Manos a la obra, gracias a :
Lelekasha: Buenas...espero que este capitulo te guste. A mi me gustó. Besos y gracias!
Vivi: jejeje...de momento no habrá 'rompimiento amoroso' como tu dices....jejej Aquí tienes sangre, Voldemort y demás...Nos vemos!
Gala Snape: La mayoría de gente quiere la pantera y seguramente ese será. Ya no queda mucho para decidirlo. Gracias!
Jessytonks: Sí, no hay nada de Halloween, es verdad. Pero algún año tendrían que cambiar, no? Bueno, thanks y espero tu opinión en este capitulo.
Niniel204: Te gustó el partido?? Yo tenia mucho miedo de escribirlo, no sabía como hacerlo, me alegro que te gustara. Nos vemos!
Looony Moony: Hola, la chica no es Cho, trankila...jejej Te dejo que leas, besos!
Raziel Black: Ya queda poco para Harry animago, dentro de uno o dos capítulos llega navidad y ahí se transforma. Thanks!
Amazona Verde: Un unicornio negro...no lo había pensado, pero casi todo el mundo quiere una pantera y seguramente ese será pero puede haber un cambió. Me documentaré sobre el unicornio negro...Bueno bss y thanks
Jack Dawson: Hola! Acabo de rebre el teu mail….es que els lios de familia son una merda…bueno al final he ficat que son cosins si no es així ja ho cambiare…o.O'. En fi, gracies i fins despres.
Agus y Moony: jejej, me pasé un rato buscando cuales podrían ser las firmas y a mi me gustaron, me alegro que a ti también. Thanks bss
Dimebonitareina: Ya aparece Tonks. Yo creo que James siempre se acuerda de Lily pero que no lo aparenta para no preocupar a Harry y los dos merodeadores. Muchas gracias!
Landrover koji: Hola! Ya me lo han preguntado lo de meter en peor recuerdo de Snape y me lo estoy pensando...ya veré. Casi seguro que será una pantera... Nos vemos!
JEsSiK BlAcK tOnKs: el diario lo continuaré pero de momento no....Muchas gracias, nos vemos! Bss
Alejandra V: Ya actualizo. Gracias! La conversación se me hizo muy pobre...pero bueno...ya esta hecho! Espero que este te guste. Bss
Kala: Hola! Gracias! Aki esta la continuación!
Gala Potter: Me alegro que te gustaran los sobrenombres! Me costó mucho decidirme cuales poner....Muchas gracias! Bye
RidDles girl: Hola! La chica de Harry será una creación mía...espero que te guste. A mi Ginny no me gusta...lo siento! Bueno sigo, ok? Besos!
Raipotter: Hola! Gracias! Dejo que leas, ok? Bss
Narua Black: Me alegro que te gustara, no las tenia todas conmigo. Gracias por todo. Bye!
Zeisse: Continuo, a si ves lo que ha hecho Voldie esta vez. Bueno besos!
Katie Lupin: Actualizo ya! Jeje besos! Thanks
Fermione : me encantan tus reviews kilométricos, en serio. Normalmente actualizo el fic cada semana, semana y media, dependiendo de la faena que me manden en la universidad. Otro voto más para la pantera, casi todo el mundo quiere una pantera y supongo que ese será. Jejeje se que en el momento del baile era ideal para poner a la chica de Harry pero como lo sabia no lo puse ahí. Jejej, Tu trankila que pronto saldrá! Muy pronto! Bueno, muchos besos y nos vemos! Espero que te guste.
Gipsy11: Hola! Gracias! Nos vemos!
Snitchplateada: Hola! Sigo! Gracias! Espero que te guste.
Elizabeth Black: Hola! Don ets? Me nalegro que tagradi el fic. Els alumnes estan ja tan acostumats a tenir profes raros que ni preguntes...jejej. El diari de la Lily, vaig escriure el primer capitol, pero no le continuat. Kuan acabi aquesta historia continuaré amb laltre. Es titula el diario de Lily 1971 o algu així. Vinga ens veiem!
Y ahora si que os dejo con el capitulo. A disfrutar!
