Capítulo 15.

Wakabayashi creía no haber oído bien.

Perdón, ¿dijo usted un aborto?.- le preguntó a la doctora, un poco incrédulo.- ¿Está usted segura?

Los demás se miraban unos a otros, para saber si alguien ya sabía algo sobre esta impactante noticia, pero todos tenían la misma expresión de asombro.

Sí, muy segura.- respondió la Dra. Katherine.- No sabían nada del asunto, ¿verdad?

Ni una palabra.- Genzo tenía la boca seca y la mente en blanco.- Ella jamás me dijo nada...

¿Cuán... cuántos meses tenía?.- preguntó Gwen, en voz baja.

Pues, como dos meses, aproximadamente.- contestó la doctora.

¿Y qué fue lo que causó el aborto?.- quiso saber Rika.

La mayor parte de las veces se deben a malformaciones congénitas incompatibles con la vida, lo más probable es que ésa haya sido la razón.

¿Cuándo podremos verla?.- preguntó Misaki, al tiempo que le ponía una mano a Wakabayashi en el hombro, como un símbolo de apoyo.

A lo mucho tardarán media hora más en subirla a una habitación privada.- respondió la doctora.- Después de eso, podrán verla, siempre y cuando no entren todos de una vez, necesita descansar. No se preocupen.- añadió, al ver los rostros de preocupación de los jóvenes que la rodeaban.- Ella está fuera de peligro, se repondrá muy pronto.

Gracias, doctora.- contestó Rika.

La doctora se despidió con una inclinación de cabeza y regresó al quirófano. Gwen, Michelle, Marie, Gino, Kaltz, Levin y Schneider regresaron a sus asientos; Rika y Taro se quedaron parados, uno a cada lado de Genzo, quien parecía haberse desconectado del mundo.

No puedo creerlo... .- murmuró, en voz tan baja que Rika y Taro tuvieron que acercarse aun más para poder escucharlo.- No puede ser... No es posible...

Supongo que esto era lo que tanto la inquietaba.- dijo Rika, con suavidad.- A todos nos tomó por sorpresa...

Debí saberlo.- la interrumpió Genzo.- ¡Debí haberme dado cuenta!

No te sientas culpable, amigo.- intervino Misaki, tratando de tranquilizarlo.- No le dijo nada a nadie, ni siquiera Gwen lo sabía...

¡No! ¡Ella intentaba decirme algo! Intentó decírmelo varias veces pero no la escuché... .- Wakabayashi golpeó con fuerza la pared.- Yo debí haberla apoyado...

Taro y Rika agacharon la cabeza y no dijeron nada. Genzo estaba furioso consigo mismo. Todas sus promesas de cuidar de Lily habían sido solo palabras. No había estado a su lado cuando ella más lo necesitó. Le había fallado.

Ninguno de los presentes supo con exactitud cuánto tiempo había pasado; de buenas a primeras, una enfermera se acercó a decirle a Michelle que Lily ya estaba instalada en una habitación privada. Wakabayashi, Misaki y Rika subieron a verla, los demás decidieron quedarse en la sala de espera.

Taro y Rika dejaron que Wakabayashi entrara primero; éste titubeó unos instantes antes de pasar, no sabía a ciencia cierta qué era lo que iba a encontrar y, por primera vez en su vida, no estaba preparado para la difícil situación que estaba por afrontar.

Lily estaba acostada de espaldas a la puerta; Genzo se dio cuenta de que ella no dormía, pues su largo cabello se sacudía a cada sollozo que ella soltaba, cosa que terminó por desesperarlo. Nunca le había gustado ver a Lily llorar. Al acercarse, se dio cuenta de que ella sujetaba fuertemente el pequeño ángel de cristal que él le había regalado en Japón, varios años atrás.

Lily.- la llamó suavemente. Ella se dio vuelta y él notó que estaba increíblemente pálida, haciéndola parecer tan frágil que Genzo temía incluso tocarla.

Hola.- saludó ella, con voz débil, tratando de contener las lágrimas.- ¿Cómo te fue en el partido?

