Los personajes de Gundam Wing no me pertenecen, no obstante incluiré algún que otro personaje según valla transcurriendo en la trama de la historia. Advertencias: Escenas: Angs., Lemon, Yaoi., según capítulos. Notas: Este es mi segundo fics, es un poco más cruel y violento que el anterior que el anterior.

---------------------------------------------------------------------------- --------------------

Yo te protegeré

Cap. 9

Heero era el primero en avanzar hacia el salón pero antes de abrir la puerta, se giró hacia los demás enfrentando la mirada de Quatre que lo miraba fijamente.

-Ah!, antes de nada – habló Heero para que le oyeran todos – se me olvidaba algo – comentó acercándose a Quatre y sin previo aviso le dio un puñetazo que lo lanzó varios metros hacia atrás, sorprendiendo a todos incluso al propio Quatre. -¡Pero te has vuelto loco! – le increpó Trowa corriendo hacia el rubio tirado en el suelo que se limpiaba la sangre de su labio partido - ¿a qué ha venido eso? – le preguntó furioso. -Déjalo Trowa, me lo tengo merecido, la verdad estaba preparado para esto aunque me sorprendió que no me golpearas nada más verme. – dijo Quatre, poniéndose de pie mientras sonreía. -Lo iba ha hacer pero lo principal era aclarar las cosas primero, no sé como no te mato ahora mismo, por tu culpa... – le decía a su primo mientras su rabia hacía que su cuerpo acumulara más y más poder. -Heero por favor – intervino Duo preocupado al ver como Heero pretendía volver a agredir a su primo – ya no vale la pena, déjalo estar. -¡Que lo deje estar!, ¿sabes lo que hemos pasado por su culpa? Sino se hubiera entrometido en mis asuntos tú y yo no nos habríamos separado nunca y muchas vidas inocentes no habría pagado sus errores con sus vidas – dijo molesto mirando a Quatre que lo miraba con tristeza. -Pero en su momento pensamos que era lo mejor Heero – intentó defender Duo a rubio – nadie podía imaginar que yo iba a ser El Elegido. -Duo tiene razón Heero – habló Hilde que se encontraba a su lado – quien te dice que si Quatre no hubiera intervenido, no hubiéramos sabido la verdad que ahora conocemos, las cosas se han dado así Heero, a lo mejor de otra manera ni Duo ni tú hubierais despertado como Elegidos. -Hilde tiene razón Heero – le dijo Duo abrazado a su cuerpo para calmarlo – no tiene caso ponerse así por el pasado, lo importante es que ahora estamos juntos. -Está bien Duo, pero te advierto una cosa – le dijo a Quatre – no permitiré que vuelvas a interferirte en mis asuntos así se caiga el mundo, ¿me entiendes?. -Te entiendo – le respondió Quatre – sé que ahora no sirve de mucho pero quiero que sepas que lo siento mucho todo lo que ha pasado. -Si..., si lo que tu digas, ahora entremos, quiero acabar con esto cuanto antes. Una última cosa más, y esto va para los no vampiros, mantened la mente en blanco, no dejar que nadie entre en ella o nos descubrirán, os aconsejo que penséis en algo concreto y que no nos delate, deberéis parecer asustados y nunca, nunca miréis a un vampiro a los ojos, si notáis que alguien os llama y sentís la necesidad de seguir a cualquier otro vampiro que no seamos nosotros, hacérnoslo saber cogiéndonos de la mano o hacernos una señal, en cuanto atravesemos esta puerta, vosotros dejaréis de ser nuestras parejas, allí seréis meros esclavos, ¿lo habéis entendido? – preguntó Heero a los chicos. -Sí, claro – dijeron algo nerviosos Duo y Trowa. -Eh tú, muchacho – le llamó Heero a Wufei, al no haber oído su respuesta - ¿lo tienes claro?. -Yo no soy el esclavo de nadie – le dijo molesto sin apartar la mirada desafiante a Heero. -Mira, baka, solo te diré una cosa, si quieres conservar tú mísera vida y salir de aquí vivo para buscar a tú gente, te sugiero que hagas lo que te he dicho, porque a la mínima que sospeche que nos has delatado y pongas en peligro a Duo, yo mismo acabaré que tú patética vida, ¿me has oído? – le amenazó cogiéndole del cuello. -Heero basta – intercedió Zech a favor del moreno – no te preocupes, él ya lo ha entendido, ¿verdad Wufei? – le preguntó molesto por su comportamiento infantil en una situación tan complicada. -Hn – respondió Wufei. -¿Qué has dicho que no te he entendido? – le preguntó Heero para escuchar una respuesta afirmativa o negativa. -Sí, maldita sea, lo entiendo – respondió molesto. -Eso está mejor – dijo triunfante Heero al ver doblegar el orgullo del joven guerrero Chang – entonces adelante.

Nada más abrir la puerta del gran salón, pudieron sentir las miradas de todos aquellos que estaban allí dentro, siendo el centro de atención Duo, Trowa y Wufei, que estaban siendo protegidos por sus parejas.

El gran salón, era muy parecido a las demás estancias del Castillo, paredes de piedra pulida que daban un aspecto frío y lúgubre a la habitación, tan solo iluminada por dos grandes lámparas de araña y varios candelabros de pie colocados en los puntos más necesitados de luz. La estancia estaba dividida en dos zonas principalmente, el que más espacio ocupaba era la zona estar, compuesta de diversos grupos de mesas con sus respectivas sillas donde los vampiros podía conversar a la vez que bebía el tan preciado elixir para ellos; la otra zona que comprendía menos espacio pero no menos importancia era la zona de descanso, allí se observaban numerosos divanes y sillones de gran comodidad, donde el paso del tiempo se dedicaba allí a descansar mientras conversaban o ocupaban su tiempo en leer o escribir. A simple vista vieron se diferenciaban dos grupos de personas, Uno de unos entre veinte o treinta vampiros, repartidos entre la zona de estar y la de descanso, incluso varios de ellos conversaba animadamente de pie, vistiendo elegantemente sus trajes oscuros de lujosas telas y engalanados con sus mejores joyas que poseían, sobretodo las mujeres. Las edades los no muertos comprendían desde pequeños de no más de cuatro o cinco años hasta varios hombres de edades ya avanzadas, aunque la mayoría eran jóvenes y varones, dentro del grupo y diseminados entre los hombres del salón se vieron diferentes grupos de mujeres vampiros que llevaban a varios niños pequeños que por su aspecto también serían no muertos y que correteaban por la sala con gran alboroto. Y los otros que se diferenciaban entre todo ese mar de gente de trajes oscuros y elegantes, destacaban las figuras una docena de jóvenes con túnicas blancas y translúcidas de cuellos anchos que dejaba gran parte de sus cuellos y hombros a la vista, andaban descalzos y se dedicaban a servir a los vampiros o eran utilizados como esclavos, estando de pie al lado de su amo mientras este hablaba animadamente con sus compañeros de aventuras.

Heero y los demás, caminaron sin indecisión hasta llegar a una de las mesas desocupadas para poderse sentar e integrarse con los demás sin querer llamar mucho la atención. Como en las demás mesas, los amos se sentaron a la mesa quedando los esclavos de pie junto a sus amos, no tardaron mucho en esperar, cuando uno de esos jóvenes sirvientes se les acercó con la mirada baja depositando una bandeja con cuatro copas y una botella de la mejor clase de sangre que poseía el Castillo para ser servida con el mayor cuidado por el joven asustado. Al haberse acercado el joven, Duo y los demás (mortales), descubrieron que los que vestían esas túnicas eran jóvenes como ellos, estaban sirviendo en aquel Castillos seguramente contra su voluntad. Duo que lo estuvo observando desde que se acercó, al mirarle directamente a los ojos vio en ellos reflejado el miedo y la resignación a su destino, mezclados con la lastima de ver a nuevos chicos como él en aquel lugar. Sin perder más tiempo de lo necesario sirvió las copas y se retiró tan silenciosamente como había llegado. Quatre y los demás entablaron una conversación sin mayor relevancia mientras degustaban el líquido de sus copas, a la espera de la más que probable aparición de Lord Odin en aquella mesa para sacarles la mayor información posible de la inesperada visita. No pasaron ni dos minutos, para ver con Odin se acercaba a ellos acompañados de Relena, cogida a su brazo, y de Touya y Shoyo.

