Capítulo 5.

Al día siguiente tendría lugar el partido entre Uruguay e Italia. La mayor parte de la Selección Japonesa acudió al partido para ver las técnicas de sus dos futuros rivales. Ryoma Hino habría de lesionar al portero italiano Fernández y al libero Gentile con su "Tornedo Shoot"; al final, la victoria se la llevarían los uruguayos por 3 goles a 2.

Al final del encuentro, Rika se acercó a Wakabayashi, un tanto preocupada.

¿Estás bien? Te noté muy distraído durante al partido.- le preguntó.

Sí, estoy bien, solo analizaba la potencia del disparo de Hino.- respondió Genzo.

Mmmmm, ¿estás seguro?

¿Por qué habría de mentirte?

No lo sé, es solo que siento que me ocultas algo.- Rika se alejó para buscar a Youko, un poco molesta.

"Vaya que las mujeres tienen radar", pensó Genzo. La verdad era que no podía sacarse de la cabeza que, en esos momentos, Lily y Misaki estaban juntos (sí, Misaki estaba lesionado y batallando con su terapia, pero estaba con ella, al fin y al cabo). Al menos, había convencido a Misaki de que él podría recogerlo todas las tardes, al finalizar la terapia. Esto le permitiría ver a Lily aunque fuese por un par de minutos; de esta manera, tendría la oportunidad de convencerse de que lo que sentía por ella no era otra cosa que simpatía.

Esa tarde, Misaki salió acompañado por Lily; él venía en una silla de ruedas y ella lo empujaba, y ambos se veían muy alegres. Se notaba que la pasaban muy bien estando juntos.

¡Hola, Wakabayashi!.- saludó Lily, muy sonriente.- Me da gusto verte.

¡Hola! ¿Qué tal el trabajo?.- inquirió Genzo.

Un poco pesado pero muy satisfactorio. Misaki está haciéndolo muy bien.- respondió ella.- Bueno Misaki, te veré pasado mañana.- continuó, dirigiéndose a Taro.

Sí. Es una lástima que no vaya a verte mañana, pero te mereces un día de descanso.- contestó Misaki.

¡Ja! ¡Claro! Como trabajo mucho... .- dijo Lily, con ironía.- Bueno, debo darme prisa si deseo alcanzar transporte antes de la hora pico.

¿Ya saliste de trabajar?.- preguntó Genzo, atrapando la ocasión al vuelo.- Porque puedo llevarte a la villa en donde te hospedas.

¡Oh! ¿En serio? No quiero ser una molestia.- respondió ella.

No digas tonterías, tú nunca serías una molestia.- dijo Genzo, galante.

Vamos Lily, acompáñanos, será muy agradable tenerte como compañera de viaje.- terció Misaki.

Está bien, te lo agradezco mucho, Wakabayashi.- aceptó Lily.- solo déjenme entregar la silla de ruedas y recoger mis cosas. No tardo.- y regresó a la clínica.

¿Cómo te fue en tu primer día, Misaki?.- preguntó Genzo, tratando de hacer que Taro desviara su atención de la chica que se alejaba.

¿Uh? Muy bien, gracias amigo. Fue un poco difícil, pero Lily me ayudó mucho. Es maravillosa.

Wakabayashi se quedó con las ganas de preguntar qué era lo que le parecía tan maravillosa a Misaki, si Lily o la terapia, pero no tardó en obtener una respuesta...

Creo que me gusta.- dijo Misaki, tras unos minutos de silencio. Eso era lo que Genzo se había estado temiendo...

En unos instantes Lily regresó y los tres se dirigieron al auto de Wakabayashi. Misaki se acomodó a sus anchas en el asiento trasero, para que pudiera descansar su pierna, y Lily ocupó el lugar del copiloto. Wakabayashi, con toda la intención del mundo, dejó primero a Misaki en el sitio en el que se hospedaba, para poder charlar unos minutos a solas con Lily sin interrupciones, cosa que deseaba hacer desde el día en que la conoció.

Muy bien, señorita Del Valle, dime qué edad tienes.- comenzó.

Je, sé que no los aparento pero tengo 17 años, cumpliré los 18 en julio.

¿Ah, sí? ¿Qué día?

El veintinueve.

¿En serio? ¿Sabes que Tsubasa cumple años el veintiocho?

Sí, qué coincidencia, ¿no?

Así es, el mundo es un pañuelo. Yo cumplí los 19 en diciembre.

Lo sé, el día siete.

