Si quieren que lo continúe, mándenme RR...

Capítulo XI: ¿Bailamos?

Harry se había quedado sin aire. Frente a él, una hermosa joven de cabellos de fuego, con una elegante túnica color azul zafiro, le devolvía la mirada, nerviosa.

Ginny levantó sus brazos a la altura de la cintura, dio una vuelta completa, y al terminar su puso a reír, mientras llevaba las manos a la cintura. Se llevó una mano a la frente, sin parar de reír.

- ¿Qué te parece?- La chica lo miraba con mucha atención, sin dejar de sonreír. En su mano, aún sostenía el colgante de su madre y esperaba el momento indicado para pedirle ayuda.

- Yo...- Harry la miró de arriba a abajo y tragó saliva. No podía moverse y parecía que la lengua se le había quedado totalmente paralizada.- Bueno... yo... creo que...

- ¿Entonces?- Su sonrisa desapareció poco a poco. No le gusta como me veo pensó.

- Es que... yo...- El chico tomó aire, y continuó.- Creo que... te ves... simplemente hermosa.

- Gracias...- La chica recuperó su sonrisa y un suave color rojo invadió sus mejillas. Harry se acercó un poco más a ella. Ginny lo miraba atentamente y no pudo dejar de notar que el chico se veía espectacular.

- ¿Bajamos?

- ¿Qué?- la pelirroja tardó un poco en reaccionar.- Ah, claro.- recordó que aún tenía el colgante en sus manos.- Pero antes... ¿ podrías... ayudarme?.- Ella alzó la mano, mostrándole lo que tenía entre los dedos.

- Claro que sí.- Harry tomó el colgante, al tiempo que la chica se daba vuelta, dándole la espalda. Con mucho cuidado, abrió el broche del colgante y lo pasó por delante de Ginny. Al cerrarlo, notó la suave forma de su cuello y con mucho cuidado, lo acarició con la punta de los dedos. Ella se puso totalmente rígida y un escalofrío recorrió su espalda. Harry se dio cuenta y se preguntó cómo podía ser tan estúpido, que él no era así, tan... ¡atrevido!.

- Gracias...- Ginny se dio vuelta, quedando a poca distancia de él. Estuvieron así unos segundos, hasta que Harry bajó la vista.

- Nos deben estar esperando abajo...- el chico se hizo a un lado y le ofreció su brazo, que fue aceptado de buena manera.

Caminaron a través de la sala Común, hasta el retrato de la señora Gorda. El resto de los miembros de la casa Gryffindor que quedaban en el interior, conversaban esperando aún a sus acompañantes, que poco a poco fueron a apareciendo. Las chicas de la clase de Ginny se asomaron por la escalera, viendo cómo la chica desaparecía con su pareja a través del cuadro.

- ¿Vieron qué lindo fue Harry cuando le puso el colgante?

Todas suspiraron, mientras bajaban e iban directo a donde sus compañeros esperaban.

Ron y Hermione bajaban las escaleras, sin decir una sola palabra. La chica lo miraba de vez en cuando bastante nerviosa, pero era en vano. Al llegar con el resto de los alumnos, Ron no dejó de notar que una gran cantidad de chicos se le quedaba viendo. Más bien, no lo veían a él, sino a Hermione. Al parecer, ella no se daba cuenta que atraía las miradas de todos chicos que tenían por delante, porque miraba por sobre su hombro constantemente.

- ¿Dónde estarán Harry y Ginny? El baile comenzará en unos momentos.- Filch en ese instante, empezaba a formar la fila para que las parejas entraran al Gran Comedor en orden.

Pasaron algunos minutos, hasta que Harry y Ginny aparecieron. Se acercaron al resto, sonriendo al máximo.

- Hola.- saludó Ginny a los otros dos chicos.

- Vaya, Ginny, te ves muy bien.- le dijo Hermione a su amiga.

- Sí, Ginny, realmente te ves bien.

- Gracias, chicos.- Ginny se había sonrojado un poco. Hermione se sentía un poco mal, ya que Ron aún no le había hecho ningún comentario sobre lo que lucía esa noche.

