Capítulo 19.

Natalie había disfrutado enormemente la cara de tristeza que Rika puso al escuchar la cinta. "Te dije que te arrepentirías, Taro Misaki", pensó, "Ahora no tendrás más remedio que aceptarme entre tus brazos, pues no creo que esa japonesita quiera perdonarte".

Se encontraba en la habitación del hotel en donde se hospedaba, el cual se ubicaba a unas cuantas cuadras del de Misaki, repasando en su mente una y otra vez su plan: dentro de un par de días iría nuevamente a buscar a Taro, para declararle una vez más su promesa de amor eterno. Ella estaba plenamente segura de que él la aceptaría, tan obsesionada estaba con esa idea que jamás le pasó por la mente que en realidad Misaki la detestaba sobremanera.

La puerta se abrió y el fotógrafo con el peinado afro entró por ella.

Regresaste temprano.- le comentó a la mujer.

Te dije que no me iba a tardar, esa entrevista era pan comido.- respondió ella.- Pero no podemos regresar a Francia aun, todavía tengo un asunto pendiente que aclarar.

No irás a buscar a Taro Misaki otra vez, ¿verdad?

Y si así fuera, ¿cuál sería el problema, Jaques? No es mi culpa que él sea tan reservado.

Si tú lo dices...

Sí, yo lo digo, ¿y qué?

Está bien, no te sulfures. ¿Y cuándo vas a querer que te acompañe para las fotografías?.- inquirió Jaques.- No me has permitido ir contigo a ninguna de tus reuniones con Misaki. ¿O acaso no piensas usar imágenes en el reportaje?

Te lo he dicho mil veces: él no quiere ser fotografiado. Ya después usaremos algunas fotografías de archivo.- respondió Natalie, de manera terminante, al tiempo que se levantaba de su silla y salía de la habitación.

Jaques no la siguió en esos momentos, pero decidió que, si quería descubrir la verdad, tarde o temprano tendría que seguir a Natalie.

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Lily sostenía en sus manos la carta de aceptación al hospital de Munich; con tanto embrollo, aun no había tomado una decisión. La noche que estuvo internada en el hospital había pensado que, sin importar lo que pasara, ella nunca podría separarse de Wakabayashi; sin embargo, en cuanto ella había regresado al departamento, él había levantado una muralla de indiferencia que ella no podía derrumbar. Y Lily estaba segura de que todo había sido causado por la llamada de la misteriosa Nadia.

"¿Quién es Nadia? ¿Por qué Genzo no me ha hablado sobre ella?", pensaba, "Tal vez sea una pariente lejana... Pero si eso fuera verdad, ¿por qué no me la ha presentado?". Lily se desesperaba por no encontrar una respuesta lógica a estas preguntas, pues la duda era algo que ella no podía soportar.

Volvió a mirar el papel que tenía en sus manos, recordando de pronto las palabras de Michelle: Si yo fuera tú, no dejaría pasar esta oportunidad tan buena... Si quieres que te sea sincera, me parece que estarás mejor sin él... Evidentemente, para su amiga era más que obvio que la relación entre Genzo y Lily estaba llegando a su fin. Lily no quería aceptarlo: aun seguía amando mucho a Genzo. Y estaba plenamente convencida de que jamás podría amar a otro hombre de la misma manera.

Tocaron enérgicamente a la puerta; Lily se sorprendió, pues no esperaba visitas.

¡Rika! ¿En qué puedo ayudarte?.- comenzó a decir Lily al ver que era su prima quien la visitaba, pero se detuvo al ver que ella lloraba desconsoladamente.

Voy a terminar con Taro.- respondió ella, con la voz entrecortada por el llanto.

¿CÓMO? ¿Qué pasó?.- Lily la hizo sentarse en el sillón.- ¿Por qué vas a terminar con él?

¡Porque me engañó con otra! ¡Por eso voy a terminar con él!

¿Pero estás segura? ¿No será un error?

¡Claro que no! ¡Esa reportera me dijo que ella y Taro han estado viéndose todo este tiempo! ¡A mis espaldas!

Ay, no, no me digas que fuiste a esa cita...

¡Claro que fui! ¡Tenía que enterarme de la verdad! Aunque ya me lo sospechaba... ¡No puedo creer que esto me haya pasado otra vez!

¡Pero cómo es posible que le creas a ella! ¿Qué no se te ha ocurrido pensar que puede ser solo un engaño?

¡No es un engaño! ¡Todo fue verdad! Me dijo que ella y Taro se habían besado, y para comprobarlo me mostró una grabación en donde se escucha cómo ambos se besan...

¡Oh, vamos! Pero ese tipo de grabaciones no pueden ser del todo confiables, tal vez está trucada...

No, no está trucada. Taro me confirmó que en verdad sí se besaron...

