Los personajes de Gundam Wing no me pertenecen, no obstante incluiré algún que otro personaje según valla transcurriendo en la trama de la historia.

Advertencias: Escenas: Angs., Lemon, Yaoi., según capítulos.

Notas: Este es mi segundo fics, es un poco más cruel y violento que el anterior que el anterior.

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Yo te protegeré

Cap.18

En el bando enemigo, un gran revuelo tenía lugar debido a la extraña actitud de uno de los aliados de Lord Odin. Touya y los vampiros que habían estado atacando el Castillo Yuy se reunieron con Lord Odin para saber lo que sucedía.

-¡¿Se puede saber que demonios está pasando aquí?! ¡el Clan Yuy ya era nuestro! – gritó furioso nada más llegar donde se encontraba Lord Odin y el Conde Dark.

-Más vale que cierres tú boca de ganso si no quieres que te la cosa – le amenazó Dark al ver lo molesto que se encontraba el subordinado de Odin.

-Maldito seas Dark, ¿de qué bando estás?, ¿por qué has retirado a tus hombres cuando ya estábamos a punto de ganar – le preguntó molesto.

-A ti no tengo porque darte explicaciones y el único bando a que sirvo es el mío ¿te queda claro escoria? – le dijo cansado ya de tanto enfrentamiento inútil con ese vampiro.

-¡Ya es suficiente! – gritó Odin separando a los dos una vez más – no estoy aquí para hacer de vuestra niñera, y ya estoy harto de vuestra actitud. Touya, como te vuelva oír enfrentarte a Dark durante esta contienda te las verás conmigo...

-Pero... – quiso quejarse Touya.

-¡Nada de peros! Y tú Dark, creo que me merezco al menos una verdadera explicación de tu retirada en un momento crucial para nosotros, y eso de que estás rediseñando tú ataque... no me lo creo – le exigió una explicación a su supuesto aliado.

-¡Ya he dicho que no tengo que dar explicaciones a nadie! – gruñó furioso – si quieres mi ayuda será de la manera que yo quiera y cuando yo quiera, no olvides que no eres mi Señor, te ayudo por que parte de tú causa es igual a la mía. Estoy aquí para eliminar al Clan Yuy, solo por eso, tus motivos me son indiferentes, si quieres atacar yo no te lo impido, hazlo, pero mi gente se mantendrá al margen durante un tiempo, quiero ver como reaccionan los Yuy y de paso investigar un asunto que tengo pendiente.

-¿De que se trata? Nosotros te podemos ayudar – le dijo al Conde tragándose la furia que crecía en su interior.

-No, esta vez me encargaré yo mismo de esto, no quiero que ningún otro Clan interfiera en las investigaciones.

-Como quieras, aunque no me gusta dejar las cosas así no tenemos otra alternativa, descansaremos durante una rato, se reunirán los hombres para una nueva estrategia y se atenderán a los enemigos, en cuanto estés listo atacaremos de nuevo le comentó a Dark.

-¡¿Y vamos hacer lo él quiera?! – le preguntó exaltado y con desprecio Touya – si no atacamos ahora, los Yuy podrán reorganizarse y contraatacar.

-Tendremos que arriesgarnos, sin los hombres de Dark, nos costaría mucho vencerlos, lo más seguro es que perdiéramos a muchos hombres y no conseguiríamos penetrar sus defensas, recuerda que estamos tratando con Heero y Quatre.

-Je, por Quatre no debes preocuparte, lo más seguro es que esté muerto a estas horas – comentó con una sonrisa sádica – yo ya me encargué de él hace un rato.

-¿Lo mataste? – preguntó sorprendido Odin.

-No del todo pero se puede decir que sí, iba a darle el golpe de gracia cuando me avisaron de la retirada cobarde de su excelencia Dark – dijo con mofa.

-No vendas la piel del oso antes de cazarlo, baza – comentó Dark burlándose de él – y no llegaste a matarlo a estas horas ya lo habrán reanimado, los Yuy pueden curar heridas por muy graves que sean, yo no estaría tan alegre por esa hazaña incompleta.

-Me da igual lo que pienses engreído, yo al menos hice algo más que hablar con el enemigo, ¿es que tienes miedo de mancharte las manos, Señoría?

-Búrlate todo lo que quieras, el que ríe el último ríe mejor, baka – le dijo dándose la vuelta para regresar a donde estaban sus hombres para esperar el tiempo otorgado a Heero.

-Yumi – llamó Odin a uno de sus hombres – averigua todo lo que puedas de las intenciones de Dark, quiero saber que se trae entre manos.

-Sí mi Lord – respondió enérgicamente el vampiro

-Puedo hacerlo yo – se ofreció Touya.

-No ya que lo más seguro que acabarían a golpes, tú te encargarás de vigilar los movimientos de los Yuy.

-De acuerdo Odin – dijo resignándose a lo encargado por Odin.

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-¿Ha habido problemas, Señor? – preguntó un hombre del conde a su señor.

-No, ese Odin es un cobarde de pies a cabeza, sabe que sin nosotros no tiene posibilidades de ganar a Heero Yuy y a sus hombres, por eso hará lo que yo le diga, no hay que preocuparse por él.

-Yo no estaría tan tranquilo – habló Noin que estaba vigilada por los hombres del Conde – ese Odin es peor que un escorpión, si te descuidas te atacará por la espalda, es una víbora.

-Gracias por tu advertencia querida – le dijo con una sonrisa seductora – pero sé con quien trato, no será un problema manejar a esa serpiente desdentada.

-Pues yo no veo tan fácil, ya que lleva años engañándote haciéndote creer que nosotros tuvimos la culpa de la muerte de tú Clan – le dijo con tristeza – esa serpiente desdentada como dices te está manipulando a su antojo y tú no ves.

-Eso ya lo veremos – le respondió molesto por las palabras de la chica – de momento todas las pruebas están en contra de tu gente y eso no me lo puedes negar, averiguaré la verdad y entonces nadie podrá salvar a los culpables, te doy mi palabra.

-Piensas que solo tú perdiste a tus seres queridos en aquella matanza – le explicó con dolor en su corazón. Tú perdiste a Clerio y a tu bebé, a tu hermana Mia y a Akita y Sessho, pero no fuiste el único – dijo rompiendo a llorar – yo... yo también perdía a alguien muy importante para mí... aquella noche mi pareja también murió...

-¿Tú pareja? ¿quién era? ¿y como conoces los nombres de mi esposo y mi hermana? – le preguntó sorprendido.

-Es muy fácil... yo hace varios siglos en una fiesta conocí a la que fue mi pareja por mucho tiempo, sabía que pertenecía a un Clan bastante alejado del mío pero no me importó, en varias ocasiones coincidimos en fiestas o en viajes, así que poco a poco nos fuimos enamorando... hasta que me declaré y ella me aceptó desde entones estuvimos viviendo una temporada en el Castillo Yuy y después en tú Castillo, nos íbamos turnando para mantenernos en contacto con nuestras familias... aquella noche yo tenía que ir a buscarla... pero me retrasé debido a mis obligaciones en el Castillo, cuando por fin puede ir a buscarla... ya era demasiado tarde... habían masacrado el Castillo matando a casi todo los que allí estaban incluido a ella... – le explicó Noin con toda la amargura que llevaba dentro de ella.

-No puede ser... me estás hablando de... ¿Ami? – le dijo más sorprendido.

-Sí... de tu prima Ami.

-Ahora entiendo sus constantes viajes y sus desapariciones, ¿pero ella nunca me dijo que tenía pareja? – le comentó.

-No, lo quisimos llevar en secreto, ya que como ella era más joven que yo, teníamos miedo de que no aceptases nuestra relación.

-Lo que me cuentas parece que sea verdad, pero no es suficiente, puede que me estés mintiendo para salvar a tú gente – dijo comenzando a dudar del verdadero responsable de la matanza de su familia.

-¡No te estoy mintiendo! – dijo molesta Noin - ¿cómo puedes decir una cosa así? Si fuera mentira ¿cómo es que sé como se llama tu hermana y su amante Akita? ¿o como sé que le ibas a llamar Setsuo a tú hijo cuando naciera? – se defendió la vampiresa.

-¡Basta! – gritó alterado Dark, ese último dato solo lo conocía su familia más cercana, era imposible que alguien fuera del círculo más privado lo supiera – ya he oído suficiente, te aconsejo que permanezcas callado, queda una hora y media para que Heero me traigas las pruebas que le pedí, hasta entonces no quiero oír nada más del tema, ¿entendistes? – le preguntó a Noin.

-¿Qué pasa es que la verdad te ha molestado? ¿El saber que has estado manipulado por esa rata te enfurece? – le recriminó la vampiresa.

-¿No me has oído, mujer? – le preguntó furioso – no me provoques si quieres mantener tu cabeza pegada a tus hombros – le amenazó.

-Como quieras – le respondió con seriedad.

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-¿Ha ocurrido algo? – preguntó Zech al entrar a la biblioteca al ver os rostros de preocupación de sus amigos.

-¡Zech! – exclamó Wufei corriendo a su lado para abrazarlo al verlo sano y salvo – estaba muy preocupado por ti, ¿estás bien, estás herido? – le preguntó observándole de arriba a bajo.

-Estoy bien amor, jeje – se rió al ver lo preocupado que estaba su amante por él para después depositar un dulce beso sobre sus labios - ¿por qué estáis tan serios? Por Kami Quatre, estás horrible ¿qué te ha pasado? – le preguntó al rubio al verlo con rastros de heridas y bastante abatido.

