¡Todo esto es de JKR, no mío! Excepto por unos pocos personajes que agregué.
Draco dibujando dragones pertenece a PikaCheeka, perdón por no haberlo mencionado desde el principio de MNS, creo que adopté la idea de forma subconsciente.
El cuervo de Severus pertenece a J. L. Matthews. Sólo lo tomé prestado porque es una mascota perfecta para Sevi y prometí devolverlo ileso.
Los catar, sin embargo, son míos y los amo, así que, por favor, no los uses sin pedirme permiso primero.
Nota de la autora:
Primero las malas noticias: no creo que el próximo capítulo esté listo para el viernes. Tengo escrita parte de él y estaba escribiendo a un ritmo inusualmente rápido, pero entonces llegaron algunas noticias no deseadas al trabajo y... ¡puf! No puedo concentrarme en nada más. He escrito dos páginas y media en los tres días que han pasado desde entonces (y probablemente habría logrado más de diez escribiendo acerca de por qué odio mi trabajo). Con suerte esto pasará en unos pocos días más y podré terminar el capítulo.
Nota de la traductora:
Silverfox es de Austria (no confundir con Australia) y su lengua materna es el alemán, pero escribió "Double 0 Seve... rus" en inglés, si deseas leer la versión original, puedes encontrarla en y si deseas escribirle (en alemán o inglés, preferentemente), su dirección es silverfoxkabsi.at
Capítulo 18: ACORTANDO LA LISTA
El espacio se volvió un tanto estrecho en el extremo que ocupaba el sexto año en la mesa de Slytherin cuando Ginny y Neville se unieron a ellos para cenar.
La profesora McGonagall los miró con los labios tan apretados que Draco se preguntó cómo lograba hacer pasar la comida a su boca, y las miradas de los Gryffindors de sexto año eran peores que nunca. Claro que eso no molestaba a ninguno de los Slytherins.
-Hermione dice que Parvati es la única Gryffindor en su año que asiste a Estudios Muggles y que tampoco hay Slytherins en la clase –reportó Ginny.
-Eso ultimo ya lo sabíamos –gruñó Pansy-. Fue por eso que tuvimos que preguntarte a ti, en primer lugar.
Ginny le dio un rápido beso a Draco y le sonrió beatíficamente a Pansy.
-Ella dice que los Ravenclaws en esa clase son Mandy Bocklehurst, Corinna Hicks, Eric Farran, Morag McDougal y Taliesin Skipper.
-Bueno, no habría sospechado de ninguno de ellos de todos modos –comentó Theodore.
-Consideré a Eric por un tiempo –dijo Severus-. ¿Conoces a los Hufflepuffs también?
Ginny asintió.
-Miranda Moon, Sally-Anne Perks, Natalie Immens y Donald Culley.
-Eso deja solo a Nicodemus en nuestra lista –reportó Draco.
-Y Finnigan –les recordó Millicent-. ¿Averiguaste algo acerca de él?
-No, tampoco Hermione sabe más acerca de sus vacaciones. Pero dijo que le preguntará a Harry y Ron –prometió Ginny.
-Y yo seguiré vigilando a Seamus tanto como pueda y lo reportaré con McGonagall si hace algo sospechoso. Si estoy equivocado, siempre puedo decirle que era un broma para quedar a mano por lo del perro –anunció Neville.
-Draco y yo seguiremos investigando a los de sétimo año –declaró Severus.
-Yo vigilaré a Hanson –decidió Theodore-. ¿Alguien más?
-Miranda Deering –sugirió Severus-. Y quizá también los hermanos Mattels.
-Tomo a Miranda –se ofreció Alicia-. Ocasionalmente estudiamos juntas, así que no será obvio.
-¿Blaise? –dijo Theodore.
-¿Qué?
-¿Vigilarás a Hieronymus Mattels por nosotros? –preguntó Theodore.
-¿Por qué yo? ¿No puede hacerlo una de las chicas?
-No pueden seguirlo al baño. Será más fácil para ti.
Blaise frunció el ceño.
-Tengo cosas más importantes que hacer.
-¿Más importante? Esto interesa a nuestra seguridad –gritó Theodore-. ¿Qué podría ser más importante?
-Nosotros lo vigilaremos –se ofreció Vincent-. No queremos que los de primer año sigan asustados.
Gregory asintió enérgicamente.
-Hey, Severus –dijo Ginny de repente-. Tu erizo come spaghetti.
En efecto, Greenie estaba luchando por sacar un largo fideo del plato de Ginny.
-Lo sé –rió Severus-. Come casi de todo. Estoy empezando a sospechar que los erizos son omnívoros.
Greenie parpadeó con sus ojitos verdes, pero estaba demasiado ocupado como para molestarse con un "sniff". Esos fideos largos eran deliciosos, pero tenían el desafortunado hábito de enredarse. Algunas veces incluso quedaban atrapados en sus púas, donde resultaba completamente imposible alcanzarlos.
Entre tanto, Lucius tenía otro visitante en su oficina. Uno con el que estaba muy contento de no tener ninguna relación consanguínea. Al menos no una muy cercana.
-¿Te das cuenta de que tus constantes fracasos nos están saliendo caros? –demandó.
