Capítulo V: Desencuentros

Harry aún pensaba en la suerte que había tenido al estar en otro lugar momentos antes del incidente Longbottom/ Malfoy, porque si él hubiese estado participando en aquella discusión, Snape le habría quitado por lo menos unos doscientos puntos, y lo habría obligado a limpiar retretes por una semana.

Ron y Hermione no llegaron en toda la hora de defensa, y a Harry esto no le importó. Estaba demasiado absorto en sus pensamientos como para preocuparse en la ausencia de sus amigos. Pensaba en la pequeña pelirroja, en la pequeña Ginny Weasley. Cada vez deseaba verla por más tiempo. Ansiaba que la hora de clases terminara lo antes posible, y así, encontrarse con ella. En eso estaba, cuando la profesora Umbridge, sigilosamente se acercó a él y, con cara de una niña que está saboreando el caramelo más rico, levantó su mano y golpeó la mesa con todas sus fuerzas.

¡¡¡PLAF!!!!

Harry se sobresaltó, dejando caer su pluma y golpeando el tintero, que estuvo a punto de derramar su contenido.

- Señor Potter, sé que mi clase no es de su agrado, pero aún así merezco un poco de respeto. ¿No cree usted?

Harry asintió y lentamente ordenó las cosas que había golpeado. Umbridge lo observaba mientras fruncía los labios. Él estaba listo para oír el castigo de la profesora. Lo más seguro es que lo dejara sin ir al baile... ¡Pero él necesitaba ir! ¡No dejaría que otro la invitara!

Aún así, Umbridge se puso la mano en la cintura y siguió su camino como si nada. Harry estaba asombrado, y no era el único. Todos esperaban la suspensión de Harry, y no había sucedido nada. Respiró hondo... había tenido mucha suerte. Pero ¿por qué Umbridge había dejado pasar aquella oportunidad?

Al salir de la clase, buscó entre la multitud algún destello rojizo, pero no encontró nada. La gente se movía de un lado a otro, reían y conversaban, pero ni rastros de aquella risa que era capaz de alegrarle el día.

Ron estaba sentado en uno de los sillones cerca de la chimenea, calentándose las manos. Harry no podía ver la expresión de su rostro, pero era la de mayor alegría que alguien pudiese tener. Se sentía en el cielo. Había obtenido su mayor éxito. El pelirrojo observaba el fuego mientras pensaba que era la persona más feliz en el mundo mágico y probablemente también en el mundo muggle; Harry se acercó y le tocó el hombro, haciendo que Ron se sobresaltara.

- Harry, me asustaste.- dijo mientras esbozaba una gran sonrisa con ojos somnolientos.

- Ron, ¿por qué no llegaste a clase con Hermione? ¿Cómo está ella?.- preguntó Harry, pero Ron siguió sonriendo sin pronunciar palabra, logrando que el muchacho se desesperara.

- Yo la vi bastante bien.- contestó enigmáticamente el pelirrojo. Se dio media vuelta para seguir observando la chimenea. El chico de ojos verdes no entendía qué sucedía, pero prefirió no insistir. Sabía que Hermione le explicaría.

En ese momento, Neville llegaba por el retrato de la señora gorda. Seguía bastante mal, tal vez peor. Su cara demostraba un gran fracaso.

- Le pedí a Parvati que fuera al baile conmigo... pero me dijo que alguien más ya se lo había pedido.- murmuró, y caminó hacia donde estaba sentado Ron. También se quedó observando el fuego. Harry no entendía que sucedía con los chicos ese día. Se dio media vuelta para ir y buscar a Ginny en los jardines, muy decidido. Alcanzó a caminar unos cuantos metros, cuando escuchó la voz de Hermione.

- ¿Vas a salir? Tenemos que ir a la siguiente clase.- preguntó la chica. En su cara aún se notaban las huellas de un ataque de llanto. Miraba de vez en cuando a Ron y se empezó a sonrojarse.

- Sí, voy a clase.- respondió Harry, prefiriendo mentir.

- Yo también voy.- dijo Ron, mientras saltaba de su asiento y se sacudía un poco de polvo que había quedado en sus pantalones. Había seguido todos los movimientos de Hermione desde que había llegado, y deseaba estar cerca de ella en caso de que algún pelmazo como Malfoy trataba de molestarla.

- Si me esperan, con gusto también los acompaño.- dijo Neville con tono ensombrecido.

