"Verdades"

Ficlet de Hunter x Hunter.

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Respiras. Ves. Hueles. Tocas. Sientes...

Eso es lo que constituye la vida. La misma que le fue arrancada a su padre.

Anita sabía eso bien, y no podía imaginarse que alguien quisiera matar a su papá. Una persona tan dulce, siempre sonriente y tierno con ella. Por eso fue que le dolió tanto saber que uno de los de la familia Zaoldyeck lo había mandado al lugar de donde nunca se regresa.

Ella no los perdonaría. Nunca. E iba a encargarse de hacérselo saber. Por ello había decidido tomar el Examen para volverse Cazador. Como Cazadora de Listas Negras, iba a poder cazarlos uno por uno, y castigarlos por la muerte de papá. Ni siquiera la detendría el no haber pasado la segunda prueba; se metió a escondidas en el zeppelin que llevaba a los demás a la Torre de los Engaños, para así acercarse a uno de los postulantes que aún quedaba...

Era un niño. No tendría más de doce o trece años. Pero Anita sabía que era uno de ellos. No importaba su juventud o su posible inexperiencia, comparado con los demás; ella iba a eliminarlo, y seguiría con los demás. Incluso luego de haber sido descubierta y descalificada de por vida, Anita no iba a rendirse.

Tras escapar de los guardias que la mantenían encerrada hasta que llegaran a la Torre, ella se le enfrentó, justo luego de que hiriese a una persona. Él, en vez de enfrentarla directamente, desaparecía en las sombras. No poder ver a tu enemigo es lo peor que puede pasarte en una lucha, ya que los otros sentidos no son tan exactos en suplir la vista si no te has entrenado específicamente, y de a poco el temor y la incertidumbre te acaban.

Eso fue lo que pasó. De un momento a otro Anita se encontró vencida, con su cuchillo roto, y con Killua a punto de matarla. Tal como a su padre, tal como a muchos otros...

Pero no lo hizo. De pronto vio a Gon, que había desafiado al Presidente Netero, para darle a ella otra oportunidad. Ella no estaba convencida, pero entonces Killua la dejó inconsciente sin matarla, para no arruinar el esfuerzo de Gon.

Y ahora Anita sabía la verdad sobre su padre. No lo habían matado porque sí. Ella no sabía el secreto que ocultaba, que traficaba con drogas hechas de Roca de las Especies... Pero aún así era su padre. Alguien especial para ella, alguien a quien ella admiró y amó honestamente.

Con los ojos aún llorosos, Anita sigue adelante. El próximo año tomará el examen de nuevo, gracias a que el señor Netero aceptó el pedido de Gon. Quizá siga con su venganza, quizá no...

Pero ella sabe que, ahora, hay que seguir viviendo.