Muy buenas a todos!! Señores esto ya se acerca a su fin. Este es el último capitulo sin acción propiamente dicha. En el próximo, aparte de los TIMOs conoceremos quien es el espía y dejaré la cosa para la gran batalla.

Casi todo el mundo me hace la misma pregunta por lo que la voy a contestar en común:

-NO voy a continuar el fic una vez acabe Volví. El fic acabará como puede acabar cualquier libro de Rowling. Harry acabará el curso y volverá a casa. Pero yo no escribiré su sexto curso. ¿El motivo? Principalmente dos: Uno, quiero tomarme un tiempo de descanso. Después de más de un año escribiendo y subiendo capítulos prácticamente cada semana, me apetece estar un tiempo sin escribir. Dos, me gusta demasiado esta historia y no creo que pueda escribir ninguna otra con tantas ganas como lo he hecho con esta. Si no la he dejado a medias a sido, en gran parte por vuestro maravillosos reviews y otra gran parte porque me he divertido mucho escribiéndola y ya sabéis para escribir algo más malo prefiero no hacerlo.

Con esto no quiero decir que nunca más me veréis por aquí, nop, quien sabe quizá un día me da la vena y me pongo a escribir el sexto, o se me ocurre otra loca idea, pero no en un principio no, ¿vale?

Y bueno, no tengo mucho tiempo ahora mismo y lo que me apetece hacer ahora es empezar ya el siguiente cap, por lo que...me perdonáis si no contesto a los reviews individualmente? Cuando tenga un poko de tiempo los contesto, ok?

Muchas gracias a :

Padma721, Elizabeth Black (Aviat sabras qui es l'espia una mika mes de paciencia), Tanit, Lladruc, Zeisse, HermioneGranger91, Rosy (la felicidad no les va a durar mucho la verdad) Magu, blacklady, remus-lupin-black-darkg, Evan, RaiPotter (el espia lo veras prontito prontito. Quedan unos 6-7 capitulos más o menos y sip, habrá guerra final), Miranda Evans (no te equivocas ¬¬), kekoa-CCS (pues quedan unos 6 o 7 capitulos más o menos), Moonlight (la paz no durará mucho más), Gala Snape, The angel of the dreams (no te puedes ni imaginar lo que me costó la escenita!!), Kei-kugodgy (a partir de ahora los caps más o menos seran especiales, hace mucho que no se ve a los merodeadores luchar juntos), Looony Moony, Liuny, Jack Dawson, Beatriz2302, LorenaPotterB.

Bueno ahora sí, a leer!!!

Capítulo 43: In these arms

A la mañana siguiente Harry era el hombre más feliz del mundo. Se despertó tarde, muy tarde (más de la una de la mañana) pero con una sonrisa en los labios y una sensación especial en el cuerpo. Se levantó y se dirigió a la sala, donde su padre estaba sentado en el sofá esperándolo. Sirius aun estaba durmiendo y Remus había salido dejando una nota diciendo que regresaría por la tarde. Juntos, padre e hijo bajaron para dar una vuelta y luego entrar en el gran comedor para comer algo (el desayuno ya quedaba demasiado lejos)

Por los terrenos de Hogwarts había muchos alumnos disfrutando del sol que ese día brillaba especialmente cálido. James y Harry iban hablando del partido del día anterior, Harry aun estaba emocionado por la forma de ganarle a Malfoy, cuando debajo de un árbol divisaron a Ron y Hermione, Ron con cara de sueño.

-Ei chicos – saludó Harry chocando de manos con Ron y dando un beso a Hermione. Se notaba que estaba feliz.

-Mira el conquistador – dijo Ron mientras que Harry se sentaba a su lado y James en el de Hermione. Ésta, que tenía un libro de defensa en las manos no dudo en preguntarle una cosa a James y ambos se pusieron a hablar.

-¿Qué tal? A media fiesta desaparecisteis – le preguntó al pelirrojo aunque la verdad era bastante obvio donde habían estado.

-Eso pregunto yo...cuéntame algo, ¿no? Me muero de curiosidad de saber como se las gasta un Potter en dotes amatorias – James que lo escuchó rió y Harry procedió a contar, más o menos, como le fue.