- ¡Sabandijas! Pónganse en la fila, ¡Ahora!- Filch se acercaba a ellos, agarrando a Harry por el hombro con bastante fuerza y conduciéndolo a la fila. El resto lo siguió y se acomodó entre el alumnado.

De la nada, la puerta del Gran Comedor se abrió, dejando ver una gran cantidad de luces en los techos, pero esta vez no eran solamente velas colgantes, si no que, además, miles de hadas volaban de un lado a otro. De las paredes, trepaban muchas rosas rojas de arriba abajo, entrelazadas, pero dejando ver los muros. En una esquina, se hallaba una tarima con algunos instrumentos. Cientos de mesas de cuatro personas estaban acomodadas en donde anteriormente estaban las cuatro mesas de las cuatro casas de Hogwarts. Cada mesa, a su vez, tenía pequeñas lámparas que alumbraban en el centro, además de cuatro platos, cuatro juegos de servicio y cuatro copas, pero sólo en dos de aquellos puestos de las mesas había una rosa sobre cada plato. En el fondo, una mesa muy larga estaba dispuesta para los profesores, que ya se encontraban en sus puestos, dando la bienvenida desde ahí a las parejas.

- No era la decoración que esperaba para un catorce de febrero.- comentó Parvati, pero luego de un rato agregó sonriendo.- Esto está mucho mejor.

Era cierto. La decoración no tenía mucho que ver con lo que era común para el día de San Valentín. No tenía grandes corazones ni cupidos volando por doquier, pero realmente esas cosas quedaban feas al lado de lo que ahora estaban presenciando.

Las parejas se abrieron paso al interior del lugar, tomando asiento en las mesas. Harry, Ron, Hermione y Ginny eligieron una que estaba en medio del Gran Comedor. Tomaron asiento, mirando para todos lados, tratando de encontrar a sus amigos. Dean, Seamus, Parvati y Lavender se habían sentado dos mesas a la derecha, mientras que Neville se encontraba con Luna y otros dos de Ravenclaw, cinco mesas atrás de Harry. Los gemelos Weasley estaban acompañados de Angelina y de Katie al final del Gran Comedor. El resto de los chicos del ED estaba repartido por todos lados. Harry no pudo evitar notarse observado. Miraba para todos lados, hasta que notó un par de ojos castaños que lo observaban cuatro mesas a la izquierda. Cho estaba acompañada de Marietta, de un chico que él no conocía y de Chris. La chica le sonreía de forma muy fría desde esa mesa y Harry no pudo evitar sentir un escalofrío.

- ¿Qué sucede, Harry?- Ginny lo miraba extrañada.

- Nada, Ginny, no te preocupes.

En ese instante, Dumbledore se puso de pie y golpeó con cuidado su copa. El silencio se apoderó del Gran Comedor y el profesor inmediatamente sonrió.

- Queridos alumnos. Este ha sido un día esperado con grandes ansias por la mayoría de ustedes. Espero que disfruten este baile lo que más puedan y bailen hasta que sus pies ya no den más.- La mayoría de los alumnos aplaudía con todas sus fuerzas, a excepción de una gran cantidad de alumnos de Slytherin.- Silencio, por favor.- Dumbledore alzó los brazos para contener la desbordante alegría del alumnado.- Quisiera, antes que empiece el banquete, darle la bienvenida a alguien muy importante en el mundo mágico.- Dumbledore giró un poco hacia un lado de la gran mesa que se encontraba a oscuras.- Sea bienvenido, señor Viktor Krum.- Si hace un rato se había producido un temblor de aplausos, ahora había un verdadero terremoto. Muchos se habían puesto de pie para poder ver mejor, mientras que la mesa que con anterioridad había estado a oscuras, ahora se hallaba muy iluminada por lámparas iguales a las que habían en las mesas pequeñas. Viktor se puso de pie, bastante avergonzado, haciendo un brusco movimiento con la cabeza, agradeciendo la bienvenida, y volvió a sentarse. Ginny miraba con atención a Hermione, que no podía ocultar su angustia y Harry miraba a Ron, que no podía ocultar su rabia.- Y ahora ¡A comer!