Capitulo 25: My time has just begin
El tiempo cada vez era más frío. Ahora casi cada día llovía y en 15 días apenas habían visto salir el sol. Ese tiempo hacía que todo el mundo estuviese más apagado, tanto que incluso las peleas típicas entre estudiantes habían disminuido. Todo el mundo iba de una clase a la siguiente y cuando su horario acabada, se dirigían directamente a las salas comunes, el único lugar donde se estaba caliente.
Era 20 de noviembre. Martes. Un chico corría a toda velocidad por los pasillos. Llegaba tarde y todo por quedarse dormido. Después del entrenamiento de quidditch del día anterior tuvo que hacer muchas tareas atrasadas (con todos los entrenamientos extras que tenia no daba abasto) y se fue a dormir muy tarde y esa mañana, aunque Ron lo había despertado se había vuelto a quedar dormido y ahora pagaba las consecuencias.
Frenó en seco delante de la puerta. Miró el reloj, 7 minutos tarde...Llamó con fuerza en la puerta y abrió.
-Buenos días señor Potter, acabábamos de preguntar por usted.
-Lo siento profesor Black, me quedé dormido – dijo con la cabeza un poco gacha y las mejillas sonrojadas por el esfuerzo.
-Pues ya se que te regalaré en tu próximo cumpleaños – dijo serio pero con ojos risueños – venga pasa que hoy la clase creo que te interesará.
De camino a su pupitre, Ron y Hermione le había guardado un sitio, escucho de fondo la voz de Remus.
-Cinco puntos menos, señor Potter.
Harry levantó la vista y vio como Sirius y James miraban a Remus con un poco de reproche, y Remus miraba a Harry pidiéndole perdón, pero Harry sabía que era su obligación y así se lo hizo saber al pobre Remus enviándole una sonrisa de culpabilidad.
-Bueno, como íbamos diciendo – retomó James la palabra – hoy la clase tratará sobre animagos – dijo y Harry levantó la vista sorprendido.
-Pero no hablaremos de la forma en que una persona se transforma en animago, ya que eso lo habéis estudiado en transformaciones en tercero – dijo Sirius, que recordaba perfectamente a Hermione, en la casa de los gritos, diciéndole a Remus que James, Wormtail y él, no podían ser animagos.
-Hablaremos de un hechizo que sirve para devolver de nuevo a la forma inicial de la persona – continuó Remus.
En ese momento Seamus Finnigan levantó la mano.
-¿Sí señor Finnigan? – cedió la palabra James.
-¿Y de que nos servirá ese hechizo? Quiero decir, hay muy pocos animagos en el mundo y todos están registrados por el ministerio, por lo tanto la gente que tiene esa capacidad nunca harán nada malo, nunca nos atacarán porque si se hubiesen transformado para hacer algo malo el ministerio no hubiese dejado transformarse, ¿no? – acabó diciendo Seamus, consciente de que su exposición no había quedado del todo clara.
Con una sonrisa en los labios Sirius respondió.
-No necesariamente. Hay muy pocos magos pueden transformarse en animagos, eso es cierto, pero no necesariamente todos están registrados. El ministerio los registra porque la transformación es muy complicada, pero quizá algunos magos que están alrededor de Voldemort se han transformado sin decir palabra al ministerio. Es una posibilidad.
-Y es por eso que os enseñaremos el hechizo. Es un hechizo muy simple – explicó Remus – y si se echa sobre un animal verdadero no le pasará nada, pero en cambió si éste es un animago, poco a poco aparecerá la forma de verdad de la persona.
La clase continuó hablando del hechizo y practicándolo, aunque como no había ningún animago cerca (registrado quiero decir) y como Sirius había dicho que la profesora McGonagall no había querido presentarse voluntaria, practicaron el hechizo a peluches que los merodeadores habían traído ("para hacer la clase un poco más real" según James). Fue una clase muy divertida, donde los alumnos se lo pasaron en grande lanzando hechizos a gatos, perros, gorilas, lobos y hasta a ciervos de peluche.
Para desgracia de los alumnos la clase acabó demasiado temprano para su gusto y se fueron a su siguiente clase dejando a los merodeadores recogiendo los peluches.
-Buenos noches, Albus, ¿tienes unos minutos?
-Claro, James, pasa.