-Es una larga historia Zech, pero estoy más o menos bien – le respondió sin poder evitar mirar de medio lado a su amante que permanecía con la mirada agachada y sujetándose el vientre.

-Zech – llamó Duo al ver a quien llevaba a su lado – ¡ese no es el amante de Touya! - dijo sorprendido el trenzado al reconocer al muchacho que tenían sujeto los vampiros que habían entrado con Zech, ya que Zech lo soltó para abrazar a su pareja.

-¡Ah sí! Se me olvidaba, jeje – se rió Zech por el despiste estando aún abrazado por Wufei – lo encontré merodeando por el Castillo, según dice solo estaba buscando a Touya. Por cierto algunos de mis hombres han encontrado a algunos supervivientes Chang, los están atendiendo en estos momentos.

-¡Tenéis que dejarme salir! ¡Yo no estoy aquí para espiar ya lo he dicho, es la verdad! – se defendió el amante de Touya – yo... yo no debería estar aquí, en verdad me prohibieron venir... pero escapé del Castillo ya que estaba preocupado por Touya y por...

-Te prohibieron venir, ¿por qué? – preguntó curioso Duo acercándose al chico asustadizo.

-Yo... no soy bueno con la lucha, bueno con la lucha ni con nada, solo me utilizan para... – se cayó ruborizado al recordar para que lo usaba solamente Touya.

-Jeje – se rió Duo al comprender lo que quería decir el chico – no te avergüences sé lo que quieres decir, ¿entonces porque has venido? Esto es muy peligroso para ti, si en vez de haber sido Zech-san el que te encontró hubiera sido otro, ahora mismo estarías muerto – le explicó Duo, comprendiendo la imprudencia que había cometido ese chico por su amor, lo mismo que hizo él hace varias semanas atrás, al ir a buscar a Heero al Castillo Oz.

-Lo sé pero tenía que verlos... yo no podía estar en el Castillo esterando noticias de ellos – le explicó con angustia.

-¿Ellos? – preguntó Heero acercándose al chico - ¿a quien te refieres? A Touya y a Odin.

-Er... no – dijo agachando la mirada al suelo y completamente ruborizado y nervioso.

-No entiendo porque le tienes tanta devoción a esa rata venenosa de Touya – dijo molesto Zech al muchacho – yo que tú me alejaría de él cuanto antes.

-No... sé que se comporta muy rudo y violento pero él es bueno... me protege de los demás y me quiere a su manera – intentó defender a su amante.

-¿Quererte? – dijo incrédulo Duo – eso no es querer a alguien, he visto como te trata y la verdad eso no es amor y tienes que saberlo, si te quisiera como dices, te trataría con amor y dulzura y no a golpes y humillándote como suele hacerte.

-Pero él... – quiso hablar el chico.

-No lo defiendas, he visto más de una vez lo que te ha hecho chico – intervino Heero – Touya solo se quiere así mismo, eso te lo aseguro, par él solo eres un objeto, una posesión con la cual disfruta y se entretiene. Para serte sincero estás siendo un baka al no darte cuenta de ello. Lo único que hace Touya al protegerte es asegurarse que su juguete le dure más tiempo para él, no eres el único que pasa por esto ni el último, cuando se canse de ti te eliminará para conseguirse uno nuevo, lo he visto cientos de veces – le explicó con dureza Heero.

-¡¡Nooooooooo!! – gritó con dolor el chico cayendo de rodillas llorando con amargura, lo que siempre temía se confirmaba en las palabras de su supuesto enemigo pero que conocía muy bien a Touya.

-Shhhh tranquilo – le dijo Duo abrazando al chico para consolarlo – Heero no tenías que haber sido tan duro con él – le reclamó Duo a su prometido mientras abrazaba al joven vampiro.

-Solo estoy diciendo la verdad – se defendió volviéndose a sentar en el amplio sillón.

-No... snif, no pasa nada, snif... Heero-sama tiene razón... snif, siempre he sabido de Touya-san jugaba conmigo pero no quería creerlo, yo... no quería estar solo, sin él... snif, los demás vampiros me matarían por ser débil y sin habilidad de nada que no sea la cama, snif – dijo llorando con amargura.

-Shhh, no pasa nada – le consoló Duo – a partir de ahora te quedarás con nosotros, Touya no podrá hacerte daño nunca más, ¿verdad Heero? – le preguntó a su prometido con una sonrisa radiante, la que siempre ponía cuando quería algo de él.

-Pero él es el enemigo – protestó Heero

-Heero tiene razón – comentó Hilde – quien nos dice que a la mínima que pueda no correrá al lado de Touya para dale nuestra situación.

-Eso no lo hará – dijo Duo convencido – yo me hago responsable de él.

-¿Pero si no me conoces? – dijo asombrado el chico.

-Jeje lo sé pero sé que en el fondo no eres mal chico, además sabes que te conviene alejarte de él sino tarde o temprano sufrirás más, seguro que conocerás a alguien que si vale la pena, jeje.

-Yo... – dijo ruborizado.

-Jejeje, ves... a que ya lo has conocido, por cierto ¿cuál es tú nombre? No nos lo has dicho – preguntó Duo curioso como siempre -¿ y el de tu amor secreto, jeje?.

-Me llamo Cleff y el otro nombre no te lo puedo decir – dijo avergonzado.

-No pasa nada Cleff, jeje – se rió Duo.

-Siento interrumpir la conversación tan animada pero ¿se sabe porque Dark a retirado sus hombres? eso no es lógico de él – preguntó Zech sentándose junto con Wufei al lado de Heero en el sillón.

-¿El Conde Dark, se ha retirado?¿por qué? ¿le ha sucedido algo? – preguntó asustado Cleff al oír el nombre del hombre que le había cautivado en el Castillo Oz.

-Uy uy uyyyy, que ya sé quien es tú amor secreto, jeje – se burló Duo al ver lo rojo que se había puesto Cleff al delatarse el solo.

-De eso quería hablarles ahora mismo – comentó Heero – Quatre necesito que estés aquí un momento – le dijo a su primo que había estado todo el rato callado a cierta distancia de su amante pero sin atreverse a hablarle – después de hablar podrás arreglar tu asunto con Trowa con más calma, pero ahora tienes que concentrarte en esto – le pidió sabiendo que no estaba muy bien.

-De acuerdo Heero – le dijo a su primo – Trowa yo... ¿hablamos luego? – le preguntó dudoso.

-Haz lo que quieras, como siempre – le dijo molesto – yo me voy a descansar un poco – le respondió dándose la vuelta para dirigirse de nuevo al interior de la cámara secreta para acostarse un rato.

-Trowa – dijo Duo con tristeza, las cosa no pintaban muy bien para Trowa.

-He descubierto porque Dark está ayudando a Odin en contra nuestra. Según me contó, nos culpa de la masacre de su Clan, según dices el día de la matanza habían varios hombres nuestros en el Castillo así como el emblema de nuestro Clan grabado en las paredes. He intentado hacerle entender que no hemos sido nosotros, que alguien le ha engañado, pero está muy obcecado en su venganza que no ve la realidad, pero al menos que podido hacerle dudar, me ha dado dos horas para que busque las pruebas de nuestra inocencia, bueno en realidad una hora y media desde ahora, después atacará sin miramiento arrasando con todo y con todos.

-¿Y donde está Noin? – preguntó Hilde preocupada por su amiga.

-Está como rehén con Dark, ya que sino no se fiaba de mis palabras – le explicó Heero.

-¡Queee! Pero eso es una locura – exclamó Hilde – la matará.

-No lo hará me dio su palabra de no hacerle daño hasta la hora indicada.

-¿Y cumplirá su palabra? – preguntó Nataku.

-A pesar de todo, Dark es un hombre de palabra – comentó Quatre, por eso no debemos preocuparnos.

-Entonces debemos concentrarnos en buscar las pruebas que demuestren nuestra inocencia y ya está, lo malo es que no tenemos mucho tiempo para ello, ni siquiera sabemos quien a podido hacer esa barbaridad – dijo Zech.

-Yo sé quien fue – comentó Quatre – hace un rato mientras peleaba con Touya confesó que Odin estaba manipulando a Dark haciéndole creer que nosotros fuimos los responsables de la muerte de su familia. A demás dijo que después de que les ayudaran contra nosotros tiene intención de matar a Dark – explicó Quatre

-Touya no puede querer matar a Dark-sama – dijo en voz baja Cleff asustado por la situación.

-De esa rata no me extrañaría – comentó Zech, utiliza a la gente hasta que ya no le son de ayuda, pero gracias a la soberbia de ese mentecato ya sabemos quien es el culpable de la masacre del Clan de Dark, solo nos hacen falta demostrárselo.

-¿Tú sabes algo de eso? – le preguntó Heero a Cleff.

-Yo... no sé mucho, solo sé que hace varios siglos Odin, Touya junto con Shoyo y algunos vampiros hicieron incursiones en pequeños Clanes que les ponían dificultades en sus negocios, pero se rumoreaba que en una de esas incursiones un Clan más poderos se les enfrentó saliendo a la ayuda de esos pequeños Clanes... antes de que pudieran darse cuenta y defenderse Odin y los demás atacó a ese Clan cuando el Señor del Castillo estaba fuera por negocios, snif... Recuerdo que esa noches Touya regresó muy excitado y exaltado, me explicó lo mucho que había disfrutado masacrando a eso Clan, por Kami-sama... snif no sabía de que Clan se trataba por lo que no le di mucha importancia, pero ahora... ahora sé que se trataba del Clan de Dark-sama. Es horrible... cuando Touya me explicó lo que hizo me dio mucho asco pero al saber ahora que los muertos fueron la familia de Dark-sama...