La gente, que ya había asistido al baile anterior, sabía que debía leer en voz alta lo que querían comer, para que apareciera por medios mágicos en sus respectivos platos.

Ron no había dicho casi nada durante la cena. Ginny trataba de que hablara, pero no lo conseguía. Hermione lo miraba de vez en cuando, bastante avergonzada.

Cuando los presentes terminaron de comer, se pusieron de pie, mientras que la profesora McGonnagall, con un movimiento de varita, corrió todas las mesas, dejando un gran espacio como pista de baile. La tarima que se hallaba en una esquina se iluminó, en medio del escenario aparecieron (nuevamente) las brujas de Macbeth, sacando aplausos y gritos de todos los alumnos.

Una gran parte de las chicas estaba agrupada cerca de la mesa de profesores, mirando a Viktor Krum. Pero éste no les hacia caso. Buscaba a alguien más entre la gente. A Hermione. Se puso de pie mirando, hacia todos lados, sin poder encontrarla.

Ron aún seguía extraño. Miraba el piso, como si no hubiese algo más importante en ese momento, mientras Hermione se cruzaba de brazos y golpeaba el piso con su pie derecho. No sabía aún qué demonios pasaba, pero ya estaba empezando a sentirse mal. Sospechaba que la visita de Krum podría estar afectando al chico, pero la verdad, es que éste último estaba así desde antes que bajaran al Gran Comedor.

Harry estaba junto a Ron, también preocupado por su extraño comportamiento. Sabía que el chico tenía muchas ganas de asistir con Hermione, sin embargo, no lo estaba demostrando. La música había empezado a sonar. Una triste melodía recorría el Gran Comedor y algunas parejas salieron a la pista.

- ¿Harry?- Ginny tímidamente se dirigía al chico de ojos verdes.- ¿Qué le sucede a Ron?

- No lo sé, pero me estoy empezando a preocupar.

- Tal vez debas hablar con él.

El chico asintió, mirando a las diferentes parejas desfilar frente a ellos. La música había cambiado y un poco más lejos, George y Fred bailaban con sus respectivas parejas y, para variar, atraían la atención de todo el mundo. Esta vez, Harry no tenía la obligación bailar por ser uno de los campeones de Howgarts, como el año anterior, pero aún así ese asunto lo ponía nervioso. No es que no quisiera y se sintiera forzado a eso. Sino que al contrario. Quería hacerlo. Pero temía que fuera a equivocarse, pisándola o tropezando con su túnica. Pasaron unos minutos y la música volvió a cambiar.

- Eh... ¿Harry?- preguntó nuevamente la pelirroja, pero antes de que dijera cualquier cosa, el chico se adelantó.

- No te gustaría... te gustaría que...¿Bailamos?

- Pensé que nunca me lo pedirías.

Harry le ofreció la mano a su pareja y se dirigieron a la pista. El chico se detuvo y tomó a la pelirroja por la cintura y le sujetó su mano. Ella, con el brazo libre, rodeó su cuello y empezaron a moverse. Él se sorprendió. Lo estaba haciendo muy bien después de todo.

Ron observaba a todas las demás parejas que bailaban. Hermione se sentó en una silla cerca de su pareja, apoyó los brazos en sus rodillas y acomodó la barbilla sobre sus manos. En realidad, ya se estaba cansando de la actitud de Ron. Ella se había arreglado especialmente para esa noche y aunque no era presumida, no podía negar que lucía muy bonita.

Al notar dónde estaba Hermione, Viktor se puso de pie y se acercó a la chica, con su paso desgarbado de siempre. Dean y Seamus, al observar que aquel joven se acercaba hacia sus amigos, trataron de hacer lo posible para impedirle el paso.

- ¡Oh, cielos! Viktor Krum. Soy tu mayor seguidor. Mi nombre es Dean Thomas. Bienvenido a Hogwarts.- dijo el chico, estrechándole la mano.