-Hago lo mejor que puedo, señor –respondió el asesino-. Estaba seguro de que el medio yeti era lo bastante grande como para acabar con Harry en segundos, pero aparentemente era más lento de lo que parecía y los Slytheris en la clase no reaccionaron como era de esperarse. Varios de ellos se quedaron e incluso protegieron a Harry.
-Estaban protegiéndose a sí mismos, idiota –siseó Lucius-. A ningún Slytherin le importa Potter un comino. Dejaste libre a la criatura tan cerca de ellos que sintieron que sus propias vidas estaban siendo amenazadas y algunos pensaron que era demasiado peligroso darle la espalda al yeti y prefirieron enfrentarlo con sus varitas en mano mientras todavía era posible.
-Deberían haber corrido –insistió el asesino-. Casi todos los demás lo hicieron y ninguno de ellos salió lastimado.
-¿Se te ha ocurrido que eso puede haber sido porque otros se quedaron para impedir que la criatura los persiguiera? Mi propio hijo estaba en esa clase. Arriesgaste su vida, arriesgaste la propia continuidad del linaje Malfoy. Eso es inaceptable.
-Usted no es tan viejo. Fácilmente podría tener otro hijo para reemplazarlo –anunció fríamente el asesino-. No sería una gran pérdida. Con algo de suerte, ese segundo hijo sería mucho mejor, en cualquier caso.
-¡Pequeño mocoso! –tronó Lucius-. No eres la mitad del estudiante que es Draco. ¿Qué es tu linaje comparado con el mío? Tienes que asegurarte de que la próxima trampa sea a prueba de fallos y que Draco no esté cerca de ahí para presenciarlo.
-Entonces, ¿es verdad lo que dicen? –sonrió el asesino-. ¿Su precioso heredero no soporta ver sangre? Qué debilucho. Nuestro amo no estará contento con eso, ¿o sí?
-Nuestro amo está extremadamente disgustado contigo ahora –siseó Lucius-. Y tú sabes lo que pasa cuando nuestro amo está disgustado, ¿no es así?
El asesino tragó saliva con dificultad y asintió.
Mucho mejor.
-En cuanto a Draco, simplemente estoy tratando de protegerlo. Como ya he dicho, no tengo otro heredero, así que Draco es extremadamente precioso para mí. No lo arriesgaré con tus torpes planes. He gastado mucho dinero y esfuerzo preparándolo para nuestra batalla. Cuando llegue el momento, él será más valioso para nuestro amo de lo que tú llegarás a ser jamás. Hasta entonces, pretendo retenerlos, no importa lo ansioso que esté por servir a nuestro amo.
-Curioso, he escuchado que no está nada ansidoso. De hecho, que está considerando ser un sanador.
Ese niño era ciertamente demasiado atrevido. Claramente, eso era el resultado de una pésima crianza. Ningún Malfoy permitiría jamás que un hijo suyo fuera así de irrespetuoso.
-Un chiste que salió de la sala común –gruñó Lucius-. Creo que comentó más seriamente acerca de jugar quidditch profesionalmente o dedicarse a la política.
-He escuchado que dijo definitivamente que no se unirá a nuestro amo y que podría dedicarse a la enseñanza.
-Escuché decir eso mismo a Blaise Zabini este mismo día. La central de rumores de Gryffindor está trabajando horas extra. Sería mejor que aprendieras a no creer todo lo que oyes. Nada de lo que escuches o leas es completamente cierto y a veces incluso tus ojos pueden ser engañados. Tienes que cuestionarlo todo y juzgar si es cierto o falso con tu propio cerebro. Por supuesto que, con un cerebro como el tuyo, eso podría no ser una mejora muy grande -así que ahora se veía reducido a enseñarle a un adolescente cosas que Draco sabía desde los cinco años. ¿Qué tan retardado era ese muchacho?
El asesino lo miró con disgusto, pero no ofreció más argumentos.
-Ahora es el momento de que uses tu ventaja especial –instruyó Lucius.
-¿Mi qué?
-La razón por la que fuiste elegido para este trabajo. Tu habilidad para tener acceso a Harry Potter donde otros no pueden –insinuó Lucius.
-Pero usted dijo que no debíamos correr ese riesgo. Dijo que era demasiado peligroso.
-Tenía la esperanza de que no fuera necesario, lo cual, ciertamente, no habría sido así si fueras algo remotamente cercano a "competente". Después de tantos errores, no podemos permitirnos otro fallo. Tendremos que arriesgarnos a descubrir nuestro juego –decidió Lucius-. Pero ten cuidado de no resultar demasiado obvio. Esta operación requerirá cautela extra, así que no actúes sin informarme primero acerca de tus planes exactos. Será necesario algo que funcione con retraso y no requiera tu presencia directa. Algo que pueda haber sido preparado por otras personas.
-Creo que puedo arreglar algo –el asesinó sonrió-. Pero necesitaré algunas cosas de Hogsmeade.
-Entonces envía a la elfina doméstica a comprarlas. Nada más encárgale suficientes cosas, de modo que no recuerde las importantes si es interrogada por el director o por esa infernal McGonagall.
-Esos artículos sólo están disponibles en Hogsmeade durante los fines de semana de Hogsmeade. Y un elfo doméstico comprándolos luciría sospechoso.
