Capítulo 7.

En la feria de comida, los muchachos ya habían ordenado sus alimentos pero Lily aun no se decidía.

¡Agh! ¡Es que hay tanta comida extranjera! Todo me suena extraño, no sé ni que es cada cosa.- se quejó.

Dime que te suena apetecible y yo te explico en qué consiste.- dijo Genzo.

Ése es el problema: no se me antoja nada.- respondió ella, sacando la lengua.- ¿Qué vas a ordenar tú?

Albóndigas de pulpo, me encantan.- contestó él.

¿Eh? ¿Qué es eso?

Son croquetas rellenas de pulpo, aderezadas con mostaza verde, y están deliciosas, deberías probarlas.

Uhm, no sé, ¿vieras que no se me antoja comer pulpo?

¿Por qué?.- intervino Taki.- En verdad son muy ricas, te las recomendamos.

Ella aun seguía dubitativa.

Mira, te daré a probar una en cuanto me den la orden, si te gustan puedes pedir una para ti.- le dijo Genzo, para animarla.

Mmmm, bueno, está bien, después de todo vine a Japón a probar cosas nuevas.

Wakabayashi fue hasta el puesto de las dichosas croquetas de pulpo y regresó con un humeante plato lleno hasta el borde de ellas.

Cuidado, están muy calientes.- dijo Genzo, ofreciéndole el plato para que tomara una albóndiga.- Deja que se enfríen un poco pero tampoco esperes demasiado porque frías ya no tienen el mismo sabor.

Lily tomó un palillo y agarró una croqueta, la examinó por todos los ángulos, sopló un poco sobre ella y al final se la comió de un bocado. Masticó por un rato antes de tragar.

¿Qué opinas?.- le preguntó Taki.

Bueno... están muy, pero muy calientes, creo que me quemé la lengua pero... ¡Están riquísimas! Pediré una orden para mí.

Toma ésta.- intervino Genzo.- Yo iré por otra para mí. Mientras vayan a buscar una mesa.

Yo iré a buscar las bebidas, ¿qué sabor desean?.- ofreció Kisugi.

Manzana, por favor.- respondieron Lily y Genzo al unísono.

Uh, pero no creo que haya refresco ligth de manzana.- comentó Kisugi, dirigiéndose a Lily.

Mucho mejor, ¡odio el refresco de dieta!.- contestó ella, riéndose.

Mientras tanto, Takasugi ya se había adelantado para apartar una mesa y hacia allá se dirigieron todos.

¡Mmm! De verdad que esto es delicioso.- comentó Lily, entre cada bocado de croqueta que daba.- Si toda la comida japonesa es así de deliciosa muero por probar otra cosa.

¿Aún no pruebas el sushi?.- le preguntó Kisugi.- No puedes irte de Japón sin probarlo.

No, todavía no lo he comido. No he tenido la oportunidad de ir a un auténtico restaurante japonés.

Entonces te llevaré a uno muy pronto.- terció Wakabayashi.- Podemos salir a cenar una de estas noches.

¡Eso me encantaría! Ya dijiste y te tomaré la palabra.- respondió Lily.

Kisugi e Izawa intercambiaron miradas entre sí, mientras que Taki y Takasugi se extrañaban con el comportamiento tan inusualmente extrovertido de su antiguo capitán.

Bien, Wakabayashi-san, ¿qué tienen planeado hacer?.- preguntó Taki, cuando acabaron de comer.

Voy a llevar a Lily a la calle Ginza a que haga algunas compras.- respondió Wakabayashi.

Uh, bueno, nosotros tenemos planeado ir a jugar un partido con los demás, si terminan temprano pueden alcanzarnos.

Claro.

Nos retiramos entonces.- dijo Izawa levantándose de la mesa.- Todavía tenemos que ir a recoger el balón.- Taki, Takasugi y Kisugi lo imitaron.

Fue un placer convivir con ustedes, espero que podamos vernos más seguido.- les dijo Lily, esbozando una de sus dulces sonrisas. Los cuatro muchachos se sintieron avergonzados.

Por... por supuesto.- respondió Kisugi, todo rojo.- Hasta pronto, señorita Lily, nos vemos Wakabayashi-san.

