Capitulo III : El primer amor siempre se recuerda, la primera decepción también
Megumi estaba en su cuarto pensando en la tarde que pasó. Había hecho su primera consulta y debía estar emocionada, pero tenía que llegar el tori-atama arruinándole todo.
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"¡Tú!, era obvio que eras tú Sanosuke Sagara", le gritó mientras una muy confundida Kaoru observaba intrigada.
Sanosuke volvió a sonreírle de la misma forma que lo había hecho esa noche, incluso ahora la miraba de forma engreída. Se acercó a las chicas y tomó una silla para sentarse frente a Megumi. Lo hacía sólo para provocarla, se repetía ella mientras lo miraba de pies a cabeza, analizando el por qué lo encontraba atractivo.
- ¿Observas mi belleza?, sabes que me gasto
- Ni en tus más utópicos sueños – le contestó enfadada mirando a su amiga - El muy irrespetuoso interrumpe una conversación privaba... -
Kaoru no sabía qué hacer, desde que tenía memoria esos dos se peleaban por todo. Creyó que con el tiempo se volverían más maduros pero pareciera que aún siguen siendo los niñitos de 8 años de siempre.
- Kaoru, ¿podrías pedirle al tori-atama este que deje de mirarme? – Megumi ya se estaba poniendo nerviosa, Sanosuke la miraba fijamente de hace un buen rato
- Punto uno, no soy ningún tori-atama; punto dos, prefiero morir antes de mirarte... puede que me quedé ciego por lo fea que eres; y punto tres, en único animal acá eres tú, Kitsune fea – sacándole la lengua en señal de burla
Megumi cada vez iba respirando más rápido, este estúpido la estaba alterando y hacía mucho que no perdía el control de la forma que lo iba a hacer, pero... algo llamó la atención de la chica. La mano derecha de Sanosuke estaba vendada, bueno, mal vedada y empapada en sangre. Se acercó cuidadosamente y tomó su mano para observarla mejor.
"Hey, Hey ¿qué haces?", preguntó Sanosuke tratando de liberarse de las manos de la doctora. No le gustaba para nada la mirada que tenía ella.
- ¡Aja!, lo sabía – abrió su maletín y sacó unas vendas con un poco de alcohol – te lastimaste la mano ayer -
- ¿Y eso qué te importa? – tratando de liberar su mano
- Antes que nada soy doctora y me preocupas... – buscó sonrojada en su maletín un poco de algodón – mira, te vendaste mal la herida -
- No importa – sentía las manos suaves de la doctora acariciar la suya, aunque fuera para quitarle las vendas, se veía tan linda enojada... – aparte, vendas son vendas y de cualquier forma cumplen su función, ¿no?
- No si las usas mal – dejó a un lado las sucias vendas y procedió a curar las feas heridas. Sanosuke soltó una que otra lagrima cuando el alcohol rozó su piel
- Oye, más cuidado Kitsune tonta – Megumi le puso una mota gigante de alcohol sobre la herida más grande, haciendo que Sano soltara un grito - ¡¡¡¡¡¡ahhhhhh!!!!!!
- Para que no me vuelvas a decir de esa forma... Hohohoho – rió maliciosamente – ahora tranquilo – le empezó a vendar la mano lenta y cuidadosamente – ¿ves?, ya terminé -
- Me dolió – haciendo pucheros -
- ¿Y qué quieres que haga?, ¿qué te pague acaso? – la mirada de Sanosuke se volvió insinuante – no me digas que quieres dinero -
- No solo con dinero uno paga sus cuen...
No alcanzó a terminar la oración, ya que Megumi lo estaba ahorcando. "Degenerado, hentai", le gritaba desesperada.
Kaoru trató de calmar los ánimos, "ya tranquilos, Megumi si quieres te acompaño a tu casa".
- No te preocupes – soltando el cuello del joven
- ¿Segura? – le preguntaba Kaoru preocupada
- Sí... total todavía es temprano y tengo ganas de ir a cabalgar por ahí – Sanosuke se levanta al escuchar esa palabra, pero la doctora le lanza una mirada asesina que le quita todas las ganas de repetir el encuentro – Podrías ir mañana a mi casa a almorzar, ¿te parece?
