Disclaimer: Ninguno de estos personajes me pertenece, son propiedad de J.K.Rowling, exceptuando a Chris Martin que es sólo MÍO!!! AH!! Y creanme que no obtengo ni un Peso/Dólar/Euro/Sol/Yen/Bolivar ni Sickles haciendo esto aunque unos galeones no me vendrían nada de mal, eh?

Consejo: escuchen la canción "Eres" de Café Tacuba al final y me dan su opinión! Jejejee ^^*

Capítulo IV: El que persevera, ¡alcanza!

Harry estaba bastante desconcertado. No esperaba encontrar a nadie en la sala común y mucho menos a Ginny. A decir verdad, él deseaba con todas sus fuerzas poder verla, para saber por qué, pero el encuentro fue tan sorpresivo que olvidó todo lo que tenía planeado decirle. Ella estaba sentada en uno de los mejores sillones junto al fuego. Sus ojos brillaban de una forma especial, haciendo que su color se viera más intenso. Harry retrocedió sobre sus pasos y se acercó un poco a Ginny.

- ¿Quieres sentarte?- preguntó la chica apuntando hacia un sillón que estaba al lado de donde ella estaba sentada. Luego giró la cabeza y se quedó mirando las llamas por un rato. Harry aceptó la invitación.

- Tu patronus era sorprendente. La primera vez que logré hacer uno, apenas era una nube plateada que con mucha imaginación parecía un ciervo, pero el tuyo estaba muy definido, y era enorme.- dijo él encontrando un buen tema de conversación. No sabía cómo preguntarle qué había sucedido con Chris y si los comentarios de Lavender y Parvati eran ciertos. Simplemente no podía.- ¿En qué pensaste?

Ginny lo miró por unos segundos, y sonrió. Luego siguió observando el fuego.

- No te puedo decir. Al menos no todavía.- se retiró el cabello de la mejilla y se lo acomodó detrás de la oreja.- Pero la imagen me hizo muy feliz.

- En todo caso, te felicito.

- Muchas gracias. De verdad.

Ambos muchachos se quedaron con la vista fija en la chimenea. El silencio reinaba en la habitación, a excepción del pequeño ruido que producía el crepitar de los leños. Las chispas saltaban unos centímetros antes de desaparecer. Las llamas cambiaban de color constantemente, pasando del rojo, al bermellón y luego al carmesí. Esto le recordó a Harry los destellos que producía el sol en el pelo de Ginny en los días de verano y sonrió. Pensó que, después de todo, ella no era solamente una amiga muy querida para él, había algo más. En general se demoraba bastante en darse cuenta de ese tipo de cosas. No le hacía caso a las señales. Recién ahora se preguntaba por qué quería saber con tanto interés lo que pudo haber sucedido con el otro chico. Entonces entendió. No era algo pasajero.

- Bueno, creo que me voy a acostar.- dijo ella interrumpiendo los pensamientos de Harry. Aunque se moría por saber qué había sucedido con Cho, no se sentía con el derecho a preguntar. Él nunca le había dado esa confianza, pero ella esperaría. Podía hacerlo por todo el tiempo que fuera necesario.

- Sí, creo que yo también.- Se paró del sillón al igual que Ginny. Se miraron un rato. Ella se acercó e hizo algo que no había hecho nunca. Lo besó en la mejilla. Ni siquiera esperó a ver la reacción, se dio media vuelta y desapareció escaleras arriba hacia la habitación de las chicas. No sabía cómo había tenido el valor, cada vez era más diferente, cada vez se sorprendía más de sí misma.

Harry estaba inmovilizado. La vio perderse, y casi como un reflejo, llevó su mano a la mejilla en donde ella había posado sus labios. Le había gustado mucho.

***

Las clases estaban cada vez más duras. Los profesores cada vez les daban más tareas y trabajos a sus alumnos. Todos ellos afirmaban lo difíciles que serían los TIMOS, sus futuros dependían de esos exámenes y la mayoría estaba muy cerca del colapso nervioso.