-Veo que ya te has podido reunir con tú primo Quatre – habló Odin haciéndose el divertido – es un placer poder ver de nuevo a casi toda la familia. -Sí... así es – comentó Quatre – pero me temo que mi motivo de estar aquí no es muy agradable. -¿Así? – preguntó Odin haciéndose el sorprendido - ¿y a que se debe tu visita?. -Pues verás Odin, he venido a pedirte que mantengas a tus secuaces a raya, están eliminando poblados enteros sin misericordia y eso nos está creando muchos problemas y enemigos. -Pues me temo que en eso no te puedo ayudar – le dijo con una sonrisa – verás aquí tenemos libertad para actuar como uno desee, yo no soy quien para prohibirles algo, creo que no me escucharían – le dijo con fingido pesar – por decírselo no te preocupes que lo haré pero de ahí a que te me hagan caso, no sé. -No te hagas el tonto Odin, numerosos pueblos se están reuniendo para acabar con nosotros – le recriminó Quatre. -No te alteres Quatre – intervino Heero sin mucho interés – ya te lo dije antes, tus ideas y tu manera de ver el futuro no es igual que el nuestro, puede que no seamos tan numerosos como esos insignificantes mortales, pero nosotros somos más fuertes y poderosos. -No se como puedes hablar de esa manera Heero – le dijo recriminándole para seguirle el juego – tú mejor que nadie sabes como son los humanos, deberías apreciar las cosas buenas que tienen. -Pues por eso mismo, como lo sé te digo que no valen la pena gastar tiempo en protegerles, son y serán alimento y placer para nosotros, no lo olvides – le dijo con convicción ocultando el dolor que le producía hablar de esa manera delante de Duo. -Eres un maldito desgraciado Heero – le insultó Zech sumándose a la actuación – no mereces llamarte El Elegido del Clan Yuy. -Jeje, crees que me importa – estoy cansado de que me dirijan la vida, ahora soy libre y hago lo que me plazca, no tengo que dar cuentas a nadie. Y sobre lo de Elegido pues mira – con un rápido movimiento movió su mano hacia atrás sujetando firmemente la muñeca de Duo y de un tirón lo hizo sentarse en sus piernas frente a él y con un certero corte desprendió parte de la camisa de Duo mostrando el tatuaje de su hombro – esta marca que ves es la del Elegido de Gundam. -¡Heero! - gritó Quatre alarmado por el giro de la situación, no era conveniente que todo el mundo se enterase de quien era realmente Duo – te has vuelto loco. -Cállate, estoy harto, ya te lo he dicho antes, no dejaré que me manipules más, ¡entiendes! – gritó – no voy a entregar mi poder por salvar a un miserable como éste – dijo en voz alta sujetando la cara de Duo que derramaba algunas lágrimas por los nervios al ver como actuaba Heero – para mí esta marca solo significa que está hecho para servir en mi cama y nada más – finalizó lamiendo su cuello con lujuria a la vez que enterraba una de sus manos dentro del pantalón del trenzado agarrando su masculinidad haciendo que gimiera asustado y sorprendido por la acción. -¡Esto ya es demasiado! – exclamó Hilde fingiendo furia – no pienso aguantar tu egolatría ni un minuto más Heero, me das lástima te has convertido en un patán como éste – dijo señalando a Odin que sonreían complacido por las respuestas supuestamente ciertas de Heero. -Oh querida – habló Odin con un tono de voz lastimero que no convenció a nadie – siento que esto te desagrade tanto, preciosa, pero ya lo has oído, me temo que no te queda otra que aceptar lo inevitable. -Ya lo has oído muñeca – intervino Touya – si no te gusta ya sabes lo que hacer, aunque sería una lastima que nos abandonaras tan pronto, me encantaría tener una conversación en privado para mostrarte los placeres de nuestra vida desde mi punto de vista, jeje – se insinuó con descaro. -Antes prefiero clavarme una estaca yo misma en el pecho – le dijo molesta – Lo siento mucho Quatre-sama pero yo me largo, no soporto a tanto gilipollas sueltos, si no necesita nada más de mí me retiro al Castillo Yuy. -De acuerdo, Hilde – le dijo Quatre siguiendo lo planeado – regresa al Castillo y vuelve a tus tareas, no creo que tardemos mucho, aún tengo ciertos asuntos que discutir con Heero. -Bien, me voy – se despidió Hilde para salir cuanto antes del salón. Como ella no podía hacer gran cosa allí decidió adelantar su partida para iniciar cuanto antes la investigación de la Familia Maxwell que le había encargado Heero y Quatre. -Bueno querida, lo lamento, ya hablaremos en otra ocasión – se despidió con burla Touya. -Vete a la mierda, cretino – le dijo antes de marcharse. -Que lástima que se vaya una preciosidad como esa – habló de nuevo Touya - pero hablando de preciosidades... veo que los del Clan Yuy tienen buen gusto – dijo colocándose detrás de Trowa a la vez que acariciaba la espalda hacia abajo con gran interés. -A que tengo buen gusto – habló Quatre – esta preciosidad es mi último amante, así que te sugiero que apartes tus manos y tus colmillos de él, si quieres conservarlos intactos – le advirtió sonriéndole con falsa amabilidad a la vez que rodeaba la cintura de Trowa para atraerlo hacia él. -No te pongas así amigo, no pretendía quitártelo, aunque me lo podías prestar para una noche, debe de ser delicioso – le sugirió relamiéndose los labios con lujuria. -Ni lo sueñes Touya, sin cosa no las suelo compartir con nadie y menos con alguien como tú, así que estás avisado. -No te pongas así Quatre – interrumpió con burla Heero – Touya solo te pedía una noche de diversión con tu... juguetito, jajaja, pero tranquilo Touya, cuando me canse del mío ya te lo prestaré, jaja, eso si queda algo de él para entonces, jeje. -Jajaja, te tomo la palabra, Heero – rió divertido al ver la expresión de horror del trenzado que se revolvía entre los brazos de Heero para poder escapar. -Jajaja, vaya adquisiciones más interesantes, que habéis conseguido chicos– comentó Shoyo que se acercó por el lado de Zech para unirse a la conversación – veo que el único que ha cambiado y se ha modernizado a sido Heero, y que vosotros seguís tan conservadores como siempre, jajaja. Eso de elegir a una pareja para toda la eternidad no es divertido, jeje, yo prefiero divertirme con cuantos pueda aunque, en cambio vosotros, jeje sois muy aburridos, preferís monogamia, que pena, elegís a una sola persona y siempre ocurre lo mismo, os quedáis con él hasta que vuestro juguetito mortal se os muere, jajaja, ¿verdad Zech?. -Maldito desgraciado – se abalanzó furioso sobre Shoyo sin poderse contener, ante las palabras que dijo el vampiro – te aconsejo que delante de mi no hables de esa manera, hijo de puta, vuelve a mencionar ese tema y te arranco el corazón – le amenazó a la vez que le daba un puñetazo que le lanzó contra la pared de la chimenea y ante el asombro de todo los presentes. -Serás capullo – le insultó Shoyo, levantándose del suelo mientras se limpiaba la sangre de su labio partido – que pasa te molesta que te recuerde a tu antiguo juguete. -Hijo de perra – se volvió a lanzar sobre él golpeándolo salvajemente – no te atrevas a mencionarlo o te mato – le hablaba mientras lo iba golpeando. -¡Ya es suficiente! – gritaron Quatre y Odin a la vez a sus respectivos hombres. -Zech, suéltalo ya – le pidió Quatre al rubio que sujetaba a Shoya del cuello aplastándolo contra la pared – ahora no es el momento para esto, y tú baka – le habló al vampiro de largo cabello moreno. -Shoyo, cierra la boca, no es hora para tus juegos, no creo que sea la manera de tratar a tan ilustres invitados – comentó con cierta ironía Odin. -Lo lamento Quatre-sama – se disculpó Zech dejando caer a Shoyo al suelo – me he dejado llevar. -Cof, cof – tosió Shoyo molesto por la presión que había hecho Zech en su cuello – esto no acaba aquí baka. Llevo tiempo que te tengo ganas – le dijo levantándose para alejarse de él pero al pasar por la mesa se acercó a Wufei que los miraba sorprendido por lo que acababa de ver – vigila a tu nuevo muñequito Zech, porque esta vez no me detendré ante nadie, él aún no lleva tu marca, no puedes reclamarlo como tuyo, como Heero, que aún tampoco puede reclamar a ese trenzado como suyo así que... – hizo una pausa - Y tú precioso porque no te vienes conmigo y te olvidas de ese patán – le susurró al oído que al ver el asombro del moreno aprovechó para besarle en los labios antes de alejarse. -¡Aléjate de él! – le gritó evocando su poder haciendo que un fuerte viento se estrellase contra Shoyo lanzándolo a él y a varias mesas detrás de él, por los aires – Te lo advierto Shoyo, si lo vuelves a tocar te mato, esto es entre tú y yo – dijo furioso con un más que sorprendido Wufei entre sus brazos. No sabía como había llegado hasta él, solo recordaba el haber sentido los repugnantes labios de ese vampiro sobre los suyos, seguido por un fuerte viento y luego la calidez de los los brazos del vampiro rubio. -No es necesario que... – fue a protestar Wufei por el abrazo de Zech, pero al ver la mirada de odio y resentimiento que le dirigía aquel vampiro que le beso, le dejó desconcertado, no conocía muy bien a Zech pero el odio que desprendía hacia aquel vampiro era muy diferente a como le vio cuando estuvo peleando la noche anterior en el bosque. -¿Estás bien, te ha hecho algo? – le preguntó preocupado pero sin dejar de mirar a Shoyo. -Err... si, claro – le respondió Wufei algo nervioso por su interés, tampoco le parecía que era para tanto. -Nos veremos desgraciado – dijo furioso Shoyo a Zech, que se levantó de debajo de las mesas que había tirado al salir despedido – Cuida tus espaldas Zech y las de tu amiguito – le amenazó antes de salir del salón.

El murmullo de las voces de los demás presentes no se hizo esperar. La tensión se respiraba en el aire, cualquier roce podía encender una verdadera batalla, por eso ambos bandos decidieron aligerar tensiones, no convenía un enfrentamiento por ahora.

-Lamento lo ocurrido Lord Merquise – se disculpó Odin – es que últimamente no a Shoyo no se la ha dado muy bien la caza y por eso está tan irritable, ya me entiendes, jeje. -Pues te advierto que como intente algo le arranco la cabeza – le prometió Zech. -Tranquilo, no sucederá nada. Touya ve con él y evita que se meta en líos – ordenó Odin. -Sí Lord Odin, con su permiso – se retiró Touya. -Hermano... hermano... deberías controlarte – le dijo con burla, al estar juntó a Odin, se podía permitir ser condescendiente con su hermano – mira la que has organizado - le recriminó mirando a varias mesas y sillas tiradas por el suelo – si sigues así vas a buscarte más enemigos de los que ya tienes, jeje. -Cierra la boca Relena, no estoy para tus estupideces, por cierto veo que no te tomastes en serio mis advertencias. -¿A que te refieres, querido? – le preguntó con curiosidad fingida. -No te hagas la tonta, lo sabes perfectamente, ahora atente a las consecuencias, desde hoy he dejado de considerarte mi hermana – le dijo molesto. -Pero Oniisan, porque... – hizo un puchero sin mucho interés. -Arrrggg, esto es demasiado – dijo exasperado soltado el agarre de Wufei – será mejor que salga a dar una vuelta. Quatre, si me necesitas para algo, avísame. Wufei, sígueme – le ordenó. -Zech, ¿estás bien? – preguntó Quatre al rubio al ver como caminaba con rapidez, dejando a un desconcertado Wufei, estático en el mismo lugar donde los dejó su amigo. -Maldición, he dicho que me sigas – gritó furioso Zech, volviendo sobre sus pasos para coger a Wufei por el brazo y tirar de él al ver que no se movía – nos vemos – se despidió de Quatre sin contestarle.