- Claro que iremos – responde Sanosuke abrazando a su hermana – no te preocupes, ¿a qué hora vamos?
- Ven como al medio día, "Kaoru" – sin tomar en cuenta a Sanosuke – Nos vemos mañana, adiós – le responde una nerviosa Kaoru que estaba siendo amenazada por su "hermanito" para que lo llevara al almuerzo.
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Sencillamente Megumi no entendía el porqué de todo. Su corazón latía de una manera inusual cuando se encontraba cerca de ese tori-atama, pero no sabía exactamente la razón de sus tan constantes peleas. Bueno, en realidad presentía por qué peleaban tanto y la mayor culpa la tenía ella.
Suspiro antes de recostarse en su cama. Apoyó su cabeza en la almohada y espiró profundamente. "Mejor me duermo, mañana será un largo día", pensó antes de cerrar sus ojos.
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Sanosuke estaba sentado en el balcón de su cuarto, observaba extasiado las estrellas y la luz de la luna le parecía sencillamente hermosa. "Bueno, no más hermosa que cierta Kitsune enojona", pensó mientras sonreía al recordar la noche de su encuentro. Cómo se maldijo por dejarla sola, ella estaba a su completa disposición y él desaprovechaba la oportunidad de su vida. Pero bueno que le iba a hacer, las cosas siempre suceden por algo y él no se iba a ir con apurones, no de nuevo.
Posó su mirada en el bosque que se imponía a lo lejos, buscó por unos segundos el lugar exacto hasta que dio con él. Suspiró suavemente, dejaba escapar el aire como si temiera hacerlo. Recordar aquel lugar le traía a la memoria emociones que creía olvidadas, emociones que jamás pensó en volver a sentir por la misma mujer.
"¿Qué tienes Kitsune? ¿Acaso me hechizaste y no sabes cómo deshacer el conjuro?... dime por qué tengo que sentir estas cosas por ti de nuevo, cuando juré a mi mismo odiarte y hacerte pagar por todo"
Sanosuke dejó escapar algunas lágrimas, el dolor volvía a su pecho abriendo sus heridas ya sanadas según él. Ya se daba cuenta que sólo las había cubierto con unas vendas, mientras la sangre seguía fluyendo. "No si las usas mal", esas palabras resonaron en la mente de Sanosuke. Era cierto, las vendas no sirven de nada si las utilizamos mal, su deber es proteger la herida no sanarla.
Volvió a observar el cielo, ahora miraba la luna con delicadeza. Tantas veces creyó ver el rostro de su amada en esa fría luz, tantas que ya no recordaba el número. Y es que su pálida piel la hacía parecer tanto a la lejana y hermosa luna, ¿qué hacían ambas para conservarse tan bellas?. Debía haber alguna razón por la cual ella tubo que volver a su vida, algo los ataba por más que quisieran soltarse. ¿El destino?, no, no creía en esas cosas. Aunque la idea de que su vida estuviera escrita le daba cierto miedo y angustia, le gustaba tener el control de todo y pensar que su vida no le pertenecía lo molestaba.
Todavía podía recordar aquel horrible día y ahora esos recuerdos se agolpaban en su mente gritándole que abriera los ojos. Quizás necesitaba revivirlo de nuevo, aunque su corazón le suplicara que no. "Debo ser fuerte y afrontar este dolor de una vez por todas"
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Eran las 15:45 en punto y Sanosuke se miraba en el espejo de la habitación de su hermana. A pesar de tener 10 años se veía bastante atractivo, llevaba puesto un short de baño blanco con una camisa del mismo color, estaba desabrochado lo cual dejaba al descubierto su fuerte cuerpecito de niño.