James pasó y en vez de dirigirse al sillón de enfrente al escritorio de Dumbledore se dirigió donde el fénix de éste descansaba en su percha.
-¿Ocurre algo James? – preguntó el director.
-Veras Albus – dijo James lentamente – he estado pensando que como estas serán la primeras navidades que pasaré con Harry me gustaría pasarlas en casa, no en el castillo.
-¿Cuando dices en casa te refieres a la del valle de Godric? –dijo Dumbledore.
-Sí, esa misma. Sé que está destruida, pero lo tengo todo pensado, podría arreglarla, seguro que Remus me ayudaría y que Sirius...bueno a Sirius tengo que convencerle para que vuelva allí, ya que no quiere ir, pero seguro que al final le convenzo y entre todos podemos ponerla decente para pasar la navidad.
Al ver que Albus no estaba del todo convencido James continuó.
-Mira Albus es la primera navidad que paso con Harry y también puede ser la ultima, ya lo sabes. Quiero vivirla como una familia de verdad. Llevamos 5 meses encerrados aquí.
-Claro, James, merecéis pasar un tiempo tranquilos.
-¡Perfecto! Gracias Albus – dijo y abrazó al director, estaba muy contento – pero no le digas nada a Harry aún, de acuerdo, quiero que sea una sorpresa.
Al día siguiente, Harry estaba almorzando en el Gran Comedor. Estaba vez no se había dormido y ahora estaba poniendo en un bol una gran cantidad de cereales. Ron a su lado estaba hablando con Neville sobre los deberes de herbólogia y Hermione estaba leyendo un libro ya que esa mañana aun no le había llegado el periódico profético.
Harry apenas había tomado dos cucharadas de cereales cuando el director se levanto de su silla, haciéndose silencio en el Gran Comedor. De repente Harry se dio cuenta que todos los profesores tenían caras muy serias. Miró a James, Sirius y Remus y vio como ellos lo estaban mirando fijamente a él como vigilándolo. Se le hizo un nudo en la garganta. Algo grave había pasado.
-Un momento de atención por favor – empezó, aunque era una tontería pedir atención porque todos ya estaban ansiosos por saber que había ocurrido – esta noche, Lord Voldemort ha reaparecido públicamente – dijo y en el Gran Comedor se escucharon exclamaciones de sorpresa y pánico – a pesar de que reapareció a finales del curso pasado, hasta esta madrugado no había hecho acto de presencia y esta vez lo ha hecho de la forma más cruel, ha atacado a todo un poblado muggle, dejando después su marca para que todo el mundo supiera de la autoría del crimen...
En ese punto Harry dejó de escuchar. Un poblado muggle. Era monstruoso. Esas pobres personas no podían defenderse. Había atacado consciente de todo el daño que haría. De repente sintió que una gran rabia nacía en su interior y sin darse cuenta, todo lo que estaba a su alrededor estalló. Los vaso, platos y ventana de su lado quedaron hechas pedazos.
El director y los merodeadores se levantaron enseguida y se dirigieron al lado de Harry. Por suerte todo lo que había estallado no había herido a nadie.
-Es mi culpa – gritó Harry fuera de sí- ¡todo esto es mi maldita culpa! – James avanzó algunos pasos hasta llegar a él y le colocó una mano en su hombro, pero Harry rechazó el contacto – si yo aun continuara soñando con Voldemort hubiese podido avisar, ¡pero no! Tuve que quejarme por los sueños, y mira el resultado cientos de personas muertas, más muertos en mis espaldas...¡ESTOY ARTO!
-Harry, no es tu culpa – intervino Sirius, muy pálido, al lado de James.
-SÍ que lo es y lo sabéis – dijo y salió corriendo del Gran Comedor, dejando a Sirius y a James con la palabra en la boca.
Sirius iba a seguirlo pero James lo cogió por el brazo y se lo impidió.
-Déjalo, necesita estar solo – dijo suavemente y se giró para mirar el desastre que su hijo había ocasionado.
-¿Quieres hablar?
-No
-Harry no te culpes. Tu eres una victima no el asesino.
-Podría haberlo evitado.
-Eso nunca lo sabremos.
Habían pasado ya un par de horas desde el desayuno. Las clases de ese día se habían cancelado y los alumnos se encontraban ahora en sus salas comunes, comentando exaltados los acontecimientos de la mañana.