-Bien. ¿Hay alguien más que pueda conseguirlos? Tenemos que golpear rápido esta vez. Esperarán que esperemos de nuevo hasta que las cosas se hayan calmado. Los mantendremos confundidos si atacamos de inmediato.
-Ya le dije. La elfina sería algo sospechoso.
-Entonces los conseguiré yo mismo. No pueden prohibirme dejar el castillo durante el fin de semana.
-Usted también luciría sospechoso. De hecho, probablemente me recordarían a mí también.
-Ordénalo vía lechuza, entonces.
-Mi lechuza en este momento...
-¡Usa una lechuza de la escuela, idiota! –gritó Lucius-. Escribe la orden con tu mano izquierda y envía suficiente dinero. Entonces la lechuza no podrá ser rastreada hasta ningún estudiante en particular y tu letra no será identificada. Oh, y firma con un nombre falso. Preferiblemente uno que suene como el de un sangresucia.
-Sí, señor. Harry Potter estará muerto de aquí a una semana. Nuestro amo estará orgulloso y nos recompensará a ambos ampliamente.
-Espera –Lucius detuvo al asesino cuando este se dirigía a la puerta-. Primero dime exactamente qué es lo que estás planeando. Si vamos a correr un riesgo tan grande, tenemos que estar seguros de habernos preparado para cualquier eventualidad. Quiero todos los dóndes, cuándos y cómos de tu plan.
-Las transfiguraciones son un callejón sin salida –informó el director a los muchachos mientras les ofrecía algunos dulces de cereza-. Lavender Brown vino a verme esta mañana y confesó que tiene el hábito nervioso de transfigurar objetos pequeños. Cree que estaba jugando con una moneda mientras esperaba que Hagrid sacara al semi yeti. Aparentemente estuvo transformándola y destransformándola en un alfiler para el cabello.
-¿Ella cree? –repitió Severus.
-No está completamente segura. Es algo que hace casi subconscientemente.
-¿No estaba segura de si estaba transformando una moneda o no estaba segura de si estaba transformando algo? –preguntó Severus con firmeza.
-No estaba segura de si estaba transformando algo, me temo –Dumbledore suspiró-. Con frecuencia lo hace en Cuidado de las Criaturas Mágicas, pero después del shock por el ataque sólo recuerda tener una moneda en la mano cuando llegó al castillo. La transformó unas cuantas veces mientras esperaba que lleváramos de regreso a Harry, pero no sabe si la estaba transfigurando en clase o si solamente la tenía en la mano.
-Entonces, eso no prueba nada –decidió Severus-. ¿Qué hay de las transfiguraciones en el corredor de Transfiguraciones?
-Pueden haberse filtrado del salón después de todo y dudo que algún estudiante recuerde si estaba practicando en el corredor antes o después de la clase luego de haber pasado tanto tiempo desde el evento –admitió Dumbledore-. El encantamiento de cambio de color fue realizado por Sissi Lawrence, que se puso accidentalmente un guante blanco y otro azul oscuro, y quería ser vista así.
-¿Entonces regresamos a asumir que nuestro traidor sólo usa encantamientos cortadores? –preguntó Draco.
-Están los hechizos usados en el plato de Potter en el primer ataque –le recordó Seveurs.
-Los cuales podrían haber sido realizados por alguien de primer año –comentó Draco-. Eso realmente no nos ayuda.
-Puede significar que nuestro traidor es un estudiante joven con magia bastante débil –teorizó Dumbledore.
-O que se está conteniendo a propósito para mantenernos sospechando de tanta gente como sea posible –respondió Severus-. Estamos tratando con la astucia de Lucius tanto como con las habilidades limitadas del traidor. Puede haberle advertido al traidor en contra de usar encantamientos más avanzados.
-Y Lucius estaba en la reunión cuando la lista de Filius dejó a los estudiantes de primer año libres de sospecha de usar encantamientos cortadores –asintió Dumbledore-. Eso fue una clara advertencia acerca de que el traidor puede darnos pistas a través de los encantamientos que use.
El sábado, después del desayuno, Severus y Draco se acomodaron en la cama de Severus discutiendo el posible siguiente paso en su investigación. Sus compañeros de dormitorio habían salido todos ya fuera para seguir a sus sospechosos asignados o para vigilar la práctica del equipo de quidditch de Hufflepuff. Tanto Hufflepuff como Gryffindor habían avanzado en su entrenamiento preparándose para el próximo juego y varios testigos habían reportado que los Hufflepuffs tenían excelentes talentos nuevos en el campo, mientras que los Gryffindors todavía tenían problemas adaptándose a sus nuevos golpeadores. Más de uno de los estudiantes mayores había vuelto luego de observar una práctica diciendo que Hufflepuff realmente tenía una oportunidad ese año.
-Entonces, ¿cómo luce ahora nuestra lista de sospechosos? –preguntó Draco mientras trataba de decidirse entre una rana de chocolate y una gragea de todos los sabores.
Greenie, que estaba en la almohada justo al lado del plato de dulces, usó ese momento de distracción para hacer la elección en su lugar y se comió la gragea de un bocado.