- No te mires tanto hermanito, si te ves bien – le repuso Kaoru desde su cama, estaba acostada y cubierta con miles de frazadas – lo único que quitaría sería esa fea cinta roja de tu frente, no me gusta -
- Que pena pero este es mi toque personal – se giró para observarla a los ojos, la pobre aún estaba roja - ¿te duele la cabeza? -
- No, ya no tanto – tratando de sonreírle – ahora vete porque llegaras tarde, acuérdate que tienes sólo esta oportunidad -
- Sí sé – apretó sus puños con fuerza, estaba nervioso ese sería un día clave para él – Adiós hermanita y cuídate – la arropó y salió de la habitación
Kaoru observaba por la ventana como su hermano mayor salía cabalgando, ese día se iban a reunir todos en la laguna secreta pero ella no podía ir. Había pescado un fuerte resfriado y tenía que permanecer en cama. Suspiró enojada y se puso a leer un libro.
Sanosuke en cambio iba a toda velocidad, la laguna se encontraba a unos kilómetros de distancia cerca de las montañas. Donde nacía el río había una pequeña laguna rodeada de gigantescos árboles que la ocultaban de todo. Una cascada la llenaba de agua mientras el río que separaba las tierras de su familia tomaba una bifurcación distinta antes de la cascada.
Eran las 16 en punto cuando llegó al lugar, no había nadie y es que Kenshin y su hermana no vendrían porque esta última estaba enferma y su hermana se encontraba en las mismas condiciones. Sólo serían Aoshi y Megumi y ya estaba ansioso de que llegaran luego.
Se bajó de su caballo y se sacó su camisa, la dejó sobre una roca y saltó a las hermosas y cristalinas aguas de la laguna. Estaba helada pero refrescante, nadó por unos minutos antes que el sonido del cabalgar de algún caballo se sentía acercarse. "Tiene que ser ella", se dijo emocionado. Cruzó los dedos y observó la silueta que se aproximaba.
No demoró mucho para que se viera a una pequeña niña acercársele en un pequeño potro, su cabello era negro y lo llevaba suelto, tenía puesto unos shorts lilas con una camiseta del mismo color. Se veía muy linda.
- Te demoraste mucho, ya son las 4:10 -
- Son sólo 10 minutos, no tienes que alegar tori-atama – lo observó desafiante - Además siempre eres tú el que llega tarde a todo -
- ¿Y Aoshi, Kitsune? – preguntó antes de sumergirse en el agua
- Mi hermano no pudo venir, se quedó reemplazándome en la limpieza de la casa – rió nerviosamente
- Ah es cierto, hoy es tu cumpleaños – dijo al acercarse a la orilla – ¿cuántos cumplías? 5 o 6 -
- Ocho a... – no alcanzó a decir nada porque Sanosuke la había empapado de agua – me las vas a pagar tori-atama -
Sanosuke sólo sacó su lengua y comenzó a nadar, sabía que Megumi no se metería al agua con su ropa puesta.
- Vamos, qué esperas que no vienes – le gritaba sonriente
- Y... ¿Ken-san no va a venir? – preguntó un poco sonrojada
- Ehh... no. Misao está enferma y tiene que cuidarla – la sonrisa de su rostro ya se había borrado por completo al escuchar ese famoso nombre, como lo odiaba
- Ahhh... – dijo la decepcionada chica sentándose en una roca cerca de la orilla
- ¿No te vas a meter? –
- Es que no tengo ganas... – Sanosuke frunció el seño
- Que tonta eres Kitsune, no bañarte en esta "refrescante" agua, con el "calor" que hace hoy – Megumi lo observó, no sabía por qué le había dado un calor terrible al escuchar eso – no me digas que la tonta Kitsune no sabe nadar -
-Si sé nadar y ahora te lo compruebo – le gritó enfadada
Sanosuke observó como la chica se quitaba su ropa y la doblaba cuidadosamente para luego colocarla a un lado, cerca de la orilla. De un solo salto se lanzó al agua, nadó hasta donde se encontraba un muy confundido Sanosuke. Este la observó un poco sonrojado al descubrir lo hermosa que se veía la pequeña con su cabello mojado.
Megumi levantó una ceja y lo miró arrogantemente, se acercó a él y lo miró fijamente a los ojos. Sanosuke ya no podía evitar su notorio rubor, por más que trataba de mirar hacia otro lado.