¿Y qué tal si ella lo besó por la fuerza?.- inquirió Lily, dispuesta a decirle todo lo que sabía a Rika.- Gen me comentó que...

¡Ah, claro! Nunca es culpa de ustedes, ¿verdad?.- le contestó Rika, con saña.- Siempre son víctimas inocentes de las circunstancias...

¿Qué quieres decir?.- a Lily no le agradó el tono de su voz.

Que, según tú, nunca tienen la intención de engañarme. Siempre es algo que "no se puede evitar". O al menos eso fue lo que me dijiste cuando besaste a mi novio...

No puedo creer que me estés reclamando eso ahorita. Creí que ya lo habíamos dejado atrás... .- Lily comenzaba a molestarse.

Claro. Para ti no tiene la menor importancia porque nunca has sido tú la engañada.- respondió Rika.- Y ahora entiendo por qué te llevas tan bien con Taro, los dos son un par de ofrecidos.

Lily se levantó bruscamente del sillón, tratando de controlar el malestar que la invadió.

¿Sabes qué? Si solo viniste a insultarme lo mejor será que te vayas.- le dijo a su prima, fríamente.

Tienes razón, no sé por qué se me ocurrió venir aquí.- respondió ella.- Me voy. Y por favor, ni se les ocurra volver a buscarme.

Rika se levantó y salió rápidamente del departamento

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Kaltz vagaba por las calles de Hamburgo, sin rumbo fijo. Se aburría mucho cuando no había entrenamiento, así que se paseaba por aquí y por allá con la esperanza de toparse con algún chisme para comentárselo a Michelle (Kaltz y Michelle eran los "informadores oficiales" del equipo). De pronto, al doblar una esquina, vio a Wakabayashi platicando con una muchacha, quien evidentemente no era Lily, pues tenía un brillante cabello rojo que le llegaba a los hombros y era un poco más baja de estatura que aquélla. Kaltz no dudó en acercarse para tratar de conocer a la muchacha que hablaba con su amigo japonés.

Ey, Wakabayashi-san, ¿qué andas haciendo por aquí?.- le preguntó.

Hola, Kaltz. Quizás sea yo el que deba hacerte esa pregunta... .- era bastante obvio que a Genzo no le hacía gracia el haberse topado con Kaltz.

¿No me presentas a tu amiga?

Claro.- Genzo lo miró con cara de pocos amigos.- Kaltz, te presento a Nadia, una... Amiga... Nadia, él es Hermann Kaltz.

Mucho gusto.- dijo éste.

Es un placer.- contestó la chica. Era muy bonita y tenía unos lindísimos ojos color violeta.

¿De dónde conoces a Wakabayashi?.- le preguntó Kaltz a la muchacha.

Pues... .- ella titubeó unos instantes.- Nos conocimos en un centro comercial...

Bueno, Kaltz, ¿qué se te ofrece?.- interrumpió Genzo, quien evidentemente se ponía más nervioso conforme pasaba el tiempo.

Nada en realidad, es solo que paseaba por allí y me sorprendió verte en tan buena compañía... Y más porque tu novia debe estar sola en tu departamento...

Estamos por irnos ya, Nadia tiene asuntos pendientes.- dijo Genzo, ignorando por completo el tono que Kaltz usó.- Así que si nos disculpas, nos retiramos.

Claro amigo, nos veremos después.

Hasta luego, Kaltz, fue un placer conocerte.- dijo Nadia.

Igualmente, señorita.- contestó el alemán.

Wakabayashi y Nadia se dirigieron hacia el automóvil del primero, que estaba estacionado a unos cuantos metros de allí; él, galantemente, abrió la puerta del lado del pasajero para que la muchacha subiera. Kaltz los vio irse, moviendo la cabeza pesarosamente.

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A la mañana siguiente, muy temprano, a Lily la despertó el timbre de la puerta. Se puso rápidamente una bata para salir abrir pero apenas estaba saliendo del cuarto cuando Genzo ya había dejado pasar al visitante a la sala. "¿Qué hace Genzo aquí a estas horas?", pensó "Debería haberse ido ya al entrenamiento".

El visitante no era otro que Misaki, quien se veía sumamente preocupado.

Hola, Tarito. ¿A qué debemos el honor de tu visita?.- le preguntó, sentándose en un sillón frente a él, mientras que Genzo ocupaba el asiento vacío junto a ella.

¿No han visto a Rika?.- inquirió éste, sin preámbulos.- No tengo noticias de ella desde ayer.

¿Cómo? ¿Qué quieres decir con que no has sabido de ella desde ayer? ¿Qué no se supone que están en el mismo hotel?