Menos uno. Harry después de salir corriendo del Gran Comedor se había dirigido a los terrenos de Hogwarts, debajo de un gran árbol, desde donde podía divisar el lago. Llovía con intensidad y hacía mucho frío, pero eso a Harry no le importaba, al contrario, le gustaba. Le gustaba la sensación de tranquilidad que aportaba el golpeteo de las gotas de agua en las hojas de los árboles, el repicar cuando caían en el suelo. Le relajaba. Le hacia sentirse aislado del mundo.
-¿Cuantas vidas más se habrán de perder por mi culpa, papá?
James iba a contestar pero Harry se adelantó.
-Primero fue mamá, después Cedric y ahora todos esos muggles que no tienen la culpa de nada, que no están implicados en esta guerra. Y todo eso solo porque me quiere matar a mi. Ojalá me hubiese matado hace 14 años - dijo con voz ahogada Harry y hundió la cara entre las manos.
James no pudo hacer más que abrazar a Harry y al hacerlo se dio cuenta que éste estaba helado y temblada furiosamente. James no supo decir si estaba temblando de frío o de impotencia.
-Mira Harry, no sabemos que hubiese sucedido si tu hubieses muerto esa noche, pero seguramente el numero de muertos hubiese sigo muchísimo mayor. Lo que sucedió esa noche hizo que el mundo mágico viviera 13 años de paz, donde no hubo ningún muerto.
-No me sirve de consuelo – insistió Harry. Luego de eso un silencio se apoderó de los dos.
-Esta noche habrá una reunión en el despacho de Dumbledore donde se hablará de lo que sucedió ayer. Vendrán algunos aurores y Albus ha dicho que quiere que tu estés presente – explicó James mirando al vació, Harry al escucharlo se sorprendió. ¿Dumbledore quería que el estuviese presente?
¿El mismo Dumbledore que siempre le ocultaba cosas?
-¿Por qué? – se limitó a preguntar.
-No tengo ni idea – reconoció James – ¿sabes Harry? Lo de esta mañana, la explosión que ha habido a tu alrededor....- empezó a preguntar James, pero Harry le interrumpió.
-¿Alguien ha salido herido? – dijo con miedo. No lo había pensado más, estaba tan enfuscado que no había pensado en que quizá alguien se había hecho daño.
-No y eso es de lo que te quiero hablar – dijo James mirando fijamente a los ojos de su hijo – cuando un mago ya sabe dominar sus poderes, es muy extraño que cosas así sucedan, incluso si estas muy muy enfadado, enrabiado. Eso me da a pensar que tienes un poder que aun no dominas de lo inmenso que es – dijo para sorpresa nuevamente de Harry – y lo más extraño es que nadie ha resultado herido, los fragmentos de vidrio y cerámica de los platos han rodeado a tus compañeros pero ninguno ha hecho un rasguño a nadie. Harry, ¿eras consciente de lo que hacías? – preguntó muy interesado.
-No, no tenia ni idea de lo que hacia....solo....solo he sentido mucha rabia y luego, todo estalló. Debe haber sido cuestión de suerte que nadie se hiciese nada...- contestó muy seguro de sí mismo.
-Ya.... – dijo James sin mucha convicción – bueno será mejor que vayamos al castillo, estas helado – dijo y después de quedar para las 7 en el despacho del director se despidieron.
Cuando Harry entró en la sala común una multitud de gente se acercó a él a hacerle preguntas sobre lo del desayuno. Si no hubiese sido por Ron y Hermione, Harry hubiese permanecido en el de la sala medio intentando librarse de la oleada de preguntas, pero con ayuda de sus amigos logró entrar en su habitación, donde contó, a ellos sí, lo que había sucedido y lo que había hablado con su padre después.
Como veía que en la hora del almuerzo el alboroto de gente volvería a acosarle, se quedo en su habitación haciendo tareas y esperando que ffuera la hora indicada para ir al despacho.
A las 7 menos cuarto, y con la capa de invisibilidad se escabulló de la sala y salió rumbo al despacho.