Umbridge estaba más a la defensiva que nunca. Constantemente regañaba a los chicos sin razón alguna, amenazándolos a todos de que no irían al baile si seguían comportándose de esa manera. Ya nadie se atrevía a respirar si quiera.

Además de toda la carga académica que llevaban Ron, Harry y Hermione, había que agregarle toda la información que estaban buscando para poder comunicarse con Sirius. Harry necesitaba más que nunca los consejos de su padrino. Los tres pasaban muchas horas en la biblioteca buscando lo que necesitaban, y su impaciencia aumentaba día a día.

Aunque Hermione no lo decía, encontraba muy poco probable encontrar lo que estaban buscando. Se sabía de memoria la "Historia de Howgarts", y en ese libro quedaba más que claro que no había forma de comunicarse al exterior exceptuando los polvos Flu, y usarlos en esos momentos, era muy peligroso.

- Creo que me rindo por hoy.- Harry cerró el libro que estaba leyendo. No había encontrado nada, y si seguía buscando más información ese día, podía volverse loco.

- Pero, ¿Ya te rindes? ¿Tan rápido?- Hermione lo miraba por sobre su libro. Ella también estaba bastante agotada y realmente estaba esperando que sus dos amigos se dieran por vencidos para poder irse.

- Es que... estoy muy cansado, y ya no me concentro lo suficiente para poder seguir buscando.- dio en el clavo.

- Si no te puedes concentrar no hay razón para que sigas.- se volteó para mirar a Ron.- ¿Y tú? ¿Cómo estás?

- ¿Yo? Yo puedo continuar un poco más.- era la oportunidad de estar a solas con ella, y preguntarle.

- Entonces, Harry, yo continuaré buscando junto con Ron. Espero que esta vez encontremos algo. Lo que sea.

- Está bien, me voy. Apenas encuentren algo, me avisan.- Harry le acercó a Ron el libro que él había estado revisando momentos atrás.- Accio mochila.- Su mochila, que estaba al otro lado de la mesa, voló por sobre las cabezas de los otros dos. Harry la sujetó, y se despidió. Le picaban los ojos, se quitó los lentes y se los restregó un poco.

- ¿Crees que encontremos algo hoy?- Ron arrojó el libro que él tenía sobre los demás que ya había revisado.

- No lo sé, pero espero que nos estemos acercando.

- ¡Ya hemos revisado más de la mitad de los libros que tratan el tema! ¡Y aún no encontramos nada!... Tal vez no exista solución a nuestro problema.

Hermione se detuvo y lo observó con una mirada de reproche. Ron se arrepintió bastante de lo que había dicho

- Si no quieres continuar, pues no lo hagas. Nada te obliga a estar aquí.

El chico se dio cuenta de que estaba perdiendo su oportunidad, y todo por su poca paciencia. Había esperado el momento perfecto para hablar con ella, y cuando al fin lo tenía, lo estaba echando a perder.

- Tienes razón, discúlpame. De verdad quiero ayudarte... y también a Harry.

- Entonces, sigamos trabajando.

Ron tenía que hacerlo en ese momento, no sabía cuando más se le presentaría una ocasión como esa.

- Her-mi-one... ¿T-te pu-puedo hacer una pre-gunta?- le sudaban las manos, y sentía como el calor le subía a la cara.

Esto sobresaltó un poco a Hermione. ¿Qué querría Ron ahora?

- Claro que sí. ¿Qué sucede?

- Bueno...- era ahora o nunca.- Me gustaría saber...claro si es que no tienes ningún inconveniente...si tú quisieras...pero si no quisieras no habría problema alguno...bueno...si tú quisieras...no sé, ¿te gustaría...?- Ron tuvo que interrumpir sus palabras. Un grupo de alumnos de Slytherin entraba en ese momento. Miraron a Ron y a Hermione con un poco de asco, y se sentaron en la mesa que estaba al lado de ellos.

