Capítulo 11.

¿Cuál es la emergencia?.- refunfuñó Gwen, cerrando la puerta de su habitación.- Me despertaron...

¿Qué esa no es la camisa que Karl traía puesta esta mañana?.- preguntó Rika, quien apenas podía contener la risa. Lily arqueó mucho las cejas.

Este... ¿Tú crees? No me di cuenta de cómo iba vestido... .- respondió Gwen, fingiendo demencia.

No estás sola, ¿verdad?.- dijo Michelle, en tono de complicidad.- Apuesto a que si abro la puerta de tu habitación encontraré allí al Káiser.

¿Tú y Schneider? ¿Quién lo diría? Muy bien hecho, Gwen.- dijo Rika, sonriéndole a la chica con picardía.

¡Ey! ¿Qué a ella no le vas a dar tu discursito acerca de que lo que está haciendo es inmoral?.- protestó Lily.

No, porque ella no es mi prima.- respondió Rika, mostrándole la lengua.

Pues que injusta.- Lily hizo un mohín de disgusto.- ¿Y cómo es que tú y Karl terminaron aquí?.- preguntó, dirigiéndose a Gwen.- Cada vez que se te acerca te pones más nerviosa que un pavo el Día de Navidad.

Pues ya ves... Él necesitaba mi ayuda... .- dijo Gwen.

¡Anda la osa! ¿Esta clase de ayuda?.- dijo Lily, sin poder creer lo que veía.

¡No! Es decir, él quería hablar conmigo...

Ajá, y supongo que lo hicieron en el tiempo que tardaron en quitarse la ropa...

¡Lily! ¡No seas así!.- intervino Michelle.- Te quejaste del sermón que tu prima te dio y ahora tú te comportas igual.

Eso es cierto.- dijo Rika.- Ahora veo que en verdad puede ser fastidioso.

Menos mal que te diste cuenta... .- Lily soltó una carcajada.- Lo siento, Gwen, es solo que me sorprendió un poco. En fin, ¿para qué rayos te buscaba Schneider? No creo que haya sido solo para esto...

No, claro que no. Esto no estaba en los planes... .- Gwen carraspeó.- Karl fue al hospital a buscarme ayer para preguntarme sobre el paradero de Gino Fernández, y como no le quise decir, fue hoy a buscarme de nuevo...

No se da por vencido, ¿eh?.- dijo Lily, suspirando.- Hasta que consigue lo que quiere... ¿Y le dijiste en dónde está?

Pues en realidad no tuve tiempo...

Menos mal, ni se te ocurra decirle.- advirtió Lily.

¿Por qué no? Fernández puede ser culpable de un secuestro... .- comenzó a decir Gwen.

¿QUÉ?.- gritaron Michelle y Rika al mismo tiempo. Lily solo movió la cabeza de un lado a otro.

¿Qué fue exactamente lo que te contó el buen Karl, Gwen?.- preguntó.

Bueno, pues más o menos la cosa estuvo así: ¿Recuerdan el día en que Gino y Karl llegaron heridos al hospital?.- preguntó Gwen.

Las tres chicas asintieron con la cabeza.

Pues bien, ése mismo día, por la mañana, la señora Schneider recibió un llamado del Instituto en donde está estudiando Marie, aparentemente la joven princesa no se presentó a las clases de ese día. La señora llamó a la policía para avisar que su hija había desaparecido, pero le contestaron que no podían hacer nada hasta que pasaran 24 horas. Entonces, ella llamó a Karl para pedirle que buscara a Marie. Él le pidió a Levin que lo ayudara y ambos encontraron rastros que los trajeron hasta Hamburgo. Por pura churrada, se la encontraron paseando a orillas del Elba del brazo de Gino Fernández, pero Karl no fue inmediatamente a rescatar a su hermana en cuanto los vio, sino que esperó a que Fernández la dejara sola para ir por ella y dejarla al cuidado de Levin. Ya después, fue y se agarró a golpes con Fernández para "darle su merecido".- explicó Gwen.