Al llegar, se dio cuenta que como era costumbre cada vez que iba al despacho, no sabía la contraseña y no tubo más remedio que esperar que alguien llegase. Y ese alguien tuvo que ser ni más ni menos que Severus Snape, que no hizo ni un comentario, es más ni se digno a dirigir una mirada a Harry. Éste, agradecido por la indeferencia de su profesor lo siguió por las escaleras de piedra automáticas y una vez dentro del despacho se dirigió donde Sirius Remus y James le había guardado un sitio.
En la sala reinaba un silencio tenso a pesar de la gente que allí había. Estaban la profesora McGonagall, y Severus Snape, también estaba para sorpresa de Harry, Ojoloco Moody, con su ojo mágico que no paraba de saltar y mirar a Harry, cosa que lo ponía muy nervioso. El director estaba charlando seriamente con dos magos que Harry no había visto en su vida: un mago alto y corpulento, de piel negra que imponía respeto y una bruja muy joven de no mucho más de veinte años, con el pelo rojo muy brillante.
-Buenas tardes a todos – dijo el director mirando a todos – antes de empezar, Harry te presento a Nymphadora Tonks – dijo señalando a la bruja más joven, que parecía muy simpática.
-Un placer conocerte Harry, pero por favor llámame solamente Tonks – dijo con una sonrisa.
-Y a Kingsley Shacklebolt – el mago negro, que hizo una inclinación con la cabeza – os he mandado reunir porque creo que es hora de volver a unir a la antigua orden.
Aunque para Harry eso no significo nada, pudo notar como el resto de presentes se tensaban.
-La última vez no tuvo ningún éxito – dio Sirius muy bajo, pero perfectamente audible en la silenciosa sala.
-Nadie te dice lo contrario Sirius – contestó amablemente Dumbledore – pero esta vez estaremos mejor preparados.
-¿Qué es esta orden? – preguntó Harry al oído de James, que se encontraba a su lado.
Todos estaban hablando de una tal orden pero nadie decía que era...
-La orden del fénix, Harry – volvió a responder Dumbledore, que al parecer tenía la capacidad para oír todo – Antes de que tu nacieras, los aquí presentes, y más gente que por desgracia pereció en las misiones teníamos una organización que luchaba en contra de Voldemort. Al desaparecer Voldemort y ya que la mayoría de los mejores miembros estaban fuera de combate – dijo mirando a Sirius y a James – disolvimos la orden. Pero ahora deberíamos volver a unirla.
-¿Y qué pinto yo en todo esto? – se le escapó a Harry. Vale, eso de la orden estaba muy bien, ¿pero por qué lo llamaban a él?
-Pues, Harry, tu pintas mucho, yo diría que más que nadie. Quiere que te unas a la orden.
-¿Qué? – exclamaron cuatro voces. Los tres merodeadores y el mismo Harry.
-¿Te has vuelto loco, Albus? -Exclamó James – es muy pequeño aun, no es mayor de edad, no lo pienso permitir – dijo indignado James.
-claro que no – ratificó Sirius a su amigo. Remus estaba de la misma opinión.
-Por favor chicos – intervino Albus con tranquilidad, mucha tranquilidad para gusto de los merodeadores – Aunque os empeñéis a ver a Harry como a un niño pequeño, él es mucho más poderoso de todos los que estamos aquí presentes, y no os hagáis el tonto porque todos lo sabéis. Voldemort sabe que el único que lo puede derrotar es él y es por eso que va por el – dijo Dumbledore con aparente tranquilidad, pero Harry tuvo la sensación de que no lo decía todo – ya se ha enfrentado a él en 4 ocasiones, más de la que ninguno de nosotros se ha enfrentado y en todas a salido vencedor.
-No vencedor, ha salido vivo con mucha suerte en algunos caso – interrumpió Sirius.
-Por eso creo que seria bueno para Harry – continuó Dumbledore simulando no haber escuchado la observación de Sirius – estar rodeado de excelentes magos, para que cuando se tenga que enfrentar de nuevo a Voldemort poder salir otra vez vencedor.
-Y dale con vencedor - insistió Sirius.
Harry lo escuchaba todo como si la cosa no fuese con el. ¿Él en la orden del fénix? ¿una orden para luchar contra Voldemort? ¿Él, el mas poderoso de todos? Necesitaba pensar en todo eso.
