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MERRY CHRISTMAS KILLUA
Capítulo II: Merry Christmas Gon
Gon se encontraba sorprendido debido al giro inesperado de los acontecimientos.
Killua acababa de rechazarlo.
Lo miró a los ojos por un breve instante. En la mirada de Gon solo había un sentimiento reflejado, la decepción.
-Gon ¿Por qué diablos me besaste?- le preguntó con agresividad el albino.
Vacío. Gon jamás se había sentido vacío. Era lejos lo más doloroso que le podía estar pasando. Pero, aún así, seguía con esa extraña sensación de que Killua le correspondía, pero el rechazo del albino cuando lo besó todavía seguía girando en su mente. ¿Cómo era posible estar en lo correcto y en lo incorrecto al mismo tiempo?
-Por que pensé que sentías lo mismo que yo- gritó con enojo y frustración el moreno.
Y fueron las últimas palabras que cruzaron antes de quedar encerrados en un profundo silencio que ninguno de los dos se atrevía a romper.
Por un lado Gon se sentía muy solo a pesar de que Killua estaba sentado frente a él. Jamás había sido rechazado. Jamás había sentido atracción por nadie. Killua acababa de pasar de ser la primera persona que quería a ser la primera persona que lo rechazaba. Así que, esquivando la mirada de Killua se paró y se fue a sentar al extremo de la cueva, muy cerca de la improvisada puerta que dejaba entrar a menudo ráfagas de viento congelante.
El frío que sentía por dentro no era comparable al que sentía su piel por fuera.
Cerró con fuerza los ojos. No quería llorar, no frente a él.
Killua había rechazado su beso. Pero no había hecho nada para evitar ser besado. Aquella situación era del todo confusa.
Killua por su parte miraba con suma concentración una de las paredes de la cueva con la clara intención de no volver a mirar a Gon a la cara. La sola idea de mirar sus ojos le incomodaba y lo hacía sentir miserable.
Acababa de rechazar a Gon. Todavía podía sentir el frío que habían dejado las manos de Gon en sus mejillas. Él no había hecho nada para evitar ser besado. Pero tampoco dejó que el beso durara mucho tiempo.
Pero la sensación reconfortantemente electrificante de los labios de Gon sobre los suyos, sería una experiencia que jamás podría alejar de su mente.
Si fuera por él no le volvería hablar en su vida. Si fuera por él no tendría que mirar aquella expresión de dolor en los ojos almendrados del moreno. Era la mirada de una persona rechazada.
Ninguno de los dos se atrevía a mirar al otro. Ambos estaban sumidos en la vergüenza.
Pero si Gon se hubiese atrevido a mirar a Killua en ese instante, hubiera visto una expresión de seriedad en el semblante del albino.
En los ojos de Killua no había el menos signo de vida. Pero el que no expresara sus sentimientos no quería decir que no sintiera nada en ese momento. Su corazón palpitaba rápidamente y sentía un suave cosquilleo doloroso que se prolongaba a través de sus brazos y cuello.
Killua jamás en su vida había experimentado algo semejante. Era como respirar amargura.
Sin decirlo con palabras textuales, Gon acababa de decirle que lo quería. Gon poseía sentimientos involucrados con su persona.
Pero Gon no comprendía que él no era capaz de querer a nadie, ni hablar de llegar a sentir amor hacia otra persona. Lo más probable sería que solo lo hiciera sufrir de sobremanera.
Pero aquel suave cosquilleo no desaparecía.
El albino volvió a depositar su mirada en Gon. La luz de la fogata iluminaba aquel perfil trigueño.
Lágrimas reprimidas luchando por salir. Gon mantenía sus ojos cerrados con mucha fuerza.
Killua se sintió indigno. ¿Por que no era indiferente al dolor que sentía Gon?. El albino se limitó a esconder su cabeza nuevamente entre sus brazos. Gon jamás comprendería que él no estaba echo para poseer ese tipo de sentimientos. Gon nunca podría llegar a comprender que él jamás había sido amado en toda su vida.
Pero, aún así, el albino se arrepentía de su reacción irracional. Él sabía que nunca podría hacer feliz a Gon, no si él no sabía diferenciar un capricho de un sentimiento verdadero.
Pero, estar al lado del moreno era su felicidad, no se conformaba con nada más. Y lo había rechazado bruscamente. Sabía que Gon no se merecía eso.