Ahora ya me sé la historia la completa... .- murmuró Lily.

¿Es por eso entonces por lo que Schneider quería demandar a Fernández?.- preguntó Rika.- Genzo nos contó que ésas eran sus intenciones.

Supongo que era por eso, aunque al final no hizo nada.- respondió Gwen.

No hizo nada porque Marie lo convenció de no hacerlo.- aclaró Lily.

Es una locura. ¿Gino Fernández secuestró a Marie Schneider? No tiene sentido.- opinó Michelle.

Pero es verdad.- intervino una voz masculina, en ese momento.

Allí, parado afuera del cuarto de Gwen, estaba Schneider, vestido solo con el pantalón, ya que evidentemente Gwen estaba usando su camisa.

El bello durmiente.- susurró Lily. Michelle y Rika se rieron por lo bajo.

¿Te despertamos?.- preguntó Gwen con voz suave.- Lo lamento.

Está bien, no te preocupes.- Schneider le sonrió.- Pero ya que están hablando de Gino Fernández quiero que me digan como localizarlo.

No podemos, menos ahora que sabemos lo que pasó.- contestó Lily.

¡Ese sujeto secuestró a mi hermana!.- gritó Schneider.

Perdóname por lo que voy a decir, Karl, pero eres un tarado.- dijo Lily, suspirando.- Tu hermana y "ese sujeto", como tú lo llamas, tienen ya dos años de andar juntos.

¿QUÉ?.- gritaron Gwen, Rika, Michelle y Schneider al unísono.

Así es, o al menos eso fue lo que me contó Marie. Verás, ellos llevan todo este tiempo reuniéndose esporádicamente, aquí en Hamburgo. Ella se escapaba de clases con una justificación médica que una de sus compañeras falsificaba, aunque el viernes pasado la nota se perdió y fue por eso que le llamaron a tu madre para decirle que ella no había llegado.

Pero, ¿cómo es posible? ¿Marie y Fernández?.- Karl estaba incrédulo.- ¿Cómo pasó?

Tu hermana se enamoró de Gino desde la vez en que él la salvó de ser arrollada, aquel día en el que el equipo juvenil de Hamburgo jugó contra la selección juvenil de Japón poco antes del Mundial sub-16. Por supuesto, en aquel momento ella apenas era una niña y Gino no la tomó muy en cuenta, hasta un buen día en que se toparon por accidente en un viaje a Italia que tu hermana hizo con tu madre, hace un par de años; entonces él se enamoró de ella y han estado viéndose a escondidas desde entonces.- dijo Lily.

¡Eso no es verdad!.- gritó Schneider.- ¡Fernández quería robarse a mi hermana!

¿Alguna vez te tomaste la molestia de preguntarle a Marie lo que estaba ocurriendo?.- inquirió Lily.- No, ¿verdad? Simplemente sacaste tus propias conclusiones sin conocer primero toda la historia.

¡Pero es que no es posible...!

Claro que lo es. Y si no me crees, pregúntale a Levin, él corroborará mi historia.

¿Cómo? ¿Levin también lo sabe?.- preguntó Gwen.

Claro que lo sabe.- respondió Lily.- Él y yo hemos estado ayudando a Marie y a Gino para que puedan verse sin problemas.

¿Qué? ¿Tú y Levin han estado conspirando a mis espaldas? ¿Cómo han podido?.- reclamó Schneider, quien ahora estaba furioso.

No seas tan melodramático, Karl, tanto a Levin como a mí nos parece una soberana idiotez todo este lío que has creado. Ambos creemos que ellos deben estar juntos, hacen una buena pareja y se aman tanto... .- dijo Lily, tratando a Schneider como si éste tuviera 6 años.- Si Levin sigue en Hamburgo es para evitar que cometas alguna estupidez. Mientras tú te peleabas con Gino, Marie le explicó lo que ocurría y logró convencerlo de que la ayudara, y es precisamente lo que él ha estado haciendo... Lo que los dos hemos estado haciendo...

Entonces, ¿es por eso por lo que te reúnes tanto con Levin?.- le preguntó Rika.

