Disclaimer: Ninguno de estos personajes me pertenece, son propiedad de J.K.Rowling, exceptuando a Chris Martin que es sólo MÍO!!! AH!! Y creanme que no obtengo ni un Peso/Dólar/Euro/Sol/Yen/Bolivar ni Sickles haciendo esto aunque unos galeones no me vendrían nada de mal, eh?

Capítulo VI: Así quiero que sea

Se siguieron observando un poco más. Después de unos segundos, los dos empezaron a reír. Su risa era una mezcla de nervios y placer. Habían pensado en ese momento durante todo el día y de repente, sin siquiera proponérselo, se habían encontrado. Pero... ¿Ahora qué? Sí, habían pensado en el encuentro, pero no exactamente en lo que dirían el uno al otro y estaban demasiado nerviosos como para iniciar una conversación normal.

La gente que quería salir empezó a hacer fila detrás de Ginny, haciendo presión. Pero ellos no respondían a los constantes llamados de atención del grupo. Sólo estaban ahí, sonriendo y mirándose, pensando sólo en el otro.

Una chica de sexto muy temperamental se cansó de esperar, y decidida, adelantó al resto de los alumnos y pasó junto a Ginny y Harry con mucha violencia, golpeando sus hombros. Al parecer, recién con ese golpe, reaccionaron. Empezaron a pedir disculpas al resto de las personas uno a uno. Se llevaban constantemente la mano al hombro, pero no sabían exactamente por qué les dolía. Salió la última persona y Harry decidió hablar.

- Y bueno...- empezó el muchacho. No sabía por dónde partir. Bajó un poco la vista y se topó con la rodilla de ella.- Veo que estás mejor. Ya estás en pie. Me alegro mucho.

- Sí, algo. Pero aún me molesta bastante.- dijo ella, llevándose una mano a la cabeza, para retirarse un mechón de cabello que le estaba molestando los ojos. No podía evitar ponerse roja hasta las orejas. Era algo de familia.

Al parecer, los integrantes de la casa Gryffindor se habían puesto de acuerdo para entrar y salir durante esos minutos. Al menos eso pensaba Harry, que no podía dejar de sentirse observado por los demás.

- ¿Ginny?- preguntó. Ella subió la mirada hasta el rostro del chico y abrió los ojos.- Mmm... m-me gustaría ha-hablar contigo... En privado. ¿Tienes tiempo?

Ella asintió y lo siguió por los corredores. No sabía exactamente hacia dónde se dirigían, pero no le importaba en absoluto. Sólo quería estar con él. Llegaron a un corredor lleno de hermosas armaduras que brillaban intensamente, alfombrado con un hermosos tapiz rojo con bordados de oro, iluminado por velas y antorchas. Las paredes tenían pocos cuadros, pero los que había eran maravillosos. La mayoría eran paisajes con extrañas criaturas mágicas que corrían de un lado a otro, como unicornios y aves fénix, entre otros. La chica nunca había estado en ese pasillo.

- ¿Te gusta?- preguntó Harry bastante emocionado. Miraba a Ginny esperando su reacción. Ella tardó un poco, ya que estaba admirando cada rincón de aquel deslumbrante pasillo.

- Creo que es... precioso. Nunca lo había visto.- musitó la chica aún asombrada. Suspiró fuertemente, se llevó las manos a la cintura y levantó la cabeza para admirar los cuadros.

- Sabía que a ti te gustaría... - repuso el muchacho que sonrió sin dejar de mirarla. Al lado de ella, ese corredor no tenía nada especial.- Casi nunca vengo, pero esta ocasión ameritaba la visita.

- ¿Sí?- preguntó Ginny que sonriendo miró a Harry. Estaba demasiado feliz. Él asintió muy rápido respondiendo a la pregunta de ella. La pelirroja miró el piso y con un suave movimiento subió la cabeza, hasta encontrarse con los ojos de él. Tenían un brillo muy especial.- ¿Y de qué trata eso que quieres hablar conmigo?