Sí, pero... Ayer tuvimos una discusión... Ella al fin se enteró de lo que pasó con Natalie... Aparentemente fue la misma reportera la que le contó toda la verdad...

Uhm, te advertí que esto podía pasar... .- comentó Genzo.

Ahdio, ella vino ayer a hablarme sobre eso... .- musitó Lily. Taro y Genzo le dirigieron la mirada.

¿Ella estuvo aquí ayer? ¿A qué hora?.- preguntó Misaki.

Pues... Era como cerca de las cuatro... Vino a decirme que iba a terminar contigo porque la estabas engañando con otra.

¿Y por qué no me avisaste?.- Misaki se levantó bruscamente del sillón.

¡Pues porque trataba de calmarla primero!.- se excusó Lily.- Estaba deshecha...

¿Y qué fue lo que dijeron? Tienes que creer que yo en verdad no la engañé.- dijo Taro.

Yo lo sé, te conozco lo suficiente como para saber que no le harías eso a ninguna mujer. Si otra chica comenzara a gustarte, simplemente terminarías con Rika antes de que las cosas llegaran más lejos.- respondió Lily.- Además, Gen me contó parcialmente lo que ocurrió.

Ah, ya veo.- Misaki volteó a ver a Wakabayashi; éste solo se encogió de hombros.- ¿Le dijiste entonces lo que en verdad pasó?

No me dio tiempo.- contestó Lily, muy triste.- Cuando empecé a decirle que tú no tenías la culpa, comenzó a atacarme...

¿Cómo que a atacarte?.- preguntó Genzo.- ¿De qué forma?

Pues... .- Lily miró a Taro con cierta ansiedad.- Dijo que entiende el por qué tú y yo somos tan buenos amigos. Que porque los dos somos un par de ofrecidos...

¿Qué? ¿Por qué dijo eso?.- preguntó Genzo, algo indignado.

¿Pues tú por qué crees?.- Lily volteó a mirarlo.- Lo dijo porque la engañaste conmigo.

Pero eso es injusto, ya quedó en el pasado... .- murmuró Taro.

Pues yo que sé, estaba tan molesta que eso fue lo que me dijo, y pues a mí sí que me dolió el comentario, así que le dije que si solamente venía a insultarme pues ya podía irse retirando. Así que se marchó sin despedirse siquiera...

Y ahora no sabemos en donde está... .- dijo Misaki.- Yo pensé que vendría a hablar contigo después de lo que pasó, así que por eso no la busqué anoche para tratar de arreglar la situación; sin embargo, en la mañana que fui a su habitación me encontré a la camarera aseando el cuarto y me dijo que la señorita se había marchado desde el día anterior.

¿Desde del día anterior? Ahdio, debió haberse ido después de que peleó conmigo.- dijo Lily.

Lo más probable.- comentó Genzo.- La pregunta es: ¿A dónde se fue?

Trae su teléfono apagado, obviamente.- terció Taro.- Pero no me preocupé porque creí que podía estar aquí.

Pues ya viste que no... .- Lily suspiró y se llevó una mano a la frente. Aun se sentía un poco débil y no podía evitar el marearse con facilidad.- ¿A dónde rayos habrá ido?

¿Es una costumbre de familia el huir sin arreglar las cosas?.- preguntó Genzo.- Recuerdo perfectamente que lo mismo quisiste hacer tú cuando Rika se enteró de que nos habíamos besado.

¡Qué malo eres! ¿Por qué me recuerdas eso ahora?.- protestó Lily, pero la mitad de sus palabras fueron opacadas por el timbre del teléfono.

Genzo se levantó a contestar con rapidez, con demasiada rapidez, como si estuviese esperando una llamada.

Buenos días.- dijo él.- Sí, ella está aquí, permítame unos segundos.- le pasó a Lily la bocina.- Es para ti.

¿Hola? ¡Tío, que gusto saludarlo!.- saludó Lily.- ¿En qué puedo ayudarle? ¡Ah...! Sí... Ajá... No, nos avisó, simplemente se marchó y ya... Ahora entiendo... Pues... Le mentiría si le dijera que no, pero no debe preocuparse, arreglaremos este problema lo más pronto posible... Sí, no tiene de qué apurarse... Muchas gracias, tío. Cuídese mucho, salúdeme a mi tía por favor.- y colgó.

¿Quién era?.- preguntó Genzo.

Era mi tío, el padre de Rika.- contestó Lily.

Tu suegro... .- le dijo Genzo a Taro.

¿Qué ocurrió?.- preguntó Misaki.- ¿Le pasó algo a Rika?

No, ella está bien, no te preocupes.- respondió Lily.- Solo me habló para avisarme que Rika está en Frankfurt...

Los dos hombres miraron a la chica un tanto sorprendidos. ¿Qué rayos estaba haciendo Rika en Frankfurt?