-Veo que tus hombres están muy alterados Quatre-sama – le comentó Odin. -Sí, es que últimamente hemos tenido que aguantar muchas cosa y no hemos tenido mucho tiempo para descansar, pero tranquilo, se les pasará pronto – le respondió, evitando que notase su preocupación, su don le hizo saber que Zech estaba próximo al colapso, el tema de su antigua pareja era muy delicado para su amigo, también notaba que Duo estaba muy asustado, la actuación de Heero le estaba llenando de dudas el corazón, así como la preocupación de Heero por éste, así como la de Trowa. -Bueno pues ahora pueden aprovechar el tiempo que estén aquí para descansar, diré que nos les molesten – comentó Odin. -Te lo agradezco Lord Odin, pues aceptando tu hospitalidad, si no te molesta saldré a dar un paseo con Trowa, supongo que no te importará que merodee por el Castillo y se lo enseñe a mi pareja, ¿no?. -Por supuesto, eres libre de pasearte, en este Castillo no ocultamos nada, si tu chico o tu necesitas cualquier cosa, házmelo saber. – le dijo Odin. -Así lo haré, con tu permiso nos retiramos. Heero, ¿nos acompañas en el paseo? – preguntó Quatre. -Lo lamento primo, pero no será posible en este momento. Estaba pensando en algo que ha dicho Shoyo... y hay algo que tiene razón, no he marcado a Duo, jeje, así que voy a ponerle remedio ahora mismo – dijo Heero con burla. -Jajaja, eres lo que no hay – se rió Odin, al oír la ocurrencia. -Sí, pero no quiero que nadie se me adelante, Duo es mío, ya sabes a mí tampoco me gusta compartir a mi esclavo, así que me largó, estaré en mis aposentos, que no me moleste nadie, si necesito algo ya te lo haré saber – dijo con seriedad poniéndose de pie subiendo a su hombro a Duo como un saco de patatas. -Yo... no que vas hacer Heero, suéltame – dijo asustado Duo al ver la mirada preocupada de Quatre y la sonrisa sarcástica de Relena y Odin. -Silencio, baka – le chilló Heero – no tengo porque darte explicaciones a ti ni a nadie. -Pero Heero tú... yo... – sollozó Duo asustado. -Silencio – le dijo saliendo del salón hacia sus habitaciones. -Yo también me voy, Trowa ven conmigo – le dijo sujetando con suavidad su brazo – cuando decidamos marcharnos ya te avisaremos. -No hay problema, en mi Castillo siempre tendrás las puertas abiertas, ahora si me disculpas a mí también, me retiró ya que tengo asuntos que atender. Los negocios no esperan, con permiso –se despidió Odin llevándose a Relena con él – Max – llamó a uno de los vampiros que estaba por allí – haz que recojan este desastre, seguir con lo vuestro, aquí no ha pasado nada. -Si Lord Odin – respondió el vampiro.

---------------------------------------------------------------- --------------------

Heero caminaba con Duo sobre su hombro, los dos iban en silencio, con rapidez subió a las escaleras que daban a las habitaciones, una vez que comprobó que no había nadie a la vista, con cuidado bajó a Duo de su hombro depositándolo suavemente en el suelo. Duo estaba callado y con la mirada agachada.

-Duo – llamó Heero al trenzado que no se atrevía a mirarlo – Duo por favor mírame – le pidió levantándole la cara con su mano – yo... lo siento... sé que he dicho cosas horribles... pero tenía que hacerlo, yo... -Snif, snif... no importa – le dijo conteniendo a duras penas el llanto. Tenía los ojos rojos y su cuerpo temblaba ligeramente. -Sí que importa, pensarás que soy despreciable... te advertí que me había vuelto un monstruo, yo antes me comportaba como lo has visto allí abajo, por eso... he tenido que seguir comportándome igual, si no lo hubiera hecho, se abrían dado cuenta. No sabes cuanto lo lamento – se disculpó abrazándose a él – todo lo que dije en el salón no es verdad, te quiero, daría lo que fuera por protegerte, por favor dime que no me creístes, por favor, me dolía el alma tener que decir todo lo que dije delante de ti, pero sino lo hubiera hecho esos... -Shhhhhhh – silenció a Heero con un dedo sobre sus labios – ya pasó, no te diré que no me dolió, porque te mentiría, cuando te oí hablar de esa manera me recordó todos esas horribles pesadillas que había tenido durante estos últimos años, donde me querías matar por venganza, pero eso ya pasó. Abrázame fuerte Heero, no quiero pensar más en eso, solo dime que me quieres y que lo que dijistes no es verdad y yo te creeré. -Claro que no es verdad, te amo demasiado Duo, sé que ha sido duro pero tienes que ser fuerte, me temo que esto aún no ha acabado. Pero pase lo que pase no olvides nunca que te amo. Mi alma vive por ti – le confesó poniendo la mano del trenzado sobre su pecho. Te quiero Duo – le dijo besándolo. -Y yo a ti – le respondió al beso ya su amor. -Mmm ejem ejem – se oyó una voz que les sorprendió, haciendo que se separasen rápidamente – veo que mi preocupación no era necesaria – se oyó la voz divertida de Quatre – por un momento no sabía si creerme lo que decías. -Duo, ¿estas bien? – le preguntó preocupado Trowa. -Trowa, esto... sí, estoy bien, a mí también me preocupó lo que oí allí abajo – dijo Duo con una medio sonrisa. -Sé que resultó bastante desagradable – comentó Heero – pero sabes que era necesario, hasta la toda controlada de Hilde interpretó muy bien su papel. -Si tienes razón- habló Quatre – hasta a mí me sorprendió por si rápida actuación, con eso nos dará un poco más de tiempo. -Sí es verdad pero... ¿qué le ocurrió a Zech?, tengo entendido que es un hombre que no pierde fácilmente los papeles – preguntó Duo sorprendido. -Sí tienes razón, pero hay ciertos temas que son mejores no hablar cerca de Zech – comentó Quatre tristemente – Zech aún no supera la muerte de su última pareja, ye desgraciado de Shoyo se lo ha hecho recordar de una manera no muy acertada. -¿Su última pareja? – preguntaron a la vez sorprendidos Duo y Trowa. -Sí... Zech me contó una vez, que tuvo una relación con un chico de un poblado cercano a Gundam, durante muchos años – les contó Heero a los dos -¿Era un chico normal? – preguntó Duo. -Si te refieres a que si no era vampiro, así es, Zech lo conoció hace uno centenar de años, tuvieron una relación satisfactoria y según él, fue la mejor época de su vida – siguió contando Heero. -¿Y que paso con el chico? – preguntó Trowa. -Murió – explico Quatre – enfermó a los cuarenta y seis años, supongo que era lo de esterarse al no ser inmortal, tarde o temprano podía ocurrir una cosa como aquella, Zech jamás se separó de su lado, ni siquiera siendo ya un enfermo terminal postrado en su cama, lo cuidó hasta sus últimos días, desde entonces no ha vuelto a tener pareja, y de eso hace más de cincuenta años. -¿¡Cincuenta años!? – exclamaron Duo y Trowa. -Sí, jeje, no olvidéis que somos inmortales, nuestra edad es muy superior a nuestro aspecto, jeje – se rió Quatre al ver la cara de sorprendidos de los chicos. -Será mejor que nos separemos Quatre – le comentó de repente Heero – no nos deben de ver juntos, Duo y yo estaremos en nuestra habitación, aprovecharemos para seguir investigando sobre nuestra pista, vosotros podéis ir a buscar a Zech intenta que no se meta en líos antes de lo necesario. -Bien lo haré de paso intentaré averiguar sobre la familia de Wufei, para sacarlos de aquí y saber cuantos son y donde están localizados. Le comentó Quatre. -Quatre – le llamó Duo antes de que se vaya – si va a las cocinas, busque a una muchacha llamada Haruko, dile que me conoces que yo te mando, ella te ayudará en todo, conoce el Castillo a la perfección y la gente que se encuentra en ella así como los prisioneros que hay en los calabozos, ella es de confianza y nos ayudará gustosamente. -Muy bien Duo así lo haré, ahora nos vamos antes de que nos vean. Ah Heero, no sea muy duro al marcarlo, jejeje – se rió viendo por primera vez sonrojarse a Heero por un comentario suyo. -Baka – le dijo como respuesta llevándose a Duo con un abrazo hacia su habitación. -¿Qué significa que tiene que marcarlo? Aquel vampiro del salón también se lo comentó a Zech – preguntó en voz baja Trowa mientras caminaban en dirección a las cocinas. -Jajaja, pues es simple, nosotros los vampiros tenemos un olfato muy sensible, así como otros sentidos más agudos que vosotros, los mortales, cuando decimos que marcamos a alguien con nuestra marca o esencia, significa que lo hacemos nuestro, o sea que si Heero quiere que nadie toque a Duo, él deberá acostarse con él y dejar su esencia dentro de Duo, como yo hice con tigo, así ningún vampiro que aprecie su vida podrá tocar a la pareja, amante o esclavo de otro sin el consentimiento de su dueño o amante. -Ahora entiendo porque dijo ese tipo que ni Duo ni Wufei estaban marcados, ellos aún no se han acostado con ellos en cambio yo... – se calló ruborizado -Exacto suena lago primitivo pero es así, tú ante todos los demás eres mío, espero que Heero no tarde demasiado en hacerlo. -¿Qué ocurriría si no lo hace? – preguntó Trowa. -Pues que aún sabiendo que es el esclavo o pareja de Heero sino deja su marca otro puede tomarlo como suyo, solo tiene que dejar su marca en él, ya sea voluntariamente o no. -Eso no me gusta. Reconozco que no me llevo muy bien con Heero pero prefiero que sea él la pareja de Duo que cualquier de estos asesinos. -Sí yo opino igual que tú por eso digo que espero que no tarde demasiado antes que alguien se adelante y reclame a Duo como suyo. -No creo que Heero permita eso – comentó Trowa – me siento extraño al saber lo que tiene que pasar, para mi Duo es... alguien muy especial, mi amor por él no se ha esfumado, yo... -Shhhhhhhh, no digas nada más, ahora me tienes a mí, no quiero oírte hablar de Duo de esta manera, me pone celoso Trowa – le confesó abrazando al joven y besándolo apasionadamente. -Lo siento Quatre pero todo es muy reciente aún – dijo con tristeza. -Lo sé, pero entiende tu también que te quiera silo para mí en cuerpo y mente. -Yo... perdóname – se abrazó a él – quiero que esto acabe de una vez por todas y poder vivir en paz para que todos podamos continuar con nuestras vidas con normalidad. -Tranquilo, eso pronto llegará, mi amor, cuando esto acabe nos iremos tú y yo solos a viajar por el mundo, te enseñaré lugares increíbles, donde podremos soñar libremente sin miedo a que nada nos perturbe. -Ojalá sea cierto – se abrazó a Quatre – ahora busquemos a esa chica, cuanto antes nos podamos marchar de este lugar mejor. -Bien, precioso.

