría mucho visitar el castillo de los Daidouji y conocer las ruinas de su capilla, con muchísimas tumbas de esa extinta familia.-

-Es cierto. ¿Acaso esta pensando en reclamar el título y los dominios?- dijo mi padre un poco en broma, pero al general no le hizo demasiada gracia, ya que ni siquiera se molestó en sonreír, aunque fuera por cortesía.

-Se trata de algo muy distinto.- respondió ásperamente. -Pretendo desenterrar a parte de esa alegre gente. Espero, Dios mediante, llevar a cabo un pequeño sacrilegio que librara a esta tierra de ciertos monstruos, y permitirá que la gente honrada duerma en paz sin ser atacada por esos asesinos.-

Mi padre volvió a mirarlo, pero ya no con una mirada de duda sobre sus palabras, sino mas bien de profunda comprensión y alarma.

-La casa de Daidouji.- Dijo mi padre. -tiene poco mas de cien años desde que se extinguió. Mi querida Nadeshiko descendía por su madre de esa familia, pero tanto el apellido como el título han dejado de existir. Y no solo el castillo se quedó abandonado; también el pueblo quedó completamente desierto con el paso de los años.-

-Es verdad. Lo mejor es que le cuente todo lo que me pasó desde el principio. Habrá cosas que lo sorprenderán; si tan solo lo hubiera sabido todo antes de perderla. ¿La recuerda? Mi Chiharu, tan candorosa, tan llena de vida… Era como mi hija.-

Lagrimas comenzaron a escurrir por los ojos del viejo militar, lagrimas que no intentó ocultar. -Mi amigo. Lo entiendo y lo acompaño en su dolor.- dijo mi padre mientras se daban un apretón de manos.

-No me quedan muchos años de vida, pero los que me queden, los dedicaré a rendir un servicio al cielo y destruir a los demonios que le arrebataron la vida a mi pequeña.-

Para ese momento habíamos llegado a la desviación que debíamos tomar para llegar a las ruinas. Faltaba poco más de media legua para llegar, así que el general comenzó a narrarnos su trágica historia.

"Mi querida niña estaba esperando con ansias el momento en que visitaría a su adorable hija, pero entre tanto, teníamos una invitación para asistir a una fiesta organizada por el Gran Duque. Esas fiestas solían ser principescas, y esa en particular no desmerecía en nada a lo que uno pudiera haber esperado. Ni siquiera en Paris se habría visto tanta majestuosidad y esplendor." "Después de un rato inició el baile. Era un baile de mascaras. Esa era una reunión sumamente aristocrática. De hecho, yo era el único don nadie ahí. Mi pequeña; mi hija… no tenía mascara. Se veía tan feliz retozando entre las parejas que bailaban, Era la imagen de la vida misma. Noté como una joven que llevaba mascara parecía observar a mi niña con mucho interés. Ya la había visto antes en el gran salón, y poco después en uno de los pasillos, caminando cerca de nosotros. Junto a ella había una dama de gran porte y un aire de severidad. Como esa joven había estado con su mascara puesta en todas esas ocasiones, no estaba seguro si realmente vigilaba a mi Chiharu; ahora estoy seguro que si."

"Después de un rato, mi pequeña y yo salimos a sentarnos en uno de los saloncitos. Al poco rato, las dos damas que mencioné antes llegaron también y se sentaron junto a nosotros; la más joven al lado de Chiharu, y su acompañante quedó a mi lado. Esa señora aprovechó el privilegio de su mascara para iniciar una conversación conmigo, aludiendo a lugares donde aparentemente nos habíamos encontrado anteriormente. No sospechaba que hubiera algo malo en su plática, porque cada vez que mencionaba una situación, parecía como si un recuerdo largamente dormido, apareciera nuevamente. Sentía unos enormes deseos de saber con quien hablaba, pero siempre encontraba la forma de detenerme. Mientras tanto la jovencita, que respondía al curioso nombre de Kotono, había logrado ganarse la confianza de mi niña. Platicaba con ella de una forma muy amena, haciendo algunas críticas burlescas sobre los asistentes al baile, y se reía con las ocurrencias de mi pequeña. Después de un rato de charla, esa jovencita se quitó su mascara, dejando al descubierto un rostro notablemente hermoso. Sus facciones eran tan encantadoras que era imposible no sentir algún tipo de atracción por ella. Eso fue lo que desafortunadamente le pasó a mi niña. Nunca había visto a alguien encapricharse tanto con otra persona, con excepción quizás, de esa misma joven."

"Aun así, no dejé de intentar averiguar la identidad de la dama que hablaba conmigo.