¡Ah! ¡No me digas que también sabes eso sobre mí!

Uhhh, yo sé muchas cosas sobre ti, Genzo Wakabayashi, como por ejemplo, sé que tuviste un perro llamado John, sé que naciste en la prefectura de Shizuoka y que viviste casi toda tu infancia con tu entrenador Tatsuo Mikami porque tus padres están viviendo en Londres.

¿Cómo es que sabes tanto sobre mí?.- Genzo estaba perplejo.

Ya te lo dije antes, yo te admiro muchísimo.- respondió ella, con una mirada que demostraba cuán ciertas eran estas palabras.

¡Ja! Me la voy a empezar a creer...

Pues créetelo, es cierto.

Bueno, pues en todo caso, te nombraré mi fan No. 1.- dijo él, bromeando.

¿En serio? ¡¡¡Guau!!! ¡¡Muchas gracias!! Soy feliz como una lombriz.- dijo ella, muy contenta. A Wakabayashi le dio mucha risa su comentario.

Y bien, ¿cómo es que eres prima de Rika, siendo que ella es japonesa y tú mexicana?.- preguntó Genzo, usando la palabra "Rika" en vez de "mi novia".

Los caminos de la vida son intrincados.- respondió Lily.- Su madre es mexicana, y es mi tía segunda.

Ya veo, y por lo visto, fue ella quien te consiguió el empleo. Recuerdo ahora que me mencionó algo hace un par de semanas.

Sí. A ella le cuento todas mis penurias y sabía cuan indecisa estoy, por eso quiso ayudarme consiguiéndome este trabajo.

El auto entró a la villa, y ambos lamentaron tener que interrumpir su charla. En la puerta de la casa estaba Rika jugando con Yuki, su gato blanco.

¡Cómo detesto a ese gato!.- comentó Genzo.- Tanto como él me detesta a mí.

¡Ugh! Sí, yo también lo odio, no me gustan los gatos.- contestó Lily.

¡Lily-chan, qué bueno que llegas!.- saludó Rika a su prima.- ¡Hola, mi amor! No te vi en todo el día.- continuó, dirigiéndose a Wakabayashi, mientras le daba un leve beso en los labios. Lily desvió la mirada...

Estuve ocupado.- fue todo lo que respondió Genzo.

Sí, lo entiendo. Lamento haberme enojado contigo en la mañana...

Está bien, no te preocupes.

Rika le sonrió como respuesta y después desvió su mirada hacia Lily.

Lily-chan, me vas a matar, pero no voy a poder acompañarte mañana de compras. Youko me ha pedido que la ayude en unas labores y no me puedo negar, es mi trabajo como asistente de la selección. Sé que mañana es tu día libre, de verdad que lo siento mucho.

¡Ah! Está bien, no te preocupes, iré sola.- respondió Lily.

Mmmm, pero en esa zona siempre hay mucha gente oportunista y además no me gustaría que te perdieras, aun no conoces bien la ciudad.- dijo Rika, un poco preocupada.- ¡Ya sé! ¿Por qué no la acompañas tú, Gen-san? El entrenamiento es solo por las mañanas.- continuó, dirigiéndose a Wakabayashi.

¿Cómo?.- preguntaron Lily y Genzo al unísono.

¡Sí! ¿No les parece buena idea? De paso podrán conocerse mejor. Vamos, Gen-san, no seas malo, es más, pueden ir a ver el partido de Holanda vs. Argentina y ya después se van de compras, ¿qué les parece? No les tienen prohibido salir por las tardes a los miembros de la selección.

Wakabayashi volteó a ver a Lily para tratar de descubrir si a ella le agradaba la idea tanto como a él, y notó que sus ojos brillaban con emoción contenida.

Muy bien.- aceptó Wakabayashi.- Vendré por ti mañana después de que finalice el entrenamiento, ¿o prefieres que nos vemos cerca del estadio?

No digas burradas ¡Ven por ella! En el estadio se van a perder.- dijo Rika.

¿Te parece bien a las 12:30?

Me parece muy, pero que muy bien.- respondió Lily.

Bueno, pues entonces está arreglado.

Genzo se despidió de Rika con un beso fugaz en la boca y a Lily le ofreció la mano. Ella le agradeció, un poco sonrojada, que la hubiese llevado a la villa. Al alejarse, Wakabayashi se dio cuenta de que, fuera lo que fuese el extraño sentimiento que experimentaba por Lily, ella también lo sentía por él. Y también notó que no se trataba de simple simpatía.