- Y yo soy Seamus Finnigan. También soy un gran admirador, te vi el año anterior en los mundiales. Una gran participación.- Seamus también estrechaba la mano de Krum. El búlgaro estaba bastante incómodo, estrechando la mano de ambos chicos una y otra vez.

- Me siento muy halagado, muchas grracias. Discúlpenme, estoy buscando a alguien.- dijo Viktor y así se libró de los chicos de Gryffindor. Se abrió paso entre la multitud que lo seguía con la mirada. En varios ocasiones, chicas de distintas edades lo saludaban y se presentaban. Tardó más de media hora en acercarse lo suficiente a Hermione, para notar lo bella que se veía y que estaba sola. Nadie la estaba acompañando y esto lo alegró mucho, ya que tendría una oportunidad. O al menos, eso pensaba el búlgaro.

La chica jugaba con su cabello, tomando un mechón y pasándolo entre sus dedos, mientras veía como todos se divertían. Ron seguía sin hacer nada, un poco apartado. Varios chicos se le habían acercado para invitarla a bailar, pero ella los había rechazado sin saber por qué, ya que ella sí quería participar en el evento.

Y Ron seguía sin hacer nada. Hermione se notó observada, levantó la cabeza y empezó a buscar entre la multitud hasta que dio con la respuesta. Viktor, con bastante esfuerzo se acercaba a ella, sonriendo.

- Herrmíone... que bueno volverr a verrte.

- ¡Viktor! Vaya sorpresa que me has dado al llegar hoy.- contestó Hermione muy nerviosa, sin dejar de notar que por primera vez en toda la noche, Ron le ponía atención.

- Debo decirr que te ves realmente herrmosa.- La chica se sonrojó de inmediato y se volteó a ver a Ron, que seguía a Viktor con los ojos entrecerrados. Al parecer, el búlgaro ni lo había notado.

- M-muchas gracias.

Mientras tanto, Harry continuaba con Ginny bailando, mientras conversaban y reían. Llevaban bastante tiempo así y al chico ya le estaban empezando a molestar los pies y tenía sed.

- ¿No quieres tomar algo?

- Por favor.

Caminaron hasta la barra de jugos, pero antes, vieron a Krum conversando con Hermione y a Ron, que no dejaba de verlos, sin pronunciar palabra. Harry se quedó quieto, tratando de descifrar lo que sucedía. Ginny alcanzó a avanzar dos pasos cuando vio que Harry no la seguía, así que se acercó a él para saber qué estaba llamando su atención y se encontró con la sorpresa.

- Debemos acercarnos.

- Vamos.- respondió Harry, caminando directamente hacia los chicos. Se acercó sin decir nada, esperando que tarde o temprano lo notaran, mientras Ginny lo seguía hasta donde el trío estaba. Krum, que a pesar de todo no había notado a Ron, apenas escuchó los pasos que se acercaban, se dio vuelta.

- Harrrry, amigo. Que bueno verrte nuevamente.

- Hola, Viktor. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez.- le estrechó la mano, se corrió un poco y dejó que la pelirroja se adelantara un poco.- Ella es Ginny Weasley.- La chica sonrió mientras le extendía la mano.

- Buenas noches, Ginny.- Krum la saludo de forma muy cordial y siguió hablando a Harry.- Harry, me podrrías ayudarr. Quierro que Herrmione baile conmigo, perro no sé cómo pedirrlo.

- Creo que ya lo hiciste.- contestó Harry. Ron de la nada, se paró de un golpe y caminó hacia la puerta, sin voltearse. Harry sintió que había cometido un error al decir lo que había dicho, pero no sabía exactamente por qué. Hermione quedó petrificada, mirando alternadamente a Harry y luego a Ron, mientras Ginny se golpeaba suavemente la frente, dando a entender que se había cometido un gran error con su hermano. Viktor, no entendía por qué el chico pelirrojo había causado aquellas reacciones en Hermione y en los amigos de ésta.

- ¿Q-qué hago?

- ¡Ve con él!- exclamó Ginny, con un poco de desesperación. Apuntaba con su mano hacia su hermano, que ya estaba saliendo por la puerta. Hermione asintió y salió con paso rápido tras Ron.

