Hola!!! Bueno, antes de cualquier cosa, quiero agradecer a toda la gente que me ha ayudado en estos últimos tres meses, a los amigos de verdad, a mi familia… pero por sobre todas las cosas A MI NIÑO BELLO! Gracias mi amor, por todo el tiempo, la dedicación, la paciencia, el amor… por todo! Te amo, y nadie nunca va ocupar tu lugar… De verdad, gracias por todo. Nunca olvidaré lo que has hecho por mi.
Y ahora… WARNING SIGNS!
Capítulo XII: Bueno, ¿y ahora qué?
Ron y Hermione bajaban las escaleras hacia el Gran Comedor, para continuar con las celebraciones. Las cosas habían cambiado entre ellos de forma brusca, pero se sentían bien, como si les hubiesen quitado un peso enorme de encima. Antes de entrar, tomándolo del brazo, Hermione detuvo al chico.
- ¿Qué? ¿Qué pasa?- Ron le sonreía, mientras la miraba con mucha atención.
- Es que… Bueno, mm…- ella tomó su brazo y lo arrastró a un lugar un poco más apartado. No sabía exactamente por dónde empezar, pero sentía que antes de entrar al Gran Comedor, algunas cosas debían quedar claras. La chica se mordía el labio inferior y miraba hacia los lados, temiendo que alguien fuera a llegar y que, con sólo verlos, pudiese saber lo que estaba sucediendo entre ellos.
- ¿Estás preocupada por algo?- Ron se acercó un poco más. Luego, tocando su hombro, añadió en un leve susurro.- Por favor, dímelo. Si es que hay algo que yo pueda hacer, sólo dilo y lo haré.
- Ron, yo…- Hermione se quedó mirándolo y relajó totalmente su postura. El pelirrojo la observaba, tratando de entender qué podía tener así a la chica. Ella sonrió después de unos segundos, notando cuánto se preocupaba él por ella.- Nada, olvídalo.
- Bueno, lo olvidaré si tú…- Ron se agachó un poco, quedando frente a Hermione. La chica nuevamente se puso nerviosa, ya que se encontraban a algunos pasos de donde se realizaba el baile. El pelirrojo miraba con mucha atención el brazo de Hermione, mientras lo acariciaba, hasta tomarla de la mano. Se acercó aún más y le dio un tierno beso en los labios. Ella estiró los brazos y lo abrazó, mientras sonreía. Después de un rato, Ron se separó de ella, haciéndole cariño en la mejilla.- Listo, ya lo olvidé. ¿Entramos?- Ron ofreció su brazo a la chica quien aceptó gustosa el gesto.
La gente seguía bailando con la música que las Brujas de Macbeth estaban tocando. Un grupo de chicas se hallaba cerca de una mesa, alrededor de alguien. Viktor había estado esperando que Hermione llegara, ya que no se había atrevido a buscarla, por temor a perderse en aquel enorme castillo. El búlgaro se puso de pie para buscar algo de beber, cuando vio a la chica caminando del brazo de aquel pelirrojo insignificante.
Hermione no había reparado en Viktor y en esos momentos reía por algo que le comentaba Ron al oído. El búlgaro vio como la pareja continuaba caminando, hasta el centro de la pista de baile y empezaban a bailar. Se molestó un poco y decidió acercarse para estar con Hermione. Había ido a verla a ella y aún no había tenido la oportunidad de cruzar palabra alguna con la chica.
Caminó tropezando con algunas muchachas, que no dejaban de suspirar por el pequeño encuentro. Los gemelos se acercaron a Viktor antes de que pudiera cruzar los diez metros de distancia que lo separaban de la chica y lo detuvieron para hablar con él.
- Viktor Krum. Fred y George Weasley.- dijo George, tendiéndole la mano cordialmente, teniendo un comportamiento bastante parecido al de Dean y Seamus. Fred imitó a su hermano y también extendió su mano.
Dean tocó el hombro de Ron, justo en el momento en que Hermione hablaba con Parvati y apuntó con su cabeza hacia los gemelos. Ron asintió, mientras su pareja volvía a prestarle atención.
