Capítulo 12.

A pesar de que traía una cruda moral espantosa que nada tenía que ver con el sake, Lily corría rumbo al estadio para tratar de encontrar a Sanae y compañía antes de que entraran. Lo que menos deseaba en esos momentos era ver jugar a las selecciones de Japón e Italia, pero nuevamente Rika la había empujado hacia ese lugar.

"Vamos, tienes que ir, te compré un boleto porque nunca has visto jugar a Tsubasa y eso es algo que no te puedes perder", le dijo su prima esa mañana, "Es tu día libre, no tienes excusa, además, tienes que ir por mí, en vista de que no puedo estar presente por esta mugrosa gripe. Y con un poco de suerte, podrás ver jugar a Gen-san también". Al escuchar el nombre de Genzo, a Lily le entraron muchos deseos de tirarse por la ventana, pero en vista de que no se le ocurrió ningún motivo para negarse a ir, no le quedó más remedio que arreglarse de prisa y salir en busca de la porra japonesa.

Lily tenía la esperanza de que ya fuera muy tarde y no encontrara a nadie, pero desgraciadamente Kumi la vio primero y comenzó a llamarla a voces.

¡Lily-sama! Ven, es por acá.- le dijo ella, haciendo grandes aspavientos que provocaron la risa en Yukari y Sanae.

Gracias, pero por favor, no me llames Lily-sama, soy de tu misma edad.

¿En serio? ¡Vaya! Es cierto, no lo había pensado antes.

Entraron al estadio. La porra japonesa se instaló muy cerca de la banca de su país, lo que provocó que Lily se incomodara muchísimo, pues esperaba que Wakabayashi no notara que ella estaba ahí; afortunadamente para ella, el portero en ese partido sería Ken Wakashimazu; tenía muchísimas ganas de ver jugar a Genzo en vivo y en directo, era algo que había deseado desde hacía mucho tiempo, pero en esos momentos lo único que deseaba era verlo lo menos posible.

El partido comenzó; Italia comenzó el juego sin dos de sus grandes jugadores, Salvatore Gentile y Gino Fernández, debido a que se lesionaron con los potentes disparos de Ryoma Hino en el partido que tuvieron contra Uruguay; a Japón no le costó mucho trabajo anotar dos goles en el primer tiempo. La barra japonesa estaba eufórica y apoyaba a su equipo con todo; sin embargo, Lily se mantenía al margen y apenas y ponía atención al partido. Sanae lo notó y se acercó a ella en el medio tiempo con el fin de preguntarle el motivo de su estrés.

Lily, ¿te sientes enferma? Te he notado muy rara.- le preguntó.

No, no estoy enferma. Al menos no físicamente, pero creo que ando muy mal mentalmente.- respondió Lily.- ¡Ay, Sanae! ¡No sé que hacer! Tengo que contárselo a alguien o voy a enloquecer.

¿Qué ocurre? ¿Es algo muy grave? Puedes contar conmigo si lo deseas, te doy mi palabra de que, sea lo que sea, jamás le diré nada a nadie.

Lily miró a la chica con desesperación, la tomó del brazo y se la llevó a un sitio alejado de los demás.

Es que... es sobre Wakabayashi... .- comenzó a decir ella.

¿Qué ocurrió? ¿Te hizo enojar? Mira, Wakabayashi puede ser un poco desesperante en ocasiones, como que no es muy bueno tratando a las mujeres, pero así es él, no es nada personal.- dijo Sanae.

¡No! No es eso... es que él y yo... él y yo... bueno... pues.... es que... nosotros... nos besamos.- Lily dijo esto último en voz muy, muy baja.

¿QUÉ USTEDES HICIERON QUÉEE???.- gritó Sanae, haciendo que todos voltearan a verlas. A Lily le dieron muchas ganas de meterle el banderín en la boca.

¡Shhhhhh! ¡Baja la voz, por favor! Fue un accidente, o sea, yo no quería abrazarlo pero es que el trueno me espantó y pues fue algo inconsciente y pues él me abrazó también y luego... y yo no pude... yo no debí... pero es que...

A ver, cálmate primero. ¿Cuándo, dónde, cómo y por qué se besaron?.- preguntó Sanae.

Ayer por la noche. Por insistencia de Rika y Taro, salimos a comer sushi, después fuimos a pasear por ahí, comenzó a llover, un trueno cayó muy cerca de nosotros, yo me asusté y entonces lo abracé, él me abrazó también y luego me besó y yo no tuve cabeza para empujarlo o darle una bofetada.- Lily hablaba tan rápidamente que Sanae hizo un gran esfuerzo por entenderle.