Los cuatro bajaron. Harry se sentía muy incómodo, sus amigos más cercanos, sin quererlo, le habían estropeado su intento de encontrarse de casualidad con Ginny.

Ginny caminó por el pasillo a su siguiente clase. Ya había escuchado la historia de Neville y Malfoy, y sabía que Hermione estaba llorando. Sujetaba los libros contra su pecho mientras aumentaba la velocidad, cruzándose con una gran cantidad de alumnos de Ravenclaw, que la miraron con muy malos ojos. Supuso que eran amigos de Chris, y que ya sabían que lo había rechazado... pensó un momento si lo que había hecho estaba bien. No sabía qué sentía Harry, ni a quién iba a invitar... se sintió muy alarmada, ¡tal vez invitaba a Cho! ¡O tal vez a algunas de sus compañeras como el año anterior! Pensó en aquellas chicas de tercero que lo seguían con la mirada sin que el se diera cuenta cada vez que pasaba por delante de ellas. Quería verlo, se sentía muy insegura con respecto a su decisión. Tal vez si se encontraba con él, lo que había decidido tendría sentido, pero ¿Quién sabía?

Siguió caminando, absorta en sus ideas, sin ver hacia delante. En un segundo sus cuadernos, libros, plumas y tintero volaron por los aires, cayendo después en el piso. Varios pedazos de pergamino quedaron desperdigados en el piso, y el tintero se había roto, manchando uno de sus libros. Sentía un fuerte dolor en la espalda, y su rodilla sangraba, la caída había sido bastante brusca, y apretaba los ojos y la boca con fuerza, para no dejar escapar ningún grito.

- ¡Perdón, perdón!- exclamó. Lentamente fue abriendo los ojos, se encontró con el desastre de cuadernos y libros, siguió subiendo la mirada, hasta toparse con la de la otra persona accidentada. Era Cho.

- No te preocupes, fue un accidente, discúlpame a mí.- contestó Cho que también había mantenido sus ojos cerrados, pero al abrirlos, se encontró con la persona que menos esperaba.- ¡Ginny!

Rápidamente, y a pesar del dolor punzante, la pelirroja empezó a ordenar sus cosas. No podía creer en su mala suerte.

- Ginny... yo...- se detuvo a elegir mejor sus palabras.- Yo, te quería decir que no mal interpretes lo que sucedió esta mañ...

- Yo no mal interpreto nada.- manifestó la pelirroja con mucha calma.- Estaba muy claro lo que ahí sucedía. Pero para que lo sepas, a mí no me importa lo que sucedió entre ustedes.- se puso de pie con las cosas en sus manos, lista para irse. Sabía que Cho había utilizado a Chris con otros propósitos, para llamar la atención de alguien más, y ese alguien más era Harry. ¡Qué manera más estúpida de hacerse notar!

Advirtió un fuerte el dolor en la espalda y en la rodilla, y al mirársela, vio que sangraba de forma excesiva. Decidió ir a la enfermería, tal vez Madame Pomfrey podría ayudarla. Caminó lentamente para hacer menos doloroso el trayecto. Su uniforme se había ensuciado con una gran cantidad de tinta. Más tarde tendría que ir a cambiarse. Ni hablar de ver a Harry.

La clase de Historia de ese día, había estado más aburrida que otras veces. Ni siquiera Hermione estaba tomando apuntes, como era su costumbre. Harry estaba sentado entre sus dos amigos, y notaba de vez en cuando sospechosas miradas de un lado a otro. Cuando alguno de ellos notaba que el otro lo estaba mirando, se ponía nervioso, y en numerosas ocasiones algo caía al piso produciendo bastante ruido, haciendo que varios despertaran.

Esto le preocupaba un poco. No sabía qué estaba sucediendo, y odiaba que le ocultaran cosas. Ya lo habían hecho en varias ocasiones, y esto podía ser grave. No aguantó más, y sacando un pedacito de pergamino garabateó un mensaje a Ron.

"Creo que me estoy empezando a preocupar por tu comportamiento. ¿Me vas a decir que sucede? Harry."