-Bueno, tenemos a Stephan y Seamus en el primer lugar, seguidos por Maximius y Neel Ferris –reportó Severus, sacando la lista para revisar la secuencia exacta de los lugares más bajos-. Nicodemus Hanson está ahora por debajo de Mattis Parker y Gaia Ushton ya que su coartada para el ataque de la armadura podría ser confirmada por Ines Ivory. Tenemos que revisar eso con Albus.
-Hablando acerca de revisar –interrumpió Draco-. ¿Qué hay de Filch y los elfos domésticos? ¿Recordaste recoger su lista?
-Sí, pero aparte de cuáles estudiantes lo visitan con más frecuencia y en cuál parte del castillo, no tienen nada nuevo –Severus suspiró-. Después de Nicodemus tenemos a Miranda Deering, Caius Rude y Quintus Palmer, seguidos por Ulric Keaton y Ambrosia Fundidor. Luego están Miles Miler y Vestalia Flemming y detrás de ellos los sospechosos realmente improbables y los que sólo están en la lista porque no tienen coartada.
Draco tomó rápidamente la última rana de chocolate antes de que Greenie pudiera alcanzarla.
-¡Sniff! –se quejó el erizo, pero igualmente la rana desapareció en la boca de Draco y tuvo que contentarse con otra gragea de todos los sabores.
-Voy a regresar al laboratorio para completar mis experimentos con los osos gummy –anunció Severus-. ¿Quieres venir conmigo o vigilar a Stephan?
-Ni siquiera sé dónde está Stephan ahora.
-Afuera en el campo de quiddicth, por supuesto –sonrió Severus-. Ha estado hablando todo el día acerca del juego Gryffindor/Hufflepuff. ¿No lo notaste? Los rumores acerca de la fortaleza de los Hufflepuffs lo están poniendo nervioso.
-Entonces probablemente estarán preguntándose por qué no estoy ahí con ellos, ¿verdad?
-Eres parte del equipo –confirmó Severus.
-Grandioso. ¿Qué excusa les doy por llegar tarde?
-A Stephan y los otros, sólo que estabas conmigo. Cuando los compañeros de tu mismo año pregunten, sólo diles que logramos dejar libres de sospecha a Benjamín y Lionel. Déjales saber que estoy sospechando de Stephan, y que será mejor que no atraigan hacia nosotros la atención de los de sétimo año.
Sin embargo, tanta vigilancia y espionaje no dieron muchos resultados. Para la tarde del sábado, Thedore adivinó que Stephan vendía drogas, lo cual impactó fuertemente a Gregory, quien realmente solía admirar a su capitán de equipo, pero eso no los acercó más a identificar al traidor.
-Por supuesto que Stephan puede estar haciéndolo por drogas, o para proteger su secreto, pero igual podría ser que esto no tuviera nada que ver con el anillo de drogas –tuvo que recordarle Severus a Theodore-. Vender drogas mortales para beneficiarse económicamente es un crimen. Asesinar para ganar el favor e influencia del Lord Oscuro es otro. Voldemort raramente compra sus agentes con dinero. No tiene los recursos, considerando a quienes emplea usualmente –su mirada vagó por la mesa apenas lo suficiente como para recordarles cuánto dinero se necesitaría probablemente para comprar a Lucius Malfoy-. El motivo de Stephan para vender drogas es hacer dinero. No hay un juego de poder involucrado, hasta donde puedo ver. Nuestro traidor muy probablemente espera ser recompensado con un incremento de su estatus político. Si quiere dinero también, es una meta a largo plazo. Ene este momento debe preferir ser alguien a tener dinero.
-No sé –dijo Estella-. Estamos buscando un estudiante, después de todo. Alguien cuyos padres controlan todo el dinero. Probablemente recibe una mesada, pero eso no será precisamente una fortuna de la proporción de la de los Malfoy. No debería necesitarse mucho para comprarlo.
-Pero entonces otro podría comprarlo por una suma más alta –sugirió Draco-. Esa es una de las primeras cosas que me enseñó padre acerca de los negocios. Alguien que trabaja para tu rival por dinero puede ser comprado con más dinero, lo que te ahorra el tener que luchar con él, pero no puedes confiar en las personas que compras. Padre siempre dice que el Lord Oscuro prefiere a aquellos que trabajan por ideales, porque son leales.
-Y la misión del traidor es una que requiere lealtad por encima de todo los demás –asintió Severus-. La información que podría venderle a Potter o a Dumbledore, quizá incluso al Ministerio, sería extremadamente valiosa. Y te das cuenta de que el Ministerio podría superar "una fortuna de la proporción de la de los Malfoy", ¿verdad? –Severus inclinó su cabeza en dirección a Estella.
-Hablando acerca de los Malfoy –Thedore ignoró completamente tanto a Severus como a Estella y mantuvo su mirada en Draco-. ¿No debería tu padre saber quién es el traidor?
-Lo sabe –confirmó Draco-. Al menos no creo que esté fingiendo al respecto. Pero no me dirá nada. Cree que no es asunto mío.
-¿Le has dicho que está arriesgando las vidas de todos nosotros? –demandó Theodore.
-Creo que no le importa –suspiró Draco-. Todo lo que cuenta para él o para el traidor es matar a Potter. Si nos atravesamos en su camino, peor para nosotros.
-Tú eres su hijo –se sorprendió Alice-. Tiene que preocuparse por ti más que eso.