- ¿Qué sucedió?- preguntó Viktor, mirando cómo la chica desaparecía también. Harry se encogió de hombros, sin saber qué responder, pero Ginny tomó la iniciativa.

- El chico que estaba ahí, era la pareja de Hermione. Creo que se molestó un poco.- esto último lo dijo en voz baja, para que sólo Harry la oyera. Él asintió, sin saber qué hacer.

- Tal vez debería ir.- dijo el chico, también en un susurro, mientras Viktor observaba otra cosa.

- ¿Estás loco?- Ginny le hablaba muy cerca del oído, mientras le sujetaba el brazo, apretándole un poco.- Déjalos solos, así solucionarán esto de una buena vez.- Harry se volteó y quedó frente a ella.

- Tienes razón.- Viktor en ese instante, giró y volvía a tener ese gesto hosco de siempre.- Y... Viktor, cuéntanos un poco sobre lo que estás haciendo.

- Bueno, sigo prracticando parra la selección de Bulgarria y además...

Hermione tardó en divisar a Ron, pero lo logró. Lo siguió un poco más, sin atreverse a decir algo para llamar su atención. Decidió caminar más rápido, hasta estar a la par con el chico. Él la miró y siguió caminando hacía la torre de Gryffindor. La chica se detuvo en medio del pasillo, frente a un aula vacía y lo llamó.

- Ron, ¿me acompañarías?- Hermione estiraba su mano, invitándolo a entrar. El chico asintió, poniéndose muy rojo. Al entrar, ella juntó la puerta tras de sí.- ¿Qué sucede? ¿Pasa algo malo?- ella sospechaba que el asunto que podría estar molestando a Ron tenía relación con cierto búlgaro.

- No...nada. Es sólo que...- Ron ya no podía estar más rojo. La miraba, le temblaban las piernas y las manos le sudaban. Estaba algo molesto, pero ella no tenía la culpa. Al verla a los ojos, se dio cuenta de que así era y olvidó al chico que había venido a Hogwarts a estropear todo.-... No, nada.

- Ron, dime, por favor.

- Es sólo que... me siento algo mal...

- ¿Por qué? ¿Quieres ir a la enfermería?

- No... no es eso...- Ron tomó aire, y sacó fuerzas de lo más profundo de su ser.- Me siento mal... por no decirte desde que te vi... que luces... muy bella y no he podido dejar de pensar en eso. Estaba nervioso, supongo. Estos bailes me dejan así.

Hermione no respiraba. Eso no se lo esperaba para nada, la había pillado totalmente desprevenida y no tenía qué decir. Sonrió de forma tímida.

- Bueno, ahora que ya te dije, me siento mejor.- agregó Ron, bastante alegre al ver el efecto de sus palabras.- ¿Vamos? Una fiesta nos espera abajo.- Tomó la mano de la chica con delicadeza y se dirigió a la salida del aula. Ella lo siguió. Cuando llegaban a la puerta, el chico dejó que ella se adelantara un poco sin soltarla y cuando estaba cerca de la salida, Ron se detuvo en seco, dio un tirón haciendo que Hermione retrocediera un poco, quedando frente a él. El pelirrojo sonreía enseñando sus dientes, alzó su mano y la puso alrededor del cuello de Hermione, y la atrajo hacia él, quedando a pocos centímetros de su hermosa cara. Con el brazo que le quedaba libre, juntó aún más la puerta y posteriormente rodeó su cintura. La miró por unos segundos con mucha atención, fijándose en los pequeños detalles que caracterizaban su bello rostro, mientras ella lo observaba atenta, un poco expectante, más bien sorprendida. El pelirrojo volvió a sonreír, esta vez con más ganas, mientras ella le devolvía la sonrisa de forma tímida. Estaban muy cerca, sintiendo la respiración del otro. Ron se acercó los pocos centímetros que los distanciaban, sintiendo aquel delicioso aroma que le costó un poco reconocer. Cuando lo logró, no pudo hacer nada más que besarla, mientras la atrapaba en un suave abrazo.

