Vuelvo a estar aquí. He estado inspirada últimamente y en dos días he escrito el capítulo. Sabréis de los planes de Harry y algunas cosillas más.

Subo este capítulo ahora porque no creo que esta semana pueda escribir mucho, tengo un examen el viernes y en teoría tendría que haber estudiado en semana santa pero...como soy una mala niña no he estudiado y ahora tengo que recuperar el tiempo....ejem ejem

Bueno daros las gracias de nuevo por los reviews. Gracias a ellos creo que me inspiré (bueno eso y la versión extendida del señor de los anillos...jejeje...a quien no inspira ver a Aragorn???)

Contesto a vuestros reviews:

Gala Snape: A que es mono Sirius dejándose llevar y siguiendo su carácter? Me encanta. Ahora veras el plan de Harry. A leer! Besos!

Kala: Lo que planea Harry, yo creo que es muy lógico....ahora lo descubrirás! Adeu!

Jack Dawson: Bones! M'ha vingut la inspiració! Ja era hora. Te n'has anat de semana santa?? Vinga petons i ens veiem!

Vivi : Hola! ups, la cacería de Sirius…no he contado nada…bueno algún día ya saldrá, seguro. No será la primera ni la última. Oye, ayer intenté agregarte al MSN pero me decía que tu dirección no era válida, ¿esta bien escrita? Bueno, nos vemos en el próximo capitulo. Besos. Cuídate.

Amazona Verde: Hola! Gracias!. Arriesgado, arriesgado....yo creo que si! Jeje me encanta ese carácter de Harry. Espero que continúes leyendo. Bye!

GabyKinomoto: Hola! Has terminado ya? Gracias por el review, me encanta que a estas alturas de fic aun haya gente que se engancha...gracias! Nos vemos!

Zeisse: Wenas! No te gusta este carácter de Harry? A mi me encanta, ya es hora que ponga las cosas en su sitio. A ver que te parece este capitulo. Besos. Cuídate

Agus y Moony: Me alegro que tengas la mano bien, ya! Chica...me vas hacer ponerme roja con tus comentarios....muchas gracias de verdad! Sirius es muy mono...me encanta que aun piense en su pasado, pero que no cambie. Esa es la gracia de Sirius, no? Bueno chica muchos besos! Cuida esa mano!!!

Jessy_tonks: Hola! Gracias!!! Ya actualizo! No he tardado casi nada! Lee el capitulo y veras que si agrego cosillas del quinto...pequeños detalles, pero que son importantes. Bueno, nos vemos gracias!

MOON' G Hiwatari: Hola de nuevo! Muchas gracias! Ya he subido el cap. Espero que este te guste igual que el anterior. Nos vemos!

Capítulo 21: Someday I'll be saturday night

-¿Qué te ha ocurrido chico?

Harry Potter estaba delante del cuadro que custodiaba la entrada a la habitación de los merodeadores y al verlo tan magullado y con, seguramente el labio partido, el amable señor no pudo estarse de preguntar. Realmente empezaba a apreciar a aquel chico.

-Unas pequeñas diferencias de opiniones solo eso – contestó Harry – no se preocupe "lobito malo".

Al oír la contraseña el cuadro se retiró y permitió a Harry entrar.

A veces Harry entraba sin llamar a la puerta que encontraba detrás del retrato pero esta vez, prefería llamar. Quizá Remus no quería verlo, o quería estar solo.

Toc, toc, toc.

-Remus soy yo, ¿puedo entrar?

Segundos después Remus Lupin abría la puerta.

-¿Qué te ha pasado? – preguntó alarmado.

-Nada que tu no me puedas curar – sonrió Harry con dificultad debido a su labio.

Remus lo miró con desconfianza y con un movimiento de ceja invitó a Harry a hablar.

-Pues veras – empezó mientras se sentaba en una silla y Remus atraía con la varita el botiquín – venia yo hacia aquí para ver como estabas después de lo de esta mañana (Sí me lo han contado, no pongas esa cara) – dijo Harry al ver que Remus iba a decir algo – y me he encontrado con mi gran amigo Draco Malfoy...auch – Remus le había puesto un algodón con alcohol en el labio – pues nada, me ha amenazado yo me he vuelto y hemos acabado dándonos en medio del pasillo hasta que McGonagall nos ha mandado al despacho del director.