Dobló un poco el pergamino y lo puso frente a su amigo, que tardó un poco en darse cuenta hasta recibir el golpe en las costillas. Leyó el mensaje y se quedó pensando un rato. Sumergió la punta de su pluma en el tintero y escribió bajo el mensaje de Harry:

"No sucede nada. Si me sigues escribiendo estos papeles, pensaré que te estás juntando mucho con Parvati y Lavender, porque sus malas costumbres se te están pegando. Ron"

Esperó un poco para que secara la tinta, y volvió a doblar el pedazo, devolviéndoselo a Harry, esperando su reacción. Después de un rato, una pequeña carcajada irrumpió el silencio de la clase. El profesor ni cuenta se dio. Hermione tocó el brazo de Harry, para poder enterarse de lo que sucedía, y él le entregó la nota. Después de un rato, ella rió por lo bajo.

- ¿Entonces? ¿Qué sucede?- susurró Harry, tapándose la boca con la mano para que nadie viera que estaba hablando.

- No sucede nada. ¿Por qué lo dices?- dijo Hermione poniendo una gran cara de interrogación. Parecía no entender de qué le estaba hablando, pero Harry llevaba mucho tiempo siendo su amigo, así que conocía todas las expresiones de la chica.

- Vamos, sé que algo sucede. Ustedes dos están muy extraños.- replicó el chico. Los otros dos bajaron sus cabezas mirando el piso.- ¿No me van a decir?.- preguntó impaciente.- Está bien. No me digan nada.

El resto de la clase fue más desagradable aún. Harry estaba molesto y no hizo caso a ninguno de los comentarios de sus amigos. Apenas terminó la clase, tomó sus cosas y salió del salón. En parte se había molestado con ellos porque para variar le estaban ocultando algo, y porque así podía estar solo para encontrar a Ginny y preguntarle. Para su suerte, o eso creía él, el grupo de cuarto año de Gryffindor venía por el pasillo. Entre ellos estaba Luna Lovegood, que al verlo, se separó del grupo para acercarse. En su mano, sostenía un número del Quisquilloso bastante maltratado, además de sus libros.

- Si buscas a Ginny, no la vas a encontrar aquí.- contestó antes de que el chico hubiese pronunciado palabra. En ciertas ocasiones, Harry pensaba que Luna tenía algo así como un sexto sentido. Se daba cuenta de cosas que los demás no notaban. Pero luego hablaba de cosas que eran muy poco probable que existieran y eso lo desconcertaba.

- N-no estaba buscándola.- dijo Harry muy dudoso.

- Está bien, no tienes por qué explicarme para qué la buscas. Me la encontré hace un rato, e iba a la enfermería. Faltó a clase.

- ¿De verdad? ¿Le pasó algo malo?

- No, no le pasó nada grave. Aunque su rodilla sangraba bastante. Parece que tuvo un accidente con Cho Chang.

Harry le dio las gracias, y corrió hacia la enfermería. Esperaba encontrarla bien, las palabras de Luna habían sido muy claras, sólo le estaba sangrando la rodilla. No debía ser grave.

Al llegar, abrió la puerta de golpe. Pero la enfermería estaba prácticamente vacía, exceptuando la presencia de un alumno de Huflepuff que tenía un tentáculo en vez de brazo. La enfermera se acercó a Harry un poco molesta.

- Señor Potter, por favor, no irrumpa de esa forma en la enfermería. ¡Puede haber gente enferma! ¡Con reposo!

- Lo siento mucho, Madame Pomfrey. Estoy buscando a alguien... Ginny Weasley.

- ¡Ah! La señorita Weasley. Bueno, ella ya se fue, como se podrá dar cuenta. No tenía nada grave. Un dolor en la espalda que se le pasará con reposo, y su rodilla, que estaba lastimada. Pero le di un buen ungüento. ¡En dos días ni siquiera habrá cicatriz!

Harry asintió con la cabeza, y sonrió a la enfermera. Eso quería decir que estaría en la Casa Gryffindor. Tal vez tendría hambre, y podría llevarle algo para comer. Decidió ir al gran comedor y cargarse de cosas deliciosas.

Salió con una gran cantidad de comida. Se había tardado muy poco, subió las escaleras lo más rápido que pudo y entró en la sala común. Adentro había una gran cantidad de gente esperando a otros para bajar a comer. Encontró a Ron y se acercó a él.

- ¿Has visto a tu hermana?- preguntó Harry. Se sentía un poco raro preguntando eso.

- No. ¿Le pasó algo?- inquirió Ron levantándose de la silla.

- No, nada grave. Se cayó y se golpeó la rodilla, nada más. Pero está bien. Entonces ¿no la has visto?