Hermione los siguió con la mirada un rato y luego volvió a fijar su vista en Ron más intrigada que antes debido al repentino silencio del muchacho..

- ¿Qué decías?

No sabía qué hacer. Por una parte, estaba cerca de su meta, preguntarle si quería ir al baile con él, pero un nuevo obstáculo se le presentó. No contaba con la presencia de los de Slytherin en ese momento. Sabía que si hacía algo mal, ellos lo molestarían tanto, que harían que el resto del año fuera insoportable para él.

- N-no, nada. Olvídalo. No vale realmente la pena.- Él notó el cambio de expresión de Hermione. Parecía algo decepcionada. Tal vez ella suponía lo que él quería hacer.

- En ese caso, creo que es mejor que nos larguemos de aquí. No podemos trabajar con esta distracción- refiriéndose a los alumnos de la casa enemiga.

Ron asintió muy cabizbajo. Había estado tan cerca... y ahora volvía a estar como en el principio. Se levantaron de la mesa, recogiendo todas las cosas que tenían sobre ella. Necesitaban regresar los libros que habían tomado para estudiar, así que se dirigieron a los estantes.

- Ahora que los de Slytherin ya no nos oyen. ¿Qué me querías decir?- Hermione lo dijo mientras buscaba el orden exacto de los libros.

Esta pregunta lo había sorprendido y asustado un poco.

- Bueno...- No sentía que era un buen momento. Los de Slytherin estaban al lado y podían llegar en cualquier segundo. Haría el ridículo.- No, solo quería preguntarte si me prestabas tu tarea para McGonnagall. ¿Podrías?

- Eso no era lo que me querías preguntar, ¿verdad?- Ron no sabía que hacer, al parecer Hermione suponía perfectamente que era lo que él quería.- Me quieres preguntar algo sobre Chris, estás muy preocupado por Ginny. ¡Ron, ya te dije que los dejaras en paz!

Ron suspiró con alivio, tratando de que ella no se diera cuenta.

- Es que me parece muy raro que un chico tan grande esté interesado en una niña tan pequeña.- Ella no suponía nada, pero él no sabía si estar feliz o estar decepcionado.- ¿No crees lo mismo?

- Ginny ya no es una niña, tiene catorce años, y sabe cuidarse sola, incluso, mucho mejor que tú.

- Ella no ha tenido que enfrentarse a tantos peligros como nosotros, ¡uno por año! Pero claro, quien lleva la cuenta...

- ¡Ron, ella está lista para toda clase de cosas! - Ron se sobresaltó bastante, y Hermione se dio cuenta que lo que había dicho se podía sobrentender.- claro, cosas para chicas de su edad.

Ron se encogió un poco de hombros, y apoyó la cabeza contra unos libros que estaban ordenados, se miró las manos.

- Mmm... No me gustaría que le hicieran daño.

- A pesar de que es muy tierno de tu parte preocuparte de tu hermana, te estás extralimitando. ¡Déjala en paz!- Ella terminó de guardar el último libro, cerró su mochila, y se la acomodó sobre el hombro.- ¿Nos vamos?

- Sí, claro.

***

El resto de la semana, a pesar de que apenas había visto a Ginny, del cero que había conseguido en pociones, y de las constantes bromas que Malfoy le hacía para hacerlo enojar, Harry había estado muy tranquilo. No se molestaba por razón alguna, ni siquiera cuando los gemelos le pusieron una extraña galleta que lo más seguro contuviera algún hechizo y él se dio cuenta. Simplemente no se irritaba, sólo sonreía. Ron estaba muy interesado en saber que le pasaba a su mejor amigo. Quería saber cómo había conseguido esa inmunidad ante las cosas negativas, le hubiese servido mucho. Después de la conversación con Ginny, Harry se sentía bastante mejor, a pesar de no saber que había sucedido exactamente. Pero sabía que no debía quedarse dormido en sus laureles, temía que ya fuera tarde para invitarla al baile. Necesitaba un tiempo a solas con ella antes de que alguien más se lo pidiera. Alguien más de Ravenclaw.

