Parejas: Muchas muchas, muajajaja...
Aclaración: DNAngel pertenece a Yukiru-sama... Todo lo demás es MÍO, MÍO, MÍO!!!!! ¬¬
Aclaración: La letra cursiva en un párrafo quiere decir que es un recuerdo, no obstante la letra cursiva encerrada en esto ... indica que es un pensamiento o algo que está siendo leído en el momento. El capítulo está dividido en partes, en general diferenciadas por el punto de vista del que se habla, pero no necesariamente.
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Sonrisas que hacen dañoDaisuke iba tan perdido en sus recuerdos que no se dio cuenta cuando tropezó con Riku Harada, justo frente a la puerta del colegio. Ambos se disculparon y, como siempre, ella se adjudicó la responsabilidad, sonrojada. Él, por un momento, se imaginó a sí mismo echándose al suelo y rogando por su perdón. Pero se lo pensó mejor y sólo sonrió.
-Daisuke... no te ves muy bien, ¿Pasa algo malo?
-Eh, ¡No! No, nada malo... –Exageró la sonrisa todo lo que pudo y trató de volver a dirigirse hacia el colegio.
Ella se mantenía a su lado y algo en sus ojos le dijo al pelirrojo que esperaba que la tomara de las manos. Lo invadieron los nervios y no supo qué hacer, con las manos crispadas a mitad de camino. Aunque no habían dicho nada formalmente, habían estado comportándose como si fueran novios durante muchísimo tiempo ya y tomarse de las manos sería de lo más apropiado. No obstante, recordando el episodio en casa de Satoshi Hiwatari, a Daisuke le pareció que un gesto así no haría más que profundizar su traición, como si al hacerlo estuviera mintiéndole groseramente. Tendría que explicarle, tarde o temprano tendría que explicarle, ella era siempre tan buena, tan dulce, tan comprensiva... No podía no pedirle perdón. Tarde o temprano. Tarde o temprano... o Tarde.
Iban cruzando el pasillo que comunicaba con su aula cuando Riku rompió el opresivo silencio.
-Si lo que te hace poner esa cara de tristeza soy yo, podés decírmelo. Yo... no quiero molestarte.
Él abrió muy grande los ojos. Se daba cuenta perfectamente de lo que le debía de haber costado a ella decir algo como aquello, sabía lo tímida que era. Pero... ¿Por qué pensaba eso? ¿Había hecho algo que lo demostrase? ¡No quería hacerla sentir mal, él era el único que debía sentirse mal allí! Respiró hondo y la enfrentó. De todas maneras, la mitad de las fuerzas lo abandonaron en cuanto miró bien ese rostro apenado.
-No, Riku... Yo... Es que, hay tanto que explicar... Pero no, por favor, nunca pensés que me molestás, nada de eso. Es que tuve... un domingo algo agitado, no fue el mejor día que habría podido tener, la verdad. Pero no es por vos... Riku...
Detuvo su paso para abrazarla. Ella hizo lo mismo y luego entraron en el salón. Daisuke se paró en seco cuando vio quién los había estado observando: Satoshi Hiwatari, con la misma expresión inexpresiva de siempre, con el mismo pálido color en su piel suave, con los mismos labios semiabiertos... y entonces notó los moretones y cicatrices en todo su rostro y el mundo se le desplomó encima. Podrían haberlo cortado en pedazos y podría haber sido pisoteado por una manada de elefantes en ese preciso instante que hubiera sido mucho menos doloroso que ver a Satoshi... no, a Hiwatari y a Riku en una sola habitación, los dos tan bellos y tan nobles y tan... como llamándolo, como adueñándose de él, de su cuerpo y de su mente y de su alma y de todo. La chica se volteó cuando notó que lo había perdido en el camino a su banco y le dio la sensación de que sus compañeros intercambiaban miradas, unas miradas que querían decir algo.
-Buenos días. –Murmuró Hiwatari con una imperceptible sonrisa.
-Buenos días. –Respondió ella, pero en seguida se dio cuenta de que el saludo era sólo para Daisuke. Debe ser mi imaginación... Pensó, sacudiendo la cabeza para alejar la extraña molestia que la invadía.
-Bue-- Buenos días. –Tartamudeó el pelirrojo, para luego desviar la vista del gesto que él reconocía como socarrón y sentarse junto a Riku, tan lejos de Hiwatari como le fue posible.
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Cuando tocó el timbre indicando el comienzo del recreo, la mayoría de los alumnos se puso de pie precipitadamente, emocionados, felices de salir del aula al fin. No obstante, para Daisuke era todo lo contrario. Allí sentado, con Riku interponiéndose entre él y Hiwatari, era más fácil hacer caso omiso de la presencia del muchacho. Pero en el recreo no tendría excusas para no ir a hablarle, después de todo, había cosas que aclarar. Fue levantándose de a poco, como si eso lo borrara del universo de algún modo. Se le erizó el cabello de la nuca cuando escuchó esa voz fría tan cercana.
-Voy a estar en la terraza, como siempre. Por si me necesitás.
No pudo evitar suspirar de alivio al verlo alejarse. De todas formas, volvió a palidecer en cuanto percibió la mirada de Riku.
-¿Ese algo que te mantuvo tan ocupado ayer está relacionado con Hiwatari, de casualidad?
El mundo se le desplomó encima por segunda vez en el día y ya se venía venir que situaciones como ésa se repetirían infinitamente. Intentó pensar en una explicación razonable, pero no la encontró.
-Bueno... sí, supongo que sí.
Para su sorpresa, Riku adquirió una expresión comprensiva y le puso una mano en el hombro.
-Sé que no es lindo discutir con los buenos amigos... Entiendo porqué estás tan triste. Andá a hablar con él y arreglá las cosas. Seguro que lo que sea que haya pasado entre ustedes tiene solución.
Le sonrió y en Diasuke la momentánea euforia se hizo a un lado rápidamente para hacerle sentirse capaz de golpearse a sí mismo hasta desfallecer. No terminaba de entrar en su cabeza que ella pudiera ser tan dulce con él, cómo podía verlo de aquella manera tan tierna mientras él se sentía pudrir por dentro. De pronto, comprendió cómo se debía de haber sentido Hiwatari cada vez que él le agradecía algún pequeño detalle tras una batalla a muerte. El afecto lo hacía todavía más miserable... De todas maneras, tenía que aprovechar esta oportunidad para hacer las cosas bien sin lastimarla. Sonrió débilmente.
-Muchas gracias. Voy a hablarle ahora mismo. –La tomó de las manos y la miró a los ojos. –De veras, muchísimas gracias por ser tan buena conmigo.
Pero quizás no me lo merezca. Y luego salió corriendo hacia las escaleras.
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Notas de la Autora: Este capi fue mucho más suave... pero tenía que tener también cierto hilo argumental, no? (noooooo! Pero bueh... jaja). Tengo una idea para terminar el fic pronto y otra para alargarlo, qué preferirían? Ayudenme a decidir, please. Bueno, eso es todo, espero que les haya gustado... lo continuaré pronto (ojalá ¬¬).
[Lila Negra]