---------------------------------------------------------------- ------------

-Maldito hijo de perra, voy a matarlo, como se atreve ha hablarme así... hijo de puta, que sabrá él de una pareja, cuando lo vuelva a ver le arranco en corazón y se lo comer, arrrrhhhgggg – insultó y gruñó con furia arrastrando a Wufei por el brazo por todo el Castillo hasta la salida. -Me estas haciendo daño – se quejó Wufei por el fuerte agarre de su muñeca al ser arrastrado por el camino que llevaba al Castillo. -Ese Shoyo me las va ha pagar de una vez por todas, debí matarlo, cuando tuve la oportunidad, ese cerdo... no permitiré que lo intente de nuevo – siguió hablando para él mismo sin percatarse las quejas del moreno al ser estirado de él sin ningún cuidado mientras que caminaba sin rumbo fijo. -¡Ya es suficiente, maldito baka! – gritó para hacerse notar, sacudiendo su brazo para soltarse del agarre de Zech. -¡Que! – también gritó al ser sacado tan bruscamente de sus pensamientos - ¿qué pasa? -¿Qué, que pasa? Por poco me arrancas el brazo animal, crees que soy un perro al que tienes que sacar a caminar baka. No sé que demonios te pasó ahí dentro ni que problemas puedas tener con ese desgraciado que me besó sin darme cuenta, pero no te voy a permitir que me trates como un objeto decorativo, ¿me has oído? – le habló alzando la voz mientras se brotaba la zona adolorida del agarre. -Yo... lo siento Wufei – se disculpó al ver la muñeca del joven totalmente colorada que por momentos se estaba poniendo amoratada – perdóname, tú no tienes la culpa, es solo que... me dejé llevar por los recuerdos dolorosos del pasado. Debí haberme controlado, ese desgraciado de Shoyo me provocó adrede y yo caí en su trampa como un idiota. -Pues si – le acusó Wufei sin consideración – no sé que ocurrió para hacerte enfurecer de esa manera, anoche no te vi comportándote como ahora. No creo que fuera para tanto tu reacción, me pilló desprevenido pero eso no volverá a ocurrir. -No es solo por lo del beso Wufei – comenzó a hablar sentándose sobre unas rocas del claro donde se habían detenido – ese cabrón me la tiene jurada desde hace mucho tiempo, no le importa implicar a más gente, ya sea inocente o no, con tal de joderme la vida de nuevo. Por eso se abalanzó sobre ti, al creer que eres mi amante. Lo intentó en el pasado y no le salió del todo bien por eso estoy seguro que volverá a intentarlo de nuevo. -¿Intentó seducir a tu antigua amante? – preguntó algo cortado Wufei. -Sí, más o menos... le conocí Treize hace más de cien años, él fue secuestrado por el grupo de Touya y Shoyo... era la noche que celebraban el Bloody Night. -¿Bloody Night? – preguntó Wufei -Sí es una celebración vampírica, se celebra cada cuatro años y conmemora la noche de nuestro bautismo como vampiros, la primera noche que nació en primer vampiro. Nuestro Clan no lo celebra ya que para nosotros no es una fecha para celebrar sino al contrario, pero bueno. En pocas palabras esa fiesta es una orgía de sexo, sangre y asesinatos sin sentido, todos se vuelven locos y dan rienda suelta a sus más locas perversiones pagándolas con los pobres aldeanos de las poblaciones cercanas. Siempre para esas fiestas se recolectan los mejores hombres y mujeres de la comarca, entre ellos se encontraba Treize, desde la primera vez que Shoyo vio a Treize lo quiso para él, solo una cosa tengo que agradecerle a ese desgraciado y es que lo sacase de la celda donde aguardaban el cruel destino de aquellos chico. No se como consiguió escapar de la habitación de Shoyo y salir del Castillo, pero lo hizo, en su huida desesperada se topó conmigo que iba a ver un amigo del pueblo de Okina, al principio reaccionó como tú, je, quiso matarme, pero le convencí que no le haría nada, a los pocos minutos apareció Shoyo reclamando al Treize como suyo pero no le permití que se lo llevara. Me enfrenté a él, ambos salimos muy lastimados pero cuando iba ha acabar con él, Treize me detuvo, no sé porque, pero le hice caso. Después de aquello me lo llevé de tierras de Oz a nuestro Castillo, allí nos hicimos pareja durante mucho tiempo. Durante todo ese tiempo que viví con Treize, Shoyo nunca dejó de molestarnos hasta que una noche... – se calló le dolía recordar todo aquello, jamás había hablado de esto con nadie, nadie sabía la verdad de lo que ocurrió, así se lo pidió Treize en su lecho de muerte. -Zech... si no quieres contármelo no pasa nada, no tienes ninguna obligación conmigo, me hago a la idea – le dijo al ver el dolor en su rostro. -Sé que no tengo ninguna obligación contigo porque tu y yo no somos nada pero creo que estas en tú derecho a saberlo... por mi culpa te he metido en mis problemas, Shoyo piensa que eres mi amante y me temo que intentará de nuevo vengarse de mí, por eso es justo que sepas toda la verdad. A nadie se la he contado ni siquiera a Quatre o a Heero, ellos tienen una versión muy distinta de lo que ocurrió... – habló con tristeza. -¿Piensas que ese vampiro me atacará a mí para hacerte daño, porque tú le arrebataste a Treize? – le preguntó Wufei con seriedad – Si mis problemas eran pocos ahora me viene esto, mierda. -Lo siento Wufei, no sé que decirte, seguro que me odiarás aún más por esto pero te doy mi palabra sobre una cosa, no dejaré que Shoyo se salga con la suya otra vez, te protegeré aunque me cueste la vida – le prometió decidido Zech. -No creo que sea necesario, aunque después de lo visto en ese salón, ya no estoy muy seguro, pero lo hecho hecho está. Como veo que ya estoy metido en tus asuntos, ¿podrías decirme que hizo ese mal nacido? ¿qué puedo esperar de él? No voy a estarme quieto a la espera de atacarme, ¿no crees? -Me alegro que te lo tomes de esta manera, de Shoyo te puedes esperar cualquier cosa, es una víbora sin escrúpulos. Su obsesión fue tal con Treize que llevó a intentar secuestrarlo varias veces, intentamos ocultarnos en tierras lejanas, pero tarde o temprano nos localizaba, vivimos así durante más de treinta años, a pesar de los años y del cambio físico que sufría Treize, Shoyo no dejó de perseguirlo. Aunque la obsesión de Shoyo era lógica, debo de admitir que a pesar de los años Treize conservaba la misma belleza cautivante, aún con más cuarenta años, harto de aquella situación un día lo reté a un enfrentamiento secreto y definitivo, un combate a muerte, yo estaba seguro que podía vencerlo por eso lo hice, nos citamos un par de días después de pactar el encuentro, se realizaría en una zona neutral, donde ni mi gente ni la suya debía interferir a las doce de la noche. El día llegó y a la hora acordado me presenté en aquel lugar, solo como habíamos quedado, ese fue mi mayor error, cree en la palabra de ese miserable mentiroso... – iba hablando hasta que se le apagó la voz debido al nudo que se le formó en la garganta. -Él no apareció, ¿verdad? – habló Wufei para evitar que siguiera hablando, él intentaría adivinar lo sucedido para aliviar el dolor a tener que contarlo él mismo. -No apareció el muy... en su lugar vinieron compañeros suyos. -Te tendieron una emboscada para mantenerte distraído y así ese cabrón tendría el camino libre para actuar con libertad – dijo furioso Wufei. -Así es... para aquella época vivíamos fuera del Castillo Yuy, nos habíamos establecido en un caserón propiedad de Quatre, él nos la había cedido para ocultarnos, mierda... sollozó Zech sin poder contenerse más – no debí haberle dejado solo, fui un baka, un maldito baka, y por mi error él lo pago... – se lamentó ocultando su rostro entre sus manos para ocultar su vergüenza. -Zech... yo – intentó hablar Wufei, ver a ese hombre poderoso derrumbarse por el dolor de perder a su amor, se le encogió el corazón, sin saber porque Wufei se acercó a él y le abrazó tratando de aliviar su pena, para reconfortarlo aunque no sabía muy bien como – si no puedes seguir, no te esfuerce, Zech, eso recuerdos aún te atormentan, pero necesitas desahogarte, sacar todo ese dolor de tu corazón o no podrás seguir hacia delante. -Snif... snif, tienes razón pero duele tanto... – le confesó abrazado a la cintura del moreno como si fuera su tabla de salvamento -... ahí empezó nuestra pesadilla... después de que divirtieran conmigo golpeándome durante varias horas, pude llegar hasta el caserón, todo estaba a oscuras y en silencio, como pude recorrí toda la casa... no había rastro de Treize, solo me quedaba revisar nuestra habitación... te juró que nunca pase tanto miedo como aquella noche, tuve miedo de encontrarme algo que no quería ver... y mi temor se hizo realidad – hablaba a la ver que lloraba con angustia – toda la habitación era un desastre... Treize había luchado inútilmente para evitar que sucediera lo que sucedió... los muebles estaban tirados por el suelo, la ropa esparcida por el suelo, jarrones y cuadros rotos por todos sitios y numerosos rastros de sangre por todos lados... la cama estaba deshecha y con manchas de sangre en las sábanas... recuerdo que entré desesperado buscando y gritando a Treize, a simple vista no estaba, entonces vi la luz del cuatro de baño encendida y con la puerta entre abierta... me acerque a ella y la abrí..., en aquel momento quise morirme Wufei, él sufrió por mi culpa... -Shhhh tranquilo Zech – le abrazó con fuerza acariciando su larga melena y su espalda para reconfortarlo. -Treize... se encontraba tirado en el suelo desnudo y bajo un pequeño charco de sangre, él muy hijo de puta aprovecho que yo no estaba para maltratarlo y violarlo repetidas veces, su cuerpo estaba lleno de cortes y moratones, también se había alimentado de él, las marcas de su cuello y sus muñecas así lo revelaban y eso no fue lo peor que hizo... después de socorrerlo y curarlo me di cuenta que algo no marchaba bien, a pesar de la debilidad del cuerpo de Treize algo no funcionaba bien. Su cuerpo se estabilizaba lentamente mientras dormía... entonces aproveche para limpiar aquel desastre, no quería que cuando despertase Treize viera todo aquel caos y le hiciera recordar el horror por el que había pasado, cuando recogí la habitación fui al baño para hacer lo mismo y entonces lo vi... ahí estaba la prueba del mal presentimiento que tenía. Junto a la bañera hallé una jeringuilla con restos de una sustancia verdosa... era... era veneno. ¡¡Shoyo no satisfecho con violar y golpear a Treize también tuvo que envenenarlo!!... no me lo podía creer, caí al suelo sin fuerzas, lo único bueno que tuve en mi miserable vida lo estaba perdiendo en ese momento y por culpa de los celos enfermizos de ese loco. En aquellos momentos seguramente Shoyo se estaría relamiendo por su victoria, después de tanto tiempo consiguió poder separarnos y así lo dejó bien escrito con la propia sangre de Treize en el espejo del baño "Si no es para mi no será para nadie, bastardo". -¿No se pudo hacer nada para contrarrestar el veneno? – preguntó aún sabiendo la respuesta. -No... busque miles de antídotos pero ninguno funcionó... lo más ridículo de tomo es que Treize jamás me reprochó mi error, siempre me dijo que no fue mi culpa, aunque no fuera verdad, poco a poco se fue recuperando de sus heridas pero el veneno día tras día lo estaba debilitando más, le sugerí que regresáramos al Castillo y aceptó, solo me hizo prometerle dos cosa que aún hoy en día no me explico el porque. Me hizo prometerle que no le contaría lo sucedido a nadie y que no tomara venganza por su muerte. Es absurdo – le dijo a Wufei separándose un poco de él pero sin llegar a separarse del todo. -No lo veo así, creo que Treize tuvo muy buenos motivos para pedirte eso – le comentó Wufei secando con sus dedos los rastros de lágrimas del rubio. -¿Qué motivo iba a tener para no reclamar mi venganza ni para contar la verdad? -Pues es simple, lo de no contárselo a nadie creo que fue porque Treize no quería que tus amigos tomaran represalias con el Clan de Shoyo, quería evitar que se iniciara una batalla entre Clanes por un asunto de celos y lo de no querer que te vengaras... pues pienso que fue porque no quería que salieras herido, por lo que me has contado os querías mucho y creo que Treize tenía miedo de que hicieras una locura cuando él ya no estuviera. Yo hubiera hecho lo mismo, si supiera que iba a morir y que mi pareja debido al dolor y a la desesperación pudiese cometer algún error que le costase la vida por vengarme... intentaría evitarlo como fuera posible. -Hubiera preferido morir a vivir su ausencia – confesó amargado. -Seguro que él también lo sabía y por eso te obligó a prometerle que no le vengaras. No soy quien para darte consejos, apenas nos conocemos y la verdad, no te he tratado muy bien que digamos, pero estoy seguro que Treize tuvo sus motivos para actuar así, seguro que sabía lo importante que eras para tu Clan. ¿A que desde su muerte te has visto implicado en situaciones de gran importancia y que solo tú podías haber hecho al respecto?. -Supongo que si... pero no es fácil – se quejó aunque un poco más tranquilo. -Ves... además si no fuera por ti, en estos momentos yo y mi hermano no estaríamos vivos así como mucha más gente que segura que has ayudado. -Je, tienes razón – sonrió un poco poniéndose de pie. -Hay que aprender de las malas experiencias y fortalecerte de ellas para poder seguir adelante, además tu Clan te necesita para eso de la maldición que habéis comentado antes – le dijo sonriéndole para acabar de calmarlo del todo. -Así lo haré, te lo agradezco – le dijo besando su frente como agradecimiento. -Err... no es necesario que me lo agradezcas – dijo nerviosamente y ruborizado. -Muchas gracias por escucharme, ya me siento mejor, ah una cosa sobre lo que te conté... -Tranquilo, no se lo contaré a nadie, tú secreto está a salvo conmigo – le prometió Wufei – ahora será mejor que regresemos al Castillo, tengo que averiguar como está mi gente, si no te importa. -Claro que no me importa, venga regresemos, esto Wufei... -¿Sí? -No te separes de mí o de Quatre, ¿vale? – le pidió preocupado. -Tranquilo, no lo haré y no te preocupes, aquello no volverá a ocurrir... – le dijo algo nervioso- ni tú ni yo lo permitiremos – le dijo guiándole un ojo mientras caminaba en dirección al Castillo. -Jeje, si claro – dijo ya más aliviado.