- Ehh... bueno, lo que yo quería decirte era... - empezó el chico de pelo negro. Respiró profundamente e hizo una pequeña pausa. Después continuó.- Sé que las cosas no han sido fáciles para ti... También sé lo confundida que estás con respecto a Chris... Y mi intención no es incomodarte más. Pero... desde hace un tiempo he tenido muchas ganas de acercarme a ti, y preguntarte si... bueno, si tú querías ir al baile conmigo.

Harry miraba sus manos. Estaba muy nervioso y no paraban de sudar. Levantó nuevamente la vista esperando una respuesta. Ginny se había quedado muda. Tenía muchas cosas que decir, pero no lograba que salieran de su boca. Quería hacerle saber cuánto deseaba que él hubiese hecho eso antes. Quería abrazarlo y decirle que sí de inmediato. Pero no se movía. Después de un rato y con mucho esfuerzo pudo decir algo.

- M-me gustaría mucho ir... al baile contigo, Harry.- articuló con dificultad. Sentía gran calor en sus mejillas.- Iré con gusto.

Harry sonrió y asintió. Quería gritar de felicidad y tomarla entre sus brazos. Pero decidió quedarse donde estaba. El hecho de que ella hubiera aceptado la invitación, no significaba que le hubiera confesado algún sentimiento; pero, al menos, el primer paso estaba dado.

- Creo que ha quedado bastante bien. ¿No crees?- preguntó Ron inseguro mientras miraba a Hermione. Desde que le había pedido que fueran al baile juntos, no se veían a los ojos, porque de forma inmediata enrojecían. La poción de él era de un extraño color azulino y expedía un aroma que distaba mucho de ser agradable.

- ¿Quieres que te diga la verdad o seguimos siendo amigos?- inquirió Hermione a modo de respuesta al tiempo que veía de reojo el caldero de Ron, que inclinaba la cabeza en señal de desaprobación. Ella rió un poco, pero tratando de que el profesor Snape no se diera cuenta.- Creo que le pusiste patas de lagartija en exceso. Tiene que quedar de color azul obscuro. Como el mío.- dijo mientras le enseñaba su poción con la mano.

- Creo que yo también voy bastante mal.- dijo Harry, haciéndose a un lado para que sus amigos pudieran observar su poción de color esmeralda.- ¿Qué hago?

- Ponle un poco más de raíz de mandrágora, así recuperará el color que debe tener.- respondió Hermione alcanzándole lo que a ella le había sobrado. Harry agradeció el gesto con un movimiento de cabeza, y empezó a arrojarlo con cuidado para que no saltara. Cada vez tomaba un tono más azulino, pero no lo suficiente.

- ¿Y ahora qué?

- Ponle un poco más de piel de serpiente y estará listo.

Él siguió con atención las instrucciones de Hermione, y la poción tomó el color que debía tener realmente. Era la primera vez que su poción había quedado como debía quedar.

- Y yo, ¿no me vas a ayudar?- dijo Ron a modo de petición. Sufría bastante sin saber qué hacer. Se sentía frustrado e inútil.

Hermione suspiró y se acercó a él para enseñarle mejor. Puso sus ingredientes y empezó a explicarle punto por punto. Al terminar, la poción de Ron tenía un color bastante cercano al de ella.

- Hermione, eres la mejor. No sé que haría sin ti.

- Vamos, no tienes que agradecérmelo tanto. Sabes que siempre que lo necesitas, te ayudo.

- Sí, lo sé perfectamente.- contestó Ron que se quedó mirándola por un momento. La admiraba bastante. Sabía lo inteligente que era y que a veces podía llegar a caer en la arrogancia sin darse cuenta. Pero todo en ella era diferente a las demás chicas de Hogwarts y eso le gustaba mucho. Hermione no pudo evitar notar que estaba siendo observada.

- ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Por qué me miras de esa forma?.- interrogó ella muy nerviosa. Ron se sobresaltó bastante y desvió la mirada de inmediato.

- Perdón, no quise incomodarte... de verdad.

Los dos se sentían bastante extraños. No podían hablar como antes, porque las cosas entre ellos habían cambiado. Eso los asustó un poco, era un tanto brusco, pero con el tiempo, tal vez se podrían acostumbrar.

Estuvieron en silencio un buen rato, hasta que Harry lo rompió cuando se le cayó el pocillo donde había pulverizado la piel de serpiente que golpeó el pie de Hermione. Ella emitió un pequeño chillido y empezó a sobarse el pie. Casi no lo sentía.

- ¿Estás bien? ¿Te duele?- dijo Ron tocándole el hombro muy preocupado.

- ¿Qué crees tú? ¡Me duele mucho!

- Fue un accidente, te juro que no fue intencional.- se disculpaba Harry que no sabía qué hacer. ¡A veces se sorprendía de lo torpe que podía ser!.

- No te preocupes, se me va a pasar. Ya deberíamos entregar los trabajos, ¿no?- Hermione empezó a llenar su botella etiquetada, mientras los otros dos la imitaban.- Creo que esta vez obtendrán buena calificación.

Se levantaron de la mesa para entregar sus pociones, cuando, de la nada, Lavender se quedó mirando a Ron descaradamente. Él no dejó de notarlo al igual que Hermione. Lavender sonrió de forma coqueta y le cerró un ojo, para luego voltearse a ver a Parvati y soltar unas risitas. Ron no entendía absolutamente nada, pero para Hermione estaba más que claro lo que sucedía.

Sabía lo que esas miradas podían significar y era sólo una cosa. Lavender coqueteaba con Ron para que le pidiera ir al baile con él. Esto la preocupó bastante. ¿Y si tal vez le resultaba? ¿Y si él ya no quería ir con ella?. Se sobresaltó un poco cuando Snape le pidió con un grito su poción por tercera vez. Estaba tan absorta en sus pensamientos, que no escuchó lo que los demás le decían hasta antes del grito del profesor de pociones. Entregó el envase lentamente y sin decir una sola palabra volvió a su lugar, regañándose por tales pensamientos. ¿Por qué le importaba tanto que Lavender hiciera eso? Ron iría con ella al baile, pero sólo porque eran amigos... y lo más seguro era de que la había invitado al verla triste, por compasión. Si era así, tal vez él se arrepentiría de haberla invitado, y... y... y entonces... ¡él iría con Lavender!. ¿Sentía celos? ¿Por Ron? ¿Qué estaba sucediendo?

- ...mione. Hermione, ¡Hermione!- dijo Harry. Había tenido que levantar mucho la voz para que ella lo notara.- ¿Qué te ocurre?

- Eso mismo me pregunto yo...- respondió la chica sin darse cuenta de lo que decía. Tenía la vista perdida y después de un rato de silencio, volvió a reaccionar.- Creo que.. Creo que iré a la sala común. Nos vemos más tarde.- se despidió con la mano mientras avanzaba hacia la escalera. Se dio media vuelta y corrió hacia arriba.

- Eso fue extraño. Tal vez recordó que tenía algo que hacer.- dijo Ron mirándola mientras desaparecía. No iría a comer y se perdería esa deliciosa comida. Tal vez podría llevarle algo, pero sería un tanto extra...

- Ahora tú... ¿Qué les sucede? Están hablando y de un momento a otro se van. No entiendo.- indicó Harry confuso, al tiempo que movía la cabeza de un lado a otro en señal de desaprobación.

- Estaba pensando, nada más. ¿Ahora es un crimen?

- No. Pero es muy raro en ti.