-Y además con las clases que los tres le estáis dando a Harry por las tardes – dijo como si nada Albus, haciendo levantar la vista a los tres merodeadores y sacando a Harry de su particular mundo ¿cómo se había enterado? – y las clases de oclumáncia, Harry será reconocido como el mago más poderoso del mundo.
-Eso esta muy bien Albus – intervino por primera vez Ojoloco Moddy – pero hasta que Potter llegue a ser el mago más poderoso puede tardar años y no sabemos cuando tendremos que luchar contra ese desgraciado, puede ser que sea este año.
-Alastor, te sorprenderías de lo poderoso que es ya Harry – contestó Albus con un deje de orgullo en la voz – para los que no lo sabéis Harry es capaz de hacer magia sin varita, hechizos verdaderamente poderosos.
Todas las miradas se centraron en Harry que sintió como se ruborizaba. No le gustaba ser el centro de atención.
-Pero todos estamos hablando de la incorporación de Harry en la orden pero aún él no nos ha dicho si esta dispuesto a entrar – comentó el director – Harry, no tienes porque hacerlo, si dices que no , todos lo entenderemos. Entrar en la orden representa mucho riesgo ¿Estas dispuesto a arriesgar tu vida para luchar por el bien?
Harry no contestó en seguido. Primero suspiró y luego miró a los presentes. McGonagall lo miraba con tristeza. Seguramente pensaba que era muy joven para eso. Snape continuaba con su mirada fría, que Harry no pudo descifrar. Albus y Moddy lo miraban con esperanza. Tonks y Shacklebot lo miraban sorprendidos por todo lo que se había dicho del niño más famoso del mundo mágico. Y por último estaban los merodeadores. Harry pudo notar que en sus ojos se reflejaba miedo. Miedo a que se uniese y le pasara algo, miedo a perderlo. Le suplicaban que no se uniera, que dijera que no. Pero él ya había tomado una decisión.
-Lo siento – dijo mirando en dirección a los merodeadores – pero tengo que hacerlo – en su voz se oía firme, con decisión – prometí que vengaría a mamá –dijo mirando fijamente a los ojos de su padre - y esta es la mejor manera. Director, estoy dispuesto a luchar para la orden.
Después de la decisión de Harry, la reunión duro unos minutos más comentando los informes que los dos aurores habían traído del ministerio. Al finalizar, Albus emplazó a todos a una nueva reunión la cual ya datarían y despidió a todos. Luego él se puso a hablar con los dos jefes de casas y con Ojoloco Moddy, mientras que Tonks y Shacklebolt se fueron hacia los merodeadores, que estaban un poco hundidos, y hacia Harry.
-Ei, primito que aun no nos habíamos saludado – dijo Tonks felizmente mientras abrazaba a Sirius.
-Hola, Tonks me alegro que estés tan bien – contestó Sirius, correspondiendo al abrazo, pero un poco ideo.
Shacklebolt estaba saludando a Remus, que se encontraba en el mismo estado que Sirius.
-Como ha dicho el viejo loco – dijo Sirius con rabia – esta es Tonks, es mi prima favorita.
-Un placer conocerte Harry – dijo dándole dos besos.
-Igualmente – contestó educadamente Harry.
Mientras Sirius y Tonks, hablaban de la familia (la familia que no los había desheredado) Harry observó como su padre intentaba esquivarle la mirada y se acercó a él.
-Papá no quiero que... – empezó a decir pero James hizo un gesto para que callará.
-Aquí no, ven – le dijo y salió del despacho.
Harry lo siguió en silencio. Él pensaba que hablarían en el pasillo pero rápidamente se dio cuenta que no era así. Anduvieron un buen rato en silencio hasta que James se detuvo. Era la torre de astronomía. James se sentó en el suelo e invitó a Harry a su lado.
-¿Estás enfadado? – preguntó tímidamente el pequeño de los Potter
-No, no estoy enfado. Al fin y al cabo sabía que tarde o temprano acabarías diciendo que sí.
-Entonces...
-Lo que estoy es preocupado, asustado de que te pase algo- reconoció James mirando en los ojos a Harry.
-He de hacerlo, necesito hacerlo.
