Capítulo 8.

Wakabayashi, Misaki y Rika observaban a Lily y a Levin desde el último descanso de la escalera. Lily estaba de espaldas a ellos y Levin no levantaba la cabeza, así que ninguno de los dos se dieron cuenta de la presencia de los jóvenes.

Aún sueño con ella por la noches... .- decía Levin.- Incluso a veces tengo pesadillas acerca de que ella es arrollada frente a mis ojos y no puedo hacer nada por impedirlo...

Sé a lo que te refieres, yo también tengo sueños de ese tipo... .- por su tono de voz, era evidente que Lily estaba llorando.

¿Aun no se lo dices a nadie?.- preguntó Levin.

No... No puedo, todavía no... .- respondió ella, entre sollozos.

Suficiente.- dijo Wakabayashi, dispuesto a interrumpir la plática en ese instante.

¡Ey! ¿Qué pretendes hacer?.- lo detuvo Misaki.

¿Cómo que qué pretendo hacer? ¡Ella está llorando! No voy a permitir que él siga molestándola.- le respondió Wakabayashi, furioso.

¿Y cómo sabes que es por culpa de él? Lo que sucede es que no soportas que ella esté cerca de otro hombre.- intervino Rika.- Tienes que confiar un poco más en ella, creo que te ha demostrado muchas veces que solo te ama a ti.- añadió, suavemente.

En ese momento, Levin notó que ellos los estaban observando y rápidamente cambió su actitud.

Pues sí, Schneider aun sigue en Hamburgo, no quiere irse hasta que arregle "ese problema".- dijo Levin, en un tono de voz mucho más alto y alegre, lo cual evidentemente era una señal porque Lily cambió también su actitud.

Ja, ja, ja. ¡Pero qué terco es! Ya debería de haberse dado cuenta de que mientras más presione más contrarias le van a salir las cosas.- contestó Lily, riéndose también, aunque de una manera muy forzada.

Pues sí, pero ya sabes como es... .- Levin no dejaba de mirar a los tres jóvenes que seguían esperando en la escalera.

Uh, creo que ya se dieron cuenta de que estábamos espiándolos.- comentó Misaki.

¿Y qué te hizo pensarlo?.- preguntó Genzo, con sarcasmo.

En ese caso, mejor nos retiramos antes de que la cosa empeore... .- terció Rika, mirando a Wakabayashi con un poco de temor.- Nos veremos pronto, Genzo.

Hasta luego y cuídense.- respondió éste.

Hasta pronto. Y toma las cosas con calma.- dijo Misaki, al tiempo que le daba a su amigo una palmada en el hombro.

La pareja bajó las escaleras y se despidió de Lily y Levin, quienes fingían estar muy alegres a pesar de que era muy evidente que los dos habían estado llorando. Levin decidió que lo mejor era poner distancia de por medio, antes de que a Wakabayashi se le ocurriera preguntarle a su novia por qué había estado llorando.

Lily le sonrió tímidamente a Genzo y comenzó a subir las escaleras; éste la siguió tratando de calmarse para evitar una discusión. Sin embargo, al entrar al departamento, no pudo seguir soportando que ella no le diera ni la más mínima explicación.

¿Qué tanto hacías con Levin?.- le preguntó.

Solo platicábamos eso es todo.- respondió ella, evasivamente.

¿Todo este tiempo estuviste con él?

Sí, ¿por qué?

Pues parecía que tenían una charla interesante... Muy interesante, porque hasta te olvidaste de que Rika y yo te estábamos esperando. Otra vez.

No vamos a discutir otra vez por esto, ¿o sí?

Solo quiero que me digas acerca de qué hablaban Levin y tú.

¿Por qué tengo que decírtelo? ¿Acaso tengo siempre que contártelo todo?

Tengo derecho a saberlo...

¿Y por qué? ¿Quién demonios te crees que eres? ¿Mi dueño?

Lily comenzaba a enfadarse porque evidentemente Genzo se estaba metiendo en algo en lo cual no debería de inmiscuirse; desgraciadamente, esto puso a Genzo más furioso aún.

¡Soy tu novio! ¡Tengo derecho a saber si sales con otros hombres!.- gritó él.

¿Cuándo vas a dejar tus malditos celos? ¡No te estoy engañando con nadie!

¡Ya van dos veces que te olvidas de lo que estabas haciendo por causa de Levin! ¡Y no creas que no me he dado cuenta de que también has estado hablando con él por teléfono!

¿Y eso qué tiene de malo? Yo puedo hablar con quien se me pegue la gana.- ella lo miró retadoramente.

Wakabayashi sabía que cuando Lily ponía esa mirada la situación se acercaba a un momento crítico, pero los celos le impidieron quedarse callado.

No si se trata de un hombre.- dijo él.

¿No si se trata de un hombre? O sea que según tú, ¿solo puedo hablar con mujeres? ¿No tengo derecho a tener amigos varones?.- ella estaba cada vez más enojada.

Tú misma lo has dicho: amigos, pero Levin intenta otra cosa...

¿Cómo rayos sabes que Levin quiere otra cosa?.- lo interrumpió ella.- ¡No tienes ni la más mínima idea de lo que hablas!

Lo conozco...

¡Siempre dices lo mismo! Lo mismo pasó con Schneider, tú creías que él sentía algo por mí cuando jamás dio señales de mostrarse interesado en mi persona...