Más tarde, cuando sus estómagos empezaron a quejarse, los Potter no habían desayunado, se dirigieron al gran comedor. En la entrada del castillo se toparon con la persona que justamente Harry más ganas tenía de encontrar. Su mujercita acompañada de sus dos amigas

-Buenas – saludo acercándose por detrás a Yael, que se giro rápidamente con una sonrisa en los labios y sin perder tiempo lo saludo con un beso - ¿Qué tal?

-Con mucho sueño, no pude dormir nada – dijo con sinceridad - ¿y a ti que tal la fiesta? – ambos se había alejado inconscientemente del resto, dejando atrás tanto a James como Ron y Hermione como a las dos Ravenclaws.

-Pues fue muy larga, demasiado, pero estuvo muy bien, aunque.... – dijo Harry acercándose un poco más a la oreja de su chica para decírselo en un susurro – no pude dejar de pensar en ti.

Yael se sonrojo y sonrió tímidamente

-¿Se lo has contado a alguien? – preguntó la chica mientras entraban al gran comedor y esta vez era Harry quien se sentaba en la mesa de Ravenclaw.

-Hombre, después de la ayuda que tuvimos, no tardaron mucho en preguntarme... oye, esta tarde podemos estar un rato juntos antes de que me meta a estudiar, ¿comemos rápido y vamos a dar una vuelta?

´´´´´´´´

Los exámenes estaban cada vez más cerca. Los alumnos de quinto estaban empezando a caer en estrés, juntamente con los de séptimo. A pesar de que el campeonato conseguido de quiddicht aun animaba los ánimos por las noche, la mayor parte del tiempo la sala común estaba en silencio, los otros cursos por respeto a los que se examinaban intentaban mantenerse en el máximo silencio posible.

Las clases de orientación profesional habían tenido lugar esa misma semana y Harry había escuchado de los labios de McGonagall lo mismo que le había contado su padre. Tenía que sacar muy buenas notas en todos sus exámenes, incluida su talón de Aquiles, pociones, pero como buen Potter, Harry era cabezón y estaba determinado a sacárselo.

Por eso, ese jueves, en la sala común, Harry, estaba muy concentrado en su libro de pociones de quinto. En la última poción que habían tenido que entregar había suspendido y ahora estaba con el libro intentando descubrir en qué había fallado. No fue hasta que Hermione le llamó la atención que se dio cuenta qué hora era.

-Harry, ¿no has de irte con los merodeadores? – preguntó discretamente. Harry levantó la vista.

-Aun es temprano...he quedado con ellos a las 7 y solo son las...-iba diciendo mientras miraba su reloj – ¡mierda las 7 y 5! – gritó y dejó caer el libro al suelo y rápidamente, sin importarle que toda la sala estuviera mirando salió apresuradamente por el retrato de la dama gorda.

No podía creer que rápido le había pasado la tarde. ¡¡Si hacía solo cinco minutos había mirado el reloj y eran las 6!! Remus estaría histérico. Miro a derecha y a izquierda mientras giraba por un pasillo solitario. No había nadie, si se transformaba en Whiskers ya llegaría más rápido y si iba con sigilo y por zonas oscuras no tenía porque verlo nadie...

Todavía no había acabado de pensarlo cuando en lugar del chico de 15 años apareció una imponente pantera negra con unos ojos brillantes ojos esmeraldas.

Con ligereza y haciendo el menos ruido posible descendió un piso, giró por la derecha, otra vez a la derecha y bajó otro piso y fue a parar a una zona bastante iluminada donde solían pasear muchos alumnos. No había otro lugar por el cual pudiese pasar, pero lo que no esperaba encontrarse era a Yael con Ethel. Las dos iban charlando tranquilamente, seguramente se dirigían a la biblioteca, ya que llevaban unos libros en las manos. Whiskers se detuvo por la sorpresa. Sus ojos verdes de la pantera y los azules de la chica conectaron y rápidamente, Harry dándose cuenta qué estaba haciendo salió velozmente de ahí dejando a la chica estática, sin reaccionar.

Ethel seguía hablando hasta que se dio cuenta que su amiga se había quedado detrás.