-¿Cómo pudo engañar Odin a Dark para hacerles creer que fuimos nosotros? – le preguntó Heero a Cleff que volvía a llorar angustiado.

-Snif... snif... no lo sé – respondió nervioso Cleff – supongo que pusieron pistas falsas. Dark-sama debe de saber la verdad... Touya tiene que pagar por lo que hizo a esa pobre gente, sé lo cruel que puede llegar a ser pero lo que hizo con ese chico embarazado fue horrible, snif...

-¿Chico embarazado? – preguntaron a la vez Heero y Quatre.

-Sí, snif... snif... Touya me explicó con lujo de detalles las brutalidades que le hizo a ese pobre chico, según Touya, ese chico había intentado matarle usando la magia, pero ahora lo dudo... ese chico seguramente era alguno de la familia de Dark-sama y por eso lo mató Touya...

-Ese chico era el esposo de Dark y el bebé era suyo – le explicó Heero sabiendo el dolor que le causaría a Cleff, al ver el interés que mostraba hacia ese Conde.

-¿¡¡¡Quuueee, su bebé, su esposo!!!? Oh por Kami-sama – exclamó Cleff tapándose la cara para ocultar su llanto – no puede ser...

-Cleff – dijo Duo abrazándose al chico – tú no has tenido la culpa, no te pongas así, Dark-sama lo entenderá cuando lo sepa – le dijo para reconfortarle.

-Como lo va a entender, snif, me he estado acostando con el asesino de su bebé y de su esposo, como voy a mirarle a la cara... snif, como me va a querer después de esto – dijo llorando mientras se abrazaba al trenzado en busca de consuelo para su dolor.

-Oh Cleff – dijo Duo angustiado por el chico – todo saldrá bien, ya o verás, él lo entenderá.

-Bueno ahora sabemos parte de la verdad – comentó Heero – creo que obtener pruebas físicas va a ser imposible con tan poco tiempo, la única alternativa que tenemos es que Cleff le explique lo que sabe.

-Pero, snif, no sé si me creerá – comentó Cleff limpiándose los rastros de lágrimas – no hace mucho que lo conozco.

-Pues deberemos arriesgarnos a ello – dijo Quatre – puede que no te crea ya que según dices hace poco que le conoces pero tenemos una ventaja que podemos utilizar y que nos ayudará sin duda – dijo Quatre con seguridad.

-¿De que se trata, tienes alguna idea? – le preguntó Heero a su primo.

-Todos sabemos como es Touya, su boca siempre le ha perdido, si lo provocamos lo suficiente, él mismo se delatará, igual que hizo hace un rato al decirme que fueron ellos los que atacaron el Clan de Dark, así la responsabilidad de Cleff para que le crea no será tan fuerte, si logramos que se auto inculpé habremos ganado – explicó Quatre.

-¿Cuál es su punto débil? – preguntó Wufei al chico.

-Es muy orgulloso y posesivo con sus cosas, no le gusta que le lleven la contraria y parece que se lleva mal con Dark-sama – les explicó Cleff.

-Si mi intuición femenina no me engaña – intervino Nataku – dices que hace poco que conoces a ese tal Dark, pero aún así, muestras cierto interés en él, vaya que estas loco por él, jeje...

-Yo... –dijo ruborizado Cleff.

-Lo que quiero preguntarte es si has notado que Dark se halla sentido atraído por ti, ya sabes ¿ha coqueteado contigo?

-Bueno yo...

-No te avergüences – le dijo Duo con una sonrisa.

-Cuando se presentó en el Castillo Oz, pareció interesado en mi, coqueteó un poco conmigo incluso después de saber que era el amante de Touya, hasta me propuso que estuviera con él y que dejase a Touya - le respondió sonrojado a la chica.

-Perfecto, ya tenemos punto débil para ese desgraciado – comentó Nataku – si Touya detecta el interés de Dark en su amante se sentirá atacado al ver que puede perder a Cleff, si damos hincapié en eso Touya se pondrá nervioso y hablará de lo que sea, pero eso si Cleff deberá mostrar si interés en Dark, eso lo pondrá celoso.

-Yo no sé si podré hacer eso, si Touya-san me coge sabiendo que estoy interesado en Dark-sama, me matará, no me dejará acercarme a él.

-No te preocupes por eso, tengo un plan para eso – comentó Heero – deberás seguirme la corriente, tanto Dark como Touya deben creer que eres nuestro prisionero, así tendrá más éxito mi plan.

-Está bien – respondió

-Bueno ya que hemos solucionado el problema, me temo que tenemos otro que solucionar – dijo Duo llamando la atención de todos – Mientras estabais lechando, hemos estado leyendo el libro del ángel negro y hemos descubierto que necesitamos ciertos objetos para romper la maldición y que esos objetos no se encuentran en le Castillo.

-¡Quee! Más problemas aún – comentó Hilde.

-Maldición, ahora de que se trata – maldijo Heero.

-Esto... Heero – llamó Quatre a su primo – me gustaría retirarme para hablar con Trowa, ahora ya no me necesitas. Cuando sepamos todo con exactitud me avisas, ¿vale?

-De acuerdo, tranquilo ve con tu chico, te mantendré informado – le respondió a su primo.

-Gracias Heero – le dijo saliendo de la biblioteca para meterse dentro de la cámara secreta.

-Perdona Duo, continua, explícanos lo que has descubierto – le dijo a su prometido.

-No pasa nado, pues verás, según el libro creemos que los objetos que necesitamos son...

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-Trowa amor, ¿estás despierto? – le dijo Quatre sentándose al lado del chico mientras le acariciaba la espalda con una tierna caricia.

-Que es lo que quieres ahora – le respondió molesto dándole la espalda.

-Yo... quiero hablar, necesito hablar de esto... – le pidió el rubio.

-¿No crees que es un poco tarde, ya? – le preguntó con sarcasmo.

-Trowa por favor, escúchame. No lo hice con mala intención, te amo, lo daría todo por ti pensé que lo sabías, jamás mi intención a sido utilizarte, pensé que te gustaría tener un hijo mío, un hijo nuestro, fruto de nuestro amor...

-Debiste consultarme – le acusó Trowa.

-Sí tienes razón, pero no tenía mucho tiempo, yo...

-¡Que no tenías tiempo! Hemos estado todo este tiempo juntos y dices que no has tenido tiempo! – le gritó molesto sentándose en la cama para encararlo – si vas a dar una excusa busca una que sea convincente.

-Es verdad Trowa, no encontré el momento adecuado a demás si todo sale bien Heero romperá la maldición... si no lo hacía antes de eso no hubiera sido posible, además yo no sé si estaré...

-¿Cuándo lo hicistes y como? – le preguntó Trowa interrumpiendo a Quatre sin dejar que se explicara – quiero saberlo.

-Fue la noche que me entregué a ti, esa noche provoqué que te fecundara sin que te dieras cuenta – le explicó Quatre.

-¿Cómo es posible? Soy un hombre y los hombres no pueden quedar embarazados.

-En una situación normal eso sería lo más normal, como dices los hombres no pueden quedar embarazados, pero yo no soy un hombre normal, soy un vampiro. Desde nuestros inicios la raza de los vampiros ha poseído ciertos poderes variando según el Clan, pero el de reproducción lo hemos tenido casi todos los Clanes. Utilizando esos poderes es posible concebir un hijo en parejas del mismo sexo, solo hay que compatibilizar los genes de la pareja para poder crear un embrión que pueda madurar y desarrollarse con normalidad – le explicó Quatre.

-¿Compatibilizar los genes? – preguntó Trowa sin comprender.

-Sí, para hacerlo, el que va a ser portador del bebé debe inseminar al fecundador que además debe de saber utilizar el poder de fecundación, una vez inseminado por el portador, el fecundador con ayuda del poder de fecundación compatibiliza sus genes con los de su pareja para crear un embrión sano. O sea en otras palabras, al dejarme penetrar la otra vez cuando me hiciste el amor, pude obtener nuestras de tú ADN que compatibilicé con mi ADN, de ese modo, mi cuerpo había creado a nuestro bebé gracias al poder de fecundación, al volverte hacer el amor te lo traspasé a través de mi semen quedando tú fecundado.

-¿Co... como voy a tenerlo? Yo... mi cuerpo no está preparado para esto – le dijo asustado.

-Básicamente como un parto normal, solo se distingue en un par de cosas. El bebé se desarrollará con normalidad dentro de tu vientre, podrás hacer vida normal, solo que es recomendable tomar algo más de vitaminas y proteínas, el parto en vampiros es más corto que el de una mujer normal, por lo general deberían ser nueve meses, pero debido a nuestra condición de vampiros el parto se acortará a tan solo seis meses – le explicó con normalidad.

-¿Y el parto? – preguntó Trowa.

-Por cesárea, no es peligroso.

-Si la maldición se rompiera, ¿me afectaría a mí o al bebé?.

-No, ya que la magia solo se utiliza para la fecundación, después todo se rige con naturalidad. ¿tienes alguna duda más? – le preguntó Quatre.

-No, lo que quería saber ya lo sé, gracias – le respondió con sequedad.