-Le preocupa el nombre de la familia, que debe llevar dignamente, pero me ha dicho con bastante frecuencia que no soy lo bastante bueno. En realidad podría alegrarse de la oportunidad de intentarlo de nuevo con otro hijo.
-Podría preocuparle más de lo que te parece –comentó Severus-. Pero eso sólo significa que le dirá al traidor que ataque únicamente cuando no estés en la zona de peligro. Dudo que sea lo bastante amable como para extender esa protección al resto de nosotros.
-¿Entonces deberíamos mantenernos todos cerca de Draco a partir de ahora? –preguntó Vincient, frunciendo el ceño en un intento de seguir la marcha de la conversación. Gregory había quedado atrás hacía varios minutos.
-Será mejor que no lo intenten –amenazó Draco-. Todos ustedes pegados a mí como con pegamento todo el día es lo último que necesito.
-De todos modos, así no podríamos seguir a todos nuestros sospechosos –recalcó Alice.
-Ni siquiera a uno de ellos –la corrigió Estella-. ¿O crees que serán lo bastante ciegos como para no notar a todos nosotros siguiéndolos todo el día?
-¿No podemos poner alguna clase de hechizo rastreador en Stephan y los demás? –preguntó Juliana-. Algo que pueda permitirnos estar fuera de su vista mientras los seguimos.
-¿Y cómo veremos lo que están haciendo? –Blaise sacudió la cabeza-. El hechizo rastreador sólo podría darnos su ubicación, no decirnos si están colocando una bomba para volar la escuela.
-También son fáciles de detectar –agregó Severus-. En el momento en que el traidor se encuentre con un Death Eater adulto, lo descubrirían y podría ser rastreado de vuelta hasta nosotros. Realmente no querrás saber lo que hace Voldemort a la gente que sospecha que pueda estar espiándolo.
-De acuerdo, entonces, ¿estamos de acuerdo en continuar como hasta ahora? –preguntó Thedore.
Todos asintieron.
-El traidor probablemente mantendrá un perfil bajo por un tiempo y esperará a que nos calmemos de nuevo –recalcó Severus-. Tenemos que ser pacientes.
Neville se reunió con Severus y Draco en la biblioteca la tarde del sábado.
-Perdí a Seamus otra vez –anunció luego mirar rápidamente hacia donde estaba Stephan LaCroix, conversando en susurros con los hermanos Mattels.
Varias filas detrás de ellos, Blaise estaba fingiendo leer un libro acerca de fantasmas y adivinación sin mucho entusiasmo.
-¿Dónde lo viste por última vez? –Draco levantó la mirada de su dibujo más reciente.
-El baño de los chicos en el tercer piso –Neville suspiró-. O salió mientras yo estaba dentro o fue directamente a la otra puerta. ¿Por qué no usó uno de los baños que tienen una sola puerta?
-Ya no falta mucho para la cena –Severus estaba garrapateando notas acerca de reacciones de pociones sin consultar ningún libro. Aparentemente, estaba teniendo una explosión de ideas-. Lo alcanzarás ahí.
-Si es que llega –suspiró Neville-. Ya lo perdí una vez, porque esperaba que llegara a desayunar esta mañana.
-¿Descubriste dónde estaba realmente?
-Hermione lo siguió hasta la lechucería –reportó Neville-. Dice que escogió la primera lechuza de la escuela que vio y la envió con una carta, pero entonces la vio cuando iba de salida y la confrontó acusándola de estar siguiéndolo. Ella dice que le alegra que también yo lo esté vigilando, porque no cree que sea buena idea que continúe haciéndolo ella ahora que ya sospecha de ella.
-Entonces, ¿ellos también lo vigilan? –Draco había regresado a su dibujo, pero aparentemente todavía escuchaba la conversación.
-Sólo Hermione. Dice que Ron y Harry están siguiendo una pista diferente –reportó Neville.
-¿Alguna idea de qué puede ser? –preguntó Severus, pero Neville sacudió la cabeza.
-Es todo lo que dijo. No creo que Harry y su grupo aprecien nuestros esfuerzos. Parecen creer que son los únicos que tienen derecho a investigar al traidor. Sólo soy bueno para vigilar a Seamus cuando ellos no pueden.
-Tal vez podamos hablar mañana con Harry en Pociones –decidió Severus-. Lo que sea que tengan puede ayudar y nosotros tenemos información para intercambiar.
Neville asintió y miró a su alrededor por algo que hacer para no llamar la atención de la profesora Pince.
-¿Qué estás dibujando? –le preguntó a Draco y se inclinó para mirar más de cerca.
El primer impulso de Draco fue enrollar el pergamino y esconderlo, pero entonces recordó lo mucho que le gustaban a Ginny sus dibujos. Neville no era de los que se burlan si los demás muestran un comportamiento poco masculino y Draco siempre podía alegar que el arte es una buena forma de impresionar a las chicas.
-Creo que lo titularé "La Conferencia de Profesores" –le dijo a Neville-. ¿Ves? Este será el director dirigiendo la discusión. Luego está McGonagall y Lupin a sus lados. Flitwick y Sprout van a estar sentados aquí y ese es mi padre, furioso porque no quiere estar ahí.