-¿Qué pasa? – le preguntó.

-Una pantera – dijo ausentemente

-¿Qué?

-Una pantera negra...aquí – comentó señalando donde cinco segundos antes había estada Whiskers.

-¿Yael estás bien? – le preguntó su amiga preocupada.

-Sí, sí....déjalo – acabó diciendo – debe de haber sido un efecto de luz...pero esos ojos....

´´´

Por su parte Whiskers seguía su recorrido (no podía correr porque sino sus garras resonarían en el suelo de piedra ocasionando demasiado ruido) por lo que iba a paso rápido pero con sigilo.

Seguía pensando en Yael y tenía la clara impresión de que la chica le había reconocido. Bueno, pensó, esperaría hasta que ella sacara el tema y si sus sospechas eran ciertas le contaría la verdad. Confiaba en ella.

Estaba pensando en eso cuando un fuerte olor le hizo salir de sus pensamientos. Al girar por el pasillo que llevaba a la habitación de los merodeadores, la nariz escrupulosa de la pantera notó un fuerte olor. Se quedó paralizado intentando identificarlo. Le resultaba muy familiar pero no acababa de ubicarlo. Tenía claro que como humano lo había sentido (no tan fuerte como en su forma animaba) pero tenía la sensación que siempre sentía ese olor

No era un olor humano, de eso estaba seguro ¿Pero que era? Siempre tenía ese olor a su alrededor y estaba seguro que por todo el castillo también flotaba ese ambiento (lo había notado cuando Whiskers regresaba en forma animaga después de las lunas llenas) pero nunca de forma tan fuerte y evidente como allí...¿Y por qué allí precisamente? ¿Por qué en el corredor de la habitación de sus padres? Sacudiendo la cabeza para reaccionar, se transformó nuevamente delante del abuelo del cuadro, dijo la contraseña ("Mi niño es ya un hombre" y entró.

-Perdón, perdón, perdón!! – dijo entrando con las manos unidas delante de él . estaba con pociones y no me di cuenta de la hora...Remus perdona

-Ya pedirás disculpas después – dijo aliviado aunque no estaba enfadado con el – ahora es mejor que nos vayamos ya – apremió levantándose del sofá y se dirigía a la puerta. Sirius y James siguieron a su amigo preparados para pasar una noche divertida.

´´´´´

-¿Qué tal ha ido la noche?

Harry acababa de llegar a la torre de Gryffindor. Eran poco más de las 6 fr la mañana y Hermione estaba ya en la sala común rodeada de libros.

-Bien, muy divertida – contestó el moreno mientras se tumbaba en un sofá delante de la chica.

Le encantaban las noches de luna llena. Disfrutaba muchísimo correteando por el bosque, jugueteando con los pequeños animalillos que por ahí vivían, persiguiendo a los merodeadores, incitando a Remus a seguirlo... Y aunque acababa hecho polvo el cansancio y de no dormir, no le importaría que fuese cada semana.

-¿Qué te ha pasado? – le preguntó de repente Hermione al mirar a su amigo y ver que Harry tenía una pequeña brecha en su ceja izquierda - ¿Remus ha tenido mala noche?

-No, que va – dijo riendo – si Remus ha sido el que ha estado más tranquilo. No, Sirius y yo estábamos persiguiéndonos, mientras intentaba morderle la oreja y no hemos visto una raíz que sobresalía demasiado y nos hemos empotrado contra el árbol. Pero no te preocupes, no es nada, a Sirius se le nota más – dijo con una carcajada - creo que papá se ha enfadado un poco con nosotros pero luego cuando le hemos perseguido a él se le ha pasado -comentó inocentemente.

Estuvieron hablando un rato más, Harry no se había dada cuenta de cuanto tiempo hacia que no estaba a solas con Hermione y estuvieron hablando tranquilamente hasta que la gente empezó a bajar y fue entonces cuando Harry subió a la habitación, tanto para despertar a Ron como para darse una ducha que le despejara.

´´´´

Tenía una taza de café bien cargado – había dejado el café con leche al perder su efectividad de despertarlo – cuando unos brazos delgados le rodearon por detrás y depositaron un beso en la nuca.

