Capítulo 17.
Rika llegó muy temprano al hospital, en parte para darle la oportunidad a Wakabayashi de irse a descansar y en parte para no tener que toparse con Misaki. El mensaje anónimo que había recibido la había perturbado muchísimo y no sabía qué hacer. Por una parte pensaba que era una broma de mal gusto, pero por otra, su instinto le decía que ésa podía ser la clave para descubrir el extraño comportamiento de Taro.
Lo bueno era que Lily ya se veía mucho mejor, una noche de descanso hacían maravillas en cualquiera, y esto la tranquilizó.
Buenos días.- saludó a los jóvenes, muy sonriente.- ¿Cómo amanecieron?
Mucho mejor, gracias.- respondió Lily, intentando incorporarse.
Más o menos.- contestó Genzo, bostezando.- Considerando que solo dormí un par de horas...
Vete ya a descansar, que bien que te hace falta, yo me quedaré cuidando a esta niña.- le dijo Rika.
La verdad es que no quisiera irme... .- protestó Genzo.
Ah, no, eso sí que no, te vas a dormir ahora mismo.- lo regañó Lily.- No quiero que después tu también termines hospitalizado.
De acuerdo, pero solo porque tú me lo pides.- respondió él, besando a su novia en la frente.- Cuídala bien, Rika.- continuó, dirigiéndose a la chica pelirroja.
No tienes ni qué decírmelo. Que duermas bien.- le contestó ella.
Antes de que se me olvide... ¿Crees que te den de alta hoy?.- le preguntó Genzo a Lily.
Es probable, puesto que ya estoy mucho mejor, y si no me quieren dejar ir, yo misma me daré de alta.- respondió ella, muy sonriente.
A ver si te dejan salir... .- dijo él.- El Dr. Dietrich es capaz de decirte que regreses a trabajar...
Uh, ya veré como me deshago de él.- la chica le guiño un ojo.
A ver si puedes.- él sonrió.- ¿A qué hora crees que te dejen salir? Para saber cuando vengo por ti.
No estoy segura de a qué hora venga la Dra. Katherine, todo depende del trabajo que tenga pendiente, pero no te preocupes, te llamaré en cuanto sepa que me van a dar de alta.
Pero Rika tiene que marcharse a las dos y no quiero que te quedes sola por mucho tiempo...
No te preocupes, Gwen vendrá en cuanto se termine su turno, así que no estaré sola por mucho rato.
Ya deja de preocuparte tanto, ella va a estar bien.- intervino Rika.- Ya vete a descansar, que buena falta te hace.
De acuerdo.- Genzo se acomodó la gorra y se dirigió hacia la puerta.- Cuídate, mi amor. Y no la regañes tanto, Rika.
¡Oye! ¿Pues que acaso crees que soy la malvada bruja del oeste o qué?.- protestó Rika.
No. Más bien eres la mujer del ogro.- respondió él, antes de cerrar la puerta.
Rika le aventó una almohada, aunque demasiado tarde porque él ya se había marchado; Lily soltó una carcajada.
En fin... .- Rika suspiró.- ¿Cómo te sientes hoy? La verdad.
¿La verdad? Pues me siento mucho mejor, aunque no lo creas.- contestó Lily.- Aun me siento muy triste por haber perdido a mi bebé... Pero el hecho de que Genzo haya estado aquí me consoló mucho... Aunque esto no ha sido fácil para él...
No ha sido fácil para nadie, querida prima. No sabíamos qué era lo que te estaba pasando, ni siquiera Gwen sabía que era lo que ocurría y de buenas a primeras nos informan que abortaste, imagínate el impacto que la noticia causó en nosotros.
Me lo imagino... .- Lily suspiró.- Ya sé que debí habérselo contado a alguien pero... Bueno, qué más da, lo hecho, hecho está.
Así es... .- Rika cerró los ojos, para tratar de controlar las lágrimas. No podía dejar de pensar en el mensaje anónimo: Tu novio te engaña con otra...
¿Qué te ocurre?.- le preguntó Lily.- ¿Por qué estás llorando?
Rika no había notado que las lágrimas ya corrían por sus mejillas.