-Da miedo –comentó Neville-. Trelawney luce grandiosa también. Es justamente así como suele estar en clase.
-Severus la dibujó –admitió Draco-. Rara vez la he visto, así que no pensé que pudiera dibujarla bien.
-¿Quién va a estar junto al profesor Malfoy?
-Vector. Creo que es la que resulta menos probable que lo mate o sea asesinada por él –Draco sonrió-. Es demasiado lógica como para cometer un homicidio y no es probable que lo provoque con o sin intención. Estará ahí mirando al director e ignorando a padre.
-¿Y el espacio vacío ahí?
-Ese es para el profesor de Estudios Muggles. Severus lo dibujará también a él –explicó Draco-. Lo he visto con más frecuencia que a Trelawney, pero todavía no lo conozco lo suficiente como para retratarlo bien. ¿Quieres que dibuje a Trevor aquí?
-¿Trevor? ¿Por qué estaría él en una reunión de profesores? –Neville revisó rápidamente si su sapo todavía estaba en su bolsillo.
-Oh, podría estar explorando la sala de profesores –Draco sonrió-. Puedo hacer que esté sentado en el pie de Trelawney.
-No le gustan las pequeñas cosas verdes –les advirtió Severus-. Dijo que Greenie era una rata, aunque lo único que hizo él fue meterse inocentemete en su plato. No la he visto en el Gran Salón desde entonces.
-¿Supieron que adivinó una visión acerca del traidor en su tercera clase de la semana pasada? –preguntó Neville, entonces casi deseó no haberlo hecho. Para cuando llegaban hasta él, ya nadie quería saber los rumores o anécdotas.
-No, ¿qué fue lo que vio? –preguntó Draco ansiosamente.
Cierto. Los Slytherins rara vez tomaban clases de Adivinación, recordó Neville. Era mucho menos probable que los rumores de Trelawney llegaran a ellos antes que a los Gryffindors.
-Bueno, de acuerdo con ella, el traidor tiene sombra.
-Oh, bueno. Eso deja libres de sospecha a todos los vampiros, seres invisibles y fantasmas de nuestra lista de sospechosos –se burló Severus.
-¿Hay vampiros y seres invisibles en el castillo? –se alarmó Neville.
-¿Aparte de Potter bajo su capa invisible? –preguntó Severus-. Lo dudo.
-Ciertamente no estaban entre nuestros sospechosos –agregó Draco-. ¿Eso fue todo lo que adivinó Trelawney?
-Oh, no, además, el traidor viste de negro.
-Cosa rara entre estudiantes que asisten a una escuela cuyo uniforme es Negro –comentó Severus-. Eso realmente acorta la lista.
-Tenía un brillo de locura en los ojos –continuó Neville.
-Ah, ¿y de qué color eran esos ojos?
-No creo que lo haya dicho, pero si quieren, puedo tratar de encontrarles a alguien de tercer año –ofreció Neville-. Pero no estoy seguro de quiénes asisten a Adivinación.
-Cualquiera de tercer año tiene tantas probabilidades como Trelawney de predecir correctamente el color de los ojos del traidor, Neville –le recordó Severus-. Igual podríamos estar lanzando snaps explosivos para encontrarlo.
La mañana del lunes trajo consigo otra clase de Pociones y Lucius permitió preparar de nuevo carámbanos sabor a fresa.
Eso dejó a Harry con un ligero problema. Todavía tenía sus notas acerca de lo que había introducido al caldero, pero ¿cuánto de cada ingrediente había usado?
Mientras Harry revolvía al azar distintas cantidades de sus ingredients, Severus preparó un equipo completo de alquimia para experimentar con los osos gummy. Draco ya no tenía idea de lo que estaba haciendo su amigo para cuando éste empezó a conectar calderos con tubos de vidrio. Así que simplemente se sentó y, aburrido, se echó a la boca un oso gummy verde. Después de todo, Dumbledore parecía pensar que eran para comer.
-¡Hey, en realidad saben bien! –descubrió.
-¡Sniff! –comentó Greenie.
Draco interpretó eso como "te lo dije hace mucho".
-De acuerdo, sí, tienes razón –concedió.
-Déjame probar uno también –Neville escogió un oso rojo-. Oh, sí, realmente son buenos.
-¡Hey! –protestó Severus-. ¡Dejen de comerse nuestro proyecto! Estamos investigando algo realmente grande aquí.
-¿Qué? ¿El que los osos gummy pueden crear chispas? –preguntó Neville-. Muchos ingredientes hacen eso.
-Ah, pero eso no es todo lo que hacen –sonrió Severus-. Déjame mostrarte –miró la clase por un momento-. Vincent, ¿hay un poción terminada en tu caldero?
-No del todo –respondió Vincent-. Es una poción blanqueadora, pero apenas acabo de terminar de agregar los últimos ingredientes. Tiene que hervir durante una hora para que esté terminada.
-¡Profesor Malfoy! –llamó Severus.
Lucius lo miró con enojo por encima de su periódico.
-La poción de Vincent está correcta, ¿verdad?
-Sí, sí –gruñó Lucius.
Las pociones simples que Vincent practicaba usualmente para sus proyectos siempre resultaban estar corretas. El muchacho simplemente no se arriesgaba a preparar algo que no estaba seguro de poder hacer.