-Ah, muy bien, ¿te parece bonito? – preguntó enojado Remus. La tranquilidad con la que Harry lo estaba contando no le gustaba un pelo – Cierra el ojo un momento – le pidió y le puso una crema alrededor del ojo morado.

-No pensaba permitir que os amenazara. Remus, él es un aprendiz de mortifago.

-No empieces como Sirius...

-De eso hablamos luego –dijo Harry – Él sabe los planes de Voldemort. Esa serpiente quiere raptar a mi padre y a Sirius para atraerme a mí, lo sé. Sabe que yo iré a por ellos y no le voy a negar tal placer... – Harry parecía muy seguro de él mismo cosa que preocupó a Remus, pero a la vez le enorgullecía. Siempre se había llevado muy bien con el chico, pero en esos meses que llevaban juntos los cuatro le había cogido muchísimo cariño y sabía que ahora quería a Harry como si fuese su hijo.

-¿Y que tienes pensado? – preguntó casi con temor.

-Pero antes me has de prometer que me dirás que sí – dijo haciendo un puchero

-Harry...

-Por favor Remus es muy importante para mí.

-Dime, pero no prometo nada.

Sabiendo que no obtendría nada mejor Harry lo soltó.

-Quiero que me entrenes.

-¿Perdona?

-Que me entrenes. Remus es muy importante para mi. Algún día, tarde o temprano tendré que enfrentarme a Voldemort, y cuando llegue ese día quiero estar preparado. Me he salvado ya muchas veces y todas a sido gracias a la suerte. Al final esa suerte se acabará.

-Harry, yo no – Remus estaba boquiabierto. No podía creerlo...

-No me vengas con que no sabes porque eres el profesor de defensa y sabes más de lo que muestras, lo noto.

-Tu padre y Sirius son mejores luchando que yo, ellos son aurores, Harry.

-Ya, a ellos también los necesito, pero para otra cosa – dijo Harry levantándose de la silla y poniéndose delante de su profesor – Remus, tu serias imparcial mi padre y Sirius, no. Sabes que ellos no serian capaces de enseñarme depende que cosas. Ellos saben mucho de defensa, quizás mucho más que tu, pero tu eres el profesor,  tu sabes enseñar. Por favor te necesito – acabó diciendo mirando a los ojos dorados de su profesor.

Remus soltó un suspiro. Los ojos de Harry mostraban determinación. Quien hubiese dicho que ese bebé dulce, feliz, simpático y tan inocente, estaría ahora mismo allí, catorce años después, pidiéndole que le enseñara para poder derrotar al mayor mago oscuro de la historia.

Sin decir nada, Remus acortó la distancia que los separaba y abrazó a Harry, dándole a entender que aceptaba. El chico devolvió el gesto, agradecido.

Fue en ese mismo instante en que la puerta se abrió dejando paso a dos adultos con cara de preocupación.

-Harry, ¿estás bien? – preguntó James preocupadísimo acercándose donde su hijo y arrebatándolo de los brazos de Remus para mirarlo detalladamente.

-Estábamos en el comedor almorzando cuando ha venido McGonagall enfadadísima y nos ha contado que te habías peleado con el idiota de Malfoy – empezó contando Sirius mientras por encima del hombro de James , él también miraba a su ahijado – entonces hemos  ido a la enfermería y solo estaba Malfoy con Snape. Felicidades, Harry has dejado la cara de Malfoy hecha un mapa –le sonrió Padfoot

Este comentario se ganó una mirada asesina de parte de Remus.

-Estoy bien, Remus ya me ha curado y ahora que estamos todos – dijo mirando misteriosamente a los dos recién llegados – ya se lo he comentado a Remus y...- antes de empezar a contar su plan para los dos animagos se sentó en el sofá no sin evitar un gesto de dolor – quiero que me enseñéis a transformarme en animago – soltó Harry tan tranquilamente.

-Creo que me he perdido algo – dijo Sirius después de unos segundos. James estaba demasiado impactado para decir algo.

-No Sirius, no te has perdido nada, quiero que vosotros dos – señaló a James y su padrino – me enseñéis a ser animago.

