Parejas: ¡SatoxDai hasta la muerte _!
Aclaración: DNAngel y todos sus personajes pertenecen a Yukiru Sugisaki, NO a mí. Ojalá ella haga dibujos de esto XD~~~~~~~~~~~...
Notas de la Autora: Eh! No les estoy dando mucho descanso, no? Así que volví -^_^-. De hecho, esta es la última parte del capítulo dos... A ver si mi final les sorprende aunque sea un poco...
Aclaración: La letra cursiva en un párrafo quiere decir que es un recuerdo, no obstante la letra cursiva encerrada en esto ... indica que es un pensamiento o algo que está siendo leído en el momento. El capítulo está dividido en partes, en general diferenciadas por el punto de vista del que se habla, pero no necesariamente.
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Instantes que vuelven
Parte 3Se metió en la bañera y sumergió la cabeza por completo. Dark ya no estaba. Su madre aún no lo sabía. Y él... ¡Él había hecho lo que había hecho, él, Satoshi y él, no, Hiwatari, Hiwatari y él! No podía ser... Asomó su nariz fuera del agua para respirar. Tampoco estaba Krad... ¿¡Krad!? Eso debería ser un alivio. Debería.
Trató de pensar en otra cosa. Sí, enfocarse en el baño, en lavarse y... Sato-- Hiwatari estaría, seguramente, mucho más sucio que él, con toda esa sangre y... Bajó una mano hasta su entrepierna, pero en cuanto se dio cuenta de lo que hacía, la quitó, sonrojándose ostensiblemente. ¡Enfocarse en el baño, en el baño, demonios!
Y en las manchas rojas en su piel...
[NdA: Esta parte va en cursiva.]
Satoshi permaneció un momento con la vista perdida y Daisuke se mantuvo quieto, sin saber realmente qué hacer. Al fin, estiró una mano y le acarició la mejilla. Él otro salió de su trance y en su rostro se dibujó una leve sonrisa mientras volvía a bajar y a impregnar un beso lleno de sangre en su boca. El pelirrojo titubeó, pero terminó por pasar una mano por la sudada espalda, bajar hasta la cintura, desenganchar la camiseta del pantalón y acariciar la piel fría. Satoshi se sobresaltó y separó sus labios, contemplándolo con sorpresa. Daisuke se detuvo, pero cuando su compañero procedió a besar su pecho, no pudo evitar repetir el movimiento de sus manos.
-...Satoshi...
Observó con confusión cómo el muchacho seguía descendiendo hasta su cinturón y comenzaba a desabrocharlo. Tomó la cabeza entre sus manos y lo atrajo hacia la suya, repitiendo el nombre con suavidad, en un intento desesperado por detenerlo. Sin embargo, el beso no impidió que el cinturón quedara en el suelo...
[NdA: Aquí ya sigue normal.]
Volvió a sonrojarse. Todo esto no podía estar pasando por su mente ahora, no, no justo ahora, cuando la mitad de sí mismo había sido aniquilada, ¿Dónde estaban las lágrimas? ¿Dónde que no surgían, que no brotaban, que sus ojos permanecían tan secos ya, sólo un día después?
[NdA: Esta parte va en cursiva también.]
...El comandante ése nos está mirando otra vez, Dai... ¿Sabés por qué no te atrapa ahora, aún sabiendo que sos yo?
¿Por qué?
¡Adiviná!...
[NdA: Hasta aquí.]
¡Dark! Se puso de pie de un golpe, salpicando hacia todas direcciones. Dark. Era la voz de Dark... Pero no era él... Sólo estaba recordando... Repitió el sonido mentalmente, una, dos, tres veces. Volvió a sumergirse lentamente, recordando, cuatro, cinco, seis veces. Las lágrimas se mezclaron con el agua.
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¿Y qué haría ahora? Antes tenía algo en qué concentrarse, algo que le quitaba todo el tiempo, algo que lo absorbía. ¿Qué haría ahora?
Pues, tener una vida. ¿Una vida...? Sonrió con ironía. Qué tan poco acostumbrado estaba a esa palabra. Nunca había pensado realmente en eso. En la posibilidad de existir por el mero hecho de hacerlo, en disfrutar de esa existencia sin importar los objetivos que haya o no haya, que se cumplan o no se cumplan. Y ahora...
Quizás, aún hubiera algo. Daisuke. Él, él estaba allí aún, él poblaba su mente de recuerdos, de aromas, de sabores...
Daisuke comenzaba a avanzar lentamente, a acompañarlo más que someterse. Su lengua se había apartado del beso y lamía las heridas de su boca, luego las de su nariz y, cuando Satoshi hubo cerrado los ojos, también sus párpados. Bajó lentamente y mordió su cuello, él se hizo a un lado para que pudiera estar encima suyo, y así permitió a Daisuke que acaricie su cuerpo entero, con la delgada tela de la camiseta de por medio, y lo abrazó, apretándolo contra sí con pasión. Después lo obligó a subir y, sosteniéndolo por el mentón, besó la unión entre el rostro y el cuello, dejando a sus manos jugar hasta más allá de donde el otro muchacho tenía previsto y hubo otro gemido prolongado.
-...Satoshi...
Terminó de quitarle el pantalón y dejó a relucir un par de bóxer negros. Hizo presión hasta conseguir que sus miembros se sintieran, incluso a través de lo que quedaba de sus ropas, y ahí lo oyó otra vez:
-¡Satoshi...!
Inició el camino de la ropa interior hacia el suelo junto al resto de las cosas. Sonrió y buscó sus labios, no obstante, encontró resistencia. Lo soltó y vio cómo Daisuke se incorporaba, alterado, sonrojado y sudando.
-No... ¡No puedo!
El muchacho se bajó de la cama y se vistió lo mejor que pudo, a los apurones, y salió corriendo del cuarto. Satoshi contempló la puerta cerrada durante un buen rato.
Sí, decididamente, esto le valdría futuras situaciones muy incómodas.
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Notas de la autora: Jeje, apuesto que los decepcioné mucho a todos ^o^... Pero no temáis, este es sólo el final de un capítulo, prometo que muchos más vendrán luego! Comenten!
[Lila Negra, también conocida como Jéssica Eowyn]