---------------------------------------------------------------- ---------------

En los aposentos de la planta de arriba, Duo y Heero, éste último se preparaba para salir.

-¿Has entendido lo que te he explicado? - le volvió a preguntar Heero de nuevo preocupado. -Síiiii, claro que si, Heero, debo quedarme en la habitación, no abriré a nadie que no sea Quatre o Zech, no saldré de aquí bajo ningún concepto ni abriré las ventanas, me quedaré aquí leyendo el diario hasta que tu regreses. -Bien, no tardaré mucho, iré a Okina, en el registro de archivos del pueblo, allí se guardan todos los planos antiguos de la región, debería de haber el plano del pueblo de la época de Duo Bénjamin Maxwell, si localizamos su casa y la de la familia Yuy podríamos tener más pistas. -Puede que sí, si averigua algo más del diario que lo contaré de inmediato – le dijo acercándose a Heero para abrazarle – ve con cuidado mi amor y no tardes mucho, no quiero estar lejos de ti – le confesó besándole con dulzura. -No tardaré te lo prometo – le dijo besándole de nuevo con más pasión – sobretodo que nadie entre ya sea hombre, mujer o animal, yo iré a avisar a Quatre de que salgo un momento. -Eres un exagerado pero me encanta que te preocupes por mí – le susurró mientras besaba su cuello y le acariciaba el fuerte pecho. -Mmm... no exagero Duo... los vampiros podemos transformarnos en animales, desconfía de todo, mmmm Duo estate quieto, si sigues así no podré contenerme y luego... – habló jadeante antes las caricias nado pudorosas de Duo sobre su cuerpo. -Mmmm, perdona pero es que no quiero que te vallas – hizo un puchero separándose un poco de él. -Tranquilo, yo tampoco quiero separarme de ti, pero en cuanto regrese te lo compensaré, ahora cuando antes me valla antes regresaré – le dijo besándolo de nuevo. -Muy bien, te esperaré aquí. -Ciérrate con llave, solo serán un par de horas – le dijo antes de abrir la puerta para salir – Duo -¿Sí?. -Te quiero – le dijo sujetándole de la nuca para besarle apasionadamente antes de cerrar la puerta y salir rápidamente de allí. -Yo también Heero – le respondió tocándose los labios que había besado su amor, pero Heero ya se había ido.

Después de cerrar la puerta Duo se aseguró que estaba bien cerrada con llave. Se dirigió a la trampilla secreta que le había enseñado Heero donde tenía escondido el diario y tras cogerlo se dirigió a la cama para tumbarse en ella y así poder leer con mayor comodidad. Una vez estirado comenzó a leerlo desde el principio, asegurándose de no saltarse ninguna página.