Ron sonrió irónicamente y relajó los hombros. Rieron por un rato y se dirigieron al Gran Comedor, donde la mayoría de los estudiantes ya estaba comiendo. Se sentaron en los lugares de siempre, cerca de George y Fred, que estaban preparando una gran venta de orejas extensibles a un numeroso grupo de chicas de Huflepuff.

Se sirvieron una gran cantidad y empezaron. Al principio, comieron de forma rápida y segura. Y lentamente empezaron a disminuir la velocidad, al notarse observados. Por un lado, Lavender observaba a Ron con una sonrisa en los labios y éste respondió con otra, pero con un pedazo de papa en la boca. Ella levantó su mano saludándolo y él, dudando bastante, le volvió a responder. Un grupo de chicas que estaba ahí se emocionó y empezó a reír. Por el otro, Harry notó cómo un grupo de Ravenclaw lo señalaba y hablaba. No podía ver a ninguna chica conocida, hasta que una rubia se hizo a un lado y pudo ver a Cho, que levantó la mano torpemente y se puso muy roja. Harry asintió y volvió a bajar la cabeza para seguir comiendo.

En esos momentos, Ginny llegó saltando hasta la mesa, y se detuvo al ver a Ron y a Harry. No sabía dónde sentarse, si junto a su hermano, o junto a él. Entonces, Luna llegó y se acercó al lado del pelirrojo. Bueno, tendría que sentarse junto a Harry. Sus mejillas adoptaron un color rosado, que a él le encantó. Con cuidado, tomó la cuchara para empezar a servirse y acercó su mano a la fuente con comida, topándose con la mano de Harry, que quería ayudarle. Se detuvieron en ese instante, pero sin quitar la mano. No pudieron evitar alegrarse.

El resto de la comida no estuvo muy bien. Luna habló sobre pruebas que demostraban la existencia de criaturas totalmente imposibles. Ellos sólo escuchaban y asentían de vez en cuando. En general, Luna hablaba mirando a Ron y éste extrañaba más que nunca la presencia de Hermione para que la hiciera callar.

La clase de Encantamientos era el momento perfecto para hablar con los demás. Era una clase muy dinámica y entretenida. El profesor Flitwick era muy agradable, y nunca se molestaba si estaban hablando o si hacían mucho ruido.

Ron practicaba el hechizo con Harry y Hermione. Cada vez le resultaba mejor y le era más fácil. Casi nunca falló. Cerca de ellos practicaban Lavender y Parvati, que en varios "accidentes" habían terminado arrojando cojines a la cabeza de Hermione y Lavender se veía obligada a acercarse para ir a buscarlos. En unos de esos momentos, aprovechó de acercarse a Ron.

- Te felicito. Cada vez lo haces mejor.

- Gracias. Tú tampoco lo haces nada mal.- contestó Ron. Se sentía muy extraño. De un día para otro, Lavender se acercaba a él para hablar. Hermione seguía la conversación con mucha atención, mientras Harry observaba todo esto sin decir nada.

- No lo hago para nada bien. Tal vez podrías explicarme, sino te molesta.- dijo ella mientras sonreía. Hermione se sentía bastante irritada. Tenía muchas ganas de golpearla. ¡Cómo podía alguien ser tan descarado!.

- Claro, siempre que necesites ayuda, yo te la facilitaré.- dijo Ron de forma un tanto pícara, a pesar de que no había querido que le saliera así.

- ¡Ron, eres muy tierno! Gracias.- exclamó la chica que con los dedos se enrollaba el cabello, mientras que con pequeños movimientos se mecía de un lado a otro. Se dio media vuelta y se acercó a Parvati, que la esperaba ansiosa para escuchar cada detalle.

- Bueno, ¿continuamos?- preguntó Ron sonriendo. Hermione exhaló fuerte y arrojó un cojín a la cara de éste y Harry empezó a reír. Ella se dio media vuelta y empezó a ayudar a Neville. Ron no se movía.