Ron se volvió a sentar en la silla con poca preocupación.

- No, no la he visto.- contestó ya más tranquilo. Harry ya no deseaba hablar más con Ron, porque perdía tiempo, pero el pelirrojo lo interpretó como que él seguía molesto, así que de inmediato agregó.- Está bien, te diré qué sucede.

Harry se acercó a una silla y se sentó, no quería perder aquella oportunidad. Tal vez era algo importante. Dejó la comida sobre la mesa y lo observó.

- Bueno- Las palabras se atropellaban en su boca. Quería que Harry compartiera su alegría.- Sucede que invité a Hermione a Hogsmeade y al baile.

Harry ni siquiera se inmutó. Simplemente lo miró por un momento.

- ¿Y solo por eso estaban tan nerviosos?- dijo muy decepcionado. Hermione llegó hasta ellos. Ya había guardado sus libros y estaba lista para ir a comer. Se sorprendió un poco de ver a Harry junto a Ron. Pensaba que la rabia le duraría más tiempo. En ese instante, el chico de ojos verdes se paró de la mesa y salió lo más rápido que pudo de la sala común. Hermione no alcanzó a decir ni una palabra.

- Ni siquiera preguntes. No vale la pena.- se anticipó Ron. La miró un momento y se sonrojó.- ¿Ba-bajamos?

Hermione sonrió tímidamente y asintió.

- Por cierto, ya le dije a Harry que eras mi pareja... para el baile y eso- dijo mientras caminaban. Ella abrió los ojos al máximo, estaba lista para reclamarle a Ron, pero éste fue más rápido.- ¡De una u otra forma se iba a enterar!

Hermione no dijo nada. En el fondo, se contentó de que Harry ya lo supiera.

Ginny fue directo a la sala de profesores para explicarle a McGonnagall por qué había faltado a su clase. La profesora había entendido perfectamente lo que había sucedido, y le explicó un poco de lo que había tratado la clase. Al parecer, era bastante sencillo, porque después de unos quince minutos, pudo hacer bien el encantamiento. Se lo agradeció enormemente. Con lentitud salió de la sala, bajó las escaleras y se dispuso a buscar a Harry. Sus ganas de verlo no se habían desvanecido y estaba decidida a encontrarlo a como diera lugar.

Supuso que en ese momento estaría en el comedor, así que se dirigió hacia allá. Caminaba bastante lento y esto la desesperaba un poco. Aún así, continuó.

En el camino se cruzó con Chris, que al parecer quería hablarle, pero ella apresuró lo que más pudo sus pasos para no tener que hablar con él. Pero él insistió.

- Ginny ¿qué te sucedió?.- preguntó el chico tocando su hombro con delicadeza para que se detuviera.

- Tuve un pequeño encuentro que no resultó nada agradable al final.- contestó la pelirroja. No podía estar molesta con Chris. Lo habían utilizado vilmente, y el pobre no se había dado ni cuenta.- Pero estoy mejor, sólo tengo un poco lastimada la espalda.

- Me alegro de oír eso... y-yo quería... bueno... quería decirte que... aunque me hayas dicho que no, yo... ¿aún tengo esperanzas?- dijo el chico en un tono dulce y suplicante. Sus ojos pedían piedad, y Ginny no pudo evitar conmoverse. Pero no debía flaquear.

- Chris, no te preocupes por eso.- contestó sinceramente. Lo que acababa de decir significaban muchas cosas, depende de cómo se interpretaba, así que estaba bastante satisfecha con su respuesta. Él sonrió.

- ¿Quieres que te ayude?- le pregunto solícito. Ella negó con la cabeza, no quería perder más tiempo.

- No es necesario, pero gracias.- respondió. Le devolvió la sonrisa y empezó a caminar.

- ¡Cualquier cosa que necesites, Ginny, sólo pídela!- gritó Chris, levantando un poco sus brazos, sin saber qué hacer, y empezó a caminar hacia atrás. Ella alzó una mano en señal de agradecimiento, y siguió caminando.

Llegando al gran comedor, notó que había bastante pocas personas. Aún era temprano, así que si estaba ahí, lo encontraría fácilmente. Buscó con la mirada un buen rato, pero no lo vio. Se sintió bastante decepcionada. Tal vez estaba en el jardín... Pero sería mejor ir al baño antes, para tratar de quitarse la mancha de tinta que se veía horrible, y si no resultaba, se iría a cambiar. Le dolía bastante el cuerpo y quería detenerse un rato. Maldijo mentalmente a Cho. Todo era su culpa.