En parte... .- respondió Lily, de forma evasiva.

No puedo creerlo, no puedo creerlo... .- seguía murmurando Schneider.

Y a todo esto, ¿para qué me buscaban?.- preguntó Gwen, después de un largo silencio.

¿A qué no adivinas?.- respondió Michelle, muy emocionada.- ¡Lily y tú fueron aceptadas en Munich!

¿En serio?.- el rostro de Gwen se iluminó.- Chicas, si esto es una broma de mal gusto...

No, no lo es.- dijo Lily.- En verdad fuimos aceptadas, el Dr. Dietrich me lo dijo en persona.

¡El jefe en persona! Antes me hablas.- dijo Gwen, muy sonriente.

Vieras el miedo que me dio, creí que nos iba a correr...

No puedo creerlo... ¡Nos dieron la plaza en Munich! .- gritó Gwen, francamente emocionada.

¿Eso significa que te irás a vivir para allá?.- preguntó Schneider. Gwen asintió vigorosamente con la cabeza.

Lily, Rika y Michelle intercambiaron miradas de complicidad y sonrieron por lo bajo. Algo les decía que, estando en Munich, era muy probable que los "encuentros casuales" entre Gwen y Schneider se repitieran más frecuentemente.

¡Es maravilloso!.- continuó Gwen, tomando a Lily de las manos.- ¡Lo que tanto esperábamos al fin se cumplió!

Sí, claro... .- dijo Lily, desviando la mirada.

¡Oh! Es cierto... No le has dicho nada a Wakabayashi... .- murmuró Gwen.- ¿Qué piensas hacer?

Por lo pronto, irme a descansar.- contestó Lily.- Ayer estuve de guardia y bien sabes que cuando no duermo no veo las cosas con claridad.

Sí, claro... Nos veremos mañana, entonces.- dijo Gwen.

Cuídate mucho, Lily, y piensa en lo que te dije.- se despidió Michelle.

Aun me debes una explicación de por qué rayos conspiraste en mi contra.- dijo Schneider.

Sí, claro mi buen Karl, otro día será.- le contestó Lily, dándole el avionazo.

Me retiro yo también, nos veremos pronto.- se despidió Rika.

Lily salió del departamento con la sensación de que el mundo se le venía encima, sin importar que ya tenía un secreto menos que guardar. Solo deseaba que su prima no la siguiera cuestionando sobre lo que pensaba hacer, porque en verdad tenía la mente en blanco. Afortunadamente, Rika permaneció callada durante todo el trayecto hasta el departamento que Lily compartía con Genzo.

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Cuando Rika llegó al hotel, se dio cuenta de que Misaki estaba por salir, cosa que la extrañó, pues no le había comentado nada al respecto.

¿A dónde vas tan guapo, Tarito?.- le preguntó.

Eh... Hay algo importante que tengo que hacer... .- contestó éste, de forma evasiva.

Algo en su mirada activó el radar de Rika

¿Qué es eso tan importante que tienes que hacer? ¿Y por qué no me lo habías comentado?.- lo interrogó.

Es que fue algo que surgió de repente, no es algo que tenga mucha importancia...

Si me esperas 10 minutos voy contigo...

¡No!.- la interrumpió Misaki.- Quiero decir, no es necesario que me acompañes, de verdad no quiero que te vayas a fastidiar, será algo muy tedioso y es probable que no tarde mucho en volver...

¿Vas a ver a la reportera ésa, verdad?

"¿Cómo es posible que siempre adivine lo que pasa?", pensó Misaki, "Esta mujer es bruja".

No empieces otra vez con eso...

¡Me dijiste que no habías tenido noticias de ella!

Y es verdad...

¡No me mientas! Vas a reunirte con ella, no me lo niegues, se te nota en la cara...

Mira, no quiero empezar una discusión ahorita, ¿por qué eres tan celosa? ¡No pienso engañarte con ninguna chica!.- gritó él, perdiendo la compostura.

Misaki salió de la habitación sin dejar que Rika le respondiera.