Diario de Duo Bénjamin Maxwell.

Jueves, 22 de Enero de 1204.

Aquí dejo estas líneas como mi legado para quien le pueda interesar.
No sé por que extraña sensación, me he visto obligado a escribir sobre
Mi vida, no sé si le interesará a alguien las miserias y desdichas de mí
Vida, pero si con mis desgracias puedo ayudar a alguien, bien venidas sean.

X X X X

A simple vista, cualquiera que me vea puede pensar que soy afortunado
por quien soy o por lo que poseo, pero no es así para mí. Sé que soy
la
envidia de muchos, el soltero más cotizado de mi sociedad y que la
gran
mayoría mataría por lo que yo poseo, pero mi alma y corazón no lo
siente
así, mis sueños y mis deseos no se pueden tomar en cuenta y eso me
atormenta. Desde temprana edad siempre me han obligado a cumplir un
papel que se me impuso por nacimiento, yo pedí ser así, no pedí nacer
donde
lo hice, y eso nadie lo entiende. Provengo de una familia adinerada y
con alta
posición social, debido a que mi padre es el gobernador de
Gundam, en esta
sociedad que me ha tocado vivir, todo se rige por las normas
sociales, de
comportamiento y apariencia, teniendo como Regla de Oro
"compórtate
como tu clase social te dicte" haciéndote olvidar lo que
realmente quieres o
anheles. Como he comentado antes provengo de una familia
adinerada y soy
único heredero varón entre varias hermanas y debo regirme por la
posición
que un día recaerá en mi, el futuro gobernador de Gundam.
Tengo dinero, propiedades, lujos de todas clases, soy según algunos un
joven
prometedor y sumamente atractivo hasta tengo docenas de posibles
candidatas
a ser mi esposa, pero todo esto no me llena. A mis veinte años,
ya debería estar comprometido con alguna de esas jóvenes pero mi
idea del matrimonio difiere
mucho de la que tiene mi padre y eso sé que me traerá muchos
problemas.
Bueno... creo que por hoy ya he escrito bastante, la verdad no
estoy con ánimos
para ello, ésta tarde mi padre me ha pedido que me reúna con él
para hablar
de algo importante que según él me concierne, uf me da miedo tan
solo de pensar
de que se trata, pero bueno habrá que hacerlo, ya no me lo pidió
sino que me lo
ordenó, como con todo, pero ya estoy acostumbrado a ello.

Se despide por ahora Duo B. Maxwell.

X X X X

Sábado, 24 de Enero de 1204.

Dios mío, hoy es el peor día de mi vida, no me lo puedo creer,
como me ha
podido hacer esto... mi propio padre, sabía que esa reunión no
me traería nada
bueno, por Dios, que voy ha hacer ahora.
No quiero acatar su ordenes, no esta... no me puede obligar,
aunque ya lo ha hecho.
Estoy cansado de que me utilice para su beneficio, no se da
cuenta que soy una
persona con sentimientos y no un objeto que se puede utilizar
para cerrar un trato comercial. Y lo que más me duele de todo es
que ni madre ni mis hermanas se
opusieron a ello, tan solo me dijeron "... es por el bien de la
familia..." ¿¡Y que pasa
con mi bien! No les importa hacerme infeliz por el resto de mi
vida¡? Pero eso ya
da igual, mi padre lo ha hecho de nuevo, sin decirme nada sin
consultarme nada,
lo ha planeado todo por mí. Todo iba bien, hacía tiempo que no
nos reuníamos
toda la familia, tuve la esperaza de que se tratara de un
almuerzo como tantos
habíamos compartido en el pasado pero no. No dudo en informarme
de la manera
más fría sus intenciones, lo dijo así sin más y de repente
delante de todos.
"...hijo he de informarte de mis intenciones en mantener una
estrecha relación
tanto familiar y comercial con la Familia Peacecraf, esta nueva
alianza entre
nuestras familias nos traerán prosperidad y estabilidad
financiera, para firmar
nuestro acuerdo Lord Peacecraf como yo hemos acordado en unir en
matrimonio
a nuestros hijos casaderos, por eso Duo te informo que a partir
de hoy estás
comprometido con Lady Relena Peacecraf. Dentro de una semana
haremos la
recepción oficial de vuestro compromiso y en la mayor brevedad
posible
contraerás matrimonio con la joven, así nos aseguraremos que
nuestro tratado
se cumpla por ambas partes..."
Como ha podido hacerme esto, ni siquiera conozco a Lady Relena,
como quiere
que me case con ella, a mi no me interesa los negocios de mi
padre ni siquiera
me interesa ser el siguiente gobernador, no veo bien que se
adjudique un título
como ese de forma hereditaria, ese cargo lo debería ostentar
aquel que realmente
se lo merezca. Si mi vida ya me resultaba sórdida y sin sentido
ahora se vuelve
cada vez peor, por mucho que me enfadé, chillé y me negué a
dicho compromiso,
no he podido hacer nada, no sé si podré con esto, cada día que
pasa siento que
me ahogo, no le veo la lógica a mi existencia pero como cobarde
que soy no me
atrevo a por solución. Estoy pensando seriamente escaparme de
casa, irme lejos
y no regresar jamás, total tampoco creo que me echen mucho de
menos.

Se despide Duo Bénjamin Maxwell.

X X X X

Miércoles, 28 de Enero de 1204

Todo sigue como los pasados días, en la casa todo el mundo está
alterado y
nervioso por la recepción que tendrá lugar el próximo Sábado,
aunque a mí
no me interesa en absoluto. Ya me he llevado más de una
reprimenda por la
apatía que todo esto me provoca. Si encima me obligan a casarme
contra mí
voluntad, no quieran que encima esté contento, sería una
hipocresía de mí
parte. Ya estoy empezando a hartarme de tanto sirviente llevando
paquetes
de un lado para otro, las posibles degustaciones de menús, las
diferentes
decoraciones, de las discusiones de mis padres sobre la lista de
invitados,
argghhh todo esto me desespera. Creo que mi padre se ha nado
cuenta del alto
nivel de stress que poseo ya que me ha sugerido que me vaya a la
mansión del
retiro del bosque, seguramente teme que huya antes de poder
celebrase la
recepción, ese fatídico día en que mi vida se hundirá en la
miseria, en mi
infelicidad obligada y todo por un asqueroso tratado de comercio
con la
Familia Peacecraf. Mi padre también me ha dejado retirarme a
nuestra casa
ya que durante estoy últimos días he intentado impedir el
compromiso,
queriendo ver a mi "futura prometida" para hacerla desistir de
la idea, pero
jamás me ha permitido verla, no sé si ella estará de acuerdo en
esto, sino lo
estuviera sería mi única oportunidad de romper este absurdo
compromiso.
Pero mi padre se ha guardado bien para que eso no ocurra.
Aceptaré marcharme estos dos días lejos de esta locura, eso es
mejor que
nada y luego rezaré a Dios para que haga un milagro y me evite
tenerme
que comprometer con una persona que no conozco y sobre todo que
no amo.

Se despide Duo Bénjamin Maxwell, a dos días de mi destrucción
como persona.

X X X X

Sábado, 31 de Enero de 1204

Hoy es el fatídico día, llevo gran parte del día encerrado en
mis aposentos,
los invitados ya han comenzado a llegar, mi madre me ha pedido
que baje a
recibirlos como todo un buen caballero pero me he negado en
rotundo, no voy
a prestarme a esta farsa, bajaré cuando ya no haya más remedio,
a la espera
de ese tan esperado milagro, pero soy realista, eso no ocurrirá
jamás.
Hace un rato ha subido mi padre a buscarme y he tenido que
abrirle la puerta,
estaba furioso ya que numerosos invitados comenzaban a
preguntarse por el
homenajeado. Al principio me negué y me padre reaccionó de una
manera que
jamás hubiera creído, por primera vez en mi vida me pegó
gritándome "... no
dejaré que me hundas el negocio Duo, ahora compórtate como un
hombre y
asume tus obligaciones con tu familia..."
Así que con todo el dolor de mi corazón, te dejo diario mío y me
dirijo a mí
castigo divino, no sé que ocurrirá allí abajo pero ya veremos,
supongo que
mañana te lo explicaré detalladamente, aun guardo la esperanza
de que mi
destino me otorgue algo bueno por primera vez en mi vida.

Me despido por ahora, ya que me requieren ahí abajo, te ha
escrito de nuevo
Duo Benjamín Maxwell

X X X X

Domingo 1 de Febrero de 1204.