-Lo sé, lo sé. Pero prométeme que vencerás y que no saldrás herido. No podría soportar que te pasará algo, no podria sobrevivir si te perdiese...
-Lo venceré y podremos vivir juntos sin preocupaciones.
-Claro, vivir juntos.
Dos días después la escuela continuaba igual de revolucionada que el mismo día del anuncio del ataque. Harry continuaba recibiendo preguntas, y el trabajo que tenía se había duplicado. Las clases con los merodeadores se habían duplicado en cuanto a dificultad y ninguno de los tres se apiadaba de él cuando estaba agotado. Harry tenía la sospecha de que era una venganza por haber dicho que sí a la orden. Las clases de animago también se habían complicado, ya que según Sirius y James estaban llegando en el punto clave. Y como de costumbre en ese año tenía poco tiempo para todo. Acabada de salir de clase de Herbologia en el invernadero 3 y estaba perdido de tierra y mojado por la lluvia del exterior y para acabar de rematarlo estaba hambriento. Ron y Hermione estaban delante de él, comentando las vacaciones de navidad (faltaba un poco más de un mes)
Dejando que los dos tortolitos hablaran con tranquilidad, el sacó de su repleta mochila un libro de defensa antiguo que Remus le había dejado. Esa tarde, después del entrenamiento de quidditch tendría una clase extra de defensa aparte de la de animago que tocaba.
Estaba buscando un hechizo en particular que no recordaba con claridad cuando de repente chocó contra algo. O mejor dicho contra alguien.
-Potter ¿quieres mirar por donde vas?
Lo que le faltaba, Draco Malfoy. Desde hacía días que no lo veía, excepto en las clases de pociones que compartían con los Slytherin.
-Mira lo que has hecho Malfoy – dijo enfadado Harry al ver el libro tan antiguo tirado por el suelo.
Harry ya se esperaba un duelo con Malfoy pero milagrosamente Malfoy solo dijo unos cuantos insultos y entró en el gran comedor.
Un poco sorprendido aun, Harry recogió el libro del suelo, inspeccionando que no se hubiera roto. Por suerte, parecíael libro era más fuerte de lo que aparentaba y se dispuso a seguir por su camino cuando una mano en su brazo lo hizo girar. Una chica de pelo rizado con el escudo de Ravenclaw en la túnica le tendía un papel.
-Perdona, se te ha caído esto del libro – dijo
-Ei, muchas gracias - dijo Harry recogiendo el papel que le tendía la chica. Era la foto de sus padres en el lago que James le había regalado hacía ya algún tiempo.
Harry se fijo en la chica. Era morena con el pelo rizado y algo largo, tenia los ojos azules oscuros, de un color extraño de definir.
-Tu madre era muy guapa – dijo la chica.
Harry dejó de mirar a la chica y centró su vista en la foto.
-¿Cómo sabes...?
-¿...qué es tu madre? Lógico: el chico es igualito a ti, y claramente es el profesor potter y...bueno los ojos de la chica son idénticos a los tuyos– dijo dulcemente la chica con una sonrisa.
-Touché – dijo Harry sonriendo mirando de nuevo a los ojos de la muchacha – no hace falta ser un gran detective...
-Pues no...
Se hizo un silencio, mientras que Harry buscaba algo para decir. No sabía por que pero le había caído bien esa chica.
-Vamos Harry que tengo hambre – se escuchó desde lejos. Por supuesto, era Ron.
-Te están esperando – dijo la chica sonriendo.
-Pues que esperen....
-¡¡¡Harry!!!
-¡Que ya voy!! – gritó Harry. Y luego soltando un suspiro volvió la atención la chica de enfrente – oh Dios que pesado, como si fuese yo quien le tuviese que meter la comida en la boca – dijo y la chica se rió.
-Pues será mejor que te apures o al final te va a comer a ti.
-Será mejor, pues bueno, gracias y nos vemos – dijo un poco tontamente Harry.
-Hasta luego.
Cuando los dos ya se habían ido en direcciones contrarias, Harry cayó en la cuenta que se le había olvidado algo.
-Por cierto....¿cómo te llamas? – gritó por encima de las cabezas de la gente que entraba al comedor.
