Eran las ocho de la noche cuando Daisuke salió del hotel para ir a investigar.
Pese a lo que le había dicho el joven y guapo detective, él no podía dejar que esa oportunidad pase.
Desde aquella noche de lluvia incesante, Daisuke juró vengarse por lo que esa maldita criatura le había hecho a su ser más querido. Además, ahora también había matado a Risa Harada, y su hermana, Riku, no lograba reponerse de aquella pérdida tan importante. Daisuke sabía perfectamente lo que la joven sentía en ese momento.
Al cabo de media hora de vagar por la ciudad, Daisuke divisó a unos metros de la calle principal, una silueta muy conocida.
Pòr impulso, la empezó a seguir hasta un callejón. La silueta desapareció, el joven se detuvo.
Daisuke escuchó un ruido el lo oscuro del callejón.
-¿quien está ahí?- preguntó temeroso.
-Tu sabes quien soy- le respondió una voz susurrante.-Tu lo sabes mejor que nadie-
Daisuke miró hacia todos lados esperando encontrar el lugar de donde provenía la voz. De repente, alguien apareció letras de él.
-Tanto tiempo-
Daisuke se dió vuelta rápidamente.
-Dark...-dijo al verlo.
-Pensar que solo eras un niño cuando me alimenté de tu madre...-
-T...tu eres el causante de las muertes ocurridas en la ciudad en las últimas semanas ¿no es verdad?- su mirada se volvió dura al ver al asesino de su madre una vez más.
-Así es.-Dark dió unos pasos hacia el joven que permanecía petrificado- Pero ninguna sangre fue tan buena como la de tu madre-
-Callate...vos...no podés hablar de mi madre- dijo Daisuke con la poca voz que tenía.
Dark siguió acercándose-te acuerdas aquella noche...-
-Perfectamente-
-¿Te acuerdas de la promesa que te hice?. Prometí convertirte en un vampiro cuando crecieras.-Dark sujetó a Daisuke por el mentón- creo que ya es el momento-
Ni se te ocurra- dijo tratando de que su cuerpo reaccionara-No me convencerás nunca...-
Dark dirigió su mirada hacia los ojos de Daisuke. Éste, al ver lo que se proponía el vampiro, giró la cabeza hacia un costado mirando el suelo. Dark lo sujetó más fuerte obligándolo a que lo mirara.-Ya es hora de que te conviertas en una criatura como yo-
-No...-Daisuke no pudo continuar ante la presión que el joven con pelo violeta ejercía contra su mandíbula. Ahora el vampiro lo tenía bajo su dominio, no podía hacer nada para impedir aquel cruel destino.
El vampiro abrió su boca mostrando sus afilados y blancos colmillos. Con la mano que tenía libre, tomó a Daisuke por la espalda para que no pudiera escaparse y se lanzó contra su cuello...
-¡Daisuke!-