- ¿Se te perdió algo? – le trataba de decir un poco nervioso el chico
- No, nada – Megumi sonrió nuevamente - ¿por qué estas tan colorado?
- Po… por nada – se sumergió en el agua y nadó hacia otro lado, un poco más lejos de ella – aparte ese no es asunto tuyo, Kitsune fea –
- ¡¿Qué tiene que ver eso?! – le gritó furiosa
- Ajaja… que chistosa te ves cuando te enojas… - rió nerviosamente y observó su reflejo en el agua por unos segundos – oye, ¿no me notas un poco pálido? – le preguntó preocupado
- A ver… - se acercó a él y tocó su frente – no, estas bien. ¿Por qué dices eso?
- Es que me estoy bañando contigo y como eres tan fea, Kitsune, pensé que ibas a contaminar el agua…
Sanosuke alcanzó a arrancar antes que las manos de Megumi lo atraparan. Esa broma la tenía preparada hacía mucho y esperaba el momento exacto para lanzársela.
Sin embargo siempre se había preguntado por qué se llevaban tan mal, bueno en su caso la respuesta era simple. Incluso siempre la había sabido desde que la conoció. Se veía tan linda cuando tenía 2 años, él ya tenía 4 pero algo en su pequeño corazón comenzó a nacer cuando la vio. Hasta hace poco no se había percatado de eso y creía que ella sentía lo mismo que él, pero Su famoso "Ken-san" lo tenía harto. "Ken-san" para acá, "ken-san" para allá, no lo soportaba. El chico era simpático pero le molestaba que captara la atención de aquella pequeña niña.
Estaba tan absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando la pequeña Megumi lo había atrapado del cuello y lo estaba ahorcando. Ni siquiera alcanzó a gritar, porque la chica ya lo tenía sumergido bajo en agua.
- Dime que lo sientes – le ordenó enojada
- ¡NO! – gritó al tratar de salir del agua – Er… eres fea… ¡arg!
- ¡QUE NO LO SOY!, dime que lo sientes –
- No lo haré… escucha, parece que se acerca el caballo de tu "ken-san" – le dijo en su último acto por tratar de salvarse de las fuertes manos de la chica
- ¿Dónde? –
De un sólo movimiento se logró zafar de su opresora mientras ella se descuidaba buscando la silueta del chico que robaba sus pensamientos en ese momento.
A Sanosuke le molestó un poco esa actitud de la chica por lo que, sin pensarlo, le lanzó agua a la cara. La expresión que tenía ella era tan chistosa, estaba roja y en medio de su rostro tenía pegada un alga de río. Él sólo atinó a reír fuertemente mientras ella se acercaba amenazadoramente, no sólo tenía muchas algas en sus manos, si no que sus manos se preparaban para lanzarle una gran cantidad de agua.
Sanosuke alcanzó a esquivar el agua pero no las algas que le lanzo con la otra mano. Esta vez era ella quién reía, Sanosuke tenía todo su cabello cubierto de lagas verdes que colgaban por su frente. Esto inició una fuerte guerra de agua entre ambos, Megumi trataba de nadar con todas sus fuerzas para que Sano no la alcanzara y la hundiera en el agua. Luego le tocó el turno a Sanosuke arrancar de ella. Así estuvieron por varios minutos hasta que ambos trataron de llegar a una tregua. La razón, ambos estaban agotados.
Salieron del agua y se recostaron sobre las toallas que habían llevado ese día, uno al lado del otro. Sanosuke trataba de mirar el cielo, no había ninguna nube que arruinara la vista. Todo parecía perfecto, el clima, el lugar… todo. Tímidamente se giró para verla, se veía perfectamente hermosa, radiante, como si tratara del competir con la belleza y luz del sol. Respiró hondo y evitó por todos los medios sonrojarse, pero fue en vano.
Megumi se sintió observada y giró su rostro para encontrarse con unos penetrantes ojos miel que la miraban fijamente. Ambos se sonrojaron notoriamente y Sanosuke trató de girar su vista hacia otro lado. Megumi en cambio se quedó mirándolo tiernamente, sonrió y bajó la mirada suspirando.