-Yo... Trowa lo siento, no pensé que esto te afectaría de esta manera, lo siento... ¿qué vas hacer... me refiero al bebé y...? – le dijo aguardando esperanzas.

-Si lo que te preocupa el bebé, tranquilo, no soy un monstruo, el bebé no tiene la culpa de nada, te aprovechastes de mi pero no pienso pagarlo con el bebé. Lo tendré... tendré a mi bebé pero... – le hablaba sin mirarlo a la cara ya que se había levantado de la cama y le daba la espalda ahora.

-No quieres volver a verme... – dijo Quatre por él con tristeza – lo entiendo, yo lo siento y comprendo como te sientes, yo solo quiero que sepas que te amo más de lo que puedas imaginar, lamento haberlo estropeado de esta manera, pero al menos me alegra saber que te quedarás con el bebé. Él y tú son los que más quiero en el mundo.

-Lo siento Quatre, pero ahora no puedo estar contigo, entiéndeme – le dijo con tristeza también, a pesar de lo mucho que amaba al rubio se sentía dolido y necesitaba tiempo para aliviar el dolor de su corazón.

-No tienes porque darme explicaciones Trowa, lo que tú decidas estará bien, yo aunque no esté a tú lado siempre te apoyaré. Solo te pido una cosa más... – le pidió acercándose a él hasta quedar a su lado para levantarle el rostro con la mano para mirarle fijamente – cuando esto acabe ve al Castillo Winner, ya he dado orden para que te atiendan como se debe, por mi no deberás de preocuparte, te doy mi palabra de que no iré por allí. Me lo prometistes en una ocasión y quiero que cumplas con tú palabra.

-Pero no lo veo justo, yo... – quiso rebatir Trowa pero un nudo en la garganta le impedía hablar, haciendo que sus lágrimas rodaran por su mejilla.

-Llevas al heredero Winner en tu vientre, aunque lo nuestro no funcione no te dejaré ni a ti ni a mi hijo desamparado, te lo pido por favor, ellos te cuidarán bien, al menos hasta que el pequeño tenga un par de años, yo no me inmiscuiré. ¿lo harás? – le pidió limpiándole las lágrimas de sus hermosos ojos verdes.

-Yo.. snif snif.

-Por favor – le suplicó Quatre.

-Lo haré – le respondió Trowa con dificultad.

-Gracias – le agradeció con una sonrisa triste – Te amo, no lo olvides – le recordó besándolo con ternura en los labios antes de separarse de él para salir de la habitación.

-Y yo también – respondió Trowa casi sin voz al ver salir a su amor de la habitación cayendo de rodillas al suelo llorando con amargura mientras se acariciaba el vientre.

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-Y como os he explicado - dijo Duo finalizando su explicación – los objeto que debemos encontrar es el cuchillo y la copa que se utilizaron en el sacrificio de mi antepasado.

-Quatre, ¿va todo... – preguntó Heero al ver salir a su primo de la habitación secreta, interrumpiendo la explicación de su prometido.

-Sí tranquilo – dijo sin dejar de terminar la frase a Heero – si me disculpas necesito salir fuera. Iré a vigilar a Oz, si me necesitas estaré fuera – explicó Quatre saliendo de la biblioteca sin dejar a nadie que le preguntará. Se sentí mal, muerto y con el alma destrozada.

-Me parece que no va todo tan bien como intenta aparentar Quatre – dijo Duo viendo la puerta por donde había desaparecido Quatre.

-Ya me encargaré de eso después, ahora lo que tenemos que hacer es hablar con Dark y recuperar a Noin, tenemos que ponerlo de nuestra parte, después con su ayuda mantendremos a raya a Odin hasta que yo vuelva con lo que necesitamos para romper la maldición.

-¿No sería mejor acabar primero con Odin y luego dedicarnos a buscar esos objetos? – preguntó Wufei a Heero.

-No podemos perder tiempo, no sé si realmente el cuchillo y la copa está en esa cueva. De no ser así, necesitaré todo el tiempo que pueda para dar con ellos. Por eso deberéis aguatar hasta que regrese, Odin es mío – dijo Heero.

-De acuerdo – comentó Hilde.

-¿Y si ataca Odin mientras tú no estés? – preguntó Nataku.

-Deberéis defenderos, pero Odin es mío – respondió Heero – ahora salgamos a fuera, Dark nos estará esperando.

-¡Un momento Heero! – exclamó Duo – aún tenemos algo de tiempo, ¿no? – preguntó Duo.

-Sí, el tiempo límite eran dos horas y solo han pasado hora y media, ¿por qué lo preguntas Duo?

-Es que creo conveniente acabar de leer el libro del ángel negro, así sabremos todo lo ocurrido y no perderemos tiempo en explicarlo a los demás, no creo que tardemos mucho ya que no quedan muchas hojas escritas – le comentó Duo a Heero.

-Heero, Duo tiene razón, disponemos de un poco de tiempo, sería bueno emplearlo en buscar más pistas en el libro de tú antepasado – sugirió Zech que aún permanecía abrazado a Wufei.

-De acuerdo, entonces léelo Duo – le pidió Heero.

-Bien... a ver me quedé en esta página...

Los siguientes meses me dediqué con la ayuda de mis hermanos, a buscar

como poderte regresar a mi lado, miles fueron los intentos de brujería,

santerismo, etc, pero los resultados siempre eran los mismos. Aún así, mi

nueva familia me animaba a cada momento no dejándome caer en la

desesperación y el escepticismo. Los que más me apoyaron en todo momento

fuero Odin y mi hermano de sangre maldita Dark, como yo solía llamarlo,

siempre estuvieron conmigo a mi lado apoyándome en todo momento,

ayudándome en la búsqueda de cualquier tipo de magia o información que

me ayudara a traerte de vuelta por mínima que fuera pero todo fue en vano,

con el paso de los años y los intentos infructuosos, mis esperazas se iban

marchitando llegando, la venda que tenía en los ojos que me cegaba por el

odio y el rencor me fue cayendo, llegando a comprender el error que cometí

al obligar a mis hermanos queridos a vivir esa clase de vida de muerte y

oscuridad. Mis ganas de vivir se fueron marchitando. Recuerdo que un día

no hace mucho les pedí perdón por convertirlos en monstruos y les juré

remendar mi error y devolverles la vida que nunca debieron perder, prometí

que desde ese instante hasta que decidiese acabar con mi existencia me

dedicaría exclusivamente a busca la manera de acabar con mi raza maldita.

Muchos se opusieron a eso incluso Odin me amenazó a no permitirme hacer

tal acto, según él ellos habían elegido esa forma de vida y yo no era quien

para arrebatársela, como en muchas otras ocasiones, Dark me apoyó, él al

igual que yo, se dio cuenta que nuestra vida de asesinos oscuros no tenía

ningún sentido, a él también le comenzaba a disgustar tener que matar a

gente que no tenía culpa de sus rencores y errores.

La tensión en el Castillo fue aumentando considerablemente llegando a

pequeños enfrentamiento entre las nuevas familias que habían surgido, a

pesar de las amenazas y las peticiones de dejar de investigar la manera de

revocar nuestra sangre maldita, no les hice caso y seguí con mi empeño, había

descubierto que por mucho que lo intentara, jamás podría hacer revivir a mi

estimado Duo por eso quise enmendar mi error a volverme el ser que era lo

mejor posible, quería dar la oportunidad de que quien quisiera dejar de ser un

ser oscuro pudiera hacerlo sin problemas ni rencores, pero las cosa no fueron

tan fáciles como pensé en un principio. Las presiones fueron creciendo hasta

hacerse insostenibles, sufrí varios intentos de asesinato que no tomé con

demasiado consideración, pero cuando comenzaron a extenderse esos ataques

a las personas que quería, me vi en la obligación de tomar cartas en el asunto.

La gran familia que habíamos creado se fue separando buscando su propio

espacio y tierras que regentar, Odin y los suyos se fueron a tierras de Oz, la

reciente familia Merquise se traslado a tierras del Sureste por miedo a

represalias por parte de Odin lo mismo que los Winner que emigraron al

Noroeste, así sucesivamente hasta quedarme solo con mi familia más cercana

y mi inseparable amigo y hermano Dark que se quedó con su familia. Detuve

mis investigaciones, las que ya he ido plasmando a lo largo de este libro que

luego supe que eran de gran relevancia y comencé a escribir este libro y el de

mi estimado Duo. Al saber que mi existencia perturbaba la línea del destino

de mi amor, comprendí que debía dejar de existir para que mi nueva

reencarnación y la de mi amor volviesen a nacer para reencontrarse de nuevo,

no sabía cuando ni como pero tenía la esperanza que así sucedería. Para que

eso sucediera tenía que dejar en este mundo a alguien que fuera mi heredero,

que llevase mi sangre y que se entregase a la búsqueda de mi media naranja,

así se lo hice saber a Dark, gracias a él pude dar con un pariente lejano de

la familia Maxwell que no había perecido en mi cegada venganza, se trataba

de una joven muchacha con cierto parecido, pero ni remotamente tan bella

como mi amor, a Dark le encargué la tarea que protegerla y ayudarla desde

la distancia si fuera necesario, en el caso de que yo mismo no pudiera hacerlo.