- ¿Qué pasa?- La chica sonreía sin entender que hacía el pelirrojo. El chico le devolvió la sonrisa.
- Nada, Hermione.- Tomándola por la cintura con más firmeza y gran agilidad, se movió a través de las personas que bailaban, tratando de despistar a Viktor. La chica se reía con ganas.
- Jajaja, Ron ¿Qué haces?
- Tratando de demostrar mis aptitudes para el baile.- Dijo Ron algo más calmado, ya que estaban bastante lejos del búlgaro, mientras ponía una mirada de casanova.- Te lo debo por el rato que perdimos por mi… estupidez.- su expresión cambió totalmente, mostrándose arrepentido.- De veras lo siento.
- Ron… no seas tan duro contigo mismo.- La chica estiraba un poco la boca, adoptando, al mismo tiempo, una hermosa expresión de ternura en sus ojos. Se apoyó en su hombro, suspiró feliz y continuaron bailando.
Cuando finalmente los gemelos soltaron a Viktor, éste había perdido de vista nuevamente a Hermione y a Ron. Se volteó un tanto molesto, encontrándose con el grupo de chicas que desde hacía rato lo seguía. No se rendiría tan fácilmente. Había viajado hasta ahí sólo para verla y un estúpido e insignificante muchacho no le robaría a su chica.
Ginny y Harry volvían del Lago a través del camino rodeado por rosales, aún tomados de la mano. Había pasado más de una hora desde que habían salido. La mayoría de las bancas y columpios que con anterioridad estaban ocupados, se hallaban ahora vacíos.
Llegaron al Gran Comedor, felices por el momento que habían pasado a solas. Quedaba poco más de una hora para que el baile acabara y la fiesta estaba en su máximo esplendor. Las risas y los gritos de entusiasmo se podían oír en casi todo el castillo. Al entrar, la pareja se dedicó a observar por unos segundos, hasta que Harry divisó a Ron bailando con Hermione, mientras reían. Con un pequeño apretón en la mano de su compañera, el chico llamó la atención de Ginny, para que viera lo que él veía. La pelirroja no pudo evitar suspirar de felicidad y empezó a reír cuando notó que su hermano tomaba de la cintura de forma decidida a su pareja y empezaba a girar.
- ¿Qué es lo que hace?- La chica no entendía, pero continuaba riendo.
- No lo sé, pero lo que sea, le está dando muy buenos resultados.- Harry siguió vagando con la mirada, hasta notar cómo Viktor se alejaba de los gemelos, dirigiéndose a la pista de baile. Entonces entendió. El búlgaro buscaba a Hermione y por eso Ron bailaba de esa forma tan… "distinta".- Creo que es por eso.- el chico apuntó a Krum y Ginny asintió, entendiendo perfectamente la situación.
- Harry, debo decir que te ves excelente.- La pareja se dio vuelta, encontrándose cara a cara con Cho Chang. La verdad, ahora que la veía bien, Harry no pudo evitar pensar lo bonita que se veía la chica. Llevaba una túnica de color verde limón bastante fuerte y el cabello suelto. Su mirada era la misma que tenía en Hogsmeade, aunque ésta vez, ni siquiera reparó en Ginny.
- Gracias, Cho.- Harry se hallaba nuevamente en una situación difícil.- Tú también te ves muy bien.- A pesar de que intentó disimular, Ginny puso mala cara ante las actitudes que estaba teniendo Harry, pero antes de poder decir cualquier cosa, Cho continuó.
- ¿En serio lo piensas?- Cho giró para que Harry la viera completamente. Al detenerse, sonrió satisfecha.- ¿Sabes? Te he estado buscando toda la noche.- Ginny no podía seguir aguantando aquel tono coqueto de la chica. Cho Chang tenía la extraña habilidad de hacer que se le revolviera el estómago.
- Y… ¿Para qué?- Harry se hacía a la idea de lo que podría estar pensando Cho, pero aún así continuó en aquel juego, sin saber exactamente por qué.
