Capítulo 10.

Al día siguiente, Lily estaba terminando de limpiar la herida quirúrgica de un paciente cuando Otto la llamó.

¿Ya terminaste preciosa?.- le preguntó el muchacho.

Ya casi. ¿Qué ocurre?.- contestó ella, algo distraída.

Ey, ¿te sientes bien? Te ves muy pálida y me contaron que te volviste a desmayar. ¿Por qué no tomas un descanso?

Estoy bien, de verdad, es solo que he tenido algunos problemillas por ahí y no he estado durmiendo bien...

Eso se te nota preciosa, pero si yo fuera tú iría a que me revisaran o por lo menos me sacaría una CH, todo parece indicar que andas anémica.

Gracias por el consejo, lo tomaré en cuenta.- dijo Lily, dándole el avionazo a su compañero.- ¿Por qué viniste a buscarme?

¡Ah! Te espera el Dr. Dietrich en la sala de médicos, dice que es urgente. De hecho, también quiere ver a Gwen, ¿no la has visto?

No, desde el medio día. De hecho, la última vez que la vi estaba en la sala de médicos, precisamente.

Pues ya no está ahí, de eso estoy seguro. Bueno, seguiré buscándola pero si llegas a verla llévatela contigo.

Muy bien, muchas gracias por avisarme, en seguida voy.

Lily se encaminó rumbo a la sala de médicos, preparándose para lo peor. Cada vez que el Dr. Dietrich la citaba allí era porque sin duda había cometido un error grave. "Lo que me faltaba: un problema más", pensó ella, con pesar.

Sin embargo, el Dr. Dietrich se veía muy sonriente y feliz, cosa que sorprendió mucho a la muchacha.

Doctora Del Valle, siéntese por favor.- le pidió amablemente. La chica obedeció.

¿Quería verme, Dr. Dietrich?

Sí, a usted y a su compañera, la Dra. Heffner, ¿en dónde se encuentra ella?

No sabría decirle, doctor, he estado muy ocupada y ella también.

Bueno, no importa, con que esté una de ustedes presente me basta. Lo mejor sería que ella también estuviera aquí, pero no tengo mucho tiempo, así que le daré la noticia a usted y ya después le pediré a la Dra. Heffner que me busque en mi oficina, como mero formalismo pues bien sé que lo primero que hará usted cuando se enteré será ir corriendo a darle la noticia.- el doctor sonrió.

Lily le devolvió la sonrisa, con cierto temor. El Dr. Dietrich rara vez sonreía. Ya no sabía ni qué esperar. "A lo mejor y al fin conseguimos que nos corrieran de aquí", pensó.

Bueno, Dra. Del Valle, tengo en mis manos dos cartas con los nombres de usted y de la Dra. Heffner, en donde se me anuncia que ambas fueron aceptadas en Munich para hacer la especialización en Pediatría.- anunció el doctor, con bombo y platillos.

Lily no entendió en el primer instante.

¿Cómo dice?.- preguntó.

Sí, ¿no solicitaron plaza en Munich para hacer la residencia en Pediatría? Pues acaban de aceptarlas, a usted y a la Dra. Heffner.

¿En verdad?.- Lily se levantó de un brinco. Había olvidado que, meses atrás, ella y Gwen habían hecho solicitud para su traslado a Munich, en donde se encontraba uno de los hospitales mejor equipados en el área de Pediatría.

Sí, doctora, no tengo por qué mentirle. Felicidades.- respondió el Dr. Dietrich, muy sonriente.- Debo irme ahora, dígale por favor a su compañera que me busque en mi oficina lo antes posible.

Sí, doctor, lo haré. Y muchas, ¡muchas gracias!.- respondió ella, quien apenas podía contener su emoción.

No tiene nada de qué agradecerme, doctora. Buenas tardes.- el doctor salió de la habitación.

Por un momento, a Lily se le olvidaron todos los problemas que tenía; simplemente dejó que la emoción la invadiera y se puso a dar saltos cual conejo alrededor de la habitación. En eso estaba cuando abrieron la puerta y Michelle y Rika entraron por ella.

Otto me acaba de avisar. ¿Qué te dijo el "iceberg"?.- preguntó Michelle, al ver a Lily tan feliz.

¡Me aceptaron, me aceptaron! ¡Me dieron la plaza en Munich!.- gritó Lily, muy emocionada, al tiempo que tomaba a Rika de las manos y se ponía a bailar con ella.- ¿Y tú que haces aquí?.- le preguntó, sin dejar de bailar.

Pues venía a ver cómo seguían las cosas entre Genzo y tú, pero ya veo que estás mucho mejor.- respondió su prima, muy sonriente.

Al oír estas palabras, Lily se detuvo abruptamente.

Cierto. Se me había olvidado. Qué tonta soy... .- murmuró, pesarosa.

¿De qué hablas? ¿Y cómo es eso de que te aceptaron en Munich?.- preguntó Rika.

Ah, es que hace unos cuantos meses Gwen y yo solicitamos plaza allí para continuar nuestros estudios en el área en la que deseamos especializarnos, pero la verdad es que no creí que llegaran a aceptarnos... .- contestó Lily.

¿Y por qué no?.- intervino Michelle.- Ustedes dos son las mejores estudiantes de nuestra Facultad.

Pero tú bien sabes lo difícil que es entrar allí, y bueno, no había querido hacerme demasiadas ilusiones y nunca lo llegué a considerar dentro de mis planes... Y como están las cosas ahora pues ya no sé que hacer... .- murmuró Lily, muy triste.