Eso sí, estuvo cruzándose con Cho todos los días, en cada pasillo, en los jardines, en el comedor, en todos lados. Ella siempre lo saludaba y se ponía bastante roja. Después de la última vez que estuvieron juntos, casi no habían cruzado palabra, además de los saludos y una que otra mirada.

Un día, en que Harry estaba decidido a encontrarse con Ginny de una u otra forma, salió al jardín, esperando verla llegar de los invernaderos. Pero lo que encontró fue muy diferente. Cho estaba con Chris, cerca de un árbol y tenía el mismo comportamiento que aquella noche en la sesión del ED. Chris llevaba de vez en cuando su mano, a la cintura o a los hombros de la chica, acariciaba su cara y su cabello. Harry no sabía si estaba molesto u otra cosa, lo que sí sabía era que Cho lo hacía de forma intencional. Lo miraba de reojo, y continuaba con su coqueteo. En cambio, Chris nunca lo notó.

Ginny venía caminando junto a Luna Lovegood, hablando sobre la clase de Herbología que acaban de tener. Harry esperaba que la pelirroja se diera cuenta de lo que sucedía, y así fue. La chica estaba riendo cuando notó el movimiento de la capa de Cho. Orientó su vista hacia aquel árbol y se encontró con Chris acariciando a la buscadora de Ravenclaw. Se detuvo muy seria, mirando a Luna y a la pareja alternadamente. Se encogió de hombros y decidió seguir caminando.

Harry se sorprendió un poco de que no hiciera algo, aunque eso también lo alegró, porque significaba que tal vez a ella no le importaba tanto como él suponía. Harry la detuvo en el camino.

- Ginny, espera. ¿Podría hablar contigo?- la chica se detuvo en seco y miró nuevamente a Luna. Ella le devolvió la mirada y observó a Harry, se encogió de hombros, y se fue.

Empezaron a caminar alejándose de la extraña pareja en el árbol. Ginny echó una ojeada por sobre su hombro por última vez. Chris se notó observado y se dio cuenta de la pelirroja. Sabía que había hecho algo malo, la sonrisa se borró de su cara y retrocedió unos pasos, muy arrepentido. Cho vio lo que sucedía, y se sintió muy incómoda.

- ¿Qué les sucede? No entiendo.

- ¿A qué te refieres?- Harry esperaba descubrir los verdaderos sentimientos de Ginny.

Ella le contó lo que había pasado realmente con Chris. Él le puso la mayor atención que pudo. Al terminar de relatar, Ginny notó lo muy lejos que estaban del castillo, así que propuso regresar para almorzar.

- Pensé que ver a Chris con otra chica provocarían en mí un ataque de celos... pero no fue así. ¿Tú qué sentiste?- Harry no se esperaba esa pregunta.

- ¿La verdad? Me dio un poco lo mismo.- Ginny sonrió sin que Harry se diera cuenta.- Creo que hace mucho tiempo me da lo mismo.- él quería que quedara claro lo que sentía, no deseaba que pensara otra cosa.

Siguieron caminando en silencio. Era agradable estar juntos. A pesar de no cruzar palabra, no les era incómodo estar así. Habían abierto sus corazones el uno al otro, y se sentían bien.

Llegando al castillo, Ginny encontró a Chris, que la esperaba en el vestíbulo para hablar sobre lo que había ocurrido con Cho. Harry no tuvo problema en que ella hablara con él, porque ya sabía lo que pensaba la pequeña, y estaba lejos de sentirse amenazado.

Entró en el comedor y vio a su amigo Ron en la mesa. Se sentó a su lado, como siempre, y empezó a servirse comida.

- Harry, ¿me vas a decir qué te sucede? Hace días que estas así.- a Harry la pregunta le cayó de sorpresa.