-Ah, misterio....te dejo con la intriga. Un placer conocerte, Harry Potter – dijo resaltando su nombre.
-¡No es justo! – dijo de forma juguetona Harry, pero solo obtuvo un guiñó de parte de ella y él se apresuro a seguir a Ron.
Ya en el Gran Comedor, sin saber muy bien por qué lo hacía, buscó a la chica sin nombre en las mesas y la encontró en la de Ravenclaw hablando con una chica un poco extraña, muy rubia y despeinada con el pelo hasta la cintura con ojos muy saltones. Esa chica la había visto hablar con Ginny alguna vez, quizá ella supiese como se llamaba...
-Oye Ginny – le preguntó. La pequeña de los Weasley estaba sentada a su lado hablando con Seamus Finnigan - ¿Sabes quién es esa chica? – le dijo señalando a la mesa de Ravenclaw.
-¿Quién? ¿la rubia? – dijo esta
-No, la de al lado, la del pelo rizado.
-Sí, se llama Yael Morrison, va a mi curso, alguna vez he hablado con ella, es muy simpática.
-A si que se Yael, eh.. – murmuró para si mismo Harry con una gran sonrisa en los labios.
-¿Y por que preguntas por ella? – preguntó intrigada Ginny.
-¿Eh?
-Nada, nada, que aproveche – dijo Ginny y volvió a centrar su atención en Seamus.
Durante toda la comida, Harry estuvo maquinando un plan para poder encontrar a Yael. Fue por eso que apenas prestó atención cuando Sirius apareció por detrás diciéndole que la clase de hoy se haría en una aula desierta del quinto piso.
Harry seguia con el postre, cuando vio que Yael se levantaba con la chica rubia y otra chica de pelo castaño, él se despidió de Ron y Hermione y salió tras ellas.
Las alcanzó en el vestíbulo de entrada. Se colocó detrás de ella y le dijo suavemente al oído.
-Hola Yael.
A pesar de que fue dicho muy flojo la chica saltó del susto y Harry se echó a reír.
-No te rías que un poco más y me muero – dijo con una mano en el corazón.
-Es que ha sido muy bueno – dijo aun riendo Harry.
Intentando cambiar de tema Yael presentó a sus dos amigas.
-Ellas son Luna Lovegood y Ethel Sky – dijo señalando a la rubia y la castaña respectivamente.
Después de los saludos de rigor, las dos amigas se fueron porque según Luna, tenía que encender una velas dentro de 5 minutos y no llegaría a tiempo si quería que la luna brillara de color rojo esa noche.
-Mejor no preguntes – le dijo Yael a Harry al ver que este iba a abrir la boca para preguntar sobre las velas y la luna– ¿por cierto como has sabido mi nombre?
-Uno que tiene recursos – dijo haciendo un poco el chulo.
-Ya, yo más bien diría amistades...
Harry iba a decir algo, cuando por segunda vez en ese día alguien interrumpía su conversación con Yael.
-Buenas tardes señorita Morrison – dijo James. Éste tenia una sonrisa que a Harry se le antojó peligrosa – Harry te ha dicho Sirius....
-Sí, sí, me lo ha dicho en la comida – recalcó Harry.
-Bueno prefería asegurarme, ya sabes como es. Y vosotros será mejor que vayáis a vuestras clases se hace un poco tarde.
Y dicho esto James se marchó no sin antes guiñarle el ojo a Harry.
-Será mejor que le hagamos caso, ya es un poco tarde – reconoció un poco incomoda ella.
-Eh, sí, será mejor, ahora me toca a McGonagall. Pues bueno, nos vemos por los pasillos y por ahí, ¿no? – dijo esperanzado Harry.
-Sí, claro, hasta luego – dijo y con una última sonrisa desapareció por las escaleras que llevaban a la sala común de Ravenclaw.
-Eso espero – murmuro Harry y se fue rápidamente hacia su sala común. Quería darse una ducha rápida antes de esta terrorífica tarde.
Bueno, se acabó el capitulo. Es bastante largo, ¿no?
Harry esta en la orden y hemos conocido a un nuevo personaje, la chica de Harry....que os parece? os gusta? Más adelante la conoceremos más.
Espero vuestros comentarios. Muchos besos a todos!