La descendencia de los Maxwell estaba a salvo, ahora quedaba perpetuar

mi propia descendencia, no me parecía buena idea, pero era necesario. Durante

varios meses busqué a la mujer apropiada para ello, ella debía de ser una

vampiresa pura de corazón a pesar de su ser, con un buen corazón y dispuesta

a ha transmitir mis conocimientos y mi futura misión de generación a generación

hasta que el nuevo Elegido Yuy renaciera para buscar el Elegido Maxwell.

Supongo que te preguntarás porque elegía a una mujer y no a un hombre

como sería de esperar, hombre en mi vida solo existió uno Duo Bénjamin

Maxwell y quería ensuciar su memoria y recuerdo que estaba impreso en mi

piel con ninguno otro, él fue el primero y el único, por esa simple razón escogí

a una mujer. Siempre fui sincero con ella, le conté toda la verdad y ella me

aceptó de todas formas, siempre la respeté por ser la mujer que me dio a mi

heredero, sabía que no la amaba pero me comprendió y se ofreció gustosa a

ayudarme. Los primeros años de vida del pequeño Duo Yuy, fueron como

un bálsamo a mí agitada alma, me desviví por él por darle el amor que

guardaba para Duo, pero conforme pasaban los años hasta ese amor se me

hacía doloroso, ya no podía más. Las piezas claves ya estaban aseguradas,

solo quedaba una cosa y no quería posponerlo más. Sé que fui injusto con

Lara, la mujer que me dio a mi hijo y más lo fui con mi hermano Dark, pero

la existencia de mi precaria existencia se estaba haciendo insoportable.

Les reuní a los dos y les explique mi deseo de perecer, de mi merecido descanso

o Castigo según se dictase, ellos me pidieron y me rogaron que no lo hiciera

pero no me pudieron convencer, había tomado una determinación y no me

iba a echar para atrás. Una vez más abusé de la amabilidad y cariño de las

personas que quería, a Lara le encomendé la tarea de transmitir mi "leyenda"

a generaciones venideras y a Dark, ni fiel hermano, le pedía que cuidara de

mi familia y de la pariente de Maxwell. Aquella fue la última vez que estuve

con mi familia, esa misma noche, antes del amanecer me dirigiría al hermoso

jardín que tanto le gustaba a mi querido Duo, allí volvería a ver el amanecer

que tanto adoraba mi amor, volvería a sentir la calidez de los rayos tocando

mi piel maldita hasta que estos me volvieran ceniza, mi último aliento, mi

último pensamiento sería para él, para rogar que en un futuro no muy lejano

pudiéramos volver a estar juntos.

Bueno esta es la triste historia de mi vida, sé que cometí muchos errores, no

pretendo que me excuses y que me entiendas, sé que es difícil, me dejé llevar

por el odio convirtiéndome en el ser que seguramente odiaría mi amor, pero

lo hecho hecho está y no se puede cambiar pero si espero rectificar a través

de ti mi bien querido descendiente Estoy casi convencido que así será, sé

que buscarás la forma de rebatir la maldición que creer, por eso te digo, lo

siguiente.

"Solo aquel marcado como el elegido podrá liberar a su gente de la maldición

eterna. Solo cuando lo mortal desee entregarse a lo inmortal y lo inmortal

desee entregarse a lo mortal se podrá romper el maleficio. El elegido deberá

encontrar a su alma gemela que le esperara, reencarnación tras reencarnación,

en el valle Gundam hasta que vuelvan a encontrarse antes del año del Dragón"

Para romper con la maldición deberás invertir la ceremonia de que me condenó

a la vida oscura, busca los objetos que se emplearon en la ejecución de Duo B.

Repón gota a gota, con la sangre de los Elegidos, la sangre derramada por Duo

Bénjamin será repuesta, en el cáliz maldito, sostente en el acto de iniciación y

entrégate en cuerpo y alma a tal grado que querrás entregar tu propia vida por

salvar la de la persona que amas, lo mismo deberá de hacer ella. Desea ser

mortal tanto como tu pareja desee ser inmortal por tal de permanecer juntos.

Vuestro amor será la pieza clave, no dudéis ni vaciléis, la indecisión podría

ser fatal para cualquiera de los dos, desea ser uno con él y el don de la vida se

te entregará. No dejes que la muerte que confunda, cree en ti mismo y en el

amor que os profesáis.

Bueno mi querido descendiente, ya llega la hora de decir adiós y perecen el

eterno descanso, deseo de todo corazón que mis palabras te hayan ayudado,

yo confío en ti y sé que lo conseguirás, en tus manos está en destino de mucha

gente y sobretodo el destino de ser feliz con quien tú has elegido.

Se despide de ti Heeroshi Yuy en sus últimas horas de existencias, aquel que

amo con todas sus consecuencias a amor de su vida, ruego porque nos encontremos

en un futuro, mi espíritu te guiará y te protegerá.

Tu antepasado Heeroshi Yuy.

X X X X

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El silencio duró varios minutos desde que Duo terminó de leer, cada uno de ellos estaba sumido en sus propias pensamientos sin atreverse a pronunciar palabra alguna.

-La situación no es muy alentadora que digamos – comentó Wufei para romper el silencio.

-Tienes razón amor, Heero ¿estás seguro de esto?, según tu antepasado puede ser peligrosos para vosotros – le preguntó Zech preocupado pe su amigo.

-Estoy más que seguro – le respondió Heero con seriedad acercándose hacia Duo que aún sostenía el libro entre sus manos – jamás he estado más seguro que de esto, no tengo miedo todo mi ser está impaciente por ese momento, no hay dudas en mi – explicó Heero mirando fijamente a Duo que le estaba mirando desde que se acercó a él – ¿y tú Duo, tienes dudas sobre esto, sobre nosotros?.

-Yo... no tengo dudas sobre nosotros Heero – le respondió algo nervioso – pero no voy a negar que me da algo de miedo.

-Entonces no deberías intentarlo – dijo Hilde que se acercó a ellos – la magia negra es muy traicionera, podría resultar peligroso – le dijo preocupada.

-Lo sé... gracias por preocuparte por mi pero tengo que hacerlo Hilde, hay muchas cosas en juego... no solo mi felicidad y la de Heero – le confesó temeroso.

-Si lo haces por nosotros no lo hagas – intervino Zech – hemos vivido muchos siglos siendo lo que somos, si vas a arriesgarte sabiendo que no puedes hacerlo, no lo hagas, te lo digo en serio.

-Zech tiene razón mi amor – le dijo Heero abrazando a Duo para darle ánimos – aún estamos a tiempo para dar marcha atrás, yo seguiré amándote siendo vampiro o no y espero que tú sigas amándome igual – le explicó con una sonrisa.

-¡Claro que te seguiría amándote igual, no digas tonterías! – le recriminó Duo – pero esto debo de hacerlo, quiero hacerlo, muchas vidas se han perdido para conseguir que cesa la maldición de tu raza, además no sería justo ni para ti ni para Wufei, Trowa o cualquiera de vosotros. Si estás a mi lado podré superar mi miedo, solo tienes que brindarme tú apoyo y tú amor – le dijo Duo abrazándose fuertemente al firme pecho de Heero.

-Pues puedes contar con ello, te apoyaré en todo, te amo y no dejaré que nada malo te pase, aunque tenga que enfrentarme con el mismo Lucifer – le dijo sonriendo para después besar sus labios para demostrarle cuanto lo quería.

-Así se habla machote – bromeó Nataku haciendo que los dos amantes se sonrojaran al haberse olvidado de que tenían espectadores – sé que no va a ser lo mismo pero cuenta con mi apoyo también, jeje.

-Y con el nuestro – dijo Wufei abrazándose a Zech.

-Y por supuesto con el mío y la gente de Yuy – dijo Hilde más tranquila.

-Como veo que todo está más o menos claro será mejor que nos dirijamos al campo de batalla, debemos encontrar a Dark cuanto antes y poner en sobre aviso del auténtico autor de la masacre de su familia – informó Heero separándose de Duo.

-Me gustaría ir contigo Heero – le comentó Duo con seriedad.

-Eso no va a poder ser posible amor, sabes que Odin podría atacarnos y no voy a exponerte más de lo necesario a demás creo que sería mejor que te quedarás con Trowa, él necesita de tu ayuda más que nunca, estoy convencido que las cosa no acabaron muy bien entre Quatre y él. – le pidió Heero.

-Está bien, me quedaré pero prométeme que vendrás a verme antes de que te vayas a la cueva en busca del cuchillo y la copa – dijo Duo con angustia.

-De acuerdo te lo prometo, mientras te quedarás con Nataku y Trowa.

-Así lo haré – le dijo pero antes de que Heero se marchara le sujetó de la blusa negra que vestía para atraerlo a su cuerpo y besarlo con pasión – ten mucho cuidado Heero – le pidió.

-Lo tendré amor no te preocupes – le respondió antes de separarse de él – bueno llegó la hora de la verdad, ¿Cleff preparado?.

-Err si – le respondió nervioso.

-Será mejor que lo atemos y amordacemos, así será más creíble que es nuestro prisionero – comentó Zech.

-Sí, será lo mejor. Bueno sabes lo que tienes que hacer, ¿no? – le preguntó Heero al joven vampiro.

-Sí más o menos – respondió dudoso.

-Tú solo limítate a seguirme la corriente, eres nuestro rehén y estás asustado porque te hemos amenazado en matarte, es más te hemos torturado para sacarte información sobre Odin y Touya, así lamento hacer esto – le dijo atándolo y rompiendo su ropa por varias partes dejándolo en una situación algo precaria. Heero se acercó al mueble donde se guardaban algunas jarras con el valioso elixir rojo y procedió a manchar el cuerpo de Cleff con ella para que pareciese que la sangre era de él, al menos a cierta distancia.