¿De qué hablas? ¿Acaso no era esto lo que querías?.- inquirió Rika.

Sí, pero como acabo de decir, nunca pensé que me aceptarían, así que jamás se lo comenté a Gen... Y ahora... .- respondió Lily.

Y ahora no sabes qué hacer porque las cosas no andan bien entre él y tú y lo último que quieres es darle la noticia de que quieres cambiarte de ciudad.- completó su prima.

Más o menos... .- suspiró Lily.

Pues si yo fuera tú, no dejaría pasar esta oportunidad tan buena.- terció Michelle.

Pero ¿y Gen? No puedo irme así sin más, si me vine a estudiar a Alemania fue por idea suya. Me sentiría una total desagradecida, después de todo lo que me ayudó...

¿Y por qué? No te puedes atar a él para toda la vida.

Pero...

¡Pero nada! ¿Cuántos años tienen de estar juntos? ¿Cinco? Y las cosas no parecen avanzar, es más, hasta parece que van en retroceso, está bien que él fue el que te consiguió la oportunidad de entrar a la Facultad, pero te cambiaste de país solo por estar a su lado, creo que cinco años de agradecimiento son más que suficiente.- dijo Michelle, enérgicamente.- Y si quieres que te sea sincera, me parece que estarás mejor sin él.

Lily miró a Rika; ésta solo se encogió de hombros.

No lo sé...

No estoy completamente de acuerdo con lo que dice Michelle.- dijo Rika, al fin.- Pero si en verdad es esto lo que quieres, deberías irte a Munich... Pero no tomes una decisión sin tratar de arreglar las cosas primero.

Es que... Hay otra cosa que complica la situación... .- dijo Lily, temerosa de decir la verdad.

¿Qué pasa?.- preguntó Michelle.

¡Felicidades, Lily!.- Otto entró en esos momentos a la habitación.- Acabo de enterarme ¡Qué bárbara!

¿Cómo te enteraste tan rápido?.- preguntó Lily, aliviada por el cambio de tema.- No tengo ni diez minutos de saberlo.

Ya ves, los chismes corren como pólvora aquí.- contestó Otto.- ¿Encontraste a Gwen?

No, quien sabe en dónde rayos se metió.

¿Gwen? Yo la vi hace como media hora, cuando me dirigía hacia acá.- intervino Rika.

¿En verdad? ¿En dónde?.- preguntó Lily.

La vi muy cerca de su departamento. Muy bien acompañada, por cierto... .- respondió Rika, guiñándoles un ojo.

No me digas... .- gruñó Lily.- Con que escapándose en horas de trabajo...

No te enojes con ella, tú hubieras hecho lo mismo estando en su lugar.- rebatió Rika.

¿Por qué? ¿Con quién estaba?

Pues iba en compañía de nada más ni nada menos que Karl Heinz Schneider.- contestó Rika.

No me digas... .- dijeron Lily y Michelle al unísono, mientras intercambiaban una mirada de complicidad.

Uyuyuyyy, pobre Schneider, no saldrá vivo de ésta, igual y Gwen ya lo secuestró.- dijo Otto, divertido.

Es lo más seguro.- dijo Lily, riéndose.- Pues hay que darle la noticia lo más pronto posible.

Pues vamos a buscarla, ya casi es la hora de salida.- dijo Michelle.- No creo que a Otto le importe quedarse solo el tiempo que falta, ¿o sí?

Claro que no, vete ya Lily preciosa, sirve que después te vas a descansar, pues estuviste de guardia anoche.- dijo el muchacho.

Muchas gracias. ¿Y en dónde estará esa mujercita?.- preguntó Lily.

Pues lo más seguro es que esté en el depa. Vamos ya.- contestó Michelle.

Bueno. ¿Nos acompañas, Rika?.- preguntó Lily a su prima.

Claro, no tengo nada mejor que hacer, Taro se fue a entrenar con Genzo y en eso se van a tardar un buen rato.- respondió ella.

Muy bien. ¿Seguro que no hay problema Otto?.- volvió a preguntar Lily.- Me da sabe qué dejarte solo.

No hay problema preciosa, vete.- contestó el joven.- Y me saludas a mi buen amigo el súper portero.- añadió con sarcasmo.

Claro, Otto, le daré tus saludos.- respondió Lily, en el mismo tono.

Algo me dice que a Otto no le cae bien Genzo, ¿verdad?.- comentó Rika, cuando iban rumbo al departamento de Michelle.

Se odian.- contestó Michelle.- Pregúntale a Lily por qué.

Luego te cuento.- dijo ésta.

Llegaron al apartamento y Michelle llamó a Gwen a grandes voces.

¡Gwen! ¡Gwen! ¡Sabemos que estás allí, ¡sal ya!.- Michelle comenzó a aporrear la puerta del cuarto de su compañera.

¿Estará dormida?.- sugirió Rika.

¿A estas horas?.- dudó Lily.

En ese momento, la puerta del cuarto se abrió y Gwen salió, adormilada, despeinada y... vestida únicamente con la camisa de Schneider.

Las tres chicas la miraron boquiabiertas.

Notas:

Citología hemática: estudio de sangre que se realiza para saber, entre otras tantas cosas, si una persona está anémica o no.

"Dar el avionazo" es cuando tiras de a loca a una persona, o sea, cuando no le haces caso a lo que te dice P