Capítulo 10.

Genzo llevó a Lily a un típico restaurante de sushi, que como muchos de éstos en Japón, tenía karaoke.

¡Guau! ¡Esto es tan típico! Tal y como se ve en la televisión.- comentó Lily cuando entraron.- ¡Hasta con karaoke incluido! Quién lo diría.

Wakabayashi se limitó a reír por lo bajo.

¡Ah! Me comporto como turista. Lo siento, habrás notado que es la primera vez que salgo de mi país.- dijo Lily a modo de disculpa.

Está bien, disfrútalo.- respondió él.

Cielos, no debía haber traído falda... .- murmuró ella cuando se acomodaron en una de las clásicas mesitas bajas.- No sé en que estaba pensando...

Lily dejó que Genzo ordenara por ella, pues ni la más acérrima feminista podría ordenar sushi si nunca antes lo ha comido en su vida. Wakabayashi pidió también una botella de sake.

Soy menor de edad, no puedo beber alcohol.- le dijo Lily, haciendo un gesto de reproche (y creo que Wakabayashi también lo es en esta parte de la historia, pero bueno P).

Esto no es alcohol, es sake.- contestó él, fingiendo demencia. Ella lo miró con cara de: Hello con tu hello...

Si Rika se entera nos matará a ambos.

No le vamos a decir.

Qué, ¿acaso ya vamos a empezar a hacer cosas a sus espaldas?.- protestó ella. "Primero el sake, ¿qué vendrá después?", pensó para sus adentros.

Vamos, no puedes comer sushi sin sake. Es como comer ravioles sin vino.- respondió él, poniendo esa cara de niño inocente que de vez en cuando muestra.

Oh, está bien. Pero solo un vaso o a lo mucho dos, estamos violando la ley (o por lo menos la ley mexicana sí P).

La verdad era que Wakabayashi estaba sorprendido de sí mismo, normalmente a él no le gustaba romper las reglas, pero por alguna razón, siempre que estaba con Lily le entraban ganas de hacer cosas prohibidas, como si el realizar esos deseos lo alejaran de la idea de llevar a cabo otro, mucho más prohibido.

Cuando les llevaron la botella de sake, Genzo le enseñó a Lily como servir la bebida.

Nunca sirvas tu propio vaso, es de mala suerte.- dijo él, mientras llenaba el vaso de ella.- Ahora, sirve tú el mío.- Ella obedeció y ambos levantaron sus vasos.

¡Kampai!.- dijo Lily.

¡Ja! Pensé que dirías "salud", no creí que conocieras esa palabra.- comentó Genzo, sorprendido.

Es que sé un poco de japonés. Rika me ha enseñado y a cambio yo le he enseñado un poco de español.

Les llevaron los alimentos y Lily se consternó al darse cuenta de que tendría que comer con palillos. Genzo notó su preocupación y trató de enseñarle a usarlos, aunque por mucho que ambos lo intentaron, ella dejó caer siempre la comida al plato. Al final, Wakabayashi decidió pedirle al mesero dos juegos de cubiertos.

¿Por qué pediste dos juegos? Solo necesito uno.- le preguntó Lily.

El otro es para mí.- respondió él.

¿Para qué necesitas cubiertos? ¡Eres japonés!

Sí, pero quiero que veas lo bien que manejo el tenedor.- dijo él. Ella soltó una carcajada.

¿Siempre eres así de simpático?

No. Hoy estás de suerte.

¡Mira que afortunada soy!.- y lo decía en serio. Algo le hacía sentir que ella estaba conociendo una faceta del SGGK que nadie más conocía.

En la pista del karaoke había un sujeto que cantaba de una manera muy poco entonada. La mayoría de los presentes lo miraban con deseos de ponerle un tapón en la boca.

Vaya, supongo que aquí se liberan todos los sueños frustrados de los que desean ser cantantes.- comentó Lily.- Creo que hasta yo cantaría mejor y eso que no hablo bien el japonés.