-¡Por Kami! – exclamó Nataku al ver como había quedado el chico – parece que una manada de leones hayan estado jugando con él.

-Esa es la idea – respondió Heero satisfecho por su obra – ahora saldremos al exterior, deberás permanecer oculto hasta el momento adecuado en que le pediré a Zech que me traiga el prisionero, entonces llegará el momento de tu actuación – le explico al chico.

-Mu... muy bien, pero no me dejarán solo con Touya, ¿verdad? – le pidió Cleff temeroso.

-Tranquilo, eso no ocurrirá – le dijo Hilde para tranquilizarlo – ese cerdo no volverá a ponerte un dedo encima, te doy mi palabra.

-Gra... gracias – le agradeció el chico avergonzado por el trato tan amable de sus supuestos enemigos, nadie hasta ahora le había tratado con tanta amabilidad y dulzura, sin contar a Dark.

-Salgamos cuanto antes – ordenó Heero.

-En marcha – comentó también Zech, guiando de la mano a su amante, no sin antes despedirse de los que se quedaban en la biblioteca.

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-¿Dónde está Quatre? - preguntó Heero al salir al exterior.

-No siento su presencia – comentó Zech – esto no me gusta, hay que buscarlo.

-No tenemos tiempo, el tiempo que Dark me dio se acabó hace un minuto. A demás sé que Quatre está por aquí puedo notarlo, ahora es más importante ir a por Noin, en cuanto la tengamos a ella Zech irá a buscar a Quatre, creo que el muy baka no esté preparado para enfrentarse a nadie su mente está nublado por la discusión con su amante.

-Está bien, iré por el luego – le respondió el rubio.

-Estar alerta, no sabemos quien nos puede atacar – comentó Heero – Hilde tú la retaguardia, Zech, flanco derecho, Wufei el izquierdo, yo me encargaré de la delantera. Cleff mantente oculto tras Hilde – ordenó Heero a todos.

-De acuerdo – exclamaron los demás.

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En el exterior del Castillo todo parecía tranquilo, quizás hasta demasiado, tanta quietud y silencio crispaba los nervios. El tiempo acordado entre Dark y Heero había acabado y por el momento no había señales de Heero y sus hombres.

-Veo que al final de cuentas tú Señor es un cobarde – comentó Dark con molestia a su prisionera – resultará al final que si tubo algo que ver con la muerte de mi gente.

-¡Eso no es verdad y lo sabes! – exclamó indignada Noin – le habrá surgido algo, pero estoy segura que aparecerá, ya lo verás.

-Por tu propia seguridad espero que así sea, le doy cinco minutos para que aparezca, sino mandaré un mensajero con tu cabeza para que sepa que el tiempo se agotó – le amenazó

-Eso no será necesario, él vendrá – dijo Noin muy segura.

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-Lord Odin – llamó un subordinado a su Señor – uno de mis hombres me acaba de informar que el Conde Dark está por entrevistarse con El Yuy, además tiene a una Yuy en su poder como rehén – le informó el vampiro tan pronto como supo de las nuevas noticias.

-Así que un encuentro en secreto... hay que averiguar que se propone. Mejor aún, hay que interceptar al Yuy para que no vaya hablar con Dark, no nos interesa que le cuente la verdad de lo que ocurrió hace siglos con la gente de Dark, aunque dudo que sepa algo referente al asunto, pero no quiero arriesgarme. ¡Touya! – le llamó presentándose de inmediato ante su Señor.

-Sí, mi Lord.

-Ya que veo que tienes tantas ganas de gastar energías en combatir, te encargo que interceptes a Yuy, según me acaban de informar, Dark tiene intención en verse con el en secreto. Impídelo a toda costa, pero no quiero que te enfrentes a Dark, por ahora aún lo necesitamos, ¿me has entendido? – le preguntó Odin a su mano derecha.

-Así lo haré Lord Odin, pienso desquitarme con ese Yuy, lamentará haberse cruzado en mi camino – comentó desapareciendo segundos más tarde.

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-Se acabó el tiempo – dijo molesto acercándose violentamente hacia Noin para sujetarla del brazo para impedir su huida – despídete de este mundo querida por que tú hora ha llegado.

-No espero un momento, Heero vendrá – dijo asustada al ver que Dark realmente tenía intención de matarla.

-Ya he esperado demasiado – dijo molesto – lo lamento por ti pero esto es una guerra así que...

-Vaya, vaya... no te han enseñado que a las mujeres no se les debe maltratar.

-¡¡Heero!! – exclamó aliviada al ver no solo a Heero sino también a casi todos los demás.

-Lamento haber tardado tanto pero me surgió un imprevisto que me retrasó unos minutos – dijo Heero con sarcasmo viendo a Dark.

-Pensé que ya no vendrías – dijo indiferente Dark – llegar tarde no es un lujo que te puedas permitir. Y bien conseguiste lo te pedí, te advierto que si no respaldas con hechos tus acusaciones no me servirán de nada – le exigió Dark empezando a inquietarse, las palabras de Noin aún le perturbaban la mente.

-Como te dije hace dos horas, mi Clan no ha tenido nada que ver en la muerte de tú familia, he estado haciendo mis investigaciones y he comprobando que mis sospechas son ciertas, el verdadero culpable de esa masacre a sido Odin y más concretamente Touya. Todo fue un perverso plan de Odin, él debía romper los lazos que unía tu Clan con el mío, así se aseguraría que no pudieses ayudarme a romper la maldición de nuestra raza tal y como le prometiste a Heeroshi Yuy.

-¿Sabes lo de Heeroshi? – preguntó sorprendido Dark al saber que conocían esa parte de su pasado.

-Sí sé lo que sucedió, lo sé todo, ¿te sorprende?. Sé que fuiste casi como un hermano para mi antepasado y que junto con Odin sois unos de los pocos vampiros de primer rango que quedan, sé que prometiste cuidar del heredero Maxwell al igual que al heredero Yuy. Sé que lo hiciste hasta que ocurrió la masacre, pero te aseguro que mi gente no lo hizo. Yo fui separado de mis padres siendo un bebé pero recuerdo que durante todo ese tiempo que pasé con ellos, jamás intentaron nada en contra de otros Clanes al contrario, gracias a Quatre y a Zech, he sabido que mi padre Heero Yuy, nieto de Lara a quien juraste proteger, hizo lo posible por arreglar las maltrechas relaciones que tenía con tu Clan aún sin saber porque habías decidido romperlas, pero todo fue inútil.

-Eso es pura palabrería, quiero pruebas de lo que dices, no sé como lo habrás descubierto pero no te creeré si no me lo demuestras con hechos irrevocables.

-Por ahora tendrá que valerte mi palabra, ya que con el poco tiempo que me distes no puedo darte las pruebas que me pides.

-¡¡Queee!!! Y te atreves a decirlo con tanta ligereza – le gritó molesto – esto no es un juego Yuy, si no te has dado cuenta esto es un enfrentamiento, no voy a creerte una sola palabra.

-¡Pero es verdad! – le dijo Noin a Dark – ya te lo he dicho yo también, nosotros no tenemos nada que ver con lo sucedido a tú familia.

-No voy a creeros – sentenció Dark.

-Me lo imaginaba, tu reacción ya la tenía prevista por eso te pido unos minutos más y te traeré a alguien que seguro que le creerás no creo que tarde en llegar puedo sentirlo – le explicó Heero.

-No quiero más tretas Heero, no esperaré más es hora de mi propia venganza – le amenazó Dark acercándose amenazadoramente a Heero.

-Solo unos minutos, no te arrepentirás sino, te daré mi vida a cambio como te aseguré, solo tienes que permanecer oculto a mi visitante durante unos minutos y él mismo te dirá lo que tanto quieres saber, no te engaño te doy mi palabra de honor.

-Antes también me la distes y por ahora no has cumplido – le dijo molesto.

-Pero estoy aquí, ¿no? – le dijo Heero.

-Está bien, unos minutos. Retiraros – ordenó Dark a sus hombres que se ocultaron entre las sombras – unos minutos Heero recuérdalo – le recordó Dark antes de desaparecer.

-¿Qué ha sucedido Heero? preguntó preocupada Noin.

-Ahora no hay tiempo, mantente a un lado y en alerta puede que nuestra visita se vuelva algo hostil – comento con cierta burla Heero.

Uno segundos después uno ruidos delataron que alguien se acercaba.

-Pues salir de tu escondite Touya, eres tan malo ocultándote que das risa – se burlo Heero virando la oscuridad del bosque.

-Veo que tus capacidades no han mermado, eso me alegra – respondió Touya saliendo de su escondite con aparente tranquilidad.

-Deja tus halagos para otro momento, ¿qué haces aquí? – preguntó Heero directamente.

-Pues he venido a darte la bienvenida, ¿te sirve? – dijo burlonamente.

-Maldito desgraciado, ¿quieres que te cierre la boca como hice con Shoyo? – amenazó Zech con odio hacia el vampiro causante de tantos problemas.

-Valla! Veo que estas ansioso de entrar en acción, aunque parea serte sincero – le dijo acercándose al rubio – deberías haber dejado a tu putita en un lugar seguro como yo hice con la mía, jejej – se burló Touya.