- Bueno, estamos en un baile, ¿no?- La chica volvía a reír y las ganas de vomitar de Ginny se acentuaban cada vez más.- Vamos, Harry, bailemos esta canción, es muy linda.- En esos instantes se acercaba inadvertidamente Chris. Harry se volteó a mirar a Ginny, sin saber qué esperar. La pelirroja tenía la cara paralizada. Estaba molesta. El chico se había atrevido a mirarla, casi como pidiéndole permiso, cuando debió haber dicho que no de inmediato.
- Bueno… yo… tendría que… preguntarle a…- Harry no se atrevía decir directamente que no, por eso recurría a Ginny.
- Por mí no hay problema.- contestó la pelirroja de mal talante. En esos momentos, Chris ya estaba junto a Cho, observando la situación.- Puedes hacer lo que te plazca.- La chica se volteó a mirar a Chris y sonrió.- Chris, te ves muy guapo.
- ¿De verdad lo piensas? Gracias. Pero debo decir, que tú te ves despampanante.- ella empezó a reír enseñando sus dientes.- Es en serio. Oye, ¿No te gustaría bailar?- La chica dirigió una rápida mirada a Harry y asintió. Chris le ofreció su brazo y se dirigieron a la pista. El chico de ojos verdes aún no podía entender qué sucedía. Al parecer, Ginny se había molestado muchísimo.
- Pero, Harry, vamos, antes de que acabe.- Cho lo tomó por el brazo y lo arrastró. Sin darse cuenta, Harry se hallaba bailando, cerca de Chris y de Ginny. Se sentía molesto con lo que estaba sucediendo y no sabía muy bien qué hacer.
Cho lo sujetaba con firmeza, mientras dirigía el baile. Aunque no se había puesto de acuerdo con Chris, las cosas estaban saliendo a la perfección. Si la situación seguía así, ella recuperaría a Harry, tal vez no completamente, pero algo era algo y Chris estaría con la pelirroja.
Al terminar la canción, muchas personas aplaudieron entusiasmadas, pidiendo más. Mientras tanto, Ron debía constantemente cambiarse de lugar, para que Krum no notara a Hermione. La estaban pasando muy bien. Ella se sentía ligera, feliz. Estaba en los brazos de aquel chico, bailando, casi como si estuvieran solos. Después de todos estos años, finalmente estaba ocurriendo.
- ¿En qué piensas?- Ron le preguntó al oído mientras rozaba con delicadeza su oreja con los labios.
- Es que… eres distinto… a lo normal, ¿sabes?
- ¿Distinto en qué forma?… ¿para bien o para mal?
- Para bien.- contestó Hermione sonriendo. Ron hizo ademán de acercarse, pero la chica lo detuvo.- Aquí no, Ron.
- Pero ¿Por qué no?
- Es que, no sé.- Hermione miraba para todos lados.- No es lo correcto.
- Vamos, Hermione, ¿por qué no lo va a ser?
- Bueno, es que… me da un poco de vergüenza.- el chico de inmediato se detuvo y le quedó viendo fijamente.- No, no me das vergüenza tú. A lo que me refiero es que la situación me da vergüenza… hacer "eso" en público.
- Entonces, ¿preferirías hacerlo en privado?- contestó Ron muy bajo, mientras sonreía y Hermione no pudo evitar enrojecer un poco.- Estoy bromeando.- Ella empezó a reír, lo abrazó para seguir bailando y se acercó a la oreja del chico.
- En todo caso, sería lo mejor.- contestó la chica en un susurro. Ron se había quedado de una pieza y ella volvió a reír.- Estoy bromeando.
Lo único que deseaba Ginny en esos momentos, era dejar de bailar. No soportaba lo que estaba viendo. Harry, ahí, bailando con esa chica. Era simplemente insoportable.
- Creo que mejor voy a tomar algo. Tengo sed y un poco de calor.
- Te acompaño.