Se dirigió a los baños del segundo piso, dobló un pasillo y se encontró con Luna.

- ¿Cómo te sientes?- preguntó Luna con seriedad que la observaba de arriba abajo con los muy ojos abiertos. Ginny le sonrió.

- Bueno... la verdad, me duele un poco la espalda, pero con reposo me sentiré mejor.

- Qué bien. ¿No has pensado que si no te recuestas te puedes poner peor y no irás al baile?.- preguntó la chica. Ohm, no lo había pensado. Luna se dio cuenta y sonrió levemente.- Harry te está buscando. Me lo encontré hace un rato, y le dije que estabas en la enfermería.

- ¿E-en serio?- dijo la pelirroja, mientras Luna dejaba caer su cabeza hacia un lado y fruncía los labios. Le costaba creerlo. ¡Harry la estaba buscando!- Está bien... sé que no me estas mintiendo, es sólo una forma de decir.- ¡Seguía perdiendo tiempo!- Gracias, Luna, de verdad.- se apresuró a contestar la chica y giró sobre sus pasos. Supuso que la enfermera le diría a Harry que ella necesitaba reposo, así que fue directo a la sala común.

Harry salió al jardín, sabía que era poco probable, pero debía intentar. No le quedaba mucho tiempo, ya que pronto tendría su siguiente clase, y aún ni rastros de ella. Se dirigió al lago. El pasto y los arboles aún tenían los últimos restos de nieve, un poco sucia con la tierra. Caminó bastante, pero sin resultados. Con la respiración entrecortada, dirigió una última mirada por los alrededores, pero no logró ver absolutamente nada.

No tendría otra opción. Regresó con pasos cortos al castillo, un poco decepcionado por su mala suerte, y preguntándose dónde más podría estar la chica. Al entrar y meterse por un pasillo, vio a Chris, que se dirigía hacia él, pero caminaba de una manera extraña, venía de espalda y con los brazos un poco levantados. Un verdadero espectáculo. Caminó junto a él y le dirigió una mirada que decía más que mil palabras. Chris parecía no saber dónde estaba, observaba un pasillo, y bajó lentamente los brazos. Se detuvo y siguió con la mirada perdida. Harry, caminó más rápido para evitar cruzar palabra alguna con él. Subió unas escaleras y empezó a caminar a cualquier lugar. Ya no sabía dónde ir. Los posibles lugares se le habían acabado. Llegó al tercer piso. Se detuvo a descansar un poco. El corazón le saltaba fuertemente y jadeaba bastante. Estuvo largo rato así, hasta que a lo lejos divisó una silueta que le era muy familiar. Cada vez que se acercaba era más clara.

- Hasta que te encuentro.- dijo Ron extendiendo su mano, que cargaba un buen montón de libros, para la siguiente clase con Trelawney. Harry los tomó.- Debemos empezar a subir, recuerda que nos tardamos algo así como diez minutos en llegar.

Harry asintió y empezaron a caminar.

Ginny llegó demasiado cansada y con mucho dolor. No aguantaba más. Necesitaba llegar a su cuarto lo antes posible y recostarse. Aún no se había aplicado el ungüento mágico que Madame Pomfrey le había dado. Subió a duras penas, llegó a la puerta, la abrió de golpe y se dirigió a su cama. La habitación estaba completamente vacía. Se recostó y cerró los ojos. Tal vez más tarde lo encontraría.

Harry ya no aguantaba más. El calor en aquel "salón de t" era insoportable, y la atmósfera provocaba mucho sueño. Las luces de colores rosas y rojos, aquel fuego que nunca se apagaba, el olor a las hierbas, TODO contribuía a la siesta. Trelawney se paseaba de un lado a otro preguntado lo que veían en los restos de té. Y para variar, predijo que el ojo que aparecía en la taza de té pronosticaba una muerte espantosa y lenta.

Ron reía con cada comentario y cada expresión de pena fingida que ponía la profesora, pero esto sólo ayudaba a la irritación de Harry. Estaba muy frustrado. A algunas personas como Cho, sin planearlo siquiera, se las encontraba en todos lados, pero esta vez que de verdad quería ver a alguien, no le resultaba.