Hermione no le habló en toda la hora y ni siquiera lo miró cuando pasó junto a él y lo pisó con todas las intenciones del mundo. A Ron no se le ocurría qué podía estar pasando.

- Explícame. Por favor, dime. ¿Qué hice mal?

- Creo que es muy obvio, ¿no?- respondió la chica irritada. Ron levantó un poco las manos, como al nivel de su cintura, encogió los hombros, y movió la cabeza de un lado a otro.- Bueno, creo que Lavender se está acercando bastante a ti, ¿no lo sientes así?

- Ella sólo era amable conmigo, ¿verdad? Sólo eso. ¿Acaso las personas no pueden reconocer mis logros?- replicó él. En el fondo, sólo trataba de justificarse. Estaba empezando a tener una remota idea de lo que quería Lavender. Pero aún así, Hermione no tenía por qué molestarse.

- Si eso crees tú, yo no soy quien para negártelo.

Ron no supo qué decir. De vez en cuando dirigía miradas hacia Hermione que no eran correspondidas. Pero después de pensarlo un rato, desistió. No tenía por qué pedir disculpas; después de todo no había hecho nada malo. En realidad, ella tenía que pedirle disculpas, por lo mal que lo había tratado al tirarle el cojín y al haberlo pisado. Sí, ¡ella tenía que disculparse!.

Esa noche, tendrían reunión con el ED. Repasarían un poco todo lo que habían aprendido hasta la última sesión. La mayoría ya había llegado, sólo faltaban Ginny, Luna, y Dean. Harry practicaría con Ginny, porque lo necesitaba más. Bueno, en realidad, no era cierto. Neville lo necesitaba más que nadie, pero aún así practicaría con Ginny.

Ron y Hermione seguían sin hablarse. Cada uno estaba a un lado de Harry, con los brazos cruzados, y mirando el techo. El chico de ojos verdes odiaba cuando esto sucedía y ya se había cansado de tratar de arreglar los problemas que tenían cada vez que peleaban.

El resto llegó después de un rato, al parecer habían que tenido que darse una gran cantidad de vueltas ya que un grupo de Slytherin los estaba siguiendo, pero habían logrado perderlos de vista.

Empezaron a armar parejas. Hermione se juntó con Neville; Ginny con Harry, ya que "necesitaba ayuda"; Cho con Chris, y por supuesto, Lavender con Ron. Ella se había acercado a él pidiéndole ayuda, ya que Harry estaba ocupado, y él era "el segundo que más sabía en esa sala". Hermione escuchó con atención y se molestó aún más. Empezaron a practicar.

Después de un rato, los hechizos volaban por toda la sala, de un lado a otro. Muchas veces tenían que agacharse para no recibir los impactos de otra pareja. Lavender, intencionalmente, se equivocaba en sus hechizos y Ron le enseñaba una y otra vez como hacerlo.

- ¡Ay, Ron! Esto no se me da, así de simple. Creo que voy a necesitar horas extras.- decía Lavender con una voz muy sufrida. Ron asentía y seguía ayudándole.

Hubo una pequeña pausa de descanso antes de continuar con los ejercicios, que a medida que avanzaba la clase, se ponían más difíciles.

- Escuché por ahí que ya tenías pensado a quien invitar al baile. ¡Qué malo eres, no me has contado nada!- exclamó Ginny acercándose a Ron para conversar.

- ¿Qué fue lo que oíste?- preguntó Ron que había abierto mucho los ojos.

- Eso, que ya tenías pareja. Nunca pensé que tú y Lavender... - pero Ginny no alcanzó a terminar ya que Ron la interrumpió.

- ¿Quién te dijo eso?- estaba hablando muy fuerte.

- Están diciendo por ahí...

- No es cierto, yo no...- intentó replicar el joven, pero antes de terminar, vio hacia un lado. Hermione estaba ahí escuchando todo. Los ojos le brillaban como si estuviera a punto de llorar y hacía un gran esfuerzo para que esto no sucediera. Se dio media vuelta para salir.- ¡No, Hermione! ¡Espera! ¡No te vayas!