Me gustaría comprobarlo.- dijo él, mirándola seriamente.

¿Cómo?

Sube a cantar. Veamos qué tal lo haces.

¿Estás loco? ¡No hablaba en serio!

Pero yo sí. Dijiste que viniste a Japón a encontrar tu destino. Bueno, debes intentar esta opción también, me comentaste que tu otra alternativa era ser cantante, ¿no es así?

Ella lo miró fijamente para tratar de descubrir si bromeaba, pero pronto recordó que Genzo Wakabayashi nunca hacía bromas cuando se trataba de imponer retos.

Bien. Hagámoslo más interesante. Apostemos.- dijo Genzo.

¿Eh?

Sí. Veamos qué tan bien cantas en japonés. Escoge la canción que desees. Si sacas menos de 95 puntos deberás cantar otra canción, la que yo escoja.

¿Y si saco más de 95 puntos?

Yo subiré a cantar.

¿En serio? Vaya, entonces acepto. Rika y Taro me han dicho que tienes una muy buena voz y quisiera comprobarlo.

Lily subió con paso decidido al escenario, siendo Otoko daroo la canción elegida.

Al principio, su timidez natural la hicieron cantar algo bajo, pero al ver que el público comenzaba a responder, comenzó a tomar más confianza y a cantar con más fuerza. Hacia la mitad de la canción, todos los comensales entonaban el coro junto con ella. Wakabayashi notó que la muchacha tenía una voz muy bella y se dio cuenta también que, tanto si elegía ser cantante como si elegía ser médico, a ella le iría muy bien en el camino que escogiese, pues a pesar de lo tímida que era se notaba que tenía una férrea voluntad.

Al finalizar la canción, todos estaban pendientes del aparato que calificaba el desempeño de los cantantes. El resultado: 96 puntos. Lily bajó muy emocionada del escenario.

¡Lo logré! ¡Gané la apuesta! Tendrás que subir a cantar.- le dijo a Genzo.

Por supuesto, pero canta conmigo.- respondió él, tomándola del brazo.

¿Qué? ¡Ése no era el trato!.- protestó ella.

Vamos, lo hiciste bien, lo harás bien de nuevo.- dijo él, mientras escogía I´ll fly with you para cantarla a dueto.

La melodía comenzó y Lily refunfuñó para sus adentros, pues ella tendría que cantar la primera parte de la melodía. Sin embargo, cuando llegó el turno de Genzo, se quedó completamente pasmada.

Every day and every night I always dream that you are by my side, ¡oh, baby!

Genzo tenía muy, pero muy buena voz. Y al verlo allí, tan alto y apuesto, Lily sintió deseos de comérselo a besos.

Every day and every night, well I said everything's gonna be alright

And I'll fly with you...

Al final, el aparato los calificó con 98 puntos y el público los premió con un estruendoso aplauso.

Vaya, mejor deja de jugar fútbol y yo me olvido de la medicina y nos hacemos cantantes.- comentó ella, todavía muy sorprendida. Él solo sonrió.

Lily desvió la mirada y trató de desviar también su atención, tratando de imaginar qué estarían haciendo Taro y Rika en esos momentos.

Notas y aclaraciones:

Ending de CTJ, interpretado por Yamazaki Ayako.

Canción de Gigi D´Agostino.

Bueno, pues tengo entendido que en Japón, al momento de brindar, las personas dicen: ¡Kampai!; aquí en México, dicen: ¡Salud!. Sobre la mayoría de edad, en México el límite es de 18 años y Lily tiene 17; tengo entendido que en Japón es de 20 años y Genzo tendría 19 en esta parte de la historia, pero bueno, no sé mucho sobre leyes en Japón, así que lo dejo en entredicho. Por último, no sé si en los restaurantes de allá tengan cubiertos, pero hagan de cuenta que sí P.