Ginny se dio vuelta y se dirigió a la barra de jugos, sin esperar a que Chris la acompañara. Tuvo que hacer un gran esfuerzo para poder salir, ya que la cantidad de gente era impresionante. Antes de salir completamente de la pista, dirigió una fría mirada a Harry. El chico la observó, incómodo.
- ¿Sabes, Cho? Creo que ya no quiero seguir bailando.
- Pero si lo estamos haciendo tan bien y recién estamos empezando.- Cho empezó a hacer pucheros.- Harry, continuemos.
- Creo que mejor no.- y antes de que continuaran hablando, Harry se dio vuelta y siguió el camino que Ginny había tomado. Cho se había quedado en medio de la pista de baile completamente sola.
La pelirroja caminaba bastante rápido, con Chris pisándole los talones. Al llegar a la mesa donde estaban los jugos, tomó una de las copas, se la llevó a los labios y bebió sin compasión. Estaba furiosa, tanto así que no podía articular palabra. Tan simple como eso. Dejando la copa a un lado prácticamente vacía, giró sobre sus talones para encontrarse frente a frente con Chris, que sonreía sin razón.
- ¿Qué?
- Nada. Es sólo que de verdad, te ves hermosa.- contestó Chris mientras miraba a la chica. El ruido de la música había empañado un poco aquel comentario.
- ¿¡Qué!?- la pelirroja levantó un poco la mano, a la altura de la oreja, indicando que no lo había escuchado, pero en realidad, no había puesto atención a nada de lo que le comentaba el chico. Ginny tenía la vista totalmente perdida en un punto cerca de la pista. De la nada empezó a sonreír y volvió a ponerle atención.- ¡Lo siento! ¿Qué decías?
- Bueno yo…- Ginny se cruzó de brazos, mientras ponía la expresión más dulce. Antes de poder terminar, Chris sintió a alguien a su lado. Giró la cabeza para ver quién era y en su rostro se dibujó una expresión de desagrado.- Ah… eres tú.
- Disculpa, Chris. ¿Ginny?- La chica se apuntó con el dedo, mientras lo miraba de forma exageradamente extrañada. Harry ladeó su cabeza y suspiró.- ¿Podemos hablar un momento?.- Ginny miró a Chris, dándole a entender que debía hacerlo, debía conversar con Harry, aunque en esos momentos, ella no quisiera. El chico de Ravenclaw miró hacia arriba, sin mover la cabeza y luego puso su mano sobre el hombro de la muchacha.
- Cualquier cosa, estoy en la mesa de la comida. Te estaré esperando. No te tardes.- Ginny asintió mientras sonreía, sin dejar de notar el rostro de irritación de Harry. Chris se retiró, sin dejar de mirar a la chica de vez en cuando sobre su hombro.
- ¿Qué sucede?
- Bueno, es que…- Harry no sabía exactamente por dónde empezar. Tomaba sus manos de forma insegura, sintiendo como el calor empezaba a subir por sus mejillas. Se revolvió el cabello mientras cerraba los ojos tratando de concentrarse y los volvió a abrir.- ¿Por qué empezaste a bailar con él?- La chica abrió su boca sin poder decir nada durante algunos segundos.
- ¿Perdón?- pudo pronunciar la pelirroja con mucho esfuerzo. Miró hacia los lados, sin poder creer que Harry le estuviera preguntando eso. ¿Con qué derecho?.- Tú querías bailar con Cho, así que acepté a Chris para dejarte el camino libre, eso querías. ¿No? En todo caso, con quien yo quiera bailar no es tu problema.
- ¡Yo no quería bailar con Cho!
- ¿Ah, sí? ¡Pero en un principio no te negaste! ¡Te faltó poco para pedirme permiso!- Ginny estaba muy molesta y la gente empezaba a voltearse a mirar lo que ahí sucedía. Harry se había quedado en silencio, sin saber qué podría decir a su favor. Se quedaron así unos cuantos segundos, hasta que la chica llevó sus manos a la cabeza y empezó a moverla de un lado a otro.- No. No quiero. Mejor… mejor me voy.- Se hizo a un lado y caminó hacia la puerta, dejando a Harry sin siquiera poder moverse de la impresión.