- No me sucede nada. Simplemente estoy tratando de relajarme un poco.- abrió los ojos al máximo. No sabía que más decir, ya que no quería hablar de la más pequeña de los Weasley.

- ¿A quien vas a invitar al baile?.- Harry negó con la cabeza, aún no había invitado a quien quería, y no sabía como reaccionaría su amigo cuando se enterara de sus intenciones.

- ¿Por qué no invitas a Ginny? Es mil veces mejor que vaya contigo a que con ese tipo Chris... es muy grande para ella.- Hubo una pequeña pausa, y al rato llegó Ginny, muy roja, la expresión en su rostro no decía casi nada. Venía con Hermione, que al parecer estaba bastante preocupada.

- Ahora, ¿me vas a decir qué sucede?- Hermione estaba bastante impaciente. Ginny observó a Harry y luego le devolvió la mirada a Hermione.

- Chris me invitó al baile y lo rechacé.- Ron sonrió, al igual que Harry, pero Hermione parecía algo preocupada.

- ¡Pero por qué lo hiciste! ¿No querías ir con él?- Ginny negó con la cabeza.- ¿Entonces con quien?- la pequeña pelirroja volvió a mirar a Harry.

- No lo sé...- ella estaba mintiendo.- Pero sé que no es con Chris.

- ¡Ay! quién te entiende... pero bueno, qué vamos a hacer contigo.- Hermione sonreía nuevamente.- Creo que ya me voy. Tengo clases, al igual que ustedes, pero la diferencia es que yo llegaré a tiempo, y no me regañarán.- Y se fue dando pequeños saltitos.

- ¿Qué le sucede?.- preguntó Ron muy extrañado. Ginny olvidó por un momento lo que le había sucedido.

- Bueno. Esta mañana recibió una carta de un viejo amigo.- Ginny se desesperó un poco, al darse cuenta que Ron no entendía algo que era obvio- ¿No se imaginan de quién?- suspiró largamente.- Del único amigo que tiene en el extranjero. De Viktor.

- ¿Viktor Krum?- Ron tenía los ojos muy abiertos, y la cuchara que sostenía en su mano, se cayó al piso.

- Sí, de quién más.

- Pero esa no es razón para que esté tan feliz. Ella a recibido muchas de él, y nunca se ha puesto como hasta ahora.- A Harry también le llamaba la atención lo que sucedía.

- Eso, yo no se los puedo decir.- Ginny sonreía, y Harry no pudo evitar alegrarse con solo verla.

- Vamos Ginny, algo tienes que saber.- dijo Ron

- Ja, por supuesto que sé, pero no soy quién para decirles.

Ginny se levantó y se retiró del comedor al igual que Hermione. Harry hubiese deseado que se quedara más tiempo, pero no podía decirlo. Pensaba que tenía ciertas cosas pendientes, y no sabía como llevarlas a cabo. Deseaba preguntarle con quien iría al baile, pero ¿cuándo?

Ron se levantó e hizo ademán de irse, pero notó que Harry no estaba poniendo nada de atención a sus movimientos, parecía muy concentrado en otra cosa, pero él se encargó de sacarlo de aquel trance, golpeándolo con un poco de fuerza en la espalda.

Se dirigieron a defensa, donde tendrían la horrible presencia de Umbridge. Sabían que en esta clase debían comportarse lo mejor posible, o si no un horrible castigo les caería encima. Cualquier error que cometiesen sería una gran oportunidad para la profesora, que estaba muy molesta con ambos.

Al llegar, notaron un gran grupo de alumnos, todos alrededor de algo que parecía de mucha importancia. Al acercarse, escucharon la voz de Malfoy, y tras eso, la risa de varias personas. Estaba molestando a alguien.

- Así que quítate, cerebrito.- más carcajadas.- Deja que se defienda solo.

