Capítulo 26.

En algún lugar de un gran país.

Varios meses después.

Pues esta historia termina con una boda. Casi todas las historias de este tipo terminan así. Después de largos meses de preparativos, al fin el gran día había llegado: Lily y Genzo estaban listos para jurarse amor eterno.

La abuela de Genzo y la hermana de Lily estuvieron a punto de mandarlo todo al caño, pues cada una quería que las cosas se hicieran a su manera sin detenerse a preguntar qué era lo que los novios deseaban. Las disputas terminaron cuando la pareja, harta ya de tanto pleito, declaró que si las cosas continuaban así se casarían en el Registro Civil, sin ceremonias ni nada por el estilo. Al final, Lily se encargó de organizarlo todo, ayudada por Rika, Sanae, Michelle y Gwen, quienes parecían estar más emocionadas con la situación que la misma novia (dije parecían, dudo mucho que alguien hubiese estado más feliz que Lily ).

La boda se celebraría al aire libre, durante el atardecer, en una colina ubicada a las orillas de un hermoso y apacible lago. Se construyó un altar de madera con azucenas talladas y se colocaron cientos de sillas, candelabros con velas y floreros de madera, los cuales estaban adornados con azucenas rosas y blancas, jazmines y rosas blancas. Una suave alfombra hecha con pétalos blancos marcaba el camino que la novia seguiría hasta el altar. Y para evitar conflictos con las religiones, la ceremonia la oficiaría un juez de paz. El grupo de violinistas que se habían contratado para la ceremonia comenzaron a tocar una suave melodía que armonizaba con los sonidos del lugar.

Los invitados comenzaron a ocupar sus puestos, maravillados con el hermoso efecto que la luz del atardecer ejercía sobre el sitio elegido. Casi todos los miembros de la Selección Japonesa y del equipo de Hamburgo estaban allí: Hikaru Matsuyama y su prometida Yoshiko, Jun Misugi y su novia Yayoi, Ryo Ishizaki llegó acompañado por Yukari, Hermann Kaltz y Michelle, Jurgen Kraus y Andreas Yara, acompañados por sus respectivas esposas, incluso Kojiro Hyuga estaba presente también y fue una de las sorpresas de la noche, pues llegó del brazo de Maki Akamine, lo que despertó los comentarios de los presentes.

Y por supuesto, no podían faltar Teppei Kisugi, Hajime Taki, Mamoru Izawa y Singo Takasugi, quienes seguían sin poder creer que estuviesen asistiendo a la boda de su capitán. Aoi Singo y Urabe Hanji no dejaban de hacer bromas y de comportarse como los bufones de siempre, y si Ishizaki no se les unió fue porque Yukari se lo impidió.

Sentados muy cerca del altar estaban Gwen y Karl Heinz Schneider, quienes ya habían declarado ser pareja de manera oficial, y a un lado de ellos se encontraban Gino Fernández y Marie Schneider; Marie había aceptado una beca en Italia para continuar sus estudios, y sobra decir que Fernández estaba encantado con la noticia. Parados varios metros más atrás de ellos, se encontraban Stefan Levin y Akai Tomeya.

Genzo Wakabayashi no tardó en llegar en una limosina, acompañado por sus padres y abuelos, pero no bien se bajó del auto cuando Taro Misaki y Tsubasa Ozhora se lo llevaron con ellos a rastras. Quien sabe qué fue lo que le dijeron, pero al regresar el novio les lanzaba miradas furibundas a sus dos amigos, mientras éstos se reían discretamente.

Los hermanos de Genzo venían detrás y se sentaron junto con sus esposas, muy cerca de donde estaban sus padres. La abuela Wakabayashi, enfundada en un kimono, refunfuñaba que todo era demasiado occidental, aunque al final terminó por reconocer que los novios habían elegido un lugar muy hermoso para su boda. Los hermanos y la hermana de Lily ya estaban allí también, al igual que su pequeño sobrino, que no paraba de corretear a pesar de los regaños de su madre.

Y por fin, el momento tan esperado había llegado: era hora de dar inicio a la ceremonia. Rika y Sanae llegaron corriendo, después de darle los últimos toques a la novia, seguidas por la madre de Lily. El cortejo nupcial se abrió con Genzo y sus padres, seguidos por los padrinos y las damas de honor: Tsubasa Ozhora y su esposa Sanae y Taro Misaki y su novia Rika Ozawa.

Los señores Wakabayashi se mostraban serios, pero orgullosos, y Genzo lucía increíblemente atractivo y elegante, y solo sus ojos mostraban la felicidad que sentía en esos momentos.

Tsubasa se veía muy apuesto con su traje y Sanae lucía radiante y bella, pues su lindo vestido azul no disimulaba el abultamiento de su vientre: tenía ya cinco meses de embarazo. La sonrisa de la pareja mostraba cuan felices se sentían por la noticia.