-¡Hijo de perra! – insultó Zech golpeando a Touya que logró esquivar por poco – voy a matarte cabrón le amenazó yendo hacia él pero Wufei se lo impidió.

-¡No Zech! No caigas en su trampa – le dijo sujetándole para que no se lanzara sobre él – no ves que quiere sacarte de quicio.

-Aún así voy a matarlo – volvió a amenazar al vampiro de Oz pero sin resultados.

-¡Es suficiente Zech! – le advirtió Heero.

-Que pasa Zech, ahora te dejas manipular por tu zorrita, que desperdició de hombre te has vuelto – le insultó recreándose en la frustración del rubio.

-Como sigas por ese camina, esta zorrita que aquí ves te arrancará la cabeza, baka – dijo ya molesto Wufei – no necesito que nadie me proteja, sé defenderme solo.

-Uuuuu que carácter – se burló Touya.

-¡Se puede saber a que has venido! Por que no que a Odin le guste saber como gastas tu tiempo insultándonos si hacer nada más que eso – le exigió furioso Heero.

-En una cosa tienes razón Yuy, no estoy aquí para perder tiempo en conversaciones inútiles, así que iré directo al grano. Tengo órdenes de deshacerme de ti y eso mismo pienso hacer.

-¿Tú?, ja no me hagas reír – se rió Heero – creo que los golpes que recibistes de Quatre te afectaron más de la cuenta, haber si el que va ha desaparecer eres tú.

-Eso lo varemos – le respondió lanzándose al ataque.

-No quiero que intervengáis – ordenó Heero a los demás.

El intercambio de golpes no se hizo esperar, los primeros ataques fuero para tantearse, puñetazos patadas, lanzamientos de esferas de energía, lucha marcial y sin tregua. La intención de Heero era cansar a su oponente ya que no quería herirlo de gravedad sino su plan no funcionaría.

-Estás en baja forma Touya, creo la vida lujuriosa que llevas que reducido nivel de combate, ¿quieres descansar un poco? – se burló Heero con una sonrisa sádica – mírate acabamos de empezar y ya estás exhausto, no me vas a durar mucho, jeje.

-Maldito cerdo – le insultó Touya volviendo al ataque, pero ninguno de sus golpes tenían el efecto que él deseaba – acabaré contigo.

-Lo dudo – le advirtió – además estás en desventaja, así que te propongo que te rindas y regreses a Oz por tu propia voluntad – le dijo en posición de defensa.

-¡Jamás! – exclamó propinándole una patada alta con su pierna derecha que Heero bloqueo con su pierna izquierda sin dificultad, para después bloquear el puño derecho de Touya con sus brazos inmovilizándoselo para lanzarlo al suelo colocando su pie sobre el pecho de Touya para mantenerlo quieto.

-Te lo vuelvo a repetir, si quieres conservar tu insignificante vida regresa a Oz y mantente al margen de esto si no quieres perder algo más que su vida – le amenazó apretando más el pie sobre el pecho de Touya que comenzaba a costarle respirar.

-¿A... a que te refieres con perder... algo más, cof cof? – preguntó Touya sin comprender.

-A esto – dijo Heero haciendo una señal a Zech para que trajera al prisionero – ¿a qué no sabes a quien me he encontrado merodeando mi Castillo hace un rato? – dijo sádicamente Heero a Touya permitiendo que viera a quien traía Zech.

-¡¡Cleff!! – exclamó sorprendido Touya al ver a su amante allí - ¿se puede saber que haces aquí baka? – le gritó sin tan siquiera interesarse por el aspecto de su supuesto amante - ¡te ordené que te quedaras en el Castillo hasta mi regreso! – dijo molesto.

-Yo... yo – dijo asustado Cleff sabía que la reacción de su amante no era buena, si no supiera que estaba a salvo con los Yuy, sabría que le esperaba un tremendo castigo por su desobediencia – lo... lo siento Touya-sama – se disculpó alterado Cleff sin poder reprimir las lágrimas – yo... yo bien porque estaba preocupado por ti y por Dark-sama – dijo lo último en apenas un susurro pero Touya lo oyó perfectamente.

-¿¡¡¡POR DARK-SAMA!!!? – rugió molesto y revolviéndose sobre el suelo consiguiendo soltarse de Heero para lanzarse sobre su amante pero gracias a la habilidad de Heero se lo impidió en el último momento – Maldito desgraciado, como te atreves a mencionar su nombre delante de mí, yo que te he protegido siempre y te he consentido tus estúpidos caprichos.

-Yo lo siento, no volverá a ocurrir – dijo asustado, ni siquiera se acordaba que tenía que actuar, su miedo era real.

-Veo que no estás en u buen momento – se burló Heero sujetando a Touya.

-Cierra la boca esto no es asunto tuyo – le dijo con odios Heero que le sonría con burla.

-Lo siento Touya-sama no volverá a ocurrir, es solo que Dark-sama se portó muy bien conmigo, él a sido muy amable y...

-Cierra tú maldita boca ya – le amenazó Touya.

-Uyyyy uyyy – dijo Hilde, viendo una posibilidad para poner más histérico a Touya – me parece que aquí hay un ataque de cuernos, jejeje. No será que al chiquillo le guste Dark – se burló la vampiresa y más al ver como Cleff se sonrojaba a niveles insospechados.

-Más te vale que te calles zorra – dijo con odio Touya.

-Que pasa, es que la verdad duele, ¿eh? jeje – se rió ahora Zech viendo la oportunidad de vengarse en ese momento. Tú chiquillo - le dijo sujetando el cuello del chico pero sin apretarle demasiado - ¿te has enamorado del Conde Dark? – le preguntó – responde.

-Yo... no puedo contestar a eso – dijo asustado y nervioso.

-¿Porque no?, sinceramente creo que Dark sería un mejor partido que esa escoria – dijo Zech mirando la furia de Touya – a demás veo que ya te marcó como suyo, jeje seguro que hasta le dejaste que te fecundara – dijo Zech en voz alta oliendo parte del cuello del chico que se puso pálido por el comentario para después llorar asustado por el odio que envolvía a su amante.

-¡Desgraciado, eres un mal agradecido yo que he cuidado de ti! Voy a despellejarte vivo y a ese Dark también, nada pone un dedo encima de mi mercancía sin pagar las consecuencias – gritó colérico Touya tragándose el anzuelo, ahora sería muy fácil que hablara si se le provocaba un poco.

-¡¡Ya es suficiente!! – gritó Dark desde las sombras saliendo de su escondite – no sé diablos pretendes con todo esto Heero, pero no voy a permitir que dañes al chico, suéltalo ahora mismo – le exigió con autoridad.

-Como quieras – dijo Zech, pero antes de soltarle le dijo al chico en voz baja que corriera a los brazos de Dark.

-Dark-sama – dijo con miedo aferrándose a los fuertes brazos de Dark que lo recibió gustoso.

-Shhh tranquilo, ya no tienes de que preocuparte yo cuidaré de ti – le dijo mientras le abrazaba.

-Maldito sea Dark – rugió Touya – suéltalo, él me pertenece, él es mío.

-Pues no veo que haya corrido a tus brazos – se burló Wufei que sonría con maldad.

-¡Suéltalo! Te lo ordeno, Cleff me pertenece, debo castigarle por traicionarme de esa manera, maldita perra, voy a darte la paliza del siglo y si es cierto que estás preñado te... – pero se calló furioso.

-¡Que me harás! – le enfrentó Cleff por primera vez en su vida, al sentirse seguro entre los brazos del Conde – ya estoy harto de ti y de tus malos tratos, snif snif... solo soy un objeto que te satisface cuando lo crees necesario... ¡¡TE ODIO!! No entiendo como he podido estar tan ciego durante tantos años, snif, snif... he dejado que me humilles que me trates como una basura, pero ya no lo soporto más... Quieres matarme, pues bien hazlo no me importa ya me has estado matando poco a poco durante todo este tiempo... y si quieres que te conteste a la pregunta de antes... Sí, estoy enamorado de Dark-sama, snif, snif, él me ha tratado con cariño y dulzura no como tú y si te preocupa si estoy fecundado o no, eso ya no es asunto tuyo ¡¡Me oyes!! No es asunto tuyo – le dijo desahogándose de todo el dolor que sentía y no pudo expresar.

-Shhhh tranquilo Cleff, ahora todo eso acabó, yo cuidaré de ti a partir de ahora – le dijo con dulzura acariciándole la mejilla para limpiar los rastros de lágrimas.

-Ja, no me hagas reír – se burló Touya – tú protegerle, menuda broma, si ni siquiera pudiste proteger a tu baka de esposo cuando le arrancaron el bebé de sus entrañas estando vivo.

-Uy uy – se oyó la voy de Hilde – esto se va a poner al rojo vivo.

-¿Qué has dicho? – preguntó Dark poniendo toda su atención en lo que decía Touya y conteniendo a duras penas las ganas de destrozarle en ese momento - ¿qué acabas de decir?

-Lo que acabas de oír, o es que te has vuelto sordo, baka. No pudiste proteger a quien amabas en el pasado y no lo podrás hacer en el presente – dijo furioso sin darse cuenta del error que acababa de cometer al descubrirse él mismo.

-¿Cómo sabes que a mi esposo le arrancaron él bebé que llevaba en su vientre? – le preguntó con odio mal contenido - ¿cómo diablos lo sabes? Solo yo y la gente más allegada a mí lo sabía. ¡¡CONTESTA!!.