Ron y Harry se acercaron y vieron a quién estaba molestando, el pobre de Neville estaba muy rojo y parecía que alguien lo sujetaba, ya que forcejeaba mucho. Entonces vieron como Hermione lo sostenía con todas sus fuerzas.

- ¡No...le...digas...cerebrito!- cada vez estaba más rojo de ira.

- ¿Qué sucede aquí?- Snape llegaba con pasos decididos, y todo el grupo se calló. Hermione abrió la boca para dar explicaciones, pero Snape sólo puso su mano frente a ella, y miró a Malfoy.- Puedes explicarme qué sucede.

- Profesor, yo llegué a mi clase cuando apareció Longbottom, que empezó a hacer bromas contra mis amigos, así que yo me defendí, y él trató de golpearme, y "ella"- dijo el rubio con tono despectivo, apuntándola-, me amenazó con su varita.

- Señor Longbottom, señorita Granger, cincuenta puntos menos para Gryffindor. Y por favor, señorita Granger, sabemos que domina bastantes hechizos, pero no tiene que estar pavoneándose por todos lados para demostrarlo.

Y así, Snape se dio media vuelta para ir a su salón. Los demás se fueron retirando, mientras Hermione y Neville temblaban de furia. La sonrisa de satisfacción en la cara de Malfoy, no ayudaba a que este sentimiento sucumbiera. A Hermione se le escaparon unas cuantas lágrimas y soltó a Neville, que no se movía. Ella caminó un poco encontrándose con Harry y Ron, los miró y rompió a llorar, corriendo hacia los baños de las niñas. Harry quería seguirla, pero Ron lo detuvo.

- No te preocupes. Yo voy.- Y salió corriendo tras su amiga.

Harry se acercó a Neville, que aún no se movía. Parecía que la injusticia que se acababa de ejecutar, lo había golpeado en lo más profundo. Pero no era el único. Los demás alumnos de Gryffindor que habían presenciado lo ocurrido comentaban el atropello que se había cometido en su contra.

- La verdad, Malfoy vino aquí especialmente a molestar a Neville. El profesor Snape ni siquiera escuchó su versión. Ese profesor realmente tiene problemas con nosotros.- afirmó Seamus cabizbajo.

Uno a uno fueron entrando al salón, muy tristes y sorprendidos con todos los hechos. Harry agradecía no haber llegado antes, porque sabía que hubiera defendido a Neville, y Snape lo hubiese castigado de una forma mucho peor, tal vez sin ni siquiera ir al baile.

***

Ron tuvo que correr bastante para alcanzar a Hermione, que había desaparecido tras una puerta, la del baño de las chicas. Él abrió la puerta y la cerró tras de sí. Cerró los ojos pensando que tal vez podría haber alguien adentro, pero al no escuchar ningún grito, dedujo que estaba vacío. La vio con las manos en la cara, sollozando. No sabía qué hacer. Se acercó a la manilla y le puso llave, por si alguien intentaba entrar, evitándose cualquier posible problema.

Se acercó lentamente a ella. Levantó un poco la mano, muy indeciso, y después de un rato, tocó su hombro. Ella giró y quedó frente a él, con la cara un poco roja y con muchas lágrimas en los ojos que no paraban de salir. Él suspiró y frunció un poco la boca, ladeó la cabeza, y siguió mirándola. Ella giró su cabeza de un lado a otro, y volvió a llevarse las manos a los ojos.

- No quieren parar.- dijo entre una sonrisa y otra, que poco a poco se transformaron en pequeños sollozos.

Tenía tantas ganas de abrazarla, acurrucarla, y hacerla sentir mejor. Pero no se movía. No sabía por qué, no podía hacerlo. Con muchas fuerzas, encontró el valor para tocar su brazo, con mucho cariño. Ella lo reconoció y de forma muy impulsiva, lo abrazó, rompiendo a llorar. Ron estaba inmóvil, y con mucha torpeza, respondió al gesto de Hermione. Cerró los ojos, tratando de grabar cada imagen, cada sensación, cada escalofrío, quería tenerlo todo y que nunca acabara. Acarició su cabeza lentamente, al igual que su espalda. Ella, lo abrazaba con más fuerza, y cada vez lloraba menos.