Los pensamientos se atropellaban en la mente del moreno. ¿Sería buena idea ir tras ella? La pelirroja estaba bastante dolida, tal vez sería mejor seguirla y estar con ella. Eso haría. Alcanzó a avanzar unos cuantos pasos, cuando alguien tocó su hombro, deteniéndolo y provocándole un sobresalto.
- Señor Potter.- Dolores Umbridge lo miraba de arriba a bajo con un extraño brillo en los ojos.
La pelirroja caminó a través de los pasillos y de las escaleras sin siquiera ver hacia donde se dirigía, pero aún así llegó hasta el cuadro de la señora gorda.
- Procella Ignis.- pronunció Ginny con apenas un susurro.
La Señora Gorda se le quedó mirando por algunos segundos, escudriñando su rostro.
- Por Dios, pequeña. ¿Qué te sucedió? Estás llorando.
La pelirroja levantó la vista, topándose con los ojos de la Señora Gorda.
- Procella Ignis.
- Está bien, está bien. Pasa. Sólo trataba de ayudarte.
El cuadro se hizo a un lado, dejando espacio suficiente para que la chica pudiera pasar. Ya en el interior de la torre, observó el espacio que la rodeaba. Todo estaba quieto, tranquilo. Algo extraño a esas horas. El fuego de la chimenea estaba encendido, manteniendo el calor del lugar, para cuando llegaran los demás alumnos desde el comedor. Se acercó a uno de los sillones y se dejó caer sobre él, dejando, nuevamente, que las lágrimas invadieran su rostro.
- Idiota.
Recogió las piernas y acomodó la cabeza entre sus brazos cruzados. No entendía cómo las cosas habían llegado a ese punto. La estaban pasando muy bien, la noche era perfecta, pero todo se salió de control y ella terminó ahí, sola, triste, patéticamente abandonada en ese sillón de cuero.
- ¿A dónde va con tanta prisa, señor Potter?
Harry no podía decir nada. No porque estuviera haciendo algo malo y lo hubieran pillado, si no porque el hecho de que esa profesora se le acercara sólo significaba una sola cosa. Tendría problemas por nada.
- Debo… debo ir a mi cuarto, profesora.
La profesora Umbridge lo miraba de arriba abajo sin siquiera pestañear. Harry apenas respiraba, no tenía meterse en problemas en esos momentos, debía pedirle perdón a la chica que por su culpa estaba más que furiosa.
- Vi que conversaba con una señorita. ¿O me equivoco?
- ¿Qué?- La pregunta había sorprendido un poco al chico.- ¡Ah! Sí, estaba conversando con ella.
El silencio retornó. La profesora Umbridge no le soltaba la mirada al joven mago.
- También pude notar que ella salió del comedor. ¿Usted iba ahora a juntarse con ella en algún lugar apartado?
Harry no podía creer que se hallara en esa situación. ¿En qué estaba pensando aquella mujer? Era cierto que él iría tras la pelirroja, pero el tono que había utilizado la profesora, daba a entender otras cosas. ¿Y qué era eso de un lugar apartado? Ahora, ¿qué debía contestar el chico a tal pregunta? No podía enviarla al demonio por entrometida, porque eso significaría un castigo como el de la pluma con tinta color sangre, su propia sangre.
- Bueno, yo…- Qué digo, qué digo, ¡alguien por favor que me ayude! - Es que…
- Dolores, vamos, deja de trabajar un rato, Argus está igual que tú, ¡Deberían aprovechar la música y bailar! – como respondiendo a sus súplicas, una voz bondadosa y firme los sacó de la incómoda conversación.
- Albus, tú sabes mejor que nadie en esta escuela, que mi deber como representante del Ministerio de Magia y de Cornelius Fudge, es velar por el bienestar de los futuros magos, por eso…
- Por eso mismo, ¡deberías estar divirtiéndote con los demás! Vamos, que Poppy me está contando un excelente chiste sobre unos medimagos.