-Bueno días cariño – saludó Harry normalmente - ¿qué tal la noche?

-Bien, ¿y a ti? No tienes pinta de haber dormido mucho...

-No, no he dormido demasiado – contestó Harry que acababa de confirmar sus sospechas; Yael le había reconocido. Decidió seguir jugando un poco más.

Harry se dio la vuelta en el banco y Yael se sentó en su regazo mientras que compartían un beso de buenos días. Ella pasó distraídamente una de sus manos por la cara de Harry con tal de profundizar el beso, cuando accidentalmente tocó la herida que Harry se había hecho, provocando un pequeño gemido de dolor.

-Perdona – se disculpó preocupada - ¿cómo te has hecho eso? – le preguntó mientras examinaba el corte.

-Pues...me he caído de la cama – dijo sin mucha convicción a falta de una excusa mejor. Ron que estaba al lado de la pareja tuvo que hacer esfuerzos para contener la risa, detalle que a Yael no se le pasó por alto.

En ese momento Sirius entraba junto a James al Gran comedor (Remus estaba durmiendo en la sala) y ambos pasaron su lado y le saludaron. Sirius tenía un arañazo bastante grande en la mejilla derecha.

-¿Por qué Black tiene una herida en la mejilla? – inquirió convencida de que todo tenía relación.

-Vale, va, te lo voy a contar – contestó Harry adquiriendo expresión seria – ayer tuve una pelea con Sirius y llegamos a las manos.

La cara de Harry era tan seria que Yael por un momento se lo creyó pero cuando escuchó a Ron carcajearse desechó rápidamente la idea.

-Te lo has creído – dijo Harry con una sonrisa dándole un beso en la mejilla – quedamos este mediodía y hablamos, ¿vale? Ahora hay demasiada gente.

´´´´´´´

De esa manera y en la hora de la comida, los dos tortolitos comieron deprisa y Harry tomó de la mano a la chica y empezó a conducirla por los pasillos. A esas horas no había nadie, cosa que hacía que la sensación de que lo seguían fuera más pronunciada.

-No, mejor vayamos por aquí – le dijo cambiando rápidamente la ruta.

-¿Donde vamos? - preguntó ella intrigada. No es que le importara mucho donde fuera, lo importante era estar junto a él pero sentía curiosidad.

-¿Confías en mi? – preguntó de repente Harry mirándola a los ojos..

-Claro – respondió rápidamente la chica sorprendida.

Harry solo cabeceó con una sonrisa y siguió andando pisos arriba hasta que se detuvo enfrente del cuadro de una mujer gorda vestida de rosa. La entrada de la sala común de Gryffindor.

-Fuerza y honor – dijo Harry y la dama se retiro permitiendo la entrada (NdA: esta contraseña va dedicada a Evan, ese Dani ahi!!!)

En la sala, como en los pasillos, no había nadie y después de que Yael quedara un poco sorprendida al ver por primera vez la sala, todavía arrastrada por Harry subieron a la habitación de los chicos de quinto curso.

Después de que Harry entrara tras la chica y cerrara la puerta de la habitación se giró a la chica y sonrió un poco nervioso.

-¿Te molesta estar aquí? – le preguntó.

-No ¿Por qué tendría que molestarme? No es la primera vez que estamos en una habitación con camas a solas – dijo con una sonrisa aun más amplia – pero no entiendo porque me has traído aquí.

-Sabes que hay un espía por Hogwarts que me sigue, ¿no? Lo escuchaste después de que...bueno - Harry se calló con un nudo en la garganta, no podía decir "después de que yo matara al mortifago", aun tenía remordimientos por eso y le dolía recordarlo. Yael entendiendo la situación se acercó a Harry y le cogió de la mano – pues la sensación de que me persiguen solo remite aquí, en la sala o en la habitación de mis padres, como si lo que me sigue no pudiera entrar. Y lo que tengo que decirte es algo que no conviene que lo sepa mucha gente, mucho menos el espía.

Harry se sentó en la cama de Ron haciendo un gesto para que Yael se sentara delante de él, en su propia cama.