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A pesar de que había jugado un partido muy reñido y de que había pasado casi toda la noche en vela, Wakabayashi no tenía muchos deseos de regresar a su departamento. Como la noche anterior habían tenido un encuentro, el equipo de Hamburgo no tendría entrenamientos esa mañana, así que Genzo tenía todo el día libre. Consideró en ir a buscar a Kaltz para tener una práctica de tiros a gol, pero luego recordó que Misaki también debería de estar libre, en vista de que Rika estaba en el hospital con Lily, así que decidió ir a buscarlo a su hotel. Cuando llegó, se encontró con un contrariado Taro que buscaba impacientemente un número de teléfono en la guía del hotel.
¿Qué hay, Misaki?.- lo saludó.- ¿Qué andas buscando?
¡Ah! Hola, Wakabayashi.- respondió Taro.- Busco un teléfono privado, pero creo que solo estoy perdiendo mi tiempo... En fin, ¿cómo sigue Lily?
Mucho mejor, yo espero que ya la den de alta hoy, me sentiré mucho mejor cuando ella regrese al departamento.
Me da mucho gusto. Creo que al rato iré a verla, cuando termine de arreglar un asunto pendiente...
¿Tienes algo que hacer? Y yo que venía a invitarte a entrenar...
Ese plan me gusta mucho más que el que yo había pensado pero, ¿no estás cansado?
Sabes bien que nunca estoy lo suficientemente cansado como para no jugar al fútbol.
Ni lo suficientemente lesionado...
¡Ja! Mira quien lo dice... En fin, ¿vienes o no, Misaki?
¿Tú que crees?
Ambos hombres se dirigieron a un campo de fútbol cercano; después de varios tiros a gol, Wakabayashi se dio cuenta de que a Misaki le preocupaba algo.
Ey, amigo, ¿qué te pasa?.- le preguntó, después de que Taro volara el balón por encima de la portería por tercera ocasión.- Estás fallando mucho tus tiros, tú no eres así.
La verdad es que tengo un problema. Bastante grave y no hallo como salir de él.
Si necesitas ayuda, sabes que puedes contar con la mía, amigo.
Gracias, pero no quisiera aumentarte los líos...
Ya deberías de saber que mis preocupaciones no me impiden ayudar a un amigo que lo necesita.
Gracias. Tal vez puedas darme un consejo.- Misaki suspiró.- Verás, el día en que llegamos a Hamburgo conocí a una reportera francesa, Natalie Delacourt...
Sé quien es.- dijo Genzo, cosa que sorprendió a Taro.
¿En verdad? ¿De dónde la conoces?
Tengo una suscripción a la revista para la que ella trabaja y he leído varios de sus reportajes. Por cierto que tú no has leído ninguno, ¿verdad?
No, nunca había oído hablar de ella antes. ¿Por qué lo dices?
Porque si los hubieras leído ya me hubieras hecho algún comentario sobre ella desde hace mucho tiempo. Esa chica está obsesionada contigo.
¿Cómo dices?
No hay artículo en el que no te mencione por lo menos una vez, aun así esté hablando de lucha libre. Siempre encuentra la manera de relacionarte con el tema de su reportaje, sea cual sea.
No me digas...
Ajá. Supongo que tú no te has enterado porque vives en Japón, pero en Europa se comenta que esa mujer estaría dispuesta a todo con tal de conseguir una cita contigo...
Y lo está...
¿A qué te refieres?
Verás, como te dije, esa mujer se me acercó aquel día en que tu llevaste a Marie Schneider al hospital para que pudiera ver a su hermano; algo me hace pensar que nada más estaba esperando a que me quedara un momento a solas, pues en cuanto Rika se fue a hacer una llamada, Delacourt hizo acto de presencia.
Ajá.
Me pidió una entrevista, a solas, en el hotel en donde me hospedo, yo acepté de momento para que dejara de fastidiarme, aunque si hubiera sabido lo que me esperaba me le hubiera negado en ese instante. En fin, durante la dichosa entrevista, me acosó vil y descaradamente, al punto de que me besó por la fuerza.
No me digas... .- se notaba que a Genzo le hacía cierta gracia la situación.