- Oye, ¿qué me vas a regalar hoy? -
- ¿Ah? – trató de responder sin mirarla a los ojos, buscaba algo
- Te digo que ¿qué me vas a regalar hoy?, es mi cumpleaños acuérdate tori-atama –
- Ahh… no seas interesada – le dijo sonriéndole picadamente – por cierto, ¿haz visto mi ropa? –
- Hum – sólo respondió dando un desprecio
- ¿Cómo que "hum"? – trató de preguntar un poco preocupado, conocía perfectamente ese "hum" y no siempre venía de la mano con algo agradable
- Sólo, Hum… - le volvió a decir la chica mirándolo molesta
Sanosuke no pudo decir nada, giró su rostro y alcanzó a observar como su ropa se iba flotando rió abajo. Se levantó rápidamente y corrió en rescate de sus ropas, de esa no se iba a salvar tan fácilmente su querida Kitsune. No, esa no se la perdonaría. "Te pasaste con esta…"
Cuando volvió se encontró con a imagen de Megumi muerta de la risa apretándose el estomago de tanto reír. Bueno, y es que la imagen que traía él no era muy sobria, por así decirlo. Venía empapado lleno de tierra y algas verdes, su ropa venía en las mismas condiciones.
- ¿De qué te ríes? – le preguntó un poco irritado
- Jaja… es que te ves chistoso – tratando de limpiarse algunas lagrimas de sus ojos – debería haber traído mi cámara –
- Nada de cámaras – se acercó hasta quedar frente a sus pies, la miraba desafiante – es que de esta no te salvas – le dijo antes de tirarse le encima para ahorcarla con sus propias manos
Megumi no alcanzó a hacer nada, el pesado cuerpo del chico ya estaba tratando de ahorcarla pero la chica daba pelea. No iba a dejar que se vengara tan fácilmente. Ella trató de empujarlo pero Sanosuke la sujeta firmemente por la cintura, logrando que ambos rodaran por la hierba hasta el punto que él quedara sobre ella sujetando las pequeñas manos en el suelo.
Sus rostros estaban muy cerca, ambos respiraban aceleradamente mientras un notorio rubor cubría sus infantiles mejillas. Sin saber cómo ni por qué, Sanosuke acerca sus labios y besa tierna y suavemente a la pequeña. Aún ahora desconoce la razón de esa actitud, quizás fue el momento, la posición o las miles de cosas que inundaban su mente en ese minuto que no pensó en sus actos.
Tan inesperado como fugaz fue el beso y ambos se separaron rápidamente. Sano se sentó dándole la espalda a Megumi, trataba de mirar lo cristalina del agua así evitar que se diera cuenta la chica de su completo rubor. Megumi en cambio se tocaba sus labios, aún no creía que su primer beso se lo haya dado aquel nervioso joven que estaba a su lado. Se levantó lentamente y lo miró tímidamente.
- Y eso ¿qué fue? -
- ¿Quieres que te explique? - respondió sin girar la cabeza, aún pensando en cómo le diría lo que siente
- Te pregunto el por qué lo hiciste – tratando de encontrar el punto que observaba nerviosamente Sanosuke
- Bueno es que… bueno tú… - trataba de articular alguna palabra pero los nervios se lo comían y eso a Megumi la estaba exasperando
- ¡Dilo de una buena vez! – gritó finalmente
- ¡TÚ ME GUSTAS MUCHO!, ¿contenta? – le dijo al fin mirándola a los ojos y completamente rojo
- ¿Qué? – no entendía nada, su corazón latía fuertemente mientras en su cabeza daban vueltas esas palabras que le hubiera gustado escuchar de otra boca – yo no sé qué decir… bueno tú sabes que a mí me…
- Que a ti te gusta tu famoso "Ken-san" – la interrumpió un poco enfadado – ya lo sabía, se te nota a miles de kilómetros de la redonda –
- Es que nunca me imaginé que tú… -
- ¿Que yo qué? – mirándola a los ojos
- Que tú pudieras sentir algo así… es que siempre peleamos y bueno yo… - sacudió su cabeza enérgicamente, tenía que aclarar sus pensamientos antes de abrir la boca – En todo caso "Ken-san" es tan lindo, educado, me trata súper bien, siempre se preocupa de mi a diferen… - se llevó las manos a boca, mientras Sanosuke se levantaba y guardaba sus cosas en su bolso. Sanosuke se giró y la observó sobre su hombro
- A diferencia de mí… gracias por decirlo, ahora me doy cuenta de todo – se subió a su caballo
- No es lo que tú piensas, yo no quise decir eso… -
- Si quisiste… bueno ahora tienes el camino listo para él… feliz cumpleaños, para tu información este iba a ser tu regalo – le lanza un pequeño paquete, Megumi lo abre y encuentra una preciosa cadena de oro – adiós –
Megumi sólo observó como la silueta de Sanosuke en su caballo se perdía a la distancia, había cometido el mayor error de su vida y cargaría con la culpa por mucho tiempo.