-La pantera que viste ayer, era yo, soy un animago no registrado – explicó rápidamente. Los ojos de Yael se ensancharon por la sorpresa. La pantera que vio era enorme, muy grande...muy bien hecha. Seguro que requería mucho poder para transformarse en eso y Harry solo tenía un año más que ella.

-¡Podrías haber muerto! ¿Cuándo? ¿Cómo....? – empezó a preguntar.

-Al principio de curso empecé las clase y antes de navidad me transformé por primera vez. Por eso te regalé el colgante con forma de pantera – le dijo con una sonrisa. La chica siempre lo llevaba en el cuello – y te dije que ese animal significaba mucho para mi. Pues era por eso. Y bueno, sí, puede ser peligroso pero tuve buenos maestros.

-¿Quién?

-No puedo decírtelo – contestó secamente Harry, cosa que a Yael le sorprendió – no es que no confié en ti, pero podría traer muchas consecuencias si alguien se enterara y hay bastantes personas implicadas. No puedo decirte quien me enseño, lo siento – dijo suavizando su tono.

-Pero, ¿por que?

-Digamos que siempre es bueno tener algún as bajo la manga – contestó enigmáticamente. Yael no sabía nada de la profecía, no sabía que tarde o temprano el tendría que enfrentarse contra Voldemort y uno de los dos tendría que morir a manos del otro. No lo sabía y no pensaba decírselo condicionando de alguna manera su relación. Estaban bien como estaban, estaban muy bien, No quería perder esa relación y si para mantenerla tenía que mentir lo haría.

-¿Y a donde ibas ayer? – le preguntó intentando cambiar el rumbo de la conversación. Se había dado cuenta que al contestar los ojos de Harry se habían oscurecido por un instante, habían perdido el brillo que caracterizaba esos preciosos ojos esmeralda. Había algo que le atormentaba y no quería decírselo, pero no le presionaría.

-Con Remus – sonrió – los hombres lobos se tranquilizan con la presencia de animales y con la pantera el lobo se calma, por eso voy con él.

-¿Te hizo él la herida? – dijo asustada. Lo que hacia Harry era muy peligroso. ¡Estar con un hombre lobo transformado!

-Nop – dijo – Sirius estuvo jugando con la pantera y ambos caímos al suelo y nos hicimos las rascadas pero no es más que eso. Remus no es peligroso, no conmigo al menos.

-¿Puedo...puedo verte?

-Ya tardabas en pedirlo – le dijo riendo mientras se levantaba y con la varita sellaba la puerta para que nadie entrara y entonces colocándose en el centro de la habitación y cerrando los ojos se transformó.

´´´´´´´

-¿Duele?

Después de la demostración y de que la pantera se dejara tocar por la chica ahora los dos estaban tumbados en la cama de Harry, ella apoyaba la cabeza en el pecho de Harry y el jugueteaba con un rizo de la chica, alisándolo y dejando que se volviera a rizar. Harry rió.

-No, para nada, al principio era muy cansado, agotaba todas mis energías, pero ahora ya no. Una cosa...¿como me reconociste? – le preguntó girando la cara para mirarla directamente.

-Por los ojos. Reconocería tus ojos en cualquier lugar – contestó dulcemente y empezaron a besar sin variar mucho la posición. Simplemente rozando los labios en una especie de caricia.

Fue en ese momento cuando la puerta se abrió (Harry ya había quitado el hechizo) y entró Ron.

-Ups, perdón – dijo al ver como estaba la pareja y empezó a cerrar la puerta otra vez.

-No, Ron – dijo Harry haciendo que el pelirrojo se quedara quieto – no estábamos haciendo nada, de hecho será mejor que empecemos a movernos – y dicho esto y después de un ultimo beso se levantaron los dos de la cama.

´´´´´

Los días pasaban rápido, muy rápido en opinión de los alumnos que veían como los exámenes se acercan inexorablemente. El mes de abril había pasado como una exhalación. Las flores ya habían empezado a florecer, dando a los terrenos un aspecto más jovial, divertido, alegre. La nieve ya estaba prácticamente derretida y el lago empezaba a descongelarse cosa que permitía ver al calamar gigante, que había resistido otro gélido invierno prácticamente sepultado por la capa de hielo.