-Jeje – rió nerviosamente Touya al percatarse de su metedura de pata – me... lo contó Odin, jeje.

-¡¡MIENTES!! – le gritó Dark perdiendo el poco control de si mismo.

-¡No miento! Es la verdad – dijo nervioso Touya que aún estaba sujeto por Heero.

-¿Quién es el cobarde ahora Touya? – se burló Heero – venga da la cara como el vampiro que te enorgulleces tanto.

-Yo... yo no sé nada, solo he dicho lo que Odin me dijo pregúntaselo a él – dijo Touya para defenderse de la ira del Conde.

-Eres un mentiroso – se oyó la suave voz de Cleff que permanecía detrás de Dark - ¿cómo puedes ser tan miserable? Le hechas la culpa de tus actos a los demás como siempre haces y solo para salvar tu pellejo sin importar a quien dañes. Sé que por nuestra condición de vampiros nos vemos obligados a matar a personas para poder subsistir, en parte todos somos unos asesinos sin diferencia pero tú... tú eres algo peor – habló mientras sus ojos se inundaban de nuevo con lágrimas de culpabilidad – tú a demás de ser una asesino eres un sádico que disfrutas atormentando a tus víctimas, mereces la peor de las muertes y yo también... por amarte sabiendo como eras, yo siempre pensé que estaba bien lo que hacías, pero ahora veo lo equivocado que estaba... Yo... lo siento Dark-sama – le dijo al Conde rompiendo en llanto – lo siento mucho, yo no supe hasta hoy de quien se trataba ese chico, snif... perdóname, no debí acercarme a ti, sabiendo que...

-¿De que estás hablando? – le preguntó angustiado Dark al ver la desesperación del chico – no entiendo porque te disculpas si tú no has hecho nada – le dijo con ternura abrazándole.

-Si que he hecho algo... snif, snif, he hecho algo horrible – dijo separándose con dificultad de los fuertes brazos del conde – soy tan culpable como él por permitir siendo su amante sabiendo lo que había hecho... Dark-sama soy culpable de ser el amante del hombre que mató a tú esposo e hijo – finalizó con dolor Cleff cayendo al suelo de rodillas ocultado sus lágrimas con sus manos.

-Eso no es verdad – quiso defenderse Touya de la acusación que había hecho hasta hace poco su amante.

-Lo que digo es verdad – dijo Cleff sin levantar la vista del suelo – recuerdo como disfrutaste relatándome con detalle las monstruosidades que le hicistes a ese pobre chico. ¡¡ERES UN MALDITO ASESINO, ESE JOVEN NO SE MERECÍA LO QUE LE HICISTES!! – le gritó a la cara a Touya.

-¿Es cierto lo que estás diciendo? – le preguntó Dark a Cleff sin moverse de donde estaba sin mostrar ninguna reacción por lo que acababa de escuchar.

-Sí, es verdad, lo sé todo porque él me lo contó, pregúntame lo que quieras, algo que solo el asesino sabría – le pidió Cleff sin atreverse a mira a la cara al Conde.

-¿Cómo murió mi bebé? – preguntó con frialdad Dark a Cleff.

-Snif, snif, murió por estrangulación, snif. Touya lo ahogó con su propio cordón umbilical una hora después de ser arrancado del vientre de su padre, al ser un bebé inmaduro no pudo utilizar su propio poder de curación, aún el pequeño no era inmortal como cualquier vampiro. Tu esposo intentó evitarlo, pero perdía mucha sangre y estaba muy débil por la brutalidad con la que le trató, imploró por tu bebé pero Touya no tubo compasión, snif snif, lo siento, lo siento tanto. Touya dejó a tu esposo desangrase con el cadáver de su bebé entre sus brazos mientras rogaba que tú estuvieras a salvo. Perdóname dar-sama – suplicaba Cleff sin mirarle.

-¡Ya es suficiente! – dijo Hilde corriendo hacia Cleff que lo abrazó para consolarlo – ya sabes quien es el culpable de todo, no dejaré que tortures más al pobre chico, él no tiene la culpa.

-Si que tengo culpa – dijo Cleff – merezco su odio y desprecio.

-Cleff – le llamó el Conde agachándose hasta quedar a la misma altura que el muchacho que se refugiaba en los brazos de la vampiresa – Cleff mírame – le pidió – escúchame bien una cosa, tú no tienes la culpa de nada, él único culpable es ese desgraciado. No te odio en absoluto – le dijo haciendo que levantase la vista hasta que le mirase a los ojos – te repito lo de antes, ahora yo me encargaré de cuidarte – le dijo dándole un suave beso en los labios.

-Dark-sama, yo... – quiso decir algo pero los dedos de Dark se lo impidieron.

-Ya hablaremos luego, ahora tengo un asunto que atender. Hilde, es tú nombre, ¿no?

-Sí así es – le respondió la chica.

-Llévate a Cleff a un lugar seguro, no quiero que veo lo que sucederá a partir de ahora – le pidió – creo que os debo una disculpa a todos – dijo el conde dirigiéndose a los Yuy – he sido un baka por creer las mentiras de Odin y de Touya, pero pienso enmendar eso ahora mismo.

-Veo que por fin entraste en razón – dijo Heero soltando a Touya que permaneció quieto sin saber que hacer.

-Sí, jeje – se rió con sadismo – tienes razón, has jugado muy bien tus cartas a pesar que no te he dejado mucho opción, pero me alegro que lo hicieras, por cierto buen disfraz el de Cleff, pero el olor de esa sangre es humana.

-jeje no pretendería que lo golpease para hacerlo más creíble, jeje – se rió Heero.

-No te lo hubiera perdonando si lo hubieras hecho. Bueno cambiando de tema, creo que hay una rata por aquí que merece u trato especial – comentó Dark mirando con odio a Touya.

-Pues sí, tienes razón, me imagino que querrás tener ese privilegio – le comunicó Heero.

-Por supuesto – le respondió Dark.

-No puedes hacer eso, estás de nuestra parte – dijo Touya antes de intentar huir pero la rapidez de Dark que cortó el camino.

-Ya dije una vez que yo no tengo bando en ninguna parte, yo buscaba mi propia venganza y ya la he encontrado, además le debo una promesa a mi viejo amigo Heeroshi – le dijo sujetándole del cuello con fuerza – prepárate para decir adiós a este mundo.

-Heero... no que quiera interrumpir este fantástico momento pero el tiempo se nos hecha encima, hay que ir por los objetos del libro y estamos a solo cuatro horas del amanecer – le dijo Zech acercándose al Yuy.

-¿Aún no tienes el cuchillo y la copa para la ceremonia? – preguntó Dark mientras sujetaba a Touya.

-No no lo tenemos, nos dimos cuenta que lo necesitábamos hace poco, tengo que salir a buscarlo, pero antes tenía que solucionar esto – le explicó Heero.

-Pues será mejor que vayas ahora, yo me encargaré de esta rata. Entre tu gente y la mía mantendremos ocupado a Odin hasta tú regreso – le comentó Dark – por cierto la ubicación de la cueva está al norte de Gundam en le camino que da al río hay un desvío a la derecha, busca la parte norte de la ladera de la montaña, justo en el saliente está la entrada de la cueva, si sigues mis instrucciones la encontrarás con facilidad.

-Te lo agradezco Dark, pero antes de ir tengo que ver a alguien, se lo prometí – le dijo Heero.

-Pues date prisa, el tiempo se acaba – le dijo Dark guiñándole un ojo en complicidad.

-Lo tendré en cuenta, no vemos – dijo desapareciendo para encontrase de nuevo a las puestas del Castillo.

El tiempo se les echaba encima, solo quedaban cuatro horas de oscuridad para encontrar la cueva y regresar con lo que les hacía falta, además tenían que seguir manteniendo al margen a Odin para que no interviniera en la ceremonia y solo en cuatro horas, ya que al amanecer, marcaría el último días para poder romper la maldición.

Continuará...

Agradecimientos para la gente de

-Angeli Murasaki: Hola Angeli, no tienes que darme las gracias, por favor, para mi es un placer escribir y saber que os gusta que lo que hago, así que descuida. Sobre el final, pues si, en teoría este iba a ser el último, pero como siempre se me alargó más de no normal, jeje, no tengo remedio, espero que te halla gustado y gracias por escribir, un saludo y hasta pronto.

-Xanae: Hola como estas? Así que eres amiga de Gabz, que bien, te digo lo mismo, jeje tómatelo con calma no me gustaría que por mi culpa vuestros ojos se vieran resentidos, te lo dijo porque a veces me ocurre me esfuerzo tanto en querer leer que al final hasta las letras se me juntan, jeje a demás el fic no se escapará, jeje. Bueno gracias por escribir y me alegro que te guste, y si te sirve de consuelo a mi también me pasará, me pone triste saber que acabará, quizás por eso me sale tan largo, jeje. Pero bueno tengo proyectos en mente y otros con mi queridísima Uru que también está aquí subido. Un saludo y hasta pronto.

-Valsed: Jeje parece que Duo si que está un poco espeso en esto, pero comprende que no es una situación muy normal, además él un chico dulce a pesar de todo lo que le ha pasado. Las cosas ya se van definiendo y es esperado final pronto llegará, espero no defraudar con la ruptura de la maldición, es que es un tema que me está costando mucho y no se como encadenarla, pero haré lo que pueda, espero que no me apredreéis. Un saludo u hasta pronto, por ciento conocí a tu amiga Xanae, un encanto.