Cap. 3 – Los amantes se reencuentran (II)
Seguí corriendo. La lluvia no cesaba, a pesar de que ya estaba calado hasta los huesos. ¿Por qué demonios se ha enfadado ahora? No he hecho nada malo...
Ya le dije que había quedado con Kudo para hablar de unas cosas y ella me ha seguido desde Osaka, y encima se ha ido pitando en cuanto hemos terminado de hablar llorando.
¿Qué le pasa? ¿Por qué siempre la hago llorar? ¡Me maldigo a mí mismo!...
Kazuha...¿dónde estás?
Continué el camino, me caí en un charco.
- Grrr....justo ahora...brrr..¡qué frío!... – dije. - ¡Achús!
Vaya. Ya me había resfriado. Siempre en el momento más oportuno.
Bueno, como vosotros no sabéis lo que pasó antes de ponerme a correr como un loco, os lo contaré. Veréis, Kudo me llamó a mi casa para decirme que tenía que hablar conmigo y que había conseguido el remedio para volver a ser mayor. Entonces fui adonde habíamos quedado y estuvimos hablando. ¿Que de que hablábamos? Pues de Ran, su amiga de la infancia. Entonces oí un ruido, me giré y vi a Kazuha. Estaba llorando. Y se fue corriendo diciendo "¡Te odio, Heiji!" y yo fui tras ella. Después me encontré a Mouri y simulé no saber nada de que ella había quedado con Kudo y cuando ella me preguntó si había quedado con Kazuha, le dije que sí, aunque no fuera verdad.
Y ahora todavía estoy buscándola. ¿Dónde se habrá metido?
- ¡Kazuha! ¿Dónde estás? – grité tanto como pude.
Silencio por respuesta. No había nada en la calle en esa noche lluviosa.
Seguí corriendo y entonces la encontré. Pero no estaba sola. Un chico le tenía acorralada en la pared, tapándole la boca y con intenciones no muy inocentes, inmovilizada.
- Cállate, niña. Tu novio no te oirá. Hoy eres toda mía. – dijo con voz siniestra el chico.
Entonces no pude mantenerme callado mirando y me tiré sobre el agresor de Kazuha.
- ¿Qué te has creído que le haces a Kazuha? ¡Viejo pervertido! – dije con rabia asestándole unos buenos golpes.
El tipo pareció asustado. Perro ladrador poco mordedor, como se dice. Y salió despavorido sin decir ni pío.
- Kazuha, ¿estás bien? – pregunté a la chica, sujetándole por los hombros.
Kazuha parecía muy asustada, inmóvil. Con los ojos blancos y pálida. La sacudí con suavidad.
- ¡Kazuha! ¡KAZUHA!
Entonces, pareció salir del estado de conmoción en el que se encontraba.
- He...i....ji...¡Heiji! – gritó llorando, abrazándome.
Yo no sabía qué hacer. Nunca me había visto metido en una situación como esa. A los detectives no nos enseñan como hacer frente a situaciones con chicas...
- Kazuha...¿estás bien? – volví a preguntarle.
- ...No. Sigo enfadada. – dijo, empezando de nuevo a llorar – Soy estúpida. Me voy porque te odio y después vengo a ti. Soy muy estúpida...
- Kazuha. ¿Entonces, era verdad que me odias? – le pregunté...algo preocupado.
- ...¡Ahou! Claro que no pero es que... – dijo todavía llorando, agarrándome con fuerza la camiseta.
- Dime. – le dije, animándola a continuar.
- Estabais hablando de Ran-chan. Y...
- Un momento. ¿Qué intentas decir?
- Que estabais hablando de cómo declararte a Ran-chan. Entonces, te gusta Ran-chan. Y entonces... – dijo ella con rapidez, como si quisiera acabar pronto.
- Para. No es verdad eso.
- ¿Cómo que no es verdad? Yo lo oí, mis oídos no me engañaron. No me mientas, Heiji, ya he tenido bastante. Si le quieres, ves, díselo, déjame aquí tirada. No me importa si vuelve a venir el tipo de antes y me hace algo. A nadie le importa y a mí tampoco...igual soy una estúpida. – dijo ella sin dejar de llorar, mojando mi camiseta mucho más de lo que ya estaba por la lluvia.
No me dejaba hablar. No quería escucharme. Y todo lo que decía iba directo a mis sentimientos. Le estaba haciendo daño pero ella me estaba tentando...así que...
Acerqué mi cara más a la de ella. Nuestras narices casi rozaban. Podía sentir su respiración agitada en medio de la lluvia y sus ojos mirándome con miedo.
- ¿Qué, qué...qué haces, Heiji?
Jejeje...parece que le he puesto nerviosa...A ver si ahora me deja hablar.
- Kazuha. Todo lo que has dicho ha sido un malentendido. Estaba dándole consejos a Kudo para declararse a Mouri. A mí no me gusta Mouri. Tú eres la única para mí. Y no eres tonta y no voy a dejar que ese tipo vuelva a por ti. ¿Lo entiendes? – le dije suavemente, pronunciando bien cada palabra, para que viera que no mentía.
- Heiji...¿qué has dicho? Creo que mis oídos AHORA sí que me están engañando. – dijo ella algo sonrojada (me llegaba la calidez de sus mejillas) algo sorprendida.
- No te engañan, Kazuha. Has oído perfectamente. Te quiero, Kazuha. Sólo a ti. Nadie más.
Ella me abrazó más fuerte y me besó de improvisto. Aunque estábamos bajo la lluvia, parecía que nuestros cuerpos eran inmunes a ella. No notábamos el frío, ni el agua caer. Sólo calidez...un beso cálido...que duró...
La verdad es que ninguno de los dos sabemos exactamente cuanto duró pero pareció que el tiempo se hubiera parado solo para nosotros. Para Kazuha y yo.
- Ahou...me lo podías haber dicho antes...Entonces no me habría puesto tan celosa...- me dijo con un leve rubor en sus mejillas y mirándome con simulado enfado. Se veía preciosa...
No pude evitar darle otro beso, que ella me correspondió.
- Volvamos a Osaka, Kazuha. – le dije, separándome de ella y cogiéndole de la mano.
- Te quiero, Heiji...gracias por haberme salvado antes...
Los dos abandonaron el callejón, cogidos de la mano, hacia su país natal, Osaka.
Mientras tanto, otra pareja les miraba desde un rincón...
- Parece que ellos también tuvieron su historia feliz. – dijo la chica mirando con dulzura a su pareja.
- Sí...
Sin embargo, no todo era felicidad por la "resurrección definitiva" de Shinichi. Había gente que no estaba tan contenta. Gente que quería a Conan y...a Shinichi. En concreto dos chicas. ¿Qué les pasará? ¿Cómo se sentirán?
Fin del tercer capítulo.
El tercer capítulo llegó a su fin. Ya sé que este fue más corto pero es que si lo alargaba más me hubiera salido demasiado meloso...prefiero dejarlo así. Espero que os haya gustado y sigáis leyendo y enviando reviews. Gracias a los que ya lo hicieron , de verdad. Jejeje...¿quiénes serán esas chicas? ¿Quién lo sabe? XD
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