-Harry, cariño ¿Malfoy te ha dado algún golpe fuerte en la cabeza? - dijo James acercándose a Harry y poniéndole la mano en la frente para comprobar que no tuviera fiebre.

-Quita – dijo apartando la mano – hablo muy enserio. Cuando tenga que enfrentarme a Voldie, y sabéis que tarde o temprano va a ocurrir, quiero tener alguna arma secreta.

-¿A que viene todo esto pequeñajo?

-Viene a que Malfoy me ha hecho abrir los ojos y tomar una decisión. No hagáis esta cara – dijo al ver la cara de los dos.

-Harry...

-¿Me vais a ayudar o no? – preguntó impaciente – si no me ayudáis lo haré yo solo.

-A nosotros nos costó tres años – dijo Sirius sentándose en el sofá – no es una cosa fácil que puedas hacer en una semana.

-Pero vosotros lo hicisteis solos...

-Y yo que pensaba que había sacado los genes de la responsabilidad de Lily... – murmuro James desesperado.

-No es una cosa fácil, ¿lo sabes? – preguntó Sirius, Harry asintió – sabes que va a ser duro – Harry asintió – que requiere mucho entrenamiento – Harry volvió a asentir - ¿estás seguro?

-Sí – dijo Harry segurísimo mirando fijamente a los ojos de su padrino.

-Prongs, creo que...

-Lo se Padfoot, lo sé. Harry, después de la cena, ven a buscarnos y te diremos cuando haremos las clases.

-Hay un pequeño detalle que falta por decir – dijo Harry – mmm...Tendremos que coordinar esas horas con...ejem...las clases de defensa que me dé Remus.

-¿Qué? O.o

***

Esa misma tarde, a las siete y media, el equipo de Gryffindor se encontraba en el campo de Quidditch entrenando. En los primeros entrenamientos, una gran cantidad de Gryffis habían ido a ver al equipo entrenar bajo la tutela de Harry, y aunque ese fervor por el equipo había disminuido un poco aun habían unos 20 chicos y chicas que se desplazaban cada lunes y viernes al campo.

-¡¡Ron! Quédate en el medio, no te desplaces hacia el aro del lado hasta que no veas que el cazador suelta la quaffle!! – gritaba Harry a su guardián. No podían haber elegido mejor, el único problema era su escoba, pero esa tarde Harry le pondría solución.

Una hora y media después Harry dio la orden de bajar al suelo.

-Esta tarde me he enterado del calendario de los partidos – dijo el capitán una vez Ron había aterrizado a su lado – primer partido de la temporada el primer sábado de noviembre contra Hufflepuff. Aun nos queda un mes  para prepararlo, pero por favor no menospreciemos al rival.

El equipo asintió.

-Eso es todo, el viernes como siempre – dijo dando por finalizado el entrenamiento, pero – Fred, George, podéis quedaros un momento para hablar de la táctica.

Los aludidos se pararon y dirigieron hacia su capitán un poco extrañados.

-Chicos, necesito vuestra ayuda en algo – dijo mirando hacia los lados para que no hubiera nadie escuchando – Ron no puede jugar con esa escoba.

-No, esa escoba no sirve ni para barrer – hizo notar George.

-Correcto, por eso he pensado que podríamos hacerle un regalo a Ron.

-Quieres comprarle una escoba – afirmo Fred.

-Correcto también – sonrió Harry – y ahí es donde entráis vosotros. Una escoba decente cuesta unos 300 galeones.

-Nosotros podríamos poner unos 50 cada uno, ¿no? – preguntó George a su hermano.

-Síp.

-Perfecto, yo puedo poner unos 100 y ayer Hermione me dijo que también podría poner otros 50. Con eso nos quedamos en 250. ¿cómo conseguimos los 50 que faltan?

-Disculpe capitán Potter no hemos podido evitar escuchar la conversación y...

-Mentira profesor Black, SÍ podía haber evitado escuchar.

-Como iba diciendo – continuó Sirius como si no hubiese oído el comentario – mi amigo aquí presente – James – y yo podríamos colaborar en ese pequeño gasto.

-¿Llamas pequeño gasto a 50 galeones? – preguntó Fred a Sirius.