Cada segundo corría mas despacio que el anterior. Tal vez ya era medianoche y ambos sin intercambiar palabra alguna. Ambos amigos sumergidos en un silencio sepulcral, notando como la temperatura seguía bajando aunque la fogata y sus gruesos abrigos impidieran que fueran realmente consientes de la crudeza del invierno reinante en la montaña.
Seguramente ya debían estar buscándolos los encargados del hotel donde se alojaban, puesto que la tormenta comenzaba a declinar, convirtiéndose en una suave nevazón. Pero a Gon ya le daba lo mismo si los encontraban o no. Daba lo mismo si salían de esa cueva a las 3 de la mañana o a al mediodía del día 25. Gon sentía que tenía que encontrar una solución al problema que se le había presentado.
Su problema era el orgullo de Killua. Estaba seguro tanto de sus sentimientos como los de Killua. Había llegado a esa resolución. Después de todo en lo único que se había equivocado era en la timidez de Killua. Él albino no tenía miedo a ser rechazado por él, tenía miedo a lo que sentía por él.
Él no se marcharía de esa montaña hasta escuchar de la misma boca de Killua si lo quería o no. De todos modos estaba seguro que Killua sentía lo mismo que él.
Abrió sus ojos y miró a Killua. Este se encontraba con su cabeza escondida entre sus brazos y tenía los ojos cerrados. Metió su mano en su grueso abrigo y sacó una navaja Suiza la cual lanzó a Killua. Esta cayó a sus pies.
-Ese era tu otro regalo de navidad-
-¿Por que me lo das ahora?- preguntó Killua con un tono indiferente en su voz.
-Por que lo compré pensando en ti-
Killua levantó la vista. Gon lo estaba mirando.
No, Gon lo estaba observando. Observar era distinto que mirar, era como si Gon intentara encontrar respuestas en su mirada. El moreno estaba muy serio. No sabía por qué, pero se puso nervioso.
Sabía que Gon quería hablar con él sobre el asunto del beso.
-¿Has decidido algo?- preguntó Gon, de una manera cortante.
-¿Sobre qué?-
-Sobre lo que yo siento por ti-
Desvió la mirada. Ya no podía seguir viendo esa dura mirada en esos ojos en otras épocas risueños. –No e pensado en nada- se limitó a contestar.
-¿Vas a seguir viajando conmigo o seguirás solo?-
-No lo sé- contestó Killua fingiendo desinterés. La verdad es que no quería separarse de la compañía de Gon.
Gon se paró y se volvió a acercar a Killua. El cuerpo del albino involuntariamente se estremeció. Se volvió a sentar al frente de él. Demasiado cerca de él.
-¿Que sientes por mí?-
-No entiendo tu pregunta- dijo Killua mientras volvía a esquivar la severa mirada de Gon.
-Necesito saber si puedo seguir siendo tu amigo o si ya no quieres saber nada sobre mí-
Killua no sabía que responder. Por un lado no quería perder la amistad de Gon, pero por otro lado no quería estar cerca de una persona que era capaz de sentir lo que él era incapaz de explicar.
En ese momento envidiaba la vida normal que Gon había tenido, la cual lo había transformado en una persona capacitada para manifestar de forma sincera sus sentimientos.
Un silencio incómodo surgió producto de la duda de Killua. Gon comenzó a enfurecerse. No podía creer que Killua fuera tan egoísta como para negarle aquella respuesta.
¿Como alguien podía ser tan terco para no aceptar todo lo que estaba sucediendo?
-¡¡Respóndeme!!- exigió Gon.
-No sé lo que siento- respondió Killua, sin saber muy bien por que comenzaba a ser franco con Gon. Tal vez de esa manera dejara de mirarlo de aquella manera que le congelaba la respiración.
-Te estoy pidiendo que me respondas, por favor. Killua, necesito una respuesta- la voz de Gon de repente sonó extrañamente quebrada. Tal vez existía una remota posibilidad de que Killua no le correspondiera. Un sentimiento de temor y desesperanza comenzó a invadirlo.
-Ya te respondí, no sé lo que siento- respondió sin mirarlo a los ojos.
-¿Cómo es posible que no sepas que es lo que sientes?- preguntó Gon con la decepción latente en su voz.
-Por que yo no tengo sentimientos Gon- respondió rápidamente Killua. Se sentía extraño, sus manos tiritaban y él sabía que no era a causa del frío. –Ya déjame en paz-
-No te creo- Gon golpeó el suelo con su puño, se sentía sumamente frustrado
-¡¡Killua, todos somos capaces de sentir algo- el moreno dudó - ya sea desprecio o cariño- y diciendo esto Gon bajo su mirada.