Ya veo... y tú, ¿qué es lo que sientes tú? ¿Estás enamorada de él?.- inquirió Sanae, poniéndose muy seria. Lily la miró unos instantes, mordiéndose nerviosamente el labio inferior.

Sí.- respondió ella al fin.- Sí, estoy enamorada de él, como nunca antes lo he estado. Y es horrible, él es el novio de mi prima y yo la traicioné de la manera más vil y espantosa.

Mira, no te eches toda la culpa, él te besó primero, y lo conozco, no es el tipo de hombres que juegan con los sentimientos de las chicas. Tal vez debas hablar con él, para aclarar las cosas. Igual y todo fue por el momento y te estás creando un problema mayor. Estuvo mal lo que hiciste, pero la culpa es de los dos. Háblenlo y traten de encontrar una solución. Los dos.- dijo Sanae, recalcando esto último.

Lily lo pensó unos instantes. Realmente no deseaba ir con Wakabayashi a preguntarle por qué la había besado, pero sabía que era la única opción que tenía por el momento. Un poco más tranquila por haber hablado con alguien de su problema, se dedicó a observar el resto del partido. Japón terminó por derrotar a Italia 4 goles por 0, aun cuando en el segundo tiempo entraron a jugar Gentile y Fernández.

Sanae y los demás se fueron a esperar a que los jugadores salieran del estadio, para felicitarlos, y Lily aprovechó la ocasión para tratar de hablar con Wakabayashi. Después de cierto tiempo, los jugadores comenzaron a salir, muy alegres por la victoria. Genzo fue de los últimos en aparecer y Lily se acercó a él con paso vacilante.

Wakabayashi.- lo llamó.- ¿Puedo hablar contigo un momento?

Claro.- respondió él, llanamente.- ¿Qué ocurre?

Eh... solo quería... bueno, felicitarte por la victoria, aunque no jugaste y fue una lástima porque me habría gustado ver tu actuación.- dijo ella, muy nerviosa.

Es probable que juegue para las semifinales, estaré listo para entonces. No me digas que solo querías decirme eso.- comentó él, haciendo que ella se pusiera más nerviosa todavía.

No. Quiero hablar contigo... sobre... sobre lo que pasó ayer...

Ajá.

O sea, tú sabes... lo que pasó entre nosotros... en la parada de autobuses...

Ajá.

O sea, no sé que pienses tú, pero creo que fue un gravísimo error, producto de las circunstancias. O sea, yo tenía temor y te abracé sin querer y pues creo que una cosa llevó a la otra y bueno...

Ajá.

Fue algo que no debió pasar, porque tú eres el novio de mi prima y yo soy prima de tu novia y pues... .- ella se detuvo un momento. Él permaneció impasible.

Ajá.

No sé que opines tú, pero me parece que debemos olvidar lo que pasó. No tenemos por qué decírselo a alguien (aunque yo ya se lo conté a Sanae), hacemos como que nada pasó y seguimos siendo tan buenos amigos como siempre.

Claro, no hay problema.- respondió él, mirándola fijamente.

Bien. Me alegra que lo hayamos aclarado... .- comenzó a decir ella, pero el timbre de su celular la interrumpió en ese instante.

Lily enmudeció al darse cuenta de quién era la persona que le llamaba. Otro problema más que tendría que solucionar, pues ya había llegado al extremo al que no quería llegar...

¿Qué te pasa? ¿Quién te llama?.- le preguntó Genzo, al ver que ella había cambiado su expresión.

Es... es Taro... había olvidado que habíamos quedado de vernos para ir a comer juntos... .- respondió ella, sin mirar a Genzo a la cara.- No le gusta comer solo y bueno, a mí tampoco me gusta dejarlo solo, ni siquiera en mi día libre. Bueno, creo que me voy. Nos vemos.

Hasta pronto.- contestó Genzo, de una manera muy fría.

Lily se marchó sintiéndose peor que antes, pues por la conversación tan productiva que tuvo con Wakabayashi se dio cuenta de que para él el beso no tuvo mucha importancia, cosa que le dolió muchísimo, pues a pesar de todo, ella sí estaba enamorada de él. Y para acabarla de amolar, había otro muchacho que sentía algo por ella y desgraciadamente había llegado el momento de decirle que no deseaba llevar ningún tipo de relación con él. Cosa que también le dolía, pues Misaki en verdad le agradaba muchísimo.