La mejora del tiempo parecía que había animado un poco el estado anímico de los alumnos sobretodo en el aspecto sentimental, ya que parecía que había más parejas que nunca paseando por los terrenos o por los pasillos del castillo.

Pero eso, los chicos de quinto y séptimo curso, prácticamente no habían podido disfrutarlo. Aunque tanto Ron y Hermione como Harry y Yael habían sacado tiempo de debajo las piedras. Sobretodo esta última pareja, que tenían más complicado verse debido a que residían en diferentes casas. Pero desde que hacía prácticamente un mes que habían vivido su primera vez, habían hecho más de una...y más de dos escapaditas a la sala secreta, eso sí, compaginándolo con Ron y Hermione. Las dos parejas iban viento en popa y los merodeadores ya empezaban a bromear diciéndoles que para cuando la boda.

Por su parte, estos últimos seguían como siempre: James estaba cada vez más feliz y empezaba a superar la falta de Lily, aunque no había día en que no pensara en ella, sobretodo cuando veía a Harry y Yael tan enamorados y no podía evitar pensar que ojalá ellos dos se hubiese enamorada a los 15, podrían haber disfrutado dos años más de su amor.

Sirius seguía igual de alocado que siempre. Seguía con sus escapaditas a Hogsmeade en busca de ratos de divertidos y según contaba había estado con alguna mujer pero nada serio. No estaba en sus planes enamorarse.

Y por último, Remus parecía haber superado su historia con Vector. Desde que rompió con ella no había vuelto a estar con nadie y aunque a veces Harry insistía en que se lo volviera a plantear y que buscara alguna mujer para formar una familia, Remus declinada diciendo que ya tenía una.

Así pues, abril pasó rápido y sin percances. Los exámenes estaban a la vuelta de la esquina. Solo faltaba una semana (empezaban el 13 de mayo y acababan el 24) y las clases eran más que nada de repaso.

Los merodeadores habían basado sus últimas clases en circuitos prácticos con preguntas a medio recorrido y estaba convencidos de que todos lograrían superar el examen de defensa perfectamente si lograban templar los nervios.

El viernes anterior a que empezaran McGonagall les dio el horario. Por la mañana tendrían los exámenes teóricos y por la tarde los prácticos y los examinadores seria personal que vendría exclusivamente del ministerio. Les dio una serie de recomendaciones para no perder los nervios, les aconsejó dormir mucho y estar lo más relajados posible y les aseguro que nadie había muerto por hacer esos exámenes ni por suspenderlos. Con unas inusuales palabras de ánimos para sus chicos les dejó salir media hora antes, que ellos aprovecharon sin rechistar.

-Bueno, el primer examen es el de encantamientos, por lo que voy a empezar por ahí – dijo Harry cuando se acomodó en su butaca preferida rebuscando en su mochila los apuntes.

-Tengo unas ganas que se acaben ya – suspiró Ron imitando a su amigo.

-¿No estáis emocionados? – dijo de repente Hermione que no parecía para nada preocupada con los exámenes, al contrario tenía ganas de empezar – es una gran oportunidad para demostrar todo lo que sabemos – dijo felizmente.

Harry y Ron solo se miraron entre sí negando con la cabeza y se enfrascaron con los apuntes sin molestarse a replicar

Cuantas ganas tenía de que acabasen, pensó Harry. Cuando eso ocurriera, seria libre para distraerse, salir con Yael y divertirse con sus padres. Podría ser feliz nuevamente. Pero lo que no sabía era que eso no era más que falsas ilusiones y que después de los exámenes le esperaba lo más duro de todo. Demostrar en la vida real lo que realmente había aprendido.

´´´´´´´

me encanta dejar estas coletillas al final de cada capitulo!! Jejeje. Como he dicho antes, en el próximo ya conoceremos quien es el maldito espía y la cosa se pondrá fea.

Ah! Falta decir que quedan unos 6 o 7 capítulos más o menos vale? Y que ya tengo los dos últimos pensado, solo me falta ponerme un día a escribirlos. Nada más!

that's all folks!!!

Besos!!!