Sanosuke se alejaba velozmente, trataba de tragar sus lágrimas pero la impotencia no lo dejaba tranquilo. Quería gritar, deseaba llorar pero su orgullo estaba roto, ella había tomado su corazón entre sus manos y lo rompió en millones de pedazos. Estaba deshecho.
Por más que trataba de ser fuerte no podía, él aún era joven y no era lo suficientemente maduro para afrontar un golpe como ese. Sólo el tiempo daría la medicina indicada para esa herida, sólo el tiempo…
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Al otro día la familia Sagara se encontraba arreglando sus últimas cosas, el avión salía a las 13 horas y se encontraban un poco atrasados.
Megumi en cambio no tenía idea de lo que ocurría en aquella casona, ella se acercaba lentamente en su pequeño potro. La noche anterior no lo había pasado muy bien que digamos y sentía algo en su pequeño corazón que no la dejaba tranquila.
Su asombro fue tal al ver unas maletas en el pórtico de la casa, los señores Sagara salían rápido y entraban a un gran auto. Algunos criados ayudaban con el equipaje y alguna que otra cosa. Los niños no se veían por ningún lado…
Sanosuke estaba parado frente al gran ventanal de la casa, desde allí se podía observar todo incluso la casa de aquella chica. Suspiró y observó a su hermana con cierta pena, ella estaba mal había llorado toda la noche y unas enormes bolsas se ubicaban bajo sus hinchados ojos.
- Tranquila Kaoru, no creo que estemos mucho tiempo fuera -
- ¿Seguro? – le preguntó un poco esperanzada
- Eso creo, según papá no es muy importante el viaje – su mirada se posó en el ventanal otra vez, algo a fuera llamaba su atención – parece que la tía Sayo no se encuentra muy bien – fijó mejor su vista en la figura de una niña que se acercaba a la casa
- ¿Sí? – se acercó a su hermano y trató observar qué era lo que veía él con tanto interés – no tenía idea que la tía Sayo estuviera enferma –
- Tú sabes como es ella – la imagen de la chica se hacía más visible, cosa que no le agradó del todo. Se giró y apoyó su espalda en el vidrio suspirando fuertemente – nunca le ha gustado admitir nada
El ceno de Sanosuke se frunció al pronunciar las últimas letras, incluso el tono de su voz había cambiado a uno un poco más duro. Kaoru no entendía el cambio repentino de su hermano, trató de fijar bien su vista en el espectáculo que estaba afuera. Su padre discutiendo con su madre porque ella llevaba demasiadas maletas, algunos sirvientes se agarraban sus cabezas tratando de pensar cómo meterían las 10 maletas de la señora Tokio dentro del auto y la figura de una chica al lado de su potrillo observando todo sin comprender. Algo en esa chica le parecía familiar, ese cabello negro y suelto, la delgada figura. Kaoru sonrío, esa chica era su amiga Megumi pero porqué su hermano se habría puesto así al verla. Bajó un poco la mirada y tomó su bolso, ya era hora de partir y su padre le hacía señas para que salieran luego de la casa.