Hermione tardó algo en responder, pero al hacerlo, rodeó el cuello del chico con sus brazos. En los momentos que se separaban, dejaban escapar algunas suaves sonrisas, para continuar en ese beso, que selló algo que venía creciendo desde hacía años y ya nada podría detener.

Al separarse totalmente, respiraron profundamente y apoyaron su frente en la del otro, cerrando los ojos, tratando de grabar todo lo que acababa de suceder. Él delicadamente rozó su nariz una y otra vez con la de ella, en señal de cariño.

- Vaya... no tengo palabras para esto.- dijo Hermione aún con los ojos cerrados. Se sentía ligera, como si flotara.

- Lo sé.

- Me siento...

- ¿Feliz?- preguntó Ron. La chica asintió, marcando aún más su sonrisa. Se mantuvieron así un poco, hasta que Ron rompió el grandioso silencio.- Nunca pensé que algo así podría suceder.- la chica empezaba a reír, separando su frente de la del chico, apoyando la cabeza en su pecho y abrazándolo.

- En algún momento tendría que pasar y este era perfecto. ¿T-te gustó?- preguntó tímidamente.

- Esa pregunta está de más- contestó tomando el pequeño rostro entre sus manos, aquellas manos grandes y suaves, y la atrajo nuevamente hacia él, robándole un beso de esos deliciosos labios que lo volvían loco. El tiempo se había detenido para ellos. Él la sujetaba con cariño. Bajó las manos y la sostuvo por la cintura, mientras ella se sujetaba de sus hombros, besándose con lentitud y suavidad, sintiendo placenteros escalofríos que recorrían sus espaldas. Ella levantó su mano y empezó a acariciar el cabello rojo del chico con las yemas de sus dedos, mientras él recorría suavemente su espalda.- Deberíamos bajar.- Dijo el chico después de algunos minutos.- Vicky debe estar desesperado esperándote en el Gran Comedor, si es que no te está buscando por todo el castillo en estos momentos.- continuó el chico en tono de broma. Definitivamente, ya no se sentía amenazado.

- No le digas Vicky.- susurró ella con una sonrisa, dándole un suave beso en los labios.- Está bien. Bajemos.

- ¿Cómo estará Ron?.- preguntaba Ginny, desde su asiento, mientras Harry se acercaba con una copa con jugo de calabaza y se lo pasaba a la chica.

- Supongo que bien.- el chico se sentó junto a ella, y tomó un sorbo de su jugo.- Deben estar arreglando sus problemas, algo que debían hacer hace mucho tiempo.

- Totalmente cierto.- Afirmó Ginny golpeando su pierna con la palma de la mano. Tomó algo más de jugo de calabaza, y dejó la copa a un lado.- Aunque hay veces que mi hermano es bastante torpe y en vez de arreglar las cosas, las estropea aún más.

- No subestimes tanto a Ron.- Harry se apoyó en el respaldo de la silla y relajó su posición.- Hay muchas veces en que las cosas se arruinan por Hermione, podría nombrar al menos diez situaciones en que haya sido así.

- ¿Realmente lo crees?- la pelirroja lo miraba algo incrédula, pero él estaba seguro de lo que decía y asintió con su cabeza. Ginny se acomodó un poco más, se llevó la mano a la frente, sonrió, y ladeó su cabeza.- Dime alguna.

- Bueno...- Harry se quedó en silencio por un momento, pero rápidamente agregó.- Lo que acaba de suceder, por ejemplo. Hermione vino con Ron y aún así Viktor apareció.

- ¡Pero no fue culpa de Hermione que Viktor viniera hasta Hogwarts!- La chica reía algo asombrada de lo que escuchaba salir de la boca de Harry.- No niego de que muchas veces Hermione arruina las cosas, pero esta vez no fue su culpa.

- Pero tal vez podría haberle pedido que no viniera o algo.- Harry sentía que lo que estaba sucediendo no era muy bueno.