No puedo creer que me hagas una pregunta como ésa en un momento así.- Genzo se sentó en la cama y le tomó una mano, la mano que sostenía al ángel.- ¿Por qué no me lo dijiste?

Es que... Fueron tantas cosas... Cuando me enteré no supe ni qué hacer... Tú estabas tan emocionado por el inicio de la temporada que no quise molestarte con algo así... Tenías tantos deseos de enfrentarte a Schneider que no me atreví a darte una preocupación como esa para no interrumpir tus entrenamientos... Y después, cuando Rika nos avisó que vendría a Alemania el pánico me invadió, sabía que me diría algo así como: "Te lo dije, éste es lo que pasa cuando vives con tu novio" y que haría más escándalo del que nos hizo... Y luego me llegó el aviso de que me habían aceptado en Munich...

¿Pero cómo es posible que se te haya ocurrido pensar que para mí sería más importante la Bundesliga que el hecho de saber que estabas esperando un hijo mío?.- le recriminó Genzo.- ¡No puedo creer que me hayas ocultado algo así!

Es que fue mi culpa, no me cuidé como debía... .- Lily trató de disculparse.

¡No! Ambos tuvimos la culpa, esto es cosa de dos, no puedes llevarte toda la responsabilidad.- Genzo resopló.- Y en todo caso, yo debí haberte escuchado... Intentaste decírmelo ayer, y en vez de escucharte te insulté. Debí haberme dado cuenta de que algo te estaba pasando. ¿Cómo pude ser tan ciego?

No te culpes, tú estabas muy ocupado con...

¡Eso no es justificación!.- gritó él, exasperado.- Yo prometí que siempre te protegería y no supe cumplir mi promesa...

Ambos se quedaron callados por varios momentos; Genzo cerró los ojos y se frotó la frente con fuerza; cuando volvió a mirar a Lily, se dio cuenta de que ella lloraba a lágrima viva.

Lo siento mucho, de verdad que lo siento muchísimo... .- dijo ella, entre sollozos.

Genzo la abrazó con fuerza, mientras ella derramaba todas sus lágrimas por el hijo que habían perdido. (¡Por Dios! ¡Cuánto melodrama!)

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Rika y Taro esperaban afuera de la habitación, sin dirigirse la palabra. Ella estaba muy dolida porque él no la buscó en cuanto regresó de su cita con la reportera (aunque obviamente ella no sabía que él andaba haciendo eso); él creía que ella aún seguía enojada por su temor a que él hubiese salido con otra (cosa que no era del todo errónea). Aunque en ese momento ambos estaban más preocupados por Lily que por otra cosa.

¿No te parece irónico? Los regañé a ambos por la posibilidad de que ella pudiera salir embarazada y mira al final lo que resultó.- comentó Rika, después de un largo rato de silencio.

Muy irónico. Y triste también.- respondió Misaki.- Wakabayashi se veía muy alterado, no me quiero ni imaginar cómo estará Lily-chan...

En ese momento, Wakabayashi abrió la puerta de la habitación y les hizo una señal para que pasaran. Rika y Taro obedecieron.

¿Cómo te sientes?.- le preguntó Rika a su prima, tratando de sonar alegre y despreocupada.

A decir verdad, me siento fatal.- respondió Lily, débilmente.- Y después de todo, tú tenías razón...

No hablemos ahora de eso. Lo importante es que ya estás bien.- Rika no la dejó continuar. Ella podía ser moralista y todo eso, pero quería muchísimo a su prima como para darle un sermón en esos momentos en los que ella sufría tanto.

¿Cuándo te dejarán salir?.- preguntó Misaki.- Tendrás que quedarte mucho tiempo aquí, supongo.

No tanto como te imaginas, si todo sale bien podrían darme de alta mañana por la tarde, aunque tendré que tomarme un descanso en el trabajo por varias semanas... .- respondió Lily.- Aunque no me quejo de eso.- continuó, guiñándole un ojo a su mejor amigo.

Me lo imagino.- Misaki le correspondió al gesto con una sonrisa.- Por cierto, ¿te quedarás sola toda la noche?

De ninguna manera, yo estaré con ella.- intervino Wakabayashi, quien hasta esos momentos había estado silencioso.