De nuevo estoy escribiendo en mi diario secreto, parecerá una
tontería pero
es la única manera de poder sacar todo lo que llevo dentro, es
mi forma de
desahogarme y no caer en una depresión. Como ya sabrás ayer fue
la recepción
de mi compromiso con Lady Relena y para serte sincero no sé si
catalogar lo
ocurrido como bueno o malo. El esperado milagro no sucedió como
ya me temía
por lo que el compromiso se hizo oficial delante de todos los
presentes, para
hacer justicia la verdad debo decir que mi prometida es bastante
bella algo
introvertida y dulce pero en su mirada pude apreciar el mismo
pesar que le mío,
a ella tampoco le gusta este compromiso obligado. La velada
transcurrió sin
contratiempos, nuestros padres nos obligaron a permanecer juntos
para poder
recibir las felicitaciones de los asistentes. Durante un rato
Lady Relena y yo
pudimos conversar con tranquilidad para poder ir conociéndonos
mutuamente.
Hasta ahí todo fue correcto, pero como siempre mi padre tubo que
hacer de las
suyas, aprovechando la gran afluencia de asocios de mi padre en
sus negocios
fuera del cargo de gobernador, me obligo a permanecer a su lado
para conocer
a cuando socio se le acercase, estuve varias horas conociendo a
gente que ni
siquiera me interesaban, estaba allí como un mero objeto de
decoración,
aguantando las excentricidades de aquellos viejos y apolillados
hombres de
negocios. Pero de pronto algo me llamó la atención, cuando ya
estaba cansado de
tanta palabrería mi padre se acercó a un hombre acompañado por
una hermosa
mujer, que acababan de llegar. Pude apreciar que eran unos gran
conocidos de mí
padre, por lo que de inmediato se apartaron para conversar con
más privacidad.
En aquel momento pensé que me había librado de estar entre tanta
gente
desconocida para mi pero cuando iba a retirarme mi padre de
llamó para que
me pudiera presentar. A pesar de la idea que tenía preconcebida
sobre los socios
de mi padre, ese matrimonio me sorprendió, eran muy agradables y
amables
conmigo y parecía que su trato respecto a mí era sincero, me
enteré que el hombre
con el cual hablaba tan animadamente mi padre, eran viejos
amigos conocidos,
era uno de los principales socios capitalistas que tenía mi
padre, su empresa se
dedicaba a la explotación de nuevos territorios conquistados,
tenía numerosos
fragatas que nos la ayuda de las autoridades locales, sufragaban
los gastos para
la colonización de nuevas tierras para el reino. Como todo buen
hombre de la
corte a pesar de no ostentar ningún título destacado era muy
respetado tanto
por su destreza en los negocios como por sus méritos obtenidos
en su juventud en
la Compañía Naval del Reino, aunque otra de las cualidades que
llamaban su
atención era el gran atractivo salvaje que poseía. Y como
cualquier hombre de
éxito su acompañante y esposa no podía ser menos, mujer de gran
elegancia y
belleza exótica remarcada por unos ojos azul cobalto que
hipnotizaban con su
mirada. Entre charla y broma pude escuchar que habían llegado
esa misma tarde
a tierras del Reino de Gundam y que antes de establecerse en la
mansión que
tenían al Sur de aquí se habían dirigido hacia la recepción
esperando poder llegar
a tiempo. Entonces mi padre preguntó por el presunto hijo de la
pareja, al parecer
era más o menos de mi misma edad, tan solo dos años mayor que yo
y como hombre responsable y estricto que era se había quedado en
La Mansión para ordenar que
preparasen la casa para su estancia y que en cuanto acabase de
con ello se vendría
hacia la recepción para felicitar a los futuros novios. No sé
porque pero eso me
puso más nervioso de lo que tendría que ser normal, algo me
decía que si conocía
aquel chico mi vida daría un cambio inesperado, me estaba
poniendo más nervioso
que cuando me presentaron a Lady Relena y sabía porque. Mientras
que esperaban
que el hijo de la pareja llegase, siguieron hablando, yo
permanecía allí quieto
sonriendo y contestando amablemente cuando lo requería, escuché
muchas
anécdotas de cuando ellos fueron jóvenes, negocios pasados y de
los futuros.
De pronto sacaron el tema de mi compromiso, mi padre aparentaba
estar muy
emocionado y contento por mi interés a desposarme tan pronto,
incluso bromeó
diciendo que era una lástima que su pareja de amigos no tuvieran
una hija,
seguramente mi afortunada prometida sería sin duda la hija de
sus amigos ya
que se apreciaban mucho, pero con el pesar de su corazón eso no
podría ocurrir
nunca ya que los herederos de ambos eran varones. Recuerdo que
los minutos
pasaron muy lentos, me pareció que estaba viviendo una eternidad
y el momento
de conocer aquel joven del cual tanto alababan no llegaba
todavía. Pero por fin
llegó, en ese momento yo estaba conversando con la hermosa mujer
dando la
espalda a su marido y a mi padre cuando una atrayente voz me
hizo girarme al
escuchar como pedía disculpas por la tardanza. Con algo de miedo
a enfrontar
lo que vendría a continuación me giré lentamente y cuando lo
hice algo dentro
de mí estalló, no entiendo porque me sucedió, ni porque me puse
tan nervioso
pero ver la mirada fija de aquel joven mientras nos presentaban
me dejó
perplejo. Jamás en mi vida he sentido nada parecido, yo siempre
me he considerado
un chico normal con unas preferencias normales como cualquier
chico pero al
verlo y sostener su cálida mano tras la presentación hizo que
todo mi esquema
y valores se derrumbaran, confundiéndome más por lo que estaba
sintiendo.
Por primera vez en mi vida me sentí atraído por un hombre, si en
un principio
su padre me pareció un hombre guapo antes los ojos de cualquier
mujer, su hijo
no era para menos. Vestía un traje elegante, última moda de la
corte, casaca
negra larga hasta medio muslo anudada por un fajín de seda
blanco (estilo Colón,
época medieval) resaltado las mayas blancas dentro de sus
botines puntiagudos
negros bien lustrados, su espalda estaba cubierta por su capa
del mismo color
que su traje y que se ceñía a su cuerpo en diagonal, pasaba de
su hombro
izquierdo pasando por debajo de su brazo derecho y anudada sobre
su amplio
pecho, llevaba un sobrero negro puntiagudo con una larguísima
pluma blanca,
que le permitía esconder parcialmente unos hermosos ojos azul
cobalto, su piel
era morena, igual que su larga cabellera castaña y oscura que
llevaba recogida
tras su nuca en una coleta baja que le llegaba hasta media
espalda. Su altura
era algo mayor a la mía y su constitución más recia, parecía ser
una persona seria
y de grandes principios. Dios jamás podré olvidarme de ese
nombre cuando su
padre me lo presentó "... Duo, este es mi hijo Heeroshi Yui,
Heeroshi, este joven
es el hijo de mi gran amigo Jeremy Maxwell, su nombre es Duo
Bénjamin Maxwell..."
y de la forma que me estrechó mi mano contra la suya, suavemente
pero con fuerza
"... es un placer conocerte y de paso aprovecho para felicitarte
por tu compromiso con
Lady Relena..." Una vez presentados ambos tomamos parte en la
conversación
con nuestros padres, creo que se dio cuenta de mi incomodidad
sobre ciertos
temas sobretodo por el del dichoso compromiso por lo cual, con
gran educación
pidió poder ausentarse para poder descansar en los jardines, ya
que estaba algo
agotado no sin convencer a mi padre de dejarme ir con él como
guía. Ante mí
sorpresa mi padre accedió y pude ausentarme de aquella odiosa
reunión, con
la perfecta excusa de tener que acompañar al hijo de su
apreciado amigo y sacio
en negocio, Lord Yui. A pesar de mi nerviosismo acompañé a
Heeroshi a uno
de los jardines más tranquilos de la casa, estuvimos mucho
tiempo hablando, si
antes me había gustado su persona ahora fascinaba, era atento y
a pesar de
notar mi nerviosismo me trato con naturalidad y confianza, por
primera vez
sentí que había encontrado un amigo de verdad, me explicó que
permanecería
con su familia en la mansión que tenía durante al menos varios
meses, me contó
que había tenido una educación estricta para que en un futuro se
pudiera hacer
cargo de las fragatas de su padre, le habló de las presiones por
parte de su
familia para que él mismo creara una nueva pero ante su negativa
a un
matrimonio acordado, sus padres desistieron de tal idea. Más o
menos me
contó su vida aunque a grandes rasgos, ante su sinceridad no
pude contenerme
y le conté lo que había sido hasta ahora mi vida, en un
principio se sorprendió,
supongo que no se esperaba que yo sufriera de esa manera y que
mis padres de
manipulasen de aquella forma, a pesar de que no podía hacer nada
para ayudarme
me hizo saber que podía contar con él para lo que fuera. Creo
que ha nacido
una buena química entre nosotros, al menos lo puedo tener como
un gran
amigo que es más de lo que he tenido en toda mi vida. Estoy
seguro que sí
Heero permanece a mi lado todo por lo que tenga que pasar será
más llevadero,
aunque hay algo que me inquieta al estar a su lado, pero lo más
seguro es por
la novedad de tener un amigo, será eso... otra cosa no puede
ser. Creo que mi
mente está desvariado, jeje, éste stress me va ha volver loco,
mira que pensar
que me siento atraído por otro hombre, jeje, que locura, si mi
padre se enterase
me mataría, je y después se moriría del susto. Aunque me
gustaría ver la cara
de mi padre al tener que explicar a su querida sociedad que su
hijo es un pecador,
un hereje ante la palabra de Dios, en esta sociedad la sodomía
no esta bien vista,
en tener un hijo que se declare homosexual es peor que ser un
asesino, jeje, seguro
que se mueres si llegase a oír mis pensamientos cuando conocía
Heeroshi. Pero
tengo que dejar de pensar en eso, solo estoy confundido por
todo, mis obligaciones
me están sobrepasando, es cansancio y nada más.
Pues bien, ya ves, así transcurrió mi extraña fiesta de
compromiso, solo te diré
que estuve hablando toda la noche con Heeroshi, hablamos de
muchas cosa, fue
tan grata su compañía que me olvide por un momento de todos mis
problemas, de
mi padre, de mi prometida, de mis obligaciones como futuro
gobernador, de todo,
solo me concentre en nuestra conversación, creo que hablar tanto
con él me ha
ayudado mucho. Con gran pesar, para mí, llegó el fin de la
recepción, padre me
mandó llamar, parecía algo molesto por haber desaparecido tanto
tiempo, pero se lo
tubo que callar ya que estuve todo el tiempo con Heeroshi, llegó
el momento de
despedirnos no sin antes prometernos en volvernos a ver pronto.
Uf creo que hoy ya he escrito demasiado, jeje, el conocer a
Heeroshi me ha alegrado
un poco la vida, bueno por ahora me despido.

