Capítulo 18.
Rika esperaba impacientemente, sentada en una banca, a que su misterioso informante anónimo hiciera acto de presencia. Había llegado con media hora de anticipación, por temor a que Misaki se apareciera por el hospital y le truncara los planes.
Justo a las tres en punto, Natalie Delacourt llegó a la reunión. Rika descubrió con tristeza que no le sorprendió para nada verla aparecer.
Buenas tardes, señorita Ozawa.- la saludó la reportera, con excesiva amabilidad.- Soy Natalie Delacourt, reportera.
Buenas tardes.- respondió Rika, a la defensiva.- ¿Para qué me citó aquí?
Me alegra que haya venido, pues tengo algo muy importante que decirle.- Natalie fue directamente al grano.- Usted tiene que saber que Taro Misaki la está engañando.
¿Qué pruebas tiene usted de eso?
No hay prueba más confiable que mi palabra, señorita Ozawa.
¿Cómo dice?
Que Taro y yo nos amamos, señorita Ozawa. Hemos estado viéndonos a escondidas desde el primer día en que ustedes llegaron a Hamburgo.
Eso no puede ser posible.- el hecho de que Rika sospechara que Taro se había reunido con la reportera no disminuyó el golpe que sintió cuando Natalie se lo confirmó.
Claro que lo es. Me dijo que está enamorado de mí y que ya se cansó de usted y que no sabe como decirle que lo deje en paz.
¡Eso no es verdad!.- Rika estaba al borde de las lágrimas, pero no iba a permitir que Natalie la viera llorar.
Me imagino que enterarse de esto debe de ser muy doloroso para usted, pero es mejor que lo sepa de una vez. Nos hemos reunido ya tres veces, incluso ayer me llamó para pedirme que fuera al hospital a consolarlo por la repentina operación de su mejor amiga.- continuó Natalie, mirando a la muchacha con una expresión de autosuficiencia.
¡Ya basta! ¡No tengo porqué escuchar semejantes patrañas!
Le dije en el mensaje que le envié que tenía pruebas y no mentí.- Natalie sacó una pequeña grabadora de su bolso.- Y en vista de que mi palabra no es suficiente para usted, quiero que escuche esta conversación, la cual se grabó el día en que yo fui a entrevistarlo a su hotel. Ese día fue cuando me dijo que estaba muy enamorado de mí y que no podía seguir resistiendo el impulso de besarme.
Natalie encendió la grabadora; Rika se temió lo peor.
Señorita Delacourt... .- era la voz de Taro.
Natalie, llámame Natalie. No sabes cuántas veces he deseado que me tomes entre tus brazos, mi querido Taro Misaki.- la chica hablaba en susurros.
Por favor, señorita Delacourt, alguien puede vernos.
¿Y qué importa? Yo te haría muy feliz, si tú lo quisieras... Te daría todo... Haría lo que fuera por ti...
Cuando Rika escuchó la respiración agitada de Taro al besar a Natalie, no pudo seguirlo soportando más y salió huyendo.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Wakabayashi subió a Lily al departamento en brazos, pues no quería que ella se agotara. Una hora antes, la Dra. Katherine la había dado de alta al ver que ella ya estaba mejor, diciéndole que ante el menor problema acudiera inmediatamente al hospital.
Genzo llevó a la muchacha a su habitación, acostándola con suavidad en la cama y arreglándole las almohadas.
¿Estás cómoda así?.- le preguntó.
Sí, muchas gracias, así estoy bien.- respondió ella.
¿Tienes mucho dolor? Puedo traerte los analgésicos si lo deseas.
No, ya casi no me duele, gracias.
¿Necesitas algo? ¿Agua o algo de comer?
Estoy bien.- ella se rió.- No seas tan exagerado, no necesito nada ahora, muchas gracias. Tú eres el que debería irse a descansar, te ves fatal, mi amor. ¿Qué hiciste después de que te fuiste en la mañana?
Fui a entrenar un rato con Misaki.- respondió Genzo, acomodándose la gorra.
Ah, me sospechaba que algo así ibas a hacer. Solo estando en coma no irías a jugar fútbol.
Ya me conoces...
Ajá, y eso es lo que más me encanta de ti.- ella le echó los brazos al cuello.- Le tienes tanto amor a lo que haces que es imposible no amarte a ti.
Genzo la besó suavemente.
Aunque muchas veces ese amor me hace olvidar otros.- dijo él.
No importa, pues para algo estoy aquí, para recordarte esos otros amores.- ella sonrió.- ¿Y qué te cuenta Tarito? Tengo mucho de no hablar con él.
Pues... Está metido en un pequeño lío...
No me digas... ¿No estará engañando a Rika, verdad?
No precisamente pero... ¿Qué te hizo preguntar eso?
Uhm, Rika sospecha que él la engaña con una reportera...
Natalie Delacourt.- completó él.
¿Entonces sí es cierto?
No, no lo es. Ella ha estado acosándolo, pero Misaki no ha querido decirle la verdad a Rika.
Ahhh, mira tú. ¿Y eso a qué se debe?
No quiere que Rika se enfade con él, teme que ella termine por terminar su relación si se llegara a enterar de que besó a otra...
¿TARO LA BESÓ?.- Lily gritó, indignada.- ¿Pero cómo se le ocurre? Ay no, no me digas que siente algo por ella...
No, no siente nada por ella, tranquilízate, lo que ocurrió es que ella lo besó por la fuerza.
No me digas...
Wakabayashi iba a contestarle cuando el teléfono del departamento sonó. Se levantó rápidamente para responder, dejando la puerta del cuarto abierta tras él.
Lily comenzó a inquietarse cuando vio que él tardaba mucho en colgar. Algo la hizo levantarse de la cama para tratar de escuchar la conversación.
Sí, ella está mejor.- le decía Genzo a su interlocutor.- Pero, como verás, no puedo reunirme contigo hoy. No sé cuando pueda, yo te llamaré después. Trataré de ponerme en contacto lo más pronto posible, sabes que ya no puedo dejar pasar más tiempo sin arreglar nuestro asunto. Sí, te hablaré pronto, Nadia, no te preocupes. Cuídate.- y cortó la conversación.
"Otra vez ese nombre", pensó Lily, "Otra vez ella. ¿Quién es Nadia?"
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Rika no sabía por dónde iba, y ni le importaba. Lo único que quería era desaparecer del planeta. "No puede ser, no puede ser", pensaba, "¿Por qué todos mis novios terminan por engañarme? ¿Acaso no valgo la pena?"
Llegó hecha una furia al hotel y sin pensarlo dos veces se dirigió a la habitación de Misaki. Cuando éste abrió la puerta, lo abofeteó con fuerza.
¿Qué es lo que te pasa?.- le preguntó Misaki, muy azorado.
¿Cómo pudiste hacerme esto? ¡Yo confiaba en ti! ¡Creí que me amabas!
¿De qué me hablas?
¡Me dijiste que no habías vuelto a ver a la reportera! ¡Me dijiste que no sabías nada de ella! ¡Y me mentiste!
Por favor, déjame explicarte... .- Misaki sabía que lo que más temía ya estaba ocurriendo.
Ella acaba de decirme que han estado viéndose todos estos días, ¿eso es cierto?.- ella no lo dejó hablar.
Misaki titubeó antes de contestar.
Sí, pero por favor, déjame que te diga por qué...
Y también me dijo que la habías besado... ¿Es verdad?.- la voz de Rika apenas se escuchaba.
No es lo que tú piensas...
Solo responde, por favor. ¿La besaste, sí o no?
Sí... .- respondió él, susurrando.
Ella ya no dijo nada más.