Al terminar la clase, se dirigió a la sala común. El día había terminado, y lo más seguro sería que encontraría a Ginny ahí. Ron tuvo que quedarse porque Trelawney lo vio riéndose, así que le daría unos deberes extras.

Harry apresuró el paso lo más que pudo, se cruzó con mucha gente que lo saludaba, pero él no respondía.

Ginny se estiró y una fuerte punzada la obligó a retorcerse un poco. Había olvidado lo que había pasado, pero lentamente empezó a recordar cada cosa, el accidente con Cho, sus heridas, el encuentro con Chris, la búsqueda de Harry...¡La búsqueda de Harry! ¡¿Cómo lo había olvidado?! Todo el día estuvo ocupada en eso, y sin más, lo había olvidado. Miró por la ventana. Estaba completamente obscuro, se levantó de la cama y se puso los zapatos, caminó lo más rápido que pudo hacia la sala común.

Al bajar las escaleras, casi se dobló un pie, y bajó la velocidad. La sala común estaba llena, pero ni rastros de él. Golpeó el piso con el pie. Tal vez podía venir en camino.

Harry caminaba muy nervioso. Estaba seguro de que esta vez la encontraría. Bajó escaleras como si estuviera sobre una escoba apunto de atrapar la Snitch, saltó escalones con trampas, y esquivaba gente como si fueran Bludgers. Estaba muy cerca de la sala común. Se detuvo frente al retrato de la señora gorda, y cuando estaba apunto de decir la contraseña, el cuadro se abrió.

Se quedaron en silencio un momento. Al fin. Y al mismo tiempo, como si lo hubiesen practicado horas, los dos pronunciaron el nombre del otro.
HOLA!!!:

Sé que me he demorado más de la cuenta, pero la #$% Universidad, no me había dejado tiempo... y para qué negarlo, mi beta ha estado igual... o no, Sis?

Este capítulo fue inspirado por uno de Kare Kano que me encantó!! Bueno, aquí vienen las respuestas a sus AMADOS reviews, por cierto, espero más reviews por este capítulo, eh??:

MELUCHI: a mí también me gusta esta imagen de Ginny que surge del teclado por sí sola. El próximo capítulo se viene con más de Ron y Hermione, intentaré dedicarle un capítulo a cada pareja, sólo que a veces la historia toma vida por su cuenta y se sale con la suya, y no siempre me hace caso... jejeje

DANI-CHAN-SF: hola!!! Es un gusto ver que sigues mi historia. Con respecto a cuando Harry le pide que vayan al baile... jejeje, tendrás que esperar un capítulo más... jejeje

VALE: qué raro que no hayas podido dejar un review en el capítulo cuatro... pero mil gracias por hacer todo lo posible para dejarme uno!!! AMO LOS REVIEWS! En especial cuando es gente que ha seguido la historia, como tú !! Sé que te gusta más Ron y Herm, pero también tenía que dedicarle uno a Ginny y a Harry, aunque no se encontrasen... jejeje (qué cruel soy! Los mantuve separados TODO un capítulo!!!). Bueno, chica, nos vemos!

LILY MCGONAGALLl: AMIGA MíA!!! Hasta que por fin me dejas un review aquí! No es que no me gusten tus reviews en vivo y en directo, pero igual es lindo ver tu nombre por aquí... jejeje. Además, qué mensa eres, te hiciste la que recién lo había leído, cuando tú sabes de la historia desde antes de que la escribiera!!! Jajaja XD

CAROLINE MCMANAMAN: hola! Bueno, creo que este capítulo fue más de acercamiento de Harry hacia Ginny, aunque la encuentre sólo al final. En el fondo, se ve el interés de ambos durante todo el cap.... jejeje Que bueno que le sigas la pista! AH! Y qué bueno que alguien por fin piense como yo y quiera que Ginny y Harry se unan !!

GINNY POTTER W: me alegro de que no lo encuentres cursi, ya que por un momento me empecé a preocupar y creer que sí estaba así U. De verdad crees que le he puesto mi sello (Amy Granger está saltando de la felicidad !! ). A mí también me dan ganas de matarla, pero bueno, de ahí veremos que pasa con la "tipita" esa. Yo también tengo fama de loca en mi casa, jejeje... bueno, no sólo en mi casa, en varias partes U.U; especialmente cuando aparecen cosas relacionadas con HP, jijiji !!