Y así, el profesor Dumbledore se llevó a la molesta profesora, sin antes guiñarle un ojo a Harry. El chico agradecía enormemente aquel gesto del director, ya que lo había salvado de un castigo seguro.
Caminó hacia la salida del comedor, mientras miraba cómo el resto de sus compañeros se divertía y bailaba sin parar. Él debería estar ahí, entre la gente, también riendo y bailando con la pelirroja, sin ningún problema, sin ninguna discusión, sólo disfrutando, como lo hacían Ron y Hermione, que reían sin parar. Por alguna extraña razón, todo el comportamiento que su amigo tenía con la chica había cambiado y se veían realmente felices.
Subió por las escaleras hacia la torre de Gryffindor donde, estaba seguro, la hallaría. Se detuvo frente al cuadro de la señora gorda, con la respiración muy agitada y con gran esfuerzo dio la contraseña.
Al entrar, lo que primero llamó su atención fue el cabello rojo de la chica. Ésta se había puesto de pie de un salto, al escuchar que alguien entraba a la sala común. Se miraron por unos segundos que se hicieron eternos, sin decir palabra alguna. Harry se acercó un poco.
- De verdad… Lo siento mucho.- Ginny no respondía. Harry aún seguía respirando de forma entrecortada y aquel silencio ya lo estaba impacientando.- ¡Vamos, di algo! ¡Lo que sea!
La pelirroja se volvió a sentar en el sillón, sin quitarle la vista al chico. Estaba muy seria y aún se notaba que había llorado. Harry se acercó y con mucho cuidado, se sentó junto a la muchacha, como temiendo que en cualquier momento pudiese sacar su varita, lanzarle un hechizo y dejarlo más mal de lo que ya estaba.
Al parecer, no me dirá nada pensó Harry, mientras buscaba alguna esperanza de perdón en los ojos de Ginny. Ella sostenía su mirada sin problema alguno, al menos eso creía el chico, sin saber que la chica se moría por abrazarlo, decirle que nada importaba, que todo estaba bien, que le perdonaba todo… pero su orgullo Weasley se lo impedía de una forma increíble. El chico revolvió su cabello, mientras cerraba los ojos con fuerza, pensando qué más podía hacer o decir. Por un momento pensó en hacer alguna locura, algo que ella no esperara y así arreglar las cosas. El problema era que la chica podía reaccionar totalmente diferente de lo que él esperaba, hasta el punto de no dirigirle la palabra nunca más.
Pasaron algunos segundos de total silencio, excepto por el crepitar del fuego en la chimenea.
- Mira, de verdad, yo sé que arruiné tu noche, que me comporté como un idiota, pero creo que desde un principio me malentendiste. Cuando te miré, fue para que me ayudaras a sacarme a Cho de encima, pero ahora que lo pienso, fue algo muy cobarde de mi parte… no sé reaccionar ante este tipo de situaciones.- Nada. La chica solo lo miraba y al parecer, ni siquiera lo estaba oyendo. Aún así él continuó.- En serio, lo arruiné, y me siento muy mal por eso. Entenderé si ya no me quieres perdonar…
El silencio se mantuvo, pero la expresión en los ojos de Ginny había cambiado. Ya no era aquella fría y asesina mirada, con la cual podría haber mandado mil Avada Kedavras a quien le hablara o molestara. Esta vez el brillo volvía.
- Bueno… yo…
- ¡Hola chicos! ¿Han estado todo el tiempo aquí arriba? El baile ya acabó, la gente está empezando a subir.
- Se perdieron el baile del profesor Dumbledore con Umbridge, no parábamos de reír, cuando esa mujer no le podía seguir el paso y se pisaba la túnica…
Seamus y Dean junto a sus respectivas parejas habían tomado asiento en la sala común, mientras una gran cantidad de chicos empezaba a entrar, riendo y conversando. Harry y Ginny habían sido interrumpidos.