-Usted me ha desconcertado por completo. ¿Acaso no consentirá usted en ponerse en igualdad de condiciones quitándose su mascara?-

-¿No podría haber una petición menos razonable? No se le puede despojar a una dama de la única ventaja que posee. Además, nada le asegura que podría reconocerme después de todos estos años.-

-Correré el riesgo.-

-No creo que eso le ayude, además, usted no tiene mascara que quitarse. No tiene nada que ofrecer a cambio.- Ante cada una de mis frases, respondía con una evasiva. Ahora pienso que de no ser porque es imposible determinar lo que se dice en una conversación, cada frase de esa charla, incluyendo las mías, estaban perfectamente planeadas."

"-Se me hace curioso que…- estaba diciendo esa dama, cuando fue interrumpida por alguien que tenía el aspecto de un lacayo, pero debo decir que ese sujeto tenía el rostro mas mortalmente pálido que hubiera visto antes, incluso cuando estuve en activo.

-¿Me permitirá Madame unos momentos de su atención?- La dama se volvió hacia ese sujeto y se apartó diciendo me que me permitiera unos momentos. Mientras volvía, yo intentaba adivinar quien era y donde la había visto antes exactamente. Esperaba sorprenderla cuando regresara diciéndole su nombre, su título y sus posesiones. En ese momento regresó y se veía bastante apremiada."

"-Lamento mucho que esta reunión tenga que interrumpirse tan abruptamente, mi buen general, pero una desgracia ha surgido repentinamente. Dígame, ¿acaso ha recordado quien soy?-

-Temo que no.-

-Ya tendremos tiempo después. En alrededor de tres semanas pasaré a dar una vuelta en su schloss, pero ahora un asunto de vital importancia ha aparecido; un asunto en el que cualquier retraso, aunque fuera de un solo día, podría costarme mi fortuna. Solo la necesidad que tengo de partir me hace llegar a este extremo: mi hija se cayó de un caballo hace dos semanas en una cacería y no se ha recuperado aún, y el que ella hiciera este viaje conmigo es imposible. Por eso, debo suplicarle que permita que mi pequeña Kotono se quede durante este tiempo en su apreciable compañía.-"

"Era sin duda una petición muy extraña e, incluso, descabellada a la que no tuve mucho tiempo de replicar, ya que en ese momento mi bienamada Chiharu se me acercó y me susurró que de ser posible, invitara a su nueva amiga Kotono a visitarnos. Recibiendo ese ataque por dos frentes, sumado al hermoso rostro de esa chica, tan poderosamente atrayente, no tuve mas opción que aceptar hacerme cargo de la custodia de esa criatura."

"La señora y su hija se apartaron un momento de donde estábamos y le informó de lo que estaba sucediendo. En eso regresó el lacayo y le informó a la dama que todo estaba listo. Se despidió de su hija y de nosotros, no sin antes decirme que no intentara mientras tanto, averiguar quien era ella o que intentara preguntárselo a su hija. Ya habría tiempo después. La jovencita nos dijo

-En la habitación contigua hay una ventana. Me gustaría despedirme de mi madre, aunque sea desde ahí.-

Ya junto a la ventana, vimos el carruaje en que esa dama estaba partiendo. Era un carruaje magnífico, y denotaba que esa dama quizás era de mucha mejor posición de la que me hubiera imaginado antes."

"-Se ha ido.- Suspiró la niña en cuanto el carruaje se alejó. Justo en ese momento pensé en que quizás había cometido un grave error; cosa que se me hizo presente a la mañana siguiente. Como el Gran duque había querido bailar hasta el amanecer, fue imposible pensar que alguien se fuera a dormir antes que el. Nos preparábamos para eso cuando mi Chiharu me pregunto si Kotono estaba conmigo. Le respondí que yo pensaba que estaba con ella. De inmediato pensé en la enorme estupidez que había cometido al aceptar cuidar a una muchacha que ni siquiera conocía. Estuvimos buscándola por todas partes, hasta que a eso de las dos de la tarde, un sirviente llegó a decirnos que una joven dama nos estaba buscando y parecía muy preocupada. Nos explicó que en un momento le dio tanto sueño que se quedó dormida en la primera habitación que encontró, y que si no escucho ninguno de nuestros llamados, o de los sirvientes que nos ayudaban a buscarla, era porque como el baile duró toda la noche, se encontraba tan agotada que durmió muy profundamente. ¡Quisiera Dios que la hubiéramos perdido en ese momento!"