-Entonces, puede calificarla ya, ¿verdad?
-¿Por qué no más tarde?
-Porque quiero usarla en mi próximo experimento y eso podría costarle su nota a Vincent.
Lucius sacó su cuaderno de notas y garrapateó ahí.
-Listo, un positivo para el señor Crabbe. ¿Contento?
-Gracias –dijo Severus y volvió su atención a sus compañeros-. Entonces, esta poción tiene que hervir una hora más antes de que pueda ser aplicada. Entonces le tomará una media hora después de ser aplicada para que surta efecto. Ahora, simplemente le agregaré este oso gummy.
Un oso Amarillo desapareció dentro del caldero de Vincent con un suave "plop". La poción se volvió amarilla por un momento, y entonces regresó a su color original.
-¿Y eso es todo? –preguntó Harry, inclinándose para observar mejor-. No es ni de lejos tan espectacular como las chispas de la última vez.
-Nada más quédate quieto un momento y te lo mostraré –Severus sonrió y tomó una pequeña muestra de la poción, realizó en ella un rápido encantamiento enfriador y dejó gotear un poco sobre la cabeza de Harry.
En cuestión de segundos, el cabello de Harry se volvió tan blanco como la nieve recién caída sobre los árboles del Bosque Prohibido.
-Guau –comentó Blaise.
-¡Horroroso! –exclamó Ron.
-Fantástico –dijo Vincent, luciendo muy complacido con su poción.
-¿Qué? –preguntó Harry, confundido-. No noto ningún efecto.
La clase estalló en carcajadas, lo que ocasionó que Lucius levantara la vista.
-Ah, muy agradable. Excelente trabajo, señor Snape y señor Crabbe. Creo que eso amerita un positivo extra para cada uno el día de hoy –los alabó.
-Como pueden ver –dijo Severus a Neville y Draco-, los osos gummy tienen la habilidad de acelerar y aumentar las reacciones mágicas en las pociones. Son conductores mágicos de fuerza inusual. Por lo que he visto hasta el momento, deduzco que el color del oso tiene influencia sobre la fuerza y pureza de la reacción, pero no he podido descubrir la naturaleza exacta de ese efecto, todavía. También es posible que los osos gummy tengan influencia sobre otros tipos de magia además de las pociones. Si es así, podrían ser útiles como núcleos de varitas, como un punto focal para conjuros o barreras, incluso como objetos para transfiguraciones avanzadas. Pero realmente no he empezado a explorar eso, todavía.
-¿No había un capítulo acerca de conductores mágicos en nuestro libro de Encantamientos? –preguntó Hermione-. ¡Oh, y el mío está en el dormitorio!
-Aquí tengo el mío –dijo Neville-. ¡Accio, mi libro de Encantamientos!
El libro voló de su bolsa hasta su mano. Neville parpadeó. Nunca antes había logrado un encantamiento convocador así de fuerte.
-Creo que comerlos aumenta tu magia también –dijo.
-Muy poco probable –declaró Severus-. El oso en tu boca puede haber amplificado el encantamiento, pero no puede aumentar tu magia innata.
-Entonces, ¿eres más poderoso con un oso gummy en la boca? –decidió Hermione-. Tendré que encontrar la manera de conseguir algunos a escondidas de mis padres para los NEWTs. Comer dulces durante las pruebas prácticas no es hacer trampa, ¿verdad? La gente puede necesitarlos para calmar los nervios.
-Por alguna razón, sospecho que estaré muy nervioso durante mis NEWTs –comentó Neville.
-Seremos una clase muy nerviosa –concordó Draco.
Harry sacudió la cabeza.
-Realmente no entiendo qué es la gran noticia –se pasó una mano por el revuelto cabello blanco, tratando de tapar la cicatriz en su frente-. Entonces, Neville realizó un accio ligeramente más fuerte. Eso sólo significa que se esforzó más esta vez, o encontró el movimiento de varita correcto. Difícilmente tiene algo que ver con algún dulce... ¿Alguno de ustedes recuerda cómo hice que mi poción se volviera gelatinosa la última vez?
-Le agregaste un hígado de lagartija con algunas de mis alas de mosca adheridas a él –le dijo Neville-. Pero no tengo idea de cuántas.
-Eso no hará mucha diferencia –sonrió Draco-. Usó mucho menos raíz de mandrágora esta vez, de todos modos.
Harry frunció el ceño mirando su caldero.
-¿Estás seguro?
-Era alrededor del equivalente de una mandrágora entera –anunció Severus sin siquiera levantar la mirada de su sistema de tubos y calderos-. Necesitaré un oso gummy blanco, Neville.
-De acuerdo –Harry echó una mandrágora entera a su caldero.
¡Splas! ¡Shisss! El caldero de Harry se convirtió en papel, ardió y apagó las llamas con la poción.
-Una mandrágora cortada irregularmente, antes de los hígados de lagartija –Severus agregó el oso gummy blanco a su experimento sin sorprenderse para nada-. No diez tajadas regulares primero y una mandrágora entera después.
Harry sólo gimió, se llevó las manos a la cabeza y fue al fregadero para conseguir un trapo y limpiar la poción pegajosa de su mesa de trabajo. Mientras lo hacía, miró el espejo arriba del fregadero.