Estuvieron así un largo rato, que para Ron fueron horas. El no quería soltarla, pero ella se separó un poco. Con los dedos, sacó varias de las lágrimas que tenía en las mejillas. Ron la ayudó un poco, y cuando le quitaba una hermosa gotita transparente del mentón, la observó y le hizo cariño. Los dos sonrieron.

- Dejé toda mojada tu capa.- ella posó su mano sobre el hombro de él.

- Sí, es cierto, pero solo un poco. No tiene importancia.- le sonrió como no se había atrevido a hacerlo en días. Ella respondió a la sonrisa, pero inmediatamente se sonrojó, así que la borró de su cara y miró el piso.

- Siempre está denigrándonos. ¿Por qué nos tiene tanto odio?

- No pienses ahora en eso. No tienes que hacerle caso a sus palabras, sabes que no son verdad.- Hermione lo miró un poco incrédula.- ¡Es la verdad! No te mentiría con algo así.

Ella giró la cabeza hacia un lado mirándose en el espejo. Notó lo mal que se veía y se avergonzó mucho. Pero a él no le importaba.

- ¿Hermione?

Ella giró nuevamente, encontrándose con los bellos ojos de Ron.

- Me gustaría saber... no importa, tal vez no sea el momento...

- Qué, ¿Quieres que te preste mi tarea? Jajaja...

- Que mala eres. No, en serio. Quería saber...bueno...si tú...si tú quisieras ir... al baile conmigo...- Se quedó en silencio esperando la respuesta. Sus manos sudaban como nunca. No movía ningún músculo. La respuesta no llegaba y empezó a asustarse un poco.

Hermione, que miraba el piso, levantó la cabeza. Su cara estaba muy ruborizada, y sonrió.

************************************************************************* HOLA!!!

Espero que les haya gustado este capítulo!!! No pueden negar que me quedó muy lindo la última parte con Ron y Hermione!! Por cierto, creen que estoy muy cursi con Harry/Ginny???? Todas las opiniones serán bien recibidas! Ahora, algunos mensajes personalizados ^^!!

Phoebe: qué bueno que te gustó! Yo tb creo que el quinto libro debería haber sido así... o por lo menos tener más de esto! Me gustaría actualizarlo más seguido, pero como ya entré a clases, eso no siempre me deja tiempo... Por el momento lo actualizo algo así como dos veces por semana.

Mor: Hola! Gracias! Me intento apurar todo lo posible, pero ya ves, hay otro deberes ¬ ¬ (lamentablemente)

Vero Granger: que bueno que te gustó el fic! Al principio estaba un poco temerosa, como es el primero que hago... Así que te doy las gracias pro darte el trabajo de escribirme un review... Este capítulo igual tuvo bastante Ron y Hermione, no crees?

Dani-chan-sf: de nuevo por aquí! Qué bueno es ver que sigues leyéndome!!! Espero que este capítulo te haya gustado

Vale: gracias, chica, por escribirme de nuevo ^^ (**Amy Granger está feliz!**) Lo que dije antes también va para ti: qué te pareció la última parte? A poco Ron no es tiernísimo?? Ya estoy desesperada por ver el Prisionero de Azkabán!!

Desire Black: muchas gracias por los comments!! que bueno que vas a seguir leyendo!!!

**CHIC@S: esto va para tod@s ustedes. Si les interesa que les avise a su propio mail cuando actualice el fic, sólo es cuestión de que me manden un mail (ya saben, hacen click en mi nombre y aparecerá) con el asunto "Aviso de actualización" (ok, lo sé, fui poco creativa, pero son las 12 de la noche y mañana tengo clases ¬ ¬) y crearé algo así como una "Lista de Actualización".

Besos!!!

Amy Granger