Se despide Duo B. Maxwell

X X X X

-No me lo puedo creer – habló sorprendido Duo en voz alta tras leer el diario – ese Heeroshi... no puede haber duda hasta su apellido es parecido, estoy seguro, Heeroshi Yui es el antepasado de Heero... Heero Yuy. Tengo que averiguar más, ¿se habrán visto después de aquella noche? – se preguntó a sí mismo curioso – creo que para saberlo tendré que seguir leyendo.

Viernes, 6 de Febrero de 1204

Ya han pasado cuatro días... no me lo puedo creer, han sido los
cuatro días más
maravillosos de mi vida, ¿y sabes por que?... pues porque
Heeroshi me ha venido
a ver todos los días, jeje. Sí.... ha venido a buscarme todos
los días, aún no me los
creo, estoy eufórico. Al despedirnos de la recepción pensé que
aquello de volvernos
a ver fue solo por cortesía pero no ha sido así, él ha mantenido
su palabra como él
caballero que es.
Hay tantas cosas que me gustaría explicar que creo que no me van
ha llegar las
palabras para describir lo que he sentido estos días. Hemos
salido a cabalgar por
la pradera, a cazar, a pescar incluso he ha llevado a Okina, es
un pueblo precioso,
yo jamás he estado allí y me fascinó lo amables con son sus
habitantes, lo más
destacado de ese día fue cuando fuimos a comer a un pequeño
hostal, no era muy
lujoso, aunque a mi no me importó, al contrario quería evadirme
de mi vida de
comodidades y convertirme en uno más del poblado, un hombre
libre de hacer lo
que quisiera, al menos por un día, jeje. Pues verás resulta que
Heeroshi tuvo un
pequeño percance con un niño encantador del hostal, jajaja aún
me río cuando lo
recuerdo, la encantadora fierecilla se había encaprichado con la
pluma de su
sombrero que descansaba sobre el taburete vacío que estaba junto
a nosotros, fue
tal el escándalo que montó el pequeño que Heeroshi no sabía que
hacer para hacerlo
callar, ya que un principio se negó a dársela. Cualquiera que
viera la escena se
hubiera imaginado que Heeroshi había pegado al niño llevándose
más de una
reprimenda sin motivo, yo no podía para de reír al ver como todo
un hombre hecho
y derecho era derrotado por un pequeño de cuatro años. Al ver
que el niño no se
calmaba Heeroshi al final accedió a dársela a regañadientes y yo
le obsequié con la
mía ya que me había hecho gracia la constancia y la ternura con
la que le obsequió
las gracias a un Heeroshi muy sorprendido. Ese día pude
ausentarme todo el día de
mis obligaciones, Heeroshi se las ingenió para convencer a mi
padre, no sé como lo
hacer pero parece que mi padre no puede negarle nada, pero sé
que mi amistad con
Heeroshi no le gusta del todo, ya que Heeroshi es muy liberal e
independiente y eso
no le conviene a mi padre que yo lo aprenda pero me da igual, si
una cosa no voy a
permitir es que rompa mi amistad con él, antes me enfrentaría
con quien fuera
necesario.
Querido diario, mi confusión por los sentimientos que sentí al
conocer a Heeroshi ha desaparecido, y no sé si eso me da más
miedo, conforme van pasando los días junto a
él, lo veo más claro y eso me preocupa. Yo... Yo creo que me
estoy enamorando de él,
se que es una locura, este amor que siento que está creciendo
dentro de mi pecho, es
un amor prohibido, estoy pecando de pensamiento pero no puedo
evitarlo. Él me
trata de una manera que jamás nadie lo ha hecho, me hace sentir
bien, se preocupa
por mí, me hace sentir que soy especial, sé que no debo albergar
esperanza alguna
pero me gustaría pensar que es posible. Por ahora me conformo
por tenerlo como
amigo porque soy consciente que algo más es imposible aunque a
veces me hace
pensar que me trata de una manera no muy normal para ser dos
simples amigos.
No quiero pensar más en ello... no debo pensar pero es que es
tan maravilloso.
Porque el destino me hace conocer lo que es el amor cuando he de
entregarme a
otra persona que no amo y lo que es peor aún, porque el destino
se empeña en
hacerme sufrir de esta manera al permitir que me enamore de otro
hombre, de
un amor imposible y condenado al fracaso.
Debo concentrarme solo en nuestra amistad, eso es mejor que
nada...
Ahora me tengo que marchar, es la hora de la cena y si me demoro
demasiado
padre se enfadará y no quiero darle motivos para que me mantenga
encerrado
en la casa prohibiéndome salir con Heeroshi.
Se despide por ahora Duo B. Maxwell. Debatiéndose entre al
alegría y la tristeza.

X X X X

Sábado 28 de Febrero de 1204

Lamento no haber escrito durante tanto tiempo pero es que he
estado muy
ocupado, para que te hagas una idea d lo ocurrido durante estas
últimas semanas
te contaré que todo a seguido como antes. Las visitas de
Heeroshi han sido casi
diarias, siempre y cuando no tuviera obligaciones que atender.
Heeroshi me ha
estado enseñando esgrima, tengo que decirte que soy algo patoso,
jeje jamás antes
había tocado un florete y debo decir que Heeroshi tiene una gran
paciencia conmigo, normalmente practicamos en el jardín trasero
de la Mansión para no molestar a
nadie y para que no haya miradas curiosas. Hace varios días a
mediados de la
semana pasada acompañé a Heeroshi a un asunto de negocios y
quedé sorprendido
con la facilidad y naturalidad que tiene para esas cosa, tiene
las mismas aptitudes
que su padre, estoy seguro que dentro de unos años, él será un
gran empresario
de éxito igual que lo es su padre Lord Yui. El martes pasado, en
el transcurso
de una de nuestras salidas me atrevía a preguntarle el porque me
ayudaba tanto,
¿por qué tenía ese interés en mi?, necesitaba que me respondiera
algunas preguntas
ya que últimamente cada vez que le preguntaba algo parecido, o
no me respondía
o me daba respuestas muy ambiguas, como la que me dio esa vez
"... estoy contigo
porque me gusta estar contigo.." en aquel momento no quise
presionar la situación
ya me note algo en él que no había notado antes, se veía
confundido y no muy
decidido en su repuesta, pero a lo mejor son imaginaciones mías.
Como las
imaginaciones mías al pensar que Heeroshi siente algo por mí, es
desesperante, mi
amor por él crece día a día y cada vez me cuesta más ocultarlo,
no debo pensar de
esa manera no puedo hacer, mi amor por él es enfermo, pecado,
voy arder en el
infierno por esto, lo sé pero es que no puedo evitarlo y
Heeroshi, sin querer me lo
hace más difícil al tratarme de esa manera tan dulce. No sé como
comportarme
cuando estoy con él para que no note lo que siento, se me hace
difícil mirarle a los
ojos, los escasos roces espontáneos me hacen estremecer, he
dejado de ir al lago a
bañarnos porque no soporto verlo en paños menores, me estoy
volviendo loco...
loco de amor por él. Y para empeorar mi situación anoche tuve
una fuerte discusión
con padre, me recrimina el que pase tanto tiempo con Heeroshi y
haya desatendido
por completo a mi prometida, ya que en varias ocasiones se
presentó sin aviso en
casa y yo no estaba. Me prohibió salir con Heeroshi cosa que yo
no acepté, me
enfadé y le chillé como nunca había hecho y eso le sorprendió,
entones me pregunto
lo que yo siempre había temido "... que tipo de relación tienes
con el joven Yui..."
le aseguré que solo éramos amigos que cualquier otro tipo de
relación sería imposible.
No sé si me creyó porque me aseguró que no aceptaría ninguna
otra relación que
no fuera de simple amistad "... antes prefiero verte muerto a
que me deshonres
ante la sociedad. Un hijo mío jamás se verá envuelto en ese tipo
de escándalos
me oyes Duo Bénjamin Maxwell, espero que no olvides la posición
que ostentas
ni tus obligaciones, te prohíbo que vuelvas a verle y a partir
de mañana te dedicarás
en exclusiva tus obligaciones y a cortejar a Lady Relena...".
Antes de que terminara
de hablar me refugié en mi habitación, no soportaba que me
tratase como un
criminal, yo no había hecho nada, padre me había acusado de
tener una relación
inexistente con Heeroshi, aunque en el fondo de mi corazón lo
anhelaba, pero
podía permitirme el arruinar la carrera de Heeroshi por mi
culpa. Heeroshi no
tenía la culpa de que yo me sintiera atraído por él, y que no
supiera ocultar
debidamente mi amor por él, este sentimiento solo me concernía a
mí y si para
protegerlo de un escándalo tan grave como ese debía alejarme de
él lo haría
gustoso, él no merece arruinar su reputación por mi locura.
Tengo que apagar
este amor que me arde dentro, tengo que huir de él sino será su
perdición y la
mía.

Me despido Duo B. Maxwell, enfermo de un amor pecaminoso.

X X X X

Viernes 12 de Marzo de 1204

A pesar de todo, hoy ha sido el día más feliz de mi vida, por
fin el destino me sonríe.

Continuará...

Notas: Para hacer un poco más entendible la cronología de esta historia para que tratéis de imaginaros el tipo de vida, la manera de pensar y el vestuario de cada época, solo os diré que la época de fic en general se desarrolla entre los años 1700 al 1790, época que podemos reconocer como la época de la Edad media Europea (época de los Tres Mosqueteros), en cambio la época del diario de Duo Bénjamin Maxwell data del 1204 a la que podemos asociar a la época Medieval (Robin Hood). Bueno esto es una pequeña aclaración por si no ha quedado muy claro en el fic. Para cualquier pregunta o duda ya sabéis, escribirme sin ningún reparo, estoy abierta a sugerencias y quejas.

chipitaeresmas.com