Hasta pronto.- respondieron éstos.

Los cuatro muchachos se alejaron en sentido opuesto.

Bien, vamos ahora a la calle Ginza, allí podrás encontrar de todo.- comentó Genzo.

Yo te sigo.- respondió Lily.

La calle más animada de la ciudad es la llamada Ginza, una espaciosa avenida con tiendas de lujo, grandes almacenes, teatros, cines y lugares de diversión de todo género. A Lily no le alcanzaba la vista para admirar todas las cosas lindas de los escaparates. Varias horas después, la joven traía mucho menos dinero en el bolsillo pero muchos más recuerdos agradables en el corazón.

Al pasar por una cristalería, Lily vio en el escaparate algo que llamó su atención: un pequeño ángel de cristal que brillaba bellamente con las luces de la avenida.

¿Te gusta?.- le preguntó Genzo.

Muchísimo, es hermoso, qué lástima que ya no traiga dinero.- respondió ella, acongojada.

Un muchacho que pasaba a toda prisa y sin ver por dónde iba golpeó a Lily en el hombro al pasar y ésta se hubiese caído si Wakabayashi no la hubiese sostenido.

¡Ay, perdón! Discúlpenme, es que llevo prisa.- se excusó el muchacho, que no era otro que Ishizaki.

Deberías andarte con más cuidado, Ishizaki.- respondió Genzo.

Ishizaki los miró azorado, se notaba que no estaba muy feliz de habérselos encontrado.

¿Por qué la prisa, Ishizaki? ¿A quién vas a molestar?.- continuó Genzo.

Por lo rápido que ibas más bien pareciera que te robaste algo.- bromeó Lily.

Creo que estás pasando demasiado tiempo con Wakabayashi, empiezas a ser igual de graciosita que él.- contestó Ishizaki, ceñudo.- Para que lo sepan, voy de prisa porque quiero alcanzar abierta la tienda de regalos para que me envuelvan uno.

¿A quien vas a hacerle un regalo? ¿Al entrenador para que te deje jugar?.- inquirió Wakabayashi.

¡Ya déjate de payasadas! No están ustedes para saberlo ni estoy yo para decirlo, pero es para Yukari.- contestó Ishizaki, muy avergonzado.- Voy a decirle lo que siento por ella con este presente.

¡Oh! ¿En serio? ¡Qué lindo! ¿Qué le vas a regalar?.- preguntó Lily, un poquitín emocionada.

Esto.- contestó Ryo, sacando un pequeño aparato electrónico.

¿Qué cosa es eso?

Es una grabadora ultramoderna, grabaré mi mensaje en ella y Yukari lo escuchará cuando la encienda.

Qué original... .- comentó Genzo con sarcasmo. Lily se veía decepcionada.

¡Cierra el pico! No es una grabadora común, ésta guarda mi mensaje y lo perfecciona, por no mencionar que mi voz se oirá más sexy y atrevida.

Genzo y Lily intercambiaron miradas y optaron por no decir nada.

Es más, se los voy a probar.- continuó Ishizaki, encendiendo el aparato.- Bien... probando... Ok, aquí va: Yukari, quisiera decirte lo que siento.

Yukari, quisiera besarte con mal aliento.- respondió el aparato. Lily se mordió los labios para no reírse.

¡No! Lo que siento, ¡decirte lo que siento!.- gritó Ishizaki.

Lo siento, es que tengo mal aliento.- respondió el aparato.

¡Porquería! ¡Esta cosa no sirve!.- Ishizaki estaba furioso.

Pues yo creo que funciona muy bien.- comentó Genzo. Lily no aguantó más y rompió a reír a carcajadas.

Claro, ríanse, esto me pasa por comprar esa baratija.- dijo Ryo, quien ahora estaba muy triste.- ¿Qué voy a hacer ahora?

¡Oh! Lo siento mucho, Ishizaki, pero no es tan grave.- dijo Lily, quien trataba de controlar su risa.- Todavía tienes tiempo de comprarle otra cosa. Es más, yo te acompaño, puedo darte algunos consejos.

¿En verdad?.- preguntó Ishizaki esperanzado.- ¡Sería grandioso contar con la ayuda de una chica!