Taro y Rika se mostraban igual de felices, pues a pesar de todos los conflictos que pasaron su amor había salido triunfante, y estaban por emprender una nueva aventura, juntos: Misaki había aceptado por fin la oferta del Paris St. Germain para jugar entre sus filas y Rika había decidido irse a Francia con él, a trabajar en la embajada japonesa en París.

Los padrinos y las damas de honor ocuparon sus puestos; ahora tan solo faltaba la novia. Comenzó a sonar la marcha nupcial al tiempo que todos los presentes se levantaban para recibir a la futura esposa. Lily apareció en el extremo del camino, del brazo de su padre. Se veía realmente hermosa con su vestido de novia, el cual era de satín blanco y estaba adornado con perlas y tenía bordados de azucenas. Parte de su cabello estaba recogido, dejando que el resto le cayera en cascada por los hombros y la espalda, y el velo le cubría el rostro, siguiendo una vieja costumbre de las bodas mexicanas. Su ramo estaba compuesto por azucenas blancas y unos cuantos jazmines, el cual sostenía con firmeza entre su mano enfundada en un guante de encaje blanco.

Al llegar al altar, el padre de Lily soltó a su hija y le susurró un "Te la encargo mucho" a su futuro yerno. Genzo levantó con suavidad el velo de la novia y después le ofreció el brazo para presentarse juntos ante el juez de paz.

Nos hemos reunido aquí para unir a este hombre y a esta mujer en matrimonio.

Maki escuchaba atentamente, recargada sobre el hombro de Hyuga; Matsuyama y Yoshiko tenían las manos enlazadas, Misugi abrazaba a Yayoi, Kaltz no dejaba de mandarle miraditas insinuantes a Michelle, Gino y Marie sonreían con beatitud, Karl movía la cabeza de un lado a otro mientras que Gwen sonreía por lo bajo, y Yukari trataba de hacer que Ishizaki prestara atención, pues éste se distraía muy fácilmente con los puntapiés y codazos que se repartían Aoi y Urabe. Misaki le sonreía a Rika a través de la luz de los candelabros; Tsubasa susurraba la promesa de amor que le hizo a Sanae varios años atrás, en su propia boda, mientras que ella lo miraba con dulzura.

Llegó el momento de los novios de hacer sus votos; Lily habló primero.

Siempre dudé de que algún día pudiese encontrar al hombre de mis sueños.- comenzó.- Cuando era muy joven sufrí un duro golpe que me hizo perder la esperanza de encontrar el amor verdadero. Creí que jamás encontraría al hombre que fuese mi perfecta mitad, el hombre que estuviese dispuesto a unir su destino al mío, de manera definitiva... Ahora sé que estaba equivocada, pues no solo he encontrado al hombre de mis sueños, sino también al hombre que desea que compartamos nuestras vidas, nuestros triunfos, nuestras derrotas y alegrías... No solo he encontrado al hombre de mis sueños... He encontrado al hombre de mi realidad...

Rika y Sanae se enjugaron una lágrima. Ahora, era el turno de Genzo.

Siempre he luchado para conseguir lo que deseo.- comenzó.- Me he esforzado mucho por alcanzar mis sueños y pensé que eso era más que suficiente para sentirme completo. Pero desde que entraste a mi vida me he dado cuenta de cuan falso era esto, pues ahora que estás a mi lado he podido notar lo vacías que eran mis noches y mis días antes de conocerte. No conocía la felicidad de verme reflejado en los ojos de la mujer que lo es todo en mi vida, y ese sentimiento es algo que no tiene comparación. Tu amor me ha cambiado totalmente, me ha hecho ver el mundo de una manera diferente, me hace creer que en realidad nada es imposible... Tu amor me vuelve un hombre completo...

Lily se mordía los labios para no llorar de emoción; Genzo no dejaba de sonreír.

El cuarteto Shutetsu, por su parte, no podían creer que esas palabras tan cursis hubiesen salido de la boca de su inexpresivo capitán.

Genzo Wakabayashi: ¿Aceptas a Lily como tu esposa?.- preguntó el juez de paz.

Acepto.- dijo Genzo, al tiempo que le colocaba a Lily la alianza que Tsubasa le había pasado.

Lily Del Valle: ¿Aceptas a Genzo como tu esposo?.- volvió a preguntar el juez de paz.

Acepto.- dijo Lily, mientras le colocaba a Genzo la alianza que Sanae le había entregado.

Muy bien.- anunció el juez.- Ahora los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.- añadió, dirigiéndose a Genzo.

Genzo Wakabayashi tomó a su esposa entre sus brazos, para darle el beso que sellaría por siempre su promesa de amor.

Notas y aclaraciones:

Jurgen Kraus y Andreas Yara son jugadores del equipo Hamburgo.

Bueno, yo no sé si esta costumbre se tenga también en otros países o no, pero en algunas bodas de México se acostumbra que la novia llegue al altar con el rostro cubierto por el velo, para que el novio lo descubra antes de que ambos se presenten ante la persona que los va a casar.

Ahí lo tienen, final cursi para un fic cursi U.