-¡Aaahhh! ¡Mi cabello se volvió blanco!
Harry odiaba a Severus y sus bromas. Y a sus estúpidos osos gummy, también.
Justo después de que terminara la clase doble de Pociones, Harry se apresuró a ir a la enfermería con sus amigos. Ron se quejó de que tenía hambre y dijo que podían esperar hasta después de almorzar a que el cabello de Harry cambiara de vuelta a su color natural, pero Harry no quiso escuchar nada de eso.
-No voy a ir al Gran Salón así –insistió-. ¿Puedes imaginarte la reacción de los Slytherins?
-De todos modos, ya te vio Malfoy –gruñó Ron-. Toda la escuela lo sabrá antes de que termine el almuerzo.
-Y si Malfoy no les dice, Lavender y Parvati ciertamente lo harán –agregó Hermione-. Es sólo cabello, Harry, no el fin del mundo.
Harry los miró a ambos con enojo.
-Bueno, yo quiero mi color normal de cabello de vuelta ahora.
Madame Pomfrey no estaba nada contenta de verlos. Muy probablemente tenía hambre ella también.
-Entonces, ¿qué es exactamente lo que está mal contigo? –demandó.
-Mi cabello –Harry señaló su cabeza, preguntándose cómo había podido la enfermera pasar algo así por alto.
-¿Eso es todo? –preguntó Poppy.
Harry asintió.
-Sólo quiero que vuelva a la normalidad.
La enfermera lo miró más de cerca, examinando algunas guedejas del cabello de Harry, luego lo tocó con su varita.
-No puedo detectar ningún hechizo ni transfiguración.
-Es una poción –declaró Ron-. Una poción blanqueadora extrafuerte, creo.
-¿Tú crees? –repitió Pomfrey.
-Una variación experimental –explicó Hermione-. Parte del proyecto más reciente de Severus.
-¿Severus? –Poppy repentinamente miró el cabello de Harry con más interés, pero también con algo de duda.
-La poción era normal. Vincent la preparó de acuerdo con la receta de nuestro libro de Pociones de tercer año –reportó Hermione-. Pero entonces Severus le agregó un oso gummy para demostrar cómo aceleran el efecto y roció un poco sobre el cabello de Harry.
La enfermera realizó un encantamiento de cambio de color en el cabello de Harry. Hubo un pequeño destello de luz y las cejas de Harry se volvieron todavía más negras de lo usual.
Pomfrey asintió para sí.
-Como lo pensé.
Utilizó el finite incatatem en el cabello de Harry, lo que devolvió sus cejas a la normalidad y entonces vertió una botella de poción removedora sobre su cabeza. El único resultado fue que la túnica de Harry se mojó.
A continuación, tuvo que beber algo que hizo que sus uñas se volvieran negras y luego el antídoto para eso.
Finalmente, Madame Pomfrey fue a su habitación para buscar un libro sobre encantamientos de maquillaje y probó varios de esos.
-Supongo que la única manera de remover el blanco sería afeitar el cabello –diagnóstico finalmente-. Si sólo está decolorado, seguirá creciendo negro. La pregunta ahora si prefieres estar calvo ahora o tener el cabello blanco por un tiempo.
Harry no estaba muy contento con ninguna de las opciones.
-Bueno, podrías probar tinte muggle –sugirió Hermione.
-¿Tú tienes? –preguntó Harry, esperanzado.
-Por supuesto que no –Hermione sacudió la cabeza-. ¿Por qué habría de teñir mi cabello? Es una pérdida de tiempo y sólo consigues que las puntas se abran. Si quisiera cambiar mi color de cabello, un encantamiento sería mucho más práctico.
-Tengo un poco del tinte que dejó Mary Sue –anunció Poppy-. Pero es rubio.
-Pero yo necesito negro –protestó harry-. ¿No hay dónde pueda conseguir tinte negro?
-Podrías intentar poner un anuncio en la pizarra de noticias de la sala común –sugirió Ron-. Tal vez alguna de las chicas hijas de muggles tenga.
-No es muy probable, si tiene edad suficiente como para hacer un encantamiento de cambio de color –Hermione sacudió la cabeza-. Y las que no, usualmente no tienen tampoco edad suficiente como para que les importe mucho el color del cabello, en primer lugar.
-Pero no puede hacer daño intentarlo –Ron se encogió de hombros-. Tal vez tengamos suerte.
-Podría enviarles una lechuza a mis padres pidiéndoles que consigan algo –sugirió Hermione-. Debería tardar un poco más de una semana.
Harry gimió.
-¿Una semana? ¿Quieres decir que tendré que estar así durante una semana?
-A menos que puedas encontrar a alguien en el castillo que tenga tinte muggle –confirmó Ron.
-Odio a los Slytherins –declaró Harry.
Continuará…
Notas:
¿El cabello de Harry volverá a ser negro? ¿Los osos gummy pueden potenciar los encantamientos de un mago? ¿Y Sybil llegará a ver algo que sea útil? (sugerencias sobre la identidad del traidor, como siempre, serán leídas con mucho interés, pero no serán respondidas, aún).
En el próximo capítulo:
Severus juega ajedrez, Draco observa quidditch y Lucius le da a Ron una detención nada deseada (sí, peor que todas las anteriores).