Uh, pero no tienen permitido que se queden hombres en el área de ginecología... .- dijo Lily.- A lo más, dejarán que Rika se quede.

Con todo gusto.- dijo ésta.

No. Hablaré con quien sea necesario, pero seré yo el que se quede contigo toda la noche. No pienso dejarte sola otra vez.- dijo Wakabayashi, terminantemente.- A menos que tú prefieras que sea Rika quien se quede contigo.

Lily le mostró una sonrisa tímida a su novio y después volteó a mirar a su prima.

Lo lamento, Rika, pero en verdad preferiría que se quedara él, sino te importa.- le dijo.

Oh, está bien, por mí no hay ningún problema, lo importante es que te sientas cómoda.- respondió Rika.

Tocaron a la puerta y Gwen entró por ella, seguida de Michelle.

¡Hola! ¿Cómo te sientes?.- preguntó Gwen.

¿Ya estás mejor? ¡Nos diste un buen susto!.- dijo Michelle.

Perdónenme, chicas, debí haberles dicho.- contestó Lily, mirando con cierta pena a sus amigas.

No te preocupes, lo importante es que ya estás recuperándote.- le dijo Gwen.- Ya luego que salgas de aquí te reclamaré por no haberme contado nada.

Uy, entonces pediré que no me den de alta nunca... .- comentó Lily, irónicamente, lo que hizo que todos soltaran una carcajada.

Misaki salió sigilosamente de la habitación, aprovechando que todos se habían distraído con la aparición de Gwen y de Michelle. Había comenzado a dolerle terriblemente la cabeza y necesitaba con urgencia aire fresco, por lo que bajó a la calle para tranquilizarse un poco. No sabía por qué, pero cada vez que Wakabayashi, Lily, Rika y él se reunían, los problemas se les dejaban ir, uno tras otro. Lo mismo había pasado en Japón y estaba ocurriendo de nuevo. "¿Será que no debemos estar juntos?", pensó, "¿Será que, después de todo, no estamos unidos por el mismo destino?".

Sumido como estaba en sus reflexiones, no se dio cuenta de que un taxi se había detenido a pocos metros de él, por lo que lo tomó por sorpresa la llegada de Natalie Delacourt.

¡Taro!.- gritó ella, al tiempo que se arrojaba a sus brazos.- Acabo de enterarme. ¡Lo siento mucho!

¿Qué...?.- Misaki no reaccionó en el primer momento.- ¿Qué haces aquí?

Acabo de enterarme que a tu mejor amiga la operaron. ¿Está bien? ¿Cómo salió?.- respondió Natalie, sin soltarlo.

"¿Cómo rayos le hace para enterarse de todo tan rápido?", se preguntó Misaki, muy sorprendido. "¿Estará llegando al extremo de intervenir mis conversaciones telefónicas?". Esta idea lo hizo enojarse, y mucho.

Eh... Ella está bien, gracias. Pero, ¿qué haces aquí?

Vine a consolarte, mi amado Taro, debes estar muy triste... Pero tranquilo, Natalie está contigo, para apoyarte en todo...

¡Ya es suficiente!.- Misaki la rechazó violentamente.- No sé qué es lo que le pasa, pero empiezo a hartarme de todo esto. ¡Está metiéndose en mi vida privada! No voy a permitir que las cosas continúen así, debí haber terminado con todo esto desde hace mucho tiempo. No vuelva a buscarme jamás, por favor.

Misaki se alejó rápidamente en dirección al hospital. Natalie lo miró furiosa.

¡Te vas a arrepentir de esto, Taro!.- gritó.- ¡Conmigo no juegas, voy a hacer que te pese el haberme rechazado!

Natalie hizo una mueca de desprecio, al tiempo que tomaba su teléfono para dejar un mensaje en el celular de Rika Ozawa.

Notas:

Dicho en lenguaje cristiano, la causa más común de un aborto son las anomalías en el desarrollo del bebé, que impiden que éste pueda vivir.

En "Caminos Cruzados", Genzo le regala a Lily un ángel de cristal que ella vio en el escaparate de una tienda, cuando ambos andaban de compras en Tokio.