Pero ella ya estaba en la puerta, se detuvo y volteó a mirar. Ron avanzó para alcanzarla, pero antes de poder llegar, Lavender lo tomó del brazo.

- Vamos, Ron, ayúdame, no seas malo. Te necesito.

- Pero, pero...

- ¿Qué sucede? ¿No me puedes ayudar? Vamos, no te cuesta nada.

Hermione se enfadó aún más y atravesó la puerta. Eran bastante fuerte el dolor y la ira. No sabía qué hacer. No debía llorar, no valía la pena. ¿Entonces, por qué tenía tantas ganas de hacerlo? ¿Qué hacía ahora? Decidió subir hasta su habitación. Deseaba estar sola.

- ¿Pero qué pasa, Ron? ¿Por qué reaccionas de esa forma?- preguntó Lavender cuando Ron se soltó del brazo con el que lo tenía agarrado y se quedó mirando la puerta. Ahora lo entendía. Lavender había hecho todas esas cosas para que él la invitara al baile, por eso hablaba tanto con él. Pero él iría con Hermione, eso quería. Si se tardó en pedírselo era por lo nervioso que estaba. Y esos nervios tenían que ser por algo.

- Debes ir.- dijo Ginny que se había acercado sin que él lo notara. Asintió y salió lo más rápido que pudo. ¿En dónde estaría? No lo sabía, pero la buscaría por todo el castillo si era necesario. Tenía que explicarle.

Lavender no entendía nada, pero lo dejó ir. Pensó que al día siguiente tendría otra oportunidad para estar con él y así, poco a poco, ir convenciéndolo.

Ron subió por las escaleras más cercanas a la sala multipropósitos. Corrió hasta no sentir las piernas, saltando peligrosamente varios escalones a la vez y estando a punto de caer varias veces. Llegó a un baño, el mismo donde le había pedido que fuera su pareja para el baile, pero ella no estaba ahí. Entonces tenía que estar en la sala común, ¡ahí debía buscarla! Salió del baño lo más rápido que pudo. Los pasillos estaban vacíos y algunos con muy poca luz. La Señora Norris daba vueltas por ahí y apenas vio a Ron, empezó a maullar. Eso no estaba bien, si Filch, el celador, lo descubría, le diría a Umbridge. Subió los últimos peldaños y escuchó cómo Filch llegaba al lugar. Por poco lo atrapa. Dio la clave y entró a la casa Gryffindor.

Hermione estaba sentada en uno de los sillones. La sala común estaba totalmente vacía y tenía un aspecto muy acogedor. Ella se volteó para ver quién había entrado de esa forma tan brusca para llamarle la atención y se encontró con un Ron rojo y un poco sudado, que respiraba con dificultad y se tocaba el costado. Pensó que nunca iría hasta donde ella estaba, pero se había equivocado. Él estaba ahí, frente a ella y sin Lavender pisándole los talones como había sido en los últimos días.

- Creí... que no... te... encontraría...- jadeó el pelirrojo.

- Ron...

- No...déjame...hablar a mí... déjame...recuperar... el aire...

Respiró profundo varias veces, hasta que el pecho le dejó de saltar tan fuerte. Se inclinó apoyando sus manos en las rodillas.

- Ahora sí... estoy mejor.- dijo él jadeando cada vez menos. Se acercó lentamente a Hermione. Aún le tiritaban las piernas por todo lo que había corrido. Tenía poco tiempo antes de que los demás chicos del ED pertenecientes a Gryffindor llegaran. Se sentó lo más cerca que pudo.- No sé bien qué es lo que ocurre con Lavender. Pero a mí también me sorprende.

- Ella quiere ir al baile contigo y está diciendo que tú sí irás con ella.