-Soy el último heredero de los Black, y lo único bueno de mi familia es que era asquerosamente rica.

La familia Black era una de las familias de sangre limpia más rica que existía en la comunidad Mágica. Solamente superada quizás por los Malfoy. Y muy por detrás estaban también los Potter y los Snape. Todos ellas, familias magas por tradición.

Sirius nunca hablaba mucho de su familia. Harry sabía algunos detalles por lo que le había contado su padre. Sirius nunca se había llevado bien ni con sus padres ni con su hermano Regulus, debido a la creencia de la sangre maga era muy superior a la muggle. Debido a esos ideales de sangre limpia, Sirius, cuando tenia 16 años, se había marchado de su casa a vivir con la familia de James, que lo acogieron como si fuera su segundo hijo.

Después de eso y tras graduarse en Hogwarts, Sirius con alguna ayuda de algún familiar con las mismas creencias que él,  había alquilado un piso y había empezado sus estudios como auror.

El resto de la historia ya la sabemos.

Cuando Sirius estaba en Azkaban su madre murió dejando a Sirius, como último heredero todas las propiedades de los Black (Su hermano pequeño, Regulus, se convirtió en mortifago y murió asesinado por el propio Voldemort) y también una gran fortuna, aumentada con la recompensa económica que el ministerio le dio cuando lo declararon inocente del supuesto asesinato de los muggles.

-Pero...

-Pero nada, capitán Potter, los 50 restantes corren a nuestra cuenta – dijo a Harry

-No voy a discutir. Pues chicos, mañana os paso una revista y elegimos la escoba y hacemos el envío ¿de acuerdo? – los gemelos mostraron su aceptación – y no le digáis nada a Ron.

-Ronnie se llevara una buena sorpresa, eso corre de nuestra cuenta – dijo George despidiéndose de Harry con un gesto al estilo militar.

-¿Te vienes a nuestra habitación y hablamos del horario?- preguntó James a su hijo.

-¿Y Remus? – preguntó al notar la ausencia del tercer merodeador

-Sigue enfadado conmigo – dijo con resignación Sirius

Harry hizo una mueca con la boca y emprendió camino hacia el castillo seguido por los animagos, pensando que lo primero que haría al llegar a la habitación seria quitarse el uniforme de quidditch.

Estaban por el vestíbulo cuando una figura toda vestida de negro se paró delante de Harry.

-Potter las clases de oclumáncia serán las miércoles a las ocho en mi despacho. Ni un minuto antes ni uno después. ¿Ha quedado claro?

-Buenas noches Snivellus – saludó sarcásticamente Sirius – podrías tener un poco de educación y saludar antes ¿no?

-Mira quien habla de educación – contestó mordazmente – me han contado tu numerito de estaba mañana Black. Yo de ti, me lo pensaría antes de acusar a alguien de algo tan grave.

-Ay, perdona Snapie, pídele perdón a tu amigo Lucius de mi parte – dijo Sirius.

-¿Y por que no vas tu a pedir perdón a tu sobrino? Después de lo que le has dicho esta mañana...

-Eso te lo dejo a ti, al fin y al cabo tienes tu más relación con mi familia que yo mismo, ¿no? Quiero decir tu sigues sus mismos ideales y todo eso...

-Black...

-Buenas noches Snivellus – dijo Sirius cortando la conversación y cogiendo a Harry por un hombro salió dirección a su habitación, seguidos muy de cerca por un James orgulloso de su amigo

Cuando llegaron a la habitación encontraron a Remus rodeado de libros. Todos ellos de hechizos de ataque y defensa.

-He estado mirando algunos hechizos, Harry – le dijo mientras éste se sentaba ilusionado al lado de su profesor – algunos son complicados, otros más fáciles y de igual resultado, no sé, dependiendo de tu progreso escogeremos unos o otros – Remus le sonrió - ¿muy cansado? – le preguntó.

-No, solo necesito una ducha y estoy como nuevo

-Pues...¿tienes tu horario por aquí?- le preguntó James.

Harry rebuscó entre su mochila, sacó un arrugado papel de dentro de un libro y se lo tendió a su padre.

-Muy bien, pues si quieres mientras te duchas nosotros miramos a que horas hacemos las clases.

