Epílogo.

Han pasado varios años desde ese día. Nos encontramos ahora en la final del Mundial y la selección mayor de Japón consiguió llegar, lidereada por Tsubasa Ozhora, después de un largo camino lleno de fantásticos encuentros. Durante los años transcurridos, cada jugador ha tenido también una historia llena de luchas.

Tsubasa Ozhora y Sanae Nakazawa contrajeron matrimonio después del World Youth y ambos se habían marchado a vivir a Barcelona, pues Tsubasa fue fichado por este equipo. Y después de un inicio lleno de obstáculos que él logró superar, había logrado convertirse en el capitán. Ahora, él y su esposa vivían muy felices con un par de gemelos que habían llegado para aumentar la felicidad de su hogar: Hayate y Daibu.

Taro Misaki es ahora el jugador estrella del Paris St. Germain. En los años posteriores al World Youth, su carrera se tambaleó debido a la grave lesión que tenía, pero gracias al apoyo de sus amigos y de su novia Rika Ozawa había logrado salir adelante. Justo antes de salir a la cancha para jugar la final y cumplir su gran sueño, le había ofrecido a Rika un pequeño presente que ella aceptó, muy feliz. Ahora, ella llevaba en el dedo anular de la mano izquierda el anillo que encerraba una hermosa promesa, la cual ambos cumplirían después de que él y sus amigos consiguieran llevarse la victoria en el Mundial.

Genzo Wakabayashi, parado frente a su portería, buscaba entre las tribunas el rostro de la mujer que amaba. Ella se había ido con él a Alemania, a estudiar medicina en la Universidad de Hamburgo y ambos habían mantenido un largo noviazgo, el cual culminó un año atrás, cuando él le pidió que fuese su esposa. Ahora, ella trabajaba en el hospital más importante de Munich y se había convertido en su médico personal, mientras que él había firmado un contrato para ingresar a las filas del Bayern Munich.

Lily de Wakabayashi notó que Genzo la buscaba con la mirada; ella se levantó de su asiento y le lanzó un beso; él le sonrió y correspondió al gesto tocándose la gorra con la mano derecha. Con esta simple señal, se hizo patente el lazo que había entre ellos, el cual se había fortalecido más que nunca por una noticia que solo ellos conocían y que aumentaba la esperanza que había en sus corazones: Lily estaba esperando un hijo de él. Y al final del partido, compartirían esta hermosa noticia con el resto de sus amigos.

Lily apenas podía creer en cuán cierta fue la predicción que le había hecho la abuela de Kumi, años atrás, cuando hizo aquel viaje a Tokio que cambiaría su vida para siempre, pues no solo se ganó a un amigo incondicional para toda la vida, Taro Misaki, sino que también conoció al hombre que habría de amarla hasta el último de sus días, Genzo Wakabayashi.

Y cuando vio a su prima con el rostro lleno de esperanza, a su esposo que la miraba con amor y a su mejor amigo con la frente muy en alto, se dio cuenta de que, en ese entonces, supo tomar la decisión correcta.