Cap. 2 – Los amantes se reencuentran ( I )
Cuando salí de casa empezó a llover. ¡Qué mala suerte!, pensé. Una vez que vamos a quedar y justo se pone a llover y yo, sin paraguas. Al menos llevaba el chubasquero, algo es algo. Fui andando por las calles de la ciudad, a cada paso que daba me daba ánimos interiores para aguantar la lluvia helada. Pensaba, ahora voy a ver a Shinichi y eso hace valer la pena todo lo que tenga que pasar.
Miré al cielo. Las nubes cada vez eran más oscuras y la luna quedaba tapada cada un tiempo por ellas. Sin embargo, la luna seguía brillando...una luna llena.
Entonces...pensé una escena romántica con él bajo la luz de la luna...¿Pero que estoy pensando?
Bueno, pensé, voy a llegar tarde a la cita si no me apresuro. Me puse a correr muy animada por encontrarme con Shinichi. La verdad es que hacía mucho tiempo que no me sentía tan animada. Creo que le quiero demasiado. Sonoko siempre me dice que me tengo que olvidar de él, que él no me merece y que yo merezco algo mejor pero es que...no creo que encuentre algo mejor. Para mí, él me basta y no quiero otro. Sólo él.
Pero yo no sé lo que siente él por mí...hoy tengo que preguntárselo sin falta y confesarle lo que yo siento.
Auch...¡qué daño! ¿Con qué me he chocado o quién?
- Perdone, ¿se ha hecho daño? – me dijo alguien con una voz de chico joven tendiéndome la mano, después de levantarse.
- No, no ha sido nada. Ha sido mi culpa porque no iba mirando por donde iba...discúlpeme... – dije torpemente aceptando su mano y levantándome con su ayuda.
- ¿Mouri? ¿Eres tú?
Al ver su cara me sorprendí mucho porque vi que era...
- ¡Hattori-kun! ¿Qué haces aquí? – exclamé sorprendida mirándole.
- ¿Y tú, Mouri? Es muy tarde para estar por aquí a estas horas...¿no?
- Lo mismo te digo. – dije mirándole con cara de pocos amigos.
- Bueno, yo había quedado con una persona ahora pero se ha ido hace un momento y estoy buscándola... – dijo él apareciendo un leve rubor en su cara o eso me pareció a mí.
- ¡Jejeje! ¡Con Kazuha-chan! ¡Qué bien! – dije juntando las manos e imaginando la cara de felicidad de Kazuha.
- ¡Shhh! Sí, pero no digas nada. – dijo él más sonrojado.
- Bueno, que os vaya muy bien...jejeje...
- ¿Y tú adónde ibas, Mouri? Todavía no me lo has dicho...
- Pues...he quedado con Shinichi. – dije, supongo que algo roja.
- ¿Ya ha vuelto, Kudo? – me preguntó, pareciendo sorprendido, pero creo que sólo lo simulaba. Parecía como si la noticia no le hubiera pillado de sorpresa. – Bueno, pasadlo bien.
- Vosotros también.
Nos despedimos y seguimos nuestros caminos para reencontrarnos con nuestros "amantes o amados".
Finalmente llegué donde habíamos quedado. Me senté en el banco que allí había, a esperar. Él todavía no había llegado. La verdad es que siempre he estado esperándole. Estoy acostumbrada a esperarle siempre. Pero no me importa. Le esperaré siempre que haga falta si es necesario.
Noto unas manos delante de mis ojos que me impiden ver. Son cálidas...parece como si nunca hubieran estado en la lluvia de hoy...
- ¿Quién soy? – dijo una conocida voz detrás de mí.
- ¡Shinichi! – lo reconocí al momento. No podía ser otro.
- ¡Bingo!
Al decir esto último me abrazó por detrás mientras me susurraba al oído..."Siento haberte hecho esperar tanto tiempo...pero tengo buenas razones. Perdóname, por favor". Yo me sonrojé ante tan gesto y asentí. En aquel momento no quería discutir cuáles eran esas "buenas razones" para haberme hecho esperar todo este tiempo. Parecía que me lo había dicho de corazón. Me bastaba con estar así, abrazada por él cálidamente, como si la lluvia no existiese. Me parecía como si la espera hubiera valido la pena.
