Extraños en la Noche
Por: Loly Sayol

Capitulo III

Un rayo de luz se colaba por la ventana e iluminaba parcialmente la habitación, cualquiera que entrara, se sentiría asombrado o más bien, asustado por los extraños objetos que colgaban de las paredes, a lo mejor en otro lugar no causarían dicha reacción, pero nadie esperaría encontrar tal colección de armas en una de las habitaciones asignadas al personal del Vaticano.

En la pared había una gran espada perteneciente a la época de las cruzadas, en una esquina, apoyada contra un mueble una lanza parecida a las que usaban los legionarios romanos, sobre una mesa, dagas y cuchillos de varias formas y tamaños. Todos bien afilados, como fieles perros guardianes, esperando el llamado del amo. Colgada en la cabecera de la cama, había una extraña ballesta, diseñada para disparar cientos de flechas en pocos segundos.

Unas manos aparecieron de entre las sombras, agarraron la ballesta y sin hacer el menor ruido, la levantaron. Los dedos se deslizaban casi como una caricia sobre el arma, una gota de sangre emano de una herida ocasionada cuando el dedo índice rozo la filosa punta de una de las flechas.

Será mejor que la dejes donde estaba – ordeno una voz proveniente de la cama.

Catherine giro y miro directo a los ojos a Van Helsing que la apuntaba con un arma desde la cama - ¡Creí que dormías!

Yo nunca duermo – exclamo el hombre levantándose de la cama y arrebatándole la ballesta de las manos para luego dejarla sobre la mesa - ¿Qué haces aquí? Catherine.

¿Me creerías si te dijera que solo pasaba por aquí? Y pensé en saludarte – respondió la chica sonriendo y sentándose sobre la cama.

¿No sabes que Jinette té esta buscando?



No deberías estar aquí... es muy peligroso, si alguien llegara a darse cuenta...

La chica se levanto de la cama y camino hacia Van Helsing - ¿Qué pasaría? ¿Me defenderías o me entregarías?

No lo sé

¿Por qué?- le pregunto la chica rodeando el cuello de Van Helsing con sus manos - ¿Jinette no te dijo que soy una bruja? ¿Qué tengo pactos con el demonio?

No estoy muy seguro, normalmente presiento cuando alguien es guiado por el mal... pero contigo es diferente... no percibo el mal en ti...

¿Quieres decir que no soy mala? – pregunto Catherine acercando su rostro al de Van Helsing y rozando sus labios contra los de él.

No he dicho eso – respondió Van Helsing separándose de la chica – Tampoco siento el bien en ti... es extraño, nunca me había pasado esto... siempre he sabido cuando alguien es bueno o malo... pero contigo no estoy seguro...

Catherine sonrió – lo que pasa es que tú y yo somos iguales... para la gente como Jinette soy una bruja, pero si le preguntas al hombre que salve en Londres te dirá que soy un Angel...

¿Quién eres realmente Catherine?

¿Y tú sabes quien eres?

No, no recuerdo mi pasado... no sé quien soy...

¡Humm! Somos mas parecidos de lo que yo creía... tú harías cualquier cosa... hasta enfrentarte a Drácula por recordar quien eres... en cambio yo...

¿Tu que...

Yo daría cualquier cosa... por olvidar quien soy...

¿Olvidar? ¿Por qué quieres olvidar?

Algún día te lo contare, pero hoy no.. Será mejor que me vaya

¡Espera! – le ordeno Van Helsing colocando una mano sobre su brazo y jalándola hacia él.

¿Qué quieres?

No me has dicho a que has venido?

Ya te lo dije – le respondió Catherine acariciando con la yema de los dedos los labios de Van Helsing

No te creo – exclamo acercándola mas hacia él.

Catherine rozo con sus labios los de él, mas parecía una caricia que un beso, levanto el rostro y sonrió juguetona. Van Helsing tomo el rostro de la chica entre sus manos y la beso con pasión, los labios del hombre se entreabrieron y Catherine sintió como si le estuvieran succionando el alma. Van Helsing coloco una mano sobre la espalda de la chica y poco a poco la fue llevando hasta la cama, apoyo una rodilla sobre el colchón y lentamente fue dejando caer su cuerpo sobre el de ella. Por un momento sus bocas se separaron y cuando Van Helsing se disponía a besarla nuevamente Catherine le pregunto - ¿Quién es Anna?

Van Helsing lanzo un juramento y se levanto de la cama - ¿Por qué quieres saberlo?

Te oí llamarla cuando supuestamente no estabas dormido... No me gusta hacer el amor con un hombre, mientras él piensa en otra mujer...

Será mejor que te vayas Catherine... exclamo Van Helsing mientras le daba la espalda.

Si es mejor – le respondió la chica dirigiéndose a la ventana – por cierto... la razón por la que vine esta noche es para advertirte...

¿Qué cosa? – le pregunto Van Helsing volteándose para verla

Si Jinette te ordena que vayas a Barcelona en una misión... Por tú bien... no vayas...

¿Por qué?

Solo puedo decirte que si vas... no regresaras... – le respondió la chica antes de desaparecer por la ventana.

¡CATHERINE! – grito Van Helsing, quería que le diera mas explicaciones ¿Qué pasaba en Barcelona? ¿Por qué decía ella que él no regresaría? Se asomo por la ventana pero ella ya se había ido, las calles estaban desiertas... Van Helsing se hizo la misma pregunta que el Cardenal Jinette ¿Cómo esa chica lograba entrar y salir del Vaticano? Sin que la guardia se diera cuenta... y la mas importante ¿Cómo se entero que fue Van Helsing quien acabo con Drácula?.