¡Claro! ¿No hay problema, Wakabayashi?.- preguntó Lily.

Ninguno.- respondió él.- Vayan a la tienda de regalos y los alcanzaré en unos momentos, hay algo que debo hacer.

¡Ajá! ¿Vas a comprarle un regalo a tu novia también?.- interrogó Ishizaki.

Los veré después.- contestó Wakabayashi, ignorando la pregunta de Ishizaki.

En una joyería, Ishizaki compró una linda pulsera de plata, por consejo de Lily. Al salir, Wakabayashi ya estaba esperándolos (¿cómo supo en dónde estaban?).

¿Terminaron? Porque ya casi es hora de regresar.- dijo Genzo.

Sí, claro.- contestó Ishizaki.- Lily, muchas gracias por tu ayuda, no sé que hubiera hecho sin ella. Yo... eh... lamento haberte molestado tanto con Misaki.- continuó muy apenado.

No te preocupes, está bien.- contestó ella.- Pero espero que seamos amigos.

¡Claro! Siempre y cuando no te conviertas en la versión femenina de Wakabayashi.

¡Qué gracioso!.- terció Genzo.

Lily soltó una alegre carcajada y después le ofreció a Ishizaki una de sus tan características dulces sonrisas.

Eres muy tierno Ishizaki, ojalá y Yukari se de cuenta de eso. Hasta pronto.

Ishizaki se puso colorado hasta las orejas y no supo como reaccionar.

Gra... gracias. Nos... nos vemos.- dijo, marchando alegremente en dirección de la parada de autobuses.

Si de por sí se comporta como idiota con ese comentario lo idiotizaste más.- comentó Genzo.

¡Qué malo eres con él!.- dijo ella, riendo de nuevo.

Veinte minutos más tarde, Genzo y Lily llegaban a la villa. Wakabayashi apagó el auto y se quedó pensativo por unos momentos.

¿Qué ocurre?.- le preguntó Lily.

Nada. Solo quiero darte esto.- contestó él, sacando un paquetito envuelto en papel azul del bolsillo de su chaqueta y ofreciéndoselo.

¿Qué es?.- inquirió ella, tomando el paquete.

Ábrelo y verás.

Lily desenvolvió el regalo, era un estuche de terciopelo azul; ella dudó un poco antes de abrirlo, y cuando lo hizo, el contenido la dejó momentáneamente sin palabras. Era el pequeño ángel de cristal que ella había visto en el escaparate, colgado de una finísima cadena de oro.

No debiste... .- murmuró ella, muy emocionada.

Claro que sí, te encantó, ¿no es cierto? Es un pequeño obsequio para que no olvides Japón.- respondió él, tomando el dije del estuche y colgándolo alrededor del cuello de ella.

Lily le sonrió y después se acercó y lo besó tiernamente en la mejilla; al separarse, sus miradas se cruzaron y entonces él detuvo el rostro de ella con su mano, pero no se animó a hacer lo que en ese momento deseaba hacer. Entonces, escucharon un ruido proveniente del cofre del auto y ambos se separaron, muy sobresaltados. Allí, sobre el cofre estaba Yuki, que los miraba con sus acusadores ojos de gato a través del parabrisas.

¡Mugroso gato! ¡Me asustó!.- se quejó Lily.

Me había olvidado de él... .- murmuró Genzo.- Bueno, será mejor que me vaya, es tarde.

Sí.- contestó ella.- Gracias por el ángel y por el día maravilloso. ¡Hasta pronto!

Lily se bajó con rapidez del coche y corrió hasta la casa. Genzo la observó unos instantes y después puso en marcha el automóvil.

Lily entró en la casa, cerró la puerta tras de sí y se apoyó contra ella, tocando con sus dedos el angelito de cristal, preguntándose cuánto tiempo más tendría que fingir que no estaba enamorándose del novio de su prima.

NOTAS:

Ya expliqué que la calle Ginza es la principal de Tokio, solo quiero aclarar que la enciclopedia de la cual saqué esta información es muy vieja y desconozco si las cosas cambiaron, para que no me vayan a tirar de tomatazos si estoy en un error U