En aquel momento me pasó por la cabeza aquella vez en que yo abracé a Conan, cuando me sentía sola sin Shinichi...¿Por qué recuerdo eso ahora?
Shinichi me soltó y se sentó a mi lado en el banco. Entonces yo decidí preguntarle algo que había estado pensando cuando había recordado lo de Conan...
- Shinichi...¿Cómo os conocisteis Conan y tú? Quiero decir...tenías una buena relación pero tú nunca me hablaste de él... – empecé a decir mirándole.
- Pues...bueno...él es un pariente lejano mío...la verdad es que lo conocí poco antes de marcharme pero el niño se ganó mi confianza...jejeje... – dijo él un poco aturdido.
- Ya, ya...seguro... – murmuré apenas audible.
- ¿Decías algo?
- No, qué va...Sigo pensando que él era Conan...
- Oye, Ran, yo...
- ¡Ah, por cierto, antes he visto a Hattori-kun! Había quedado con Kazuha-chan aunque me parece un poco extraño que estuvieran aquí en Tokio y no en Osaka...
- Ya...también me lo encontré yo...bueno, Ran, tengo que decirte que...
- ¿Y en dónde has estado todo este tiempo? Quiero decir, sí en un caso pero ¿dónde? – le pregunté. Tenía miles de preguntas que hacerle y no iba a dejarle hablar hasta que me las contestara. Seguro que él no tenía nada importante qué siempre ha estado conmigo como Conan (o eso creo yo)...ya lo sabe todo de mí. Pero no yo de él.
- Pues...en Nueva York. Solucionando aquel caso. Ran, verás, es que tengo que decirte...
- ¿Dónde te alojabas? Fue mucho tiempo...¿alquilaste un apartamento? O...¿compartiste piso con una chica muy guapa? – le pregunté mirándole con ojos de sospecha (¬¬). Quería ver como reaccionaba sabía que había estado conmigo todo este tiempo.
- ¡RAN! ¿Quieres parar de una vez? – dijo gritando ya muy cabreado.
Sonreí para mis adentros. Si seguía un poco más a lo mejor conseguía que confesara que era Conan. Venga, un poco más.
- ¿En qué zona de Nueva York estuviste? ¿De qué trataba el caso? ¿Por qué tardaste tanto en solucionarlo? ¿Por qué...
Ya no pude continuar. Mis preguntas tuvieron que parar. Y me quedé en blanco. Shinichi me había besado. Yo...estaba asombrada. Jamás pensé que enfadarle le haría hacer esto. Me arrepentí en mis adentros por haberle hecho enfadar; hubiera preferido que mi primer beso fuera un poco más romántico...
Entonces recordé varias escenas de cuando yo estaba triste llorando por su ausencia y demás parecidos...y noté que los ojos se me empañaban...estaba llorando. Había estado esperándole mucho tiempo, preocupada por él, y, si él era Conan, me lo estaba ocultando...¿con qué razón? A lo mejor ya no confiaba en mí...a lo mejor sólo me ha besado para que me callara de una vez por todas y no desvelara su secreto...
- Shi...ni...chi... – susurré con voz débil y temblor. Mis lágrimas me impedían decir algo más que eso.
- Ran, lo siento. No llores, por favor. Odio que llores por mi culpa. – me dijo dulcemente, limpiándome las lágrimas con la mano. Seguidamente me abrazó y me susurró al oído "Lo que quería decirte es que te amo. Siento haber sido tan brusco pero es que me estaba poniendo nervioso por no poder decirte que te quería antes de todo". Estaba muy asombrada y no podía dar crédito a mis oídos. ¿Me había dicho que me amaba?
- Shinichi...yo, durante todo este tiempo, te he echado muchísimo de menos...y...y...
- Shhh... – dijo él poniéndose un dedo delante de los labios – No importa que digas nada...Déjame que te diga una cosa más. Sí, yo era Conan, pero no quería decírtelo por una buena causa.
¡Lo sabía! ¡Lo era!
- Verás...¿recuerdas aquel día en que desaparecí? El día en Tropical Land, cuando fuimos tú y yo...¿lo recuerdas, verdad?
Asentí. ¿Cómo iba a olvidar aquel funesto día? Ya tuve la impresión de que, cuando se iba de mí, se iba muy lejos.