- ¡Esto la pilló por sorpresa, Harry! Ella no sabía que él vendría hoy y además es su amigo y quería verlo.- Harry se había quedado en silencio, escuchando lo que la chica decía. No había pensado en eso después de todo. Hermione no había enviado una lechuza pidiéndole que fuera en esa fecha, él sólo apareció.- Harry, es cierto que ella se equivoca muchas veces al igual que Ron, pero esta vez, no fue su culpa.

- No... no lo había pensado así.

Se quedaron en silencio un momento. No se sentía incómodos, pero querían pensar sobre lo que sucedía entre sus amigos. Krum se acercó algo indeciso hacia la pareja.

- Perrdón... Harry, ¿sabes cuándo volverrá Herrmíone?

- Lo siento, Viktor, no lo sé, pero no debe de tardar.- Viktor asintió y se alejó mientras un grupo de chicas lo seguía.

Ginny sonrió después de unos segundos. Harry le devolvió la sonrisa. No tenían que estar de acuerdo en todo, sino, no tendría gracia el estar con el otro. Ginny tenía la razón y Harry lo sabía. Se puso de pie delante de la chica.

- ¿Quieres salir a dar un paseo?

- Buena idea. Necesito aire fresco.- Agitó las manos a la altura de su rostro.- Hace un poco de calor aquí.- se puso de pie y siguió a Harry. Varios chicos seguían bailando y muy pocos salían a los jardines. Había pequeños senderos rodeados de rosales del tamaño de Hagrid, que cada cierta distancia, se abrían formando un círculo, pero el sendero continuaba derecho, atravesando por la mitad aquella forma. En cada uno de los semicírculos que se formaba, había una pequeña banca de mármol o columpios en los cuales fácilmente se podían sentar tres personas, con arcos de rosas rojas que pasaban por encima del columpio o de la banca. A pesar de ser capullos, eran enormes a comparación de las rosas a las que Harry estaba acostumbrado. Entre las rosas, se encontraban varias hadas, iluminando todo a su paso. Las primeras bancas estaban ocupadas por diferentes parejas que conversaban tomados de las manos o besándose. Harry y Ginny caminaron bastante, llegando muy cerca del lago, donde el calamar gigante nadaba. La luna iluminaba todo cuanto podía y las estrellas se veían perfectas. Cada una de las constelaciones que Harry conocía por las clases de astronomía, se veían mejor esa noche que en las clases en la torre, con los telescopios.

- Esto es hermoso.- Ginny miraba hacia arriba, con las manos en la cintura, girando la cabeza de un lado a otro lentamente. Harry estaba a su lado.- ¿No lo crees?

- Sí, es hermoso.- Pero Harry no se refería exactamente al cielo, ni a las estrellas, ni a la luna. Él sólo la miraba a ella, que con la luz azulada parecía de porcelana, una hermosa muñeca de porcelana.

Ginny se notó observada. Bajó la cabeza lentamente, sin dejar de mirar las estrellas por un rato, para después quedar frente a esos penetrantes ojos verdes, que cada vez que veía, provocaban que se le apretara el estómago de la emoción.

- ¿Qué sucede?- dijo la chica con una sonrisa tímida en los labios y un especial color rosa en sus mejillas, mientras se tomaba el cuello con la mano, sin soltar con la otra su cintura. Él volvió a mirar el cielo, feliz de estar ahí junto a ella.

- Nada, Ginny. Nada malo.- ella regresó a su posición original, pero la mano que tenía en la cintura la relajó, dejándola caer. Él, sorprendiéndose a sí mismo, temblorosamente acercó su mano a la de ella, acariciándola con el reverso, de abajo hacia arriba, para terminar tocándola con la punta de los dedos, volviendo a empezar. Ginny se quedó totalmente quieta, pero después de unos segundos acercó un poco más su mano y así Harry no dejara de acariciarla. No deseaba interrumpir el contacto que en esos momentos se estaba produciendo.

Se acariciaban delicadamente, sintiendo cosquilleos en su cuerpo, casi como escalofríos, sin dejar de mirar hacia arriba, hasta que en movimientos algo indecisos y torpes, entrelazaron sus dedos.