No hizo falta que se lo dijeran dos veces. Dando una sonrisa de agradecimiento Harry se levantó y fue hacia el cuarto de baño. Diez minutos después, un Harry más descansado salía de nuevo al salón, donde los tres adultos estaban sentados alrededor de una mesa mirando todos el mismo trozo de papel.

-Harry, ¿estás seguro que es este es tu horario? – preguntó James.

Extrañado, Harry se apretujó entre los tres y vio que, efectivamente, el papel que su padre decía era su horario.

-Sí, ¿por qué?

-Porque tienes menos horas libres que el sastre de Dumbledore – dijo Sirius y viendo que Harry no pillaba la broma le explicó – ¿no te has fijados nunca que Albus nunca lleva la misma túnica dos veces?

-Padfoot, esa broma perdió su gracia cuando estábamos en cuarto – le reprendió Prongs.

-Pero Harry es nuevo – se defendió Sirius – ¿a que es bueno pequeñajo? – Harry puso los ojos en blanco – bueno, pues tienes menos horas libres que el psicólogo de Snape – insistió Sirius y aunque Harry intentó disimular la risa fracasó estrepitosamente, cosa que enorgulleció a Sirius.

-Y después de Padfoot el perrito payaso, nos toca el horario Harry – dijo James ganándose una mal mirada de parte del animago.

-Pues sí – intervino Remus sin mirar en ningún momento a Sirius – mirando tu horario solo podemos entrenar dos tardes y media, que son los martes, los jueves y un rato los viernes.

-¿Y que pasa con les lunes y los miércoles? – quiso saber Harry.

-Los lunes tienes quidditch y los miércoles oclumancia – explicó James

-Por lo tanto dedicaremos los martes a defensa después de la cena y antes de astronomía – dijo Remus.

-Síp, los jueves una horita con nosotros – dijo James refiriéndose a las clases para animago – y luego otra con Moony.

-Y los viernes después del quidditch otra hora de animago – intervino Sirius.

-¿Y por que no hacemos clases también los sábado y los domingos?

-Te olvidas de un pequeño detalles, Harry – dijo Remus – estás en Hogwarts y tienes más asignaturas donde te ponen tareas y exámenes y este año, encima tienes los TIMOS.

-Y otra cosa. Tienes quince años y también tienes que divertirte, estar con tus amigos, descansar...- acabó diciendo Sirius.

Harry se los quedó mirando. Era verdad, haciendo todo eso tendría muy poco tiempo para estudiar, y hacer tareas aparte de estar con Ron y Hermione. Pero bueno, el esfuerzo valía la pena.

-Con ese horario ¿cuándo pensáis que podría tardar en ser animago?

-Para ser animago hace falta tener una buena base teórica – explicó James.

-Mañana buscaremos las notas que hicimos, con eso resultará más fácil que si estudiamos de los libros – continuó Sirius.

-Y con las dos horas por semana – tomó la palabra otra vez James – si todo va bien, por navidad podríamos empezar a probar la transformación.

-¿En navidad? – exclamó ilusionado Harry.

-Si todo va bien, tampoco te hagas muchas ilusiones – le dijo su padrino despeinando el pelo aun mojado de su ahijado.

Luego estuvieron un rato más hablando de donde darían las clases, de si se lo dirían a Dumbledore (Harry se mostraba totalmente en contra) y algunas cosas más. No fue hasta que a Harry se le empezaban a cerrar los ojos que decidieron que era mejor irse a dormir.

Después de meterse en la cama que Harry tenia en la habitación (no era la primera vez que se quedaba a dormir allí) Harry decidió que se lo contaría todo a Ron y Hermione, al fin y al cabo siempre habían estado a su lado y se merecían saber sus planes. Por la mañana iría a la sala común y hablaría con ellos. También tenia que buscar la escoba...

***

Una cosa antes de despedirme..he estado pensando, que como muchos de vosotros sois seguidores desde casi el principio del fic, si queréis y me pasáis vuestra dirección de correo os puedo enviar un mail cada vez que actualice para haceros saber que he subido un nuevo capitulo.

Si queréis en un review me mandáis la dirección, ok?

Solo eso. Besos a todos y hasta la proxima!

Pekenyita