- Vamos hermanito, ya es hora – secándose algunas lagrimas que empezaban a correr por sus infantiles mejillas
- Si sé, adelántate tú primero necesito revisar algo antes – Kaoru lo miró con un dejo de tristeza, trató de respirar y tragar su pena pero dejar todo no le gustaba
- Está bien, pero no te demores sabes que papá se enojará si lo haces – Sanosuke sonrió apenas mientras su hermana le besaba la mejilla y salía al encuentro de Megumi
Ambas chicas se abrazaron, Kaoru lloraba y Megumi no entendía el por qué. Por más que tratara de calmar a su amiga nada resultaba, sólo repetía "adiós" una y otra vez sin parar.
Sanosuke miraba la escena con cierta tristeza, nunca pensó que Megumi iría a despedirse… movió su cabeza y sonrió irónicamente. "Despedirse, como me gusta soñar" se dijo mientras agarraba su bolso y tomaba fuerzas para ver a esa chica a los ojos.
Megumi vio como la figura de Sanosuke salía de la casa con un enorme bolso a cuestas, llevaba una fría expresión en su rostro como si nada le importara. Definitivamente ese ya no era el mismo chico del día anterior, bajó su mirada y besó a su amiga en la frente. Kaoru se limpió las lágrimas y trató de sonreír con todas sus fuerzas, volvió a abrasarla y se metió rápidamente al auto.
Era ahora el momento, ambos estaban frente a frente mirándose fijamente a los ojos del otro. Si Megumi quería disculparse ese era el momento preciso, pero Sanosuke tenía tal expresión de arrogancia y dolor que no se atrevía a nada.
"Vamos Sanosuke súbete al auto", gritó Saitoh antes de subirse él también. Sanosuke agarró su bolso con fuerzas y pasó por el lado de Megumi sin siquiera mirarla, como si nunca hubiera estado allí. Se subió al auto y cerró la puerta tras de sí, el auto partió y él posó su vista al frente sin mirar nunca atrás, lo que quedaba en aquella casa vacía ya no le importaba, su corazón estaba roto y dejaría los pedazos atrás junto con su vida y amor.
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Sanosuke respiró profundamente mientras una fría lágrima rodaba por su mejilla, se frotó el rostro con fuerza y volvió a posar sus ojos en el horizonte. Sonrió levemente al pensar que esta situación era un tanto graciosa. "Dejé mi corazón en esta casa y lo volví a encontrar acá mismo", se dijo en tono de burla, "hay que ser muy masoquista para reconstruir un corazón partido con lo mismo que lo rompió".
Se giró sobre sí mismo y se sentó sobre la baranda del balcón, respiró profundamente al cerrar los ojos por unos instantes. Aún podía sentir su aroma como si estuviera frente a él, es que lo había grabado tan bien en su mente que era lo único que ocupada espacio allí. Cuando estuvieron en el extranjero con su familia no había vuelto a saber nada del fundo ni de los Himura ni de los Takani, fue esa noche cuando habían vuelto a reencontrarse después de tanto tiempo separados. Era gracioso que ella no lo reconociera, bueno, él tampoco lo había hecho así que la disculpaba.
Volvió a sonreír, pero ahora con más ganas, el dolor ya no pesaba tanto y sus ánimos volvían a ser los mismos. Tomó un poco de agua y suspiró suavemente, cerró sus ojos y sonrió. "Me están dando una segunda oportunidad y no la desaprovecharé de nuevo". Entró a su habitación y se recostó en la cama, ahora dormiría al fin.
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Disclaimer: Los personajes de RK no son de mi propiedad ni quiero lograr fines de lucro con ellos (que cuática :P). Nota para mi querido Watsuki-sama, no se enoje usted, ya sabe que adoro demasiado a mi sanito lindo como para hacerle algo malo y no se preocupe que él está bien n_n, un poco amordazado y dormido por el somnífero que le di pero nada más. Juro que se lo devuelvo prontito, sólo déjeme terminar mi fic ˆˆ.
Notas de la autora: Gomen Nasai!!!!! No fue mi intención demorarme tanto en mis vacas, sé que he sido una malvada y no se enojen conmigo onegai ˆ_ˆ.