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Bueno Chicas y Chicos:

Aquí está el tan esperado capitulo once. Disculpen la demora. Empecé a ir al Preuniversitario para preparar la PSU, estoy trabajando y lo mejor de todo: pololeando (tengo novio!). Además, empecé otro fanfic. Se llama "Harry Potter en el País de las Maravillas" (si quieren leer a un Ron disfrazado de conejito, entonces, este es su fic!).

El mejor grupo de HP en Chile y de los más entretenidos (y jugosos) de la red "Hogwarts Chile"!!!. Al que le interese la dirección, que me lo diga en su RR o me mande un mail y yo se la envío. Para los de Santiago (y zonas aledañas) nos juntamos los sábados entre 11:30 y 12:30 en el metro de Universidad Católica (línea 1) y luego nos encaminamos al Parque San Borja. AHORA ESTAMOS ORGANIZANDO LOS PARTIDOS DE QUIDDITCH EN VIVO Y EN DIRECTO... Y EN EL MUNDO REAL!!

Ahora... respuesta a RR!!!:

Annia: xDDDD que bueno ver gente nueva por estos lados (chicas, no estoy siendo desconsiderada, de verdad!) Me alegro mucho al saber que te gusta mi manera de escribir, debo agradecer en gran parte a mi beta, que me ayuda en las correcciones, TODO el tiempo. Ojalá que te guste este nuevo capítulo, tanto como me gustó a mi ( o no? Acaso no es tierno y sexy Ron?) Gracias!

Kata Higurashi Evans: Niña jugosa!!! Si, es cierto, aquí está, y no estás soñando, el ONCEAVO CAPÍTULO! XDDD. Gracias por todo tu apoyo en todo este tiempo, deberitas, deberitas!!

Ophelia dakker: Esta vez, no me demoré porque buscaba un título, sino más bien porque, quería darle un tiempo al fic, antes de poner el once, que espero que te guste aun más que el anterior.

Vale: Pusha niña, disculpa la demora, pero es que, ahora que tengo clases y además tengo que trabajar, y ADEMÁS tengo Pololo o novio, como quieran decirle, pues, casi no me queda tiempo. Y no te preocupes! La sinceridad ante todo!

Meluchi: xDDDDD bueno, es lo que había hasta ese entonces, pero ahora, pues... espero que hayas disfrutado este nuevo capítulo de Warning Signs, PORQUE EN LO PERSONAL, CREO QUE ES DEMASIADO BUENO, siendo lo más modesta.

JUSTINNE: mi amor!!!!! Si se que tu leerás todo lo que yo escriba! Eres demasiado bella!!!! XDDD bueno, la musa está volviendo, algo lenta, pero está volviendo. Asi que espero pronto avanzar en los otros proyectos que tengo, tu sabes.

Lore: me encanta eso! Dejar en suspenso, es cruel, lo sé, pero me encanta, además así ustedes pueden engancharse con el siguiente capítulo y no perderse el siguiente episodio. Este capítulo es bello, espero que te guste!

MoOny GiRl2: Mi niña!!! Jajajaja. Bueno, ya lo dije, el suspenso ante todo! Se que estás haciendo un esfuerzo por leer un ff como este, asi que se que cuando me dices que te gusta, lo dices de corazón y se te agradece miles de millones.

Marilapw: jajajajaja, y ahora? No me digas que no querías que llegara algo como esto, verdad? Porque es demasiado bueno todo lo que pasa con el bello de Ron y con Hermione, y lo que sucede, aunque sea poquito, entre Harry y Ginny.

fleur20: Gracias, muchas gracias. Perdón por la tardanza, pero aquí está el capítulo once, que aún pienso, y vuelvo a decir ESTÁ MUY BUENO.

Dani-Chan-SF: xDDDD Primis! YEAH! Al fin, llegué a la parte que todos queríamos, Ron con Hermione, al fin! Esop...

Ya saben... espero sus RR!!!!

Amy Granger

(Ruri Duncan)

Orgullosa Ravenclaw y editora de Corazón de Bruja en Hogwarts Chile!