Así es. Después de eso, ella me amenazó con contarle todo a mi novia sino volvía a reunirme con ella, así que no me quedó de otra más que aceptar, porque no quise decirle a Rika lo que había ocurrido...
Uhhh, primer error, amigo mío: nunca trates de ocultarle algo a la Señorita Radar, ya deberías de saber que ella siempre sabe cuando le estás ocultando algo.
Y que lo digas.- Misaki rió débilmente.- Sé que debí contarle la verdad, pero pensé que enloquecería, sabes lo celosa que es...
Eso es cierto. ¿Y qué pasó después?
Pues resulta que Rika y yo peleamos porque, efectivamente, ella sentía que yo estaba viéndome a escondidas con la reportera. El problema fue que ella quiso arreglar las cosas en el preciso momento en que mi teléfono quedó bajó la custodia de Natalie.
¿Y qué rayos hacía ella con tu celular?
No preguntes. Pues bien, obviamente no contesté a su llamada y decidió dejarme un mensaje de voz pidiéndome que aclaráramos las cosas, o eso fue lo que Rika dijo, porque yo nunca recibí ese mensaje, y algo me hace pensar...
Que Natalie Delacourt lo borró.- completó Genzo.
Exactamente.- dijo Misaki.- ¿Entiendes ahora el problema en el que me metí? Rika está muy dolida porque cree que no quise arreglar nuestros problemas y yo no puedo decirle que no es que no haya querido hacerlo sino que jamás recibí su mensaje porque mi acosadora tuvo la amabilidad de hacerlo desaparecer.
Gran lío en el que te has metido, amigo mío.
No necesitas decírmelo. Y lo peor es que la cosa no termina aquí: Natalie ha estado metiéndose en mi vida privada, al grado de averiguar mi número de teléfono y de enterarse de cosas muy personales, como lo que pasó con Lily, por ejemplo.
¿Cómo? ¡No me digas que ella se enteró del aborto!.- a Genzo no le hizo nada de gracia esta declaración.
No te preocupes, no sabe que ella abortó pero sí sabía que estaba en el hospital.
Ya veo. Creo que a esto se le llama acoso sexual.- comentó Genzo, más calmado.
Exactamente.- Misaki resopló.
Si quieres que te dé mi opinión, creo que lo mejor sería que le dijeras la verdad a Rika.
Se va a volver loca, por no mencionar que no querrá verme nunca más...
Pero si no se lo dices tú, Delacourt podría terminar por decírselo y eso sería mucho peor.
Desgraciadamente tienes mucha razón...
Misaki tomó el balón y lo estrelló con fuerza contra un árbol.
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Rika le contaba a Lily lo que había pasado.
¿Entonces crees que Taro te está engañando?.- le preguntó Lily a su acongojada prima.
¿No es bastante obvio? O sea, su comportamiento extraño, sus silencios prolongados... Créeme, cuando un hombre se porta así es porque te está engañando con otra, si lo sabré yo, que ya me pasó antes con Wakabayashi... .- Rika se interrumpió bruscamente.- Lo siento, no quise...
No te preocupes, además tú tienes razón... .- dijo Lily, bajando la mirada.
Ambas se quedaron calladas por varios minutos, envueltas en un silencio incómodo. A pesar de que se querían mucho, ninguna de las dos olvidaría jamás que Genzo engañó a Rika con Lily.
Bueno, eso no importa ahora. Lo importante es que, además del extraño comportamiento de Taro, está ese mensaje que recibí ayer. Todo encaja, ¿no crees?.- comentó Rika.
Ah sí, lo olvidaba, el famoso mensaje.- contestó Lily.- ¿No crees que un anónimo es poco confiable debido a su propia naturaleza misteriosa? No deberías dejarte influenciar por algo como eso. Suena a que es una broma de mal gusto.
Ya lo sé, ya lo sé, pero... Tal vez sea la única respuesta a todas mis preguntas...
¿Eso significa que piensas ir a esa reunión?
No estoy muy segura. Solo sé que no voy a poder seguir viviendo en la incertidumbre por mucho tiempo...
Lily no dijo nada, pero Rika sabía que su prima no estaba de acuerdo.