No lo hizo por que eres mi novia y él sabía que yo...

¡Y con Otto pasa igual! ¡Te sigues enojando cada vez que él se ofrece a ayudarme en el hospital!.- la chica no dejó hablar al joven.

¡Porque solo lo hace para conseguir tu agradecimiento y así poder acercarse a ti! ¡Es bastante obvio que desea conquistarte! ¡Y eso no me lo puedes negar!

Lily se calló unos instantes, pues sabía que Genzo sí tenía razón en ese punto: el año anterior, poco faltó para que Wakabayashi golpeara a Otto, otro de sus compañeros de trabajo, por acorralar a Lily en el cuarto de médicos y querer forzarla a que lo besara. El asunto no había pasado a mayores gracias a la intervención del Dr. Stein, pero al parecer Otto no había cedido en su empeño de conquistar a la chica mexicana.

No sé por qué te enfureces tanto, como si yo no te hubiese demostrado cuánto te amo.- le recriminó Lily, muy dolida.- Te he entregado mi cuerpo y mi corazón y aun así parece que para ti eso no es suficiente...

¿Es que acaso no lo entiendes? Es precisamente por eso por lo que me encelo cada que alguien se acerca a ti.- respondió Genzo.- Temo que llegue alguien a quien decidas darle todo lo que me has entregado y el solo pensarlo me llena de rabia...

No te entiendo, la verdad. Siempre eres tan seguro de ti mismo, ¿qué demonios te pasa cuando estás conmigo?

Ya te lo dije una vez: pierdo por completo la cabeza cuando se trata de ti...

Eso no tiene sentido... .- Lily suspiró.- Si tan solo te tomaras la molestia de analizar un momento las cosas te darías cuenta de que nunca tienes motivos para ponerte así...

Tal vez tengas razón... Entonces, ¿qué vas a decirle a Levin?

¿Decirle de qué?

El motivo por el cual no lo vas a volver a ver...

Lily miró a su novio como si no pudiera creer lo que había oído; Genzo tenía esa cara de: "siempre consigo lo que me propongo a como dé lugar" y ella se dio cuenta de que él no descansaría hasta que ella terminara por hacer lo que él quería. Y eso terminó liberar a su demonio interno.

No voy a dejar de ver a Levin.- le dijo, terminantemente.

¿Y por qué no? ¿Qué es lo que él te da que yo no te pueda dar?

¡No se trata de eso! ¡Hay cosas que no le puedes contar a cualquier persona, sino con quien te nace la confianza de decirlo!

Pareciera que él es muy importante para ti...

¡Lo es!

¿Acaso estás enamorándote de él?.- estalló Genzo.- ¡Dímelo ya de una buena vez!

¡NO SEAS IDIOTA! ¿CÓMO SE TE PUEDE OCURRIR UNA ESTUPIDEZ COMO ÉSA?

Lily lo miró furiosa, con los ojos llenos de lágrimas. Acto seguido, dio la media vuelta y se marchó a su habitación con la furia de un huracán, rompiendo todo lo que había a su paso y cerrando la puerta de un portazo.

Wakabayashi comprendió que se había pasado de la raya, pues por la mirada de dolor que ella le lanzó se dio cuenta de que decía la verdad. No, ella no estaba enamorándose de Levin, había otra cosa que lo unía a él. Pero, ¿qué era?

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Misaki dudaba en si debía decirle o no a Rika lo que había pasado. Aparentemente, nadie en el hotel se dio cuenta de lo que pasó con Natalie, así que, teóricamente, nadie más que los involucrados sabían lo que había sucedido.

"Muy bien, Taro. ¿Qué harás? ¿Le dirás la verdad si o no?", preguntó una vocecilla en su cabeza. "Debes decírselo", le respondió otra vocecilla, "Ella es tu novia y tiene derecho a saberlo". "¿Estás loco?", gritó una tercera vocecilla, "Ya sabes lo celosa que es. ¡Si se entera va a enloquecer!". Taro le dio la razón a esta última voz. "Rika puede ser muy dulce y comprensiva, pero tiene un carácter muy similar al de Wakabayashi, si siempre se encela por motivos sin razón, no sé que podría pasar si se llega a enterar de que Natalie Delacourt me besó". En ese momento sintió una gran empatía hacia su mejor amiga, quien en esos momentos estaba peleando con su novio por una tontería.

¿Y bien, Tarito? ¿Cómo te fue con la reportera?.- le preguntó Rika, interrumpiendo sus cavilaciones.

"¡Las mujeres nacen con radar!", pensó Misaki, sin sospechar que una vez Wakabayashi había pensado lo mismo de Rika. "¿Y bien? ¿Qué harás, Taro Misaki?", preguntó la voz de su conciencia. Y por supuesto, decidió tomar el camino que hubiese tomado cualquier hombre estando en su situación: mintió.

Pues... Es curioso, la estuve esperando un buen rato pero no se presentó... .- respondió él, esperando que Rika no notara el titubeo que se reflejó en su voz.

¿En verdad? Bueno, me sorprende, pero no puedo negar que eso me pone muy feliz...

¿Por qué?

Porque ya no tendré que preocuparme por ella.

Taro abrazó a su novia mientras rogaba que nunca más volvieran a tener noticias sobre Natalie Delacourt.