- Pero no es así. Yo no iré con ella, no me interesa.- replicó el muchacho. Ron la miraba directamente a los ojos y ella no podía rehuir su mirada.- Yo iré contigo. Porque así quiero que sea.

Ella sonrió emocionada. Tenía deseos de llorar. Ron acercó su mano a la de ella y se la tomó con mucha delicadeza. Se quedaron así, por mucho tiempo, mirándose sin parpadear. Él pensó en acercarse aún un poco más a ella, pero no sabía si debía hacerlo. Ella también quería aproximarse un poco más. Abrazarse, eso era todo.

-...entonces el hechizo le dio a Dean por accidente, jajaja...- el grupo ya había llegado. Hermione retiró su mano para evitar cualquier comentario. Lavender notó que algo sucedía.

- Creo que me voy a dormir.- Hermione se paró y se retiró del lugar. El resto del grupo se fue cada uno a su habitación. Harry despidió a Ginny con la mano y esperó a que todos se fueran para acercarse a Ron.

- ¿Sucedió algo malo?

- No, amigo, sino todo lo contrario. Las cosas no podrían estar mejor.- dijo enigmáticamente aún con una sonrisa en los labios.
Hola a Todas/os!!!

No me odien... parece que mi intento de dos capítulos por semana, ya es cosa del pasado... Aparentemente ahora será uno por semana :(

¿Y? ¿Qué les pareció? A mí me gustó... Por fin Harry pudo decirle a Ginny!! Y ni hablar de Ron y Herm!!

Ahora, la respuesta a sus amados reviews!!:

ATHENA GRANGER: Hola chica!! ¡¡Que gusto ver gente que se interesa en mi fic !! Pues la verdad, es que esta historia tiene vida propia, y yo no mando sobre ella... ELLA MANDA SOBRE MI U.U!!!

VIOLETA POTTER: que bueno que te guste como va la historia... sólo espero que mi imaginación no me abandone. Besos para ti!!

DANI-CHAN-SF: o mejor dicho.... DANIELA PAZ RODRÍGUEZ CELIS!!! Jajajaja... te preguntarás cómo sé tu nombre... y te asombrarías, porque sé más cosas de ti de lo que te imaginas... Cómo sé lo que sé???? Fácil.... Te conozco desde que naciste... e incluso antes!!! MUAJAJA!!!!! (risa malévola)... Bueno... soy... cha- cha-cha-chaaánnnn!!! "I'm your cousin" (en tono de Darth Vader)... Sí, soy la "Mame"!... Si no te conté antes, era porque quería tu más sincera opinión con respecto a este fic... No te enojes conmigo, no fue de pes'... P.D.: por qué nunca me dijiste que te gustaba Kare Kano???

GINNY POTTER W: que rico verte de nuevo por acá!! Sabes? Haces que me emocione con tus reviews!! T.T La neta, casi lloro!!! Lo sé, yo también esperaba más romance en el quinto libro, pero bueno, quién sabe, a lo mejor J.K. nos sorprende (más le vale ¬¬) con el sexto y el séptimo . Lo sé... a mí también me entristeció que no se juntaran... pero así es la vida a veces... Como dijo mi hermana una vez que estaba medio pasadita de copas "Qué terrible eso de cruzarse y no verse; imagínate, podría ser el amor de tu vida"!! bueno, no sé si eso viene al caso o no, pero al menos de eso me acordé U.

ADRIANA: mil gracias por el mail tan lindo que me mandaste. Me encantaron todas las figuritas y eso, creo que fue algo muy tierno de tu parte, sobre todo eso de escribirme directo al mail !! Me siento muy contenta al ver que te ha gustado mi fic y espero que te siga gustando de aquí en adelante . Con respecto a tu pregunta, sí soy chilena =D.

Bueno gente, me despido!! Espero que no me abandone la inspiración y que la
#$%& Universidad no me absorba por completo.


¡¡HASTA EL PR"XIMO CAPÍTULO!!