La historia que estaba contando el general hizo que el viaje al pueblo abandonado fuera menos tedioso. Mientras mi padre parecía estar meditando sobre lo que escuchaba, lo único que yo pensaba era que me hubiera gustado que Tomoyo y yo hubiéramos conocido a mademoiselle Mihara y a su acompañante.

Continuara…

Hola una vez más a todos ustedes. Primero, me disculpo por el tremendo retraso en subir esta historia, pero con los arreglos que hicieron en la página, quise esperar a que todo regresara a la normalidad. ¿Creerían que este capítulo es en realidad dos capítulos de la historia original? Ya se imaginaran que tan cortitos están, y como los siguientes capítulos también son súper cortos, tendré que hacer esta clase de "edición" para asegurarme de que no estén tan cortos. A este nuevo ritmo, creo que todo acabará en dos semanas; máximo, tres. Para ayudarme un poco en esa tarea me apoyé con un poco de música, específicamente, el "Missa Solemnis" del buen Beethoven, junto a la lectura de la saga del "Guante Infinito" de Marvel, todo un clásico del comic, y a eso se puede agregar un poco de esos pequeños placeres que solo el buen Baco nos sabe proporcionar. Volviendo a la historia en si, puedo imaginar lo que piensan de este episodio en particular. Se que este encuentro parece intrascendente, y que la historia que el general esta narrando no parece tener la menor importancia, pero creanme cuando les digo que la tendrá en su momento. Ahora respondamos sus reviews.

JuliaSakura: Se podría decir que este capítulo también es de trámite, solo que este da mas pistas, o al menos eso espero. Cuídate.

Celina Sosa: Así es. Por eso al padre de Sakura no se le hicieron tan irracionales los motivos del general para visitar el pueblo abandonado. Pronto veremos que descubren.

JKatty: Ámame u ódiame, pero no me olvides. Ja, ja. Pequeña broma. -. Después de un poco de humor de quinta, te diré que me gusta mucho saber de ti cada semana, o cada dos semanas, si es que en una semana no puedes escribirme. Como podrás ver, tenemos intriga para rato. No digas que no eres talentosa. Puede que pienses que esto no es lo tuyo, pero en verdad lo haces muy bien. Aun me emociono cuando releo tu historia. Ahora, respecto a videojuegos con buenas historias, te recomiendo ampliamente cualquier juego de la serie Final Fantasy, pero en particular, los que están entre el IV y el VIII. Son obras de arte, sin importar si los juegas o no. Cuídate mucho y te deseo suerte en este fin de año. Ya falta poco para las vacaciones.

ultimate spider: Este capítulo es solo de tránsito, pero nos comienza a abrir paso para el final. Espero que sigas aquí lo que queda de esta historia, que ya no es mucho.

MyBabyGirl: Me agrada mucho ver tu apoyo, pero veo también que eres una autentica fan del S&S, como dije antes, veré que se puede hacer. Solo diré un último detalle: No soy chica, sino chico. Sigue por aquí por mucho rato. Se feliz.

Nalene: Felicidades por haber localizado el libro. Espero que lo disfrutes muchísimo, y que si este pequeño cuento que escribí sirvió para algo, que sea para dar a conocer una obra que mas gente debería leer. Claro que me refiero a "Carmilla". Ahora estoy casi seguro de que este capítulo te gustará mucho también. See you.

Lyz: No te preocupes por no mandar tu review de un jalón. Se que esta es una de las etapas mas pesadas el año, pues parece como si todos los maestros dejaran el trabajo mas pesado para antes de las vacaciones navideñas, pero al fin llegan las vacaciones. Solo debemos resistir un poco más. Espero volver a charlar contigo en poco tiempo. Te veo luego. Chao.

Anethe: Pues ya vez. Corriste con mucha suerte. Creo que en este caso si te sirvió que el sistema no jalara. Así es, ya se vio que onda con Sakura, pero para variar, ella es la única que no sabe nada. Yo también estoy en época de exámenes, pero ya falta poco para vacaciones, y solo por eso, vale la pena el sacrificio. Claro que me puedes agregar al MSN. Me dará mucho gusto hablar contigo. Perdón si escribí mal tu nick. Te veré entonces.

Bueno, es todo por ahora. La historia del general aun no ha terminado, y cuando termine, todos se llevaran una gran sorpresa; bueno, tal vez no sea tan sorpresa, pero a veces lo sorprendente de algo no tiene que ver con si es algo que ya se sabía o se sospechaba, sino con las circunstancias en que eso sucede. Sin más que decir, los dejo por ahora, que tengo el deseo de dejarme llevar un poco por mis fantasías megalómanas. (Solo ver como Thanos ha obtenido tanto poder...) Cuídense mucho y sean muy felices. Hasta muy pronto.