-Yo no te desprecio Gon- dijo repentinamente Killua intentando volver a mirar a Gon directamente a los ojos. Este se sorprendió debido a la sinceridad del albino. Alzó su mirada, sus ojos se encontraron con los violetas de Killua. A Gon le dio un vuelco el corazón.
-¿Entonces que sientes?-
-Ya te dije que no lo sé Gon- respondió harto Killua. Pero, aún así, no podía dejar de mirar esos ojos almendrados.
Gon tomó entre sus manos las manos de Killua. Estaban heladas. –Solo quiero saber si tu me quieres de la misma manera que yo te quiero-
Killua sintió rabia. Para Gon era tan fácil hablar de sus sentimientos. Pero no era fácil para él. Aquella situación era incómoda y fastidiante.
-¡¡MALDICÓN GON!!- gritó Killua -¿No lo comprendes? Yo no soy como tú, yo no soy capaz de sentir nada ¿Entendiste? Así que ya no me hagas más ese tipo de preguntas-
Gon no le creyó nada. No sentía que Killua fuera sincero al decir que no sentía nada.
Y era verdad, Killua era que no supiera lo que sentía, sino que no sabía expresar lo que sentía. Estar tanto tiempo al lado de Gon no le había dejado espacio suficiente para explorar sus propios sentimientos, así que no poseía la respuesta correcta para la pregunta de Gon.
Para el albino, Gon era una persona especial, pero no sabía de que forma era especial.
No estaba preparado para dar una respuesta.
Pero la frustración que sentía Killua no era comparable con la que sentía Gon. Y el moreno no iba a salir de esa cueva sin una respuesta.
Gon lo abofeteó.
-¿Eres capaz de sentir ese dolor?-
Killua lo miró pero no respondió.
Luego tomó la cara del albino entre sus manos y besó brevemente los fríos labios de Killua.
Y el corazón del albino comenzó a latir muy rápido nuevamente, mientras sentía un leve ardor en sus mejillas.
-¿Que sentiste?- le preguntó bruscamente Gon.
-N-no lo sé- respondió el albino con dificultad esta vez.
-Debiste sentir algo Killua. Quiero saber que sentiste- dijo con desesperación Gon. Aquella situación era una completa tortura.
La mente del albino era un completo torbellino inundado por sensaciones que jamás había experimentado. Sentía que se le dificultaba el pensar.
-Necesito tiempo Gon- respondió rehuyendo de la mirada del otro. No se sentía capaz de verlo a la cara.
-No te lo daré. Si no me das una respuesta ahora me iré de tu lado. No estoy dispuesto a esperar-
Killua lo miró con temor. Gon parecía decidido.–Ya no puedo ser simplemente tu amigo Killua. Si quieres ser solamente mi amigo me tendré que ir de tu lado-
Killua soltó repentinamente las manos de Gon, para tomarlo firmemente por los hombros. –Yo no quiero que te vayas-
-¿Entonces que es lo que quieres Killua?-
Aquellos ojos almendrados centellaban intensamente. Killua miró esos ojos detenidamente, hasta que pudo ver sus propias pupilas reflejadas en las pupilas de Gon.
Lo que estaba sintiendo no lo podía expresar con palabras.
Esta vez fue Killua quién tomó entre sus manos las mejillas de Gon y lo sorprendió con un beso que el moreno no se esperaba. Killua dejó desencadenar un torrente de sentimientos a través de su cuerpo mientras exploraba la tibia humedad de la boca de Gon.
Pero fue Gon quién esta vez quién rompió el contacto.
-No quiero que me beses, quiero una respuesta- dijo Gon, mientras tomaba nuevamente entre las suyas las manos de Killua.
-Yo jamás había sentido nada semejante. En verdad no sé que es lo que siento por ti- respondió con total sinceridad Killua. Gon lo miró y le creyó. Algo en su interior le dijo que Killua decía la verdad.
-Bueno me acabas de besar ¿Sabes por que?- preguntó Gon mientras acercaba más su rostro al de Killua.
Killua afirmó con su cabeza.. Tenía tan cerca la cara de Gon, que no pudo evitar sonrojarse. Podía sentir su tibia respiración a solo unos centímetros de su nariz.