¡HOLA!:
Por fin!!! Si, es verdad, señoras y señores! He publicado después de más de tres meses! Lo siento mucho. Pero es que la PSU, no deja tiempo, realmente no deja. Me alegro de haber salido de ese asunto… aunque aún tengo que esperar los resultados, y ¡estoy asustada! Bueno, espero que les haya gustado este capítulo, pronto subiré el siguiente (o sea cuando lo termine… porque aun me falta)
Bye bye! Los quiero miles!
Hogwarts Chile: todos los sábados ( excepto festivos) en el metro Universidad Católica, en la boletería entre 11.30 y 12, luego, al parque San Borja, donde tenemos las reuniones. Todos son bienvenidos!
Ophelia Dakker: bueno, igual, si alguna vez vienes a darte una vuelta por Santiago, ve a Hoggy! Y en una de esas, vas a alguno de los partidos de Quidditch, que son geniales! Perdón por la demora en responder!
Vale: si!!!! El beso, el beso, el beso!!! O por dios, es una de mis partes favoritas! Si, pololeando y muy feliz, (por él no he subido capitulo… el amor me tiene como tonta) no es pelirrojo… pero es muy lindo! A mi igual me dan miedo las muñecas de porcelana .. y si giran la cabeza en 360 grados, es peor!
oOCaritoOo: perdón por la tardanza. Entre todas las preparaciones de la PSU, mi pololo, y que me tenían cortita con el computador, me tardé mucho en responder… lo siento. Mira, yo pertenezco a Hogwarts Chile, somos un grupo igual grande, y nos juntamos los sábados. Somos amigos, y bueno, lo pasamos muy bien juntos… mi niño también está en el grupo! También en el grupo hay miembros de la orden siriusana. Nos juntamos los sábados en el metro universidad Católica, entre las 11.30 y las 12, y bienvenida serás si te apareces por esos lados!
Kata Higurashi Evans: Katita!!!! A todos nos gustaría estar en el lugar de esas chicas! Oh por dios! Y respecto a tu pregunta… si son muy peques! Pero no tanto o.o asi que… dejemos lo asi. Te quiero miles cabra!
Lore: gracias, me alegro que te guste mi fic, y perdón por la tardanza… de verdad mil perdones. Dos de oro… algo histórico en nuestro país… realmente algo glorioso. Estoy orgullosa de ser chilena.
Lucy McGonagall: hija! Si! Es muy romantico! Cuidado con las caries, es muy dulce! Aquí está el 12, espero que sea de su agrado, me gustó mucho como quedó! Besitos para usted también…
Violet-potter: yo igual sentí maripositas!!! Muchas, muchas, muchas! Si a todas nos sucede algo así en la vida, de eso estoy segura, pongo las manos al fuego. Perdón por la tardanza… pero ahora en vacaciones, prometo subir muy seguido! Para ti también besos y abrazos!
PD: eres española? Oh por dios! Mi fic es leído en muchas partes!
Melocotón: a mi también me encanta! Medio tonto no más este Ron… podría ser peor… pero lo arregló totalmente, no? Que bueno que te encante mi fic, con esos comentarios, quiero puro escribir, y que quede bello, espectacular! Ya tengo planeado el final… espero que les guste… porque el final que elegí, da paso a segunda parte!!!
Naty Tonks: Está bien, lo acabaré pronto!
Nicky-Potter: gracias! Si, es que si me centro en una sola pareja… la historia pierde sentido. Y QUIEN ERES? DE DONDE ME CONOCES! NO HE PODIDO DORMIR! Necesito saber quien eres! Pushis, soy mala adivinando cosas… pistas! Pistas! Por fa!
Degna 15: la verdad, aun no tengo claro cuantos capítulos serán, pero no creo que más de 20. aun no hay nada seguro. Espero que te guste este capitulo!
Claudix Black: lo siento mucho! Perdón por la tardanza. Pero aquí está el 12, y muy pronto el 13, que no he podido parar de reír al menos al principio! Me gusta mucho como está quedando.
lizZyd: perdón, perdón, perdón, perdón! Ahora que estamos de vacaciones, publicaré, y publicaré mucho! Espero que te guste este capitulo, en lo personal, me encantó.