- Pues, cuando me fui corriendo y tú te quedaste allí, estuve observando un chantaje. Pero uno de los hombres de negro vino por detrás y me dio un golpe con un palo y después me metió un veneno en la boca. Un veneno experimental. Después me dejaron allí tirado hasta la noche.
- ¿Un veneno experimental? ¿Cómo se les ocurre utilizar a humanos para eso? – pregunté indignada, sin poder comprender que hubiera gente tan perversa (aunque después de todos los casos que he presenciado...ya nada es raro, supongo).
- Déjame terminar...Bueno, pues cuando llegó la noche me desperté del golpe y unos policías me encontraron. Y decían cosas como "un niño está aquí". La ropa me iba grande y, cuando me miré en un charco, vi lo que había pasado. Había encogido mi cuerpo. Entonces fui a casa del profesor Agasa, para pedirle consejo. Él me sugirió que no dijera a nadie lo que me había pasado y que me comportara como un niño normal mientras estuviera así. Y, que fuera a vuestra casa para poder investigar de cerca los casos que tuviera tu padre para poder encontrar a los hombres de negro que me hicieron encoger y capturar a la banda. No tenía que decir nada de que era Shinichi Kudo porque si la banda se enteraba que estaba todavía vivo, me matarían de verdad y también a todos los que estuvieran relacionados conmigo. Esa es la razón. No quería que te pasara nada. Y ahora que la banda ya ha sido capturada...ya lo puedes saber. Porque sé que seguías sospechando. – concluyó él mirándome.
Y yo pensando que había estado huyendo de mí todo este tiempo, con otras chicas, que era un egoísta con sus casos, y...y...resulta que todo era para protegerme a MÍ. Ahora sí que lloré, tanto como llovía.
- Ran...no te sientas culpable. Entiendo que pensaras así como decías a Conan. Pero no pasa nada...ahora todo se ha acabado. – me dijo, de nuevo dulcemente, abrazándome.
- He sido una egoísta...nunca pensé que podías estar metido en todo un lío así...
- Es normal. No es algo fácil de imaginar. Por favor, Ran, no llores más...sé que has llorado por mi culpa...y por eso me odio a mí mismo. No sabes lo horrible que es ver a la chica que amas llorar por ti y tú siendo niño y sin poder hacer nada. Entiendo que estés enfadada por todo...y, por un día, haré la excepción de dejarme golpear por tus golpes de kárate. Pero sólo hoy, ¿vale? – me dijo mirándome con una sonrisa sincera.
No iba a golpearle. Ahora no. A cambio de eso, le abracé.
- Ran...
Shinichi parecía sorprendido.
- Baka...¿cómo te voy a pegar? Te he esperado tanto tiempo...y ahora no voy a golpearte para que tengas que irte al hospital y tenga que esperar más. Y que sepas que yo también te amo...Shinichi. – le dije suavemente, sin soltarle.
Él no se inmutó. Después de todo, ya lo sabía. Se lo había dicho a Conan yo y él ya lo sabía desde que se lo dije.
Y así, nos quedamos. Abrazados bajo la lluvia, sin importarnos nada más que estar juntos.
Y entonces, cuando Shinichi me volvió a besar (ahora menos brusco), pensé en Hattori-kun y Kazuha-chan...¿cómo lo llevarán?
- Fin del capítulo 2 -
Notas: Konnichi-wa! He vuelto con otro capítulo del fanfic. Nos os podréis quejar fans de Shinichi X Ran (también me incluyo yo xD), que este capítulo está dedicado a vosotros! Jejeje...aunque creo que me quedó demasiado romántico (para variar). ¡Ya sé! El próximo fic será un drama (algo diferente para variar un poco). Por cierto, para los que no estéis muy acostumbrados a las palabras japonesas...baka significa algo así como "tonto" o "estúpido". Y, como supongo que algunos habréis deducido por la pregunta retórica de Ran, en el próximo capítulo se tratará a otra parejita y sabréis por qué estaba en Tokio y no en Osaka.
Bueno, espero que os esté gustando el fanfic y me pongáis reviews o enviéis comentarios a mi email. También podéis darme sugerencias para los siguientes capítulos porque la verdad es que las ideas cada vez las tengo más borrosas xD...
En fin, hasta el próximo capítulo!!