-¿Me besaste por que sientes algo por mí?-
Killua volvió a afirmar con la cabeza. Era más sencillo que buscar las palabras adecuadas para expresar lo que sentía en ese momento y Killua logró comprender la simpleza de querer a una persona. Simplemente él quería demasiado a Gon. Eso era todo lo que tenía que saber.
Al parecer Killua no quería volver a hablar. Gon sonrió, aquello sería más sencillo de esa forma. Killua se sonrojó notoriamente. Aquella sonrisa solo le estaba dedicada a él.
-¿Te quedarás conmigo para siempre?-
Otra afirmación silenciosa de Killua.
Y Gon ya no necesitó saber nada más. Rodeó con sus brazos a Killua por el cuello y lo abrazó fuertemente.
-Te quiero mucho Killua-
Killua podía sentir el aroma del cabello de Gon, este era muy sutil. Algo cohibido, rodeó el cuerpo de Gon por su cintura y lo atrajo así sí mismo. Era el abrazo más placentero que había recibido en su vida.
Gon se refugió entre los brazos de Killua. Se sentía inmensamente feliz.
Killua acariciaba su cabello mientras que Gon mantenía su cabeza recostada en el pecho de Killua. Ambos apenas se movían por no querer incomodar al otro.
Ninguno de los dos estaba consiente del tiempo transcurrido, solo sabían que ambos estaban felices entre los brazos del otro.
Pero ambos estaban consientes que ya había parado de nevar.
-¿Y que vamos hacer ahora Killua? ¿No quedamos en la cueva, o salimos a buscar ayuda?- preguntó Gon.
Killua lo abrazó con mas fuerza dándole a entender que no quería moverse de la cueva.
Gon acercó su boca al oído de Killua.
-¿No piensas volver hablar?- le preguntó Gon a Killua en un susurro.
Killua sonrió.
-Feliz navidad Gon-
Y luego de haber respondido a la pregunta, Killua volvió a besar a Gon.
-"Bueno, ya habrá tiempo para que se acostumbre a expresar sus sentimientos"- pensó Gon mientras respondía el beso de Killua.
FIN
Notas de la autora:
La cual nuevamente se encuentra sola debido a que el inútil de su ayudante se emborrachó luego de comerse todo el pan de pascua y tomarse 5 litros de cola de mono.
Akane Black: O.ouu Creo que jamás en la vida me había costado tanto salir de semejante embrollo en el que me metí por andar jugando a la "señorita suspenso", así que eso de "Te lo mereces por dejar en ese final el primer capítulo guárdenselo, puesto que este capítulo necesitó varias noches de trasnoche para finalizarlo.
Espero que les gustara el final. Y si no les gusta pues ojalá no me manden tomatazos por que ya me hostigué con el tomate, mejor que sean lechugazos uu
Les deseo a todos una muy feliz consumidora navidad. En especial a Minasuka y Kita, de las cuales todavía espero sus fics respuestas al desafío navideño de este año, puesto que si no tiene nada publicado para el 25 de diciembre, me encargaré de que reciban un lindo francotirador de regalo el día 26 uu
Y como lo prometido es deuda. Aquí respondiendo los mensajes-amenaza recibidos:
Xan-Chan: Gracias por decir eso de k la historia esta interesante. Ojalá te guste el segundo Chap y espero que te recuperes de tu ataque causado por mi culpa.
Chouri: Huuuy, bueno gracias por la amenaza, realmente sirve para inspirarse (de mirar a ambos lados cuando una sale de su casa por si hay alguien siguiendote) Pero bueno, lo pare justo ahí paradarle mas suspenso al fics (segùn yo) espero que te haya gustado.
Kany-Chan: Jejejeje muy original, pero creo que si, esto fue un Two-Shot. Espero q el final acaramelado haya sido de tu agrado.
Rei-chan Makoto: O.o ¡Me kieres matar! hay no, todavia no ke kiero llegar a los 80 años. Bueno actualice, asàqeu espero saber si te gusto el final de este desafio.
Chibi-Poio: Se a lo que te refieres, hasta mi me dio pena lo de Gon (Y despues no sabia como salir del enredo en el k me meti) Oye si kieres incorporarte a lo del desafio......pues.......YO TE DESAFIO....jajajajajaajja pero con un fics de año nuevo (yo te contacto pa eso, pero el desafio ta echo)
Bueno niños y niñas, dewa mata y ahí nos vemos, y no se olviden de tratar de capturar el 24 en la noche a ese asalta casas k se dice ser el viejo de pascua.