Y para que no se enojen les dejo un mini avance del cuarto capi… jejeje este se viene lime ;D (lime no más pq quero dejar lo mejor pa' los capis siguientes n_n, pero ya en serio, si no les gusta no lo lean y si lo escribí mal porfis no me maten que es primera vez que voy a escribir algo como eso :$):
"…Lo miraba desconcertada, lo besaba o no, le confesaba todo ahora o nunca lo haría. Respirando hondo se lanzó a los brazos de su amado besándolo con una dulzura y pasión mezcladas a la perfección…"
Jejeje, no se emocionen les dije que era un adelanto mini n_n.
Gracias a todos por sus lindos reviews, me encanta leerlos (aparte de sentirme súper alagada de que realmente les guste mi fic).
gaby (hyatt: Qué bueno que te haya causado gracia lo de Saitoh... jejeje es que como se llevan tan re mal en la serie pensé que sería chistoso que fueran padre e hijo.. Hohohoho XD. Espero que este capi te guste n_n y gomen nasai por la demora T.T
Megumi014: Gracias por las felicitaciones de mi cumple n_n y sí, en este capi hay bastante SM pero de una forma no muy alegre que digamos, pero explica bastante el comportamiento de sano y el de ella. Ojala q t guste este capi y el prox = se viene bueno n_n y no se va a demorar tanto, ya lo tngo casi listo.
AsUmI: Que rico que t gustó el capi n_n y para que sepas, yo todavía toy media "oro" con la "familia" Sagara...jajajajaj n_n. Ah! Y como te gustó el MA que puse en el capi anterior, dedique bastante del sgte capitulo para ellos (va a estar bueno ;D). Por lo menos no se va a demorar y gomen nasai por la tardanza.
Asumi : no son la misma?, bueno como son reviews diferentes los voy a contestar de esa forma. Que bueno que te gusto el capi y estuve pensando en tu pregunta. Lo de Uki & Co no sé si agregarla (mucha gente para mi cabecita T.T) pero a Tsubame podría ponerla como invitada especial, al igual que Soujiro... mmmm, incluso se me ha ocurrido una idea para Soujiro n_n. Espero que este capi t haya gustado y el prox no se va a demorar tanto (espero :P).
Megumi kinomoto: Que lindo que t gustó el fic y tranquila n_n. No creo que sea tan malo ver a Saitoh como el padre de Sano.. jajajaj chistoso tal vez pero nada más :P
Cleoru Misumi: Amiga mía!!! Acá tngo la actualización, un poco tarde pero llegó n_n. Yo toy en el mismo estado que tú incluso peor pq tngo que imaginarme que todo eso antes de escribirlo. Lo del beso fue ufff, espectacular y lo de Aoshi cambiándose de ropa... mejor ni t cuento XD. Espero que este capi t guste y espera el next pq se viene bien bueno ;). Gracias por tus lindos reviews, siempre me subes el animo amiga mía n_n
Megumi_1 (rosablanca07@hotmail.com): Gomen nasai Gomen nasai Gomen nasai Gomen nasai Gomen nasai Gomen nasai Gomen nasai!!!!! Sé que he sido una malvada pero no ha sido mi culpa L. Ojala que este capi t haya gustado y prometo no demorarme tanto con el prox (es q ya está casi listo). Gracias por tus reviews y que rico q t haya gustado mi fic. Nos vemos en el sgte capi.
Sakura Mitsurugi : Tomodashi!! Que weno q t gustó mi fic n_n, se nota que los sentimientos son mi vida? Jajajjaja.... Arigato arigato arigato por haberte tomado las molestias de dejarme no sólo uno, si no que dos reviews n_n arigato again. Espero amiga q este capi t guste y gomen nasai por la demora que tuve. Nos vemos acá en clases o yo t llamo de ahí n_n.
Bueno, eso ha sido todo. Gomen nasai por la demora (nuevamente, es que mi conciencia no me deja tranquila). Ojala les guste este capi y nos vemos en el próximo.
Matta ne
Su escritora
Yukiko Himura
yh_yukiko@yahoo.co.uk
